-Cualquier Pokémon debilitado se considera muerto y debe ser liberado.
-Sólo se puede capturar el primer Pokémon que el entrenador encuentre en cada ruta, cueva, bosque o área en general. Si ese primer Pokémon es debilitado, huye o el entrenador escapa de él no hay segundas oportunidades: esa área queda vedada para la captura.
-Como excepción a la regla anterior, si el Pokémon que aparece ya ha sido capturado, se puede obviar y buscar otro encuentro.
-El estilo de batalla debe ser “Mantener” en vez de “Cambio”.
-Todos los Pokémon capturados deben tener motes para reforzar la unión entre ellos y su entrenador.
-El Repartidor de Experiencia estará apagado.
-El uso de la Master Ball está prohibido.
-El intercambio Pokémon estándar está permitido, pero sólo con los entrenadores controlados por el juego o con otros entrenadores inmersos en el desafío Nuzlocke.
-El intercambio Prodigioso puede ser usado una vez después de cada gimnasio. Cuenta como encuentro.
-El Poké Recreo está permitido, ya que "estrecha lazos" con los compañeros.
-El Super Entrenamiento está prohibido.
-Los Pokémon de evento, tales como los regalados, intercambiados o aquellos que no están en la hierba alta cuentan como encuentro.
-La eclosión de un huevo cuenta como encuentro.
-El uso de Revivir, Max. Revivir o cualquier otro objeto que resucite a un Pokémon está prohibido.

En realidad yo quería quedarme con el Ryhorn de mi madre, pero el bicho vago no quería dejar de dormir. Hice caso a las dos zagalas que me invitaban a ir al pueblo de al lado, Serena y Xana, abandoné temporalmente el Pueblo Boceto, y tras recorrer el ridículo fragmento de Ruta 1 concebido por un programador con una pereza superior a la de un Snorlax manso me planté en Pueblo Acuarela. Allí me esperaban las dos tías de antes, un enano con un casco naranja (es posible que fuera su pelo) al que llaman Trovato y un tío grande que dice que es bailarín, llamado Benigno. Tengo la teoría de que Benigno y Trovato se odian. Llamadme loco.

Después de mucho marear la perdiz, el gordo decidió darnos nuestros Pokémon. Yo elegí primero. Para eso soy el protagonista. Ya lo tenía decidido desde hacía meses: Froakie se vendría conmigo. Franklin será su nombre. Salió con naturaleza Huraña: revisando sus estadísticas no parece mala, aunque el tiempo lo dirá.

La cría, Xana, me desafió a un combate con su Fennekin. Las burbujas que le estallaron en la cara le hicieron ver con quien no hay que jugar.

Aquí llega. El momento de la captura real de mi primer Pokémon. Después de hacerme con una ingente cantidad de Pokéballs, me dirigí a la Ruta 2. Qué no sea un Bidoof. Que no sea un Bidoof. ¡¡Que no sea un Bidoof!! ¡Perfecto! Un Fletchling me salió al paso. Una macho de nivel 3 más majo que las pesetas, todo rojito y cabezón, con una naturaleza muy Pícara. Genial, no puedo quejarme para nada. En un alarde de originalidad, lo he llamado Jeff.

Tras entrenar un poco en la Ruta 2 y comprobar la cantidad de Pokémon que pueden esconderse en un área tan pequeña de hierba, que son bastantes, decidí meterme al Bosque. La plasta de Serena intentó enseñarme a hacer lo que llevo haciendo toda mi vida, capturar Pokémon. Después de soportar la charla, pude entrar en el Bosque de Novarte acompañado por Xana.

Allí me encontré una genial Scatterbug de naturaleza Modesta, a la que rebauticé como Pixelart. Abusando de los servicios de curación gratuita de la cría Xana aproveché para subir un poco el nivel del equipo.

Tras salir del Bosque de Novarte, probé suerte en la Ruta 3 y me salió un Burmy macho. Lo siento por el, pero fue de cabeza al PC: no necesito otro Pokémon de Tipo Bicho en el equipo. Tras despachar a los entrenadores, fui a la Ruta 22.

Allí me atacó un Rattat... Digo, un Bunnelby ♂, de naturaleza Fuerte, que sin mucha complicación se unió al equipo. Lo llamamos Quicky. Después de un exhaustivo entrenamiento en la Ruta (en el que Quicky estuvo a punto de perder la vida contra un Riolu y un Dunsparce asesinos) y de intentar pasar a lo que sospecho que es la Liga Pokémon sin éxito, me dispongo a entrar al Gimnasio de Novarte y desafiar a su líder, Violeta.

Madre mía, que exterminio. Jeff empezó a picotear antenas, alas y celdillas oculares sin control ninguno y acabó con todos los entrenadores del Gimnasio en un abrir y cerrar de ojos. La líder fotógrafa, Violeta, tampoco supuso ninguna dificultad y sus Pokémon fueron picoteados sin piedad hasta desvanecerse. Su Vivillon se resistió un poco con Fortaleza, pero cayó de todos modos.

Despues de derrotar a Violeta, probé suerte con un Intercambio Prodigioso. Mandé a vivir la vida a mi queridísimo Burmy sin saber qué iba a recibir a cambio. Esperaba un Weedle modesto o alguna barbaridad semejante, pero lo que me llegó fue una grata sorpresa: un pequeño bebé Helioptile de naturaleza Alocada, al nivel 1, recién salido del huevo. Tuve mis dudas sobre si usarlo o no, al ser un Pokémon forastero. Pero es tan majo que no pude dejarlo en el PC. Y aunque no se le pueda cambiar el nombre, para mi se llamará Nando.

Probé suerte en la Ruta 4, pero sólo encontré un Combee macho, un zángano incapaz de evolucionar, por lo que pasé de él. Tras entrenar un poco y estrechar lazos con Quicky y Jeff en el Poké Recreo, me decidí a ir a Ciudad Luminalia.

Wow. Esta ciudad es GIGANTESCA. No tenía ni idea de por donde empezar a explorar sus calles. Acabé entrando en un restaurante que me cobraba 3000 por un menú doble. Cuando entré, los camareros no tuvieron mejor idea que desafiarme a combates. El Látigo Cepa de uno de sus Pansage me dio un buen susto al acetar a Franklin y quitarle más de la mitad de la salud. No obstante, la experiencia mereció la pena, y mi rana evolucionó en la cosa más guay jamás diseñada.

Después de ir a visitar al Profesor Ciprés y patearle el trasero en un combate, me dio a elegir uno de sus Pokémon. Me quedé con Bulbasaur (Toadette), pero no estoy seguro de si acabaré entrenándolo. Después de darme un paseito por lo que quedaba de Ciudad Luminalia (o lo que me dejaban, mejor dicho) y de conocer a un tipo sospechoso con el pelo rojo que me hizo pensar en Vegeta, salí de la ciudad y me puse a explorar la Ruta 5.

Allí capturé un Gulpin Audaz al que llamé Smile. Hubiera preferido que me tocara un Pokémon de los nuevos, pero qué remedio. Por otra parte, Quicky me está tocando las narices. ¡No hace nada! Recibe mucho daño y hace poco. Espero que evolucione pronto, si es que lo hace, porque la verdad es que no lo sé a ciencia cierta.

Por la ruta rondaban Benigno y el tipo del casco naranja cuyo nombre no recuerdo ahora mismo. El primero me desafió a un combate.



No sé de donde habrá sacado el Corphish que lleva, pero a Quicky no le costó demasiado vencerlo. También es verdad que le sacaba seis niveles. Cosas que pasan.

Dios. Mío. Me encuentro ante lo que probablemente es la evolución más horrorosa que jamás he visto. ¿Qué eres, Diggersby? ¿Qué demonios eres? ¿Un Snorlax conejo? ¿Qué les pasa a tus ojos? ¿Qué son esas estadísticas tan bajas? ¿QUÉ ES ESE GRITO TAN HORROROSO? Dicen que lo importante es el interior, pero santo cielo. Si el exterior de ese bicho es tan grande como el exterior, podría comerse un rascacielos entero. Es como si fuera el gordo y vago Poké-marido maltratador de un Lopunny ♀, que al no tener Bayas que llevarse a la boca, decidió comerse a su descendencia. Qué miedo.

Superado el shock de ver a mi adorable conejito convertirse en semejante engendro, seguí avanzando por la Ruta 5 hasta llegar a Pueblo Vánitas. Visité el castillo, me encontré con un Snorlax dormido en su línea, bloqueando un puente, y cultivé varias Bayas en mi nuevo huerto. Al parecer tenía que ir a buscar una PokéFlauta, así que me puse manos a la obra y me encaminé a la Ruta 6 seguido por Xana directos al Palacio. En la hierba alta de sus inmediaciones me encontré con un Honedge que, tras presentar batalla, pasó a ser parte del equipo (lo siento por Gulpin). Se llama Link, y tras un entrenamiento severo ha conseguido ponerse al mismo nivel que el resto del equipo.

Maldito mayordomo usurero hijo de un burgués. ¿Vas a cobrarme 1000 monedas por entrar al Palacio? Así se te derrumbe. En fin, no quedaba otra que pasar por el aro, así que apoquiné y entré al ostentoso edificio. Después de buscar a un Frurfrou por los jardines y de que Xana me tirara CLARAMENTE los trastos en el balcón viendo fuegos artificiales, conseguí la Pokéflauta y fui derechito a despertar a Snorlax. Tras capturarlo, me planteé seriamente reemplazarlo por Quicky, pero me da pena. Pobre e infame conejo deforme.

Y entonces, de improviso, Serena decidió unirse a mí para desafiar a Benigno y Trovato, el tipo del pelo-casco. Me aterran estas cosas, porque los errores de Serena me pueden llevar al patíbulo. Que sea lo que Dios quiera.



No fue tan mal. Quicky hizo bastante buen papel gracias a una Baya Aranja y su habilidad Carrillo, así que no hubo problema.

Tras salir de la Ruta 7 utilicé el Paso Tierraunida para llegar a la Ruta 8, rumbo a Pueblo Petroglifo. Por el camino me encontré con un Axew y un Zangoose que pasaron a engrosar la cantera, por si las moscas. Cuando llegué allí fui a dar un paseo por la playa. Estaba tan tranquilo usando Golpe Roca cuando, de improviso, un entrenador en un islote situado en medio del mar, me desafió a un combate aéreo. Como aún no había disputado ninguno, dije que sí. El muy cretino me envio a un Mantyke y un Jumpluff, al nivel 28 y 29, superando en 5 niveles a mis Pokémon voladores, Jeff y Pixelart. Cuando creía que tenía dominado al Mantyke usando a Pixelart para bajar su ataque especial, empezó a usar Ataque Ala en vez de Hidropulso. Gracias a Supersónico y Paralizador conseguí tumbarlo, y Jeff se encargó del Jumpluff. No obstante, ambos acabaron con la vida roja. ¡Que susto!

Después de este sorpresivo combate me encamino hacia la Ruta 9, en busca del becario perdido. No sé cuando se dignarán a evolucionar Nando y Link, pero creo que ya va siendo hora.

Caminando por la Cueva Brillante, despues de haber capturado un Machop (y un Hipopotas en la Ruta 9) me llevé un susto tremendo con un Dwebble salvaje. Pixelart iba primero, y el maldito bicho usó Pedrada. Le dio 2 veces. Si le llega a dar una más, la mariposa estaría criando malvas. Debería tener más cuidado con este tipo de cosas. Por allí también rondaba el Team Flare, buscando fósiles para regenerarlos y venderlos. Algo me dice que Giovanni está de todo esto. Se presentaron a si mismos como los malos malosos egoístas, quizás de una forma demasiado evidente. Quiero decir, ¿habéis visto los peinados que llevan? Sólo por eso ya merece la pena derrotarlos. Aunque debo decir que me gusta este nuevo equipo. Tienen variedad de tipos, no todo son Zubat, Ekans, Rattata y Koffing.

Sin más contratiempo encontré al becario que había venido a buscar, y me dio el Fósil Aleta. Y ¡qué sorpresa! Usando Golpe Roca justo donde estaba el tipo, me encontré un Ámbar viejo. O mucho me falla la memoria, o eso es un Aerodactyl. Como sólo puedo resucitar a uno de los dos me decidí por el Amaura, y de nuevo las tentaciones de cambiarlo por Quicky se hicieron palpables, aunque sacando fuerzas de flaqueza sigue en el equipo. Me dirigí pitando a Ciudad Relieve porque me dijeron que allí hay un Gimnasio, y allí me encontré a su Líder. Veamos que tal se da.



Como no quería hacerlo demasiado fácil, no utilicé a Franklin. Link se encargó del Amaura con su incesante Cortefuria, pero tuve que retirarlo y enviar a Quicky cuando Lino envió a Tyrunt previendo un Triturar o algo así. Al final fue sólo un Mordisco, pero segurísimo que se habría cargado a la espada. El conejo horroroso acabó el combate con Disparo Lodo.

Estaba yo tan tranquilo, examinando piedrecitas y persiguiendo a un payaso del Team Flare en Pueblo Crómlech, cuando de repente una Líder de Gimnasio sin nada mejor que hacer decidió entablar combate conmigo. "¿Te apetece echar un combate?", dijo. Yo iba a decir que no, porque mis Pokémon NO ESTABAN CURADOS. Pero la muy asquerosa no me dio la oportunidad de responder. El nivel de sus dos Lucario era similar al de Lino, el Líder de Gimnasio al que acababa de derrotar. Pixelart aguantó el tipo contra el primero gracias a Beso Drenaje y Paralizador. Pero el segundo empezó a doparse con Danza Espada y se me pusieron de corbata. Envié pues a Link, pero el maldito perro empezó a hacer Eco Metálico, bajando entonces su Defensa Especial. ¡QUE PRETENDES! Turnando a Pixelart y a Link pude anular sus golpes físicos y resetear la Defensa Especial. No sé que intentaba, pero consiguió asustarme. Por cierto, conseguí atrapar un Golett en Stonehenge (digo, en la Ruta 10).

Después de derrotarla me lancé contra el Centro Pokémon, cosa que debí haber hecho nada más entrar al pueblo, y partí a la Ruta 11, donde atrapé un Hariyama. También capturé a un Sableye en la Cueva Reflejos, colindante a la Ruta. Todo iba bien hasta que una entrenadora me retó y envió a un Hawlucha. Pixelart iba primero. Pensé que con un par de Psicorrayos acabaría con el bicho, y que aguantaría su ataque de tipo Volador. Sin embargo, en vez de eso, usó Tumba Rocas. No creo que Pixelart sintiera dolor. No tuvo tiempo.



No tengo idea de quién la reemplazará. Ni me apetece pensarlo.

Decidí que Amaura, al que llamé Grant (quien pueda entenderlo que lo entienda) sería el nuevo integrante del equipo. Como estaba al nivel 20 me vi obligado a entrenarle en el Bastion Batalla, aprovechando para sacarme unos pocos dineros gracias a la Moneda Amuleto. Mas tarde regresé a la Cueva Reflejos, donde los Wobbuffet me tocaron bastante las narices, así que puse a Link en el primer lugar ya que es inmune a Contraataque. Esto tuvo sus frutos, pues con el entrenamiento extra la espada acabó (por fin) evolucionando a Doublade. No es el dios de los diseños, pero se han visto cosas peores.

FInalmente llegué a Ciudad Yantra, y en la torre del Fanservice a Lucario me encontré a un viejo al que llaman Megayayo, experto en el tema de la Megaevolución. Aparentemente, para que ciertos Pokémon Megaevolucionen hace falta un objeto llamado Megaaro, que debe llevar el entrenador. Serena, mi "rivala" más potente, también lo quería, y me desafió a un combate para ver quien se lo quedaba. Aunque fue sencillo derrotarla, me sorprendió ver que sus Pokémon más alto estaba al nivel 30. Pensaba que los míos estaban un poco sobre entrenados, pero visto lo visto, quizás acabe quedándome corto.

Ganada la batalla, me dirigí al gimnasio de Ciudad Yantra para desafiar a su Líder Corelia, la nieta del Megayayo (la asquerosa patinadora de los Lucario). Parece ser que es un Gimnasio de tipo Lucha, pero no me fío. Me huelo ataques de tipo Roca por todas partes, para cargarse a Jeff. Después de lo que le pasó a Pixelart estoy aterrado. He enseñado Golpe Aéreo a Franklin para que haga un buen papel. Veamos que tal.



La muy lerda gastó todas sus hiperpociones en su primer Pokémon, Mienfoo, que fue derrotado por Franklin, lo mismo que sucedió con Machoke. Después envió al Hawlucha y saqué a Link, por si acaso. Su tipo Fantasma es realmente útil, y acabó con el sin recibir un solo rasguño.

Después de conseguir el Megaaro de manos de Corelia y de robarle a su Lucario delante de sus narices (en realidad se vino conmigo por voluntad propia, pero no creo que a su entrenadora original le hiciera mucha gracia), me dirigí a la ruta 12. Allí conseguí un Miltank y me puse a explorar lo que quedaba de Ruta surfeando en Franklin. Llegué a un sitio llamado Bahía azul, donde las hordas de Tentacool no me dejaban dar dos pasos seguidos. Por aquellos lares me encontré una extraña cueva, la Cueva Talasia. Era muy pequeña y estaba vacia, llena de goteras. Como no tenía ni idea de para que servía, me marché de allí y a las tres horas (los Tentacool son pesados) conseguí llegar a Ciudad Tempera. Serena me llamó en ese momento por el Holomisor para retarme a un combate justo delante del centro Pokémon, así que debería pasarme por allí.



No entiendo por qué demonios no evoluciona Nando. Le he intentado dar una Piedra Trueno y no funciona. ¿Evolucionará al nivel 40? ¿Habrá que intercambiarlo? La verdad es que empieza a quedarse muy atrás. Si no fuera por el Mineral Evol. que lleva equipado no sería nada resistente. ¿Y qué hay de Grant?

Grant y Jeff derrotaron a Meowstic y Quilladin respectivamente. Cuando Serena envió a Absol, decidí sacar al dinosaurio de nuevo, ya que es resistente a los ataques de tipo normal. El mito sobre el maldito Absol, que se supone que trae mala suerte y desgracias, debe ser cierto. 4 Golpes Críticos seguidos, ahí es nada. Y no solo con Cuchillada, si no con Ataque Rápido. ¿Hola, RNG? ¿Me odias? Sin embargo, la resistencia del tipo roca se hizo notar y Amaura acabó con el Pokémon rival.



Decidí ir directamente a por el Líder de Gimnasio, ya que estaba justo en frente de su edificio. Como usa Pokémon de de tipo Planta, pensé que sería una buena idea utilizar a Grant y sus ataques de Hielo. Pero cuando un Wormadam lo dejó a UN punto de vida me lo pensé mejor y dejé que Jeff se encargara de quemarlo todo. Y lo hizo sin mayor dificultad, arrasando por completo con los Pokémon del jardinero jubilado: la Medalla Hoja ya es mía.

Por la ruta 13 me encontré una Piedra Solar. De alguna forma inexplicable, sirvió para evolucionar a Nandito. Ya era hora, la verdad. Minutos más tarde lo hizo Grant, al subir al nivel 39. Conseguí la Tarjeta para entrar a la Central de Energía y me encontré al Team Flare robando la electricidad. ¡De ahí el apagón de Ciudad Luminalia! Pensé en darle una oportunidad a Quicky, pero le falta mucho potencial. Estuvo contra las cuerdas más tiempo que haciendo algo. Ni siquiera habiéndole enseñado Puño Incremento parece rendir.



De camino a la re-alimentada Ciudad Luminalia me encontré con un mendigo con pinta de loco diciendo algo así como que "el Pokémon flor le había dado la vida eterna". ¿Se habrá comido un Vileplume?

Después de encender la Torre Prisma, decidí darme un paseo por la recién abierta Luminalia. Es tan enorme que estuve dando vueltas durante mucho tiempo, visitando cafeterías, restaurantes, luchando con entrenadores por los callejones, etc. En uno de esos restaurantes, el Nifú Nifà, pagué 15.000 monedas para librar Combates Triples. Todo iba bien hasta que un cocinero con tres Zangoose me salió al paso. Uno de ellos usó Desquite contra Quicky justo después de haber usado Puño Incremento contra él, y lo destruyó.

Maldita sea. Había empezado a tenerle aprecio. No, en serio. ¡De verdad!

Como estaba indeciso sobre qué Pokémon debería reemplazar al fallecido Homer Simp... Quicky, resolví usar de nuevo el Intercambio Prodigioso para quitarme de responsabilidades. Lo hice con la firme promesa interna de que usaría al Pokémon que me tocara, fuera lo que fuera. Me tocó un Furfrou ♂ Grosero (Vel - Def. Esp. +). Un perrito. ¡Que remedio! Lo llamé Sultán y le corté el pelaje en forma de Corazón. Soy malévolo.

Antes de entrar en la Torre Prisma, el Gimnasio Pokémon de Luminalia, quise acostumbrarme a este nuevo compañero. Como tenía la MO Vuelo me fui con Jeff hasta Pueblo Boceto y me dediqué a recorrer las rutas buscando cosas que he hubiera dejado atrás con el Zahorí en ristre. Sultán va ganando niveles poco a poco.

Finalmente me decidí a entrar en la Torre Prisma y desafiar al Líder Lem. Sultán tenía un nivel aceptable a esas alturas, y además le había enseñado Excavar y Descanso. La verdad es que el perro es un muro indestructible gracias a su habilidad Pelaje Recio. No mete mucho, pero acaba los combates con paciencia. Después de fallar las preguntas del Gimnasio a propósito para poder entrenar al cánido un poco más, finalmente llegué a la cima y desafié al Líder.

Lo primero que envió fue un Emolga con Voltiocambio, que fue reemplazado por Magneton. El pobre bicho no vio venir el Excavar que se tragó. Lo remplazó un Helioptilie con un Rayo potentísimo que dejó tiritando a Sultán. Pensé que sería buena idea utilizar a Link y su Sombra Vil para acabar con el Rápidamente... Olvidando que esa cosa era de tipo Normal además de Electrico. Tuve que retirarlo también en las últimas. Al final decidí usar lagartija contra lagartija y envié a Nando, que terminó el trabajo con Terratemblor.

Quedaba el Emolga, que fue destruido por el Poder Pasado de Grant. Et voilá! La medalla Voltaje es mía.

Después derrotar a Serena en un combate que no merece la pena ni mencionar (Sultán se los comió a todos) y de perder el tiempo en la Casa Encantada de la Ruta 14 capturé (oh, sí, nena) un fantástico, maravilloso, increíble e insuperable Stunfisk. Un Stunfisk. Le he llamado Cosa. ¡Adelante, Cosa! ¡Ve al PC y quédate en la última caja sin hacer ruido! ¿Puedo hacer trampas? Yo quiero un Goomy. ¿Me permitís capturar un Goomy? ¿No? Pues ojalá y vuestro primer Variocolor sea un Farfetch'd.

Entre unas cosas y otras y otras he acabado llegando a la Ciudad X. Tras intentar entrar a la Fábrica de Pokéballs de forma infructuosa decidí liarme la manta a la cabeza y entré al Gimnasio Pokémon. Allí había un monton de chicas que usaban el Tipo Hada y una de ellas me envió un Klefki. No suelo quejarme del diseño de los Pokémon, y tampoco lo haré ahora.

...

¿EN SERIO? ¿UN LLAVERO? Podía pasar el concepto. Es original. Pero... ¿TENÍA QUE LLEVAR LLAVES INCLUIDAS? ¿Qué son, parte del Pokémon? ¿Sus malditos órganos?

Ya. Ya pasó. Estoy delante de la Líder de Gimnasio. A ver que tal se da. Mis Pokémon rondan el nivel 45 y la verdad es que no tengo ni la menor idea de como funciona el tipo Hada. Le he enseñado Tóxico a Sultán y supongo que me salvará en un momento de apuro. Aún así, tengo miedo.



Decidí optar por la ofensiva directa y enviar a Jeff primero. Decisión que por puro azar fue un acierto, ya que Valeria, la Líder (que por cierto da bastante miedo), envió a Mawile. Dos Nitrocarga bastaron para enterrarlo. Mr. Mime me arruinó la estrategia con su Reflejo, y casi acaba con el halcón a base de Psíquicos. Previendo otro envíe a Franklin y el mimo desgraciado usó Brillo Mágico en ese preciso momento. No tengo ni idea de que será pero dejó la vida en rojo a la rana ninja que, gracias a los cielos, lo reventó con un Surf.

Pensé que Link, al ser de tipo Acero, aguantaría bien al Sylveon. Pero su Defensa especial es tan baja que con dos Brillo Mágico ya estaba en las últimas. Probé suerte con Grant que gracias a su enorme vida y Restos acabó por tumbarlo.

Ha costado bastante más de lo que esperaba. Puñeteras hadas...