Ricardo Vázquez Montoto (Mieres, 1965)
Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y Máster en Comunidades Europeas por la Universidad Politécnica, ambas de Madrid. Finalizados los estudios, retornó a sus orígenes y en la actualidad ejerce como abogado en la villa mierense. Desde 1999 es colaborador del periódico La Nueva España, haciendo publicado más de 800 columnas bajo el título Dando la Lata
Lei este libro, y habla de cosas cotidianas con un toque de humor, me rei muchisimo con este libro. Así que con permiso de Ceni, hago este tema para daros a conocer al magnífico Ricardo Montoto y sus historias.
Cada día, si me es posible pondré un capítulo hasta acabar el libro, y hoy os dejo con...
Cartas de Hacienda
Sonó el timbre y abrí. El cartero me miraba fijamente, casi me escrutaba y sin apartar sus ojos de los míos me espetó: ''Carta certificada de Hacienda'' Estoy seguro de que podía nota como mi corazón se detenía al instante, el vello se me erizaba al tiempo que un doloroso espasmo en la plantas de los pies me hacía brincar ridículamente al mejor estilo chiquito de la Calzada con un ataque de gota. La visión se me nublaba por momentos y tan solo fui capaz de entrever la media sonrisa de mi interlocutor, el cual sin ningún tipo de compasión, ataco de nuevo ‘‘¡Firme!'' Yo, por suerte o desgracia no he hecho el servicio militar, pero ante aquella orden tan marcial me cuadré, dirigí la mirada al infinito y saludé como si estuviese frente al mismísimo General Motors. ''Pero, ¿que demonios hace?'' - aquel hombre carecía de sentimientos y no tenía la menor intención de hacer prisioneros - ‘‘¡Que firme aquí, en la línea de puntos! ¡Y ponga el numero de carné!'' Me asaltó la sensación de estupidez que tiene uno cuando extiende la mano para saluda a otro y el destinatario de nuestra cortesía pasa ante nosotros como quien oye llover y uno siente como si le sobrara el brazo entero, así que lo bajé, sujete el bolígrafo con pulso de pollo octogenario y firmé, bueno, si firma podemos considerar un rayajo como el gráfico de un electrocardiograma Tomé en mis manos la carta y balbuceé un tembloroso buenos días mientras el cartero mascullaba escaleras abajo algo que no entendía pero que sonaba bastante mal.
Me deje caer en el sillón sin soltar la carta, mirándola, tanteándola, sopesándola y, en el fondo de mi ser, deseando que aquello fuese una pesadilla de la que pronto me iba a despertar. Pero no, pasaba el tiempo y la carta seguía allí y los brazos se me estaban durmiendo. Decidí acabar con aquel suplicio, así que me armé de valor y procedí a abrir el envío. Fue tal la precisión de la apertura que rompí por la mitad tanto el sobre como su contenido. Me asaltó el pánico como si hubiera cometido el más vil de los crímenes. Solté los trozos de papel y corrí pasillo adelante y atrás gritando: ''¡Dios mío, que he hecho!'' El vecino golpeaba furiosamente la pared, por lo que traté de reponerme. Me acerque lentamente al salón y allí estaba, en el suelo, inmóvil, como muerto. Por mi cabeza pasaban imágenes de un terrorífico Rodrigo Rato sosteniendo los Presupuestos como hiciera Moisés con las Tablas de la Ley, apuntándome con un dedo del que salían rayos y centellas, amenazando con obligarme a oír el himno del PP sin descanso hasta que RTVE deje de dar pérdidas. La cara de la muerte debe ser más agradable. La flojera me atacaba por momentos, sudor frío, mejillas incandescentes, vamos, hecho una pena. Me acurruqué en el frío suelo del pasillo y pensé, pensé y pensé; como no logré resultado alguno, opté por rezar y recé, vaya si recé cuando, por fin ¡Vi la luz! Como si estuviera en un cine, se me aparecieron ministros pagando comilonas con la Visa Oro, presidentes de empresas publicas doblándose los sueldos, subidas de impuestos, televisiones partidistas, gasolina a precio de joyería, paseos en helicóptero y así un montón de fotogramas que transformaron mi estado de ánimo, pasando de temeroso ratoncillo a pantera psicópata, lo que me llevó a precipitarme sobre los restos de mi victima hasta devorarla por completo. Si seños, sabía fatal pero me zampé la carta de Hacienda. Me paseé por casa ufano y seguro, hasta que la duda me asaltó: ¿Y si era una devolución? ¡AY!
''Dando la Lata'' - Ricardo V. Montoto
- Sapphire
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''Dando la Lata'' - Ricardo V. Montoto
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- Aki
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Re: ''Dando la Lata'' - Ricardo V. Montoto
xDDDD
Diós! Se traga la carta sin antes leerla? xD y como la rompe entera? ni que fuera fácil hacerlo por descuido xD
No puedo hacerme una idea clara de como son los textos de este hombre con solo este, pero parece que intenta buscar un tono de burla con todo lo que dice.
Parece que sea de izquierdas xDDDDD
Bueno, no sé si te trae trabajo poner esto aquí, pero si es simplemente copiar y pegar... ¿podrías poner la continuación? xD
Diós! Se traga la carta sin antes leerla? xD y como la rompe entera? ni que fuera fácil hacerlo por descuido xD
No puedo hacerme una idea clara de como son los textos de este hombre con solo este, pero parece que intenta buscar un tono de burla con todo lo que dice.
Parece que sea de izquierdas xDDDDD
Bueno, no sé si te trae trabajo poner esto aquí, pero si es simplemente copiar y pegar... ¿podrías poner la continuación? xD
- Sapphire
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Re: ''Dando la Lata'' - Ricardo V. Montoto
Como por lo menos una persona lo lee, publico otro capítulo n_n
Virus
¡Ay Dios mío, que sofocón! Hallabame navegando por Internet, cuando de pronto, una alarmante equis colorada apareció en la pantalla del ordenador y un mensaje me comunicaba que alguien al otro lado del monitor pretendía atacarme con un virus troyano. No vean la cara que se le queda a uno cuando le dicen algo así. ¡Un virus! ¡Y además, troyano! Ya me estaba imaginando una especie de enanito andrajoso con la dentadura picada y armado con una cachiporra, preparado para lanzarse por la línea telefónica y utilizar mi disco duro como váter. Quise conservar la calma pero me venció el pánico y en vez de salir inmediatamente de la pagina infecciosa, el que salió despavorido fui yo, como si el virus se me hubiera colado por el ombligo, afectando a mi sistema nervioso central de tal modo que reaccione como quien huye de avispas. Varios metros más allá, logre recuperar un poco de cordura y detuve mi alocada estampida. Sentía como el corazón ascendía tráquea arriba y las puntas de los dedos de las cuatro extremidades alcanzaban el punto óptimo de congelación.
¡Ay mamina, que hago yo ahora! ¿Qué se suele hacer cuando a uno le atacan los troyanos? El cerebro comenzaba a enviarme aviso de saturación de líneas. ¿Cómo era aquello de tirios y troyanos? Mira que me han dicho veces que la historia es fundamental. A todo esto, daba vueltas en círculo cavilando todo tipo de estupideces a más de diez metros del suceso.
Bueno, nada, vamos allá y que salga el Sol por donde sea, ¿o era por Antequera? ¡Que nervios!
Retorné al despacho y desde la lejanía pude observar que la terrible equis de color sangre continuaba allí; sentí como el ordenador me preguntaba ¿bueno tú, navegante de pacotilla, que carajo hacemos?
Tomé asiento y suavemente posé la mano derecha sobre el ratón; apunté y calque. Desapareció la equis y todo pareció volver a la normalidad, salvo por el sudo que me empapaba. Apagué el ordenador y me marché a casa completamente agotado.
No he pegado ojo; me he pasado la noche en vela con la mente llena de legendarias batallas, enormes caballos de madera y mandobles a diestro y siniestro. Vaya nochecita. Como pille al troyano ese, se va a enterar.
Virus
¡Ay Dios mío, que sofocón! Hallabame navegando por Internet, cuando de pronto, una alarmante equis colorada apareció en la pantalla del ordenador y un mensaje me comunicaba que alguien al otro lado del monitor pretendía atacarme con un virus troyano. No vean la cara que se le queda a uno cuando le dicen algo así. ¡Un virus! ¡Y además, troyano! Ya me estaba imaginando una especie de enanito andrajoso con la dentadura picada y armado con una cachiporra, preparado para lanzarse por la línea telefónica y utilizar mi disco duro como váter. Quise conservar la calma pero me venció el pánico y en vez de salir inmediatamente de la pagina infecciosa, el que salió despavorido fui yo, como si el virus se me hubiera colado por el ombligo, afectando a mi sistema nervioso central de tal modo que reaccione como quien huye de avispas. Varios metros más allá, logre recuperar un poco de cordura y detuve mi alocada estampida. Sentía como el corazón ascendía tráquea arriba y las puntas de los dedos de las cuatro extremidades alcanzaban el punto óptimo de congelación.
¡Ay mamina, que hago yo ahora! ¿Qué se suele hacer cuando a uno le atacan los troyanos? El cerebro comenzaba a enviarme aviso de saturación de líneas. ¿Cómo era aquello de tirios y troyanos? Mira que me han dicho veces que la historia es fundamental. A todo esto, daba vueltas en círculo cavilando todo tipo de estupideces a más de diez metros del suceso.
Bueno, nada, vamos allá y que salga el Sol por donde sea, ¿o era por Antequera? ¡Que nervios!
Retorné al despacho y desde la lejanía pude observar que la terrible equis de color sangre continuaba allí; sentí como el ordenador me preguntaba ¿bueno tú, navegante de pacotilla, que carajo hacemos?
Tomé asiento y suavemente posé la mano derecha sobre el ratón; apunté y calque. Desapareció la equis y todo pareció volver a la normalidad, salvo por el sudo que me empapaba. Apagué el ordenador y me marché a casa completamente agotado.
No he pegado ojo; me he pasado la noche en vela con la mente llena de legendarias batallas, enormes caballos de madera y mandobles a diestro y siniestro. Vaya nochecita. Como pille al troyano ese, se va a enterar.
Última edición por Sapphire el Mié May 19, 2010 1:18 pm, editado 1 vez en total.
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- Combusken
- Encaminad@ a la lujosa torre colosal
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Re: ''Dando la Lata'' - Ricardo V. Montoto
Pensé que iba a tratarse del típico humor que les dan por hacer ahora que nadie entiende, pero es buenísimo. xDDDDDD
¡Hay que ver lo bien que se extiende con cosas tan simples!
Me hace gracia como lo trata todo desde ese punto de vista psicótico. x)
¡¡BuzZkeeeeeeeeen!!
¡Hay que ver lo bien que se extiende con cosas tan simples!
Me hace gracia como lo trata todo desde ese punto de vista psicótico. x)
¡¡BuzZkeeeeeeeeen!!
¡Por fin soy un Pokémon de verdad!
- Aki
- Pres@ de un encuentro fantasmal
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- Registrado: Jue Abr 13, 2006 7:27 am
Re: ''Dando la Lata'' - Ricardo V. Montoto
Exagerado de la vida!
Ese tío como se pone! xDDDD con un click adiós al virus... y a ese casi le coge un infarto. No hay para tanto O_O
Ese escritor es muy bueno, puede sacar de cualquier temita sin importancia una gracia que me hace reir xD Un hecho puntual hace que se vuelva loco y sale una historia divertida de poca cosa.
Estos capitulos son muy divertidos Sapph =D
Ese tío como se pone! xDDDD con un click adiós al virus... y a ese casi le coge un infarto. No hay para tanto O_O
Ese escritor es muy bueno, puede sacar de cualquier temita sin importancia una gracia que me hace reir xD Un hecho puntual hace que se vuelva loco y sale una historia divertida de poca cosa.
Estos capitulos son muy divertidos Sapph =D
- Ceniza^_^
- Furor de las calles de Hoenn
- Mensajes: 1031
- Registrado: Lun Nov 15, 2004 3:33 am
Re: ''Dando la Lata'' - Ricardo V. Montoto
La verdad es que estoy más de acuerdo, los fragmentos de este escritor tienen un toque de humor exagerado que me parece divertidísimo 
. Aunque su comportamiento irracional me recuerda a la primera ocasión en que tuve los mismos problemas con el ordenador y me asusté tanto como él 
.
Espero que, en caso de que no te suponga mucho esfuerzo Phio, puedas publicar más capítulos de su libro.
. Aunque su comportamiento irracional me recuerda a la primera ocasión en que tuve los mismos problemas con el ordenador y me asusté tanto como él .Espero que, en caso de que no te suponga mucho esfuerzo Phio, puedas publicar más capítulos de su libro.
¡Gracias por la firma, Leti!