Primer Especial (Capítulo 15): la isla del hieloEl barco zarpa y después de mucho tiempo de navego (mas o menos una hora y media) el curso para y se arma un alboroto en cubierta, yo salgo de mi habitación para ver que pasa y luego me entero de que el barco se había quedado varado entre muchos bloques y pacas de hielo que cubrían el mar de esa zona, la locación era cercana a las Islas Espuma (al lado de ellas), luego de un tiempo los marinos empiezan a descender para romper un poco el hielo y darle la posibilidad al barco de retroceder, muchos entrenadores y criadores a bordo trataban de ayudar con sus pokémones de fuego derritiendo el hielo, pero ninguno de ellos tenía aún el potencial suficiente para crear llamas enormes, así que saco a

y una ves abajo le digo que use su lanza llamas sobre los trozos de hielo levantados por el barco pero me doy cuenta que no es suficiente así que saco también a mi

para que ayude, luego de un rato de trabajo Combusken se cansa y cae sobre sus rodillas casi sin aliento y al ver que Arcanine seguía derritiendo hielo sin parar le entra un sentimiento de envidia hacia él, y… ustedes saben que los Pkmn cuando tienen envidia hacen cosas raras, así que después de un descuido mío se va sin más ni más.
Todos los demás marinos y pasajeros que trabajaban duro caen en cansancio y dejan la tarea por un momento, en ese momento me doy cuenta de que Combusken no estaba y pido ayuda a los demás, pero ninguno lo había visto; tras ver mi cara de depresión, un buen niño llamado ehhhh… ¡Diego! me dice que me puede ayudar a buscar a Combusken con el agudo olfato de su

, luego yo le muestro a mi Arcanine, pero el insiste en ayudarme diciéndome que dos narices son mejores que una. Así luego de mucha olfateada llegamos hasta una oscura entrada a las cuevas de la Isla Espuma, yo no iba a entrar, pero como Diego ni siquiera vaciló y entro con Growlithe, yo tuve que seguirlo para continuar con la búsqueda. Dentro, en las cuevas, todo era frío y habían poso de agua helada por todas partes, habían muchos pasos bloqueados por grandes ríos internos y lagunas inmensas, por lo tanto, por allí no tratamos pasar porque era imposible que Combusken atravesara eso, pero mi creencia se vio errada cuando en un pasaje de la caverna encontramos una banda que de inmediato reconocí, era la banda de Combusken que siempre cargaba en sus batallas (en realidad ni lo había notado antes

, pero no importa), y delante, unos cuantos pasos más había un trozo de suelo roto uy un hoyo ajo el, era evidente que Combusken había caído por allí sin darse cuenta, así que luego de un titubeo Diego y yo nos lanzamos por el agujero sujetados de un

que el tenía.
El descenso fue lento y suave, pero en cuanto logramos ver el fondo sólo logramos ver el fondo reconocimos que lo que había no era más que agua turbulenta, así que apresuradamente Diego volvió a meter la mano en su mochila y sacó a su tercer pokémon útil:

. El ya nos estaba esperando en el agua cuando llegamos hasta el, pero el agua era muy tumultuosa para dejarnos montarlo correctamente, así que Diego fue arrastrado por la corriente y Dewgong nadaba lo más rápido y veloz que podía, hasta que luego de un rato nos encontramos con una plataforma gigante de hielo, que cubría desde allí todo el resto de agua y parte de un pequeño monte rocoso, en la orilla estaba el cuerpo de Diego semicongelado y azulado, bajé de Dewgong y corrí hacia Diego para auxiliarlo, pero parecía que estaba congelado, Dewgong trata de acercarse lo mas que puede gritando, yo lo veo pero no lo comprendo, así que el con un destello de su rayo aurora me ilumina una parte de su mochila y luego sigue gritando, yo la abro y dentro encontró un descongelado de 500 (muy fuerte y efectivo), y se lo doy de tomar al Diego.
El efecto demoró un poco, pero cuando Diego volvió en si sólo me dijo con vos quejumbrosa <<creo que si sigues esos escalones encontrarás a Combusken>> y luego de eso suelta a su cuarto pokémon:

y el dice <<síguelo y ayúdalo en lo que puedas>> luego diego se sienta sobre la tierra fría y saca de su mochila unas pastillas y me dice <<¡ve!>>, yo me sobresalto, le doy gracias y lo dejo.
Los escalones eran interminables, pero Ninetales con un movimiento esperado me montó sobre su lomo y me lleva con toda la velocidad que puede. Al final de los escalones había una especie de sala y en el fondo de ella un gran pilar de hielo que ascendía hacia una interminable cúpula en forma de pirámide y efectivamente hay debía de estar Combusken, porque sus gritos se escuchaban claramente, pero a lo lejos. De un momento a otro Combusken cae de la sombra alta que albergaba la cúpula, estaba con trocitos de hielo por todo el cuerpo y al parecer una de sus patas estaba herida (cojeaba), luego se pone en pie como puede y hace el ataque espiral de fuego, que rodea al enorme pilar pero al entrar en la oscuridad de la cúpula se apaga y un estallido desde arriba deja caer pequeños cristales de hielo; Combusken parecía haber estado luchando desde hace mucho y no quería dejar de hacerlo, salto con todo lo que pude, pero a mitad de su salto un blanco y potente rayo lo hice regresar al suelo congelado, petrificando con hielo la mitad de su cuerpo en el suelo.

Yo miré hacia arriba para ver que era lo que había hecho eso y solo encontré dos ojos rojos parpadeantes que me producieron miedo y retrocedí, hasta que esos ojos rojos fuero bajando de la parte alta y finalmente hicieron su aparición junto con el resto de su cuerpo; una enorme ave azul cayó sobre el suelo helado presionando aún más el cuerpo de Combusken, era enorme, muy alta, con alas brillantes y una cola casi flotante que daba tumbos en el aire por toda la habitación, yo saqué mi Pokedex y apunté a ella con él, los resultados: <<Articuno, ave de leyendas que se dice congela los mares en tiempos de invierno, los rumores y temperaturas indican que vive en las islas Espuma del sur de la región Kanto. ¡La encontraste! que tengas una feliz muerte fría>>. El coloso puso una pata adelante y se inclinó adelante lanzando un rayo hacia mí, pero Ninetales salto a tiempo para sacarme del camino, luego de eso hizo que se abriera un cascabel que llevaba en el cuello y de el calló una cápsula de Xvelocidad, luego de eso Ninetales corrió hacia el otro lado de la habitación llamando la atención de Articuno, quien no vacilo y empezó a desprender viento congelado en dirección a Ninetales, el lanzaba sus flamas, pero no era suficiente, así que saque a Arcanine y le di la cápsula de Xvelocidad para que peleara también mientras trataba de sacar a Combusken del poso en el suelo.
Arcanine se movía muy rápido de una piedra a otra y Ninetales se multiplicaba muchas veces para engañar la visión de

, pero yo no conseguía nada, Combusken estaba estampado en el suelo tan fuerte que parecía que le iba a arrancar un brazo de lo fuerte que tiraba de el sin conseguir nada. Las enormes llamaradas de fuego de Arcanine sólo derretían los cristales de hielo de Articuno y al ver esto, Articuno alzó el vuelo para atacar de otro modo, así dejo libre el cuerpo de Combusken al arrancar un bloque de hielo del suelo que luego lanzo sobre el grupo de Ninetales (dio con el verdadero y todos los demás cayeron al mismo tiempo), y al fin pude sacar a Combusken, lo puse a un lado y traté de reanimarlo, pero el no reaccionó hasta que Arcanine lanzó la llamarada de fuego más grande que jamás había visto hacia Articuno pero este la rebotó formando una pantalla de cristal en frente de él y de este modo la bola fue a dar directo con el cuerpo de Combusken, quien se despertó y luego de ver a Arcanine pelear una ves más empezó a sobre calentarse y todas sus plumas se volvieron antorchas, estaba imparable de furia, y con una gran corrida fue a emboscar a Articuno saltando de roca en roca hasta alcanzar su nivel e altura y en el aire ejecuta el puño de fuego, pero ese fuego era diferente, eso parecía más un cometa; Articuno se percató que Combusken le estaba cayendo encima con un ataque así que se quedo aleteando en el aire y lanzó un rayo de hielo hacia Combusken,

él luchaba contra el hielo, pero el hielo lo fue cubriendo paulatinamente hasta que todo quedo envuelto en un pedestal, pero Articuno seguía dándole con su rayo manteniendo el pedestal elevado en el aire, cuando de un momento a otro se empezó a derretir y del centro del pedestal una luz segadora empezó a brillar tan fuerte que Articuno retrocedió su vuelo, agitando la cabeza para recuperar la vista y dejando caer el pedestal. Este cayó y se estrelló contra el suelo, dejando surgir una explosión y luego de esta un Blaziken se irguió sobre sus patas.
Para ese momento Arcanine y Ninetales ya había recobrado los sentidos y se apresuraron a unirse con Blaziken, quien parecía darle ordenes, así los tres se separaron, Ninetales escaló las rocas y lanzó su rayo de confusión contra Articuno, esté ahora me tambaleaba más en un vuelo sin dirección; abajo Arcanine y Blaziken lo esperaban, y para cuando Articuno alcanzó un nivel prudencial, ambos atacaron al mismo tiempo con Lanza llamas, esta explosión de calor hizo caer al suelo a Articuno, pero el levantó las alas y ejecutó su tormenta de nieve, con la que mando a volar lejos a Arcanine y Ninetales, pero cuando una gran bola de nieve y granizo estaba apunto de chocar a Blaziken por la espalda, yo grité <<¡Blaziken, gira y usa tu Anillo Ígneo!>>, él lo hizo y con esa enorme bola de fuego derritió todo el granizo hasta llegar a dar con Articuno que con un último grito de dolor dejó caer su cabeza sobre los escombros.
Diego entraba en ese momento agarrando a su Skiploom de una pata como un globo, y se quedo sin palabras cuando vio a la enorme ave echada en entre los escombros, me pregunto que había pasado y yo le dije que su Ninetales peleo como un gran héroe, el lo abrasó con felicidad pero no podía dejar de sorprenderse, pronto un aura celeste rodeó al ave y dejó su cuerpo congelarse y unirse al suelo destrozado, el aura se me acerco y tomo forma esférica, sellándose finalmente en una esfera azul de cristal que yo guardé en mi mochila, el cuerpo de Articuno e había cristalizado y ya no se diferenciaba del suelo, pero luego de salir del cuarto aun quedaba una interrogante en mi cabeza <<¿cómo un pokémon tan simple como el mío había podido contra semejante leyenda?>> eso no le importaba a Diego, así que no hubo mayor problema para salir, para lo cual no hubo mayor problema, pues los pasos de agua congelados ahora estaban líquidos nuevamente, y navegables, así que los seguimos y fácilmente llegamos hasta una salida trasera de la Isla Espuma, luego, al llegar nuevamente al barco, nos dimos con la sorpresa de que no había ya nada de hielo, por ninguna parte. Al parecer Articuno había sido el problema genérico.