¡Wenas! Como ya habréis adivinado, el protagonista del fic es un Sneasel. Razones: Pues bueno, todos los fics que he visto hasta ahora son de entrenadores pokémon, y quería "romper el hielo" un poco. ¿Y por qué Sneasel? Pues no creo que haga falta decir que es porque es mi pokémon favorito. Tal vez al principio parezca algo aburrido, pero después la cosa se pone interesante (o al menos, eso espero ^^u).
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EPISODIO 1
En un lugar de Jotho, muchos pokémon estaban ya hartos de los entrenadores experimentados, que no se les ocurría nada mejor que intentar capturarlos. La verdad es que yo también estaba harto de tener que huir, de no poder estar varias horas en un mismo sitio, de tener que estar alerta en todo momento. Me pareció curioso lo que escuché que decía otro de mi especie: “Ojalá estuviéramos en Kanto, dicen que allí todo es más tranquilo. Como allí no hay nadie de nuestra especie, nadie tiene interés en buscarnos, ya que se supone que allí no existimos” Estaba ansioso por conocer Kanto ¿cómo será? ¿de verdad es tan maravilloso como dicen? ¿si viviera allí, no me buscarían?
Como no tenía nada que perder, decidí ir a Kanto, pero ¿cómo? Resulta que mientras me escondía, escuché a unos entrenadores decir algo así como un ferry que va a Kanto ¡¡Era la oportunidad perfecta para ir allí!! Así que sin pensarlo más, fui a toda velocidad a ese ferry. Era de noche y conocía a todos los pokémon de la zona así que ninguno buscó pelea conmigo.
Me escondo es ese entrenador, huyo de ese, salgo corriendo antes de que me vea el otro....y ¡voila! Tenía en frente mía al Ferry.... ¡¡que estaba zarpando ya!! Debía darme prisa, así que sin pensarlo más, salté hacia él y me agarré con mis garras. Dormí el resto de la noche en el interior de un bote salvavidas, con toda la preocupación del mundo, no quería que me descubrieran.
De repente, al día siguiente, el Ferry paró ¡había llegado a mi destino! No tenía por costumbre salir de día, pero esta oportunidad era única. Estaba en Kanto, era todo muy soleado, pero no podía quedarme ahí asombrándome, tenía que evitar que me vieran, así que salí corriendo hacia las primeras hierbas altas que ví. Por desgracia, los pokémon de allí no eran tan amistosos como los de mi antiguo hogar.
: ¡Oye, tú, fuera de mi territorio! Yo : ¿te refieres a mí? : Por supuesto.
Debí haberle hecho caso, pero por desgracia para los dos, yo me caracterizaba por ser muy testarudo, e incluso egoísta.
Yo : Pues ahora es mí territorio. : De eso nada ¡lárgate! Yo : (poniendo mis garras en posición de ataque) Vete, o te arrepentirás. : Grrrr ¡YA ME ESTÁS HARTANDO! ¡¡TE VAS A IR, TE GUSTE O NO!! Yo : Oblígame...
Yo me abalanzé rápidamente hacia él con intención de arañarle, pero una fuerte patada de él bastó para que yo saliera volando por los aires, me estampara contra un árbol y cayera derrotado.
: ¡Já! Así aprenderás.
En ese momento aprendí una valiosa lección: ¡¡Cállate, maldita sea!!
------------------------ Bueno, de momento eso es todo. Si os gusta, lo continúo, si no os gusta, lo dejos, pero eso sí: acepto todo tipo de críticas constructivas.
es corto pero esta bueno un fic que se trata de un pokemon genial, todos los fic que eh leido son de entrenadores que capturan pokes y luchan en gimnasios.etc y estan muy buenos pero este se trata de un poke que evita ser capturado o.o,este fic promete mucho ojala la continues
Jeje, gracias, en breve pongo el siguiente capítulo. Por cierto, los suelo hacer cortos, porque a algunos lectores (por ejemplo yo ) les da algo de pereza leer episodios largos ^^U
Perdonen el flood, pero si no, nadie sabría que he puesto un episodio nuevo ^^U
Pues eso, como lo prometido es deuda, aquí va el...
--------------------------------- EPISODIO 2
Kanto no era tan hermoso como decían. Este sitio no se parecía en nada a lo que decía aquel pokémon. Cansado, anduve un buen rato, tratando de evitar a los demás pokémon. Todo mis esfuerzos fueron en vano. Pasara por donde pasara, siempre había un pokémon que me amenazaba. Al atardecer, estaba realmente hambriento, y al final caí al suelo agotado. Y por si fuera poco, un entrenador que pasaba por ahí hizo algo tan solidario como tirarme una pokebola a la cabeza y dejarme preso ¬¬ ...
No me gustaba nada estar ahí dentro. Era todo muy siniestro, estaba solo y no había forma de salir. Al final una fuerza desconocida me sacó de ese sitio. Estaba en una casa, posiblemente en la casa del tirano que me atrapó.
Pero no todo fue desagradable. Ese canalla me dio por fin mi comida favorita: huevos.
Entrenador: De modo que eres un Sneasel Yo: ¿Un Sne... qué? ¿Sneasel? ¿Qué cuernos significa eso? Entrenador: Escucha, yo soy Lucas, y mi pokémon (saca de la pokebola un ) es Spark. Yo: ¡Ah, genial! (pensando) Pero bueno ¿y a mí qué me importa? Yo lo que quiero es salir de aquí... Lucas: Es muy raro ver a un por aquí, pero si has sabido llegar hasta aquí desde Jotho, debes ser muy fuerte. Yo: (pensando) Más quisieras ¬¬ ... Lucas: Tengo una idea. Cuando hayas descansado bastante, lucharás con Spark.
Cuando llegó el momento, Me tocó luchar contra esa rata patética, pero ahora viene la pregunta del millón: ¿Luchar? ¿para qué? No me dio tiempo a pensar más debido a que esa rata condenada me lanzó un rayo.
Yo: ¡¡Aaayy!! *****, que esto escuece .
Pero el no paraba. Al final no tuve más remedio que ponerme a luchar, pero mi fuerza ni siquiera se asomaba a la enorme fuerza de Spark. Intenté arañarle, pero me dio un latigazo con su cola. Intenté darle con un puño hielo, pero me lanzaba rayos. Hiciera lo que hiciera era inútil. Al final, obviamente, me desplomé contra el suelo.
Lucas: No eres lo que yo me esperaba, pero no importa, te puedo sacar otras utilidades. Yo: Bueno, da gusto saber que aún no es el fin.
¿Y cual fue ese trabajo tan esperanzador? Matarme a trabajar para ese imbécil como un esclavo ¬¬ . En este caso, debía traerle todo lo que me pedía.
Lucas: , tráeme mi mochila ¡RÁPIDO! Yo: (pensando) ********** ..... Lucas: ¡Genial! Toma una recompensa. Yo: Hombre, al fin se reconoce mi esfuerzo y mi trabajo.
Me dio como recompensa un miserable trozo de carne ¬¬ .
mira si le hace algo al me escribes en la historia para darle una paliza porfa? ja ja ja si pasa eso dibujame con un tryploshion,charizard y cualquier otro poke de fuego que consideres fuerte (solo si lo golpea o si quieres tambien como un entrenador mas)
Lo siento, Quilava k, pero no puedo hacer colectivo el fic, debido a que lo escribí hace mucho tiempo y me costaría demasiado cambiar el rumbo de la historia, aunque solo sea un poco .
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EPISODIO 3
Yo: ¿¿Eso es todo?? Lucas: Deja de quejarte, encima que te doy comida por no hacer nada... Yo:
Tres malditos días estuve dejándome los “piños” y otras cosas más preciadas en complacer a mi “jefecito”. Ya no podía más, estaba agotado. Cada vez que me tropezaba, ese patán ordenaba a Spark que me diera latigazos con su cola. Mi vida se había vuelto un infierno. Quería huir, pero no tenía fuerzas.
Cuando anocheció, me desperté, sin embargo todos los demás estaban dormidos, era el momento perfecto para escapar. Recuerdo que los humanos almacenaban la comida en una especie de armario blanco, así que busqué uno. Tuve suerte, lo encontré; cuando lo abrí me sorprendí del frío que hacía allí en comparación con el exterior, pero no podía perder más tiempo, así que me comí gran parte de los alimentos que habían allí y me fui sin hacer ruido.... al menos hasta que descubrí que la puerta no se abría. En ese momento, intenté abrirlo de todas las formas posibles, pero no había manera. Con el ruido terminé despertando a Spark.
: ¡Oye, vuelve a tu sitio ahora mismo! Yo: Ni hablar, me voy : No seas tozudo, eso te va a traer problemas Yo: No pienso quedarme aquí : (suspiro) No hay quien hable con este tonto
Spark me dio una serie de rápidos y dolorosos latigazos que no pude resistir, así que no tuve más remedio que hacerle caso.
Al día siguiente, Lucas se percató de que me había comido prácticamente toda la comida de ese artefacto que los humanos llaman frigorífico; el castigo fue muy cruel.
Lucas me sacó a la calle, y Spark me estuvo electrocutando un buen rato y luego dándome brutales latigazos. Yo no aguantaba más, así que en un acto de valentía (o cobardía, como quieran verlo) mordí su larga cola y salí huyendo.
Lucas: Eso no te va a servir de nada. ¡Spark, que no escape!
Yo corría con todas mis fuerzas, pero Spark estaba a punto de alcanzarme. Para colmo, el odioso pokémon me estuvo lanzando rayos para intentar pararme los pies, pero era tanto el miedo que tenía, que los esquivé casi sin problemas. Al final ví que me dirigía hacia un precipicio bien alto, así que por fin vi una ventaja que tenía yo frente a la rata eléctrica, y es precisamente algo que me gustaba hacer de pequeño. Corrí a toda velocidad cual alma lleva el diablo y dí un salto enorme. Parecía que no iba a llegar hasta el otro lado pero en ese momento extendí mis brazos y mis piernas todo lo que pude y al más mínimo contacto con la pared, quedé enganchado gracias a mis garras y desaparecí entre la neblina.
Spark no pudo hacer nada, y yo conseguí escalar y ser libre de nuevo. Me salvé, estaba solo, herido, pero vivo. Entonces, me dí cuenta de lo crueles que eran los humanos, de lo crueles que eran los pokémon, y que huyendo no conseguiría sobrevivir, así que decidí entrenarme por mi propia cuenta.
Perdón por el retraso, pero he estado muuuyyyy ocupado.
---------------------------- EPISODIO 4
Estuve día tras día golpeando troncos de madera, corriendo mucho tiempo seguido e ideando formas de conseguir comida, hasta que al final, no había quien me parase los pies. Me sentía el rey. Antes, para conseguir huevos, tenía que ir sigilosamente a los nidos de Pidgey para que estos no me atacaran, pero ahora, mi sola presencia los asustaba. Pero surgieron otros problemas. Los demás pokémon se estaban hartando de mí, así que una vez, cuando menos me lo esperaba, una manada de s me tendieron una emboscada. Yo luché con todas mis fuerzas contra esos pajarracos, pero eran demasiados, y al final, no sé como, conseguí que mi aliento se volviera bastante gélido. Tanto, que incluso me sirvió como ataque: Acababa de aprender Viento Hielo. Pero ¿cómo era posible? Es cierto que me volví más fuerte, pero no lo suficiente como para aprenderlo ¿cómo es que aprendí a hacerlo tan pronto?
La verdad es que era un gran misterio, pero me alegro, porque soplé con todas mis fuerzas y derroté a todos los s.
Yo: Bueno, se acabó el show ¡LARGAOS!
Los s se fueron en un abrir y cerrar de ojos, sin embargo un “valiente” (por no decir otra cosa) fue directo hacia mí.
: Arg, maldito, te vas a arrepentir de lo que has hecho.
Según parece, el era el pokémon más temido de la zona, y no lo digo por gusto. Cuando llegó, atrajo un mucha expectación por parte de otros muchos pokémon, que miraban asustados, y cuando soltó esas palabras, todos se temían lo peor.
Yo, sin decir media palabra, volví a soplar un Viento Hielo, pero lo esquivó y se dispuso a darme con su Pico taladro, pero no consiguió su objetivo. Yo, en una rápida maniobra, di un enorme salto y le arañé con todas mis fuerzas en el cuerpo. Pero el no se daba por vencido, remontó el vuelto y se dispuso a atcarme de nuevo. La pelea fue bastante larga y dura. Ambos nos atacábamos y esquivábamos los ataques contrarios, hasta que al final, iba a darme con Pico taladro, yo me quedé ahí parado esperando a que se acercara, y cuando iba a darme con su largo pico, se lo cogí, y, furioso, lo lancé por los aires y lo estrellé contra unas rocas cercanas. Pero eso no es todo, estaba tan enojado que me dirigí rápidamente hacia él. Estaba dispuesto a clavarle mis garras para provocarle incluso la muerte, cuando...
Un pokémon: ¡ESPERA! ¡NO LO HAGAS, POR FAVOR!
Me detuve al instante, es raro que alguien me dirigiera la palabra, cuando claramente, todos me temían. Pero aun así, dejé mi vista fija en . Con un mano le agarraba el cuello, y con la otra le apuntaba con mis afiladas garras, esperando el momento para clavárselas. --------------------------------
Pokémon: (con tono inseguro) Ni... ni siquiera él se merece eso. Yo: ¿Y por qué no? Pokémon: Porque.... él ha sufrido mucho a lo largo de su vida. La culpa no es suya, él no tiene la culpa de ser tan malo. Yo: No te entiendo Pokémon: Mira... él ha tenido muchos problemas... varias veces ha estado a punto de ser capturado por los humanos, he incluso de pequeño, cuando era solo un desplumado, estuvo a punto de ser devorado por un ... Yo: Eso no le da derecho a atacarme. Pokémon: Ya... pero eso tampoco te da derecho a quitarle la vida. Ya le has derrotado, y puedes dar por seguro que no volverá a atacarte.
Me lo pensé mejor y dejé al odioso en el suelto sin precaución alguna. Por fin me decidí a darme la vuelta para ver quien interrumpió mis mortales intenciones y ¡¡no me lo podía creer!! Era una , preciosa, su pelo parecía hecho de oro, su brillante mirada inspiraba preocupación por mi cruel forma de ser, pero ¿qué podía hacer yo? soy un , y nadie lo va a poder cambiar.
Bueno, tras quedarme unos segundos mirando como un idiota, agité la cabeza (estilo anime) y volví a ser el fiero pokémon que siempre he sido. Haciéndome el duro, me fui de allí andando con sonrisa malévola y aparté de un empujón a la de antes.
Me había hecho muy fuerte, así que tenía pensado hacerme con todo el territorio, pero para ello debía echar de allí a todos los jefes que peleaban entre ellos por el mismo territorio. Pero no sabía por donde buscar, hasta que se me ocurrió preguntarle a algún pokémon. Siempre que me acercaba, todos huían, así que no tuve más remedio que perseguirlos corriendo. Por fin logré acorralar a uno, se trataba de un bebé , de mirada aterrorizada. Lo agarré sin cuidado y le apunté con mis garras.
Yo: ¿Quiénes son los jefes de aquí? Quiero respuestas y las quiero ¡YA! : Por favor, no me mates... Pokémon: Deja en paz a ese pequeño.
Miré detrás mía y se trataba de un . No había duda de que era uno de los jefes, así que solté con desprecio al joven , quien huyó lleno de pánico, y dirigí la mirada hacia él, sin retroceder ni un milímetro.
Yo: Contigo quería yo hablar. A partir de ahora yo seré el que mande aquí, así que vosotros ya os podéis largar. : ¿¿Tú?? Jajaja, no me hagas reir. Todos los que han dicho eso, han sufrido mi ira, no creas que tú vas a ser una excepción.
Al final pasó lo inevitable, hubo pelea. El tenía la piel muy dura, así que mis garras no funcionaron todo lo bien que lo hacía con los demás. Era muy fuerte, me daba fuertes y violentos puñetazos. Tenía ganas de rendirme, pero ese no parecía muy compasivo, así que no tuve más remedio que seguir luchando. Volví a usar Viento Hielo, y parece que este ataque le hacía mucho daño, así que seguí haciéndoselo...
: ¡Oye, tú, fuera de mi territorio!
: ¿te refieres a mí?
) es Spark.
.
.....
(solo si lo golpea o si quieres tambien como un entrenador mas)
. 
je je je je no,no importa esta bueno siguelo
siempre tengo la razon!!!!!!
s me tendieron una emboscada. Yo luché con todas mis fuerzas contra esos pajarracos, pero eran demasiados, y al final, no sé como, conseguí que mi aliento se volviera bastante gélido. Tanto, que incluso me sirvió como ataque: Acababa de aprender Viento Hielo. Pero ¿cómo era posible? Es cierto que me volví más fuerte, pero no lo suficiente como para aprenderlo ¿cómo es que aprendí a hacerlo tan pronto?
: Arg, maldito, te vas a arrepentir de lo que has hecho.
.
No copiar, mios, NO copiar 8):
...
, preciosa, su pelo parecía hecho de oro, su brillante mirada inspiraba preocupación por mi cruel forma de ser, pero ¿qué podía hacer yo? soy un 
, de mirada aterrorizada. Lo agarré sin cuidado y le apunté con mis garras.
. No había duda de que era uno de los jefes, así que solté con desprecio al joven 
