A alguien a quien le han arrebatado todo lo que más amaba, no habrá nadie que pueda pararle. Solo el mismo será capaz de derrotarse…

Capitulo 1: El comienzo.
El coche aparcó justo en el centro comercial. De él se bajaron un hombre y una mujer, seguidos de un chico de pelo castaño claro, altura mediana, ojos verdes y de complexión normal.
—Espero que no tardemos mucho, había quedado con un colega a las seis —Dijo el chico.
—Tardaremos lo que haya que tardar, no haberte venido —Le regañó la mujer.
Los tres entraron al centro comercial. Allí, la mujer empezó a mirar en la zona de ropa, el hombre a ver una tienda de artículos de pesca mientras el chico miraba aburrido a la gente pasar de un lado a otro. Agarró su móvil y poniéndose los cascos empezó a escuchar música de nuevo.
—Matt, baja el volumen, que luego dices que somos nosotros los sordos —Dijo el hombre mientras miraba el expositor de una tienda cercana.
—Vaaale papa —Dijo Matt mientras reducía el volumen.
Tras un rato, Matt se apoyó en un poste mientras miraba a un guardia pasar. Observó detenidamente la porra y la pistola. "Lástima que cuando haya acción yo no esté para verla" se dijo para sus adentros.
Su madre salió por fin de la tienda con dos bolsas.
—Cariño, espero que todavía quede dinero —Dijo el padre de Matt.
—¿Que te crees que soy? Tampoco he comprado tanto —Dijo su madre.
«si claro, dos trajes que pronto no servirán para nada porque se quedaran obsoletos» —Pensó Matt.
El padre de Matt compró cebo de pesca y una nueva caña. Tras eso, los tres volvieron al coche. De camino, mientras sus padres se detenían a comprar un boleto de lotería, el chico vio como un hombre de aspecto corpulento con una llave inglesa en la mano y un trapo en el otro. Curiosamente salía de una posición cercana a la plaza donde habían aparcado el coche, pero Matt no le dio importancia alguna. Los tres montaron en el coche y cuando el padre arrancó el motor, se dispusieron a volver a su hogar.
—¿Cuando vendrá Eva? Tengo ganas de verla otra vez. Últimamente nos tiene abandonados —Dijo Matt aburrido.
—Ya sabes que tu hermana no puede venir por los estudios. Se intenta labrar un futuro hijo. Deberías tomar ejemplo, has suspendido dos este trimestre —Dijo su madre.
—No todos somos tan perfectos —Dijo Matt.
—Ya hubiera querido yo tener la cabeza que tienes tu —Dijo su padre.
El viaje de vuelta no tuvo más incidentes durante un buen rato, hasta que de pronto el motor empezó a fallar. El padre de Matt, viendo que había un hueco apartado a la izquierda, aparcó el coche y los tres se bajaron.
— ¿Qué narices le pasa a este trasto?
— ¿Estás seguro de que le echaste anticongelante? —Dijo la mujer.
—Pues claro que si. Voy a ver que le sucede.
—Yo voy a moverme un rato por alrededor no me alejaré mucho —Dijo Matt.
Matt se dirigió hacia unos árboles cercanos y allí se puso a observar el lugar. Hasta que de pronto recordó el hombre de la llave inglesa. ¿Y si había provocado el fallo del coche por alguna razón? tan rápido como le permitían sus piernas, se acercó veloz hacia sus padres.
—Papa mama, creo que hay algo que debería conta...
Sin embargo, algo le detuvo al acercarse. Miró despacio hacia la derecha y vio como una enorme roca se acercaba a gran velocidad hacia el coche y sus padres. El chico intentó advertirles, pero fue demasiado tarde. La gran roca chocó contra el coche de tal manera que este estalló lanzando por los aires a Matt y provocando una gran humareda y fuego. El chico se levantó con varias heridas en los brazos y unos cortes en la cara. Las lagrimas cayeron entre sus mejillas mientras no podía dejar de mirar la escena. Hasta que...
—Oh bien. Ya solo queda el enano —Dijo una voz...