Después de un par de meses de haber regresado, he decidido escribir un fic. Es de pokémon y he intentado que sea interesante y con misterio. Así que espero que lo disfrutéis!

Capítulo 1: El comienzo de todo.

Ya ha pasado un tiempo desde entonces y he decidido escribiros mi historia. Pero antes de nada prefiero poneros en contexto.

Hace un tiempo empezó la llamada Revolución Pokémon. Tal suceso consistió en, por culpa o gracias a los entrenadores viajeros, la mezcla de los pokémon de las distintas regiones por todo el mundo perdiendo las características propias de cada lugar. En todas las regiones podían encontrarse tanto pokémon de Kanto, como de Teselia. Eso permitía qué todo entrenador pudiese atrapar una variedad más amplia de compañeros. Y bueno, pues eso me permitió conseguir a mi primer pokémon en un lugar donde nunca antes habían existido miembros de su especie.

Yo vivía en un pueblucho de Hoenn, pero por cuestiones familiares tuve que irme a vivir a ciudad Malva, Jotho, y allí es donde empezó todo. Mi objetivo después de capturar a mi compañero inicial era enfrentarme al reto de los gimnasios pokémon, llegar a la liga pokémon y convertirme en el mejor entrenador (y todas esas cosas con las que sueña alguien de mi edad). Pero ese sueño se queda empequeñecido cuando te encuentras con la majestuosidad que viví a los pocos días de pisar ciudad Malva.

Al trasladarme quise modificar mi sueño de convertirme en el mejor entrenador de Hoenn con el de Jotho. Como sabía que con mi pokémon tendría dificultades al enfrentarme al líder de ciudad Malva (ya que era un experto entrenador de pokémon tipo volador) quise ir a entrenar, y de pasada conocería un poco mejor la zona. Ya que en aquel entonces aún no conocía a nadie, me fui solo hacia el sur.

Mi primera sorpresa fue que me encontré con unas ruinas muy extrañas. Parecía una especie de ciudad antigua con una gran adoración por los pokémon porque estaba lleno de estatuas por las calles llenas de malas hierbas. También parecía que había edificios derrumbados y otros habitáculos que se adentraban en la roca. Y a parte, parecía que todo estaba enfocado hacia un punto. Yo estaba un poco tenso ya que me sentía observado y oía ruidos de movimiento a mi alrededor, pero no veía a nada, ni pokémon ni personas, pero sentía como si mil ojos con mil miradas penetraran en mi cuerpo. Yo seguía avanzando, pero con una mano en mi bolsillo agarrando la pokéball de mi pokémon por si era necesario entrar en acción.

Al final llegué al punto donde todas las calles iban. Era una especie de cueva con una entrada muy ornamentada y con unos acabados muy precisos que parecían contar una historia. No me fijé muy bien ya que mi corazón latía muy fuerte de los nervios que sentía por descubrir qué habría allí dentro. En aquel entonces no entendía porque mi corazón me empujaba allí dentro si mi cabeza me decía que no habría nada. Pero yo seguí avanzando. Dentro no estaba tan oscuro como pensé. Entre la luz que entraba por la entrada y la que entraba por las grietas del techo, había la suficiente luminosidad como para poder ver bien.

En el interior había un pasillo que conducía a distintas salas. A medida que entraba, al alejarme de la entrada, la luz se debilitaba, hasta que encontré una especie de luz verde frontal. Era muy débil, pero mientras me acercaba más se fortalecía. Yo estaba intrigado, las pulsaciones me iban a cien y mi mano, pegada a la pokéball, sudaba.

De repente, esa luz verde cesó y me asusté. Yo quise avanzar igualmente. Quería saber de qué se trataba, hasta que llegué en la sala donde se encontraba el foco de la luz. Allí pude ver la sombra de una persona sentada en el suelo, pero no podía reconocerlo bien ya que casi ya no llegaba luz en esa sala. Me acerqué poco a poco, sin saber por qué no dije nada. Cuando más cerca estaba más precisa era la silueta... ¡Y parecía tener cuernos! Yo temblaba. Hasta que di un paso en falso pisando una pokéball del suelo. Al perder el equilibrio con la pokéball hice ruido y pude ver como esa silueta abría los ojos y clavaba su mirada en los míos. Yo quedé paralizado del miedo. De repente la silueta empezó a desprender la luz verde de nuevo dejándose a descubrir. Era un Alakazam y parecía muy poderoso. También me di cuenta que la pokéball que había pisado empezó a brillar del mismo color, y, al igual que ella, otras cuatro formando una especie de pentágono o estrella en el suelo.

Luego el Alakazam empezó a levitar al igual que las cinco pokéball. Las cinco esferas controladas con los poderes psíquicos del pokémon se pusieron a girar a mucha velocidad a su alrededor. Yo di un paso hacia atrás asustado, pero me golpeé con algo detrás que me impidió retroceder. Alakazam creó una pantalla de luz en mi espalda que evitaba mi huída. Y al fin, aunque con la voz temblorosa pude dejar escapar unas palabras.

-¿... Qu-qué qu-quieres? De-déjame i-ir...

Cuando terminé mis palabras, sentí una presión en el ambiente. Empezaron a aparecer Unown por todas partes levitando en círculo alrededor de Alakazam, en la misma dirección de rotación que las pokéball. De repente, empezaron a brillar todos de verde y se apartaron hacia las paredes y de golpe me miraron todos fijamente. Asustado, comencé a flaquear y mis piernas, temblando como si de un terremoto se tratara, dejaron de sostenerme y caí al suelo. Luego, unos pocos Unown se situaron entre Alakazam y yo. Tardé, pero me di cuenta que lo que querían era decirme algo. Mientras leía, iban desplazándose hacia la pared y venían de nuevos formando nuevas palabras:

H.O.L.A...B.R.U.C. (¡¡Sabía mi nombre!!)
S.O.Y...A.L.A.K.A.Z.A.M.
N.O...D.E.B.E.R.I.A.S...E.S.T.A.R.
A.Q.U.I...H.O.Y.
U.S.E...M.I.S...P.O.D.E.R.E.S.
P.A.R.A...A.L.E.J.A.R...A.
T.O.D.A.S...L.A.S...P.E.R.S.O.N.A.S.
Y...P.O.K.E.M.O.N...Y...T.U.
S.I.N...E.M.B.A.R.G.O...H.A.S.
C.O.N.S.E.G.U.I.D.O...E.N.C.O.N.T.R.A.R.M.E.
S.E.G.U.R.A.M.E.N.T.E...N.O.
H.A.B.R.A...S.I.D.O...E.N...V.A.N.O.
P.E.R.O...N.O...V.O.Y.
A...I.N.V.O.L.U.C.R.A.R.T.E.
P.O.R...E.L...M.O.M.E.N.T.O.
O.L.V.I.D.A.L.O...T.O.D.O.
N.O.S...V.O.L.V.E.R.E.M.O.S.
A...E.N.C.O.N.T.R.A.R.
H.A.Z.T.E...F.U.E.R.T.E.
T.E...V.O.Y...A...N.E.C.E.S.I.T.A.R.
H.O.Y...E.M.P.I.E.Z.A...T.O.D.O.

Cuando finalizó su mensaje, intenté hablar pero la voz no me salía. Intenté levantarme pero las piernas no me respondían. Y ya, desesperado, me rendí e intenté tranquilizarme. Pero no sirvió de nada. De repente todos los Unown empezaron a crear bolas de luz luminosas, era su poder oculto, y dispararon en todas direcciones.

Me desperté entre unos arbustos. Oía mucho jaleo, así que me levanté y me acerqué. Estaba un poco desorientado porque no reconocía el lugar, o más bien, me parecía no reconocer el lugar. Eran las mismas ruinas... ¿qué había soñado? Eso pensé en un primer momento. Pero luego vi a un montón de gente enfadada con un grupo de científicos delante de la entrada de la cueva en la que me había encontrado con Alakazam. Estaba derrumbado totalmente y los científicos estaban desconcertados. No sabían el motivo por el cual nadie había presenciado tal catástrofe, y la gente les reclamaban explicaciones. Según escuché hacía unos días habían visto reaccionar de forma extraña a los Unown y estaban investigándolo. Y al parecer esa cueva, que en realidad era un antiguo templo, tenía la clave en las pinturas de sus paredes (yo no pude llegar a fijarme).

Al fin apareció un hombre que puso paz. Era el jefe de los científicos, pero no parecía uno de ellos. Era arqueólogo, por las pintas. Al parecer sosegó a la gente y les dijo que continuarían investigando qué había sucedido. Yo aún sentía escalofríos, así que me fui a casa.

Esto es lo que me sucedió, pero como me dijo Alakazam, solo era el comienzo de todo...

OWO... como mola xDDDD, sobre todo la parte en la que controla a los unown (o les pide ayuda para comunicarse, o les obliga, o lo que sea) , espero continuacion, parece que va a ser un fic bastante interesante :/

Sí, controlaba a los Unown con sus poderes y poder comunicarse xD Y ahora va... Dentro capítulo!!

Capítulo 2: Una noche despejada.

Después de vivir lo sucedido, regresé a casa, no podía quitarme de la cabeza la imagen del imponente Alakazam comunicándose conmigo mediante Unown. Mis padres al verme se percataron de que algo no iba bien. Me preguntaron, pero yo solamente les dije que estaba cansado y que quería ir a mi habitación. No sabía qué debía hacer, si les contaba lo sucedido me habrían dicho que seguro era un sueño debido al ajetreado fin de semana por culpa del traslado, y posiblemente habrían tenido razón, así que preferí no decir nada.

Aprovecho ahora para contaros un poco como soy, o era en ese entonces. Tenía 16 años, estatura… pues no sé cuanto mediría ni cuanto pesaba, tenía una estatura media, normal para mi edad. Pelo castaño, ojos marrones, piel paliducha... Me gustaba vestir de forma discreta, nunca he sido de querer llamar la atención. Y en cuanto a carácter, pues igual, alguien discreto que le gustaba pasar desapercibido (aunque a veces me resultaba un problema a la hora de coger confianza con alguien), pero tampoco alguien antisocial, no. Más bien era un chico sencillo, muy normal. Aunque tenía aspiraciones. A pesar de ser así, en mi mente siempre estaba la idea de llegar a ser alguien importante, conocido, poderoso. Y lo que presencié podría abrirme puertas a conseguirlo.

Una vez tumbado en la cama me sentía extraño. No podía descansar y no me sentía cómodo rodeado de cajas. Así que después de cenar, sin abrir mucho la boca, dije a mis padres que iría otra vez a entrenar. Había una noche clara con muchas estrellas, eso le gustaba a mi pokémon.

Salí con la intención de encontrar un buen lugar donde entrenar, pero sin darme cuenta estaba en frente del templo antiguo. Por allí levitaba algún que otro Unown, pero no parecían reconocerme ni tenían ningún comportamiento extraño. Era distinto. No me sentía observado cómo horas antes. De repente noté algo en el hombro y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo poniéndome los pelos de punta. El culpable se percató de ello.

-Perdón, no pretendía asustarte. – se trataba del arqueólogo de antes. Era un hombre de unos cuarenta años, corpulento y con barba corta. Parecía que aún estaba buscando respuestas. -¿Qué haces aquí a estas horas? Antes ha habido un derrumbamiento, podría ser peligroso. – Me preguntó.

Yo no sabía que contestar, ¿qué hacía allí? Pues no lo sabía. Fui sin darme cuenta. Supongo que aún sentía nerviosismo y quería saber porque yo era la única persona que estaba allí cuando sucedió todo.

-No sé, empecé a pasear y llegué hasta aquí. – contesté. - ¿Y usted no estaba por la tarde? ¿Sigue investigando a estas horas?
-No sé que responderte. Siempre estoy en estas ruinas intentando descubrir antiguas costumbres y antiguos pokémon. Y si me voy siempre dejo a alguien de mi equipo de investigadores. Y hoy, todos hemos tenido que irnos por una razón u otra y al regresar nos encontramos con el derrumbamiento. Y yo no creo demasiado en las casualidades. Opino que todo tiene su porqué de ser. No sé si ha sido alguien que no quería que siguiéramos descubriendo o qué… Y no sé porque te doy la chapa.
-Tranquilo – dije. – no me molesta. Yo es... - estuve a punto de decirle que yo había estado allí cuando sucedió.
-¿Tu qué? – me miró de forma extraña.
-Yo es que me tengo que ir. Adiós.

Decidí regresar a casa, no quería buscarme más problemas. Pero de regreso, como tenía la cabeza más despejada que por la tarde, pude darme cuenta que había una torre de unos 30 metros de altura no muy lejos de mi casa, así que me acerqué a verla – Qué suerte que haya tanta luz de la luna y las estrellas. – pensé. Al llegar vi dos estatuas de Bellsprout, una a cada lado de la puerta principal. Al parecer se trataba de la torre Bellsprout. Entré ya que había luz. No estaba solo, había personas de alta edad, parecían monjes. Al centro había una columna que se tambaleaba. Me sorprendí muchísimo, pero en esas se me acercó uno de los monjes, me llevé una sorpresa al ver que era un joven, no demasiado mayor que yo, pero la calvicie no ayudaba.

-Tranquilo, la torre no se va a caer. Aunque la madera cruja, esto se mantendrá en pie.
-Vaya, pues la verdad no me da mucha confianza. – El monje se rió al escucharme.
-Es normal, pero incluso en los pisos superiores celebramos combates y no sucede nada. Como veo que no eres de aquí, voy a decirte que esta torre es un lugar de entrenamiento y aprendizaje. Así que si quieres, puedes entablar combates aquí.
-Pues la verdad, salí de casa para entrenar y aun no lo he hecho. Pero es tarde, y no veo entrenadores por aquí.
-¿Y yo qué soy? Ahora mismo soy el único entrenador aquí, pero siempre que vengas por la noche puedes encontrarte distintos pokémon en los pisos superiores. ¿Te animas a combatir contra mí?
-¡Sí! – Acepté sin pensarlo. Necesitaba desahogarme un poco después de lo sucedido. Por fin iba a poner en acción a mi pokémon. - ¡Sal...!

Cual sera el pokemon del prota o.O? Muero en ganas de saberlo xDDDD... y no esta mal el capi, ya tengo ganas de ver la paliza al monje.
PD: todo el mundo sabe que la torre bellspraut es un bellspraut gigante sagrado que comia ho-ohs y que por eso ho-oh se largó de la torre hojalata, para no ser engullido (?)

Dentro capi!! Ahora verás cual es el pokémon de Bruc =)

Capítulo 3: La revelación de los combates.

-¡Sí! – Acepté sin pensarlo. Necesitaba desahogarme un poco después de lo sucedido. Por fin iba a poner en acción a mi pokémon. - ¡Sal Ledyba! – de mi pokéball salió un pokémon bicho de aspecto de una mariquita que dio un tumbo por el aire y luego reposó en el suelo.
-Vaya, con que un Ledyba. Espero no tener problemas, pero allí voy. ¡Adelante Bellsprout! Ahora vas a saber lo que es pelear contra un monje. Bellsprout, ¡usa desarrollo!
-¡Usa supersónico Ledyba, confúndelo! - el movimiento que usó el pokémon planta pareció hacerlo crecer, pero Ledyba gritó unos sonidos que impactaron contra Bellsprout haciéndolo tambalear un poco.
-Vaya, se confundió, bueno, no pasa nada ¡Bellsprout, látigo cepa y agárralo! – al parecer el pokémon le hizo caso, pero no pudo apuntar demasiado bien y no logró alcanzar a mi pokémon.
-¡Ledyba, usa tu placaje a máxima potencia! – dicho y hecho, Bellsprout no pudo esquivarlo y retrocedió unos pasos, pero aun no había sido suficiente. - ¡Otra vez placaje!
-Bellsprout, venga ¡Látigo cepa! – Esta vez consiguió agarrar a Ledyba, pero como mi pokémon iba a gran velocidad contra Bellsprout no fue suficiente como para evitar el golpe, aunque sí que lo frenó lo bastante como para no caer debilitado aún. - ¡Ahora que lo tienes lánzalo contra el suelo!
-¡¡Sal volando!! – Antes de tocar el suelo, emprendió el vuelo. - ¡¡¡Acaba con placaje!!! – El combate finalizó con un fuerte placaje. Bellsprout no pudo hacer demasiado por culpa del primer supersónico. - ¡Bien!
-Menuda paliza, casi ni te he rozado. – no estaba decepcionado, parecía satisfecho aunque hubiese perdido, y sin quererlo se me escapó una leve risa.
-Gracias por el combate. Me ha venido bien descargar un poco de adrenalina.
-Vuelve en otro momento. Te presentaré al maestro Anselmo. Está ya mayor, pero es un hombre con unos ideales dignos de escuchar. Además, hablar con él siempre ayuda a ver la luz al final del túnel. Sus palabras despejan la oscuridad permitiéndote ver el camino a seguir para cumplir con el destino que se te ha sido asignado. – Al escuchar esas palabras percibí como si ese monje supiera algo de lo que me sucedió. Me quedé asombrado, así que decidí regresar el día siguiente. Despejar mi mente era lo que más necesitaba.

Después de despedirnos me fui a mi casa pensando que no le había preguntado su nombre. Bueno, ya se lo preguntaría la próxima vez, total, tenía pensado regresar para hablar con el maestro Anselmo.

Una vez en casa, todos estaban dormidos. Me tumbé en la cama y en cero coma ya estaba durmiendo. Y soñé. Soñé en un espacio oscuro. Humo por todos lados. No veía nada, solamente el humo oscurecido. De repente aparecieron ojos. Intenté fijarme si se trataba de Unowns, pero no lo veía claro. “Camina” me decía una voz. No la reconocía, nunca la había oído, pero le hice caso. Anduve hasta llegar a la torre Bellsprout. Allí vi al monje con el que había luchado hablando con un hombre viejo, aunque no le reconocía la cara. Intenté escuchar su conversación, pero no oía nada. Y de repente, con una cara muy seria, el monje se largó a toda prisa. “Bruc, hazle caso” me dijo otra vez la voz. Yo intenté preguntar a quién, pero la voz me respondió diciendo otra vez “Bruc, hazle caso”. Desperté. Me levanté un poco desorientado. No sabía si era por culpa del sueño o porqué no sentía mía aun la casa. Mis padres estaban ordenando las cosas de las cajas, aún había trabajo que hacer, pero yo no quería entretenerme, así que después de desayunar me escabullí para no tener que ayudarles.

Regresé a la Torre Bellsprout y, cómo no, el monje no estaba. Subí hasta el tercer piso sin verlo hasta encontrarme con el viejo de mi sueño. Me sorprendía bastante al verlo ya que era igual que en mi sueño y nunca antes lo había visto. ¿Había tenido un sueño premonitorio? O más bien, ¿en realidad había sido un sueño o alguien quiso mostrarme algo? Pero bueno, esto lo deduje más adelante en el tiempo.

-Perdone señor, ¿es usted el maestro Anselmo? Es que ayer vine por la noche y un monje bastante joven me recomendó hablar con usted.
-Sí, soy yo. – fue bastante seco. Según me había hablado de él el monje del día anterior, pensé que sería más charlatán.
-Ehm. Me comentó que me iría bien hablar con usted para despejar mis dudas sobre lo qué hacer. Y no sé, por eso vine.
-Si tu mente quieres despejar, en tu interior debes mirar. Descubrir tu objetivo es, lo primero que debes hacer.
-Esto, perdone, pero por eso vine. No sé cuál es mi objetivo.
-Para ello tienes que ser un as, y yo te puedo ayudar. –Se paró y respiró.- Joven, concédeme un combate. Luego te iluminaré.
-Está bien. ¡Adelante Ledyba!
-Noctwol, ayuda a este joven a encontrar su camino. – liberó un enorme búho. – Te concedo el primer ataque, joven.
-Muy amable por su parte. – en realidad estaba un poco acobardado. Su pokémon parecía muy fuerte y experimentado. – ¡Ledyba, supersónico!
-Noctowl, gruñido. – el maestro Anselmo estaba muy tranquilo. Era normal, el gruñido de su pokémon evitó el supersónico del mío. – Ahora usa picotazo. – Noctowl se abalanzó muy rápidamente a Ledyba.
-¡Ledyba, esquívalo y usa puño cometa! – Ledyba no lo esquivó del todo, pero fue suficiente como para poder contraatacar y asestar unos cuantos puñetazos al Noctowl, pero parecía no hacerle demasiado daño. A pesar de eso, Noctowl parecía que ni intentaba evitarlo, se dejaba dañar por Ledyba. - ¡Sigue así Ledyba!
-Bueno, llegó la hora de ponerle fin. Supongo que era un reto demasiado difícil aún. Te veo bastante verde. Noctowl, ¡Ataque aéreo! –Noctowl apartó a Ledyba con un simple aleteo. Luego se alejo, cogió velocidad y le asestó tal golpe a mi pokémon que lo encastó contra la pared debilitándolo al instante.
-¡¡NO!! – Grité impresionado. – Vuelve.
-Joven, siento haber debilitado a tu pokémon. –se disculpó el maestro. – Acércate, voy a decirte lo que quieres saber. – Me acerqué a él un poco tenso. – Bruc, tranquilízate. - ¡También sabía mi nombre! – Pon la mano al lomo de Noctwol y deja que use profecía. Te ayudaré a interpretar las imágenes que veas.

Cuando Noctwol usó su profecía, fue como si miles de imágenes de mi vida aparecieran por mi mente. ¡Pero no! ¿O sí? ¿Eso lo había vivido?

OWO... esto se pone cada vez mas interesante !! Eso si, desde cuando los buhos son profetas? nostrabuho? xDDDD (tonterias mias xD)
Continualo, esta genial :O

Sí, los búhos son prefetas de toda la vida (?). Bueh, como el otro era cortito, esta vez vengo con uno más largo y emocionante también, o eso creo xD ¡Dentro capi!

Capítulo 4: Eligiendo el camino.

Cuando Noctwol usó su profecía, fue como si miles de imágenes de mi vida aparecieran por mi mente. ¡Pero no! ¿O sí? ¿Eso lo había vivido? Se reprodujo por mi mente todo lo sucedido con Alakazam en la ruinas. Pude ver que cuando todos los Unown usaban su poder oculto excitados por el poder de Alakazam. Este usó sus poderes para dormirme y teletransportarme fuera de las ruinas antes de derrumbarse y luego desaparecía. De repente la profecía cambió, dejaron de verse imágenes nítidas para verse imágenes borrosas. En ese momento cambió el pasado por el futuro. Veía una silueta con cuernos, que se trataba de Alakazam, en frente de un santuario dentro de un bosque. Después vi la misma silueta en un lugar oscuro con las paredes negras y agujeros. Luego la silueta se encontraba en un santuario dentro de una cueva llena de agua. Y finalmente apareció Alakazam en la entrada de unas ruinas nevadas, parecidas a las ruinas donde lo encontré por primera vez.

-Bruc, lo que has visto está directamente relacionado con tu destino. Tú debes mirar en tu interior y decidir qué vas a hacer con ellas.
-Vaya, es asombroso. Así que fue real. Creo que ya sé qué debo hacer, debo ir a todos esos lugares donde he visto a Alakazam. El problema es que no conozco Johto y no sé a qué lugares corresponde.
-El primero es el santuario del Encinar. Se encuentra cerca de Pueblo Azalea, muy cerca de aquí, hacia el sur. El segundo lugar es Torre Quemada, en Ciudad Iris. El tercero es el santuario de Guarida Dragón en Ciudad Endrino. Y por último la entrada de las Ruinas de Sinjoh. – Yo no conocía ninguno de los lugares, y todos ellos parecían muy místicos.
-Muchas gracias maestro Anselmo.
-Y recuerda, hazte fuerte, vas a necesitar fuerza tanto interior como exterior para cumplir con tu destino, sea cual sea el camino que elijas.
-¡De acuerdo!

Después me fui de la torre y decidí enfrentarme al líder volador. No en aquel momento, simplemente tuve la intención. Preferí ir a recuperar a mi Ledyba y luego ir a entrenar y capturar otro pokémon con el que me fuera más fácil conseguir la primera medalla. Una vez recuperado, me fui al este de ciudad Malva donde me habían dicho que había un pequeño charco y una cueva, donde podría haber gran variedad de pokémon. Saqué mi Ledyba y nos pusimos a entrenar peleando con distintos pokémon que habitaban por allí, potenciando sus movimientos y aprendiendo nuevos ataques hasta que al final encontré un pokémon interesante al que capturar. Cerca del lago había una población de Squirtle y quise enfrentarme a alguno de ellos. Derroté a alguno sin problemas hasta que uno opuso grandes resistencias.

Ledyba lo atacó con su puño cometa, pero el Squirtle usó su refugio para meterse dentro de su coraza reduciendo en grande medida los daños. Cuando salió, mi pokémon usó ultrapuño evitando que se pudiera proteger, pero el pokémon tortuga contraatacó con un girorápido propinándole un gran golpe a Ledyba. Además, luego lanzó un potente pistola de agua dándole un golpe directo a Ledyba dejándolo muy mal herido. Ordené contraatacar con puño cometa de nuevo, pero Squirtle volvió a esconderse dentro de su caparazón. Enseguida volvió a usar giro rápido, pero yo fui veloz ordenando a mi pokémon usar ultrapuño, el cual golpeó al pokémon tortuga enviándolo a un árbol y dejándolo debilitado por el golpe.

Una vez el Squirtle se debilitó, le lancé una pokeball capturándolo. Llevé a sanar a los dos pokémon y me fui a casa a descansar para poder enfrentarme el día siguiente al líder del gimnasio.

Esa noche volví a soñar. El sueño parecía muy real. El cielo estaba oscurecido, pero se podían ver puntitos blancos brillantes. Muchos. Había muchas estrellas. Pero también había otra cosa que brillaba. No sabía lo que era, pero en el aire había como arena o polvo que reflejaba la luz de las estrellas. “Síguelo” Me dijo una voz. Me resultaba conocida. ¡Claro! Era la voz del sueño del día anterior, que me dijo “Camina” y “Bruc, hazle caso”. Seguí esa estela de polvo brillante y me encontré con ¡¿Ledian?! ¿Era mío? Lo acaricié como si así fuera, y parecía agradecerlo, aunque estaba bastante serio. De repente estábamos rodeados de árboles, las estrellas ya no brillaban y apareció la luz verde de Alakazam. De repente volví a escuchar la voz. “Bruc...” murmuraba algo, pero la escuchaba lejos y no la entendía. De repente, Alakazam apareció ante mí penetrando su mirada en la mía. Y desperté. Estaba sudado y quise liberar a Ledyba para comprobar si seguía siendo un Ledyba. En efecto, no había evolucionado mientras dormía. Esperé un rato más en la cama asimilando el sueño.

Después de desayunar me presenté ante las puertas del gimnasio. Vino una joven entrenadora que quiso ponerme a prueba antes de enfrentarme al líder Pegaso. Acepté el desafío de uno contra uno y saqué a mí recién capturado pokémon para adaptarnos mutuamente.

-¡Sal Squirtle!
-¡Adelante Chatot! – la chica liberó a su pokémon volador, como era de esperar. Pero no me esperaba ese pokémon en realidad. - ¡Usa eco voz! – El pájaro empezó a gritar golpeando, sin dar tiempo a reaccionar, a Squirtle. Por suerte no fue muy efectivo.
-¡Vaya! Me pillaste desprevenido. ¡Squirtle, usa pistola de agua!
-¡Chatot, eco voz! – Chatot intentó parar el pistola de agua con su ataque, pero no funcionó y el chorro de agua le dio un golpe directo.
-¡Squirtle, usa otra vez pistola de agua!
-¡Chatot, insiste con eco voz! –Por sorpresa mía, esta vez los dos ataques chocaron y Chatot si consiguió parar el chorro de agua de Squirtle. -¡Venga Chatot, eco voz una vez más!
-¡Squirtle, páralo con pistola de agua! – Esta vez el resultado fue desastroso, aparte de anular por completo el ataque de mi pokémon, lo superó y le propinó un golpe con el chorro de voz que envió lejos a Squirtle, provocándole graves daños. –No entiendo nada. Squirtle, cambio de estrategia ¡Giro rápido!
-¡Chatot, acaba con eco voz! – comprendí que su ataque se iba haciendo más fuerte cada vez que lo hacía, así que otro impacto directo provocaría la derrota de Squirtle, así que opté por la velocidad y esquivar su movimiento. Squirtle rodeó su poderoso ataque girando a toda velocidad. Cómo Chatot estaba realizando su ataque, no pudo esquivarlo y recibió un golpe directo dejándolo mal herido.
-¡Squirtle, ahora que estás cerca usa pistola de agua! – Dicho y hecho. La entrenadora no tuvo tiempo de reaccionar y mi pokémon consiguió derrotar al pokémon pájaro.
-¡Oh no Chatot! Veo que eres bueno. Aunque no sé si lo suficiente como para derrotar a Pegaso.
-¡Lo intentaré!

Como el centro pokémon estaba al lado del gimnasio, en unos minutos ya estaba de regreso. Pegaso me estaba esperando ya que había sido avisado por la chica.

-¿Cómo te llamas chico? –Me preguntó.
-Soy Bruc.
-Pues bien Bruc, este combate va a ser de 2 contra 2. A mí no se me está permitido cambiar de pokémon en medio de un combate, en cambio al aspirante, o sea, a ti, sí. Bueno, empiezo ¡A luchar pequeñín! –su pokémon se trataba de Farfetch’d.
-¡Sal Ledyba, usa ultrapuño! –Al aparecer Ledyba, se abalanzó contra el pokémon pájaro y le dio un puñetazo que pareció doler. - ¡Vuelve! ¡Sal Squirtle! – Sabía que Ledyba podría salir mal parado del combate, así que preferí “jugar sucio”, aunque dentro de las reglas, para tener cierta ventaja.
-Vaya, no voy a criticarte por eso, pero no voy a contenerme ni un pelo. ¡Picotazo!
-¡Refugio Squirtle! –Farfetch’d saltó encima de Squirtle, pero no le hizo grandes daños ya que este se protegió dentro de su caparazón. - ¡Quítatelo de encima con giro rápido y luego pistola de agua! – Al realizar el giro rápido, Farfetch’d dio un paso hacia atrás y recibió de lleno el pistola de agua.
-Pobre... Hace poco que tengo a este pequeñín. Creo que será mejor no complicarle las cosas, hubiese sido mejor elegir a otro pokémon. Te subestimé y ahora vas a ver. –Volvió a meter a Farfetch’d a su pokéball, dejándole solo con un pokémon para enfrentarse a mí. -¡A luchar grandullón!
-¡¡Dios!! – quedé boquiabierto de lo enorme que era el pokémon que liberó para enfrentarse a mí.

Pidgeot, esta claro. Eso o un ho-oh (?) nah, posiblemente sera ... Buen capi Aki, sigue asi, la historia empieza a molar... aunque no me acuerdo que son las ultimas ruinas pero bueh xD

Las ruinas Sinjoh son unas ruinas que unen Johto y Sinnoh, que comunican las ruinas alfa con el templo de (que ahora no recuerdo como se llama xD). Aquí viene otro capítulo! espero que os guste. ¡Dentro capi!

Capítulo 5: El combate que inicia el comienzo del camino.

-¡¡Dios!! – quedé boquiabierto de lo enorme que era el pokémon que liberó para enfrentarse a mí.
-¿Impresiona mi Braviary? Pues vas a ver cuando demuestre su fuerza. – La verdad es que ese pokémon impresionaba mucho. Tanto Squirtle como Ledyba eran del tamaño de una de sus patas. Estuve a punto de rendirme, pero la voz de mis sueños apareció en mi mente y me dijo “Lucha”. Así que le hice caso y me preparé para conseguir mi primera medalla.
-¡Vuelve Squirtle! ¡Sal Ledyba y usa ultrapuño! –Decidí repetir la misma estrategia anterior, así que cuando Ledyba hirió a Braviary lo regresé a su pokeball. -¡Vuelve Ledyba! ¡Sal Squirtle!
-¡Braviary usa remolino! –El viento hizo que Squirtle volviera a la pokeball y saliera Ledyba.
-¡¡Leyba ultrapuño!! –Estuve preparado y Braviary recibió el puñetazo. – ¡Vuelve Ledyba! ¡Sal Squirtle! –Hice lo mismo. No me sentía demasiado orgulloso, pero era una forma de dañar al rival sin sufrir daños.
-Me estoy hartando de tu juego. Vas a ver lo que es el poder de los pokémon de tipo volador. ¡Braviary usa golpe aéreo! – Braviary cogió altura y cuando empezó a descender, fue tan rápido que desapareció.
-¡Squirtle, usa refugio! –Justo en el momento en que Squirtle se escondió en el caparazón, Braviary apareció y mando a Squirtle a unos cincuenta metros. Pero no fue suficiente para acabar con él. – ¡Giro rápido, Squirtle, y golpéalo! –Mi pokémon comenzó a rotar a mucha velocidad y se iba acercando cada vez más al pokémon de Pegaso.
-¡Grandullón, usa ataque ala! –Cuando Squirtle estaba a punto de golpearle, Braviary lo desvió con su ala y lo encastó contra el suelo, hundiendo un poco en la tierra el caparazón. - ¡Ahora usa caída libre! –Squirtle no podía salir por sus propios métodos del agujero, eso le impidió defenderse del ataque rival.
-¡¡Squirtle, no!! ¡Intenta golpearlo con pistola de agua! –Una vez en el cielo, Squirtle iba lanzando sus chorros de agua al pokémon pájaro, pero esto no provocó que pudiera realizar su ataque debilitando a Squirtle completamente al chocar contra el suelo. - ¡Vaya! ¡Squirtle vuelve! Tu pokémon es impresionante. Pero por suerte no ha salido ileso. Ha recibido dos ultrapuños, el choque del ataque ala con giro rápido y un pistola de agua en el cielo.
-Tienes razón, pero Braviary es muy resistente. A ver qué puedes hacer con tu Ledyba.
-¡Ahora lo comprovaremos! ¡Sal Ledyba! ¡¡Ultrapuño!! –Al aparecer golpeó a Braviary con su ataque. - ¡Ahora puño cometa!
-¡Maldito seas! ¡Braviary defiéndete con ataque ala! – Mientras Ledyba le atacaba con sus puños, Braviary intentaba defenderse con sus alas. Paraba alguno de sus puños, pero a Ledyba les resultaba fácil evitarlo gracias a su tamaño, ya que podía escabullirse. Esto le permitió darle un fuerte golpe en la cabeza a Braviary desestabilizándolo. -¡Braviary, caída libre!
-¡¡Supersónico, Ledyba!! –El pokémon de Pegaso agarró con sus garras a Ledyba y salió volando. Una vez en el cielo, Ledyba usó su supersónico, pero no pareció hacerle nada. Pero de repente, en la caída, cuando pudimos ver como bajaban a toda velocidad, el impacto contra el suelo levantó mucho polvo. Yo me temía lo peor, hasta que pude ver como Ledyba aleteaba intentando escapar de la nube de polvo. Cuando se disipó, pudimos observar a Braviary mal herido en el suelo, al parecer, supersónico fue efectivo.
-¡¡No puede ser!! ¡¡Braviary, acaba con golpe aéreo!!
-¡¡¡¡LEDYBA, ULTRAPUÑO!!!! –El ataque de Ledyba fue más rápido. Al acercarse a toda velocidad a Braviary, este no pudo reaccionar con su ataque y recibió en toda la cabeza el puñetazo cayendo debilitado.

Nos quedamos ambos boquiabiertos. ¿Quién podía esperar ese resultado? La verdad es que Pegaso no echó toda la carne en el asador. Me subestimó usando a Farfecht’d, que era un pokémon muy poco experimentado y joven, y luego no supo plantear una buena estrategia para derrotar a mis pokémon. Él estaba bastante molesto, pero aún así me entregó la medalla Céfiro. Era un cristal hexagonal con forma de dos alas blancas que brillaba mucho.

Una vez había regresado a casa, decidí dirigirme a Pueblo Azalea, donde se encontraba el segundo gimnasio y, lo más importante, allí estaba el encinar. Descansé. El día siguiente me levanté decidido a adentrarme a la Cueva Unión. Tardé una hora en llegar a la entrada de la cueva. Dentro se oían ruidos. Era oscuro, pero no oscuridad total, así que se podía ver. Avancé un poco hasta que me encontré a dos personas peleando con sus pokémon. ¡Uno de ellos era el monje con su Bellsprout! Intenté ver quien era su contrincante, pero llevaba la cara tapada con un pañuelo. Al acercarme más, vi que el monje estaba muy tenso y furioso. Su Bellsprout parecía cansado al luchar contra el Archen del rival. ¡¿Archen?! Un pokémon fósil, antiguo, nunca antes había visto ninguno. Cuando conseguí alcanzarlos, Archen derribó a Bellsprout con una roca enorme que le había lanzado. Al verme, el rival ordenó a Archen usar su dragoaliento contra el monje y contra mí. El monje se puso en frente mío protegiéndome con su cuerpo de las llamas verdes enemigas. Grité enfadado, pero ya no estaba. El atacante había aprovechado para huir mientras yo me protegía con el brazo los ojos cuando el dragoaliento se acercaba.

-¡¿Te encuentras bien?! – me preocupé por el monje que me había protegido mientras le ayudaba a incorporarse.
-Oh Bruc, gracias... –Se sentía adolorido, además, tenía quemaduras en ambos brazos.
-Ayúdate conmigo, te ayudaré a andar. – Se sujetó en mi hombro para poder andar, pero estaba cansado, así que nos sentamos en unas rocas de la cueva. Su Bellsprout le trajo agua de un lago interior con sus hojas. – Cuéntame, ¿quién era ese y por qué nos atacó?
-Pues no lo sé. Muy temprano por la mañana después de conocernos, el maestro Anselmo me dijo que vigilara las ruinas Alfa, que alguien estaba tramando algo. Al parecer, el templo derrumbado era un mapa en sí. Pero un mapa que solo era capaz de leerse con la sincronización de los Unown. Todos los investigadores de Unown, en realidad estaban tratando de descifrar el contenido del templo. Y ese era uno de esos científicos, creo, y consiguió algo, no sé el qué... pero no puede ser nada bueno, te lo aseguro.
-Me estoy perdiendo. –No entendía que era lo que mostraba el mapa, y porqué era importante. –Bueno, ahora descansemos, luego ya terminarás de contármelo.
-Gracias.
-Pero por cierto, ¿Cómo te llamas? Que aún no te has presentado, solo sé que eres el monje joven de la torre Bellsprout. –Él se rió.
-Me llamo Thot, como el dios egipcio de la sabiduría, la escritura, la música, los conjuros, hechizos mágicos y símbolo de la Luna. –Me quedé asombrado.

thotto... mascachaaaaaaaapas (?) No a estado mal (jamas pense que fuera el pokemon OWO... Lediba, admitelo, ganaste porque le pusiste veneno en la comida (?) genial capitulo aki, sigue asi xDDDDD

Not Bad, sobre todo se le ve trabajo encima.
PD: Estas obseso con las ruinas (?)

Bueh, otro capítulo. No es que tenga mucha acción, pero sirve para descubrir cosas!! xD ¡Dentro capi!

Capítulo 6: Los conocimientos del monje.

Una vez Thot hubo descansado, decidimos salir de la cueva unión. Estaba herido y debía andar apoyado en mi hombro, así que tardamos bastante rato en cruzar toda la cueva. En ese tiempo yo lo conté todo lo sucedido con Alakazam en las ruinas Alfa y lo que me había dicho y mostrado el maestro Anselmo junto con su Noctowl.

-Sospeché que tenías algo que ver. –Me dijo el monje.
-Vaya, ¿y eso?
-El maestro no me dijo nada sobre ti, pero me contó hace unos días que el humano unido a los pokémon estaba a punto de llegar a Johto, y en concreto a la torre Bellsprout. Luego, justo antes de tu aparecer se derrumbó el templo de las ruinas Alfa, y justo después, Anselmo me encomendó la misión de vigilarlas e investigar quien era ese tipo.
-¿Humano unido a los pokémon? En serio, Thot, no entiendo absolutamente nada.
-Uff, ya veo que tendré que contártelo todo.
-Te lo agradecería.

Al salir de la cueva, seguimos andando y nos paramos a un pozo. Había un cartel que ponía pozo Slowpoke. Allí nos sentamos, bebimos agua y seguimos hablando.

-Vaya, que fresca, es reconfortante. – Dije después de mojarme la cara. – Y ahora a darle al pico.
-Pues a ver, debo empezar de muy atrás. Cuentan las leyendas antiguas que debe existir un humano unido a los pokémon y un pokémon unido a los humano. Eso significa que este ser puede descubrir los secretos de los otros, y en cuanto sus caminos se encuentren podrán comunicarse entre ellos ampliando su poder. Durante todos los tiempos han existido pokémon unidos a los humanos y humanos unidos a los pokémon, pero muy posiblemente nunca han descubierto sus habilidades potenciales debido a que no han encontrado a su opuesto. Pero tú, has llegado al origen, tú fuiste dirigido a las ruinas Alfa, donde se escondían tantos secretos, y eres el único capaz de descubrirlos. Y lo más probable es que ese Alakazam sea el pokémon unido a los humanos.
-Lo dudo. Esto no puede ser así. Yo no descubrí ningún secreto, y Alakazam no pudo comunicarse conmigo por sí solo. Necesitó la ayuda de los Unown para conseguirlo. – no me cuadraba demasiado.
-Ese fue el inicio. ¿No dices que viste en la visión a Alakazam? Esto es porque tu destino está relacionado con él. Y sus secretos van a desvelarse pronto ante ti.
-¿Qué secretos?
-Esto no lo sé. Seguramente estaban escritos en el templo.
-Pues el templo ya no está, ¿cómo se supone que voy a descubrirlos?
-Con Alakazam.
-¡¿Cómo?! – me sentía perdido. Me abrumaba todo eso, y me costaba relacionarlo todo.
-Alakazam fue el lector. Él descubrió el secreto escrito y por eso los Unown destruyeron el templo.
-¿Por qué?
-Porque el secreto había sido descubierto. Su misión era la de proteger el secreto y mostrarlo a quien debían. Una vez revelado, no hacía falta mantenerlo, al contrario, debían asegurarse que nadie más lo descubriera. Y los investigadores estaban haciendo muchos progresos, demasiados.
-¿Pero qué secreto? – seguía sin saberlo.
-No lo sé. Según cuentan las leyendas muchas ruinas se han construido con este fin, que consiste en cómo conservar el equilibro entre pokémon y humanos. Pero con los humanos no se puede confiar. Los pokémon quieren descubrir el secreto para evitar que los humanos se aprovechen de ellos.
-Creo que empiezo a entender. Pero entonces, ¿quién era ese con el que luchabas y qué tramaba?
-Pues me temo que eran uno de los científicos.
-¿Y porque tenías que vigilar a un científico?
-Porque muchos de los científicos no están allí solo para conocer el pasado, sino que están para conocer el secreto para desequilibrar la relación humano-pokémon y conseguir someterlos a sus órdenes y ganar poder.
-Vaya. Todo es muy... ¿Cómo decirlo? Increíble supongo. ¿Y qué se supone que tengo que hacer?
-Tienes razón. Es difícil de creer, pero tú lo has vivido, Bruc. Y lo único que puedo recomendarte es que sigas tu camino, el que te mostró el maestro Anselmo. Supongo que vas a descubrir muchas más cosas, e incluso podrías ayudar a Alakazam a preservar el equilibrio. No quiero imaginarme que sucedería si los científicos alcanzan a Alakazam y descubren el secreto.
-Me estoy poniendo nervioso...
-No tienes porque ponerte nervioso. – me dijo Toth ¡¿Cómo que no?! Ahora resultaba que era la persona elegida para descubrir los secretos ocultos y preservar el equilibrio entre humanos y pokémon. –Me gustaría acompañarte. De hecho, ¿qué método es mejor para evitar a los científicos que yendo detrás de Alakazam junto a ti?
- ¡Me parece bien!

Después de haber descansado nos fuimos a pueblo Azalea. Allí fuimos al centro pokémon a recuperar a nuestros pokémon y en la lejanía vimos un gran bosque muy denso. Fuimos hacia allí y entramos. Era todo muy oscuro y la luz del sol pasaba entre las hojas a duras penas. Nos adentramos aún más hasta encontrarnos con el Santuario que había visto en la visión del Noctwol del maestro Anselmo.

Not bad :/... Ahora a ver que les deparará a bruc y Thotto (lo siento, no me cansare de llamarlo thotto xDDDDDDDDDDDDDDDD)
Sigue asi aki :)

Bueno, sí, buen fic, por cierto una pregunta bad, "The last evolution" ya acabó, es que e estado un poco "ajetreado" y tuve que ausentarme en los foros

Ahora que vuelvo a tener tiempo, aquí viene el capítulo 7! ¡¡Dentro capi!!

Capítulo 7: La pérdida.

Después de haber descansado nos fuimos a pueblo Azalea. Allí fuimos al centro pokémon a recuperar a nuestros pokémon y en la lejanía vimos un gran bosque muy denso. Fuimos hacia allí y entramos. Era todo muy oscuro y la luz del sol pasaba entre las hojas a duras penas. Nos adentramos aún más hasta encontrarnos con el Santuario que había visto en la visión del Noctwol del maestro Anselmo.

Thot rezó unas plegarias en sus adentros arrodillado ante el santuario, con los ojos cerrados y las palmas de las manos juntadas sosteniendo un rosario. Yo mientras observaba los alrededores esperando ver un indicio de la luz verde que significaría que Alakazam estaría cerca. Pero nada. Cuando Thot terminó estuvo también fijándose de si veía alguna cosa, pero los resultados fueron los mismos. En la espera, aprovechamos para entrenar un poco con los pokémon del bosque, has que, cansados, decidimos regresar al pueblo para descansar.

Nos dirigimos al centro pokémon para sanar a nuestros compañeros, comer algo y dormir en una de las habitaciones del edificio para el día siguiente seguir investigando el santuario. A media noche, cuando ya estábamos durmiendo, desperté al oír voces. Fui a ver qué pasaba y me encontré con un chico (que parecía una chica, la verdad) con pelo purpura muy entristecido hablando con la enfermera Joy. Parecía que el chico estuviera reprimiendo las lágrimas. No quise entrometerme, pero como ya estaba desvelado me acerqué a saludar.

-Buenas noches, ¿qué sucede para armar este escándalo a estas horas? –no pude resistirme y pregunté lo que sucedía ya que me daba un poco de pena el chico tan triste.
-Perdón, no quería causar molestias. –Se disculpó.
-Tranquilo, no pasa nada. –contestó la enfermera Joy. –Lo que sucede es que hace unos días le desapareció la pokéball de uno de sus mejores pokémon y lleva buscándola desde entonces, pero como tiene responsabilidades con el gimnasio del pueblo, pues solo puede buscarla por la noche.
-¡No me desapareció! ¡¡Me la robaron!! –gritó enfadado.
-Vaya, ¿y tienes alguna pista? –pregunté.
-No... Yo estaba entrenando en el Encinar cuando de repente la pokéball dónde se encontraba mi Volcarona empezó a desprender una luz verde.
-¡¿Verde?! –le corté impresionado. Recordé que cuando me encontré con Alakazam en las ruinas Alfa tenía 5 pokéballs haciendo una especie de dibujo de pentágono o estrella en el suelo, y cuando se percató de mi las levitó usando sus poderes psíquicos y brillaban de color verde.
-Sí, verde. Luego me desmayé, aun no entiendo porqué, y desperté sin mi Volcarona.
-¿Cuándo fue que sucedió esto? –Pregunté.
-Pues hará un par de semanas. –Fue antes que sucediera todo, así que posiblemente una de las pokéball que tenía Alakazam fuera el Volcarona del líder del gimnasio. –Bueno, me iré a casa a descansar, que es tarde y mañana tengo que abrir el gimnasio.
-¡Espera! –grité. –Mañana nos veremos, voy a venir a retarte. ¿Cómo te llamas?
-Antón.

La verdad es que no sé cómo me sentiría si Alakazam me hubiese robado a Ledyba cuando me lo encontré, pero entendía que Antón se sintiera tan mal. Cuando me tropecé con el poderoso pokémon, la verdad es que no le di importancia a las pokéball, y cuando hablé con Thot pensé que las intenciones de Alakazam podían ser buenas. Pero la verdad es que aquella situación me sorprendió bastante y me hizo dudar mucho. Cuando regresé a la habitación me encontré con Thot despierto, así que le conté lo sucedido. El también se sorprendió, la verdad es que era raro que el pokémon ligado a los humanos robara otros pokémon, ¿para qué? Era algo a lo que no podíamos darle ninguna respuesta hasta encontrarnos de nuevo con Alakazam.

Al despertar al día siguiente recordé que en la visión dónde veía a Alakazam en el santuario del Encinar estaba oscuro, por lo tanto seguramente era de noche, así que decidí, antes de ir al gimnasio de Antón, salir a entrenar. Si hubiésemos ido al Encinar a entrenar seguro que nos habríamos puesto nerviosos pensando todo el rato en lo que podría suceder. Así que fuimos a la zona del pozo Slowpoke. Encontramos unas escaleras de cuerda que bajaban, así que junto a Thot pensamos que podría ser interesante ver qué pokémon habría allí abajo. El ambiente dentro era muy frío y húmedo. Es más, parecía una cueva helada. Thot estaba extrañado.

-No lo entiendo. Hacía años que no bajaba en este pozo, pero la verdad que cuando vine no hacía tanto frío ni mucho menos. Es más, estaba lleno de Slowpokes y ahora no veo a ninguno. Algo debe haber cambiado por aquí.
-Pues vamos a ver qué encontramos, ¿no? –dije entusiasmado, la verdad me sentía bien con ese fresquito.

Nos adentramos un poco más hasta que al final encontramos unos pokémon muy extraños para el lugar donde nos encontrábamos. Se trataba de Cubchoos. Me encantaron esos pokémon per Thot parecía preocupado.

-¡No me extraña que no haya Slowpoke! La aparición de los Cubchoos ha provocado que el clima dentro del pozo se enfríe y eso los debe haber ahuyentado. –dijo Thot.
-Vaya, pero estos pokémon parecen increíbles, creo que voy a capturar uno. ¡Sal Ledyba! Vuela a su alrededor y atrae a alguno de ellos, no es bueno que vengan todos de golpe. –Ledyba sobrevoló por encima de los Cubchoos y más de uno se quedó embobado mirándolo. Al parecer, captaron el mensaje y uno de ellos decidió combatir dejando el resto al margen. -¡Ledyba, usa puño cometa! –mi pokémon fue volando a toda velocidad hacia el pokémon hielo, pero este contraatacó usando su puño hielo, hiriendo enormemente a Ledyba y haciéndolo retroceder.
-Bruc, ten cuidado, tu Ledyba es débil a los ataques tipo hielo. –Comentó Thot.
-Lo sé... ¡Ultrapuño, Ledyba! –Ledyba cogió mucha velocidad, mientras volaba empezó a brillar. -¡¿Qué sucede?!
-¡Está evolucionando! –Thot tenía razón, Ledyba se había transformado en Ledian.
-¡¡¡PERFECTO!!! ¡¡Ledian, ultrapuño!! –Ledian era mucho más rápido que Ledyba. Se acercó volando en un segundo a Cubchoo propinándole un fuertísimo puñetazo dejándole muy mal herido. Aproveché ese momento para lanzarle una pokéball, pero no funcionó y Cubchoo se liberó. - ¡Vaya! –Cubchoo gruño desafiándome con la mirada, comprendí que quería seguir demostrando su potencial.
-¡Ánimos Bruc, ha faltado poco!
-¡Allá voy! ¡Ledian, vuelve a usar ultrapuño! –El ultrapuño de Ledian chocó con el puño hielo de Cubchoo haciéndolos retroceder a ambos e hiriéndolos bastante. Esta vez, el pokémon de hielo flaqueó y volví a tirarle una pokéball. Por fin pude capturar al pokémon. - ¡Menuda pieza me llevo!

Una vez capturado Cubchoo nos fuimos al centro pokémon de nuevo a sanar a mis pokémon para poder enfrentarme a Antón, pero al salir, Thot se me encaró.

-Bruc, espera. Antes de enfrentarte al líder déjame que te muestre a mi otro pokémon. No solo tengo a Bellsprout, y así puedes aprovechar para coger más afinidad con Cubchoo.
-Está bien Thot, vamos. ¡Sal Cubchoo!

OWO... LA COSA SE PONE HIPEREMOSIONANTE OWO... porque y para que robó a volcabrona :/? aunque pienso que tan solo lo cogio prestado, eso o que tiene intencion de liberarlo o yo que se xDDD

Siguelo pronto :/

Un buen fic., ¿es tu primero?

No, no es mi primer fic xD Bueh, aquí no se descubre nada, pero bueh, hay combates xDDD ¡Dentro capi!

Capítulo 8: Compañeros.

-Bruc, espera. Antes de enfrentarte al líder déjame que te muestre a mi otro pokémon. No solo tengo a Bellsprout, y así puedes aprovechar para coger más afinidad con Cubchoo.
-Está bien Thot, vamos. ¡Sal Cubchoo!
-¡A por él Elgyem! –de la pokéball de Thot apareció un pokémon parecido a una roca azul pero con luces de colores parpadeantes.
-Vaya, ¡cómo mola!
-Pues vas a ver su poder ¡Elgyem, usa psicorrayo!
-¡¡Esquívalo Cubchoo!! –mi pokémon dio un salto hacia atrás esquivando el rayo púrpura que chocó contra el suelo donde antes se encontraba.
-¡¡Elgyem poder oculto!!
-¡Cubchoo esquívalo otra vez! –dicho y hecho, volvió a saltar esquivando la bola energética luminosa lanzada por el pokémon de Thot.
-Está bien esquivar todos los movimientos, pero para ganar también debes herir al rival. ¡¡Elgyem, usa psicorrayo!!
-¡Cubchoo esquívalo y demuéstrame lo que sabes hacer! -Al decir eso, Cubchoo me miró, luego puso la mirada fija en Elgyem, por lo tanto no pudo esquivar el psicorrayo que le dio de lleno, luego, rabioso, saltó y se acercó al pokémon de Thot. Una vez cara a cara, pegó un gritó y pareció como si estallara Cubchoo liberando una luz blanca. Elgyem fue lanzado hacia atrás a toda velocidad y cayó en manos de Thot, quien lo agarró evitando que se diera un fuerte golpe contra el suelo. Eso evitó que se debilitara. -¡GUAU! ¿Qué ha sido eso? ¡Sigue así Cubchoo! –En eso que mi pokémon se acercó de nuevo corriendo a Elgyem, alargó sus garras y le propinó a Elgyem un montón de arañazos, debilitándolo por completo. -¡¡Ver para creer!!
-Me has dejado planchado. – Dijo Thot – El primer movimiento fue venganza, el segundo fue golpes furia. La verdad es que conseguiste una buena pieza... y yo necesito entrenar más. Derrotaste a Elgyem en tu primer combate junto a Cubchoo.
-Vaya, menuda sorpresa. –Dije acariciando la cabeza de Cubchoo, que sonreía agradecido. – Bueno, supongo estoy preparado para Antón, aunque me da un poco de pena...
-Tampoco es tu culpa, además, él debe seguir cumpliendo con sus obligaciones. Es demuestra que merece su puesto.
-No sé, por todo lo que me comentaste, me siento responsable en parte. No de los actos de Alakazam, sino de averiguar la raíz de todo esto.
-Entiendo. Bueno, anímate y adelante.

Una vez allí, delante de la puerta del gimnasio había dos chicas gemelas con un tatuaje como de telaraña en uno de sus ojos, una en el derecho y la otra en el izquierdo. Cuando se percataron de nuestras intenciones nos prohibieron entrar.

-Lo siento chicos, no podemos dejaros pasar. –dijo una de ellas.
-¿Por qué? ¿Quiénes sois?- Pregunté.
-Somos Amy y May, compañeras de Antón. Últimamente está pasando por unos momentos muy duros y queremos evitarle la carga de combates absurdos para no causarle más cansancio. –dijo la otra.
-Lo entiendo, ¿entonces qué proponéis?
-Un combate doble. –dijo la primera de nuevo. –Como sois dos os vamos a permitir combatir juntos. -En ese momento nos miramos Thot y yo. Podría ser un combate muy interesante, aunque nunca antes habíamos peleado juntos. Los dos sonreímos y agarramos una de nuestras pokéball.
- ¡Adelante Bellsprout!/¡Sal Squirtle! –gritamos liberando a nuestros pokémon.
- ¡A por ellos Skorupi/Joltik! –gritaron ellas al unísono.
- ¡Skorupi usa carga tóxica contra Bellsprout!
- ¡Joltik usa electrotela contra Squirtle!
- ¡Bellsprout, ayúdate a esquivarlo con látigo cepa y luego usa desarrollo!
- ¡Squirtle, esquívalo con giro rápido y golpea a Joltik!

El Skorupi lanzó una onda mal oliente que iba directa a Bellsprout. Este, para esquivarla, dio un salto hacia arriba con la ayuda de sus látigo cepas como su fueran mollas. Una vez reposado en el suelo de nuevo usó su movimiento desarrollo, que provocó que aumentara de tamaño. Por otro lado, Joltik lanzó una telaraña cargada de electricidad hacia Squirtle. Squirtle se escondió en su caparazón y empezó a girar para esquivar el movimiento eléctrico. Lo consiguió pasando por uno de los orificios de la tela y consiguió golpear a Joltik, pero no fue muy efectivo.

-¡¡Skorupi, pin misil a Squirtle!!
-¡¡Joltik, electrotela a Squirtle otra vez!!
-¡¡Bellsprout usa desarrollo otra vez!!
-¡¡Squirtle, huye con giro rápido!!

Squirtle no pudo esquivar del todo bien la electrotela, provocando que se moviera más lentamente. Por ese motivo no pudo esquivar el pin misil de Skorupi provocándole ciertos daños, no demasiados ya que gracias al caparazón y al giro ***** repeler ciertos golpes. Mientras Bellsprout continuaba aumentando de tamaño.

-¡Skorupi, Bellsprout parece un problema, usa picadura!
-¡Joltik, tu sigue con electrotela contra Squirtle!
-¡¡Bellsprout, látigo cepa para alejar a Skorupi!!
-¡Pistola agua Squirtle, contra Joltik e intenta parar el electrotela!

Skorupi se abalanzó a toda velocidad contra Bellsprout, pero antes que pudiera realizar su ataque, el pokémon de Thot usó sus látigos cepa para empujar y golpear al Skorupi provocando que no pudiera realizar su ataque y causándole algún daño. Squirtle usó pistola de agua para intentar parar el ataque eléctrico de Joltik, pero no funcionió, al contrario. La electricidad penetró en el chorro de agua llegando a electrificar a Squirtle, el cual también recibió el golpe directo del electrotela. Eso le provocó daños críticos dejándolo muy mal herido.

-Bruc, ten cuidado, ese Joltik es un problema para tu Squirtle, yo me encargo de él. Tú esquiva sus ataques y si puedes golpea a Skorupi. –Me dijo Thot. - ¡¡Bellsprout, agarra a Joltik con tu látigo cepa e inmovilízalo!!
-¡Ok! ¡¡Squirtle, giro rápido y dirígete a Skorupi!!
-¡¡Skorupi, usa carga tóxica contra Bellsprout!!
-¡¡Joltik, usa electrotela contra Squirtle!!

Bellsprout agarró a Joltik con el látigo cepa, pero eso no le impidió usar antes su electrotela. Como la velocidad de Squirtle se vio afectada por los ataques anteriores no pudo esquivar al ataque, y antes que alcanzara a Skorupi cayó debilitado al suelo. Como Bellsprout estaba ocupado con Joltik, no pudo evitar el ataque de Skorupi, pero no fue demasiado efectivo.

-¡¡¡NOOOO SQUIRTLE!!!
-Tranquilo Bruc, yo me encargo. ¡¡Bellsprout, repetición a Joltik y úsalo de escudo para los ataques de Skorupi!!
-¡¡Skorupi, pin misil!!
-¡¡Joltik usa onda trueno!!

Bellsprout quedó paralizado por el movimiento de Joltik, pero pudo dañarlo bastante y protegerse del golpe de Skorupi con el cuerpo del bicho.

-¡¡Bellsprout, lanza a Joltik contra Skorupi!!
-¡¡¡¡¡Skorupi esquiva el movimiento y acaba con picadura!!!!!
-¡¡Joltik usa picadura también!!

A Bellsprout le costó reaccionar, así que Skorupi pudo avanzar. Joltik, en cambio, estaba agarrado por el látigo cepa y no pudo realizar su movimiento. Cuando Skorupi estuvo cerca, Bellsprout pudo lanzar a Joltik contra él dándole un buen golpe y debilitando al pokémon bicho eléctrico.

-¡¡¡Bellsprout somnífero!!!

El movimiento sorpresa pilló desprevenida a la entrenadora de Skorupi impidiéndole reaccionar. Así que Skorupi quedó dormido ante los ataques de Bellsprout.

-¡Acabemos con esto! ¡¡Bellsprout, repetición!! – finalmente Bellsprout agarró a Skorupi estrujándolo, le costó realizar los movimientos, pero que Skorupi estuviera dormido le facilitó la victoria. Skorupi cayó debilitado. – Y se acabó.
-Bien hecho Thot.
-Bueno chicos, podéis enfrentaros a Antón. Entrad.

Cuando nos dispusimos a entrar, el Bellsprout de Thot empezó a brillar.

a_a sorry por la tardanza en contestar, no pude hacerlo antes por culpa de internet anoche.

PEro bueh, fue un gran capi, aunque si Bruc quiere luchar vs anton mas le vale que se aplique el cuento que lo lleva crudo xDDDD. Aunque supongo que don osito polar se encargara de PEtarle xD

Siguelo :D

Bueh, han pasado varios días desde que no publicaba un capítulo. Pero aquí viene, cargadito y calentito jojojo!!! ¡Dentro capi!

Capítulo 9: La noche de la derrota.

Cuando nos dispusimos a entrar, el Bellsprout de Thot empezó a brillar. Todos nos quedamos mirando alucinados como Bellsprout evolucionaba a Weepinbell. Thot tardó segundos en colocarse delante de su pokémon recién evolucionado y darle un abrazo.

-¡Genial Thot y Weepinbell! – dije entusiasmado.

Luego entramos en el gimnasio y nos encontramos con Antón, el líder. Se lo veía distraído y cabizbajo. Al acercarme alzó la vista hasta que nuestras miradas se cruzaron. Se levantó y con un gesto nos indicó donde debía colocarme para librar el combate. Él se situó en frente y vino un hombre que haría de árbitro.

-El combate será de dos contra dos. Al líder no se le está permitido cambiar de pokémon en medio del combate. ¡Adelante! –Dijo el árbitro.
-Como ya sabes no dispongo de mi pokémon más fuerte, pero voy a demostrarte que todos los bichos tienen mucho potencial. –Comentó Antón.
-No lo pongo en duda. ¡Sal Cubchoo! –Grité.
-¡¡Adelante Volbeat!!
-¿Un Volbeat? –Dijo extrañado Thot al ver al pokémon que usó el líder. –Bruc, creo que te están menospreciando.
-¿Es así Antón?
-No deberíais juzgar un pokémon por su apariencia. Ahora os demostraré de qué es capaz. ¡Volbeat usa ráfaga! – la cola de Volbeat empezó a brillar muchísimo.
-¡Cubchoo usa puño hielo! –Mi pokémon se abalanzó muy rápidamente hacia Volbeat y le propinó tal golpe que lo lanzó unos metros hacia atrás. - ¡Cubchoo, repite otra vez el puño hielo!
-¡¡Volbeat, usa doble rayo!!

Mientras Cubchoo corría con el puño congelado hacia Volbeat, este lanzó un rayo mezcla de rojo y azul luminoso. Ese rayo de luz era tan grande que Cubchoo pareció desaparecer en medio de los colores. Cuando cesó, Cubchoo estaba en el suelo debilitado.

-¿Quién menosprecia a quién? –Dijo Antón sin siquiera sonreír.
-Vaya... menudo poder. –Reconoció Thot.
-¡No Cubchoo! ¡Maldita sea! ¡Venga a tu compañero, Ledian! ¡Ultapuñoooo! –Nada más aparecer, Ledian se movió tan rápido que se colocó en frente de Volbeat y le dio un puñetazo que le hizo retroceder.
-¡Volbeat usa doble rayo!
-¡Ledian, puño cometa! –Cuando Volbeat lanzó el rayo, Ledian voló a su alrededor esquivando así un ataque que podría ser muy doloroso. Cuando logró alcanzar al rival, le propinó tales golpes que terminaron debilitando al pokémon de Antón. - ¡Bien! – exclamé.
-¡Bien hecho Bruc! – animó Thot.
-Bueno, no pasa nada, ahora firmaremos tu derrota. ¡Sal Venomoth! –Antón liberó a su otro pokémon, parecía muy experimentado. – ¡Usa danza aleteo! – Su pokémon empezó a bailar con un bonito aleteo que cada vez era más rápido. - ¡Ahora usa viento plata!
-¡Esquívalo, Ledian! ¡Usa puño cometa! – Ledian pudo esquivar por los pelos la ráfaga de viento plateado y consiguió acercarse hasta Venomoth y propinarle algunos puñetazos.
-¡Venomoth, usa danza aleteo para alejarte de Ledian! – Con la bonita danza, Venomoth consiguió alegarse de forma muy rápida.
-¡¡Ledian, ultrapuño!!
-¡Venomoth, tornado! – Cuando Ledian estaba casi encima de Venomoth, este lo lanzó hasta la pared del gimnasio con el aire producido por su ataque produciéndole muchísimos daños. A duras penas, Ledian consiguió moverse de nuevo. - ¡Venomoth, acaba con Ledian! ¡Usa viento plata!
-¡Ledian, usa ultrapuño para esquivarlo e intenta golpear a Venomoth! – Ledian colocó sus patas traseras en la pared para darse impulsó y saltó con el puño hacia adelante para poder parar el viento generado por Venomoth, de esta forma consiguió avanzar hasta poder golpear a Venomoth, pero sin producirle grandes daños. -¡Ahora puño cometa!
-¡Venomoth, usa anulación! –De repente, Ledian dejó de pegar puñetazos a Venomoth quedándose quieto en frente de Venomoth.
-¡No, Ledian! ¡Reacciona! –Grité.
-¡¡Tornado!! –El fuerte aire producido por Venomoth encastó, de nuevo, a Ledian en la pared, dejándole debilitado al instante.
-¡Ledian está fuera de combate, Antón gana! –Anunció el árbitro.
-¡¡No!! – grité. Había perdido. Me sentí fatal al no poder conseguir la medalla.
-No pasa nada, otra vez será. –Me dijo Antón.
-Ya, pero no sé, sentía que era capaz de conseguirlo... Me siento decepcionado.
-Comprendo, pero en este mundo hay muchos problemas peores que perder un combate.

Cuando Antón dijo aquellas palabras, me vino a la mente de nuevo el robo de su pokémon, me vino la intriga de saber qué había pasado y porqué Alakazam habría hecho algo así. Con ese pensamiento se me marchó el malestar por la derrota y me vino una especie de taquicardia provocada por el nerviosismo que me producía pensar en Alakazam.

Junto a Thot regresamos al centro pokémon a descansar. Nos quedamos todo el día allí, descansando, sin hablar demasiado. Los dos estábamos un poco nerviosos. Pronto se haría de noche e iríamos al santuario del Encinar.

Cuando llegó el atardecer salimos del centro pokémon y nos adentramos en el encinar. Estaba empezando a oscurecer, pero todavía quedaba luz penetrando entre las hojas de los árboles para poder ver. Llegamos hasta el santuario y allí nos encontramos con un hombre extraño, que llevaba gafas que parecían de infrarrojos observando a en todas direcciones.

-¡Diablos! –Comentó al vernos y empezó a correr hasta que lo perdimos de vista.
-¡No puede ser! ¡Es el tipo que nos atacó dentro de la cueva Unión! –exclamó Thot. –Voy a seguirle Bruc, tú quédate aquí por si aparece Alakazam. Nos encontraremos en el centro pokémon. –Y se largó.

Estuve esperando hasta que oscureció por completo, pero allí no ocurría nada. Estaba apoyado en un árbol y mis párpados pesaban y bajaban de vez en cuando. Mi cabeza cayó hacia mi derecha dándome un tirón en el cuello. “No debe ser hoy” pensé, así que me levanté y fui al centro pokémon. Podría ser que Thot ya hubiese llegado. Entré en la habitación y no, Thot aún no estaba, pero me acosté igual.

En medio de la noche desperté. Tenía una pokéball abierta en la mano. ¡La pokéball de Ledian! ¿Había escapado? Me levanté y miré por la ventana para saber si estaba fuera. No estaba, pero había algo extraño. Había una especie de niebla brillante fuera, así que salí. El cielo era muy claro para ser de noche gracias a la luz de todas las estrellas. Me di cuenta que no era niebla, era como arena o polvo que reflejaba la luz de las estrellas e iban en una dirección. La voz con la que había soñado algunas veces penetró en mi mente para decirme “Síguelo”. Seguí asustado y a paso lento y precavido los polvos de luz. Llegué hasta la entrada del encinar y allí estaba Ledian, como hipnotizado. ¡¡Era un dejavu!! ¡Esto lo había soñado antes! Acaricié a Ledian y lo regresé a su pokéball. Me adentré hasta alcanzar el santuario. Las estrellas ya no brillaban y apareció la luz verde de Alakazam. De repente volví a escuchar la voz. “Bruc...” murmuraba algo, pero la escuchaba lejos y no la entendía. De repente, Alakazam apareció ante mí penetrando su mirada en la mía.

:OOOOOOOOOOOOOOOOOOO... Ya tengo ganas de saber que hara ... Y sobre todo me preocupa el gafotas ¬¬, haber que es lo que trama, espero el siguiente con ansias, sigue asi aki =D

Mirad que rápido!!! ya hago como bad! 1xdia! xDDD Bueh, las cosas se tuercen jujuju ¡Dentro capi!

Capítulo 10: Problemas en el Encinar.

Estábamos Alakazam y yo mirándonos fijamente a los ojos. “Bruc, nos volvemos a encontrar” me dijo la voz con la que había soñado anteriores veces y que me había dicho “Síguelo” momentos antes. ¿Era Alakazam el que estaba hablándome? ¿Pero cómo?

-¿Eres tú quien me habla? – Pregunté.
-Así es.
-¡Alakazam! –Me armé de valor para expresarle todas mis dudas, ya que la última vez que lo vi estaba tan asustado que no podía expresar nada. - ¿Qué es lo que pretendes? Cuando nos encontramos en las Ruinas Alfa me dijiste que no querías involucrarme, pero a la vez dijiste que me necesitabas, ¿Para qué? Además, ¿por qué robaste al Volcarona de Antón, el líder del gimnasio? Y tampoco entiendo cómo puedes mandarme mensajes telepáticamente, ¿por qué no lo hiciste cuando nos encontramos la primera vez?
-Tranquilo, las respuestas ya vendrán. La otra vez no pude comunicarme contigo telepáticamente porque el miedo te bloqueó el cerebro y tuve que usar mis poderes para controlar a los Unown para poder mandarte mi mensaje.
-¿Pero qué es lo que pretendes?
-Proteger.
-¿A qué? ¿A quién?
-A ti, a mí, a todos los que quieren la paz y a los pokémon. Estamos en una mala época. Los humanos han descubierto ciertos secretos con los que pueden hacer mucho daño al entorno que nos rodea. Yo estoy aquí para evitarlo.
-¿Cómo, haciendo daño a personas inocentes robando sus pokémon?
-Fue necesario. Yo solo no puedo protegerlo todo. Necesito la ayuda de estos cinco pokémon y tu poder. –No me había dado cuenta, pero a su alrededor había cinco pokéballs que giraban teniendo como eje de rotación a Alakazam.
-¿Cómo pretendes protegerlo todo?
-Invocando a Arceus. –Me sorprendí muchísimo, Arceus, el creador del mundo y dios de los pokémon. – Sus tablas están en poder de los humanos que conocen los secretos que debo proteger, así que voy a invocarlo tal y como estaba escrito en las paredes de Ruinas Alfa. Y allí estaba tu figura escrita. Necesito de tu poder interior.
-¿Qué poder?
-Ya lo descubrirás.
-¿Cómo que ya lo descubriré?
-Estás avanzando mucho. Más información podría sobrepasarte.
-¡No, necesito que me cuentes todo!
-Adiós. –De repente Alakazam desprendió muchísima luz verde y su mirada se volvió blanca.

Desperté que ya era de día, con la espalda apoyada en el santuario del encinar. Notaba un peso en mis muslos. ¡NO PODÍA SER CIERTO! En mis piernas reposaba Celebi, el pokémon legendario. Estaba inconsciente con cara de sufrimiento. Asustado, lo agarré en brazos y me levanté. Miré a mí alrededor y los árboles cercanos estaban sin hojas, con el tronco oscurecido, ¡estaban muertos! ¿Qué demonios había hecho Alakazam para dejar así a Celebi? Lo agarre bien fuerte y salí corriendo hacia el centro pokémon. Al llegar le entregué el pokémon legendario a la enfermera Joy, que preocupada se lo llevó enseguida en la sala de curas intensivas.

Fui a la habitación para contarle a Thot lo sucedido, pero no estaba. Regresé al vestíbulo del centro pokémon y vi como entraba un señor mayor con bata de científico corriendo.

-¿Dónde está Joy?
-En la sala de curas intensivas. – Al saberlo salió corriendo hacia allí.

Miré a fuera por la puerta de cristal del centro pokémon y delante había un helicóptero que aún le giraban las aspas. ¿Habría venido ese científico con el helicóptero? De repente salió Joy de la sala donde se había llevado a Celebi, fue hacia un grifo a beber agua muy rápidamente. Estaba sudada y tenía cara de preocupación. Me acerqué a ella.

-¡Joy! ¿Cómo se encuentra Celebi? –Pregunté preocupado.
-Ha empeorado, parece tener muchísimo dolor y junto al profesor Elm no podemos despertarlo. –Dijo muy alborotada.
-¿En serio? Todo por culpa de Alakazam...
-¿Sabes que le pasó? Entra conmigo y nos lo cuentas.

Entramos juntos en la sala de curas intensivas y allí estaba Elm escribiendo en un ordenador y Celebi tumbado en una camilla con los ojos cerrados, con convulsiones. En un instante empezó a brillar de color púrpura y en eso el ordenador con el que Elm estaba escribiendo empezó a arder.

-¡Demonios, está sufriendo tanto que no puede controlar su poder ni siquiera inconsciente! –Se asustó Joy.
-Tenemos un problema, ahora no podré ponerme en contacto con mis compañeros para poder descubrir que le pasa a Celebi. –Dijo preocupado el profesor Elm.

Me acerqué a Celebi y le cogí una mano con las mías. Pareció tranquilizarse. Tanto Joy como Elm se acercaron sorprendidos con los ojos como platos. No entendían que pasaba y yo me puse nervioso. Mi corazón latía cada vez más fuerte y a la vez Celebi parecía tranquilizarse cada vez más. Llegó un punto en el que el corazón me latía tan fuerte que me costaba respirar y tuve que soltar la mano de Celebi y tumbarme al suelo. Joy enseguida me socorrió y me puso una almohada en la cabeza.

-¡Bruc! ¿Estás bien? –Dijo.

No respondí, preferí quedarme tumbado y callado. Supe lo que pasó. El poder interior del que me habló Alakazam fue lo que consiguió calmar el dolor de Celebi. Tenía que estar cerca de él para evitarle el sufrimiento. ¿Pero cómo podría despertarlo? Tendría que encontrar a Thot, posiblemente él tendría respuestas.

Cuando estuve mejor, me levanté, no me atreví a contar la historia de Alakazam cuando me preguntaron qué me había sucedido, pero Elm sospechó. No me importó, salí de la sala de curas intensivas y vi llegar a una persona cojeando. ¡¡Era Thot!! Andaba cojeando y agarrándose el hombro izquierdo con el derecho mientras le sangraba todo el brazo.

;_; nunca podré sacar mi fic. si hay tantos buenos fics que lo opacarán.

Mas intriga y me muero en serio DDDDDDDDDDDDD=... ¿Pa ke querra llamar a ? para un truco de magia? (?) Jo, esperemos que Thot este bien y no sea nada grave. Los mismo por celeborto, digo xDDDD... Siguelo aki, que esto esta que arde nunca mejor dicho (?)

Ahora las cosas van a arder aun más xD ¡Dentro capi sin diálogo!

Capítulo 11: El sueño más real.

Enseguida fui a socorrer a Thot. Sus heridas eran preocupantes y jadeaba de dolor. Casi no podía hablar. Cuando entramos de nuevo al centro pokémon lo acomodé en las butacas y allí quedó profundamente dormido, aunque mantenía en su rostro la sensación de dolor. Llamé una ambulancia para que vinieran a buscarle tan pronto como fuera posible. Aún tardarían ya que el hospital más cercano se encontraba en ciudad Trigal.

Mientras esperábamos, Joy vino a socorrerlo limpiándole la sangre y desinfectando las heridas. Pero aún así no pudo despertarlo de su sueño.

Celebi seguía en la unidad de curas intensivas. Se volvió a complicar su estado mientras Joy estaba con Thot y conmigo y Elm salió a buscarnos tan deprisa como pudo. Al entrar volvía a agarrarle la mano y se calmó de nuevo a cambio de mi taquicardia. Esta vez me lo tomé mejor y pude soportar el fuerte latido de mi corazón, pero tengo que decir que era tan fuerte que incluso podía escucharlo.

Yo sabía que era gracias al poder interior del cual me habló Alakazam que podía tranquilizar el estado de Celebi, así que cuando llegó la ambulancia, Elm y Joy ayudaron a colocar bien en la camilla a Thot. En ese momento, aproveché para entrar en la sala de curas intensivas, coger al pokémon legendario, ponerlo en la mochila y subir a la ambulancia con la excusa de acompañar a Thot. Como Elm y Joy estaban fuera no se dieron cuenta de lo que había hecho.

Una vez dentro de la ambulancia, saqué a Celebi de la mochila y lo puse en mis rodillas. Yo iba en la parte trasera, y como Thot parecía no necesitar más ayuda que la de un descanso, los ambulancieros se pusieron en la parte delantera. De esta manera no había problema de que descubrieran lo sucedido.

Cuando noté que la ambulancia frenó y las puertas delanteras se abrían y cerraban, volví a guardar a Celebi en la mochila. Bajaron con cuidado a Thot en su camilla y entraron en el hospital rápidamente pero con precaución suficiente para no causar grandes temblores en el paciente. Una vez Thot estuvo vendado lo ingresaron en una habitación a esperar que despertara para comentarle cual era el diagnóstico. Una vez allí, yo esperé junto a él y puse el Celebi en una butaca para que descansara también. Me senté a su lado y me dormí.

Soñé. En ese sueño estaba presenciando un combate extraordinario entre dos pokémon muy poderosos. Alakazam y Celebi se encontraban en un bosque oscuro. Todo empezó con Alakazam brillando con su luz verde muy concentrado encima de un santuario. Parecía como si mandara mensajes a los árboles telepáticamente hasta que apareció una luz de la que salió Celebi. Se miraron fijamente durante bastante rato hasta que Celebi creó esferas que parecían rocas brillando con luz propia y las mandó directamente a Alakazam, el cual creó una pantalla de luz que paró todas las esferas. Luego Celebi empezó a brillar con luz púrpura y esa luz se propagó hasta el punto que casi alcanza a Alakazam, pero este también empezó a brillar muy intensamente de color verde e también propagó su luz. Ambos pokémon cerraron los ojos y la acción cambió. Era una lucha telepática que se reflejaba con las luces. Una quería mezclarse con la otra hasta que la luz púrpura se dividió en muchos chorros alcanzando a Alakazam el cual parecía sentir mucho dolor. Pero de repente abrió los ojos y desapareció. Celebi confuso abrió los ojos y cuando quiso darse cuenta Alakazam estaba detrás de sí con una esfera oscura la cual lanzó impactando con el pokémon legendario. Celebi reaccionó y levantó todas las hojas que había en el suelo del bosque (millones), lanzándolas a chorro contra Alakazam. Este en un primer momento quiso pararlas con sus movimientos psíquicos, pero al ver que no podía controlar a más que unas pocas, decidió crear su muro de luz. Este se rompió en seguida y no tuvo más remedio que irse teletransportándose de un lado a otro. Pero el poder de Celebi era tan grande que conseguí alcanzarlo todo el rato con su chorro de hojas. Finalmente el ataque le dio de lleno a Alakazam haciéndolo chocar contra un árbol. Celebi no cesaba con su ataque y seguía con él todo el rato. Pero sin darse cuenta, de repente Alakazam, muy agotado, estaba en su espalda y le mandó otra vez sus bolas de energía oscura. Al parecer, en medio del ataque había podido usar teletransporte y situarse en un lugar estratégico para poder atacar al pokémon legendario produciéndole grandes daños. Los ataques continuados hicieron caer al suelo a Celebi muy adolorido, pero aún con fuerza para lanzar sus esferas de luz que parecían rocas. Esta vez Si dieron de lleno a Alakazam y Celebi pareció aliviado y con mejor forma. Ambos usaron de nuevo sus luces y Celebi lo tuvo bastante más fácil esta vez y de repente Alakazam volvió a desaparecer. En el suelo apareció una pokéball brillando de color verde y de ella salió un Volcarona brillando del mismo color que la pokéball. Celebi sorprendido mandó su luz hacia él. Volcarona la esquivo danzando y mientras danzaba empezó a desprender fuego que fue directo hacia Celebi y este quedó muy herido. Intentó reaccionar pero estaba inmóvil y brillando con luz verde. Alakazam lo había alcanzado y con sus poderes consiguió extraerle algo inteligible de su interior produciéndole tanto dolor en el pecho que ese dolor me traspasó a mí y desperté.

Al despertar mandé una mano directamente a mi pecho y, sin abrir aún los ojos, noté una mano cálida que estaba en contacto con mi cuerpo. Al abrir los ojos vi a Celebi despierto. De repente comprendí lo sucedido. Él me había transmitido lo sucedido en el Encinar junto a Alakazam mientras yo estaba inconsciente. Luego Celebi voló hasta la cama de Thot, le puso las manos en el pecho, brilló de un color morado pero claro, envolvió con la luz a Thot y sus heridas empezaron a curarse. De repente, Celebi cayó inconsciente y Thot despertó, librando una lucha con sus párpados para poder levantarlos.

not bad, me ha gustado zizi... Y ahora sabemos, que se aburria de ser pokemon y decidio ser ademas entrenador (?) not bad la pelea que tuvieron celeborto y el bigotes (?) xDDDDDDDDDD sigue asi aki ^^