6:Un encuentro... inesperado
Clive iba cruzando el valle de Endoh, camino a Cocona. Iba tranquilo, observando las nubes pasar, y su paso era más bien relajado. Hasta que a sus espaldas oyó un crujido.
-¿Quién anda ahí?...
No hubo respuesta, por lo que continuó su camino. Pero seguía notando una presencia a sus espaldas. Entonces, se le ocurrió una idea. Hubo un cruce entre caminos, y el giró y rápidamente se escondió en un matorral. Si alguien le estaba siguiendo, tomaría el mismo camino. Pero al parecer no apareció nadie…
-Bueno, imaginaciones mías supongo.
De repente, una cuchilla salió ante su cara. Se encontró cara a cara con un individuo enmascarado.
-Un asaltante… ¿Tan mal de trabajo estas?
Sin previo aviso, el individuo agitó su cuchilla hacia el frente. Por suerte, clive supo pararlo, pero por desgracia, la cuchilla es más ligera y más fácil de maniobrar, por lo que el individuo giró sobre sí mismo, rozando a Clive.
-Vaya, no es un asaltante corriente… Aunque…
El asaltante no le dio tiempo a pensar, debido a que ya estaba corriendo hacia él. Hizo una estocada hacia el frente, pero Clive supo esquivarlo lateralmente y rozar a su oponente.
-No está mal, nada mal.
El difícil adversario se abalanzó de frente, a lo que Clive imitó. Sus espadas chocaron, pero por suerte la espada rota tiene mucha más fuerza, por lo que Clive pudo empujar a su adversario al suelo, y poner su espada sobre su cuello.
-Ahora, muéstrate.
-Tan hábil como siempre, ¿eh Clive?
El individuo se quitó la máscara. Lo que Clive vio le sorprendió de gran manera.
-Oh,
Ana. Eres tú. Ya decía que tus movimientos me eran familiares.
-Por algo practicábamos juntos, ¿no?
En eso tenía razón. Clive no entrenaba con Charles, ya que sabía que sería fácil al no usar un arma. Recurrió a su vieja amiga Ana.
-Y… ¿qué te cuentas?
-No encontré trabajo, no tuve tanta suerte como tú. Como tenía tales habilidades, pensé en ser asaltante. Eso sí, no les robo todo, solo un poco.
-Eso… es raro. A Charles y a mí nos dieron trabajo, mientras que nos graduamos después de ti. ¿Cómo es eso posible?
-No sé. ¿Coincidencia?
-No se… bueno, voy a Cocona, me ha alegrado volver a verte.
-Y a mí, si necesitas algo ya sabes dónde encontrarme.
Se despidieron, y Clive continuó su ruta.
*Mientras…*
Charles se despertó. Estaba en una habitación llena de alta tecnología, que ni él conocía. Ahí vio a su jefe.
-¡Jefe, por favor, sáqueme de aquí!
-¿Crees que después de los problemas que he tenido para cojerte te soltaré?
-Pero… ¿por qué hace esto?
-Obvio. Por poder, un bien que me hará invencible.
-¡Se lo ruego, suélteme!
Charles intentó lanzar un hechizo para soltarse, pero fue inútil.
-Esas cadenas están a prueba de magia. Es inútil.
-¿Cuándo me soltará, jefe?
-Nunca. Por cierto, no soy tu jefe. Solo buscaba a un mago, y ya lo tengo. Puedes llamarme
Connor.
*Continuará*