Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

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>-Meowth-<
Dejando seco a Plubio
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Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

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~ Las Cinco Estrellas de la Oscuridad ~
>-Meowth-< © 2007 - 2011


Aquellos que recuerden mi persona pensarán que Meowth se ha vuelto loca publicando dos veces el mismo FanFic [?] =D Bueno, chiflada sí que estoy, pero no en este caso xDU En otros, puede ser [?] >D

Durante mi ausencia seguí trabajando, por supuesto, en esta historia; han sido dos años, y en ese período de tiempo he aprovechado para mejorar mis, hasta tal momento, previos capítulos llenos de infantilería y poca práctica de mis doce y trece años =D Así pues, esto no es dar la vara con la misma historia por segunda vez (al menos, yo no lo entiendo así; si la estoy pifiando prefiero saberlo [?] xDU), sino que quisiera compartir con vosotros mi progreso literario con respecto a esta historia, si es que lo ha habido =D Ojalá que así sea, porque de no serlo estoy quedando a la altura del betún [?] xDU xDU xDU

Pues bien, sé que mucha gente torcerá el morro respecto a los planteamientos expuestos en esta historia, pero para explicarme, hace años me documenté a fondo sobre lo que escribo durante todo el verano y todavía hoy lo hago, así que creo que no me invento nada fuera de lo que es cánon en el animé de Pokémon xDU Efectivamente, esta historia está basada en el animé, por lo que supongo que arriesgo mucho con ella... =DU

Pero bueno, mejor lo dejo ya estar, que os aburro xDU

Sin más dilación, presento, una vez más, la primera parte de mis Crónicas de la Oscuridad... ¡Las Cinco Estrellas de la Oscuridad! *w*

Reloaded, como Matrix [?] xDU


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~ Prólogo ~

Hay una pregunta a la que nadie sabe contestar con certeza. O, mejor dicho, todo el mundo cree que sabe contestarla con certeza, pero en realidad se equivocan. Y no es sólo una persona. Casi me atrevería a decir que todos los humanos coincidirían en su opinión.
Pienso que los humanos son demasiado obtusos, demasiado cerrados, a algunas reflexiones. Por eso no me gusta mucho tratar con ellos, sólo lo hago cuando no me queda más remedio. Afortunadamente, eso no suele suceder muy a menudo.
Sea como fuere, eso no es algo que os interese a vosotros, los humanos. La pregunta en cuestión es la siguiente: a la hora de la verdad, ¿quiénes son los verdaderos héroes?
Sin duda estarás pensando que los héroes son personas altruistas, valerosas, capaces de dar su vida por los demás sin pedir nada a cambio, sin rendirse jamás por mal que vayan las cosas y con un alto sentido moral. Y si no lo estás pensando, enhorabuena. Porque estarías demostrando que puedes ver más allá de los convencionalismos sociales humanos. A los Pokémon nos empiezan a afectar últimamente, por lo que si eres un Pokémon y estás leyendo esto, plantéate si te estás volviendo un poco humano a raíz de mi reflexión.
Pues bien, los héroes no son lo que piensas. El concepto de héroe está distorsionado en la actualidad; si me preguntas a mí, te diré que, si un héroe aúna todas las condiciones que he citado antes, entonces afirmaré que un héroe es alguien que tiene miedo a huir. Eso no es un héroe, eso es un suicida. Y, si el destino del planeta Celesta, nuestro hogar ancestral, hubiese dependido de personas como ésas, ahora estaríamos todos criando malvas.
No tengo por costumbre expresarme tan directamente. Pero si me pusiera a filosofar y a exponer mis opiniones con la retórica que me caracteriza, dejarías de leer lo que vas a leer.
Y eso sería una lástima, porque esta historia que voy a contar es muy especial...
Los héroes de este relato, aquellos que nos salvaron de una catástrofe sin precedentes, no eran precisamente altruistas, generosos, bondadosos y todas esas virtudes. De hecho, vendrían a ser todo lo contrario. Nadie hubiera dicho de ellos que podían erigirse en salvadores de nuestro planeta. Y yo diría que es precisamente eso lo que le da el valor que tiene a esta historia. El hecho de que todo aquel que la lee pueda sentirse identificado con alguna de aquellas criaturas, pues eran tan normales como el que más.
Emocionalmente hablando, claro. Dentro de ellos había mucho más de lo que podéis imaginar, y mucho más de lo que nosotros imaginamos en su día.
No fueron héroes por realizar hazañas sobrehumanas y salvar a todo aquel que encontraban en apuros. Hicieron lo que su conciencia les dictó a cada momento, sin importarles lo que pensaran o dijeran de sus acciones. Cuando tuvieron que luchar, lo hicieron; cuando debieron huir para salvar sus vidas, lo hicieron. Fueron héroes porque vivieron para contarlo, y por eso y no por sus obras durante el conflicto fueron recordados, y lo serán por siempre.
Yo me vi implicado directamente en aquello. Y por ese motivo puedo narrar con algo más de detalle lo que sucedió entonces.
Ahora, si he conseguido captar tu atención, procederé a contarte lo que les aconteció a cinco jóvenes criaturas y lo que tuvieron que pasar para protegerse de las calamidades que les acecharon largamente.
Ésta es la historia de tres humanos y dos Pokémon que nos rescataron de lo que parecía un inamovible futuro de miseria y desolación.
En un tiempo en el que las sombras comenzaban a abatirse una vez más sobre Celesta y amenazaban con destruirlo todo...
Cinco estrellas aparecieron súbitamente en la oscuridad, iluminándonos con su radiante luz en medio de la noche.


- - INTRODUCCIóN - -

Muchos de nosotros conocemos a Ash Ketchum, un entrenador Pokémon de Pueblo Paleta, en la región Kanto. Junto a su Pokémon y amigo Pikachu, Ash ha viajado por muchos lugares distintos durante cuatro años, acompañado de diversos amigos. Ahora viaja por la región de Sinnoh junto a una aspirante a coordinadora Pokémon llamada Maya, y a Brock, criador Pokémon.
Pero no son los únicos que viajan por allí. Muy cerca, pero a la vez en la distancia, les siguen tres conocidos personajes...
Jessie, James y Meowth, los tres miembros más jóvenes del Team Rocket.
Llevan cuatro años siguiendo incansablemente a Ash y sus amigos, a quienes llaman "los mocosos", y antes era por la firme motivación de capturar a Pikachu.
Pero las cosas han cambiado. Ahora les siguen porque saben que allá donde van hay Pokémon raros para presentárselos al jefe del Team Rocket, a pesar de que nunca atrapan ninguno. Sin embargo, aunque ésa es la excusa que más emplean, hay razones propias que, quizá, algún día averigüemos.
Aunque teóricamente su trabajo es ser malos y crear problemas, no lo consiguen. ¿Por qué motivo? Ellos no son ni buenos ni malos, no se decantan ni por el blanco ni por el negro. Esto, por supuesto, les permite no tomar partido. Hasta les tomaron cierto cariño a "los mocosos".
Esta historia trata sobre ellos, una historia que les convirtió en una secreta leyenda en Celesta, el mundo Pokémon.
Vivieron en Sinnoh una gran aventura, donde fueron los auténticos protagonistas...


Capítulo I: Una tormenta Leonorífica

-¡¡El Team Rocket despega de nuevo!!
Nuestra historia comienza con la conocida frase del trío del Team Rocket, en una zona cercana a Ciudad Vetusta, al norte de la escarpada región de Sinnoh, desde la cual "volaron" literalmente a causa de la explosión de su muy explotado globo. Los tres amigos cayeron lejos de allí junto a sus Pokémon, y después de quedarse tirados en el suelo cubierto de césped mascullando maldiciones por lo bajo, más resignados que enfadados, se incorporaron con relativa agilidad a pesar de las magulladuras sufridas por el poco delicado aterrizaje.
Esto, no obstante, no era tan extraño. Después de cuatro años "despegando" casi a diario estaban ya hechos a todo tipo de golpes en general.
Jessie se dejó caer en una piedra con expresión contrariada. Era una joven alta, esbelta, pelirroja y de marcadas curvas, de rasgos angulosos y algo agresivos. Sus ojos, de color azul eléctrico, destellaban con fuerza, con energía. Su larga melena le llegaba hasta más allá de la cintura y la llevaba peinada de manera muy original, en forma de arco descendente. Vestía el uniforme del Team Rocket que había diseñado ella hacía años: una corta camiseta negra ceñida al cuerpo sobre la cual llevaba una amplia camiseta corta y blanca con la R roja, símbolo de la organización criminal, estampada en su centro; unos largos guantes negros cubrían prácticamente todo su brazo, con una minifalda blanca que le llegaba cerca de las rodillas, cubiertas por unas altísimas botas negras de grueso tacón. Su vientre quedaba al descubierto, y de sus orejas pendían dos pendientes esféricos de color verde.
-Maldita sea, ¡casi teníamos a ese Mothim! Si no fuera por la chica esa del Turtwig...
-Esa chica era una Líder de Gimnasio, ¿qué esperabas?-le contestó sensatamente Meowth, el felino Pokémon parlante de grandes ojos violetas, que se había tumbado sobre la hierba junto al tercer miembro del trío. Su compañero, James, era un joven alto y espigado, de constitución un tanto enclenque para su edad, tez pálida y rasgos afilados pero suaves. Su lacio y despuntado cabello, de un peculiar tono azulón, le llegaba hasta los hombros y le caía a ambos lados del rostro; un único mechón se le alzaba un poco y le llegaba hasta la respingona nariz cayéndole entre los ojos, de un cálido color verde esmeralda. Al igual que Jessie, iba ataviado con el uniforme del Team Rocket diseñado por él: una fina camiseta negra sobre la cual llevaba una holgada camisa blanca estampada con la R roja, unos guantes negros, unos pantalones largos blancos y unas botas negras de suela plana. En aquel momento estaba sentado sobre la hierba con expresión seria, meditativa. Tras exhalar un suspiro, sacó dos Pokéball de los bolsillos de su pantalón y devolvió a Cacnea y Carnivine, sus Pokémon, a su interior; Jessie hizo lo propio con su propio Pokémon, Seviper, un momento después.
-Ya lo sé, Meowth, pero si James no se hubiera puesto a parlotear con ella, ¡quizá nos hubiéramos podido llevar a ese Mothim!
-¡Eh! La chica me propuso intercambiar a Carnivine por un Victreebel-protestó James alzando la cabeza, saliendo de su ensimismamiento-. Era un intercambio interesante, Jess. Lo menos que podía hacer era escuchar.
Meowth soltó una risita irónica.
-¿Interesante? ¡Depende de lo que entiendas tú por interesante! Me acuerdo del Victreebel que tuviste, James. Y te llevaba con la misma manía que Cacnea y Carnivine. En ese sentido, ya tienes suficiente, ¿no te parece?
Jessie refunfuñó algo y se inclinó para examinar los restos del globo, una cesta verde de mimbre mezclada con un plástico destrozado con la forma del rostro de Meowth, con aire crítico.
-Ahora hay que volver a montar esto... ¡Y encima el seguro del Team Rocket sólo cubre esos helicópteros tan cutres que llevan los ejecutivos!
-A veces me pregunto si no nos habremos empecinado demasiado con los mocosos-comentó James con aire alicaído, reflexionando más para sí que para sus amigos-. Quiero decir que nunca logramos progresar lo más mínimo, ni siquiera cuando nos centramos en otros Pokémon.
-Sí, pero es que ya son nuestros mocosos-se rió Meowth-. ¿Te imaginas que atraparan a Pikachu otros Rocket como Cassidy y Hutch? ¿Te daría gusto?
Jessie, que estaba examinando las juntas del maltrecho globo, se volvió bruscamente hacia Meowth echando chispas al oír el nombre de Cassidy, su más acérrima rival, a la cual no soportaba.
-¡¡No bromees con eso, Meowth!!-le gritó a dos centímetros de la cara, con lo que el Pokémon parlante se echó a temblar como un flan-¡¡No me imagino en tal ridículo delante de Cassidy!!
-Ay, ay, ay... -gimió él, que ya se veía venir un buen tortazo.
-Eh... No es que quiera interrumpir vuestro intercambio de opiniones, pero... -intervino James con timidez. Sus compañeros se volvieron hacia él casi al mismo tiempo-Se acerca una tormenta. Y parece muy fuerte.
Un fuerte trueno retumbó, respaldando accidentalmente las palabras del joven.
Jessie y Meowth alzaron la cabeza a la vez para observar por sí mismos la densa masa de nubes violáceas que se acercaba a gran velocidad hacia el Bosque Vetusto.
-Ondia... ¡Pues es verdad!-exclamó Meowth, alarmado-¡Es una tormenta de agárrate y no te menees!
-¿Eso son... nubes moradas? ¿Acaso existen? Yo nunca había visto nubes moradas.-comentó Jessie, que había enarcado una ceja con extrañeza. Tan ensimismada estaba ante aquel misterio que ni se percató del movimiento de algo parecido a un relámpago beige que pasó por su lado.
-¿Y eso es un problema, Jess?-repuso James riendo por lo bajo, burlón-Saber o ver no tiene que ver con existir. El hecho de que no hayas visto ninguna no quiere decir para nada que no existan.
-Ahórrate tus filosofadas, ¿quieres?-fue la cortante respuesta de su amiga, que exhaló un suspiro de fastidio. Estaba demasiado acostumbrada a las dispares y generalmente inoportunas reflexiones de James, pero no tenía intención de escucharlas en aquel preciso instante.
-¡Ajá! ¡Lo tengo!-exclamó Meowth con voz triunfal, sosteniendo un paraguas azul rematado por esferas de goma gris en la punta de cada varilla; a juzgar por el desastre que le rodeaba, había estado rebuscando frenéticamente entre los restos del globo-¡Aquí está el paraguas pararrayos! ¡Vosotros os freiréis y yo no!
Se oyó un fuerte golpe: Jessie se había abalanzado sobre él y le atizaba para apoderarse del paraguas mientras Meowth se defendía a paraguazo limpio, enzarzados en una pelea por ver quién se quedaba con el artefacto mientras James sacudía la cabeza con resignación (también él estaba ya acostumbrado a las discusiones entre sus dos camaradas) sin intervenir.
Entonces, sin previo aviso, un rayo morado cayó a unos veinte metros de ellos iluminando amenazadoramente el pequeño prado, deteniendo la lucha entre Jessie y Meowth y haciendo palidecer mortalmente a los tres jóvenes.
-Oh, oh... Mal fario.-dijo Meowth con voz temblorosa.
Jessie aprovechó para quitarle el paraguas de las zarpas, se levantó, corrió hacia los restos del globo y reunió frenéticamente lo justo en unas bolsas de plástico barato que había entre ellos; era la única comida de la que disponían y no estaba dispuesta a abandonarla allí, con el hambre que pasaba. Se las echó a la espalda y les gritó a sus compañeros:
-¡Vamos, hay que buscar refugio! ¡Daos prisa! ¡En marcha! ¡Ya!
Sin pararse a pensárselo un segundo más, los tres miembros del Team Rocket echaron a correr, en busca de un lugar seco. Jessie iba en cabeza, cubriéndose con el paraguas. James iba detrás, corriendo con dificultad en el barro que se iba formando. Meowth era el último, pero curiosamente, el que iba más deprisa a causa de la desesperación de estar mojándose.
En eso, un rayo violáceo, como el que antes había estado a punto de alcanzarles, se dirigió directamente hacia ellos. James retrocedió apresuradamente y Meowth gritó aterrado, pero Jessie se le encaró y puso el paraguas entre sus amigos y el rayo...
... si bien éste redujo a carbón el aparato.
-¿Pero... pero qué... ?-murmuró Jessie, atónita, soltando como si le quemara el chamuscado mango.
-Me parece que esos rayos no son exactamente eléctricos, Jess-señaló James, a pesar de que resultaba obvio-. ¡Estamos fritos!
-¡¡Ahora no, pero si no nos movemos, eso es seguro!!-gritó Meowth mientras otro rayo caía cerca de ellos.
Desprovistos de protección, los tres siguieron corriendo, evitando aquellos rayos morados con la única ayuda de su instinto de supervivencia.
De repente, Meowth oyó una especie de rugido a su espalda, y se volvió.
Y lo que vio le dejó petrificado.
Un Lugia violeta oscuro volaba por encima de ellos. Tenía las espinas de su lomo y la cola, la panza y la máscara de su rostro de dragón de color azul pastel, las puntas de sus alas eran más puntiagudas de lo normal, sus colmillos eran más largos y afilados, y sus ojos...
Sus ojos eran totalmente rojos. Sólo un aro de un rojo más tenue situaba las pupilas, y brillaban terriblemente iracundos y con un cruel regocijo.
Meowth estaba clavado en su sitio, asombrado y aterrorizado. El Lugia rugió y lanzó por su boca un potentísimo rayo de luz de la misma energía que los rayos que caían por doquier... Directamente hacia Meowth, que seguía incapaz de moverse.
Pero James había oído el rugido, y se volvió a tiempo de ver cómo el aterrador Pokémon legendario atacaba a su compañero. Sin meditar, como solía hacer, las consecuencias de su acción, echó a correr hacia su amigo y se lanzó hacia él en un desesperado intento por salvarle.
-¡¡Meowth, no!!-y le empujó fuera del alcance del ataque, quedando él en el mismo. Jessie se detuvo, y volvió sobre sus pasos a toda prisa para tratar de socorrer a sus compañeros, si bien sabía de sobra que no iba a llegar a tiempo...
Una sombra surgió de los arbustos, y empujó a James exponiéndose a ser alcanzada por el ataque del Lugia, pero cuando el rayo estaba a punto de impactar, una ágil y esbelta forma blanca saltó de los arbustos y empujó a su vez a la otra figura, y el rayo de luz impactó en el suelo sin herir a nadie.
Jessie, James y Meowth, sorprendidos, observaron atentamente a las dos figuras. Una era un Absol más esbelto de lo normal, que había erizado su abundante pelaje y bufaba al Lugia morado. La otra era una chica de aproximadamente trece años, de estatura media y rasgos algo aniñados, cuya expresión desafiante no acababa de intimidar. Tenía la piel bastante pálida, el tabique nasal más recto de lo que solía ser, y sus ojos, enmarcados por unas gafas cuadradas de color verde intenso, eran de un particular color pardo verdoso. Su media melena, de color castaño claro, estaba muy despeinada y le daba cierto aspecto rebelde. Vestía una camisa verde oscuro de cuello alto y unos holgados pantalones azules de chándal, y portaba una mochila negra que no parecía pesar demasiado a la espalda. La chica se volvió entonces para dirigirse al Absol, que seguramente sería su Pokémon:
-¡Absol, déjalo! ¡Hemos de salir de aquí!
El Pokémon Siniestro asintió, e hizo subir a su lomo a un estupefacto Meowth de alguna forma que escapó a la comprensión del trío debido a lo rápido que fue.
-¿Quién...?-empezó Jessie, atónita, pero la chica le interrumpió:
-¡Si no queréis que os parta un rayo, déjalo para otro momento y corre!
En aquel momento extremo, los tres jóvenes miembros del Team Rocket no se pararon a plantearse nada. Así que todos corrieron esquivando los rayos como bien pudieron, algunas veces por los pelos, mientras el Lugia violeta seguía destrozando el bosque a su antojo sin prestarles mayor atención. No pararon de correr como alma que lleva el diablo hasta que llegaron a una pequeña cueva ubicada entre las pequeñas colinas del Bosque Vetusto.
-¡Ah, vaya...! ¡Por poco no lo contamos!-dijo Jessie con voz ahogada nada más recuperarse un poco de su carrera. Meowth soltó una maldición al percatarse de que estaba totalmente empapado, y James se apartaba el pelo mojado del rostro con expresión tensa pese a que habían encontrado un escondite que parecía bastante seguro. Mientras tanto, la chica y su Absol vigilaban la entrada de la gruta por si el Lugia violeta aparecía en lontananza.
-¡James, tengo que agradecerte que me hayas salvado!-exclamó Meowth de improviso. Su ronca voz resonó en la cueva.
El joven sonrió con esfuerzo.
-Lo hice sin pararme a pensar, pero no hay de qué, desde luego... -entonces se giró hacia la chica-. Y yo tengo que agradecerte a ti que me ayudaras, aunque ni siquiera te conocemos.
La chica, que se estaba limpiando las gafas con el borde de su camisa, sonrió ampliamente.
-Disculpadme por no presentarme antes, pero no estaba el horno para bollos, como podréis imaginar. Me llamo Leonor, y éste es Absol-dijo señalándole-, mi mejor amigo y también mi mejor Pokémon.
-Es un placer-saludó Jessie, y Meowth alzó una zarpa en un gesto amistoso-. Nosotros somos...
-... Jessie, James y Meowth-completó Leonor-. Uno de los grupos de trabajo del Team Rocket. Si no mal recuerdo, los más jóvenes... y los peor considerados... Aunque eso no está muy bien que yo lo diga, la verdad.
Los tres amigos se quedaron estupefactos ante aquella afirmación. Incluso Absol parecía ligeramente sorprendido.
Ellos no se habían visto nunca, o al menos eso creían.
¿Cómo era posible que Leonor conociera sus nombres y su oficio?
-Pero... ¿cómo...?-empezó James con los ojos muy abiertos-¿Cómo sabes tú eso?
Leonor sonrió enigmáticamente.
-Tengo mis fuentes.-se limitó a contestar.
-¿Cuáles? ¿Los mocosos?-inquirió Jessie.
-No, porque aunque sé quiénes son nunca hablé con ellos.
Absol dirigió una mirada cautelosa al trío. Jessie y sus amigos se estremecieron al notar algo que se asomaba a su fuero interno.
<<Del Team Rocket, ¿eh?>>-dijo una serena voz un tanto susurrante en las mentes de todos, y los tres compañeros miraron a todos lados antes de darse cuenta de que Absol estaba usando telepatía-<<En otros casos no me fiaría, pero en este en concreto puedo asegurar que sois buena gente... Así que celebro conoceros>>
-¡Habla!-exclamó James, sorprendido. No era un don muy común precisamente entre los Pokémon.
-Sí, sabe usar la telepatía-respondió Leonor a aquella indirecta-. ¡Es realmente interesante saber que los Pokémon piensan como la gente! Aunque supongo que con Meowth eso ya lo sabríais...
Meowth titubeó antes de preguntarle a Leonor:
-¿Cuántas cosas más sabes sobre nosotros?
-¿Eh? ¡Ah, pues más cosas, sí! Sé qué edades tenéis, cuáles Pokémon tenéis, y algún otro detalle...
Los tres compañeros volvieron a quedarse estupefactos. Se miraron en silencio.
-Si eso es cierto, yo soy un canario.-logró declarar Meowth.
La chica rió por lo bajo.
-Jessie tiene un Seviper, un Dustox y un Wobbuffet, y James tiene un Cacnea, un Carnivine y un Mime Jr. Jessie y James tienen los dos veinte años, y Meowth tiene dieciséis, si no me equivoco, no estoy segura. ¡Ah, y habéis pasado como cuatro años siguiendo a Ash y a sus amigos! Y también habéis cambiado tres veces vuestro lema oficial: el verdadero lema Rocket, el de antes de haber pasado por el Frente de Batalla de Kanto, y en Sinnoh.-recitó.
Jessie, James y Meowth se dirigieron nuevo una mirada de reojo, atónitos, mientras Absol reía entre dientes ante sus caras de estupefacción absoluta. De repente, Meowth se puso colorado, y con cara enfurruñada empezó a dar saltitos.
-Pío, pío, pío... -decía mientras movía sus brazos como si fuera un pájaro. Aun en su estado de perplejidad, Jessie se sumó a las carcajadas de Leonor, mientras que James ladeaba la cabeza, divertido, al igual que Absol.
-Bueno, bueno, ¡ya está bien de cachondeo!-gruñó Meowth, azorado; entonces señaló la boca de la gruta-Mirad, ¡creo que la tormenta amaina! ¡Quizá ese Lugia se haya largado!
Absol se adelantó y se asomó a la entrada de la cueva.
<<Sí, ya escampa. Creo que podemos salir>>
Los cuatro respiraron aliviados, y no tardaron en salir al exterior. El sol estaba ya bastante bajo, lo cual indicaría que serían más o menos las siete y media de la tarde. Todavía se respiraba aquella inquietud en el aire.
Leonor observó con aire crítico una nube morada que quedaba en el cielo.
-¿Sabes qué era ese Pokémon?-le preguntó James a Leonor-Parecía un Lugia, pero desde luego era mucho más agresivo... Había algo muy raro en él.
-Es que era un Lugia-confirmó Leonor - . Pero un Lugia Oscuro.
-¿Oscuro?
<<Un Pokémon Oscuro es un Pokémon al cual se le ha cerrado el corazón artificialmente para ser convertido en una máquina de luchar>>-explicó Absol -<<Sólo experimentan la ira y el odio, y eso les hace mucho más poderosos de lo normal. Fueron creados dos veces con el objetivo de dominar el mundo en la remota Región del Aura>>
A Meowth se le iluminó la mirada, como siempre que se le ocurría una idea.
-Al jefe le interesaría ese Lugia...
-¿Crees que podríamos atraparlo? cuestionó Jessie, interesada de pronto.
-Mejor no perdáis el tiempo haciéndoos ilusiones-advirtió Leonor-. Mirad a vuestro alrededor.
El bosque estaba chamuscado y quemado en algunas partes, y había hierba que se había marchitado al contacto con los rayos morados. El rastro de aquella brutal tormenta había quedado grabado en él. James se estremeció, impresionado.
-Me parece que acabaríamos así en el mejor de los casos.
<<Exacto. Y por canallas que seáis... >>-empezó Absol.
-¡Eh! ¡Un respeto, tío!-protestó Meowth haciéndose el ofendido.
<<Lo siento, no pretendía ser descortés. Por mucho que pertenezcáis al Team Rocket, no creo que queráis que los Pokémon Oscuros como ese Lugia acaben con el mundo, ¿verdad?>>
El trío se miró pensativo y algo indeciso mientras Leonor y Absol les observaban inquisitivos. Porque detener amenazas que podían tener relación con una conspiración de dominación mundial no entraba en su lista de objetivos de aquel día.
Pero el asunto parecía grave. Y a la larga podría traerles problemas, y quizá más serios que los de aquel día.
La decisión, en realidad, era muy sencilla.
-Protejamos al mundo de la devastación-citó Jessie encogiéndose de hombros mientras sus compañeros reían-. ¡Aunque sea porque quien quiera que haya ordenado hacer esto no tiene derecho a hacerle la competencia al Team Rocket! ¡Nos abriría un camino fácil al ascenso descubrir de qué va esto!
-Eso está bien-aprobó Leonor alegremente-. Sólo nosotros sabemos, de momento, de la existencia del Lugia Oscuro, ya que si la gente tuviese noticia de su presencia en Sinnoh ya habría movimiento. ¿Queréis ayudar a detenerlo, pues? Absol y yo no vamos a quedarnos de brazos cruzados dejando que el bicho ese arrample con la región, y nos vendría bien una ayuda...
-¡Sí! ¡Por supuesto!-asintió Jessie con rotundidad hablando por ella y por sus amigos-Más que nada para evitar que nos destruyan el área de acción Rocket. ¡Pero vamos a echaros un cable de todos modos! ¡No sería justo que os metierais en semejante lío solos después de habernos salvado la vida! ¡Así que contad con nuestro impagable soporte!
-¡Al fin el mocoso no es el héroe! ¡Ahora volveremos a serlo nosotros!-proclamó Meowth triunfante, alzando una zarpa con emoción.
Tras aquella apresurada resolución, en la cual todos mostraron su determinación de averiguar qué estaba sucediendo en la región, marcharon todos juntos bañados por el sol de la tarde, que moría entre las severas heridas del Bosque Vetusto, infligidas por una misteriosa y amenazadora criatura que podía significar el fin del mundo tal y como lo conocían.
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¡Espero que os haya gustado! =) El próximo se titula Enlazando Vínculos =D

Sí, sé que, como aficionada, hay gente que opine que no caracterizo bien al trío Rocket xDU Bueno, yo no soy guionista, hago lo que puedo =D Vamos, que procuro esforzarme y todas esas cosas xP

Pues nada, ahí comienza el renacimiento de mi FanFic =D ¡Espero que os guste! x)
Última edición por >-Meowth-< el Mar May 10, 2011 1:26 pm, editado 1 vez en total.
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
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Próximo capítulo:
[C. IV] ¿Infiltrados... o Atrapados?

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Lavi~
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor Lavi~ »

Jo,....la reina de los fiks ha vuelto xD....5mentarios... solo perfecto xD solo lo senti un poco amontonado, dvidelo por espacios xD

Ja... pensaba poner un fic xD pero con este... se opaca ocmpletamente xD.... Sinceramente..eres la reina del fic,

Espero el sig Cap =D
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Bieeen, ¡por fin alguien se animó a comentar! *w* Ahora sí soy feliz del tó [?] =D

TT7vile escribió:Jo,....la reina de los fiks ha vuelto xD....5mentarios... solo perfecto xD solo lo senti un poco amontonado, dvidelo por espacios xD

Ja... pensaba poner un fic xD pero con este... se opaca ocmpletamente xD.... Sinceramente..eres la reina del fic,

Espero el sig Cap =D


¡Me alegro mucho de que te gustara el capítulo! x) Ya sé que éste capítulo en concreto está así como amontonado, lo que pasa es que aquí va del tirón porque no hay pausa, la acción es continuada y no hay intervalos de tiempo o intervenciones ajenas, que es donde se usan tales espacios xP Eso me recuerda que tengo que actualizar mi viejo Tutorial de FanFics de este subforo [?] xDU ¡No dejes que mi retorno te desanime para poner tu FanFic! Ò_Ó ¡Escribe! ¡Imagina! ¡Crea tus historias! ¡Y compártelas con nosotros! ¡Así dejará de ser eclipsado! [?] =D Y no te preocupes, como ya tengo tu comentario, ahora mismito publico el segundo capítulo x)

Pues nada, dicho esto, procedo a colocar el capítulo número dos xP No es que tenga mucha acción, pero bueno, eso es lo de menos [?] xDU


Capítulo II: Enlazando vínculos

Después de caminar un buen rato, buscando un sitio donde pasar la noche en el denso y oscuro Bosque Vetusto, Jessie, James, Meowth, Leonor y Absol llegaron a un amplio claro entre los árboles. Parecía razonablemente entero tras la tormenta causada por aquel Lugia Oscuro, aunque marcas de aquellos rayos violáceos eran apreciables en todo el perímetro.
Sin embargo, era un lugar tranquilo, y además pasaba desapercibido. Estaba cubierto por frondosos árboles y retorcidos arbustos espinosos de altura considerable.
<<Mirad, éste es un buen sitio>>-dijo Absol repasando el claro con sus ojos rojos-<<Podemos acampar aquí si queremos, no creo que nadie nos encuentre si se da el caso de que pase alguien por este lugar>>
Meowth se cruzó de brazos y esbozó una sonrisa.
-No sé muy bien por qué, pero me estoy acordando de la primera noche que pasamos Jessie, James y yo juntos en un bosque muy parecido a éste... Bueno, es un decir, porque estábamos en época de entrenamiento en el Team Rocket y no es que nos lleváramos como ahora, claro. ¡Aquello parecía un funeral! ¡Pero ahora ya no! ¡Me encanta revivir viejos tiempos modificados para bien!
Sus amigos también sonrieron con nostalgia, recordando aquella situación, hacía ya cinco años. Leonor, que durante el camino parecía realmente feliz y charlaba animada, también sonrió.
-Entonces, ¿qué decís? ¿Nos quedamos aquí?-preguntó James.
-A mí me parece buen sitio.-respondió Leonor encogiéndose de hombros.
-Pues hale, tenemos que arreglar un poco esto, ¡o con tanta rama no vamos a poder pegar ojo, nos sería muy incómodo pese a llevar los sacos de dormir!-sentenció Jessie frotándose las manos al tiempo que dejaba aquellas grandes bolsas de plástico que había recogido del destrozado globo en el suelo. Leonor, por su parte, dejó su mochila al lado de dichas bolsas.
-¿Tú tienes saco, Meowth?-le preguntó ella intrigada al Pokémon parlante.
-¡Claro que sí!-contestó él sorprendido-Yo soy un poco humano ya, así que...
James, que estaba ayudando a Jessie y a Absol a despejar el claro de las ramas caídas, compuso una media sonrisa sardónica al oír a su amigo proclamar su humanidad.
-¿Humano? No sé qué quieres que te diga, Meowth... Depende de lo que tú entiendas por humano. Además, no sabía que los humanos tuviesen cola.
<<Diría yo que hacía referencia a la personalidad. Que yo sepa, Meowth todavía no está ciego>>-intervino Absol. Su voz telepática presentaba un matiz de socarronería, pero permanecía tan serena como siempre.
Picado, Meowth fue a replicarle, pero la oportuna intervención de Jessie anunciando que eran unos vagos redomados y que ella sola había quitado todas las ramas se lo impidió. Apenas unos momentos después, cuando la noche ya había caído por completo y empezaba a hacer frío, todos se sentaron alrededor del improvisado montón de leña que Jessie había amontonado; la joven miembro del Team Rocket intentaba prenderle fuego frotando enérgicamente dos palos.
Pasaron varios minutos y aún no había saltado ni una chispa.
-Pero bueno, ¿por qué no funciona esto?
-Porque están mojados-señaló Meowth con sarcasmo-. ¿Qué pretendes, Jessie? ¿Encender fuego húmedo?
El comentario hizo que Leonor no pudiese reprimir una carcajada. Incluso Absol se permitió una divertida media sonrisa.
-¿Entonces cómo encendemos fuego?-preguntó Jessie a nadie en particular.
Sin responder a la pregunta, Absol se acercó al montón de ramas e inspiró; al soplar, exhaló un chorro de llamas, el cual inflamó enseguida la madera, iluminando el claro con un danzante resplandor rojizo.
-Vaya, sabes Lanzallamas... -observó James sorprendido tras echarse hacia atrás ante la inesperada columna ardiente. Sus amigos sabían de sobra que no le gustaba nada el calor y, logicamente, no le hacía demasiada gracia el fuego.
-Claro, Absol conoce muchas técnicas de tipos variados; no sin razón es el mejor de mis Pokémon.-explicó Leonor alegremente. Meowth se acercó al fuego con expresión de satisfacción y se acomodó cerca de él con las zarpas extendidas. Mientras todos le imitaban, Jessie cogió una de las bolsas de plástico que tenía a su derecha; a juzgar por las formas que dejaba su contenido, había alimentos en su interior. Y no demasiados, ciertamente.
-Sólo tenemos esto de comida... -comentó con aire crítico-¡Así, no me extraña que no necesitemos ningún tratamiento barato para adelgazar! Yo ya tengo una buena figura, por supuestísimo, ¡pero como siga así me voy a convertir en un patético esqueleto!
-¡Yo tengo algo!-saltó Leonor sobresaltándoles; abrió la cremallera de su mochila y extrajo una bolsa de tela de su interior-Mirad, tengo algo de pan y jamón. Podemos hacer algunos bocatas. ¿Qué os parece la idea?
-No es mala. Pero mientras sacáis todo el material, voy a investigar un poco más el rastro del Lugia. Estoy intrigado, la verdad.-repuso James levantándose y avanzando hacia el límite del claro.
-¡Eres un caradura!-le soltó Meowth, aunque lo decía en broma-¡Tú lo que quieres es librarte de echarnos un cable!
-Sólo quiero asegurarme de que el Lugia no ronda por aquí cerca, Meowth. Vuelvo enseguida, en serio.
Mientras James se internaba entre los árboles en busca de algún posible indicio de que el Lugia Oscuro siguiese por la zona, Jessie y Leonor, con ayuda de Meowth, empezaron a preparar los bocadillos. Meowth observaba las lonchas de jamón serrano con curiosidad y las olisqueaba, probablemente aguantándose las ganas de hincarles el diente.
-Nunca había visto carne de este tipo-comentó-, ¡pero huele que alimenta! ¡Hace siglos que no pruebo algo que no huela así!
Jessie alzó la cabeza hacia Leonor tras acabar un bocata. Clavó en ella una mirada inquisitiva.
-Pareces buena entrenadora, seguro que tienes muy buenos Pokémon. ¡Absol es la prueba fehaciente de ello!
-No querrás robármelos, ¿verdad?-preguntó Leonor maliciosamente. Jessie se puso colorada y negó con la cabeza mientras Meowth soltaba una sarcástica carcajada.
-No sería muy agradecido por nuestra parte, ¡nos habéis salvado de una muy gorda! Podemos ser todo lo que queráis, pero tenemos un mínimo sentido de la justicia, ¡por lo menos!
<<Eso demuestra que no sois malvados, en cierto modo>>-intervino Absol-<<Parece que os lleváis bien entre vosotros>>
Meowth rió entre dientes.
-Mucho, si bien somos muy diferentes, pero ya estamos hechos a las manías de los demás. ¡Somos un equipo!... Chapucero, sí, ¡pero es lo que hay!
-Pero al principio no nos llevábamos muy bien. Bueno, en realidad, casi diría que nos tratábamos con indiferencia y algo de desconfianza, si me apuráis-prosiguió Jessie con nostalgia. Ella no solía hablar mucho de su pasado, pero aquella vez sí tenía ganas-. Ninguno de nosotros tuvo una vida sencilla y estábamos acostumbrados a ir por libre. Creo que descubrimos nuestra amistad cuando tuvimos que afrontar la prueba final antes de finalizar nuestro entrenamiento... Es largo de explicar, ¡así que no lo voy a hacer! Pero basta con que sepáis que colaboramos y nos ayudamos entre todos aun arriesgándonos a perder aquello por lo que estábamos luchando. Entonces supimos que siempre podríamos confiar en los otros dos, aunque ello nos costara algo por lo que batallando duramente. ¡La verdad es que somos un buen equipo, digan lo que digan!
Leonor sonrió, y Absol se tumbó satisfecho cerrando los ojos justo cuando James regresaba de su búsqueda.
-Espero que no hayáis aprovechado mi ausencia para criticarme.-repuso, burlón.
-Descuida.-replicó Leonor alegremente.
-¿Has encontrado algo?-quiso saber Jessie apartándose a toda velocidad de una loncha de jamón a la que había estado a punto de darle un mordisco.
-Nada especial. Pero sí he encontrado unos cuantos árboles de bayas. Pueden servirnos para acompañar los bocadillos.
Jessie le lanzó una mirada incrédula y fulminante a la vez.
-Ilumíname entonces y dime por qué no has traído ninguna tú-James se encogió de hombros, como diciendo "Yo ya he cumplido mi parte"; su amiga dejó escapar un suspiro de resignación y se levantó-. Ya lo pillo... Está bien, ya voy yo. ¡Estoy rodeada de vagos!
El joven miembro del Team Rocket se sentó y abrió un bocata cuando la enfurruñada Jessie se marchó en busca de las bayas.
-Tiene buena pinta esto-comentó-. Servirá para quitar el hambre... Lo normal es que no nos llegue el dinero para absolutamente nada.
-Claro,si no os gastarais tanto en máquinas y cacharros que siempre acaban explotando... -repuso Leonor con cierta exasperación y mucha ironía.
Aquel comentario volvió a dejar atónitos a James y Meowth. Otra cosa más que, inexplicablemente, la chica sabía.
-¿También sabes eso?-logró preguntar Meowth.
-Lo acabo de demostrar.
Absol soltó un extraño maullido que identificaron como una risita ahogada. Meowth miró hambriento uno de los bocatas.
-Ñam, ¡qué hambre!
<<Espera hasta que vuelva Jessie, ¿no? No seas impaciente>>-le regañó Absol.
Por suerte, ella ya regresaba con unas cuantas bayas en el regazo. A nadie se le escapó la mirada que Leonor lanzó a las bayas, justas para ella y sus dos colegas.
-¿Qué? ¿Tengo monos en la cara?-le preguntó Jessie alzando una ceja, extrañada.
-Bueno, se supone que aquí somos cinco y no tres-respondió la chica lacónicamente, y se levantó-. Aquí cada cual es más perezoso. Voy a buscar algunas para Absol y para mí.
Una vez Leonor se hubo internado en el bosque, el trío Rocket juntó las cabezas para debatir entre ellos; Absol abrió uno de sus almendrados ojos rojos súbitamente.
<<Espero que no vayáis a hablar mal de Leonor>>-advirtió el Pokémon Siniestro con seriedad-<<Ella no lo ha hecho. Es más, sólo se ha interesado por vosotros desinteresadamente>>
-Pues sólo íbamos a comentar si nos podíamos fiar, listillo-replicó Meowth con aire de sabelotodo-. Estamos en nuestro derecho, que esto es una democracia, ¿te enteras? No le conocemos de nada, pero ella sabe mucho sobre nosotros. Tú harías lo mismo, y si no lo harías, es que eres tonto.-arguyó con rotundidad.
Jessie enrojeció a causa de la irritación, y James sacudió con resignación la cabeza, pero Absol sonrió y volvió a cerrar su ojo.
<<Tienes razón. Pero estoy alerta, como me mientas... >>
Cuando Absol se hubo relajado (aunque sin duda estaba atento a lo que decían, o mejor dicho, pensaban), Jessie susurró:
-No sé, Leonor me cae bien, pero podría ser una trampa. Teniendo en cuenta que los mocosos van largando por ahí cada dos por tres que somos un trío de ladrones...
-Pero ella es la única manera que tenemos para evitar que el Lugia Oscuro acabe con toda Sinnoh-repuso James pensativo-. O por lo menos, quitar al Lugia de en medio, porque lo del bien común no encaja demasiado con nosotros.
-Estamos de acuerdo en lo de derrotar al Lugia, pero tampoco se nos dejaron muchas opciones-discutió Meowth-. Pero, ¿sabéis qué? ¡Prefiero mil veces que seamos nosotros los que salvemos la región, que no el mocoso!
-Sí, bueno, ahí estoy de acuerdo yo también-sonrió James, burlón-. Tanto protagonismo acaba aburriendo.
-¡Cierto! ¡Ya es hora de cambiar un poco los papeles y de bajarle los humos a los mocosos!-adujo Jessie teatralmente.
No les dio tiempo a intercambiar opiniones mucho más, pues Leonor regresó cargando con una pequeña bolsa llena de bayas Meloc y Dillo. Miró divertida a los dos jóvenes y al Pokémon parlante antes de depositar la bolsa junto a las bayas que había llevado Jessie y sentarse junto a la fogata.
-Ahora podemos atacar los bocatas, que creo que ya hay hambre.-propuso la chica quitándose las gafas y limpiándolas.
-¡De acuerdo!-exclamó Jessie tomando inmediatamente la iniciativa, animando a los demás, y cada uno excepto Absol cogió un bocata de jamón. Meowth le dio un mordisco, y una expresión sorprendida se dibujó en su cara felina.
-¡Anda, está buenísimo!
Jessie y James parecían opinar igual que su compañero, pues también comían con muchas ganas. Aun así, teniendo en cuenta que Jessie y Meowth eran los que más apetito tenían siempre, la velocidad a la que devoraban los bocadillos resultaba bastante sorprendente.
Es lo que tiene sobrevivir a base de lo que puedes sacar del bosque.
-¿De dónde sacaste esto?-le preguntó Jessie a Leonor.
-Eh... De un lugar bastante lejano.-respondió ella, evasiva.
-Vaya, pues es una verdadera lástima. A veces es agradable no seguir diariamente las "dietas del bosque" de Jess.-comentó James esbozando una media sonrisa burlona.
-¡Tendrás valor!-le espetó ella-¡Gracias a eso no pilláis ninguna enfermedad, y encima me echáis las culpas! ¡Pues si tanto os molesta, os coméis un Pidgey y luego que os encarcelen por asesinato, a ver si os gusta!
-¡Oye, que no somos caníbales! ¡A los congéneres no hay que papárselos!-saltó Meowth, y alzó los brazos con tanta efusividad que se le escapó el bocata de las zarpas, aterrizando en el negro rostro de Absol, que se quedó sin saber qué decir durante unos segundos en los que Meowth se puso colorado y sus compañeros se echaban a reír.
<<Qué bonito>>-gruñó Absol lanzándole de nuevo el bocadillo, el cual él atrapó al vuelo-<<Si lo haces a propósito no te sale, eso está claro>>
-Huy... Mis disculpas, Absol. ¡Es que éstos-el Pokémon parlante señaló a Jessie y James-me descentran! ¡Yo jamás juego con la comida! ¡Es un bien escaso y preciado en nuestros círculos!
Por suerte, Meowth pudo evitar más incidentes como aquél tan embarazoso. Con Absol, bromear no parecía cosa baladí.
Una vez acabaron de comer, recogieron los papeles y las bolsas (tuvieron que hacerlo entre James, Leonor y Absol, porque Jessie y Meowth, cómo no, se escaquearon), y, bostezando tras aquella agotadora jornada, se fueron todos directos a sus sacos de dormir, agotados; sorprendentemente, no se sabía cómo, Jessie había metido los tres sacos respectivos de ella y sus amigos en una bolsa de plástico, y los había extendido en torno a la fogata. Según les había contado, los había robado hacía muy poco en una tienda de un pueblo cercano, pues el trío solía dormir directamente sobre el suelo, con lo incómodo que era a veces.
-¡Después de la comida, llega un buen descanso en un mullido saco de dormir y no sobre un césped lleno de parásitos y basura y ramitas! ¡Sólo falta una buena canción de cuna y esto ya sería el súmmum!-sentenció Meowth metiéndose en su saco rojo y decorado con dibujos de amuletos como el que tenía en la frente.
-Después de estar a punto de descansar eternamente, más bien.-le corrigió James con su habitual toque burlón de humor negro, que le arrancó una media sonrisa a Absol. A aquellas alturas ya quedaba claro que el Pokémon Siniestro era de lo más reservado y formal que uno podía encontrar.
-Mañana tenemos muchas cosas que hacer, así que procuremos descansar bien... -bostezó Leonor; entonces, de repente, se volvió hacia Jessie-Por cierto, Jessie... ¿duermes con el pelo así?-preguntó entrando en su saco de dormir de color verde.
Ella se sonrojó ante las risas que aquella pregunta provocó en James y Meowth, sobre todo en este último. Hasta Absol se rió entre dientes.
-Antes me lo recogía, pero me resultaba incómodo y bastante humillante, ¡mi melena tiene que estar perfecta, larga y estilosa como siempre! ¡Y ya está bien de cachondearse de mi único e incomparable estilo! ¡Meowth, recórtate los bigotes y entonces hablamos! ¡Y James, podría decirte lo mismo con tu pelo!
La risa de James cesó, y Meowth se desternilló aún más fuerte que antes haciendo caso omiso de lo que Jessie le había dicho.
-¿A qué ha venido eso, Jess?-le preguntó azorado a su amiga mientras tocaba incómodo el mechón de pelo azulón que le caía entre los ojos-¿Tan largo tengo el pelo? La verdad es que no me lo había planteado.
<<Tampoco tanto. Al menos, tanto como yo, seguro que no. No le hagas caso>>-terció Absol, refiriéndose a la densa y larga melena blanca que rodeaba su cuello.
Todos hicieron broma del comentario, incluso la enfurruñada Jessie.
-Bueno, yo lo decía porque me llamaba la atención que pudieses conciliar el sueño con esa muestra de tu "único e incomparable estilo"-ironizó Leonor sonriendo-. Pero mejor cierro la boca, no sea que meta la pata. Hala, buenas noches a todos.
-¡Buenas noches!-dijo Jessie desde su saco granate.
<<Buenas noches, que descanséis todos>>-añadió Absol.
-Buenas noches.-murmuró James desde su saco.
-Buenas noch... Zzz... -logró decir Meowth antes de ser vencido por el sueño.

A la mañana siguiente, Meowth despertó sobresaltado, tras un sueño agitado en el que los ojos rojos del Lugia Oscuro le miraban fijamente con aquella furia tan estremecedora. Tardó unos segundos en darse cuanta de que estaba despierto y no había ningún Pokémon Oscuro cerca de él; miró en rededor y vio a Jessie y a Leonor preparando un desayuno con las bayas que habían cogido el día anterior.
-¡Buenos días, Meowth!-saludó Leonor-Aún te has despertado antes que James.
En efecto, James seguía durmiendo, aunque a veces dejaba escapar murmullos en sueños, del tipo "chapas de botella".
-Está claro que los chicos sois unos remolones.-bromeó Jessie.
-No empieces con sutilezas de buena mañana-refunfuñó Meowth, aún medio dormido y un poco inquieto por sus pesadillas-. ¡No vale jugar cuando el contrario está aletargado!
<<Sería una treta sucia, pero eficaz>>-opinó Absol,que estaba cortando las bayas con sus pequeñas pero afiladas garras negras.
-Supongo que para vosotros, que pertenecéis al Team Rocket, lo de jugar sucio es algo de diario.-opinó Leonor, socarrona.
-¡Oye! ¡No te pases!-protestó Jessie.
-¡Es verdad! ¡Nosotros jugamos sucio limpiamente, así que menos acusaciones!-agregó Meowth haciéndose el ofendido.
Leonor y Absol enarcaron las cejas a la vez, esbozando idéntica sonrisilla sarcástica.
Meowth tardó poco en despejarse, y ayudó también con el desayuno (bajo la amenaza de Jessie a quedarse sin desayuno si no les ayudaba). Leonor limpiaba las bayas, Jessie les quitaba la piel, Absol las cortaba y Meowth colocaba los trozos en los platos de plástico que Leonor había encontrado hurgando en su mochila. Cuando acabaron de preparar el desayuno, James aún no se había despertado, cosa extraña puesto que, según comentó Meowth, siempre era el primero en despertar y el más lento a la hora de ponerse en marcha.
-¿Qué hacemos, le despertamos?-dudó Leonor.
-Déjame a mí, yo me encargo.-le dijo Meowth con una sonrisa maliciosa. Se acercó al saco donde dormía su amigo y vociferó:-¡¡DESPIERTA YA, SON LAS DIEZ DE LA MAÑANA Y YA ESTÁ EL DESAYUNO, ASÍ QUE SI NO QUIERES QUEDARTE SIN GASOLINA YA PUEDES ESPABILAR, PEDAZO DE SLOWPOKE!!-sus gritos fueron tan fuertes que las dos chicas y Absol se sobresaltaron sobremanera; de hecho, Jessie se cayó de la piedra donde estaba sentada. Obviamente, James se despertó de golpe ahogando un grito, y giró la cabeza en todas direcciones frenéticamente antes de ver a su lado a Meowth desternillándose de risa.
-¡Eso no ha tenido gracia, Meowth!-le espetó, perdiendo por un instante la paciencia-¡No hacía falta gritar!
-No teníamos más remedio que despertarte-le intentó tranquilizar Jessie riendo, al igual que Leonor y Absol-porque ya está el desayuno listo y seguías durmiendo, James. ¡Hoy estabas en plan Snorlax, por tanto a Meowth no le quedaba otra!
-Pues esto le quita el hambre a cualquiera. Menos mal que no es mi caso, por el momento.-repuso él de mejor humor mientras cogía un plato de bayas.
<<Deberías mirarte al espejo, James>>-comentó Absol mirándole de reojo mientras mordisqueaba una baya Meloc-<<Parece que te haya dado un huracán de lleno>>
James captó la indirecta y se llevó una mano a su mata de, en aquel momento, desordenado cabello lacio y azulón, azorado.
<<Era broma, no te molestes. Jessie y tú debéis de tener vuestras cabelleras pegadas con cola porque no se os despeina tanto como debieran, sobre todo Jessie, claro. Al menos, no como a Leonor, aunque ella suele ir despeinada a tiempo total>>-sonrió Absol. Aquello hizo reír a Meowth y sonreír a las dos chicas; a su pesar, James sonrió también.
El desayuno transcurrió tranquilo y sin hechos dignos de notable mención. Dicho sea de paso, todo era tranquilo después de los destemplados gritos de despertador de Meowth.
-Algo me dice que no sabéis mucho de entrenar Pokémon.-comentó Leonor mientras cogía un trozo de baya Dillo.
-No somos expertos, la verdad.-admitió James.
-¡Viva el orgullo y la moral!-bromeó Meowth. Jessie le lanzó una mirada fulminante; un segundo después se oyó un sonido seco sospechosamente parecido al de una colleja. Las collejas eran una de las pocas cosas que habían reportado fama a la joven dentro del Team Rocket.
Leonor se quedó pensativa mientras comía su última baya.
-Pues si queréis enfrentaros a quienes controlan al Lugia Oscuro, tendréis que aprender a manejar a vuestros Pokémon mejor de lo que lo hacéis. No digo que seáis malos, sólo que debéis mejorar.
-¿Cómo?-preguntó Jessie, súbitamente intrigada.
Meowth cruzó sus brazos y orientó sus puntiagudas orejas hacia la chica para atender mejor. Cualquier cosa que beneficiara sus posibilidades de éxito con respecto a sus motivaciones merecía la atención del trío.
-Yo os puedo tratar de enseñar. Podemos entablar algún combate entre vosotros o contra mí para ir practicando. La gente que controla al Lugia es, sin duda, demasiado hábil para vuestro nivel actual. Quizá incluso lo sea para el mío, la verdad sea dicha...
-Si nos espera tanto trabajo, es posible que no podamos hacer esto asiduamente, pero creo que de vez en cuando nos vendría bien.-repuso James tras meditar la cuestión unos segundos.
<<¿Aceptáis entonces?>>-preguntó Absol alzando una ceja inquisitivamente.
-¡Vale!-aceptó Meowth mientras sus compañeros asentían.
Los preparativos de la misión comenzaban.
Y la misión de los cinco compañeros empezaba a definirse. Una misión que hasta el momento no había sido más que una idea rodeada de incontables incógnitas.
Unas incógnitas que, sin lugar a dudas, tardarían largo tiempo en resolverse por completo.
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¡Espero que os haya gustado! x) El título del siguiente es Investigando en Ciudad Vetusta =D

Pues nada, ahí está el capítulo segundo xP ¡Disfrutadlo y no me tiréis muchos tomates! [?] xDU
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
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Próximo capítulo:
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor Lavi~ »

Jeje, apenas voy a la mitad del segundo xD, creo que tendre que acostumbrarme a la largura @.@ xD Buen Cap, aunque sigo insitiendo que necesita sus espacios xD unque sea de corrido , jeje el fic me encanta, es como estar viendo el anime las chistosadas del equipo rocket xD

Siguelo, pronto pondre el mio, espero terminar el segundo capitulo vivo(?)
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

En fin, siento mi imperdonable tardanza, pero entre exámenes, un robo muy fastidiado para mí y demás cosas, no me he pasado por aquí ni nada... ¡Pero no me olvido de mi deber como escritora! [?] >D Así que vengo ex profeso para traer al que le interese el tercer capítulo de esta historia =D

Así pues, ahí voy x)


Capítulo III: Investigando en Ciudad Vetusta

Una vez todos hubieron acabado con aquel frugal desayuno, los cinco compañeros retiraron los sacos de dormir para comenzar un combate de entrenamiento, tal y como Leonor había sugerido. El claro era, afortunadamente, lo bastante amplio como para poder librar una batalla sin causar demasiados daños colaterales, pues el Bosque Vetusto ya había sufrido bastante.
-Bien, ¿quién comienza?-preguntó Leonor mirando a Jessie y James, expectante.
-¡Yo misma!-se ofreció Jessie al instante, haciendo gala de su entusiasmo habitual. Conformes, James, Meowth y Absol se sentaron sobre la hierba para presenciar tranquilamente el encuentro.
-Suerte a las dos.-les dijo James mientras Meowth silbaba y hacía reír entre dientes a Absol.
-Pues hala, elige tu Pokémon.-le dijo Leonor a Jessie una vez estuvieron colocadas cada una en el extremo del claro que les correspondía.
-Lo tenía ya pensado, ¿qué te creías? ¡Adelante, Seviper!-exclamó ella lanzando una Pokéball al aire. Un haz de luz blanca salió del interior de la esfera al abrirse, e hizo materializarse a Seviper, un Pokémon con aspecto de serpiente, de escamas negras ocasionalmente salpicadas por grandes placas hexagonales de color dorado, cuya cola en forma de espada era en parte de color rojo, y en su pecho podía apreciarse una agresiva y gruesa línea violeta en zigzag; en su rostro marcado por irregulares dibujos dorados y violetas, los ojos rojos de Seviper relucían desafiantes, acentuados por sus imponentes colmillos escarlatas. El Pokémon siseó con aire intimidante mientras Leonor estudiaba a su rival.
-Conque Seviper... Es un Pokémon de tipo Veneno, así que... ¡adelante, Espeon!
Esta vez, la Pokéball de Leonor liberó a un hermoso y delicado Pokémon felino, de aspecto sereno y corto pelaje color lavanda claro, de profundos y almendrados ojos violetas, con dos grandes bigotes a ambos lados de su rostro enmarcado por dos enormes y puntiagudas orejas, que movía suavemente su cola bífida. En su frente relucía una esfera del color de los rubíes; Meowth se quedó perplejo al verla.
-¿Qué pasa, Meowth?-le preguntó James, intrigado.
-Fíjate cómo brilla la esfera de la frente de ese Espeon-señaló Meowth, impresionado; en efecto, el brillo de la gema era considerablemente intenso-. Ese Espeon tiene que ser un crack, debe de ser muy fuerte.
-¡Seviper, Cola Venenosa!-ordenó Jessie. La punta de la cola-espada de Seviper se iluminó con una tenue y uniforme luz de color violáceo, y el Pokémon de Jessie reptó velozmente hacia Espeon volteando la cola.
-¡Espeon, esquivar y Psicorrayo!-exclamó Leonor. En el último segundo, Espeon saltó por encima de Seviper; después de tocar suelo, lanzó un rayo de luz multicolor por la gema de su frente hacia Seviper tan atinado y tan inesperadamente que el ataque no pudo tener mejores resultados.
Seviper recibió el Psicorrayo en pleno rostro; lo resistió como pudo, pero los ataques de tipo Psíquico eran muy duros para él. Antes de que la asombrada y enojada Jessie pudiese dar una orden, Leonor indicó:
-¡Ahora acaba con Psíquico, Espeon!
Los ojos de Espeon emitieron un resplandor azul cian, y una onda de energía multicolor que surgía de la gema rojiza de su frente se extendió rápidamente hacia Seviper, que estaba demasiado agotado para esquivarla. La fuerza del ataque era tal que lanzó al Pokémon de Jessie cinco metros más allá, y por supuesto le noqueó para consternación de su entrenadora.
-¡Oh, no! ¡Será posible...!-exclamó Jessie, que todavía no había reaccionado. Observaba a Seviper con una expresión incrédula nada propia de ella.
-Vaya... -dijo James, tan asombrado como ella, mientras Meowth sacudía una de sus zarpas mostrando así su sorpresa-Esto sí que ha sido un combate rápido.
Leonor se acercó a Jessie, que había devuelto a Seviper a su Pokéball, todavía anonadada.
-Tu Seviper es muy veloz... Sí, tiene posibilidades de éxito si ataca de frente porque se las apaña bien asustando al personal. Pero si te enfrentas a un atacante especial no te lo aconsejo. Si te toca luchar contra un Pokémon especializado en atacar a distancia, defendeos y atacad mientras el rival carga sus movimientos, te será mucho más fácil.-le aconsejó Leonor.
-Gracias por el consejo.-musitó Jessie, atónita aunque más animada.
<<Espero que hayáis atendido>>-les dijo Absol a James y Meowth de repente-<<Los dos>>
-Ah, ¿que también iba para mí?-Meowth abrió mucho sus felinos ojos violetas, desconcertado-¡Yo no entreno Pokémon!
<<Ya, claro... ¿Y qué eres?>>-rió Absol-<<Tendrás que aprender a combatir si quieres tener alguna posibilidad de vencer a tus enemigos, Meowth>>
Leonor devolvió a su Espeon a la Pokéball y se giró hacia James.
-Ahora te toca a ti. ¡Y nada de refunfuñar!-bromeó. Él se levantó, y tras rebuscar un momento en los bolsillos de su pantalón, sacó una Pokéball.
-Bueno, está bien. Elijo, entonces, a ¡Carnivine!-excalmó él lanzando la Pokéball al aire. De ella salió un Pokémon con una enorme cabeza en forma de dionea cuya boca estaba llena de enormes dientes picudos, unida a un cuerpo amarillo cilíndrico del cual salían dos grandes hojas en forma de brazo y una serie de lianas que cumplían la función de las piernas... y que, como era habitual, atrapó la cabeza de James en su gran boca despreocupadamente, mientras James pataleaba para zafarse del mordisco de Carnivine. Jessie y Meowth pusieron los ojos en blanco con un suspiro exasperado, pero Leonor rió, cogió el brazo de James y tiró para liberarlo, hasta que lo consiguió.
-Vaya... Muchas gracias.-dijo él con voz ahogada.
-No hay de qué. Ahora me toca a mí elegir Pokémon-respondió Leonor con expresión divertida sacando una Pokéball de un bolsillo de su pantalón-. ¡Adelante, Blaziken!
De la Pokéball salió un Blaziken, un esbelto pero imponente Pokémon rojo y amarillo con una vaga semejanza a un ave, de poderosas piernas y escamosas garras, con una melena bífida color crema que cubría su espalda y se asemejaba a un par de alas, de plumas de colores más vivos y más grande que los demás de su especie, que volvió a dejar asombrado a Meowth, probablemente porque aquellos detalles delataban lo bien entrenado que estaba el Pokémon de la chica.
-¡Carnivine, Recurrente!-ordenó James. Carnivine abrió su enorme boca dentada y escupió una ráfaga de grandes semillas doradas hacia Blaziken.
-¡Blaziken, salta!
Su Pokémon flexionó sus fuertes patas y dio un salto de casi diez metros, esquivando el ataque.
La expresión sorprendida de Carnivine casi hizo sonreír a Absol.
-¡Muy bien! Cuando bajes, ¡usa Patada Ígnea!-exclamó Leonor sin darle tiempo a su oponente a reaccionar. Blaziken dio una vuelta en el aire y cayó justo detrás de Carnivine mientras una de sus patas se inflamaba en llamas. El Pokémon golpeó con ella la cabeza de Carnivine con tanta potencia que su rival fue arrastrado casi ocho metros más allá. Bastó aquello para noquear al Pokémon de James, por supuesto.
-Oh, vaya... -logró decir el joven miembro del Team Rocket, atónito-No sé que decir, creo que me has derrotado incluso más rápido que a Jess.
-Es por una razón muy sencilla-explicó Leonor devolviendo a su Blaziken a la Pokéball-. Cuando un Pokémon ataca al vuestro, no reaccionáis. Podéis hacer que vuestros Pokémon esquiven los ataques o que los bloqueen de alguna forma. Pero así, como os manejáis ahora, os será muy difícil vencer. Tenéis que dar órdenes con más rapidez.
-Lo tendré en cuenta.-respondió James tras hacer regresar a Carnivine a su Pokéball.
Absol se levantó sonriendo satisfecho.
<<Yo creo que ya vale de combates. Hemos de buscar información sobre ese Lugia y planear alguna acción que nos permita averiguar alguna cosa sobre la gente que hay detrás de esto, si es que la hay>>
Meowth se desperezó despreocupadamente y bostezó.
-¿Tan pronto, colega? Pues anda que no queda día ni nada... -se interrumpió bruscamente al ver la cara de Absol, que le miraba con una expresión más propia de un Gyarados enfadado; inmediatamente rectificó:-Tienes razón; vamos rápido a recoger las cosas y marchar a la ciudad más cercana. ¡Venga, venga, venga!
-Creo que la más cercana es Ciudad Vetusta, si no me equivoco.-dijo Leonor mirando un mapa de Sinnoh que había sacado de su mochila.
-Estamos en el Bosque Vetusto, ¡eso es obvio!-ironizó Jessie; la chica enarcó las cejas al darse cuenta de la estupidez que había dicho. Meowth fue el primero en guardar sus cosas en su mochila (tardó como unos veinte segundos), pues al parecer aún se sentía intimidado por Absol, ya que el Pokémon Siniestro no dejaba de observarlo inquisitivamente para que no se despistara.
Al cabo de cinco minutos, Jessie, James, Meowth, Leonor y Absol ya estaban listos para comenzar su travesía, así que salieron del Bosque Vetusto en dirección a Ciudad Vetusta entretenidos con un juego de nombres de Pokémon encadenados propuesto por Meowth.

Más tarde, una hora más o menos, llegaron a la antigua Ciudad Vetusta.
Los edificios estaban ubicados entre pequeños jardines, y se podía ver la enorme estatua de un imponente y misterioso Pokémon parecido a un dragón desde cualquier punto de la ciudad.
Los cinco sabían que Ciudad Vetusta era una ciudad que se remontaba a los albores de Sinnoh, pero lo cierto es que no quedaban demasiados vestigios de aquello en la actualidad. Llena de altos apartamentos de ventanas de cristal y calles asfaltadas y limpias, Ciudad Vetusta se asemejaba mucho más a una ciudad del tipo de Ciudad Azafrán, en Kanto, o Ciudad Férrica, en Hoenn. Quizá lo único que quedaba de la antigüedad era la famosa estatua de un Pokémon legendario, erigida sobre una colina y visible desde cualquier punto de la ciudad.
-Pues ya hemos llegado-anunció Jessie una vez entraron en la ciudad-. ¿Qué se supone que vamos a hacer ahora?
-Vetusta no es demasiado grande, así que supongo que podemos dividirnos para buscar alguna pista por el momento; da igual lo que sea, como si es un tornillo-afirmó Leonor-. ¿Qué os parece si nos reunimos aquí mismo dentro de media hora?
-¡En media hora no nos da tiempo ni a revisar a conciencia la Tienda de Bicis de Pepe Volata!-protestó Meowth.
-Cierto, aunque sea una ciudad pequeña, deberíamos emplear más tiempo en esto.-adujo James ladeando la cabeza (de manera similar a Absol).
Les distrajo por un momento un niño con una bicicleta que iba a toda pastilla y que por poco atropelló a Meowth. Mientras el Pokémon parlante mascullaba maldiciones por lo bajo, Absol declaró:
<<Leonor ha dicho "por el momento". Sabemos de sobra que no podemos esperar encontrar demasiadas cosas en tan poco tiempo, pero en unos días más averguaríamos mucho más>>
-Y lo gracioso es que se cree que vamos a quedarnos mucho tiempo aquí.-rezongó Jessie sarcásticamente.
-No nos queda otra-replicó Leonor lanzándole una seria mirada-si queremos descubrir qué ocurre con el Lugia ese. ¡A ver qué sugerís si no os parece bien lo que proponemos Absol y yo!
Dado que hasta Jessie tuvo que cerrar la boca porque no encontraba nada que decir, no quedó más remedio que aceptar la solución de los dos nuevos compañeros: dividirse y recabar toda la información que pudiesen.

La media hora casi había concluido, y Meowth deambulaba sin rumbo fijo por las calles de la ciudad aburrido y sin haber conseguido nada. Bueno, sí; por poco un entrenador de pocas luces había querido capturarle, así que había que tenido que salir por patas hasta darle esquinazo, con el resultado de que se perdió. Total, perdió un cuarto de hora intentando orientarse de nuevo hasta que lo consiguió, más que nada porque no podía hablar con los humanos de por allí para evitar el pegarles un susto de muerte al ver un Meowth parlante. En realidad, a él le importaba más bien poco el susto que les daría, sino el revuelo que se armaría. A los ladrones no les resulta cómodo un alboroto tal.
Mientras se dirigía hacia donde habían quedado él y sus compañeros, Meowth pasó al lado de un quiosco de los que se colocan al aire libre.
Uno de los titulares de los periódicos atrajo la atención del Pokémon parlante como un imán.
Momentos después, Meowth corría a toda prisa por Ciudad Vetusta con el periódico robado entre las zarpas y el hombre del quiosco detrás de él gritando "al ladrón, al ladrón".
Huelga decir que no consiguió atraparle.
Meowth derrapó en una curva y, jadeante pero triunfante, se plantó delante de sus compañeros, reunidos allí probablemente desde hacía rato.
-¡Eh, compadres!-exclamó como pudo, adelantándose a las preguntas de Jessie que consistirían en "en-qué-lío-te-has-metido"-¡Mirad lo que el menda ha encontrado!
Jessie, James, Leonor y Absol formaron un círculo alrededor de Meowth y leyeron el titular del periódico que Meowth les enseñaba, intrigados. Leonor cogió el periódico y leyó:
-"Espectacular tormenta en el Bosque Vetusto"... "Nubes violáceas descargan montones de rayos de un extraño componente nunca visto"... ¡Eh, fijaos en esto! "Hay gente que dice haber visto un Pokémon violeta y gigantesco con aspecto de dragón sobrevolar el Edificio Galaxia, abandonado desde hace cuatro meses". ¡Esto puede ser lo que buscamos!-exclamó emocionada.
<<Debe de serlo, si la descripción encaja tan bien>>-repuso Absol.
-Y el Edificio Galaxia debe de estar en algún lugar de esta ciudad, si el periódico es fiable-intervino Jessie con expresión de felicidad-. Dice que es El Vetusto Vespertino, así que por fuerza tiene que ser de aquí.
-Está al norte-confirmó Leonor-, casi a las afueras.
De los cinco compañeros, a juzgar por sus expresiones, sólo James parecía reacio a ir al Edificio.
-No sé qué queréis que os diga. No creo que sea sensato meterse de primeras con ese Lugia Oscuro, y menos después de saber de lo que es capaz.
-¿Qué, acaso tienes miedo?-le preguntó Meowth, socarrón.
-Tú llámalo como te dé la gana, ¡pero no me haría ninguna gracia que os pasara algo por una insensatez!
-¡No me digas! ¡Pues para que lo sepas, podemos cuidarnos solitos!
Absol debió de notar que la cosa iría a peor como continuara la discusión, pues se colocó entre James y Meowth para evitar que la cosa fuera a más.
<<Tranquilízate, James. Y tú, Meowth, deja de pinchar>>-les regañó a ambos-<<No nos vamos a lanzar de cabeza contra ese Lugia. Hemos de investigar ese edificio primero, para ir sobre seguro. No somos tan insensatos>>
James, algo más tranquilo, asintió. Meowth, molesto, puso los ojos en blanco y bufó exasperado.
-Bueno, vamos a ir a ver el Edificio Galaxia-planeó Leonor entonces-. Hemos de ver si hay alguien allí, y averiguar cuál es la mejor forma de colarnos.
-¿Y si nos pillan? A mí me da lo mismo, pero... -inquirió Jessie-Aún no sabemos manejar bien a nuestros Pokémon en el caso de que tuviéramos que defendernos. Oh, podría ensayar la última combinación de patada en la entrepierna y puñetazo con efecto y revés que estuve practicando, ahora que lo pienso... ¡Esto ya me va gustando más!
<<Leonor se encargará de cualquier entrometido. Y yo también>>-decidió Absol.
No hubo ninguna discusión a aquella decisión. Leonor era una entrenadora muy buena, y sus Pokémon eran muy fuertes; ergo, era la más fiable protectora para todos. Así pues, los cinco se pusieron en camino por Ciudad Vetusta, de paso curioseando los puestos que había en las calles (Jessie y Meowth prestaron especial atención a los de comida), hasta que divisaron un gran edificio decorado con pinchos enormes de acero en las fachadas laterales y una antena amarillenta, enorme y rotatoria, en la azotea.
-Qué poco sentido de la discreción. Esa decoración debe de llevar mensajes subliminales para exponerla de forma tan evidente.-comentó James, burlón.
-Sí, desde luego, pincha la curiosidad; los maleantes que trabajaban allí debían de ser unos tontos de remate de agárrate y no te menees.-bromeó Meowth con uno de sus juegos de palabras, el cual causó una carcajada en la alegre Leonor. Pero cesó cuando dos individuos, vestidos con una especie de armadura futurista blanca, casco con visera negra en los ojos y pañuelos marrones al cuello, salieron a la puerta del Edificio Galaxia. El trío Rocket, Leonor y Absol, que estaban ya bastante cerca de la puerta, se escondieron inmediatamente en unos arbustos cercanos de un salto y en un segundo tomaron la unánime decisión de espiarles guarecidos por las hojas enmarañadas de los matorrales.
-Creo que el XD001 ya se ha marchado. La escapada de ayer ha puesto en un serio aprieto a la Administradora, ¿lo sabías?-comentó uno de aquellos dos extraños-Al jefe no le va a hacer ninguna gracia que la gente de aquí se haya dado cuenta de que algo sucede.
-Pero entonces se ha quedado el prototipo número uno aquí, ¿verdad?-preguntó el otro-Llamaría la atención que saliera otro helicóptero en dirección a Ciudad Pradera.
-Exacto, creo que ya lo han tenido en cuenta. Pero dentro de poco se lo llevará la Administradora; si la Policía Pokémon decide investigar este sitio, adiós al plan.
Entre los arbustos, Jessie, James, Meowth, Leonor y Absol estaban escuchando toda la conversación, y Leonor maldijo por lo bajo para sorpresa de sus compañeros.
-¿Qué pasa? ¿Quiénes son esos dos, los conoces?-le preguntó Jessie en voz baja.
-Sólo tengo una suposición, pero si fuera cierta... -susurró Leonor con tono intranquilo-Vamos, esto sería el acabóse.
-¡Shh!-siseó Meowth-¡Están hablando otra vez! ¡Cerrad el pico!
Todos aguzaron el oído a tiempo de escuchar al primer individuo decir:
-Entonces esta noche no hay guardia.
-No, porque mañana a primera hora nos largamos a la base del Valle Eólico, y lo único que hay valioso es el prototipo; como nos lo llevaremos, tenemos la noche libre... Esperemos que a la Administradora no le dé por mandarnos alguno de sus caprichos.
-Bien, porque tengo que cargar muchas cosas al avión del almacén. Lo único que me faltaba era más faena-declaró el primer desconocido-. Me parece que deberíamos entrar ya, no sea que luego nos metan un puro por entrar a trabajar tarde.
-Sí, mejor será, antes de que alguien nos escuche y le entren ganas de investigar.-admitió el otro.
Los dos extraños entraron de nuevo en el "abandonado" Edificio Galaxia sin intuir que ya les habían escuchado. Los cinco compañeros se miraron entre ellos, intranquilos, hasta que Meowth no pudo aguantar más y exclamó:
-¡Esto pareca una película de espionaje! ¡Nos vamos a infiltrar en la base enemiga y vamos frustrarles los planes! ¡¡Mola!!
Absol adoptó una expresión pensativa, a diferencia del exaltado Meowth.
<<Han hablado de un prototipo... ¿A qué se referirán?>>
-¿Alguna máquina?-sugirió James, muy intrigado; además, todo lo que tuviera que ver con la mecánica y la informática atraía poderosamente su atención-Tenían pinta de formar parte de la típica organización dedicada a construir aparatos para una hipotética dominación mundial y todas esas cosas... Vamos, como el Team Rocket, a su manera.
Leonor negó con la cabeza. Su expresión era inusitadamente sombría.
-Si pertenecen a lo que creo, dudo mucho que se trate de una máquina; al menos, no una máquina de metal-discutió-. Claro está que es posible que me equivoque... Lo que está claro es que si forman parte de la organización en la que juraría que trabajan, la dominación mundial cuenta entre sus planes.
-¿Y de qué organización estamos hablando, Leonor?-inquirió Jessie con un poco de brusquedad debida a su impaciencia y sus ganas de saber.
-Hasta que no lo sepa con seguridad no puedo decir nada. Pero esta noche lo averiguaremos, o eso espero.
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¡Espero que os haya gustado! =D El próximo capítulo se titula ¿Infiltrados... o Atrapados? x)

Intentaré colocar más capítulos estos días si nada me lo impide, ahora que ya no tengo las preocupaciones de antes xP
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
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Próximo capítulo:
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