¡Chef Nana!

Punto de encuentro para la exposición de creaciones personales derivadas O NO del mundo POKéMONesco.
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¡Chef Nana!

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Summary: Nanako quiero ser una Chef, algo que va más allá en el mundo pokémon.
Clasificación: T
Advertencias: En algunos capítulos en fanfic puede contener lenguaje violento o puede haber situaciones violentas.
Género: Aventura/Romance/Superación.
Cantidad de palabras: 1,480


¡CHEF NANA!



Mamá, hoy he tenido un día muy feliz. Tío Yuuko y Tía Yuuka están muy felices, el restaurante tuvo muy buena clientela hoy, como nunca antes. Todavía puedo sentir esa calidez al ver las sonrisas de todas esas personas...

— ¡Es hora de cenar Nana!—. Escuchó la voz de su Tía desde el comedor, tan humilde y sencilla como siempre.

— ¡Ya voy!—. Respondió. Sonrió al oler la comida, su Tío había preparado Oscechi para celebrar el fin de año, sonrió con alegría ¡Hoy cenaría como los ricos!

Bajó corriendo de su habitación y tomó asiento en una de las sillas de la mesa. Sus negros ojos brillaron al ver los platillos, cada uno ordenado en su caja. No pudo evitar que una gran sonrisa apareciera en su rostro. Algún día ella también prepararía ricos platillos como ese y personas de todo el mundo viajarían sólo para comerla.

—Nanako, come que puede enfriarse— La voz calmada de su tío se escuchó como el agua del rio en la mañana, tranquila y refrescante. Lo miró, ella realmente sentía una profunda admiración por su pariente. Desde pequeña había tenido el privilegio de consumir su comida, el recuerdo de haberlo ayudado por primera vez, aun si mantenía latente en su cabeza.

—Tío, yo quería ayudarte con la cena—Lo observó con reproche inflando sus finas mejillas, aún sin probar del exquisito plato, se cruzó de brazos esperando respuesta.


—Nana— La susodicha se sorprendió al escuchar a su tío llamarla así —Es Año nuevo, además trabajaste muy duro en el restaurante—. Le acarició el negro cabello con su mano, en modo de agradecimiento. Estaba orgulloso de esa pequeña, de su tenacidad, y de que lograra aprender todas las técnicas de cocina que le enseñaba. Sin lugar a dudas seria una gran Chef, incluso podría ser mejor que el mismo. Rió mentalmente ante su suposición.

—Chansey ven a comer con nosotros—Pidió Yuuka a su pokémon. La enfermera se acercó a la mesa, algo cohibida por tal invitación, sin embargo mantuvo ese carácter tan alegre que contagió a los demás.

Mamá, esa noche celebramos todos juntos, Tío Yuuko contó sus chistes navideños y Tía Yuuka nos hizo cantar villancicos, lo más raro, fue que del huevo de Chansey salió un pokémon, un Larvitar. Es precioso y rápidamente me eh encariñado con él.

— ¡Hoy es el gran día! ¡Al fin podré presentar mi hermoso examen para ser chef!— Gritó con emoción, había soñado años con este momento. Había sufrido humillaciones, noches sin sueño, y toda clase de empleos de tiempo completo, sólo para reunir el suficiente dinero y poder mantener sus estudios por tres años.

Después de saltar en la cama, y agradecer infinitamente a todo su esfuerzo y dedicación, sacó la alcancía que su Tío le había regalado de niña. Era de un tamaño considerable, unos treinta centímetros y tenia forma de Larvitar. Se carcajeó un poco al acordarse de su nuevo amiguito, y observó detenidamente el letrero en la panza del pokémon “Ahorros de toda la vida” se leía. Abrazó su alcancía con lágrimas en los ojos.

— Diez años ahorrando para este momento, después de pasar mi examen, te usare para comprar mis útiles, y para trabajos que haré a lo largo de mis años de educación— Volvió a poner la alcancía en su lugar, y comenzó a preparse para ir a la Academia de Chef Pokémon.

—Mucha suerte Nana, aquí tienes tu almuerzo, concéntrate— Vio con algo de desconfianza el almuerzo de Tía Yuuka, pero no dijo nada, de todos modos estaba ese dicho “Lo que no te mata, te fortaleza” y definitivamente la comida de su Tia no la mataría, pero le dejaría un mal sabor de boca.

—Gracias tía — Cogió el almuerzo y salió de la casa. Lo comería, todos los días la mujer del Maestro, como ella llamaba a su tío, trataba que cocinar platillos simples, sin éxito. Olfateó la lonchera y pudo saber que era sushi, esperaba que al menos no tuviera demasiada sal.




Llegó a la Academia minutos después. Era inmensa digno de toda persona con la intención de dedicarse a las artes de la cocina. El edificio debía de tener más de 7 pisos, y había estudiantes vestidos de chefs, varios de ellos divididos en grupos.

Esos equipos estaban haciendo comidas de diversos países. Reconoció la famosa lasaña de Italia, con unas raras pasas encima de ella. Otro equipo de Francia, donde preparaban con gusto las frutas, a quienes bañaban de chocolate derretido.

El que más llamó su atención, fue un país único que no recordaba, preparando algo que nunca antes había tenido el gusto de hacer, Manzanas flameadas. Sus ojos de plata oscura estaban admirados completamente, el fuego se esparcía por el sartén y entre las llamas se podían ver las manzanas, el muchacho vertió canela dándole una vista de fuegos artificiales.



— ¿Señorita puedo ayudarle? —.Preguntó la empleada de recepción, desde hace un rato había notado a esa niña sin chiste estar embobada con los grupos de exposición, suspiró aburrida todos los años tenia que soportar lo mismo.

— ¿Eh? A si, estoy bien. Oye, ¿Todo eso enseñan aquí?—. Cuestionó sin siquiera mirarla, su mirada seguía fija en el fuego.

—Claro, eso y más. Bien, al parecer vienes a inscribirte para hacer hoy el examen. Debo decirte los requisitos de la escuela—.Comentó tecleado en la computadora, era impresionante que esa chica no tuviera conocimientos de lo que enseñaban ahí.

— ¿Requisitos? ¿Qué requisitos?—. La contempló sorprendida, estaba segura que había llenado todos los documentos, ¿Qué rayos le faltaba?

—Si, es fácil. Tienes que dar algunos anticipos, La inscripción tiene un costo de 5000 yens, las colegiaturas semestrales de 15000 yens, los exámenes...

Por cada costo que decía, la cara de Nana se volvía cada vez mas pálida, poco a poco sentía que su respiración se iba, “No puede ser, me quedaré sin dinero y solo podré pagar un semestre de escuela” De la nada en su mente apareció un abismo, tan hondo como los hoyos negros y entre toda esa oscuridad estaba la sonrisa burlona de Ryoko, repitiendo una y otra vez que era mejor que se quedara de mesera en el restaurante.


— ¡NO!— Copió perfectamente el rostro de la portada del libro un grito desesperado, se hincó en el suelo, sus ojos perdidos en los recuerdos, sin darse cuenta que su grito había desconcentrado a los chefs y estos habían tirado los sartenes con fuego, que a su vez habían incendiado los manteles. La gente comenzó a alejarse de las llamas, los alumnos sacaron a sus pokémon de agua y Nana, entre toda esa gente caminaba de regreso a casa.


—Nana, levántate—.Li Yuuko, mejor conocido como “El Tio Yuu” suspiró al ver las vibras deprimentes que emanaba su sobrina. Ciertamente fue un golpe bajo para ella el saber que no tenia los recursos suficientes para entrar a una escuela como esa, pero él tampoco podía hacer nada, era imposible pagar una colegiatura tan cara.


—No quiero...—. Lo volteó a ver con ojeras en los ojos, y una mirada matadora. Yuuko se estremeció, prefirió salir de la habitación, ya buscarían una solución.


Mamá lo siento, todavía no podre entrar a la Academia, no tengo el dinero suficiente para mantener mis estudios ahí

Cerró los ojos e intentó dormir.

—Tengo la solución—.Susurró Yuuka en su oído. Nana dio un respingón y se arrastró a una esquina de la cama mirándola con horror. La sonrisa malévola en Yuuka Li era impresionante, tal vez debería ponerle seguro a su habitación.

—Si pequeña, sólo tienes que ser, entrenadora Pokémon— La miró desorbitada, que chistes tan malos decía su tia últimamente.

Nunca pensé en ser Entrenadora Mamá, mucho menos en ir de viaje. Pero Tía Yuuka me convenció. ¡El premio era mucho dinero! Lo suficiente para mantener mis estudios en la Academia. Sólo tengo que ganar la Liga y podre cumplir mi sueño.

Te quiere tu hija, Nanako Li

—Señora, ha llegado una carta de Nana desde Kanto— La oscuridad del despacho era opacada por los rayos del sol, la dulce voz de la muchacha desentonaba en ese ambiente tan tenso.

—Te he dicho que no quiero esas tonterías— La mujer, de dorados cabellos siguió viendo la ventana, ignorando la mirada de decepción de la sirvienta. Era muy hermosa como las modelos de revista, sus ojos eran como la plata, fríos y delicados. Al parecer su corazón guardaba mucho rencor.

— ¡Sal de aquí! Sólo estorbas— Ordenó, lanzó la copa del vino contra la empleada, rozando su mejilla.

— ¡Si Señora!— Dijo con fuerza, dio un respingón al escuchar el sonido producido de la copa contra el suelo, salió del lugar evitando no ver a su ama.

— ¿Qué te hace pensar que tu vida me importa en lo más mínimo?

Se sentó en su mullido sillón, con una sonrisa cruel que desentonaba con la dulzura de su mirada.


NOTAS.

Espero, sinceramente que sea de su agrado. :wink:

Glosario.

Oscechi. Son regalos fundamentados en alimentos tradicionales japoneses que se hacen durante Año nuevo. La tradición empieza en la era Heian (794-1185). Los Oscechi son fácilmente reconocibles mediante sus envoltorios denominados jūbako, las cuales se asemejan a las cajas bentō. Similar a las cajas bentō, jūbako que son guardadas tras su uso. Cada alimento del Oscechi tiene su simbolismo. Así, se comen huevas de pescado para tener fertilidad o rencon para ver el futuro.
Link de la imagen: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo...ese_Osechi.jpg

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Capítulo I. — Primer Pokémon.

— ¿Quieres despertar de una vez?— La zarandeó Yuuka. Nana había estado durmiendo hasta muy tarde, o al menos aparentando dormir, preguntándose una y otra vez ¿Cómo es que puede ser entrenadora? Nunca necesitó la ayuda de ningún pokémon, y al único que conocía era a Chansey y por el hecho de que ayudaba a su tia en los quehaceres del hogar.

—Es domingo...— .Declaró. La señora de la casa se alzó de hombros y se alejó, mostró una sonrisa traviesa, preparia una rica comida para el viaje de su pequeña. Incluso anduvo esculcando en el cuarto de su esposo la noche anterior.

El aprendiz de Chef dio tres vueltas más en su cama, y después se levantó. “Valor” se dijo, una tenacidad embargo su cuerpo, ya estaba olvidando el por qué de ese viaje. Se contempló frente al espejo, su reflejo presentaba una expresión penetrante, podía hacerlo. Nada ni nadie iba a destrozar su sueño de ser Chef profesional. Buscoó entré los cajones y sacó unos jeans azules.

—Ahora... ¿Que blusa me pondré? Mmm...— .Comenzó a lanzar la ropa por todos lados de la habitación. Larvitar curioso al oír tanto ruido decidió entrar, estaba tan concentrado tratando de no hacer ruido que no supo que hacer al ser aplastado por un montón de prendas femeninas.


—Ésta está bien—. Sonrió, era una playera rosa que decía Chef en letras blancas. —Aunque debo meter más en la mochila, digo, no llevaré la misma ropa en todo el viaje. — Soltó una pequeña carcajada y siguió buscando, incluso metió uno que otro vestido... quien sabe que oportunidades se presentarían... ¿No?

Escuchó un sonido raro, cerró los ojos concentrándose en la ubicación de dicho ruido. Ojeó la montaña de ropa frente a la cama, de ahí provenía. Se acercó con cautela y alzó uno de sus calzones de color rosa con pequeños puntos negros. Un rojizo ojo se asomaba, se asustó y se aferró a la mesita de noche tras ella. Si acaso era un fantasma o monstruo del mal, no dudaría en usar la espátula y convertirlo en sushi.

Vio como se zarandeó un poco la ropa y retrocedió, sin poder reaccionar sintió un gran peso encima de ella, dio gracias al cielo que todavía no comía.


—Lar...Vi...Tar, bájate, ¡bájate!— Su cara pasaba de rojo a morada, el pokémon solamente se reía y con sus patitas aplaudía como si ella fuese un payaso que la hacia reír. Nana ya empezaba a ver Spearows volar a su alrededor.



Su largo cabello negro era sostenido por una de las garras del pokémon, que curioso lo estaba oliendo. Poco a poco experimentaba como su vida se le escapaba, también se iban sus sueños como duendes cargando leña y sin faltar en su agonía, la cara de mustia de Ryoko. Tenia que pensar en algo o su meta la alcanzaría en cien años.

—Larvitar, mamá cocinó tocino — Susurró apunto de desmayarse. El raro pokémon no escuchó ni dos veces la frase y salió corriendo con destino a la cocina.

— ¡Nana eres genial!—. Se nombró son lagrimas en sus ojos. Ese pedazo de dinosaurio prehistórico casi la mataba. Terminó de arreglar su mochila, la cual estaba un poquito grande.

—Eso es todo. Haber ultima revisión. Ropa, pasta dental, cepillo de dientes, toalla, blusas, vestido, manual “aprende a ser un buen entrenador pokémon en 20 días”, zapatillas, espátula de la suerte. Si, está todo— Nana sentía que olvidaba algo, aunque también llevaba su traje de baño, ya que como ella vivía en un puerto, la playa era muy importante.

—Todo listo.

Bajó las escaleras y llegó a la sala de la casa. Su Tio y Tia estaba ahí, también Chansey y el pequeño intento de asesino, contempló con nostalgia el lugar, los sillones color vino, la mesa redonda entre ellos, el florero en forma de vaca y todos los cuadros colgando en la pared de madera pura.

—Mucha Suerte, Nanako. En este monedero hay 500 yens, no quiero que gastes tus ahorros—. ¡Eso es! Se le había olvidado por completo el dinero. Se golpeó el rostro, tenía mucha suerte de tener Tíos como ellos.

—Muchas gracias, Tio Yuu—. Agarró el monedero, era pequeño, tenía la forma de un jigglypuf. ¿Acaso todo es de pokémon? Pensó con sarcasmo. Guardó el monedero en su mochila y luego observó a su Tia, se veía algo nerviosa, demasiado.

—Aquí está tu almuerzo, lo preparó tu Tio—. Al sentirse observada prefirió darle el pedido, su querido Yuu le lanzó una mirada cómplice que su esposa prefirió ignorar.

—Wow, gracias. Yo ya estaba pensando que este día no comería— Todos rieron un poco. Nana guardó también el almuerzo y su risa se apagó, tendría que despedirse. Por un momento se quedó en silencio recordando todos los días pasados con sus familiares, realmente no quería dejarlos.

—Para conseguir tu primer pokémon, tienes que ir a Pueblo Paleta, ir al Laboratorio del Profesor Oak y hablar con él —. Prácticamente ordenó Yuuka.

— ¿Eh? ¿Profesor? ¿Primer Pokémon?—.En su cabeza sólo había signos de interrogación y cero información, a ella nunca le llamó la atención todo eso.

— ¿Leíste el manual?—. Preguntó la Tia con un tono suave y su sonrisa más tierna. Nana trago saliva, si algo aprendió en los diez años que vivió ahí, era que definitivamente esa mueca era una rotunda amenaza.

—Este, no Jeje—. Agachó la cabeza. Toda la noche estuvo pensando el como conseguiría ganar esa liga, pero sólo escuchaba la risa de Ryoko y eso la enfurecía. Así que escuchó música hasta quedarse dormida, soñando con algún día preparar comida para esos artistas. Ni siquiera le pasó por la mente el hecho de leer ese manual.

—Lo supuse, bueno coge el camión aquí afuera. Ya le dije al chofer— Se escuchó el ruido de un camión pararse fuera de la casa— Deber ser él. Larvitar irá contigo, Chansey no puede ayudarme con un pokémon que quiere estar en su bolsa todo el tiempo—. Comentó recordando las seis horas que tardaron lavando ropa, todo porque el “enano” como ella lo llamaba, se la paso jugando con el detergente a cada rato.

—Pero...—No estaba segura, Larvitar se veía muy apegado a su mamá. A los tres segundos se arrepintió de sus palabras. Cuando ella ya recien estaba saliendo por la puerta, el pokémon ya estaba incluso sentado en uno de los asientos del carro, saludándola alegremente con una de sus garras.

Agitó la mano en señal de adiós desde la ventana. Su pequeño acompañante momentos antes se recargó en su hombro y se durmió. “seguro en la mañana corrió mucho” pensó. Sacó el manual de la mochila e inició con la lectura, segundos después se quedó dormida.

Una hora más tarde y tres pitidos del camión, pudo observar el Laboratorio del profesor Oak. Sólo era un piso y realmente parecía un Laboratorio. Despertó a su acompañante y bajaron del autobús.

—Gracias, Señor Shun— Agradeció al chofer.

— ¡No te dejes vencer Nana!— Le alzó el pulgar y arrancó el carro, pitando hasta perderse en señal de apoyo.

Caminó hasta la puerta, observó a sus alrededores con emoción. Las flores estaba muy bien cuidadas, los tulipanes y los girasoles se mantenían frescos por la regadera. Tocó el timbre y esperó. El lugar era tranquilo, la brisa no era tan refrescante como la del mar. Pero se sentía muy bien.

—Adelante— Se oyó una voz desde adentro.

Entró con algo de desconfianza, sólo para caer al suelo por abrazos cariñosos.

— ¡Auxilio! ¡No quiero morir, aun soy joven, no me he casado, ni puesto mi restaurante!—Gritó alejándose de una forma milagrosa de todos esos pokémon, cabe decir que no conocía el nombre de ninguno de ellos. Sus ojos negros se oscurecieron e hizo temblar al hombre que la observaba, quien por supuesto estaba riendo, pero al ver esa mirada, mejor calló.

—Buenas tardes muchachita. Soy el Profesor Oak. Tu Tia Yuuka me dijo que serias entrenadora, aunque tengas dieciséis años esto no tiene nada que ver...— Nana casi babeaba por todos los aparatos, estaba segura que tendrían que ser muy caros, además que servían para cosas realmente difíciles, no prestaba atención a lo que decía el viejo.

—Elige un pokémon— Entonces reaccionó. Tres pokébolas frente a ella. Oak estaba examinando a Larvitar, así que Nana hizo lo que todo buen entrenador debía hacer antes de elegir un pokémon. Todo esto aprendido de su padre, quien lastimosamente ya no estaba con ella.

—De tin marin, de do pingüe cucara macara, títere fue, yo no fui, fue Tete, pégale, pégale, que ella merita fue—. Cogió la pokébola escogida y se dirigió al profesor—Ya está.

— ¡Oh! Veo que ya escogiste, veamos que pokémon es— Lanzó la pokébola al suelo, una vez tocado el piso, se abrió mostrando una luz que tomaba forma, conforme se apagaba se podía ver mejor lo que era. Primero, unas patas puntiagudas de un color azul, después una panza amarilla y un caparazón rojo, y por ultimo una carita con unos grandes ojos que la observaban con timidez.

— ¿Qué es?— Preguntó Nana. Alzó al pokémon en sus manos, era más ligero que Larvitar, mucho más ligero. Y muy bonito, le sonrió con mucho entusiasmo, y la tortuga le correspondió. Le dio un par de vueltas y lo bajó al suelo. Rápidamente el extraño pokémon se apegó a Larvitar, y los dos comenzaron a jugar.

—Es Squirtle, un pokémon tipo agua. Aquí está tu pokedex, donde podrás ver la información de todos los pokémon que te encuentres, el pokegear que contiene un mapa, puedes hablar por teléfono con gente que tenga pokegear y seis pokébolas para atrapar pokémon— Nana guardó las cosas en su cinturón, aunque lo que más le gusto fue el pokegear, de ahí podría hablarle a sus Tíos. — Ya son las seis de la tarde, pronto anochecerá, ¿Por qué no te quedas a dormir aquí? Mañana continúas tu viaje.

— ¿Esta loco? ¡Viejo pervertido! Me largo de aquí— Su manó golpeó fuertemente la mejilla de Oak, dejándolo tirado en el suelo, cargó a Squirtle y salió del Laboratorio seguida de un sonriente Larvitar.


— ¿Pervertido?— Se preguntó confundido el Profesor. Esa niña estaba loca. —Recuerdo que Yuuka me dijo que le diera algunos consejos a su sobrina. Lo siento Yuuka pero ella se fue y no creo que la pueda hacer volver— Se carcajeó tocándose la mejilla, seria un viaje lleno de dificultades para esa chica.

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Re: ¡Chef Nana!

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Capitulo II. — Una receta más [Primera Parte]

—Este manual me da dolor de cabeza, debería estar leyendo recetas de otros países, no esto—. Suspiró con aburrimiento y agachó la cabeza, no había dormido absolutamente nada la noche anterior, no porque no quisiera sino porque el suelo no era exactamente una linda cama, el sueño la estaba venciendo. Bostezó y se estiró un poco, tendría que llegar pronto a alguna ciudad, no le gustaban en absoluto esos molestos mosquitos.

Según el mapa Ciudad Verde aún estaba lejos, Larvitar y Squirtle la seguían, aunque desde hace unos instantes notó que sus compañeros mantenían una distancia con ella, como si le temiesen.

— ¿Temerme? ¡Pero si soy un angelito caído del cielo!—Comenzó a reírse de una forma un tanto...escalofriante. Squirtle pensó seriamente en regresar al laboratorio, su entrenadora lo estaba asustando, no sólo gritó como loca al humano que cuidó de él si no que además hablaba sola.

A Larvitar en cambio le divertía todo lo que su amiga hacia. Caminaba al lado de su nuevo amigo y aplaudía al ver a su entrenadora en todas sus facetas. Pero lo que no entendía era la cara de susto que tenia Squirtle, ¿Acaso no se divertía? Tal vez era algo tímido.

—Lar, Lar, Lar— Jaló del pantalón de Nana para llamar su atención. Ésta dejó de pensar en el dolor de cabeza que le provocaba su situación actual y giró para estar frente al pokémon.

— ¿Qué sucede pequeño?— Acarició la mejilla de Larvitar, su piel se sentía seca como la de las iguanas. Éste cerró los ojos disfrutando de la caricia.

—Lar, lar, lar—sin abrir los ojos palpó su panza con sus garras, dándole a entender que tenia hambre. Estas escenas, eran las que hacían cambiar de opinión a Squirtle.
Su entrenadora parecía una chica histérica, pero llegaba a hacer cosas que lo hacían sentir muy bien. Se acercó a ellos y se subió al pecho de su entrenadora, Nana lo sostuvo juntado su azulada mejilla con la de ella, frotó su mejilla contra la de Squirtle y después rió, contagiando a los demás.

—Al parecer ambos tienen hambre, ¿No?—. Asintieron sin despegarse de ella. Nana se había sentado con los pies extendidos, Squirtle se recostó entre sus piernas sacando burbujas de su boca, las cuales Nana se encarga de romper con sus dedos. Larvitar estaba sentado jugando con los pies de la chica, desató las agujetas y mostró sus dientes en una gran sonrisa.

—Muy bien, prepararé Korokke. Pero necesito que alguien me ayude—. Ambos levantaron la mano, ella rió un poco— A ver Larvitar, tú tienes que ir por leña—.Larvitar cerró el puño y corrió perdiéndose entre la maleza. — Por lo tanto tú tendrás que ayudarme a sacar las cosas, y a picar algunos ingredientes. ¿Estás listo?—.

—Squirtle, Squirtle—. Saltó y le quitó la mochila a Nana y empezó a buscar dentro de ella.

—Oh vamos, no te desesperes. Te ayudaré—.

Primero sujetó a su primer pokémon y lo sacó de la bolsa, sin dejar de reír claro. La vista era hermosa para ella. Podía ver las patas de Squirtle moverse frenéticamente tratando de salir.

—Debes tener más cuidado, sostén esto—. Le dio una tablita y su acompañante la cogió en sus manitas, dejándola en el suelo algo apartada de su entrenadora.

—Este es un cuchillo, es muy filoso por eso debes sostenerlo así— Le mostró, su mano aprisionaba el mango del cuchillo— Ten—. Él lo sostuvo de la misma manera y Nana lo aprobó.

—Squirtle, Squirtle—. El pokémon infló su estomago orgulloso de que lo hizo bien. Dejó el objeto con cuidado a un lado de la tabla.

—Aquí está la carne molida, yo sacaré lo demás. Esa carne déjala encima de la tabla—Explicó. Hicieron lo dicho y Nana comenzó a hacer lo que mejor sabía, cocinar.

Squirtle observaba con los ojos abiertos todo lo que la chica hacia. La agilidad con la que cortaba los trozos de carne era impresionante, sólo veía el brillo del cuchillo. Una vez terminado, Nana juntó la carne en una esquina de la tabla.

Larvitar regresó cargando varios palos, pensando que ya estaba lo comida, casi se abalanza contra la carne, siendo detenido por la amenazante mirada de su entrenadora.

—Todavía no está. Junta la leña ahí— Señaló. El dinosaurio obedeció. Dio unos cuantos pasos y dejó la leña caer, y con sus garras puso un tronco sobre otro.

— ¿Seguro que tú los cortaste?— preguntó algo desconfiada. El corte de los palos era perfecto, tan perfecto que dudaba que alguien con tan poco tacto como Larvitar pudiera hacer.

—Lar, lar, lar— Se cruzó de brazos y mostró una sonrisa reluciente, abrió uno de sus ojos y de esté salió un pequeño brillo, mostrando seguridad.

—Supongo que eso es un por supuesto, que seguro de si mismo— Comentó con sarcasmo.

Usó dos pequeñas varas para hacer una fogata. Observada por sus pokémon, buscó alambre y algunas ramas más. Entre los tres, pusieron las ramitas alrededor de la fogata y encima de esta pusieron el alambre de cuadros. Estaba oxidado pero servía de mucho. Nana lo amarró bien de las esquinas para que el peso del sartén no lo hundiera.

Después acomodó el sartén y le vació aceite en un punto fijo, el liquido se disperso alrededor. Sacó una bolsita de pan molido y la abrió de una esquina.

—Quiero que con la carne hagan óvalos y ya hechas, las metan aquí— Dijo mostrando la bolsa ya abierta. Ambos agarraron un poco de carne y comenzaron a darle forma.

Nana hizo lo mismo. Ya teniendo las bolitas en la bolsa, que por cierto ya estaba rota completamente, las envolvió con el pan pasando una a una al sartén donde se freirán. Las movía constantemente con la espátula para evitar que se quemaran, el olor produjo que su estomago saltara impaciente.

—Listo. Como no tenemos platos, tendrán que sacarlas del sartén con sus garras. Están algo calientes pero pueden comerlas—. Hablar sobre su propia comida la hacia sentir como si supiera algo que los demás no— Generalmente se acompaña con puré de papa pero así también son deliciosas— Sacó la lengua en un gesto divertido.

Se sintió muy orgullosa de si misma, los ojos de sus pokémon brillaban mientras devoraban los korokkes. Squirtle tenía los ojos llorosos, nunca había probado algo tan delicioso. Larvitar algo más experimentado en estas cosas, simplemente disfrutaba de sus alimentos.
Tomó uno de los óvalos ahora dorados, lo mordió y disfrutó el sabor genuino de los korokkes, una que otra lagrima salió de sus ojos plata, no ha perdido el toque.

Algo disperso la atmosfera familiar del momento, era un zumbido, no, no sólo era un zumbido. Eran varios y cada vez aumentaban, se estaban acercando.

— ¿Qué será?— Dudó un poco, eso no lo estaba gustado.

De repente muchos pokémon de colores amarillos llegaron al lugar, destrozando la fogata con extraños aguijones y tirando los korokkes. Los pokémon de Nana rápidamente se pusieron frente a su entrenadora, protegiéndola.

—Beedril, el pokémon vicho/volador. Es bastante territorial, si su nido es molestado, comenzará a atacar en un enjambre—. Escuchó la voz del pokedex.

—Asi que son Beedrils, intentos de abejas quiero decirles sólo una cosa— Nana se puso de pie de una manera lenta, amenazadora— Si vuelven a dañar mi comida, ¡los freiré a ustedes!— Sus ojos mostraban una maldad terrible hasta Squirtle retrocedió, los pokémon se atemorizados y regresaron volando a esconderse tras la hierba.

—Y tú pequeño travieso, no debiste tomar cosas que no son tuyas. Debes esforzarte para logar algo— Larvitar tembló un poco y movió la cabeza frenéticamente. Nana sonreía fríamente, ya se las arreglaría para enseñarle una lección a ese dinosaurio.

— ¿Korokkes? Que patético. ¿Acaso no te enseñaron a hacer otras cosas? jajaja— Esa risilla. Nana la conocía muy bien, tan aguda y arrogante, era Ryoko. Acarició la cabeza de Larvitar y giró sobre ella. Su primera rival no había cambiado en nada. Tenía el perfecto cuerpo de una adolescente de dieciséis años, del cual ella carecía. Su cabello castaño ondulado tan largo como el suyo y los hermosos ojos azules, tan azules como los caros zafiros. Sonrió con sorna, eran muy hermosos pero se mostraban burlones opacando todo rastro de belleza.

— ¿No estabas en Francia?— Interrogó. Nana sin embargo se sentía pequeña al lado de ella. Sabia que mostrar seguridad no le serbia de nada contra Ryoko que siempre la opacaba.
Desde pequeñas, en algún concurso, en deportes, en belleza. Siempre era Ryoko, Ryoko, Ryoko. Tan inalcanzable. En lo único que logró ganarle era en cocina, y por eso la niña mimada se encargó de destruir cada una de sus oportunidades logrando que nunca se conociera su talento. Apretó los puños, esta vez no iba a permitir que le robara sus sueños.


—Lo estaba, pero ya no. Me enteré que quieres entrar a la Academia. ¿Sabes? Yo también entraré, cuando tú entres—No le importaba esperar, haría todo para que Nana no se convirtiera en chef, nadie en este mundo reconocería su talento. El destino de Nana era estar detrás de ella, como el perro que era. — Batallemos Nana. Yo también tengo pokémon—Una sonrisa cruel adornó su bello rostro. Su amiga nunca olvidaría este combate, quitó algo de polvo inexistente de su vestido azul, seguramente de un costo muy alto.

—Está bien— ¿Nana en que estás pensando? Como si apenas y sabes que ataques tienen tus pokémon. Pero no puedo permitir que se burle de mí.

—Tan imprudente como siempre, puedes batallar con los dos si quieres— Declaró Ryoko mientras bostezaba, eso seria fácil.

— ¿Squirtle?— El pokémon asintió con determinación, eso hizo sentir a Nana más segura, también asintió. La tortuga caminó hasta dejar atrás a su entrenadora. Miró a la humana en espera de su rival esa chica le daba mala espina. Pero era su primera batalla y daría lo mejor, haría que Nanako se sintiera orgullosa de ella misma, puesto que sólo necesitaba un poco de seguridad.

—Que tierno—Su rostro se suavizó un poco y sus ojos se mostraron cálidos por primera vez, pero después sonrió con frialdad opacando de nuevo ese sentimiento—Es una lastima que quede tan destrozado después de esto. ¡Salamance, ve!

El glorioso dragón salió de la pokébola, mirando a su oponente frente a él con sus afilados ojos. Sonrió al igual que su dueña. Nana no sabia porque, pero sentía un gran temor al ver ese nuevo pokémon, su mirada era realmente terrorífica, los grandes colmillos sobresalían de su boca.


— ¿Qué pokémon es ese?— Se preguntó temblando. A pesar de que el Salamance sólo estaba flotando, Nana sentía un gran peligro a su alrededor. Sacó su pokedex y buscó a ese pokémon.

—Salamance, el pokémon dragón/volador. Es la última etapa de Bagon. Son pokémon peligrosos en batalla. — ¿Ultima etapa? Ese pokémon era muy poderoso. Su poder debía ser destructor. Tenia que detener esa batalla o Squirtle iba a salir muy lastimado.

—Me voy a rendir— Decidió alzando el rostro.

—Demasiado tarde, Salamance hazlo.

Se quedó paralizada. El dragón había alzado su garra la cual brilló, rasgó el cuerpo de Squirtle tumbándolo al suelo. Su pokémon gritó su pecho amarillo estaba desgarrado y de el salía sangre azul. Una de sus patas se posó sobro el pequeño cuerpecito de la tortuga, y Salamance hizo presión sobre su pierna, haciendo gritar a su victima.

— ¡Te dije que me rendí! ¿La pokébola? ¿Donde está?— Nana estaba muy nerviosa. En su cabeza estaba el hecho de que Squirtle estaba en peligro. Larvitar intentó ayudar a su amigo, pero sólo recibió un colazo por parte del dragón lo que lo mandó a volar varios metros.

— ¡Squirtle, regresa!—Nana sostuvo la pokébola y de ella salió un rayo rojo pero este fue interceptado por Salamance quien ahora lanzó un lanzallamas, como consecuencia graves quemaduras aparecieron en el negro rostro de Squirtle. Lo intentó de nuevo, pero sucedía lo mismo, el dragón se interponía. Las lágrimas salieron de los ojos de Nana, estaba desesperada, pero no se rendía y trataba de hacer regresar a Squirtle, corría en diferentes ángulos pero fallaba nuevamente.


—Llamarada—.

De la boca de Salamance salió una gran llama de fuego que quemó a Squirtle. Nana gritaba al ver como se retorcía tratando de escapar.

— ¡Por favor haz que se detenga! ¡Te lo ruego!— Se hincó frente a Ryoko, llorando amargamente por ver a su amigo sufrir. Abrazaba las piernas de su rival, rogando por que dejara a su pequeño pokémon. Pero Ryoko no la escuchaba, sólo disfrutaba el ver tan miserable a Nana, y como se formaban varias heridas en la piel de su pokémon.

—Basta Salamance. Soy la campeona de la liga Pokémon, si quieres ir a la Academia tienes que vencerme—.Subió al lomo del dragón, no sin antes patear al Squirtle. Después, ambos desaparecieron en el cielo.

— ¡Squirtle! ¡Squirtle!—Levantó con mucho cuidado a su pokémon. Lo acomodó en sus brazos y cerró sus ojitos, sus manos se estaban manchando de la sangre que salía de las heridas del pequeño. Dejó de observarlo cuando la respiración de Squirtle comenzó agitarse, tenia que llevarlo rápido al centro pokémon.

—Vámonos Larvitar. Tenemos que llegar a Ciudad Verde—

Ambos comenzaron a correr, Nana corría con todas sus fuerzas, importándole poco las punzadas que sentía en sus piernas. Sacó una pokeball de su cinturón y regresó a Larvitar, él también tenía que descansar.

—Perdóname Squirtle. Todo es mi culpa— Comenzó a llorar de nuevo, miraba con profunda tristeza a su pokémon. Estaba muy lastimado y la carita de dolor de Squirtle la hacia sentir peor— No pude protegerte, perdóname por favor.

Llegó a Ciudad Verde y buscó el Centro Pokémon, preguntó y todos parecían ignorarle. ¿Qué no se daban cuenta? ¡Tenia un pokémon herido! Continuó corriendo fijándose en cada establecimiento.

—Si buscas el Centro Pokémon está pasando la Plaza. Es un edificio rojo— Le dijo un niño. Nana le hizo un gesto de agradecimiento y corrió, corrió aunque ya no sentía sus piernas, aunque lo único que la hacia seguir era el ver sano a Squirtle, aunque el haber estado corriendo por tantas horas la estuviera matando, aunque su vista se estaba volviendo mas borrosa con cada paso que daba.

Divisó el Centro Pokémon. Una sonrisa de alivio surgió en su rostro serio, Squirtle podía salvarse. Llegó y cuando estuvo frente a la puerta de su salvación, su sonrisa desapareció.

El centro Pokémon estaba cerrado.

GLOSARIO
Korokke.
El korokke (コロッケ,korokke?) es una fritura japonesa relacionada con la croqueta francesa. Fue introducida al país a comienzos de la década de 1900.
Este plato está hecho de una mezcla de carne, mariscos o vegetales picados y cocinados con puré de papa o salsa béchamel, empanados con harina blanca, huevos y migajas de pan; fritos hasta que tengan un color chocolate en su parte externa.
El korokke es servido ocasionalmente con salsa de tonkatsu y trocitos de calabaza. También puede ser usado como cobertura para otros platos. Cuando se le hace un sándwich, es llamado korokke pan.
Link de la imagen: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Korokke.jpg

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Danot Okino
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Re: ¡Chef Nana!

Mensajepor Danot Okino »

Bueno, leído ya o.o

¿Capítulo 0/Prólogo?: Pudimos ver la vida diaria de Nanako, o Nana, con sus tíos y su sueño de convertirse en una chef tan reconocida como su tío (no su tía, que es so-so), y por momento hablándole a su madre ausente; vimos además el nacimiento del Larvitar cuyo huevo cuidaba la Chansey de la familia (aunque aún no ha tenido un rol más que su parecido con la alcancía de la protagonista); transcurrió el tiempo y se dio la fecha del examen de ingreso de la chica, pero al llegar a la sede quedó maravillada por las demostraciones de los estudiantes, y regresada a la realidad con la mención de los requisitos y costos para seguir su carrera (pobre Nana .w.); tras esa terrible decepción y algo de deliberación de sus tíos, aceptó la sugerencia de convertirse en entrenadora y ganar la Liga Pokémon (al menos tiene fe en sí misma =P) para financiar sus estudios; el episodio culminó cuando, todas esas partes que parecían dirigidas a su madre parecieron formar parte de una carta que le escribió y mandó (por la descripción, recuerda a Cynthia o.oU), pero dicha mujer rechazó con desagrado dicha misiva, preguntándose cruelmente si acaso Nana pensaba que su vida le importaba lo más mínimo owoU...

Spoiler: Mostrar
Viera escribió:— ¡Ya voy!—. Respondió. Sonrió al oler la comida, su Tío había preparado Oscechi para celebrar el fin de año, sonrió con alegría ¡Hoy cenaría como los ricos!

"alegría, ¡hoy" o.o

Viera escribió:Algún día ella también prepararía ricos platillos como ese y personas de todo el mundo viajarían sólo para comerla.

comerlos :3

Viera escribió:aun si mantenía latente en su cabeza.

aún se o.o

Viera escribió:en modo de agradecimiento. Estaba orgulloso de esa pequeña, de su tenacidad, y de que lograra aprender todas las técnicas de cocina que le enseñaba. Sin lugar a dudas seria una gran Chef, incluso podría ser mejor que el mismo.

a, él :3U

Viera escribió:Es precioso y rápidamente me eh encariñado con él.

he o.o

Viera escribió:Era de un tamaño considerable, unos treinta centímetros y tenia forma de Larvitar.

tenía :3

Viera escribió:— Diez años ahorrando para este momento, después de pasar mi examen, te usare para comprar mis útiles, y para trabajos que haré a lo largo de mis años de educación— Volvió a poner la alcancía en su lugar, y comenzó a preparse para ir a la Academia de Chef Pokémon.

usaré o.o
¿Chef Pokémon? Si fuera "Chef" a secas supongo que sería lo normal, pero, ¿lo dicho significa que cocinan Pokémon? owoU

Viera escribió:“Lo que no te mata, te fortaleza” y definitivamente la comida de su Tia no la mataría, pero le dejaría un mal sabor de boca.

fortalece :3

Viera escribió:Era inmensa digno de toda persona con la intención de dedicarse a las artes de la cocina.

"inmensa, digna" o.o

Viera escribió:Otro equipo de Francia, donde preparaban con gusto las frutas, a quienes bañaban de chocolate derretido.

las que :3

Viera escribió:— ¿Señorita puedo ayudarle? —.Preguntó la empleada de recepción, desde hace un rato había notado a esa niña sin chiste estar embobada con los grupos de exposición, suspiró aburrida todos los años tenia que soportar lo mismo.

tenía o.o

Viera escribió:— ¿Eh? A si, estoy bien. Oye, ¿Todo eso enseñan aquí?—. Cuestionó sin siquiera mirarla, su mirada seguía fija en el fuego.

Ah sí, todo :3U

Viera escribió:— ¿Requisitos? ¿Qué requisitos?—. La contempló sorprendida, estaba segura que había llenado todos los documentos, ¿Qué rayos le faltaba?

qué o.o

Viera escribió:Si, es fácil. Tienes que dar algunos anticipos, La inscripción tiene un costo de 5000 yens, las colegiaturas semestrales de 15000 yens, los exámenes...

Sí, yenes, yenes :3U

Viera escribió:entre toda esa oscuridad estaba la sonrisa burlona de Ryoko, repitiendo una y otra vez que era mejor que se quedara de mesera en el restaurante.

¿Quién es Ryoko? Hasta el momento no hemos visto a nadie con ese nombre owoU

Viera escribió:— ¡NO!— Copió perfectamente el rostro de la portada del libro un grito desesperado, se hincó en el suelo,

libro "Un grito desesperado"/"Un Grito Desesperado" o.o

Viera escribió:Mamá lo siento, todavía no podre entrar a la Academia, no tengo el dinero suficiente para mantener mis estudios ahí

Falta el punto final owo

Viera escribió:Si pequeña, sólo tienes que ser, entrenadora Pokémon— La miró desorbitada, que chistes tan malos decía su tia últimamente.

Sí, tía :3U

Viera escribió:Sólo tengo que ganar la Liga y podre cumplir mi sueño.

podré o.o
Siempre una tarea fácil (?)

Viera escribió:— ¡Si Señora!— Dijo con fuerza, dio un respingón al escuchar el sonido producido de la copa contra el suelo, salió del lugar evitando no ver a su ama.

Sí, y ese "no" sobra :3U


Capítulo I: Pudimos apreciar los preparativos hechos por Nana y el susto que le dio Larvitar al quedar atrapado bajo el montón de roca que la chica había arrojado mientras rellenaba su mochila, para luego bajar y despedirse de sus tíos tras darle un último vistazo a su hogar, aunque al menos tendría la compañía del Pokémon de roca en su viaje; así pues, tras ser llevada por el señor Shun en su camión, se encontró con el profesor Oak, quien le dio la usual elección de Pokémon iniciales, siendo la suerte la que determinó que Nana se quedara con un adorable Squirtle, el que se llevó rápidamente tras creer erróneamente que el científico quería aprovecharse de ella al ofrecerle pasar la noche en su laboratorio owoU...

Spoiler: Mostrar
Viera escribió:preguntándose una y otra vez ¿Cómo es que puede ser entrenadora? Nunca necesitó la ayuda de ningún pokémon, y al único que conocía era a Chansey y por el hecho de que ayudaba a su tia en los quehaceres del hogar.

cómo, tía o.oU

Viera escribió:preparia una rica comida para el viaje de su pequeña.

prepararía :3

Viera escribió:“Valor” se dijo, una tenacidad embargo su cuerpo, ya estaba olvidando el por qué de ese viaje. Se contempló frente al espejo, su reflejo presentaba una expresión penetrante, podía hacerlo. Nada ni nadie iba a destrozar su sueño de ser Chef profesional. Buscoó entré los cajones y sacó unos jeans azules.

embargó, porqué, Buscó o.oU

Viera escribió:—Ahora... ¿Que blusa me pondré? Mmm...— .Comenzó a lanzar la ropa por todos lados de la habitación. Larvitar curioso al oír tanto ruido decidió entrar, estaba tan concentrado tratando de no hacer ruido que no supo que hacer al ser aplastado por un montón de prendas femeninas.

qué, qué :3U

Viera escribió:—Ésta está bien—. Sonrió, era una playera rosa que decía Chef en letras blancas. —Aunque debo meter más en la mochila, digo, no llevaré la misma ropa en todo el viaje. — Soltó una pequeña carcajada y siguió buscando, incluso metió uno que otro vestido... quien sabe que oportunidades se presentarían... ¿No?

quién, no o.oU

Viera escribió:Vio como se zarandeó un poco la ropa y retrocedió,

cómo :3

Viera escribió:—Lar...Vi...Tar, bájate, ¡bájate!— Su cara pasaba de rojo a morada, el pokémon solamente se reía y con sus patitas aplaudía como si ella fuese un payaso que la hacia reír. Nana ya empezaba a ver Spearows volar a su alrededor.

vi, tar o.oU
Por fin alguien que sume el peso real de Larvitar .w.U (?)

Viera escribió:Poco a poco experimentaba como su vida se le escapaba.

cómo :3

Viera escribió:—Larvitar, mamá cocinó tocino — Susurró apunto de desmayarse.

a punto o.o

Viera escribió:— ¡Nana eres genial!—. Se nombró son lagrimas en sus ojos.

con lágrimas :3

Viera escribió:—Eso es todo. Haber ultima revisión. Ropa, pasta dental, cepillo de dientes, toalla, blusas, vestido, manual “aprende a ser un buen entrenador pokémon en 20 días”, zapatillas, espátula de la suerte. Si, está todo— Nana sentía que olvidaba algo, aunque también llevaba su traje de baño, ya que como ella vivía en un puerto, la playa era muy importante.

"A ver,", Sí o.o
Debió llevar el libro "Entrenamiento Pokémon para Dummies" (?)

Viera escribió:¿Acaso todo es de pokémon? Pensó con sarcasmo.

"pokémon?, pensó :3

Viera escribió:—Este, no Jeje—. Agachó la cabeza. Toda la noche estuvo pensando el como conseguiría ganar esa liga, pero sólo escuchaba la risa de Ryoko y eso la enfurecía.

"jeje" o "je je", en cómo o.oU

Viera escribió:—Lo supuse, bueno coge el camión aquí afuera. Ya le dije al chofer— Se escuchó el ruido de un camión pararse fuera de la casa— Deber ser él. Larvitar irá contigo, Chansey no puede ayudarme con un pokémon que quiere estar en su bolsa todo el tiempo—. Comentó recordando las seis horas que tardaron lavando ropa, todo porque el “enano” como ella lo llamaba, se la paso jugando con el detergente a cada rato.

Debe, pasó :3U

Viera escribió:Cuando ella ya recien estaba saliendo por la puerta,

recién o.o

Viera escribió:— ¡Auxilio! ¡No quiero morir, aun soy joven, no me he casado, ni puesto mi restaurante!

aún :3

Viera escribió:—Buenas tardes muchachita. Soy el Profesor Oak. Tu Tia Yuuka me dijo que serias entrenadora, aunque tengas dieciséis años esto no tiene nada que ver...

serías o.o

Viera escribió:— ¡Oh! Veo que ya escogiste, veamos que pokémon es—

qué :3

Viera escribió:Nana guardó las cosas en su cinturón, aunque lo que más le gusto fue el pokegear, de ahí podría hablarle a sus Tíos. — Ya son las seis de la tarde, pronto anochecerá, ¿Por qué no te quedas a dormir aquí? Mañana continúas tu viaje.

gustó, por o.oU

— ¿Esta loco? ¡Viejo pervertido! Me largo de aquí— Su manó golpeó fuertemente la mejilla de Oak, dejándolo tirado en el suelo, cargó a Squirtle y salió del Laboratorio seguida de un sonriente Larvitar.
Está :3
Ouch, pobre profe xD

Viera escribió:Se carcajeó tocándose la mejilla, seria un viaje lleno de dificultades para esa chica.

sería o.o


Capítulo II: Tras una mala noche de sueño, Nana continuó su camino hacia ciudad Verde junto a Squirtle y Larvitar, quienes mantenían su distancia por el extraño comportamiento de la chica a causa de ello, pero al final ello fue dejado de lado cuando ambos Pokémon se acercaron a ella con hambre, por lo que tras un momento de juegos se dispuso a preparar algo delicioso; repartiendo las tareas entre el trío, prepararon un platillo de carne y pan molido, el que disfrutaron hasta la llegada de cierto enjambre de Beedrill, los que Nana asustó con su amenaza de freírlos... o quizá fue la inoportuna llegada de Ryoko, aquella chica que siempre superó a Nana en todo, excepto en el arte culinario, y aun así la boicoteó siempre que pudo, para humillarle más y más; sin revelar que era la campeona de la liga, retó a Nana a una batalla, no sólo para que su Salamence derrotara a Squirtle, sino que le hiriera repetidamente a pesar de la rendición y posteriores súplicas de su entrenadora, al punto de dejarlo herido de muerte, tras lo cual se burló más de Nana diciéndole que si deseaba cumplir su sueño, primero tendría que vencerle... y aun así, soportar sus intentos de boicoteo estando en la academia .w.UU Sin importarle nada más, tomó a su amigo herido y corrió con todo de sí hasta ciudad Verde, pero el destino quiso que lo hallara cerrado (cosa extraña, ¿será cosa de Ryoko?) precisamente cuando más lo necesitaba... y aquí nos quedamos, porque lamentablemente no hay más episodios D:

Spoiler: Mostrar
Viera escribió:Squirtle pensó seriamente en regresar al laboratorio, su entrenadora lo estaba asustando, no sólo gritó como loca al humano que cuidó de él si no que además hablaba sola.

sino :3
Pobre Squirtle xD

Viera escribió:A Larvitar en cambio le divertía todo lo que su amiga hacia. Caminaba al lado de su nuevo amigo y aplaudía al ver a su entrenadora en todas sus facetas. Pero lo que no entendía era la cara de susto que tenia Squirtle, ¿Acaso no se divertía? Tal vez era algo tímido.

hacía, acaso o.oU

Viera escribió:—Lar, lar, lar—sin abrir los ojos palpó su panza con sus garras, dándole a entender que tenia hambre.

tenía :3

Viera escribió:—Al parecer ambos tienen hambre, ¿No?—.

no o.o

Viera escribió:—Aquí está la carne molida, yo sacaré lo demás. Esa carne déjala encima de la tabla—Explicó. Hicieron lo dicho y Nana comenzó a hacer lo que mejor sabía, cocinar.

¿Y en qué llevaba la carne que no se echó a perder? .w.

Viera escribió:—Supongo que eso es un por supuesto, que seguro de si mismo— Comentó con sarcasmo.

sí :3

Viera escribió:Se sintió muy orgullosa de si misma,

sí o.o

Viera escribió:Algo disperso la atmosfera familiar del momento,

dispersó, atmósfera :3

Viera escribió:Beedril, el pokémon vicho/volador.

Beedrill, bicho/veneno owoU (porque no es volador, según su tipo al menos .w.)

Viera escribió:Asi que son Beedrils, intentos de abejas quiero decirles sólo una cosa— Nana se puso de pie de una manera lenta, amenazadora— Si vuelven a dañar mi comida, ¡los freiré a ustedes!— Sus ojos mostraban una maldad terrible hasta Squirtle retrocedió, los pokémon se atemorizados y regresaron volando a esconderse tras la hierba.

Así, Beedrills o.oU
Pobres bichos xD

Viera escribió:—Y tú pequeño travieso, no debiste tomar cosas que no son tuyas. Debes esforzarte para logar algo—

lograr :3

Viera escribió:— ¿Korokkes? Que patético. ¿Acaso no te enseñaron a hacer otras cosas? jajaja— Esa risilla. Nana la conocía muy bien, tan aguda y arrogante, era Ryoko.

Qué o.o
Así que por fin conocemos a la susodicha Ryoko .w.

Viera escribió:Sabia que mostrar seguridad no le serbia de nada contra Ryoko que siempre la opacaba.

Sabía, servía :3U

Viera escribió:Como si apenas y sabes que ataques tienen tus pokémon.

qué o.o

Viera escribió:—Tan imprudente como siempre, puedes batallar con los dos si quieres— Declaró Ryoko mientras bostezaba, eso seria fácil.

sería :3

Viera escribió:Que tierno—Su rostro se suavizó un poco y sus ojos se mostraron cálidos por primera vez, pero después sonrió con frialdad opacando de nuevo ese sentimiento—Es una lastima que quede tan destrozado después de esto. ¡Salamance, ve!

Qué o.o
Ouch, esto va a ser doloroso, y sin duda se ve por qué Nana nunca olvidará esta batalla .w.U

Viera escribió:Nana no sabia porque, pero sentía un gran temor al ver ese nuevo pokémon,

sabía por qué :3U

Viera escribió:Tenia que detener esa batalla o Squirtle iba a salir muy lastimado.

Tenía o.o

Viera escribió:Se quedó paralizada. El dragón había alzado su garra la cual brilló, rasgó el cuerpo de Squirtle tumbándolo al suelo. Su pokémon gritó su pecho amarillo estaba desgarrado y de el salía sangre azul. Una de sus patas se posó sobro el pequeño cuerpecito de la tortuga, y Salamance hizo presión sobre su pierna, haciendo gritar a su victima.

él, sobre, víctima :3U
Ryoko is an a-hole ówò

Viera escribió:— ¡Te dije que me rendí! ¿La pokébola? ¿Donde está?—

Dónde o.o

Viera escribió:De la boca de Salamance salió una gran llama de fuego que quemó a Squirtle. Nana gritaba al ver como se retorcía tratando de escapar.

llama o lengua de fuego, cómo :3U

Viera escribió:Pero Ryoko no la escuchaba, sólo disfrutaba el ver tan miserable a Nana, y como se formaban varias heridas en la piel de su pokémon.

cómo o.o
Qué cretina, por dios .w.

Viera escribió:—Basta Salamance. Soy la campeona de la liga Pokémon, si quieres ir a la Academia tienes que vencerme—.Subió al lomo del dragón, no sin antes patear al Squirtle. Después, ambos desaparecieron en el cielo.

Odiable desde el principio, así dan ganas de animar a Nana para que le patee el culo después .w.

Viera escribió:Dejó de observarlo cuando la respiración de Squirtle comenzó agitarse, tenia que llevarlo rápido al centro pokémon.


Viera escribió:¿Qué no se daban cuenta? ¡Tenia un pokémon herido! Continuó corriendo fijándose en cada establecimiento.


Viera escribió:aunque su vista se estaba volviendo mas borrosa con cada paso que daba.


Viera escribió:Divisó el Centro Pokémon. Una sonrisa de alivio surgió en su rostro serio, Squirtle podía salvarse. Llegó y cuando estuvo frente a la puerta de su salvación, su sonrisa desapareció.

El centro Pokémon estaba cerrado.

Oh, cruel destino .w.U
Debiste quedarte donde el profe, Nana owoUU


A nivel técnico, opino que la narración y redacción son sencillas (aunque en la segunda se notan algunas redundancias), como en la mayoría de tus escritos (al menos los primeros), lo que permite una lectura rápida y agradable (aunque me temo que tienes demasiadas faltas de ortografía y tildación, lo que distrae mucho owoUUU); el ritmo lo encontré mayormente acelerador, al menos en los 2 primeros episodios y la primera parte del tercero, pero la segunda fluyó más adecuadamente para lo ocurrido ahí y su trascendencia en el futuro de Nana (ahora incierto, dado que el fic se quedó acá .w.); el planteamiento sin duda es interesante, empezando por la meta inicial de Nana y usar el hecho de ser Entrenadora para lograr ese objetivo (buena forma de explotar un cliché tan extendido xP), con una caracterización constante y coherente, para bien (Nana) o para mal (Ryoko), buen manejo de la comedia al principio y del drama al final del capítulo II; en cuanto a los aspectos negativos, aparte de lo ya mencionado con la ortografía y tildación, es la falta de coherencia en algunos puntos, como la conservación de la carne molida sin refrigeración y la referencia a Beedrill como un Pokémon volador, pero fuera de eso la historia es genial, mucho mejor incluso que la mayoría de fics actuales en este foro ówò

En fin, esto es todo por ahora; nos vemos en el siguiente fic o en este mismo si lo continúas en el otro foro donde te comento tu historia más reciente (aunque ésta tenía mucho potencial, lástima que se quedara acá nomás =O)
Imagen
My other hammer crushes suns.