TRAVESÍA POR HOENN: LA HISTORIA DE RUBÍ & NINTEN
1. Siempre hay un Comienzo para Todo
Toda esta aventura comienza en una casa de dos pisos en Villa Raíz, donde un chico llamado Rubí, iba a comenzar su viaje por la mañana, ya que cumplía la edad permitida para entrenar Pokémon oficialmente.1. Siempre hay un Comienzo para Todo
Era un chico de estatura media, ojos grises y de pelo castaño. Su gran sueño era empezar su viaje, para atrapar Pokémon y convertirse en un maestro. Pero él ya tenía en cuenta que no sería nada fácil, porque no era estúpido, ya tenía casi 13 años.
Su madre lo llamó para que fuera a la cocina, a por sus regalos. Los regalos eran: una mochila de la Liga Pokémon, una gorra con una Master Ball que ponía “Official Elite Four Member”, unos cuantos libros sobre la crianza y el entrenamiento, y un Mapa de Pueblos. Lo metió todo en la mochila y se fue a dormir, ya que mañana sería un gran día.
Se levantó temprano, se vistió, cogió la mochila, pero, por supuesto, tomó el desayuno. Después fue al laboratorio, donde ya había dos entrenadores – un chico y una chica – esperando para recibir sus Pokémon.
El Profesor se llamaba Forrest, y sustituía a Abedul. Les fue preguntando a cada uno qué Pokémon quería. Pero, ¡vaya! ¡Los Pokémon eran de otras regiones!
“¿Qué ha pasado, Forrest?” “Yo quería un Torchic...” decía el chico
“Pues yo quería un Treecko...” “Pero nada, me quedaré con el Mudkip, así ya tengo dos Pokémon en mi equipo” dijo la chica
“Vaya, pues me tendré que quedar con Chikorita...” “Aunque, pensándolo, no puede ser tan malo, tengo ventaja en el primer gimnasio al menos...” dijo Rubí
“Pues nada, tomad los Pokémon, las 5 Pokéball y las Pokédex. Ya podéis salir de viaje.” Dijo el Profesor
“Oye Rubí, ¿a dónde piensas ir?” “Podríamos ir juntos, ya tengo algo de experiencia sobre el entrenamiento Pokémon” Dijo la chica, que resultó llamarse con el apodo de “Ninten”
“Pues... yo quiero ir al pueblo más cercano...” Dijo Rubí, pensando “Umm... no estaría mal, al menos ya tiene experiencia...”
“Si te has decidido, ¡pues vamos!” Dijo Ninten con energía
“Sí, vamos...” Respondió Rubí
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Fueron a la primera ruta, que era una arboleda, con algunos Pokémon para atrapar.
“Ninten, ¿crees que aquí hay Pokémon interesantes para capturar?” Preguntó Rubí
“Creo que habrá alguno útil, aunque los dos tenemos ventaja en el primer gimnasio, pero un Taillow no te vendría mal” “Un entrenador experto debe tener un Pokémon volador” “O por lo menos, yo pienso eso” Contestó Ninten
“Ah, vale” Dijo Rubí un poco sorprendido con la explicación “¡Mira, ahí hay un Taillow!” Dijo Rubí sorprendido
“Pues atrápalo, chaval. Pero recuerda siempre: tienes que debilitar al Pokémon antes de capturarlo. Un Pokémon sano no es nada fácil de capturar; lo digo por experiencia.” Dijo Ninten
“¡Adelante, Chikorita!” Gritó Rubí “¡Placaje!”
Para ser de un obviamente nivel bajo, ese Taillow se movía con mucha rapidez, y usó el ataque Placaje.
“¡Chikorita, esquivar!” Gritó Rubí
Entonces, el Taillow cayó al suelo, completamente debilitado.
“¡Adelante, Pokéball!” Dijo Rubí, tirando la bola en forma de cápsula al Pokémon.
Se movió un poco, pero fue atrapado. Rubí estaba muy contento. Cogió la Pokéball.
“¡Qué guay, colega!” “¡Tu primera captura y lo haces perfecto!” “Creo que tienes espíritu de gran entrenador” Dijo Ninten, contenta por que su nuevo compañero atrapara a su primer Pokémon.
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Después de media hora caminando, llegaron al primer pueblo, y fueron directamente al Centro Pokémon.
“Jo, ¡yo quiero seguir hasta Ciudad Petalia, por lo menos!” Dijo quejándose Rubí
“Es mejor descansar un poco. Hemos vivido algunas emociones hoy. Además, tengo que hacer unas llamadas” Dijo Ninten
“Vale” Dijo Rubí
Ninten encendió el video-teléfono. Marcó el número, y se vio a un Profesor Pokémon en la pantalla.
“¿Quién es?” Preguntó Rubí
“Es Samuel Oak, un gran galardonado profesor Pokémon, y una gran celebridad en Kanto” Contestó Ninten
“¡Ninten, deja de adularme, por favor!” Dijo el Profesor Oak a través de la pantalla con un gesto de vergüenza. “¿Has llamado para saber cómo están tus Pokémon?” Preguntó
“Sí. Quisiera saber cómo están Shaymin, Blastoise, Nidoqueen, Elekid y Pidgey” Dijo Ninten
“¡¿Qué?! ¿Tienes todos esos Pokémon?” Preguntó Rubí con un gran gesto de sorpresa
“Sí, ¿por qué?” Respondió Ninten
“No, por nada, yo pensaba que eras una entrenadora experta, ¡pero no tanto!” Dijo Rubí
“Llevo más de 5 años entrenando Pokémon no oficialmente, todos han sido regalados” “O bueno, casi todos” Contestó Ninten
“Quisiera que me enviaras a Pidgey, por favor” Dijo Ninten
“Vale, iniciaré la transferencia” Dijo el Profesor, cogiendo la Pokéball de Pidgey y metiéndola en una especie de tubo, pulsando un botón de ‘Transferencia’ acto seguido. “¡Listo!”
Ninten recibió a su Pidgey, en una Pokéball roja, con estrellas impresas en ellas.
“¿Qué te parece si descansamos? Tengo hambre” Dijo Rubí
“¡Vale! Yo estoy hambrienta, además, de que hay que descansar para mañana” Dijo Ninten bostezando
Así, empezó la aventura de nuestros amigos Rubí y Ninten.