Este fic no es de pokémon, y se basa en aventuras de cinco chicos: (está en color preterminado por la posible aparición del estilo eléctrico xD)
Capítulo 1: Encuentros
Hay un niño de cabellos como el agua, sus ojos, de igual color formaban un hermoso ambiente marino con solo verlo. Lleva puesto una polera azul a rayas, y unos jeans. No lleva zapatos. En una de sus manos tiene una espada, con el mango color azul, y el filo color celeste. Aunque seguía siendo igual de filoso; en el mango decía DASHEN con letras blancas.
El niño caminaba por un sendero de tierra, con un campo de flores rojas a los lados, la tierra era de un color medio rojizo. Las flores dejaban un aroma que daba gusto en el lugar; el niño caminaba muy serio, como si estuviera concentrado; ya que no veía la naturaleza que le rodeaba. Al cabo de unos momentos se mete en un bosque. En éste había árboles muertos, literalmente; estaban muertos, no había ni una sola hoja en ellos, y el pasto era un verde casi negro, aunque no había hojas no se veía el cielo. Había, en vez de ardillas, ratas, ratas blancas con largas colas color rosa.
El chico camino por unas horas, y se distingue una silueta de un hombre, al fin alguien a quien pedir indicaciones
-Disculpe, muchacho.
De repente, la forma del muchacho desconocido parece cambiar, de una silueta común, a una mucho mas alta, una joroba, orejas mas grandes y un gran hocico. De repente el hombre que terminó con aspecto de lobo empezó a caminar mas rápido. Casi a un metro del chico de cabellos azules cuando de pronto, la fiera pronuncia unas palabras:
-¡Maldita humano común, vete si no quieres sufrir!
El niño parecía bastante interesado en continuar por el bosque, entonces le contestó:
-¡Espada acuática, ayúdame!
De repente, su espada empieza a soltar un resplandor azul, junto con un agua cristalina, con la cual se defiende de la fuerza del lobo, el cual era muy fuerte.
Pero al ver los poderes del chico, el lobo cedió, y se re-trasformó en humano.
El hombre era de cabello largo, de un melancólico gris. Llevaba un sombrero color algarrobo, al igual que su chaqueta.
- Disculpa chico, pensé que eras otra persona... no quiero hablar de eso.
- ¿Y tu que haces aquí?. – Preguntó el niño, intrigado por saber si era él
- Estaba buscando un bosque, pero al parecer, este no es. ¿Tu que pretendías?
- Estoy buscando a alguien.
- Conozco mucha gente, dime como es y te digo si lo conozco.
- No tengo ni idea de su apariencia, solo se que es un secuestrador miserable.
Ambos se enmudecieron por unos segundos, pensando en si sus propósitos tenían algo que ver. El muchacho-lobo rompió el silencio:
- Por cierto, soy Paho. Tengo la sensación que nos volveremos a ver. Estoy seguro. Me marcho... Por ahora. Si te veo, te reconoceré por esos hermosos ojos azules.
El muchacho ya iba bastante lejos cuando el niño dijo:
- ¡Mi nombre es Dashen, es un placer!
Ese grito hizo que unos murciélagos salieran volando de las ramas de los árboles muertos, y que unas ratas pasaran corriendo por el sendero.
···········································································································································
Estaba una chica de cabellos color hielo, una mezcla entre blanco y un azul celestial muy claro, ojos aun mas claros y con un vestido gélido, pero con una capa tapaba el divino resplandor que este emitía dejándolo de un color celeste opaco, viajando por una playa. Ésta estaba desierta, si no fuese por la humedad del mar, el lugar era la copia exacta de un desierto... pasaban muy de vez en cuando un par de cangrejos. La arena estaba repleta de caracolas marinas pero a la chica ninguna parecía interesarle
-Argg... odio el calor y esta arena, ¿no te parece Crice?
La chica estaba hablando sola, ya que solo estaban ella y el mar en esa playa.
La hermosa niña siguió caminando por la extensa playa. En ese momento, del mar se asoma una sombra negra con un aura gris alrededor. Sin siquiera decir una palabra, se asoma a la chica y le pregunta:
-¿Eres Sapphire, cierto?
La chica no contestó, solo asintió con la cabeza y le respondió con la misma pregunta:
-¿Qué quieres y como sabes quien soy?
- Me han amenazado con matarte, pero ni creas que lo haré. Solo te vine a decir que si alguien con cabello blanco te pregunta quien eres, no le digas la verdad, miéntele o te matará.
La chica se quedó petrificada, salir del mar para anunciar tu muerte... era demasiado traumático. Continuó paralizada por unos minutos, hasta que reaccionó.
-Gracias por la información. ¿Cuál es tu nombre?
-Soy Astaroth pero no lo comentes con nadie, si preguntan, yo soy el Rey de las Esperanzas Perdidas. Pido me hagas caso con lo del hombre de cabellos blancos.Esto no es un juego. Gracias.
El extraño muchacho salió de vuelta por donde vino, por el mar.
La chica siguió caminando por la playa, pero mas callada y aislada que antes, esta vez parecía que estaba muy pensativa...
Continuará...
~Intenciones relacionadas~\
- Dexim
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- Descansando en el hotel de Pirita
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Re: ~Intenciones relacionadas~\
Wooo! Muy bien xD Aunque ps no se, esta muy cortito no??
Pero me gusta, me gusta como describes los detalles y demas, esta muy bien!
Es un buen fic
Ansio saber ke pasara =P
Bueno, como sea buen fic!
Pero me gusta, me gusta como describes los detalles y demas, esta muy bien!
Es un buen fic
Ansio saber ke pasara =P
Bueno, como sea buen fic!
CAUTION!!!
Re-haciendo mi Firma!!
- Sapphire
- Buscando las escasas pokéball
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- Registrado: Vie Ago 24, 2007 8:08 am
Re: ~Intenciones relacionadas~\
Muy bien Dex, si ha estado cortito, pero te ha quedado bien n.n
A ver si a mi me sale algo bueno cuando me toque xDU
Ánimo a quien le toque ahora escribir!
A ver si a mi me sale algo bueno cuando me toque xDU
Ánimo a quien le toque ahora escribir!
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- The Black Knight
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Re: ~Intenciones relacionadas~\
Capítulo 02: "Encuentro" [Segunda parte]
En un lugar apartado de toda civilización, una playa para ser precisos un chico caminaba solo y con una apariencia preocupada. Sus ojos, dorados y vacíos resaltaban con el negro de su pelo y la palidez de su piel. Al parecer el calor no parecía importarle, ya que vestía de negro a parte de un abrigo blanco bastante largo hasta los tobillos. El joven de aproximadamente veinticuatro años se detuvo y de su bolsillo sacó unos anteojos rectangulares de marco negro.
-He de apresurarme.- dijo con vos suave y lastimera.- Se que algo interesante sucederá cuando llegue hasta allá.
Entonces el extraño comenzó a correr a una velocidad sobrenatural en dirección al Sur.
----------------------------------
Un chico de cabello y ojos como el mar y de vestimentas azules caminaba descalzo por un bosque marchito por la falta de luz y la escasez de agua en aquel cielo gris. Iba al parecer sin rumbo fijo caminando fuera del sendero preparado para todo peligro empuñando su espada azul que resplandecía en sus manos. Pájaros negros rompieron aquel lúgubre silencio, el joven viajero se asustó y miró al cielo.
-Debo encontrar un lugar en donde dormir.- Dijo calmado al notar que su temor fue en vano.- pronto anochecerá.
El muchacho comenzó a caminar mas a prisa, parecía saber bien hacia donde se dirigía.
---------------------------------------------------
En la misma playa desértica, una chica alta caminaba algo intranquila. Unos cabellos color hielo salían de aquella capa celeste que llevaba. Sus ojos como el hielo resaltaban en su piel pálida que lucía un vestido similar a un glaciar. Caminaba en dirección al Sur con la esperanza de encontrar algo que lo alejara de aquel calor que la molestaba.
-Creo que hay un pueblo cerca, Crice.- Dijo, pero no había nadie con ella.- Podremos llegar antes del anochecer si caminamos rápido.
Entonces se puso a caminar más veloz, pero sin dejar de maldecir el calor de la playa; y aquella expresión preocupada aún se mantenía.
-¿Quién quiere asesinarme?- Pensó preocupada.- ¿Y cuáles serán sus motivos?
Esta no era la primera, ni la última ves que pensaría en ello…
---------------------------------------------
Ya había anochecido, y en un pueblo que se hallaba en un gran claro de un bosque frondoso el chico de vestimentas azules entró en una posada a ver cuanta suerte tendría para poder hospedarse allí. Al entrar, observa que la que el primer piso de la posada era nada menos que un bar repleto de gente ebria y muchos que aún seguían cuerdos pero bebiendo como si el mundo se fuese a acabar. En un rincón, un chico alto y pálido tomaba una botella de leche mientras leía un libro titulado “El Arte de la Esgrima”
-¿Qué es lo que busca viajero?- Dijo el posadero con una exclamación tan fuerte que todos los presentes pudieron oír.
-Necesito un lugar en donde dormir esta noche.- respondió el muchacho.
-Que suerte tienes.- Dijo el posadero en el mismo tono agradable.- Nos quedan varias habitaciones libres, pero ¿Tienes dinero, verdad?
-Ese es el problema.- contestó el joven avergonzado.- Pero…
-¡Entonces Fuera!- Gritó el posadero, y todos los del bar se callaron.
-No se preocupe buen hombre.-Era el sujeto que leía el libro de esgrima en el rincón apartado; al lado del joven viajero, el lector se veía muy alto.- Yo pagaré también el hospedaje del muchacho.- Dicho esto le lanzó tres monedas de oro al posadero.
-Gracias.- respondió el posadero sorprendido y animado.- Usted ha sido mi mejor cliente.
-Lo sé.- respondió el otro sujeto.
El posadero se retiró y dejó solos a los dos jóvenes.
-Gracias.- Dijo el de ojos como el mar.
-No te preocupes.- respondió el otro.- Algún día podrás pagarme, pero este no es el día, ve a pedirle tu llave al posadero.- Dio media vuelta y comenzó a caminar hacia unas escaleras para ir a su habitación.
-De acuerdo.- Dijo y rápidamente agregó.- ¿Cuál es tu nombre?
-Soy Astaroth.- respondió.- Astaroth Black, bien, adiós Dashen.
-¿Cómo sabes mi nombre?- Preguntó algo sorprendido y preocupado el muchacho.
-Está allí.- respondió Astaroth señalando la espada.- Está escrito en tu espada.
-Si…- Dijo Dashen suavemente.- Hasta pronto, fue un gusto conocerte.
-Si, si; como sea.- Respondió Astaroth despreocupado.- Toma, así podrás hacerle el favor a mas personas.
Astaroth le había lanzado una bolsa llena de monedas de oro; pero cuando Dashen miró hacia donde estaba él, pues… ya no estaba.
A la mañana siguiente, el sol salió he hizo de aquel claro un lugar iluminado y muy hermoso, los pájaros cantaban y algunas mariposas revoloteaban alrededor.
-Creo que aquí podré descansar.- Dijo un hombre de cabello gris.
------------------------------------------
Lo siento, quería escribir un poco mas, pero no tube el tiempo necesario, deseaba terminar el encuentro...
En un lugar apartado de toda civilización, una playa para ser precisos un chico caminaba solo y con una apariencia preocupada. Sus ojos, dorados y vacíos resaltaban con el negro de su pelo y la palidez de su piel. Al parecer el calor no parecía importarle, ya que vestía de negro a parte de un abrigo blanco bastante largo hasta los tobillos. El joven de aproximadamente veinticuatro años se detuvo y de su bolsillo sacó unos anteojos rectangulares de marco negro.
-He de apresurarme.- dijo con vos suave y lastimera.- Se que algo interesante sucederá cuando llegue hasta allá.
Entonces el extraño comenzó a correr a una velocidad sobrenatural en dirección al Sur.
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Un chico de cabello y ojos como el mar y de vestimentas azules caminaba descalzo por un bosque marchito por la falta de luz y la escasez de agua en aquel cielo gris. Iba al parecer sin rumbo fijo caminando fuera del sendero preparado para todo peligro empuñando su espada azul que resplandecía en sus manos. Pájaros negros rompieron aquel lúgubre silencio, el joven viajero se asustó y miró al cielo.
-Debo encontrar un lugar en donde dormir.- Dijo calmado al notar que su temor fue en vano.- pronto anochecerá.
El muchacho comenzó a caminar mas a prisa, parecía saber bien hacia donde se dirigía.
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En la misma playa desértica, una chica alta caminaba algo intranquila. Unos cabellos color hielo salían de aquella capa celeste que llevaba. Sus ojos como el hielo resaltaban en su piel pálida que lucía un vestido similar a un glaciar. Caminaba en dirección al Sur con la esperanza de encontrar algo que lo alejara de aquel calor que la molestaba.
-Creo que hay un pueblo cerca, Crice.- Dijo, pero no había nadie con ella.- Podremos llegar antes del anochecer si caminamos rápido.
Entonces se puso a caminar más veloz, pero sin dejar de maldecir el calor de la playa; y aquella expresión preocupada aún se mantenía.
-¿Quién quiere asesinarme?- Pensó preocupada.- ¿Y cuáles serán sus motivos?
Esta no era la primera, ni la última ves que pensaría en ello…
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Ya había anochecido, y en un pueblo que se hallaba en un gran claro de un bosque frondoso el chico de vestimentas azules entró en una posada a ver cuanta suerte tendría para poder hospedarse allí. Al entrar, observa que la que el primer piso de la posada era nada menos que un bar repleto de gente ebria y muchos que aún seguían cuerdos pero bebiendo como si el mundo se fuese a acabar. En un rincón, un chico alto y pálido tomaba una botella de leche mientras leía un libro titulado “El Arte de la Esgrima”
-¿Qué es lo que busca viajero?- Dijo el posadero con una exclamación tan fuerte que todos los presentes pudieron oír.
-Necesito un lugar en donde dormir esta noche.- respondió el muchacho.
-Que suerte tienes.- Dijo el posadero en el mismo tono agradable.- Nos quedan varias habitaciones libres, pero ¿Tienes dinero, verdad?
-Ese es el problema.- contestó el joven avergonzado.- Pero…
-¡Entonces Fuera!- Gritó el posadero, y todos los del bar se callaron.
-No se preocupe buen hombre.-Era el sujeto que leía el libro de esgrima en el rincón apartado; al lado del joven viajero, el lector se veía muy alto.- Yo pagaré también el hospedaje del muchacho.- Dicho esto le lanzó tres monedas de oro al posadero.
-Gracias.- respondió el posadero sorprendido y animado.- Usted ha sido mi mejor cliente.
-Lo sé.- respondió el otro sujeto.
El posadero se retiró y dejó solos a los dos jóvenes.
-Gracias.- Dijo el de ojos como el mar.
-No te preocupes.- respondió el otro.- Algún día podrás pagarme, pero este no es el día, ve a pedirle tu llave al posadero.- Dio media vuelta y comenzó a caminar hacia unas escaleras para ir a su habitación.
-De acuerdo.- Dijo y rápidamente agregó.- ¿Cuál es tu nombre?
-Soy Astaroth.- respondió.- Astaroth Black, bien, adiós Dashen.
-¿Cómo sabes mi nombre?- Preguntó algo sorprendido y preocupado el muchacho.
-Está allí.- respondió Astaroth señalando la espada.- Está escrito en tu espada.
-Si…- Dijo Dashen suavemente.- Hasta pronto, fue un gusto conocerte.
-Si, si; como sea.- Respondió Astaroth despreocupado.- Toma, así podrás hacerle el favor a mas personas.
Astaroth le había lanzado una bolsa llena de monedas de oro; pero cuando Dashen miró hacia donde estaba él, pues… ya no estaba.
A la mañana siguiente, el sol salió he hizo de aquel claro un lugar iluminado y muy hermoso, los pájaros cantaban y algunas mariposas revoloteaban alrededor.
-Creo que aquí podré descansar.- Dijo un hombre de cabello gris.
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Lo siento, quería escribir un poco mas, pero no tube el tiempo necesario, deseaba terminar el encuentro...
- Dexim
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Re: ~Intenciones relacionadas~\
Buen capi xD
Las descripciones me guiaron bastante al no conocer los nombres (excepto en lo del bar, que no lo describiste xD pero era para mas suspenso, creo, si era eso pues te salio muy bien xD) pues, no veo errores ni nada por el estilo, en realidad, el capi de largo estubo bien, aunque la idea de los encuentros terminados hubiese quedado bien, no te culpo porque a mi me paso lo mismo xD
Sigue así!
Saludos
Las descripciones me guiaron bastante al no conocer los nombres (excepto en lo del bar, que no lo describiste xD pero era para mas suspenso, creo, si era eso pues te salio muy bien xD) pues, no veo errores ni nada por el estilo, en realidad, el capi de largo estubo bien, aunque la idea de los encuentros terminados hubiese quedado bien, no te culpo porque a mi me paso lo mismo xD
Sigue así!
Saludos
- Sapphire
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Re: ~Intenciones relacionadas~\
Jojo, ahora me toca mi xD
Capítulo III
La espada de agua y el muro invisble
- Por fin salimos de aquella odiosa playa – suspiró una joven sentada en una roca
La joven debía rondar los catorce años, aunque era algo baja. Llevaba una capa azulada que no permitía observarla completamente. Lo que más resaltaba eran sus pequeños ojos azules blanquecinos, con un toque tan frío que era como mirar un iceberg, que contrastaban con su pequeña y blanca cara de niña. Se puso en pié y sacudió su vestido, emitiendo un gemido de queja, su precioso vestido azulado y blanco estaba algo manchado de arena, al igual que los zapatos y eso era algo que ella no podía soportar. Cuando ya se hubo librado de la mitad de la arena, comenzó a caminar está vez hacía el Norte, ya que a lo lejos se veía un pequeño pueblo. Sabía que debía encontrar un lugar cómodo para dormir, al fin y al cabo no había podido dormir la noche anterior, pero también temía encontrarse con más gente. No sabía la razón, pero cada vez que se dormía rodeada de gente, soñaba con la destrucción de su pueblo, y ese horrible fuego blanco. Tuvo un escalofrío y se resguardó más con su delicada pero protectora capa.
***
Dos fuertes golpes en la puerta hicieron levantarse de un salto al chico llamado Dashen.
- ¡¡Ya es de día!! – Gritó una mujer de voz grave, al menos, parecía una mujer - ¡¡Por despertarte nos debes una moneda de oro más!!
- Menuda tacañería – susurró Dashen mientras se vestía, se detuvo un momento al fijarse en la habitación en la que se encontraba.
Era una pequeña habitación completamente de madera, la cama no era nada del otro mundo, era pequeña, con dos mantas que no abrigaban demasiado, pero por suerte no hacía frío en esa época del año. Al fondo de la sala, había un pequeño armario de madera, algo estropeado con un cajón desencajado. Una palangana de metal algo oxidada, debajo de una jarra también oxidada. Había una pequeña puerta al lado del armario, pero no la había abierto, ya que se había ido directamente a dormir debido a su agotamiento. Se acercó titubeante a la puerta y la empujó un poco, asomó la cabeza y una sonrisa apareció en su rostro. Abrió más la puerta y observo el asqueroso váter (=inodoro) que tenía delante de él. Era también de madera, y parecía algo descuidado, el suelo a su alrededor estaba siniestramente ennegrecido, y al lado, había una ducha solo con alcachofa y un pequeño agujero en el suelo por el que debía salir el agua. Dashen emitió una risita nerviosa y se juró que no se ducharía ni iría al baño en ese lugar. Cerró la puerta con brusquedad, pero se detuvo al escuchar el chillido que emitió esta. Le recorrió un escalofrío y pensó que hubiera sido mejor no haberse quedado en aquella posada tan siniestra, con un bar en la planta de abajo. Se fijó en un espejo medio caído que había delante de la cama y se miró. Vio a un joven que rondaría los once años, o quizás más. Tenía el pelo cuidadosamente despeinado, de un hermoso color azul oscuro, y los ojos del mismo azul, pero tan intenso como el mismo mar. Llevaba un jersey algo antiguo, azul oscuro con líneas negras, conjuntado con unos vaqueros grises azulados. Lo único extraño del chico, es que iba descalzo a todos los lados, portando una espada de apariencia poderosa. Miró su espada, posada en la cama con delicadeza. Tenía un leve brillo azulado, del mismo tono que sus ojos, se acercó a ella y acarició la palabra ‘’Dashen’’ grabada en ella. Recordó a su abuelo y suspiró con pesadez, impidiendo las lágrimas escapar de sus ojos. Agachó la cabeza y cerró los ojos un instante, pero al momento, se levantó casi de un salto y cogió su espada con seriedad. La aferró fuertemente con su mano y salió de aquella oscura habitación, cerrando de un portazo.
***
Sapphire llegó al pueblo con paso titubeante, como si en cualquier momento fuera a echar a correr. Al parecer era día de mercado, y había mucha gente por la calle. Se detuvo en la entrada y miró asustada a todas las personas presentes, pero nadie parecía fijarse en ella. Intentó pasar desapercibido y caminó con lentitud al centro. Temblaba con suavidad, e iba con la cabeza gacha, parecía funcionar, ya que nadie se fijaba en ella. Iba tan concentrada mirando al suelo, que no vio al grupo que tenía delante. Chocó contra algo duro y retrocedió de golpe, levantó la cabeza y abrió la boca levemente con sorpresa. Eran tres hombres, que serían solo algo más mayores que ella, pero no mucho. El hombre con el que había chocado la miró de arriba abajo y la joven aguantó su mirada, intentando que la timidez no la venciera nuevamente.
- Mira por donde vas, mocosa
- Lo siento – susurró ella sin quitar su mirada de él
Sapphire metió su mano inconscientemente en uno de sus bolsillos, y el que parecía el líder se fijo. Miró interesado donde estaba la mano de la chica y esbozó una sonrisa.
- Suelo matar a quienes osan chocarse conmigo, ¿sabes? Pero a ti, eres demasiado joven para morir, solo dame eso que tienes en tu bolsillo.
Sapphire miró en su bolsillo y vio el pequeño Zafiro que había encontrado en una cueva. Le aferró con fuerza y cerró los ojos un instante, para mirar con seriedad a aquel hombre que la estaba amenazando.
- No – negó con rotundidad
- ¿Cómo has dicho? – El hombre la miró sorprendido, pero volvió a esbozar una sonrisa – Ven niña – cogió a Sapphire del brazo y sintió un escalofrío al cogerla, como si algo se hubiera acercado a él silenciosamente y le hubiera soplado en la nuca, haciendo que se estremeciera. – ¿L-lo habéis notado? – murmuró soltando a Sapphire
- S-si, esta cría no va sola, Bord, dejémosla
- ¡No! Quiero eso que lleva en el bolsillo, debe ser valioso. – la volvió a agarrar del brazo y esta vez sintió una chispa. Miró a su derecha, y sintió otro escalofrío.
Sapphire se soltó con brusquedad y continuó caminando, pasando delante de ellos. Sintió una pequeña brisa, y los miró de reojo, solo eran tres hombres congelados. Lo último que habían visto antes de quedar congelados, habían sido unos ojos como los de la niña, pero opacos, sin brillo alguno. Nadie parecía fijarse en esos tres, estaban demasiado ocupados yendo de un lado hacía otro. Sapphire aumentó su paso y se escondió detrás de una pequeña posada con aspecto de pobre. Se sentó en el suelo, y miró sus piernas. Un dragón había apoyado su cabeza en el regazo de la chica, mirándola con cariño, a pesar de sus ojos inhumanos. La joven acarició la cabeza del Dragón y sonrió.
- Mi protector, muchas gracias, Crice – abrazó a la criatura con cariño.
- No es nada, pero, debes tener más cuidado al ir por ahí. No puedo congelar a todo el mundo con el que chocas y te amenaza, Sapph.
- Lo sé, intentare que no me vuelva a pasar en este lugar.
El dragón asintió y se quitó de encima de la chica, que se levantó también y sacudió su capa. Se fijaron en que estaban en una posada y ambos entraron dentro. Era un lugar sombrío a pesar de que ya era de mañana, hombres, casi todos que rondaban los cuarenta, estaban en mesas completamente borrachos, y algunos estaban hasta dormidos. La niña se acercó a la barra y vio a un hombre gordo, de aspecto desagradable, estaba algo calvo, y llevaba un mandil bastante sucio, como su ropa. El hombre se fijó en Sapphire y la miró de arriba abajo.
- ¿Otra viajera? ¿Y tú que buscas, niña?
- Habitación
- Pero, tú tendrás dinero, ¿no? – gruñó el hombre, que había decidido dejar de ser amable hasta asegurarse de que con los que trataba tenían dinero. Vio como la chica sacaba de su bolsillo tres monedas de oro y las posaba en la mugrienta barra. – Muy bien, muy bien.
El hombre agarró con rapidez las monedas y se las guardo en un bolsillo de su mandil, a continuación de debajo de la barra sacó una pequeña y sucia llave y se la entregó. La chica la cogió y ni siquiera le miró, fue hacía la puerta que llevaba a las habitaciones. Mientras subía las sucias y ruidosas escaleras, comenzó a pensar en todo lo que debería hacer. Y obviamente, a pesar de lo prometido, chocó contra alguien, que no era tan duro como con el que había chocado en el mercado, retrocedió sorprendida y levantó la cabeza con los ojos abiertos por la sorpresa, y vio a un niño que sería algo más pequeño que ella en el suelo, rascándose la cabeza dolorido, y a su lado, una espada con un nombre grabado: ‘’Dashen’’ Sapphire alargó la mano y el joven la cogió, aún algo confuso por el choque. Se fijó en la chica y abrió los ojos con sorpresa, como había hecho ella hacía un instante.
- Lo siento mucho, no miraba por donde iba – se disculpó la joven
- Yo tampoco prestaba mucha atención – Dashen esbozó una sonrisa amistosa - ¿También te quedaras aquí?
- Si
- Eres de pocas palabras – se sorprendió – En fin, ¿vienes conmigo a desayunar? Así no estaré tan solo.
- ¿Eres un guerrero?
- Eh, pues sí
- Luchemos – Sapphire lo miró con seriedad, Dashen sorprendido se le quedó mirando hasta que asintió con lentitud.
- Vayamos detrás del edificio
- Bien
Los dos bajaron de nuevo y fueron al lugar donde había ido Sapphire a hablar con Crice. Cada uno se puso a un lado.
- ¿Estás segura? Ha sido tan repentino…
- Sí - la joven se desprendió de su capa y la posó en un mal cuidado jardín que había cerca de ella. La parte que su capa había ocultado se dejo ver. Tenía una larga melena hasta la cintura, de un suave color azul blanquecino como sus ojos, con pequeños destellos que parecían diamantes en miniatura, y adornando su pelo, una pequeña cinta del mismo color que su pelo que se ataba con lazos en la nuca de la joven.
Dashen aferró con fuerza su espada, que se tornó a un color azul oscuro y a su alrededor surgió un aura del mismo color, como si de agua se tratara. Sapphire miró interesada al joven, disimulando su sorpresa como siempre solía hacer. Dashen alargó su espada con ferocidad y una corriente de agua fue hacía ella, pero algo se interpuso, haciendo que el agua chocara contra algo invisible. Poco a poco, se fue formando una figura alargada y grande. Primero surgieron unos ojos como los de la chica pero opacos, y después un largo cuerpo formado por puro hielo.
- ¡Invocación! – Se sorprendió Dashen, pero no se detuvo y su espada se tornó al mismo azul que aquel dragón – Hielo contra Hielo
Dashen se lanzó hacía el Dragón con espada delante, el Dragón le hizo frente usando su propia cola como una especie de espada. Dashen se apartó hacía atrás y se preparó para propinar otra estacada, pero el Dragón le intentó golpear con ferocidad a su derecha, haciendo que Dashen se apartara hacía la izquierda. Su espada volvió a cambiar de color y la clavó en el suelo con brusquedad, formando una corriente de agua que rodeó por completo al Dragón. Aprovechando ese momento, fue a por la chica, que miraba a Dashen con algo de sorpresa. Se lanzó hacía ella con su espada acuática por delante, pero chocó contra algo invisible. Se aseguró de que el Dragón seguía rodeado por el agua, y entonces se dio cuenta de las manos de la chica, cerradas en un puño, y su expresión de esfuerzo. Había chocado contra una barrera, dio otra estocada a donde se suponía que estaba la barrera y apareció ante él, una pared hecha por un hielo semitransparente, casi como cristal, pero no tanto. Se giró al notar un soplo helado a su espalda y pudo golpear justo al Dragón, que había escapado de la corriente marina. La criatura retrocedió al recibir el golpe de la espada, y se detuvo a observar el joven.
- ¡Bien bien! – gritó de pronto la chica. Dashen se giró sorprendido al ver la cara de emoción de Sapphire y las manos juntadas como si estuviera rezando. - ¡Eres perfecto! – Todo desapareció excepto el Dragón que se puso detrás de Sapphire en ademán protector.
- ¿Perdón? – Dashen bajó el brazo y se acercó a Sapphire
- ¿Me ayudaras a encontrar a quien destruyó mi pueblo y asesinó a mis padres?
- Pero, yo debo buscar a quien secuestro a mi abuelo…
- ¡Podemos buscarlos a la vez! ¡Di que si, venga! ¡Eres fuerte!
- Eh, bueno, pero me ayudaras a encontrar al secuestrador – Dashen miraba sorprendido el cambio de personalidad de la joven, sin entender muy bien que pasaba
- ¡Si! Por cierto, me llamo Sapphire, y tú Dashen, ¿Verdad?
- Así es, y tu Dragón, era una invocación, ¿verdad? Los verdaderos se extinguieron hace mucho
- Exacto, se llama Crice.
- Pues encantado de conoceros a los dos
- Igualmente – sonrió la joven. El Dragón asintió conforme, sin abrir la boca para nada.
Un hombre de apariencia joven apareció casi de repente cerca de ellos, y lo dos se pusieron en guardia. El hombre tenía los ojos dorados, brillantes pero vacíos de toda expresión, su pelo negro como la noche le tapaba el ojo derecho, pero dejaba al descubierto el izquierda, y unas pequeñas gafas blancas cuadradas. Iba entero de negro, a excepción de un abrigo blanquecino, que bien podía tirar a gris. Miró a los dos jóvenes sin mostrar expresión alguna.
- Tú eres el de la playa – le reconoció Sapphire
- ¡Astaroth Black! – gritó Dashen sorprendido
- Me recordáis, y eso está bien. Pero, aún falta uno más, y el círculo estará completo
- ¿Círculo?
- No digas nada, solo venid conmigo.
Los dos chicos siguieron a aquel extraño hombre, que de alguna forma, lo respetaban y temían a la vez, y sentían como si lo conocieran.
Continuará…
Espero que os haya gustado, opinad mucho ò____ó
Capítulo III
La espada de agua y el muro invisble
- Por fin salimos de aquella odiosa playa – suspiró una joven sentada en una roca
La joven debía rondar los catorce años, aunque era algo baja. Llevaba una capa azulada que no permitía observarla completamente. Lo que más resaltaba eran sus pequeños ojos azules blanquecinos, con un toque tan frío que era como mirar un iceberg, que contrastaban con su pequeña y blanca cara de niña. Se puso en pié y sacudió su vestido, emitiendo un gemido de queja, su precioso vestido azulado y blanco estaba algo manchado de arena, al igual que los zapatos y eso era algo que ella no podía soportar. Cuando ya se hubo librado de la mitad de la arena, comenzó a caminar está vez hacía el Norte, ya que a lo lejos se veía un pequeño pueblo. Sabía que debía encontrar un lugar cómodo para dormir, al fin y al cabo no había podido dormir la noche anterior, pero también temía encontrarse con más gente. No sabía la razón, pero cada vez que se dormía rodeada de gente, soñaba con la destrucción de su pueblo, y ese horrible fuego blanco. Tuvo un escalofrío y se resguardó más con su delicada pero protectora capa.
***
Dos fuertes golpes en la puerta hicieron levantarse de un salto al chico llamado Dashen.
- ¡¡Ya es de día!! – Gritó una mujer de voz grave, al menos, parecía una mujer - ¡¡Por despertarte nos debes una moneda de oro más!!
- Menuda tacañería – susurró Dashen mientras se vestía, se detuvo un momento al fijarse en la habitación en la que se encontraba.
Era una pequeña habitación completamente de madera, la cama no era nada del otro mundo, era pequeña, con dos mantas que no abrigaban demasiado, pero por suerte no hacía frío en esa época del año. Al fondo de la sala, había un pequeño armario de madera, algo estropeado con un cajón desencajado. Una palangana de metal algo oxidada, debajo de una jarra también oxidada. Había una pequeña puerta al lado del armario, pero no la había abierto, ya que se había ido directamente a dormir debido a su agotamiento. Se acercó titubeante a la puerta y la empujó un poco, asomó la cabeza y una sonrisa apareció en su rostro. Abrió más la puerta y observo el asqueroso váter (=inodoro) que tenía delante de él. Era también de madera, y parecía algo descuidado, el suelo a su alrededor estaba siniestramente ennegrecido, y al lado, había una ducha solo con alcachofa y un pequeño agujero en el suelo por el que debía salir el agua. Dashen emitió una risita nerviosa y se juró que no se ducharía ni iría al baño en ese lugar. Cerró la puerta con brusquedad, pero se detuvo al escuchar el chillido que emitió esta. Le recorrió un escalofrío y pensó que hubiera sido mejor no haberse quedado en aquella posada tan siniestra, con un bar en la planta de abajo. Se fijó en un espejo medio caído que había delante de la cama y se miró. Vio a un joven que rondaría los once años, o quizás más. Tenía el pelo cuidadosamente despeinado, de un hermoso color azul oscuro, y los ojos del mismo azul, pero tan intenso como el mismo mar. Llevaba un jersey algo antiguo, azul oscuro con líneas negras, conjuntado con unos vaqueros grises azulados. Lo único extraño del chico, es que iba descalzo a todos los lados, portando una espada de apariencia poderosa. Miró su espada, posada en la cama con delicadeza. Tenía un leve brillo azulado, del mismo tono que sus ojos, se acercó a ella y acarició la palabra ‘’Dashen’’ grabada en ella. Recordó a su abuelo y suspiró con pesadez, impidiendo las lágrimas escapar de sus ojos. Agachó la cabeza y cerró los ojos un instante, pero al momento, se levantó casi de un salto y cogió su espada con seriedad. La aferró fuertemente con su mano y salió de aquella oscura habitación, cerrando de un portazo.
***
Sapphire llegó al pueblo con paso titubeante, como si en cualquier momento fuera a echar a correr. Al parecer era día de mercado, y había mucha gente por la calle. Se detuvo en la entrada y miró asustada a todas las personas presentes, pero nadie parecía fijarse en ella. Intentó pasar desapercibido y caminó con lentitud al centro. Temblaba con suavidad, e iba con la cabeza gacha, parecía funcionar, ya que nadie se fijaba en ella. Iba tan concentrada mirando al suelo, que no vio al grupo que tenía delante. Chocó contra algo duro y retrocedió de golpe, levantó la cabeza y abrió la boca levemente con sorpresa. Eran tres hombres, que serían solo algo más mayores que ella, pero no mucho. El hombre con el que había chocado la miró de arriba abajo y la joven aguantó su mirada, intentando que la timidez no la venciera nuevamente.
- Mira por donde vas, mocosa
- Lo siento – susurró ella sin quitar su mirada de él
Sapphire metió su mano inconscientemente en uno de sus bolsillos, y el que parecía el líder se fijo. Miró interesado donde estaba la mano de la chica y esbozó una sonrisa.
- Suelo matar a quienes osan chocarse conmigo, ¿sabes? Pero a ti, eres demasiado joven para morir, solo dame eso que tienes en tu bolsillo.
Sapphire miró en su bolsillo y vio el pequeño Zafiro que había encontrado en una cueva. Le aferró con fuerza y cerró los ojos un instante, para mirar con seriedad a aquel hombre que la estaba amenazando.
- No – negó con rotundidad
- ¿Cómo has dicho? – El hombre la miró sorprendido, pero volvió a esbozar una sonrisa – Ven niña – cogió a Sapphire del brazo y sintió un escalofrío al cogerla, como si algo se hubiera acercado a él silenciosamente y le hubiera soplado en la nuca, haciendo que se estremeciera. – ¿L-lo habéis notado? – murmuró soltando a Sapphire
- S-si, esta cría no va sola, Bord, dejémosla
- ¡No! Quiero eso que lleva en el bolsillo, debe ser valioso. – la volvió a agarrar del brazo y esta vez sintió una chispa. Miró a su derecha, y sintió otro escalofrío.
Sapphire se soltó con brusquedad y continuó caminando, pasando delante de ellos. Sintió una pequeña brisa, y los miró de reojo, solo eran tres hombres congelados. Lo último que habían visto antes de quedar congelados, habían sido unos ojos como los de la niña, pero opacos, sin brillo alguno. Nadie parecía fijarse en esos tres, estaban demasiado ocupados yendo de un lado hacía otro. Sapphire aumentó su paso y se escondió detrás de una pequeña posada con aspecto de pobre. Se sentó en el suelo, y miró sus piernas. Un dragón había apoyado su cabeza en el regazo de la chica, mirándola con cariño, a pesar de sus ojos inhumanos. La joven acarició la cabeza del Dragón y sonrió.
- Mi protector, muchas gracias, Crice – abrazó a la criatura con cariño.
- No es nada, pero, debes tener más cuidado al ir por ahí. No puedo congelar a todo el mundo con el que chocas y te amenaza, Sapph.
- Lo sé, intentare que no me vuelva a pasar en este lugar.
El dragón asintió y se quitó de encima de la chica, que se levantó también y sacudió su capa. Se fijaron en que estaban en una posada y ambos entraron dentro. Era un lugar sombrío a pesar de que ya era de mañana, hombres, casi todos que rondaban los cuarenta, estaban en mesas completamente borrachos, y algunos estaban hasta dormidos. La niña se acercó a la barra y vio a un hombre gordo, de aspecto desagradable, estaba algo calvo, y llevaba un mandil bastante sucio, como su ropa. El hombre se fijó en Sapphire y la miró de arriba abajo.
- ¿Otra viajera? ¿Y tú que buscas, niña?
- Habitación
- Pero, tú tendrás dinero, ¿no? – gruñó el hombre, que había decidido dejar de ser amable hasta asegurarse de que con los que trataba tenían dinero. Vio como la chica sacaba de su bolsillo tres monedas de oro y las posaba en la mugrienta barra. – Muy bien, muy bien.
El hombre agarró con rapidez las monedas y se las guardo en un bolsillo de su mandil, a continuación de debajo de la barra sacó una pequeña y sucia llave y se la entregó. La chica la cogió y ni siquiera le miró, fue hacía la puerta que llevaba a las habitaciones. Mientras subía las sucias y ruidosas escaleras, comenzó a pensar en todo lo que debería hacer. Y obviamente, a pesar de lo prometido, chocó contra alguien, que no era tan duro como con el que había chocado en el mercado, retrocedió sorprendida y levantó la cabeza con los ojos abiertos por la sorpresa, y vio a un niño que sería algo más pequeño que ella en el suelo, rascándose la cabeza dolorido, y a su lado, una espada con un nombre grabado: ‘’Dashen’’ Sapphire alargó la mano y el joven la cogió, aún algo confuso por el choque. Se fijó en la chica y abrió los ojos con sorpresa, como había hecho ella hacía un instante.
- Lo siento mucho, no miraba por donde iba – se disculpó la joven
- Yo tampoco prestaba mucha atención – Dashen esbozó una sonrisa amistosa - ¿También te quedaras aquí?
- Si
- Eres de pocas palabras – se sorprendió – En fin, ¿vienes conmigo a desayunar? Así no estaré tan solo.
- ¿Eres un guerrero?
- Eh, pues sí
- Luchemos – Sapphire lo miró con seriedad, Dashen sorprendido se le quedó mirando hasta que asintió con lentitud.
- Vayamos detrás del edificio
- Bien
Los dos bajaron de nuevo y fueron al lugar donde había ido Sapphire a hablar con Crice. Cada uno se puso a un lado.
- ¿Estás segura? Ha sido tan repentino…
- Sí - la joven se desprendió de su capa y la posó en un mal cuidado jardín que había cerca de ella. La parte que su capa había ocultado se dejo ver. Tenía una larga melena hasta la cintura, de un suave color azul blanquecino como sus ojos, con pequeños destellos que parecían diamantes en miniatura, y adornando su pelo, una pequeña cinta del mismo color que su pelo que se ataba con lazos en la nuca de la joven.
Dashen aferró con fuerza su espada, que se tornó a un color azul oscuro y a su alrededor surgió un aura del mismo color, como si de agua se tratara. Sapphire miró interesada al joven, disimulando su sorpresa como siempre solía hacer. Dashen alargó su espada con ferocidad y una corriente de agua fue hacía ella, pero algo se interpuso, haciendo que el agua chocara contra algo invisible. Poco a poco, se fue formando una figura alargada y grande. Primero surgieron unos ojos como los de la chica pero opacos, y después un largo cuerpo formado por puro hielo.
- ¡Invocación! – Se sorprendió Dashen, pero no se detuvo y su espada se tornó al mismo azul que aquel dragón – Hielo contra Hielo
Dashen se lanzó hacía el Dragón con espada delante, el Dragón le hizo frente usando su propia cola como una especie de espada. Dashen se apartó hacía atrás y se preparó para propinar otra estacada, pero el Dragón le intentó golpear con ferocidad a su derecha, haciendo que Dashen se apartara hacía la izquierda. Su espada volvió a cambiar de color y la clavó en el suelo con brusquedad, formando una corriente de agua que rodeó por completo al Dragón. Aprovechando ese momento, fue a por la chica, que miraba a Dashen con algo de sorpresa. Se lanzó hacía ella con su espada acuática por delante, pero chocó contra algo invisible. Se aseguró de que el Dragón seguía rodeado por el agua, y entonces se dio cuenta de las manos de la chica, cerradas en un puño, y su expresión de esfuerzo. Había chocado contra una barrera, dio otra estocada a donde se suponía que estaba la barrera y apareció ante él, una pared hecha por un hielo semitransparente, casi como cristal, pero no tanto. Se giró al notar un soplo helado a su espalda y pudo golpear justo al Dragón, que había escapado de la corriente marina. La criatura retrocedió al recibir el golpe de la espada, y se detuvo a observar el joven.
- ¡Bien bien! – gritó de pronto la chica. Dashen se giró sorprendido al ver la cara de emoción de Sapphire y las manos juntadas como si estuviera rezando. - ¡Eres perfecto! – Todo desapareció excepto el Dragón que se puso detrás de Sapphire en ademán protector.
- ¿Perdón? – Dashen bajó el brazo y se acercó a Sapphire
- ¿Me ayudaras a encontrar a quien destruyó mi pueblo y asesinó a mis padres?
- Pero, yo debo buscar a quien secuestro a mi abuelo…
- ¡Podemos buscarlos a la vez! ¡Di que si, venga! ¡Eres fuerte!
- Eh, bueno, pero me ayudaras a encontrar al secuestrador – Dashen miraba sorprendido el cambio de personalidad de la joven, sin entender muy bien que pasaba
- ¡Si! Por cierto, me llamo Sapphire, y tú Dashen, ¿Verdad?
- Así es, y tu Dragón, era una invocación, ¿verdad? Los verdaderos se extinguieron hace mucho
- Exacto, se llama Crice.
- Pues encantado de conoceros a los dos
- Igualmente – sonrió la joven. El Dragón asintió conforme, sin abrir la boca para nada.
Un hombre de apariencia joven apareció casi de repente cerca de ellos, y lo dos se pusieron en guardia. El hombre tenía los ojos dorados, brillantes pero vacíos de toda expresión, su pelo negro como la noche le tapaba el ojo derecho, pero dejaba al descubierto el izquierda, y unas pequeñas gafas blancas cuadradas. Iba entero de negro, a excepción de un abrigo blanquecino, que bien podía tirar a gris. Miró a los dos jóvenes sin mostrar expresión alguna.
- Tú eres el de la playa – le reconoció Sapphire
- ¡Astaroth Black! – gritó Dashen sorprendido
- Me recordáis, y eso está bien. Pero, aún falta uno más, y el círculo estará completo
- ¿Círculo?
- No digas nada, solo venid conmigo.
Los dos chicos siguieron a aquel extraño hombre, que de alguna forma, lo respetaban y temían a la vez, y sentían como si lo conocieran.
Continuará…
Espero que os haya gustado, opinad mucho ò____ó
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- Aki
- Pres@ de un encuentro fantasmal
- Mensajes: 3851
- Registrado: Jue Abr 13, 2006 7:27 am
Re: ~Intenciones relacionadas~\
Uoooo! que buen fic, pero voy a criticar un poco =D
Ddddddd, pues estuvo todo muy bien, las descripciones, los sucesos... tienes mucha imaginación. Pero debes tener cuidado en algo. Todo el rato estás saltando de pasado a presente... y eso confunde mucho y se hace pesado de leer... es dificil seguir una frase que empieza en presente, continua en pasado y vuelve a terminar en presente...
The Black knight, bueno pues escribes muy bien, describes fantásticamente y todo es muy correcto. Profundizas en los pensamientos de los personajes, y esto queda genial, pero creo que le falta un poco más de emoción para que los sentimientos y personalidad de los personajes destaquen más (pero que conste que lo haces genial, es solo un detalle que bueno, no es que no le des emoción, pero con un poco más creo que estaría mejor ;3). Y bueno, en los diálogos no me gusta que hagas intro en cada uno que habla... pero bueno, esto no es un detalle ni de error ni nada, gusto personal u.u xD
Sapph, pues sigo pensando que escribes muy bien. Todo estuvo muy bien descrito, la incertidumbre de Dashen queda muy clara. Haces algún que otro fallo con las tildes pero bueno, nada grave. Y te diré otra cosa xD los cambios de comportamiento de Sapphire son un poco raros... esmuy tímida y de repente se vuelve la chica más abierta del mundo con Dashen... xD
mmm El fic está muy interesante, parece ser que hicisteis que uno de los 5 fuera el malo malote xD bueh, volveré a opinar en otro capítulo =3
Ddddddd, pues estuvo todo muy bien, las descripciones, los sucesos... tienes mucha imaginación. Pero debes tener cuidado en algo. Todo el rato estás saltando de pasado a presente... y eso confunde mucho y se hace pesado de leer... es dificil seguir una frase que empieza en presente, continua en pasado y vuelve a terminar en presente...
The Black knight, bueno pues escribes muy bien, describes fantásticamente y todo es muy correcto. Profundizas en los pensamientos de los personajes, y esto queda genial, pero creo que le falta un poco más de emoción para que los sentimientos y personalidad de los personajes destaquen más (pero que conste que lo haces genial, es solo un detalle que bueno, no es que no le des emoción, pero con un poco más creo que estaría mejor ;3). Y bueno, en los diálogos no me gusta que hagas intro en cada uno que habla... pero bueno, esto no es un detalle ni de error ni nada, gusto personal u.u xD
Sapph, pues sigo pensando que escribes muy bien. Todo estuvo muy bien descrito, la incertidumbre de Dashen queda muy clara. Haces algún que otro fallo con las tildes pero bueno, nada grave. Y te diré otra cosa xD los cambios de comportamiento de Sapphire son un poco raros... esmuy tímida y de repente se vuelve la chica más abierta del mundo con Dashen... xD
mmm El fic está muy interesante, parece ser que hicisteis que uno de los 5 fuera el malo malote xD bueh, volveré a opinar en otro capítulo =3
- The Black Knight
- Reforzando conocimientos
- Mensajes: 869
- Registrado: Dom Abr 29, 2007 8:03 pm
Re: ~Intenciones relacionadas~\
Bien, es mi turno de dar las opiniones XD, Dexim tu parte estubo muy bien, buenas descripciones y sirvió mucho como intro a todo lo que respecta a la historia. De mi no opino, pero Aki te doy las gracias por la opinión que hiciste de miparte, tomaré eso en cuenta para cuando me toque de nuevo^^. Y por último Sapph, el encuentro de sapphire con los bandidos fué genial, y ya me esperaba que Crice las hiciese de Héroe; fué bueno el encuentro entre Dashen y el baño XD y además muy bien descrita la batalla, y el encuentro entre los tres personajes estubo bien escrito e hiciste resaltar todos los detalles de cada personaje que apareció.
Bien, esta ha sido la opinión mas larga que he dado en un fic, pero en fin Adios y suerte al que viene^^
Bien, esta ha sido la opinión mas larga que he dado en un fic, pero en fin Adios y suerte al que viene^^