Gujaro y el venado
Érase una vez, una buena mañana de primavera, un fuerte cazador, residente en las llanuras de arae, estaba en su humilde cacería en la montaña de Hood, cuando vio un pequeño venado acercarse por el extremo suroeste de la montaña. Una vez bien cerca, lo atravesó con su lanza de metal y cuando el venado hubo expirado, se lo echó al hombro.
Cuando el buen hombre hubo llegado a su humilde morada, dejó al venado a la puerta y entró, en la casa había una acogedora chimenea al fondo, un cuarto de baño y la habitación del cazador, por las paredes había colgados diversos trofeos de pesca y caza, y encima de la chimenea la cabeza disecada de un hermoso jabalí.
Al caer la noche, el cazador, cuyo nombre es Gujaro (en honor a su padre, ya fallecido), se recostó en su cama y se dijo que ya cenaría más tarde, lo que no esperaba era lo que ocurriría si no comía pronto...
Cuando empezaba a relajarse en su cama, con una acolchada almohada, empezó a oír fuertes golpes en la puerta de entrada, no les echó cuenta, pero los golpes fueron en aumento, cada vez más fuertes, hasta llegar a colmar la paciencia del cazador, se levantó de la cama y cogió su buena lanza de metal, se acercó a la puerta cuando los golpes eran increíblemente fuertes, abrió y no cabía en sí de asombro...
Una bella mujer yacía en el umbral de la puerta, se presentó como la madre naturaleza, y le dijo éstas palabras:
-Humilde cazador, ya deberías saber que la comida no abunda por estos lugares, así que no mates a quien no ha tenido descendencia, ten más cuidado la próxima vez.
Dicho esto, la mujer tocó al pequeño venado, que empezó a corretear bosque adentro.
Desde este día, Gujaro no ha dejado de cazar viejos venados que no podían vivir mucho más, y así, evitar que la madre naturaleza se enojara de nuevo...
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Este tema lo ha creado con la colaboración de Meowth y de Calicus, muchas gracias a los dos
Saludos de Fuego
Las fábulas de Flareon
- Flareon
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Re: Las fábulas de Flareon
Me gusta, no es como los demas, son del tipico entretenido y amigable que te hace pensar.
¿Quieres reirte y vivir una aventura?, entra en mi fic: viewtopic.php?f=18&t=26188
- pokefan garcia
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Re: Las fábulas de Flareon
Me gustó. Aunque corto, está bien narrado y sin faltas de ortografía. Espero que pongas más
- Flareon
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Re: Las fábulas de Flareon
Jirea y el anciano Reidor
Jirea era una hermosa mujer residente en las plazas de los Caballeros, tenía los ojos azules como el cielo y el pelo rubio como el sol. Un día mientras iba a por agua a la fuente vio como un anciano se sentaba en el suelo y extendía una rugosa mano.
Unos días más tarde fue a la misma fuente a recoger agua y se encontró con el anciano, entonces no pudo retener su curiosidad y le preguntó que qué le había pasado, el anciano la miró con unos sufridos ojos y se lo explicó todo.
El anciano se llamaba Reidor, vivía en una casa situada muy al norte, con su mujer y su único hijo, ya casado, pero había ido allí de vacaciones, un buen día salió a recoger leña para su chimenea y cuando hubo terminado volvió a su casa, que se había quemado completamente, desde entonces está en la ruina y va todos los días a pedir dinero en la plaza de los Caballeros.
Jirea vio al anciano muy desnutrido, lo cogió del brazo y lo levantó, cojeando llegaron a casa de Jirea y ella le ofreció un buen plato de caldo de buey, un plato típico de su región. Jirea le ofreció cobijo, comida y cariño durante una semana entera, al séptimo día ocurrió algo insólito...
El anciano empezó a brillar de repente con una luz etérea y se presentó como Dios, le concedería un deseo a la muchacha por la comida y el empeño que había puesto en ayudarle. Entonces la joven le dijo que había sido muy agradable cuidarlo y que le gustaría cuidar a más ancianos, Dios le dijo que de acuerdo, que mandaría a su casa a ancianos agradables una vez a la semana y convertiría su pequeña casa en un gran asilo para ancianos.
Sólo entonces la muchacha empezó a ser feliz cuidando a los ancianos y los ancianos eran felices por la compañía y el empeño que ponían en ellos.
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No tuve tiempo xD, espero que guste ^^
Saludos de Fuego
Jirea era una hermosa mujer residente en las plazas de los Caballeros, tenía los ojos azules como el cielo y el pelo rubio como el sol. Un día mientras iba a por agua a la fuente vio como un anciano se sentaba en el suelo y extendía una rugosa mano.
Unos días más tarde fue a la misma fuente a recoger agua y se encontró con el anciano, entonces no pudo retener su curiosidad y le preguntó que qué le había pasado, el anciano la miró con unos sufridos ojos y se lo explicó todo.
El anciano se llamaba Reidor, vivía en una casa situada muy al norte, con su mujer y su único hijo, ya casado, pero había ido allí de vacaciones, un buen día salió a recoger leña para su chimenea y cuando hubo terminado volvió a su casa, que se había quemado completamente, desde entonces está en la ruina y va todos los días a pedir dinero en la plaza de los Caballeros.
Jirea vio al anciano muy desnutrido, lo cogió del brazo y lo levantó, cojeando llegaron a casa de Jirea y ella le ofreció un buen plato de caldo de buey, un plato típico de su región. Jirea le ofreció cobijo, comida y cariño durante una semana entera, al séptimo día ocurrió algo insólito...
El anciano empezó a brillar de repente con una luz etérea y se presentó como Dios, le concedería un deseo a la muchacha por la comida y el empeño que había puesto en ayudarle. Entonces la joven le dijo que había sido muy agradable cuidarlo y que le gustaría cuidar a más ancianos, Dios le dijo que de acuerdo, que mandaría a su casa a ancianos agradables una vez a la semana y convertiría su pequeña casa en un gran asilo para ancianos.
Sólo entonces la muchacha empezó a ser feliz cuidando a los ancianos y los ancianos eran felices por la compañía y el empeño que ponían en ellos.
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No tuve tiempo xD, espero que guste ^^
Saludos de Fuego