Dylan, un adolescente de 16 años, decide acabar con toda una vida de abuso escolar llevando a cabo una masacre en su instituto. Su plan de suicidarse tras la masacre falla, así es detenido y condenado a 2 años de estancia en El Reformatorio Rojo. Aparentemente, es un reformatorio más, pero la verdad es muy distinta... Acompaña a Dylan en sus aventuras por este siniestro lugar en... EL REFORATORIO ROJO.


Esta fanfic no es recomendada a menores de 14 años por contener escenas de violencia, muertes, sangre, explosiones, contenidos obscenos, comportamientos políticamente incorrectos y consumo de drogas.
Si eres menor de 14 años y decides leer la historia que a continuación se muestra, queda bajo tu única y propia responsabilidad.
Al igual, si eres mayor de 14 años pero eres sensible a alguno de los contenidos expuestos anteriormente, esta historia no es recomendable.


Para una mayor comprensión de la fic, es recomendable informarse primero acerca de el suceso conocido como La matanza de Columbine, ya que algunos aspectos de la historia (como pueden ser, sin ir más lejos, el nombre del protagonista) están inspirados en dicho suceso.
Para información acerca de el suceso dicho anteriormente, visiten este link: http://es.wikipedia.org/wiki/Masacre_de ... _Columbine


Tambien diré que con este fic no pretendo en ningún caso incitar a la violencia. El comportamiento de los personajes no tiene por qué ser digno de imitación.


Dicho esto sólo me queda desearos que disfruteis de esta fic al igual que disfruto yo escribiéndola.

Tambien quiero pedir que, por favor no venga ningún campeón diciendo que la fic es grotesca, ofensiva, etc, ya que he avisado arriba de los contenidos "prohibidos" que tiene. Así que si te ofendes por esto, vete a leer alguna de las fics de Pokémon, que seguro que no tienen violencia, sangre ni nada por el estilo.


Saludos, disfruten de la lectura.






A continuación os dejo los dos primeros capítulos, ya que estaré algún tiempo sin pasarme.




1. VENGANZA



...



Derrepente un chirrido ensordecedor irrumpió en la sala. Alguien iba a hablar por megafonía.

- Hola a todos. Os habla el director. La policía ha rodeado el instiuto y no tardarán mucho en entrar. Por favor, mantened la calma dentro de lo posible. Protegeros con las mesas y de ningún modo os tireis por la ventanas, ya que es una muerte segura. El piso bajo ya ha sido evacuado y...

Dos fuertes disparos pusieron fin a las palabras del director.

- Un idiota menos... En fin, ¡escuchad atentamente a lo que os voy a decir, panda de capullos! Si seguís las instrucciones que os voy a dar, algunos de vosotros saldreis de aquí ilesos. Bien, mi modo de pensar se basa en la selección natural, es decir, en que los más fuertes deben sobrevivir. Por ello, los más "fuertes" en un instituto son aquellos que se hicieron respetar a la fuerza. Todos aquellos que creeis poseer una buena reputación respeto, dirigiros ahora mismo a los servicios masculinos de la segunda planta. Esperaré 5 minutos, iré al punto que os he dicho, y a los que allí os hayais reunido os dejaré ir.

Así, los estudiantes que más respeto poseían fueron saliendo, aliviados, de sus respectivos escondites y dirigiendose al servicio de la segunda planta. Los demás estudiantes (que eran pocos, ya que la mayoría acudieron al punto marcado en busca de salvarse) continuaron escondidos en sus respectivas clases. Cinco eternos minutos más tarde, oyeron una gran explosión que hizo tambalearse al edificio. Entonces, el mismo horrible chirrido que habían escuchado unos minutos antes volvió a aparecer.

- Hahahahahaha. Esos idiotas populares... Hahahaha. Por fin, despues de tantos años de espera, han tenido su merecido. Creían que haber estado atormentando a chicos como yo les iba a servir de salvación en el día del juicio final, pero no... En lugar de eso, les ha dado la muerte!!! Hahahaha. A los que seguís vivos, en breve tendreis noticias mías.

El chirrido volvió a sonar, indicando que el megáfono de la sala del director había sido apagado.

Unos minutos más tarde, la puerta de la clase 3ºC se abrió estrepitosamente. Instantáneamente empezó a llover plomo, plomo que segaba las vidas de jóvenes e inocentes estudiantes. Los disparos no cesaron hasta que en la clase quedaron 21 cadáveres y 2 cuerpos con vida. Danni salió de debajo de una mesa.

- ¡Dylan, joder! ¡¿Qué ***** haces tio?!
- Callate ahora si no quieres que te abra la frente.
- Si me querías matar, ¿por qué no lo has hecho ya?
- Tú has sido mi único amigo en este instituto lleno de capullos. Y, a pesar de haberme traicionado alguna vez, fuiste el único que me dirigió la palabra sin insultarme o burlarse de mi. Ahora es el momento de tu recompensa. Toma.

Dylan sacó de su maleta negra, al igual que el resto de su ropa, una pistola y se la ofreció a Danni.

- Toma, es una Magnum de calibre 38. Un disparo de esto sirve de sobra para matar a una persona. Ahora vamonos de aquí, me ayudarás a eliminar a algunos chicos.
- Ehm... ¡Está bien! ¡Vamos a darle su merecido a esos miserables!

Los dos jóvenes salieron de la clase y empezaron a caminar por el largo pasillo de la segunda planta. Al pasar por los servicios, Danni se sobresaltó cuando observó la mezcla de escombros, cadáveres y sangre que había donde en su día hubo jóvenes que aprovechaban cualquier momento para perder un poco de clase con la escusa de tener que "aligerar peso". La voz de Dylan le devolvió al duro presente.

- Hemos llegado. Ahora cruzaremos el intercambiador hasta el otro edificio. En unos minutos explotarán tres bombas reloj que he colocado escondidas en puntos clave de este edificio, y el resto de capullos morirán. Al llegar al otro edificio, entraremos en la primera clase, en la derecha, y dispararemos a todos y cada uno de los alumnos o profesores que allí haya.
- De acuerdo.

"Encuanto se de la vuelta, le dispararé y pondré fin a todo esto"- pensó Danni-.

Dylan abrió la puerta de la clase y empezó a disparar con su AK 47 Spentaz. Danni permaneció detrás de él.

"Lo siento, pero no puedo permitir que esto ocurra"- murmuró mientras apretaba el gatillo.

...

Dylan se giró dejando ver entre su pelo una pequeña sonrisa de satisfacción que inspiraba terror.

- Hahaha. ¡Lo sabía! ¿Por qué un cabr0n que me ha traicionado tantas veces iba a serme fiel en esta ocasión? ¿Realmente pensabas que iba a ser tan tonto de darte un arma así como así?

Danni sacó el cargador de su arma y observó aterrorizado como no quedaba una sola bala en él.

- Decidí darte una última oportunidad para salvarte, pero la has malgastado. Ahora, sintiendolo mucho, debo eliminarte, ya que sólo eres un estorbo.

Dylan apretó el gatillo de su fusil y una ráfaga de balas atravesó el cuerpo de Danny. Acto seguido Dylan continuó disparando a las personas que en ella se refugiaban. Justo en ese momento oyó tres fuertes explosiones seguidas. Miró por la ventana y contempló exitante como el edificio principal del instituto se desmoronaba. Se sobresaltó cuando el cristal de la ventana por la que miraba estalló. En ese momento fue alcanzado por un dardo venenoso. Era un potente veneno que dormía a la víctima durante un par de horas, un veneno al que sólo tenían acceso los miembros del G.E.O.

- Blanco alcanzado- comunicó a su superior el francotirador que se encontraba en el tejado de un edificio vecino.





...







"Dylan Klebold, por el asesinato de 23 personas y el intento de homicido a otras 46, queda condenado a dos años en un centro correcional hasta cumplir la mayoría de edad, y posteriormente a cadena perpétua en una penitenciaria."














"Dylan Klebold, por el asesinato de 46 personas y el intento de homicido a otras 19 personas, queda condenado a dos años en un centro correcional hasta cumplir la mayoría de edad, y posteriormente a cadena perpétua en una penitenciaria."



...




2. COMIENZO



Era un 18 de Mayo. Dylan y su desconocido acompañante, que en este caso era el conductor de la furgoneta en la que iban, viajaban hacia el CCC (Centro Correccional Colorado, más conocido como El reformatorio rojo).

- Dentro de poco llegaremos

Dylan permaneciía callado y pensativo en su asiento. Era alto para su edad, medía un metro ochenta centímetros, era más bien delgado y solía vestir ropa de color oscuro. Pero sin duda su rasgo más característico era su pelo lacio de color dorado que le cubria la cabeza hasta la altura de los ojos.

Unos 15 minutos más tarde, llegaron a su destino. Dylan se bajó del coche, cogió su maleta de la parte trasera del coche, y se dispuso a entrar. El conductor bajó con él y pulsó un boton que seguramente era del comunicador.

- ¿Si? - preguntó una voz femenina
- Traigo a Dylan Klebold
- Adelante, puede pasar.

La gran puerta de metal se abrió lentamente y Dylan dió un paso hacia adelante. Ya podía ver el gran edificio cuadrado de arquitectura simple, construído bajo una rigurosa simetría. Todas las ventanas eran perfectamente cuadradas y estaban posicionadas a la misma distancia las unas de las otras. Eso, junto al color rojizo de los ladrillos con los que había sido construído y la antigüedad del edificio, le daban un aspecto triste y un poco siniestro.
Dylan miraba perplejo cuando se sobresaltó al cerrarse la gran verja de metal detrás de él. Ya no había vuelta atrás, sólo quedaba seguir hacia adelante.

El joven empezó a andar por el camino que llevaba a la entrada del edificio. Atravesó un gran jardin con una densa vegetación. El sol del mediodía se filtraba entre las hojas de los árboles dando una mística belleza al lugar. Llegó al edificio y una monja de mediana edad le abrió la puerta.

- ¿No lo sabías? -dijo la monja al ver la cara sorprendida de Dylan -este es un reformatorio religioso. Bien, tu debes de ser Dylan, ¿verdad?

Dylan asintió con la cabeza, aun dejando ver en su rostro una mezcla de decepción y rabia. Cosa, por otro lado normal, ya que él era ateo y detestaba todo lo relaccionado con la religión.

- ¿A qué esperas? Pasa -le indicó la monja.

Dylan subió unas escaleras y pasó por una puerta que estaba entreabierta. Se oían unos gritos que provenían de esa habitación, así que el joven se paró a echar un vistazo al interior. Lo que vio en ese momento le hizo estremecerse.

Tres monjes de aspecto fornido forcejeaban con una joven que parecía tener unos años menos que Dylan. La joven lanzaba gritos desesperados a la par que se resistía y se movía en busca de librarse de las manos de los varones. Los monjes consiguieron tumbarla encima de una especie de mesa-camilla que allí había, la desvistieron y a continuación hizieron lo que todos podeis imaginar.


Las monjas, la escena de la joven... Todo era muy extraño.
¿Dónde se había metido Dylan?¿Era seguro permanecer allí?¿Qué era en verdad el famoso reformatorio rojo? Demasiadas preguntas sin responder rondaban la cabeza de Dylan al tiempo que el miedo y la incertidumbre se apoderaban de él.





Encuanto pueda iré poniendo más capítulos. Os informo de que al leer esta fic teneis la garantía de que no la voy a abandonar, pues ya sólo me faltan por escribir 4 capítulos.

Saludos

mmm el unico fic que me ha gustado, cuenta la verdad de algunos reformatorios antiguos, talvez deben quedar algunos asi, esta bueno, basado en hechos reales jaja, bueno, sigue asi, no pongas dos capitulos en un mismo post, postea de a uno, porque se te acabaran las ideas, es mejor de a uno, y trata de explicar mejor algunas cosas, pero asi esta bien

mmm el unico fic que me ha gustado, cuenta la verdad de algunos reformatorios antiguos, talvez deben quedar algunos asi, esta bueno, basado en hechos reales jaja, bueno, sigue asi, no pongas dos capitulos en un mismo post, postea de a uno, porque se te acabaran las ideas, es mejor de a uno, y trata de explicar mejor algunas cosas, pero asi esta bien

Lo de poner dos capítulos en el mismo post ya lo expliqué, es porque ahora no voy a tener internet durante un tiempo y no los voy a poder ir subiendo al ritmo normal.

Por el resto, gracias, aunque no creo que existan reformatorios así (por el bien de los pequeños delincuentes xD).

Comenten más x3

Por el resto, gracias, aunque no creo que existan reformatorios así (por el bien de los pequeños delincuentes xD).

Existieron, sí, ahora espero que sean peores.
En fin, fic demasiado oscuro o.ö, pero entretenido.

He vuelto, y como sigo sin internet, continuaré con el esquema de postear dos capítulos seguidos.









Tres monjes de aspecto fornido forcejeaban con una joven que parecía tener unos años menos que Dylan. La joven lanzaba gritos desesperados a la par que se resistía y se movía en busca de librarse de las manos de los varones. Los monjes consiguieron tumbarla encima de una especie de mesa-camilla que allí había, la desvistieron y a continuación hizieron lo que todos podeis imaginar.




...




3. PREOCUPACIÓN



Tras ver esa desagradable escena, Dylan siguó subiendo las viejas escaleras de piedra hasta que llegó a la planta 2. Empezó a andar por el pasillo y se detuvo enfrente de una puerta cerrada.

"Aham, la habitación 23. Esta debe ser la mía" -murmuró mientras abría la puerta. Al entrar vió dos literas, una a cada lado de la habitación. Tambien vio a un joven tumbado en una de ellas. Era un chico que tenía mas o menos la edad de Dylan, unos 16 o 17 años. Tenía el pelo negro, cortado al estilo militar. No era muy alto, pongamos un metro sesenta y cinco. Tenía una complexión fuerte, era "ancho de hombros", por decirlo así. El chico se levantó de un brinco al ver a Dylan.

- Y tú quién eres, ¿eh?
- Me llamo Dylan, soy nuevo.
- Ya veo... ¿Qué has hecho para que te manden aquí? Apuesto a que robaste el monedero a una viejecita... - el chico soltó una risita con un tono burlesco.
- Capullo... Digamos que entré en mi instituto y empezé a cargarme a cuantos pude.
- ¡¿No me jodas que eres tu ese chico que salió en las noticias hace poco?!
- El mismo.
- ¡Joder! Siento haberme burlado de tí, de veras... Hay que echarle un par de huevos para hacer lo que hiciste.
- Si, bien. ¿Cuál es mi sitio?
- Coge la que quieras, en este cuarto sólo estoy yo. Claro, ahora tú tambien.
- OK

Dylan cogió su maleta y empezo a guardar la ropa en uno de los viejos armarios hechos en caoba que había en la habitación. El otro chico que estaba con él se tumbó de nuevo en una de las camas mientras examinaba con la mirada a Dylan.

- Perdón, no te he dicho como me llamo. Soy Mark, encantado.

Dylan siguió colocando su ropa impasible. Al fin decidió romper el incómodo silencio.

- Verás, no se si debería decirte esto...
- Dispara, estamos solos. Lo que digas no saldrá de aquí.
- Bien... Cuando venía de camino a aquí vi algo que me resultó bastante extraño. Pasé por una habitación y oí unos gritos. Decidí asomarme a ver que pasaba y...
- No me digas más, algún cura estaba violando a una chica.
- En verdad eran tres curas... Pero, ¿cómo lo has sabido?
- Es algo típico aquí... Te irás acostumbrando.
- ¿Cómo que es típico? ¡J0der, esto es un put0 reformatorio!...
- Pero no es un reformatorio normal... Verás, visto desde fuera, este es simplemente un lugar donde se acoge a menores que tienen que cumplir alguna condena. Pero la realidad es mucho más chunga...
- ¿Más chunga?
- Sí. La habitación en la que viste lo que me has contado era una habitación más bien pequeña, con una alfombra cubriendo el suelo, con un cuadro de un paisaje y con una mesa en el fondo, ¿verdad?
- Exacto.
- Pues bien, esa habitación la conocimos como el cuarto negro. Cada día cogen a una chica de las que están en este centro y la llevan allí para lo que ya sabes.
- Ya veo... ¿y las cogen al azar?
- No, siguen el orden de una lista llamada la lista negra. En ella están recogidos los nombres de todas las chicas del reformatorio, ordenadas según lo "apetecibles" que son. Cuando una chica ingresa aquí, la desnudan y la hacen fotos, y luego un encargado la otorga una posición en la lista.
- J0der, que hijos de put@... Tenemos suerte de ser chicos.
- En cierto modo sí... pero a los chicos ya nos tienen reservado otro trabajo.
- ¿A qué te refieres, Mark?




...




¿Otra clase de trabajo? ¿Qué habrá querido decir Mark? ¿Qué clase de trabajos son?
¿Acaso le espera a Dylan la misma suerte que a la chica que vio? ¿O tal vez algo peor?
Poco a poco Dylan iba descubriendo más sobre el reformatorio rojo, y cada vez le gustaba menos...









""- No, siguen el orden de una lista llamada la lista negra. En ella están recogidos los nombres de todas las chicas del reformatorio, ordenadas según lo "apetecibles" que son. Cuando una chica ingresa aquí, la desnudan y la hacen fotos, y luego un encargado la otorga una posición en la lista.
- J0der, que hijos de put@... Tenemos suerte de ser chicos.
- En cierto modo sí... pero a los chicos ya nos tienen reservado otro trabajo.
- ¿Otro trabajo?""




...




4. SUDOR





- Sí. A unos los esclavizan en el huerto, a otros los hacen limpiar los baños, otros son obligados a satisfacer las necesidades sexuales de las monjas de más alto cargo, y otros tienen suerte y simplemente no hacen nada.
- ¿Y a ti que te han asignado?
- Hasta hace 2 semanas era de ese grupo de afortunados que no hacían ningún trabajo forzoso, pero la cagué haciendo algo que no gustó demasiado y ahora estoy currando en el huerto.
- Debe haberte j0dido mucho tener que empezar a trabajar por cagarla...
- La verdad, sí, bastante. Pero ¿sabes? trabajar en el huerto es de los mejores trabajos que te pueden tocar.
- ¿Y eso?
- Digamos que descubres bastantes lugares "interesantes"
- Desde luego, una huerta es un lugar muy interesante. Puedes encontrar muchos tipos de verduras, hortalizas...
- No, idi0ta. Me refiero a que cerca de la huerta he descubierto un sitio por el que es posible escapar.
- ¿En serio?
- Sí. Con un poco de maña y, sobretodo, suerte, creo que podré salir de aquí.
- ¿Y por qué no te has ido ya?
- Todavía estoy "estudiando el terreno". Tengo que pulir algunas partes del plan y, cuando tenga todo preparado intentaré huir.
- ¿Y qué te falta por pensar? ¿Cómo es el sitio?
- Bien, dentro de 40 minutos empieza mi turno en la huerta. Si me acompañas y me ayudas a acabar el trabajo, te lo enseñaré con mucho gusto.
- Hecho.

Dylan acabó de guardar su ropa, cerró su armario y se tumbó en otra de las camas. Así, los dos jovenes permanecieron sin decir nada, pensativos, hasta que la alarma del reloj de Mark empezó a sonar.

- Hora de currar, campeón.
- Mierd@, me había quedado dormido...

Los dos bajaron las escaleras. Pasaron por el cuarto Negro, pero esta vez la puerta estaba cerrada y no se escuchaba a nadie dentro. Siguieron bajando y salieron por la puerta que daba al jardín trasero. Era mucho más grande que el delantero (el que Dylan había cruzado al entrar por primera vez al reformatorio). Continuaron andando... pasaron por otras huertas en las que estaban trabajando chicos exhsaustos, por zonas muy pobladas de árboles, zonas de césped con bancos en los que de vez encuando se veía a alguna monja, e incluso un campo de fútbol en el que apenas quedaba césped y cuyas porterías estaban oxidadas y visiblemente deterioradas por el tiempo pero no por el uso. Finalmente llegaron a un espacio parcialmente cubierto por unos setos. Uno de sus lados estaba delimitado por un muro de hormigon y cemento que aproximadamente tendría unos 4 metros, y en cuya cima había una alambrada con pinchos que, al menos aparentemente, estaban afilados como puñales.

- Hemos llegado -dijo Mark

En esa porción de terreno de aproximadamente 6 metros cuadrados se podía ver una tierra que había sido removida recientemente y, en algunas partes, pequeños brotes de plantas creciendo.

- Toma coge esto. Lo necesitarás si quieres que acabemos algún día.

Mark lanzó una pala a Dylan y éste la cogió al vuelo. Los dos empezaron a cavar.

- ¿Y bien, dónde está el famoso lugar por el que piensas...
- Shhhh - le interrumpió Mark al tiempo que señalaba con la mirada a un cura gordo que paseaba por allí cerca.

El cura se acercó a ellos-

- ¿Cómo va el trabajo? Hahahahah
- Bien, señor - respondió Mark.
- Eso espero. Dentró de media hora volveré a pasarme por aquí y quiero ver eso terminado,
¡¿entendido?!
- Si señor.

El cura se dio la vuelta y continuó con su paso tranquilo pero no por ello menos contundente.

- Gordo de mierd@... - murmuró Mark.
- ¿Qué pasa, le conoces de antes?
- Recuerdas que te dije que antes no tenía que trabajar, ¿no?
- Sí, pero te cogieron haciendo algo y te pusieron a currar.
- Ese algo, ¿te he contado ya qué fue?
- No.
- Bien, pues ese gordo se toma un té todos los días alrededor de las 8 pm.
- ¿Y que tiene eso de sospechoso?
- Digamos que su té ese día le supo un poco más... "amargo" - Mark soltó una carcajada.
- ¡¡¡¿¿Measte en su té??!!!
- Y luego se lo bebió enterito. - el joven soltó otra fuerte carcajada, y de esta vez tuvo que arrodillase en el suelo ya que no tenía fuerzas para seguir en pie.
- Estas loco, tío - dijo Dylan mientras esbozaba una pequeña sonrisa.
- ¿Y me lo dice el que entró en su instituto con una maleta llena de armas y se puso a disparar a la gente?
- Sigamos trabajando, anda.

Mark se puso en pie de nuevo, cogió su pala y los dos se pusieron de nuevo a remover una porción de la tierra.

- ¿Ves ese muro de ahí? -dijo Mark señalando al alto muro de hormigon.
- Sí.
- Ahora mira un poco más a la derecha, ¿ves la tubería que sube por el muro?
- No pretenderás que nos escapemos por ahí...
- ¿Has dicho "escapemos"?
- Claro, ¿acaso crees que quiero quedarme aquí un año entero?
- Tú verás... En fin, la tubería esa tiene unas muescas a los lados cada medio metro.
- Es verdad... Qué curioso.
- No tiene nada de misterioso, probablemente antes de la reforma las tuberías eran mayores, y esas muescas son las marcas que dejaron las sujecciones de dicha tubería cuando fue quitada y reemplazada por la que ves ahora.
- Entiendo...
- Creo que podríamos trepar el muro apoyando los pies en las muescas y agarrandonos en la tubería.
- Muy bien genio, sólo hay un problema... No se si te has fijado, pero la tubería comienza a 2 metros y medio del suelo.
- ¿Y para qué sirven los árboles?
- Creo que ya empiezo a entenderte...
- Pero a lo que ando dando vueltas estos días es a cómo superar la alambrada.
- Jajaja, ¿ese es tu problema?
- ¿Qué tiene de gracioso, capullo?
- Novatos... A ver, recuerdo que vi una película llamada El Club De La Lucha. En esa película los protagonistas saltaban una alambrada similar poniendo una lona sobre la zona con pinchos y apoyándose en ella para saltar.
- ¿Una lona?
- Sí, una especie de alfombra.
- No lo había pensado...
- Sí, es una solucción fácil y eficaz, pero no se usa mucho. Bueno, entonces... ¿esta noche nos escapamos?
- ¡¿Esta noche?! ¡Estas loco!
- ¿Por? Los setos de alrededor nos taparan cuando vayamos a subir, y si somos sigilosos no habrá problemas para evitar a los curas que estén patrullando por aquí.
- Y en caso de que fuesesmos a escapar, ¿dónde encontraríamos una alfombra, listo? Te recuerdo que el suelo de todo el reformatorio está tapado por una moqueta, y la moqueta no la podemos quitar.
- Es verdad...

Los dos chicos continuaron removiendo la tierra. Ya estaban casi acabando. Derrepente, una sonrisa iluminó la cara de Dylan.

- ¿Qué pasa, tío? Ni que hubieses visto a Elsa Pataky desnuda.
- ¿Has dicho que todas las habitaciones están cubiertas por moquetas?
- Exacto.
- Amigo, creo que olvidabas el famoso cuarto negro...

Mark comprendió a lo que su amigo se estaba refiriendo, y los dos se miraron dejando ver en sus rostros una gran exitación.




¿Llevarán a cabo el plan de escaparse? ¿De ser así, lo conseguirán? ¿O de lo contrario serán cazados con las manos en la masa y serán sometidos a algún severo castigo?




Espero que os guste la fic. Prometo que se irá poniendo más emocionante.

Saludos

jajaja que buen fic, pense que en el escape apareceria michael scofiel o TiBack jaja, Mark no tenia tatuado en el cuerpo el plan de ecape??? broma, solo siguelo que esta muy bueno, me hubiera gustado que hubieran avido accion antes de escaparse, pero que va.

postea en mi fic el angel de plata Kaiser Draco

Jojojo!!!

Muy buen fic!!!

es lo mas distinto que he leido en todo l foro, y es primera vez (ke YO haya visto) que alguien tiene las agallas para anfrentar las reglas del foro en este fic...pero ya que has advertido sobre los contenidos de este fic, me alegra que no hayas tenido problemas para publicar =D

siguelo, que esta exelente!

Pero esos tios son locos o que?! De seguro que los atrapan en el cuarto Negro.... y de seguro que por colarse alli, y ademas cometer el HORRIBLE CRIMEN de robarse una alfombra [xDD], los haran cumplir el trbajo de satisfacer a las monjas u.u

enfin, espero nuevos capis!! =D

bye!!

He incumplido normas? Ups, no lo sabía. Espero no tener problemas con "los jefes de la ley"
En fin, allá va otro cap.





- ¿Qué pasa, tío? Ni que hubieses visto a Elsa Pataky desnuda.
- ¿Has dicho que todas las habitaciones están cubiertas por moquetas?
- Exacto.
- Amigo, creo que olvidabas el famoso cuarto negro...

Mark comprendió a lo que su amigo se estaba refiriendo, y los dos se miraron dejando ver en sus rostros una gran exitación.



...





5. ADRENALINA



El sol se puso. El cielo del reformatorio estaba ahora teñido de un bello color rojo anaranjado. Mientras, en la habitación 23...

- Eh Dylan, dentro de poco será de noche
- Cierto. Tenemos que empezar a prepararnos.
- Haremos lo siguiente: dentro de media hora será la hora de la cena. Habrá mucho movimiento de gente, así que iremos al comedor principal, responderemos cuando pasen lista, y nos comeremos el plato a toda prisa. Tenemos 10 minutos para comer, ya que la cena dura media hora. Cuando acabemos salimos, cada uno por una puerta para no levantar sospechas, del comedor y vamos a la habitación. Nos reuniremos allí. Cogemos las cosas, y nos vamos.
- Pero, ¿y si nos ven bajando al jardín? ¿qué diremos de excusa?
- Nada. No se fijaran ya que habrá un gran movimiento de gente. Es por eso por lo que no podemos tardar mucho en acabar de comer. Así cuando bajemos coincidirá con la hora en la que todos están saliendo del comedor para ir a sus respectivas habitaciones.
- Bien pensado. Ahora, ponte ropa negra para que camuflarte mejor.

Los dos chavales abrieron sus respectivos armarios y buscaron unas prendas negras. En poco tiempo ya tenian todo preparado y la hora de la cena había llegado.

- Bajemos - dijo Mark.

M&D (Mark & Dylan) bajaron las escaleras. Al pasar por el cuarto negro, Dylan dijo:

- Hey Mark, ¿cuando vamos a coger la alfombra?
- Tranquilo, ya he pensado en eso.

Siguieron su camino y llegaron a la planta principal. Estaba llena de chicos y chicas andando en todas las direcciones, aunque la mayoría iban hacia el comedor. Despues, entraron en el comedor, respondieron cuando su nombre fue mencionado en la lista, y cenaron. Según lo planeado, los dos se levantaron pasados unos 10 minutos y se dirigieron a la habitación 23. Primero entró Dylan, y unos 30 segundos despues apareció Mark.

- Hey Mark, rápido, tenemos que ir a coger la alfombra.
- Na, na, na... - dijo Mark mientras negaba con la cabeza. Acto seguido mostró lo que guardaba tras de sí: era la alfombra.
- ¡Genial! ¿Cómo la has conseguido, tío?
- Una chica de la habitación 16 me debía un favor, ya que la libré de "pagar sus deudas" con un cura. El resto, preguntaselo a ella.
- Vale, ¿estás preparado?
- Si, vamos.

D&M salieron de la habitación sin más equipaje que la alfombra y sus vestimentas negras. Justo cuando empezaron a bajar las escaleras tocó la sirena que indicaba el final de la cena. Acto seguido empezaron a aparecer chicos y chicas saliendo del comedor y se formó un gran barullo.

- Esta es nuestra oportunidad, ¡vamos! - dijo Mark.

Salieron al jardin trasero. No había casi nadie, apenas algún que otro cura vigilando, pero no fue muy difícil superarlos. Un poco despues llegaron a la huerta en la que trabajaba Mark. Dylan cogió la alfombra y se la echó a la espalda. Luego trepó por un árbol. Era el turno de Mark, así que hizo lo mismo que su amigo, con la diferencia de que trepó por otro árbol desde el cual tambien se tenía acesso fácil a la tubería. Todo marchaba según lo previsto, cuando derrepente... CRRRRAK, una rama se rompió.

- ¿Quién anda ahí? - se oyó decir a un cura que patrullaba las proximidades.
- ¡*****!, ya te vale. - dijo Dylan furioso a su amigo.

Acto seguido ambos amigos saltaron al suelo de nuevo y echaron a correr. El cura que andaba por ahí vió entonces a las dos sombras corriendo y salió en su persecución. Los tres corrieron pasando por varios curas que vigilaban, y que inmediatamente se sumaron a la persecución.

- No aguantaré mucho tiempo más corriendo -resopló Dylan
- Encuanto veas un lugar en el que puedas esconderte, hazlo.
- OK

Los dos continuaron su carrera. Derrepente, Mark, que era probablemente el de peor condición física, se tiró detrás de un enorme pino. Rezó para que los curas no lo hubiesen advertido, y así fue. Los hombres continuaron a la caza de Dylan sin darse cuenta de que faltaba uno de los dos fugitivos.

"*****, se están acabando los árboles por aquí" -pensó Dylan ya exhausto. - "A ver ahora donde me escondo"...

El joven dobló una esquina que formaban los setos, ganando así unos segundos respecto a los curas. En ese momento observó horrorizado donde se había metido: el campo de fútbol. Allí no había absolutamente ningún obstáculo dónde esconderse. Entonces, el instinto de supervivencia de Dylan actuó por el, y simplemente se tiró al suelo con la esperanza de conseguir camuflarse en él, ya que vestía de negro y la iluminación en el viejo campo de fútbol era nula. Dylan empezó a oir los pasos de sus perseguidores acercándose detrás de él. Ya estaba preparándose para ser cogido y probablemente obligado a servir de muñeco sexual a alguna vieja monja, cuando derrepente pasó algo que realmente nadie esperaría que ocurriese...




¿Que habrá pasado? ¿Habrán visto a Dylan? ¿Y Mark? ¿qué ha sido de Mark? ¿Dónde está?
¿Le habrán atrapado tambien? ¿Qué crueles castigos les esperarán a los chavales, en caso de qué les "pillen"? Sólo lo sabremos en el próximo capítulo...



Espero que les guste. Si es así, se agradecen los comentarios. Sinceramente, en estos momentos ando algo falto de voluntad para continuar el fic :/

muy bueno el fic
seguilo

Si el de Kanto no fue cerrado, mucho menos este. Solamente te aviso que no ahondes mucho más en los temas sexuales, aunque no lo planees, simplemente un aviso, porque es muy entretenido el fic.

Después de un tiempo en paradero desconocido, vuelvo a postear la "historia original" (si lo llamo fic luego viene Animally y me pega).



Dylan empezó a oir los pasos de sus perseguidores acercándose detrás de él. Ya estaba preparándose para ser cogido y probablemente obligado a servir de muñeco sexual a alguna vieja monja, cuando derrepente pasó algo que realmente nadie esperaría que ocurriese...



...




6. DESLUMBRAMIENTO



Dylan estaba en el suelo, su corazón bombeaba sangre con tanta fuerza que sería capaz de provocar un terremoto en el otro extremo del mundo. Oía los pasos acercarse cada vez más, iban muy rápido. Estaban a pocos metros. Estaban llegando. Finalmente llegaron a donde estaba Dylan... y pasaron de largo. Dylan no salía de su asombro mientras observaba sigiloso cómo los curas rastreaban los setos de alrededor del campo, las porterías, etc. Finalmente, tras unos 10 minutos que al joven le parecieron décadas, los curas volvieron al edificio. Entonces, Dylan se levantó y volvió corriendo al edificio. Pasó por el árbol donde su amigo se había escondido, pero ya no estaba allí. Entró al edificio y empezó a subir las escaleras hacia el tercer piso, cuando una voz le detuvo.

- Hey chaval, ¿se puede saber de dónde vienes?

Era una monja bastante rellena, de aproximadamente unos 40 años. Su cara le resultó familiar a Dylan, probablemente de haberla visto por el reformatorio alguna otra vez.

- Eh, ¿me estás escuchando?
- Sí. Verá, me he quedado en el huerto haciendo un poco de trabajo extra, ya que por la tarde me distraje un poco y no acabé todo.
- Jajajaj - la risa de la monja intimidó al joven. - ¿Te crees que soy tonta? Tú eres ese chaval al que perseguían hace poco, el que intentó escaparse.

Dylan se preguntaba cómo diablos aquella mujer lo había sabido, cuando encontró la respuesta al ver su chándal negro lleno de barro.

- Bueno, has tenido la suerte de que hoy me encuentro generosa... Así que, ¿qué te parece si subimos a mi habitación y nos divertimos un poco? A cambio haré la vista gorda.

A Dylan se le congeló el alma en ese momento. ¿Era de fiar la monja? Tras unos segundos pensando, se decidió.

- Está bien, subamos.

Al joven no le hacía ni put@ gracia tener que mantener relacciones sexuales con una gorda cuarentona, pero era eso o Dios sabe qué. Así que los dos subieron al cuarto de la monja y estuvieron allí por unos 40 minutos. Despúes, Dylan salió y se dirigió a su cuarto. Era tarde y ya tenía sueño.
Al entrar a su cuarto, le sorprendió ver a Mark tumbado en una cama, mirándole con los ojos como platos.

- ¡Tío! ¡¿Estás vivo?! ¿Cómo has escapado?
- Me tiré al suelo y esos idi0tas no me vieron.
- ¿En serio? J0der, tío, pensé que te habían trincado. ¿Y has conseguido subir sin más?
- Prefiero no hablar de eso ahora - murmuró Mark con la cabeza agachada.

Dylan se quitó su sucia ropa, apagó la luz y se tumbó en la cama. Ambos durmieron sin decir ni una palabra más.

A la mañana siguiente, Dylan se despertó antes que Mark. Se vistió y decidió bajar a dar una vuelta por el jardín. No había relojes, pero conforme bajaba las escaleras se imaginaba que debería ser bastante pronto, ya que no había nadie andando por los pasillos; y el comedor estaba vació, lo que indicaba que aún no habían llegado las 7:30, que era la hora del desayuno.
Abrió la puerta que daba al jardín trasero y entró en él. Según iba andando reconocía los sitios por los que, angustiado y exhausto, había pasado corriendo la noche anterior. El sol naciente tornaba el cielo de un color anaranjado, formando una imagen realmente bella.
Dylan observaba todo esto cuando algo llamó su atención. A su derecha, a unos 10 metros de distancia, había una silueta humana. Dylan se esforzó por reconocerla, tarea nada fácil debido a la cantidad de árboles que allí había. Se acercó un poco y la vió: una chica que aparentaba más o menos su misma edad estaba tomando unas fotos del bonito paisaje. Dylan se quedó embobado mirándola, hasta que ésta percibió la presencia del chaval. La chica tenía un aire misterioso. No era ni alta ni baja, ni tampoco gorda. Era más bien delgadita. Un pelo liso y largo, oscuro como la noche pero a la par brillante, cubría su cabeza. Unos ojos oscuros y grandes formaban el elemento más llamativo de su angelical cara.
La chica dejó de mirar a Dylan y siguió tomando fotos con la cámara réflex que sujetaba entre sus dedos. Pero Dylan no podía dejar de mirarla. Había algo en esa chica que atraía al joven y lo sometía como una araña atrapa a una presa que acaba de caer en sus redes.



¿Quién es esa chica? ¿Qué tiene de especial? ¿Qué hará Dylan ahora? ¿Y la monja de la noche anterior, habrá cumplido su promesa de mantener el pico cerrado? ¿O de lo contrario le habrá delatado y será castigado en poco tiempo?






Espero coments.

woooow
esta re buena la historia real (asi animally tampoco me pega)jajaja
seguila

Por qué volvieron? No iban a fugarse para siempre?
O lo hicieron para que al notar que se fugaron que los sigan buscando?

Kaiser, intentaron fugarse pero salió mal y no lo consiguieron. Así, en el reformatori aun estarían investigando los sucesos de la noche anterior y sería muy arriesgado volver a intentar fugarse esa misma noche en el mismo lugar.

No te lo negare...m he llevado una desilucion al leer esto. La masacre de Columbine y la pelicula Zero Day, en lo personal m han parecido verdaderas obras d arte, tanto x el hecho mismo como x todas las segundas lecturas q les puedes sacar a un escolar matando a sus companyeros y luego el. La descripcion de Dylan me parecio un honorable reflejo de Calvin (no he visto Elephant, si es q eso te preguntas jeje). Pero...diox, un sujeto matando a todos en la escuela...no tendria nisiqiera cerca comentarios y pensamientos como los q fueron narrados, lo del amigo...o lei muy rapido, o pasó demasiado rapido.
Con todas las advertencias (q en tamanyo triplican a las de La historia de todo que habla sobre nada, written by me xP) q pusiste pense q realmente leeria algo explicito, pero eso d "los tres curas q hicieron lo q se pudieron imaginar", q censura mas a lo 4Kids! fue esa o__o. Tambien pienso q siendo un reformatorio donde ninyos "no buenos" conviven, q Mark sea tan afable con Dylan, lo encuentro tambien algo extranyo, sin mencionar las 'santas' actitudes d los demas adolescentes del recinto, por muxos curas y sacerdocios q hayan, en un reformatorio d esas caracteristicas no puede no haber un punyetazo diario ô.o, mas alla del mogigato modo q lo dijiste, el q menciones el deseo sexual d los adultos sobre los ninyios m agrado, punto a favor xP
Sobre la redaccion, los enters son demasiados a veces (estoy adiestrado a pensar que muchos enters equivalen a muxo tiempo, no a q el personaje se qedo pensando hehe), pero eso d repetir a modo d flashback textos previos, interesante. Ambientes, dialogos y personajes, bien narrados, lo reconozco.

La "misteriosa" chica desvirtuó un poco el tema d lo q pensaba leer (con toda la introduccion de Columbine, me dejaste la vara muy alta hehe), pero habra q esperar supongo para ver en qé acaba todo

Con todas las advertencias (q en tamanyo triplican a las de La historia de todo que habla sobre nada, written by me xP) q pusiste pense q realmente leeria algo explicito, pero eso d "los tres curas q hicieron lo q se pudieron imaginar", q censura mas a lo 4Kids!

La verdad es que a mi tambien me gustaría poder "describir" un poco más estos temas tabús, pero siempre hemos de tener en cuenta que en este foro hay personas muy jóvenes, y los moderadores tienen que actuar teniendo eso en cuenta. Por ellos siempre existe ese "miedo" a que te cierren la historia por pasarte...



...


La chica dejó de mirar a Dylan y siguió tomando fotos con la cámara réflex que sujetaba entre sus dedos. Pero Dylan no podía dejar de mirarla. Había algo en esa chica que atraía al joven y lo sometía como una araña atrapa a una presa que acaba de caer en sus redes.



...




7. MECHAS




Dylan siguió examinando con la mirada a la joven. Tras unos segundos, y al ver que la joven se iba, decidió ir tras ella. La siguió a paso rápido hasta colocarse a una distancia desde la cual la chica le escuchara.

- Hola -dijo Dylan
- Hola - le respondió la chica extrañada.
- Me llamo Dylan, estoy en la habitación 23. ¿Conoces a un chico llamado Mark? Estoy con él.
- Ah... No, no le conozco.

La chica se dio la vuelta y siguio su camino. Se la notaba incómoda con la presencia de Dylan, pero aún así este no se rindió.

- Bueno, ¿y tú como te llamas? ¿en qué habitación estás?
- Me llamo Lara. Verás, tengo prisa, si no te importa...

La chica aceleró su paso y en poco tiempo se metió dentro del edificio. Dylan hizo lo mismo y subió a su habitación. Mark ya se había levantado y estaba acabando de vestirse.

- Hey tio, ¿dónde te habías metido?
- Nada... He ido a dar una vuelta.
- Vale. Vamos abajo, dentro de poco será la hora del desayuno.
- Está bien.

D&M bajaron las escaleras. Mientras iban de camino al comedor, Dylan aprovechó para informar a su compañero de cuarto de lo que le había pasado por la mañana.

- Hey tío, ¿sabes que me ha pasado? Mientras tú dormías me bajé al jardin a dar una vuelta. Allí vi a una chica, Lara se llamaba. Era jodidamente guapa tío. Tenía algo, no se el qúe...
- ¿Has dicho Lara?
- ¿Qué pasa, la conoces?
- Que va.
- ¿Entonces por qué c0ño me preguntas si se llamaba Tania?
- Porque no te había oído bien.
- Eres un capullo tío.

Los dos chavales siguieron su camino hasta llegar al comedor en silencio. Mientras cogían sitio, Mark dijo a su amigo:

- Oye, ¿recuerdas la chica que te dije que nos consiguió la alfombra?
- Sí. ¿Qué pasa?
- Tal vez ella conozca a la tal Lara y sepa en qué habitación está.
- Es verdad. ¿cuando se lo podrás preguntar?
- Cuando acabemos de desayunar se lo comento, a ver si sabe algo.
- OK

Los amigos acabaron de desayunar. Dylan subió de nuevo a la habitación 23. Mark, por el contrario, se quedó en la segunda planta y fue camino a la habitación 16. Entonces vio que la chica a la que buscaba estaba entrando en el cuarto en ese momento. La chica era una japonesa de estatura media. Lo que más llamaba la atención en su escultural cuerpo era su pelo.
- ¡Ey Kumiko!
- Hola Mark. ¿Qué quieres?
- Verás, un amigo me ha pedido que te pregunte si conoces a una tal Lara...
- Mmmm, ¿Lara? ¿Te refieres a esa chica tan rara que va haciendo fotos por ahi?
- No sé. Probablemente sea esa. No creo que haya muchas "Laras" aquí.
- Bueno, ¿y qué pasa?
- Tú no sabrás en que habitación está, ¿no?
- Pues casualmente, sí que lo se.
- ¡De put@ madre! ¿Y cuál es?
- ¿Qué me darás a cambio? Recuerda que ya no te debo nada...
- ¡Venga, j0der! Hazlo por mí, como un favor...

Kumiko mascaba un chicle ruidosamente. Eso, junto a sus mechas de color rosa que resaltaban sobre su pelo oscuro, le daban un aspecto algo vulgar.

-Está bien. La Lara esa está en la habitación 49, si no recuerdo mal. Ahora vete, tengo que cambiarme y no creo que quieras verlo.
- En realidad, no estaría mal...
- ¡Largo! - gritó la japonesa mientras esbozaba una pequeña sonrisa.
- Está bien, está bien... - dijo Mark devolviéndola la sonrisa.

El chico puso rumbo a su habitación. Cuando llegó vio a Dylan tumbado en su cama, así que él hizo lo mismo. A fin de cuentas, aún quedaba una hora de tiempo libre.

- ¿Y bien? - preguntó Dylan excitado.
- Tengo la habitación. Es la 49.
- ¡Gracias tío! Vaya, la 49... Debe ser de las últimas, ¿no?
- Sí. Según mis cálculos está en la tercera planta. Bueno, ¿y qué piensas hacer ahora?
- Supongo que acabaré pronto de cenar y subiré a su habitación mientras todos estén en el comedor. Allí dejaré una nota en su armario.
- ¿Y cómo sabrás cuál es su armario?
- Fácil. La cámara. No creo que la lleve hasta a cenar.
- Bien pensado, Einstein.

Los dos siguieron descansando. Mark miró su reloj. Quedaban exactamente 32 minutos para el turno de trabajo de la mañana. En ese momento se abrió la puerta. Frente a ellos había un cura joven, unos 20- 25 años a ojo. Pero a pesar de su corta edad, tenía un aire cruel en la mirada.

- ¿Quién de vosotros es Dylan Klebold?

Dylan se levantó sobresaltado de la cama.

- Yo. ¿Qué ocurre?
- Tú eres el que llegó hace un par de días, ¿no?
- Sí.
- Bueno, cómo sabrás aquí cada uno tiene un pequeño trabajo reservado... - el cura soltó una pequeña risa maligna. - Bueno, pues a tí ya te hemos buscado uno. Empezarás hoy mismo.
- Un momento, que yo sepa es ilegal hacer trabajar a un menor, y más si es clandestinamente, como haceis vosotros.

Al oir eso, la expresión del cura cambió radicalmente. Ahora su cara reflejaba superioridad y confianza.

- Pues corre a decirselo a la policía. ¿A quién crees que creerán? ¿A un adolescente maniático que hizo una masacre en su colegio o a un inocente cura? - el hombre soltó otra risa, esta vez más contundente.





¿Qué trabajo le habrá tocado a Dylan? ¿Será muy duro? ¿Le habrá tocado con Mark? ¿O tal vez con la misteriosa Lara? ¿Va a conseguir Dylan dejar la nota en el cuarto de la chica?





...



Espero comentarios, gracias a los lectores.

muuuy bueno me dejo con la intriga seguilo