
CAPÍTULO 1
Siete años de mi vida desperdicié buscando a alguien para reclamar la ausencia de mi padre, pues solo soy un chico con su madre y hermano que vive en las afueras de Nantes, en una pequeña casa costera cerca del muelle, primero, presentaré mi nombre, sacando ya el anonimato, me llamo Jean Paul Souple, me dicen Jempo, y tengo 16 años, 9 de felicidad y 7 de incógnita, dado a que mi padre se ha hido y no sé dónde, pero en fin, procederé a contar mi historia, que es lo más interesante.
Un sábado, luego de una noche de insomnio generado por dudas y realidades que me sacudían con solo pensar, me desperté con el objetivo de ir a tomar mi desayuno, el fuerte sol me enceguecía y el reloj que no había sonado, entonces, me supuse que me desperté tarde, pero no parecía, ya que mi mamá de cualquier forma me hubiera despertado, entonces, ya a las 9 de la mañana, procedí a abrir mi puerta y bajar las escaleras, sabiendo de los podridos escalones, tuve que arrinconarme para poder bajar completamente la escalera, y cada vez me acercaba a un ruido que antes no lo había escuchado, entonces, me apuré, pues el ruido no era tan lindo, si no que aturdidor y venía acompañado de llantos. La puerta estaba manchada de sangre, en la manija, lo que me trajo un gran temor, abrí la puerta y como era de esperar, encontré la cocina, pero esta vez, embadurnada con sangre en las sillas y la mesa, el ruido se hacía cada vez más fuerte y mi preocupación se hizo más fuerte también, entonces, al llegar donde la sangre y el ruido me llevaban, la puerta del patio, encontré a mi madre con un hombre encapuchado con un cuchillo en su mano, mi corazón latía cada vez más fuerte, cada paso que daba hacia el hombre, era un cuchillazo de dolor al ver a mi madre tan amenazada. Agarré la silla que estaba en mi camino, y corriendo me dirigí hacia el hombre que la tenía de cuclillas a mi mamá, le tiré la silla, y el asesino, al sentir el golpe en su talón, pues no soy tan bueno con la puntería, salió corriendo hacia una pared y pegó un salto tan impresionante que se pasó al otro lado. No me contuve en ir a buscarlo, mi mamá perdía sangre y tenía que hacer algo, entonces, la alcé y la llevé a la mesa, busqué un trapo y se lo até en su hombro, con tal de parar un poco el derrame de sangre que hizo del suelo de mi casa algo totalmente tétrico, entonces, llamé al hospital y pedí ayuda. Los gritos de mamá se hacían cada vez más fuertes y su dolor se hacía entender. Subí a buscar a mi hermano, para que me ayude en lo que pueda, éste, al escuchar lo que le dije, se puso tan pálido, que tardó un tiempo en reaccionar, entonces, lo puse de nuevo en sincronización con el mundo y le dije que bajara conmigo, lo hizo y me ayudó conteniéndola a mamá y dándole vasos de agua, al parecer, se calmaba un poco, pero de una forma muy rara, cerraba sus ojos y los abría muy despacio, se dispuso a hablar conmigo.
- Hijo, me siento como una bolsa vacía y muy débil, no creo que llegue… Hijos… Yo quiero decirles que… Los.. quiero mucho… Pero mi tarea parece ya… hecha. – Dijo Marie.
- ¡¡¿¿Qué dices mamá??!! – Respondí con nerviosismo y proseguí respirando – No te puedes ir por nada del mundo, te necesitamos.
- Ya lo sé hijo… Pero… A veces la muerte no se puede.. evitar.- Dijo ella con tanta tranquilidad y una sonrisa rara para ese momento.
- ¡No! – Dijo mi hermano con sus ojos llorosos. - ¡No te vas por nada del mundo! Esperaremos la ambulancia y ellos te curarán. – Mi hermano se echó a llorar completamente.
No sabía qué hacer, mis lágrimas fueron intevitables, me arrojé sobre el hombro de mi madre y empezé a rezar, no soy tan creyente, pero en esa ocasión, mi fé la sentí tan fuerte, aunque… Mi mamá no respondió. Se había ido, lo sabía, no daba ninguna señal de vida, entonces, rompí a llorar que ni siquiera pensé en posibilidades de vida, lloraba y lloraba, se había ido, no mas vida, el ciclo para ella se cumplió, algo tan natural como la muerte que golpea tan fuerte con un Tsunami, más si es alguien como tu mamá o alguien con el que tenías una gran relación… Se fue, no hablaría más, sólo quedó el recuerdo, pertenencias y fotos…
Fin del capítulo, pronto verán el próximo capítulo.