Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Punto de encuentro para la exposición de creaciones personales derivadas O NO del mundo POKéMONesco.
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>-Meowth-<
Dejando seco a Plubio
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Mensajepor >-Meowth-< »

Pues bueno,ahora he avanzado bastante así que puedo poneros un par de capítulos en poco tiempo,así que estad atentos ^^ Ahora seré un poquito más seria,porque esto que se avecina es importante…¡Ahí voy xDD!

Cap.24: El pico celeste de Celesta

Apenas había comenzado a amanecer tras la noche en la que Jessie había sufrido aquel ataque de dolor y en la que Absol les había ofrecido a todos, cuando los cinco compañeros se dispusieron a iniciar la escalada por el Monte Corona, el pico más alto de la región de Sinnoh y de todo Celesta, que superaba en altura incluso al Monte Pírico en Hoenn. Por tanto, el grupo era consciente de que la ascensión sería larga y peligrosa, y precisaba de seguridad debido al alto riesgo de caída. Aquel factor dio pie a numerosas bromas por parte de Meowth durante la escalada.
-Como se os ocurra dejarme caer, accidentalmente o no, eso me da igual, si estiro la pata os aseguro que os vais a acordar de mí.-les amenazó el Pokémon parlante justo antes de iniciar la escalada. Aquella salida hizo estallar a Leonor en carcajadas por alguna razón de las suyas, desconcertando a todos sus compañeros.
-¡Meowth, por favor! ¿Cómo piensas darnos nuestro merecido estando muerto? ¡Es que eres la repera!-le dijo entre risas; una vez comprendieron la reacción de su compañera, Jessie, James y Absol también rompieron a reír mientras Meowth se sonrojaba al darse cuenta de lo estúpido de su salida.
-¡Bueno, un desliz lo tiene hasta el más pintado! Además, sería mi espíritu quien os daría p’al pelo antes de ascender al seno de los cielos…-logró explicarse Meowth con tono beático y teatral. Absol, incrédulo, movió la cabeza.
<<Como que te veo demasiado… ¿feligrés? Qué importa…Pero me extraña, tú que eres tan ateo…>>
-¡Para el carro! ¿Cómo sabes tú que soy ateo?-inquirió Meowth, súbitamente sorprendido y asustado.
<<¿Qué acaso no es cierto?>>-Meowth, colorado, asintió-<<Es que no sólo puedo leer la mente, sino también el corazón de las criaturas. El metafórico, obviamente>>
-Qué mal rollo me acaba de dar.-comentó Jessie fingiendo un estremecimiento, aunque, al igual que James y Meowth, estaba sorprendida. Meowth, sonriendo maliciosamente, saltó al lomo de Absol (que cargaba con las cuatro mochilas de sus compañeros) y le dijo en voz baja:
-Pues mira, podemos hacer una tregua y te propongo un trato, porque con esa habilidad tuya puedes ayudarme mucho…-dicho esto, el Pokémon parlante susurró algo que hizo que Absol rompiera a reír al tiempo que comenzaba a trepar por la rocosa falda del Monte Corona. Mientras Jessie, James y Leonor les seguían, trepando cautamente, aún pudieron escuchar un retazo de la respuesta de Absol:
<<…no tienes por qué preocuparte en ese tema, Meowth. Confía en ellos y en lo que te he dicho; te aprecian demasiado como para mentirte>>
-¿De qué estarán hablando, si puede saberse?-se preguntó Jessie, desconfiada, clavando una mirada inquisitiva en los dos Pokémon.
-No tengo la menor idea-dijo Leonor encogiéndose de hombros-, pero no es algo que me quite el sueño, la verdad.
-No eres una chica muy curiosa por lo que veo, ¿me equivoco?-observó James con una pizca de ironía en la voz. Leonor rió mientras se agarraba a un saliente de piedra.
-Pues no es eso exactamente…Digamos que no me gusta meterme donde no me llaman, sencillamente-de pronto, el saliente se quebró y se rompió-. ¡Aah!
Leonor perdió el equilibrio y en la caída arrastró consigo primeramente a Jessie y un segundo después a James, y los tres cayeron al suelo de bruces. Por suerte, al ser tres, entre ellos se amortiguaron el golpe mutuamente, aunque quien salió peor parado fue James porque era el que había quedado debajo.
-¡Madre mía, la que me ha caído encima! ¿No podéis quitaros o qué? ¡Me estás clavando la rodilla en el costillar, Jess!-se quejó James tratando de librarse de la carga que tenía encima. Absol miró hacia abajo con expresión alarmada, y desde su lomo, Meowth soltó una risotada.
-¡Patosos! ¿Es que los humanos no sois capaces de subir diez metritos sin problemas?-se mofó.
-¡Anda y calla, Meowth!-le espetó Jessie, que trataba de salir de debajo de Leonor y de poner cuidado de no darle con el tacón de su bota en la nariz a James a la vez-¡Puestos a comparar, que tú te has agenciado un vehículo gratis…!
<<Gracias por la comparación>>-repuso Absol lacónicamente-<<¿Estáis bien todos?>>
-¡No te preocupes, Absol!-respondió James tratando de alejar la melena de Jessie de su cara, ya que ella estaba tratando de levantarse, pero tenía a Leonor encima y parecía forcejear con algo-¡Ya estamos acostumbrados; no nos viene de más un despegue! ¡Ay!-soltó cuando finalmente Jessie le dio accidentalmente una patada en la nariz.
-¡Perdona; no sé qué pasa que me he enredado con algo!-se disculpó Jessie sacudiendo frenéticamente el pie y empujando a Leonor-¡Tiene narices la cosa, caray…!
-No, si nunca mejor dicho…-murmuró James con resignación, frotándose la nariz, que había comenzado a sangrar. Una vez que Leonor pudo levantarse, lo demás ya no fue ningún problema. Jessie, James (con la nariz sangrante) y Leonor reemprendieron la escalada hasta que llegaron hasta Absol y por extensión, a Meowth.
-Ya podríais haberos afanado algo más en subir, ¿eh?-les soltó este último una vez que sus tres compañeros les alcanzaron-¡Por poco nos dan la uvas, los dátiles y las mandarinas!
-Si te acabaras de pegar una castaña de categoría, no creo que el señor fuera muy capaz de escalar el Monte Corona a tota virolla…-repuso Leonor sarcásticamente y llevándose una mano a las costillas.
-¿Qué, qué, qué? ¿A tota qué?-inquirió Jessie extrañada totalmente, al igual que James y Meowth.
-A tota virolla significa “a toda velocidad”. No creo que la hayáis oído muy a menudo…-explicó Leonor enrojeciendo notablemente.
-Pues no, que recuerde yo; y mira que siguiendo a los mocosos hemos estado en la tira de sitios: Kanto, Johto, Hoenn, Sinnoh, las Islas Naranja…-enumeró James con voz nasal a causa de la nariz, que seguía sangrando considerablemente. Meowth suspiró con resignación, cogió su mochila (que Absol llevaba colgada junto a las otras) y rebuscó en ella hasta que dio con un pañuelo de papel, el cual ofreció a su amigo.
-Toma; a ver si reduces un poco el caudal, que pareces una fuente.-le soltó el Pokémon parlante entre risas por lo bajo. Mientras James trataba de cortar la hemorragia nasal, Jessie y Leonor examinaban las rocas que había en la pared de la cadena montañosa con el fin de determinar si era seguro escalar valiéndose de ellas o no.
-¿Qué me dices, Leo? ¿Ves seguro trepar por ellas o mejor lo dejamos?-preguntó Jessie palpando la pétrea e inclinada pared. Leonor dirigió a su compañera una mirada insegura antes de responder:
-No sé que decirte…Lo veo demasiado inclinado y no creo que lleve a buen puerto. Claro que-añadió de improviso-podría ser perfectamente un camino directo a la Columna Lanza.
-¿Lo qué?-inquirió Meowth desde el lomo de Absol, que llevaba un rato callado y aguzó el oído al escuchar “Columna Lanza”. El Pokémon parlante apartó la mirada reprobadora que había mantenido fija en James y su (aún) sangrante nariz.
<<La Columna Lanza es un lugar sagrado dedicado a los Pokémon legendarios Dialga y Palkia, que según uno de los mitos más conocidos de Sinnoh en todo Celesta, fueron los creadores de esta región>>-explicó Absol tranquilamente.
-Ajá…Y también se dice que allí Uxie, Mesprit y Azelf crearon una prisión dimensional para los poderes de ambos legendarios, y que sólo podrían volver a Sinnoh mediante lo que se denomina la Cadena Roja, una cadena hecha con los cristales de la frente de los tres Pokémon.-apostilló Leonor comprobando si las piedras más bajas eran seguras. Jessie se encogió de hombros y se dispuso a ayudar a la chica mientras Absol y Meowth vigilaban que nadie se acercara por allí y descubriera al trío del Team Rocket (por si acaso alguien conocía el uniforme de la organización). Pero un grito ahogado que se le escapó a James les distrajo a todos y atrajo la atención de sus compañeros:
-¿Has dicho Mesprit?-dijo, antes de que Jessie le cantara las cuarenta-¡Quizás, si subimos a la columna esa, saquemos más provecho que si fuéramos en una simple visita cultural!
<<Explícate, anda>>-reclamó Absol alzando una ceja.
-Bueno, puede que sea una nimiedad…Pero si la Columna Lanza está relacionada de alguna forma con Mesprit, ¡es posible que podamos descubrir algo acerca de la Esfera de Mesprit! ¿O no?-preguntó James con satisfacción contenida; pero por suerte (para él), las reacciones de Jessie y Meowth eclipsaron aquel factor.
-¡Estamos empanados, chavales!-exclamó Meowth saltando sobre el lomo de Absol-¡Menos mal que tenemos observadores en este grupo!
-Vas por buen camino; anda, sigue dorándome la píldora…-dijo Jessie con aire arrogante. Meowth suspiró, exasperado.
-¡No me refería a ti! ¡Me estaba refiriendo a James!
-¡Pero si yo tenía la idea rondándome por la cabeza!-protestó Jessie, enrojeciendo-¡La iba a exponer de un momento a otro!
-Sí, lo mismito; no te fastidia…Y James te leyó la mente y te arrebató la propuesta, ¿no?-ironizó Leonor dirigiendo a Jessie una mirada maliciosa. Ella enrojeció aún más cuando Leonor disparó la pregunta y musitó algo que sonó como “Tampoco es eso exactamente…”.
<<Seamos lógicos; ¿a quién le importa quién lo haya dicho o no?>>-repuso Absol tratando de calmar los ánimos-<<La idea es bien buena, y yo estoy de acuerdo con James; así que arranquemos o nunca avanzaremos>>
-Absol tiene razón-corroboró Leonor ignorando la expresión decepcionada de Jessie y la cara maliciosa de Meowth-. Yo creo que las piedras son bastante seguras, por tanto podemos escalar por ellas sin grandes problemas. Por cierto, James-añadió-, espero que tu nariz ya no sangre, porque con los cambios de presión, no creo yo que…
-Eh, bueno...-respondió él, pillado por sorpresa-Creo que ya sólo escupe de vez en cuando algún hilo de sangre, pero ya no es ni mucho menos lo de antes…
-Menos mal, porque si continuabas con el caudal que llevabas, creabas el Lago de la Furia de una película de terror… ¡o el actual Lago Veraz!-bromeó Meowth desde el lomo de Absol. Jessie y Leonor se echaron a reír ante la reacción de James, que se llevo una mano enguantada a la nariz con expresión asustada.
-¡Era una broma, por favor! ¡Pero qué crédulo eres!-exclamó Meowth pasmado ante aquella reacción.

Entre bromas y conversaciones serias, pasaron unas cuatro horas de escalada por el Monte Corona. Jessie, James y Leonor (ella en especial) estaban cansados por aquel esfuerzo tan grande, pero Absol estaba en su elemento, y en cuanto a Meowth…sin comentarios. Tras ese tiempo, el incipiente grupo formado por el trío del Team Rocket, Leonor y Absol llegó a la cima del Monte Corona. Y lo que los cinco vieron les dejó pasmados.
La Columna Lanza era una especie de templo abierto a los cielos, repleto de columnas gigantescas de mármol acabadas en una punta muy trabajada. El suelo era de piedra, probablemente de granito o quizás de feldespato, y a la entrada del templo había una enorme baldosa que tenía grabada una esquemática pero hermosa figura de una flauta; había una baldosa similar en el centro de aquel colosal altar (porque como pudieron darse cuenta, la Columna Lanza era una especie de altar de increíbles dimensiones) que tenía grabado un triángulo de oro cuyos vértices apuntaban a tres columnas situadas en el mismo ángulo que las puntas de la figura geométrica. Meowth, para no variar, fue el primero que rompió el silencio:
-Sí, es bastante amplio; pero no es muy soleado.-el Pokémon parlante señaló el cielo, y sus compañeros tuvieron que admitir que estaba en lo cierto, porque la cima del Monte Corona estaba cubierta por densas nubes blancas cargadas de nieve. Jessie se estremeció entera al verlas:
-Con razón tengo tanto frío…
<<Si es que los humanos deberíais ser peludos>>-bromeó Absol ostentando su abundante y suave pelaje blanco.
-No entiendo algo-terció James mirando críticamente las nubes-. El resto del Monte Corona está nevado por la ladera derecha… ¿Cómo es que no nieva en la Columna Lanza, que es el punto más alto de Sinnoh?
-Supongo que será porque es un lugar sagrado, pero no me hagas mucho caso.-repuso Leonor con indecisión, recorriendo aquel lugar con la mirada.
<<Es la definición más acertada, diría yo>>-dijo Absol, y miró a sus compañeros con seriedad-<<Vamos a lo que vamos, chicos. Hay que buscar pistas sobre la Esfera de Mesprit, por pequeña que sea, por todo este lugar, así que estad ojo avizor y en marcha>>
-Sí, vale; pero este sitio es enorme… A ver cómo diantre encontramos nada en un templo de semejantes proporciones.-replicó James repasando la Columna Lanza críticamente con la mirada. Meowth chasqueó la lengua y le soltó:
-Menos quejarse, más buscar. ¡Venga, espabila!
Los cinco compañeros estuvieron buscando cualquier tipo de signo o símbolo por todo el templo, pero no encontraron nada de interés hasta que Jessie pisó la baldosa central de la Columna Lanza, aquella que tenía grabada un triángulo dorado. En aquel momento, una voz tranquila y afable resonó con total claridad en las mentes de los cinco:
<<Bienvenidos, visitantes. Hacía tiempo que esperaba vuestra llegada a la Columna Lanza. Tengo cosas que contaros, cosas importantes…>>
----------------------------------------------------------
¡Espero que os haya gustado ^^! El título del siguiente es Hielo y cristal

Sí,Sapphire;ése va por ti xDDD Sabía que te gustaría el título, así que…xD
Sé que son más serios,pero siempre trato de imbuirles el toque del Team Rocket en mayor o en menor medida ^^ Y como en la vida, a veces hay momentos alegres, a veces hay momentos serios y a veces hay momentos tristes n_n Espero que no os moleste esto xD

¡Y espero opiniones ^^!
Última edición por >-Meowth-< el Jue Ene 10, 2008 1:27 pm, editado 1 vez en total.
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
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Próximo capítulo:
[C. IV] ¿Infiltrados... o Atrapados?

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Dark Gato con Botas
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Mensajepor Dark Gato con Botas »

Este capítulo es más serio,peeero es igual de bueno xD Mira que caerle a James encima las dos chicas del equipo...¡La que le cayó encima xDDDD! Y Meowth siempre igual de gracioso,¡es el mejor ^^! ¡Sigue así,estoy intrigado con la voz esa n_n!

En garde!!
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El aprendiz superó al maestro xD ¡Gracias,{-Dialga-}

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**Koke**
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Mensajepor **Koke** »

el capitulo estuvo genial! aunque no hubo tanta broma pero igual me rei mucho siguelo pronto ^^

Sapphire
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Mensajepor Sapphire »

Cada día me gustan más tus capítulos ^_^ Ánimo Meowth!! =P (Si me encanta Hielo y Cristal *o*) Espero impaciente

Pd: ah, como te prometi aquí va mi comentario xD
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{-Dialga-}
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Mensajepor {-Dialga-} »

Disculpadme por no haberme pasado antes por aquí,pero llevo una semana ajetreadilla xD Voy a opinar que ya toca...

Partes cómicas


Aquel factor dio pie a numerosas bromas por parte de Meowth durante la escalada.
-Como se os ocurra dejarme caer, accidentalmente o no, eso me da igual, si estiro la pata os aseguro que os vais a acordar de mí.-les amenazó el Pokémon parlante justo antes de iniciar la escalada. Aquella salida hizo estallar a Leonor en carcajadas por alguna razón de las suyas, desconcertando a todos sus compañeros.
-¡Meowth, por favor! ¿Cómo piensas darnos nuestro merecido estando muerto? ¡Es que eres la repera!-le dijo entre risas; una vez comprendieron la reacción de su compañera, Jessie, James y Absol también rompieron a reír mientras Meowth se sonrojaba al darse cuenta de lo estúpido de su salida.
-¡Bueno, un desliz lo tiene hasta el más pintado! Además, sería mi espíritu quien os daría p’al pelo antes de ascender al seno de los cielos…-logró explicarse Meowth con tono beático y teatral. Absol, incrédulo, movió la cabeza.
<<Como que te veo demasiado… ¿feligrés? Qué importa…Pero me extraña, tú que eres tan ateo…>>
-¡Para el carro! ¿Cómo sabes tú que soy ateo?-inquirió Meowth, súbitamente sorprendido y asustado.
<<¿Qué acaso no es cierto?>>-Meowth, colorado, asintió-<<Es que no sólo puedo leer la mente, sino también el corazón de las criaturas. El metafórico, obviamente>>
-Qué mal rollo me acaba de dar.-comentó Jessie fingiendo un estremecimiento, aunque, al igual que James y Meowth, estaba sorprendida. Meowth, sonriendo maliciosamente, saltó al lomo de Absol (que cargaba con las cuatro mochilas de sus compañeros) y le dijo en voz baja:
-Pues mira, podemos hacer una tregua y te propongo un trato, porque con esa habilidad tuya puedes ayudarme mucho…-dicho esto, el Pokémon parlante susurró algo que hizo que Absol rompiera a reír al tiempo que comenzaba a trepar por la rocosa falda del Monte Corona. Mientras Jessie, James y Leonor les seguían, trepando cautamente, aún pudieron escuchar un retazo de la respuesta de Absol:
<<…no tienes por qué preocuparte en ese tema, Meowth. Confía en ellos y en lo que te he dicho; te aprecian demasiado como para mentirte>>

Cuando Meowth dijo lo de que si cascaba se iban a enterar,me partí...pero cuando Leonor dice lo que yo pensaba,¡me mondaba xDD! Absol está en lo cierto...veo a Meowth demasiado "feligrés" xDDD
-¿De qué estarán hablando, si puede saberse?-se preguntó Jessie, desconfiada, clavando una mirada inquisitiva en los dos Pokémon.
-No tengo la menor idea-dijo Leonor encogiéndose de hombros-, pero no es algo que me quite el sueño, la verdad.
-No eres una chica muy curiosa por lo que veo, ¿me equivoco?-observó James con una pizca de ironía en la voz. Leonor rió mientras se agarraba a un saliente de piedra.
-Pues no es eso exactamente…Digamos que no me gusta meterme donde no me llaman, sencillamente-de pronto, el saliente se quebró y se rompió-. ¡Aah!
Leonor perdió el equilibrio y en la caída arrastró consigo primeramente a Jessie y un segundo después a James, y los tres cayeron al suelo de bruces. Por suerte, al ser tres, entre ellos se amortiguaron el golpe mutuamente, aunque quien salió peor parado fue James porque era el que había quedado debajo.
-¡Madre mía, la que me ha caído encima! ¿No podéis quitaros o qué? ¡Me estás clavando la rodilla en el costillar, Jess!-se quejó James tratando de librarse de la carga que tenía encima. Absol miró hacia abajo con expresión alarmada, y desde su lomo, Meowth soltó una risotada.
-¡Patosos! ¿Es que los humanos no sois capaces de subir diez metritos sin problemas?-se mofó.
-¡Anda y calla, Meowth!-le espetó Jessie, que trataba de salir de debajo de Leonor y de poner cuidado de no darle con el tacón de su bota en la nariz a James a la vez-¡Puestos a comparar, que tú te has agenciado un vehículo gratis…!
<<Gracias por la comparación>>-repuso Absol lacónicamente-<<¿Estáis bien todos?>>
-¡No te preocupes, Absol!-respondió James tratando de alejar la melena de Jessie de su cara, ya que ella estaba tratando de levantarse, pero tenía a Leonor encima y parecía forcejear con algo-¡Ya estamos acostumbrados; no nos viene de más un despegue! ¡Ay!-soltó cuando finalmente Jessie le dio accidentalmente una patada en la nariz.
-¡Perdona; no sé qué pasa que me he enredado con algo!-se disculpó Jessie sacudiendo frenéticamente el pie y empujando a Leonor-¡Tiene narices la cosa, caray…!
-No, si nunca mejor dicho…-murmuró James con resignación, frotándose la nariz, que había comenzado a sangrar. Una vez que Leonor pudo levantarse, lo demás ya no fue ningún problema. Jessie, James (con la nariz sangrante) y Leonor reemprendieron la escalada hasta que llegaron hasta Absol y por extensión, a Meowth.
-Ya podríais haberos afanado algo más en subir, ¿eh?-les soltó este último una vez que sus tres compañeros les alcanzaron-¡Por poco nos dan la uvas, los dátiles y las mandarinas!

Intuyo de lo que estarían hablando Meowth y Absol xDD Pero Leonor,por favor...¡mira por dónde escalas xDDD! ¡Estoy de acuerdo con el pobre James;la que le cayó encima,y por si fuera poco con nariz sangradora xDD! Y Meowth...tocanarices de aúpa,sigo diciéndolo;pero esta vez mi Jessie ha sabido dejarlo calladito xDDD Pero lo más genial es el puntazo de Meowth al final de esta cita,con eso me partía xDDDD
-Si te acabaras de pegar una castaña de categoría, no creo que el señor fuera muy capaz de escalar el Monte Corona a tota virolla-repuso Leonor sarcásticamente y llevándose una mano a las costillas.
-¿Qué, qué, qué? ¿A tota qué?-inquirió Jessie extrañada totalmente, al igual que James y Meowth.
-A tota virolla significa “a toda velocidad”. No creo que la hayáis oído muy a menudo…-explicó Leonor enrojeciendo notablemente.
-Pues no, que recuerde yo; y mira que siguiendo a los mocosos hemos estado en la tira de sitios: Kanto, Johto, Hoenn, Sinnoh, las Islas Naranja…-enumeró James con voz nasal a causa de la nariz, que seguía sangrando considerablemente. Meowth suspiró con resignación, cogió su mochila (que Absol llevaba colgada junto a las otras) y rebuscó en ella hasta que dio con un pañuelo de papel, el cual ofreció a su amigo.
-Toma; a ver si reduces un poco el caudal, que pareces una fuente.-le soltó el Pokémon parlante entre risas por lo bajo. Mientras James trataba de cortar la hemorragia nasal, Jessie y Leonor examinaban las rocas que había en la pared de la cadena montañosa con el fin de determinar si era seguro escalar valiéndose de ellas o no.
-¿Qué me dices, Leo? ¿Ves seguro trepar por ellas o mejor lo dejamos?-preguntó Jessie palpando la pétrea e inclinada pared.

Leonor...me estás haciendo sospechar...xDDD Porque lo que has dicho es una expresión valenciana xD Sé que el comentario de Meowth es simple,pero yo me tronchaba con eso xDDDDDDD No sé...xDD Y "Leo"...mi Jessie es la única que merece que su nombre sea acortado ¬\\\¬ xDD
Pero un grito ahogado que se le escapó a James les distrajo a todos y atrajo la atención de sus compañeros:
-¿Has dicho Mesprit?-dijo, antes de que Jessie le cantara las cuarenta-¡Quizás, si subimos a la columna esa, saquemos más provecho que si fuéramos en una simple visita cultural!
<<Explícate, anda>>-reclamó Absol alzando una ceja.
-Bueno, puede que sea una nimiedad…Pero si la Columna Lanza está relacionada de alguna forma con Mesprit, ¡es posible que podamos descubrir algo acerca de la Esfera de Mesprit! ¿O no?-preguntó James con satisfacción contenida; pero por suerte (para él), las reacciones de Jessie y Meowth eclipsaron aquel factor.
Estamos empanados, chavales!-exclamó Meowth saltando sobre el lomo de Absol-¡Menos mal que tenemos observadores en este grupo!
-Vas por buen camino; anda, sigue dorándome la píldora…-dijo Jessie con aire arrogante. Meowth suspiró, exasperado.
-¡No me refería a ti! ¡Me estaba refiriendo a James!
-¡Pero si yo tenía la idea rondándome por la cabeza!-protestó Jessie, enrojeciendo-¡La iba a exponer de un momento a otro!
-Sí, lo mismito; no te fastidia…Y James te leyó la mente y te arrebató la propuesta, ¿no?-ironizó Leonor dirigiendo a Jessie una mirada maliciosa. Ella enrojeció aún más cuando Leonor disparó la pregunta y musitó algo que sonó como “Tampoco es eso exactamente…”.

<<Seamos lógicos; ¿a quién le importa quién lo haya dicho o no?>>-repuso Absol tratando de calmar los ánimos-<<La idea es bien buena, y yo estoy de acuerdo con James; así que arranquemos o nunca avanzaremos>>
-Absol tiene razón-corroboró Leonor ignorando la expresión decepcionada de Jessie y la cara maliciosa de Meowth-. Yo creo que las piedras son bastante seguras, por tanto podemos escalar por ellas sin grandes problemas. Por cierto, James-añadió-, espero que tu nariz ya no sangre, porque con los cambios de presión, no creo yo que…
-Eh, bueno...-respondió él, pillado por sorpresa-Creo que ya sólo escupe de vez en cuando algún hilo de sangre, pero ya no es ni mucho menos lo de antes…
-Menos mal, porque si continuabas con el caudal que llevabas, creabas el Lago de la Furia de una película de terror… ¡o el actual Lago Veraz!-bromeó Meowth desde el lomo de Absol. Jessie y Leonor se echaron a reír ante la reacción de James, que se llevo una mano enguantada a la nariz con expresión asustada.
-¡Era una broma, por favor! ¡Pero qué crédulo eres!-exclamó Meowth pasmado ante aquella reacción.

Me da a mí que Jessie se ha acabado cargando casi la autoestima de James xDDD Nimiedad...xD Y toda esa parte subrayada...pocas veces me río así,si hasta se la leí a mis padres (que dije que ven la serie y les gusta mucho ^^) y se rieron mucho también xDDD Cierto,James es muy crédulo xD Te comprendo,Meowth xDDD Pero...¿por qué James se vio pillado por sorpresa :-? ?
Meowth, para no variar, fue el primero que rompió el silencio:
-Sí, es bastante amplio; pero no es muy soleado.-el Pokémon parlante señaló el cielo, y sus compañeros tuvieron que admitir que estaba en lo cierto, porque la cima del Monte Corona estaba cubierta por densas nubes blancas cargadas de nieve. Jessie se estremeció entera al verlas:
-Con razón tengo tanto frío…
<<Si es que los humanos deberíais ser peludos>>-bromeó Absol ostentando su abundante y suave pelaje blanco.

Meowth haría un gran papel como manager en las inmobiliarias xDDDD Frase tonta pero mondante xDDD Absol,estoy de acuerdo contigo;Jessie debería llevar algo más de abrigo en esos casos xD

Partes intrigantes y demás

La escalada es graciosa,pero me intrigó que Leonor y Absol supieran tanto acerca de la Columna Lanza o_O Pero lo que me dejó más pasmado es la voz que oyeron en el templo...Pero para los que leyeron el especial,no les es difícil atar cabos...¿No xD?

Sabes lo que te digo siempre,¿no ^^? ¡Sigue así ;-)!

PD:Jessie RLZ xDD
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

[quote={-Dialga-}]Pero...¿por qué James se vio pillado por sorpresa :-? ?[/quote]

(Je,je,je) Bueno,quizá os parezca más interesante sin que yo lo explique,porque no tiene mucha ciencia xD Es simplemente que en ese momento James estaba distraído con la "discusión" (xD) entre Jessie y Meowth y no se esperaba para nada que Leonor le preguntara nada ^^U Y mucho menos lo que le preguntó xDDD
¿A que no tiene mucho misterio xD? (¿Qué te pensabas,Dialga ¬¬U?)
Y respondo a Sapphire;el nombre del siguiente capítulo no se me ocurría,así que pensé en incluirte en ese momento,y se me pasó por la cabeza el título de tu fik y así fue todo xDDD
Mañana trataré de escribir el siguiente capítulo,así que ya sabéis...¡Paciencia ^^!
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Dark Gato con Botas
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Mensajepor Dark Gato con Botas »

Pues yo me imaginaba algo más enrevesado xDDDD Al menos sabemos que tenía sus razones xDD Si hubiese sido con Meowth,el más gracioso...xD ¡Esperamos el capítulo,Meowth ^^!

En garde!!
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Pues hala,como lo prometido es deuda,aquí os dejo ya el capítulo 25 ^^ En este capítulo es obvio quién aparecerá,¿verdad xDDD? ¡Ahí voy xD!

Cap.25: Hielo y cristal

-¡Voces, estoy oyendo voces! ¡Debo de haber comido demasiado; estoy alucinando!
<<¡Meowth, no digas sandeces! ¡Hace días que sólo comemos bayas y además, pocas! ¡Y aparte es que todos hemos oído esa voz!>>
-¡Algún idiota nos está espiando a traición! ¡Espera que lo encuentre que se entera de quién soy yo! ¡Vamos, espiarnos sin tener la decencia de comunicarlo…!
-¡Espera, espera, Jess! ¡No te muevas, no te muevas! ¡Mira a tus pies; sí, sí, hazme caso por una vez y mira!
Jessie, extrañada ante el tono apremiante con el que James se había dirigido a ella, bajó la mirada, y para su sorpresa, vio que su amigo tenía razones para advertirle; la baldosa sobre la que estaba, una gran losa que tenía tallado un triángulo dorado, relucía con un intenso brillo de color verde hierba y dorado. Un momento después de que Jessie, Meowth, Leonor y Absol se diesen cuenta del resplandor que emanaba de la baldosa, ésta emitió un destello plateado que cegó a los cinco compañeros, y en un segundo toda la Columna Lanza se cubrió con aquella luz dorada y verde. Leonor, que se había quedado atónita ante aquel despliegue de luminosidad, cambió súbitamente su expresión sorprendida a una pensativa:
-Un momento…A mí estos colores me suenan mucho, pero no recuerdo de qué…
De pronto, aquella voz afable y tenue resonó de nuevo en las mentes de los cinco, que se quedaron paralizados de temor y asombro. Meowth gimió, asustado.
<<No seáis gallinas y no salgáis por piernas, que no os voy a morder. No tengo mucho tiempo para hablaros, y he de explicaros unas cositas importantes. Para ello necesito que todos os coloquéis en la baldosa que esta pisando Jessie ahora mismo. Jessie, tú no salgas de la baldosa por la cuenta que os trae, porque perderemos el contacto>>-advirtió el ser invisible rápidamente al ver la expresión rebelde de Jessie.
Tras dudar unos segundos, James, Leonor y Absol avanzaron cautamente hacia Jessie y entraron en el perímetro de la baldosa. Pero la voz no dijo nada, y Jessie miró a su alrededor, confusa e inquisitiva:
-Pero qué…¿Por qué no nos dice nada ahora el señor misterioso?-de pronto, volvió la cabeza-Espera, aquí somos cuatro, falta alguien…¡Meowth!-exclamó, irritada, cayendo en la cuenta. Meowth se había quedado quieto a una distancia prudencial mirándolos con reprobación.
-Si no puedo saber las intenciones del tiparraco que está hablando conmigo, me niego a caer en lo que me parece una trampa obvia y en la cual quienes caigan son estúpidos. ¡Así que de aquí no me mueven ni con grú…aaah!-gritó el Pokémon parlante cuando de repente sus patas se elevaron en el aire. Una fuerza invisible comenzó a arrastrarle hacia la baldosa levitando mientras Meowth pataleaba flotando. Jessie, James y Leonor se volvieron hacia Absol instintivamente, y vieron sorprendidos que el Pokémon tenía los ojos de color azul cian y sonreía maliciosamente. Absol mantuvo en el aire al Pokémon parlante y lo atrajo hasta ellos hasta que lo soltó en el centro de la baldosa sin mucha delicadeza que digamos. Meowth, furioso, se levantó quejándose del golpe haciendo caso omiso a las risas de Jessie y Leonor y a los poco efectivos intentos de James de disimular un ataque de risa, y le espetó a Absol:
-¡Eso es jugar sucio, Absol, y eso es muy poco ético en un grupo de trabajo!
<<Estás equivocado, chato (Jessie, James y Leonor no pudieron evitar partirse de risa al oír aquello); lo que he hecho se llama “método de convicción rápido y eficaz para cabezotas sin remedio”, y creo que ya vale de charleta porque hay alguien intentando hablar con nosotros>>
Meowth calló relativamente, porque se enfurruñó y comenzó a murmurar por lo bajo contra Absol.
<<Bueno>>-dijo la voz, algo aburrida-<<Hay algo que debo deciros, y es algo que os incumbe mucho a todos. Es muy importante, así que quiero que atendáis y que no comencéis a hacer bromitas y demás>>
-Venga, escupe y no te enrolles.-soltó Jessie, impaciente. La forma apremiante y algo descortés con la que la joven dijo aquello provocó que James le diera un codazo y le dirigiera una mirada seria:
-Controla el carácter, que no estás hablando con Cassidy ni con los mocosos; me da que nuestro interlocutor es alguien de importancia.
<<No te preocupes por eso, James>>-le apaciguó la voz, divertida-<<Yo no tengo derecho a impedir que las criaturas se muestren tal y como son; va en contra de la naturaleza interior y causa mucho sufrimiento. Creía que tú deberías saberlo mejor que nadie>>-James, extrañado, alzó la cabeza, pero por su expresión no entendió a lo que se refería la voz-<<Bien, vamos a lo que estamos. Hace poco hablé con mis súbditos de más confianza acerca de vosotros y…>>
-¡Ey, eso es asalto a la intimidad!-saltó Meowth, indignado-¡Ni que fuéramos personajes del populacho!
-Anda, ¿quieres callar y escuchar?-le reprendió Leonor, aunque parecía estar aguantándose la risa.
<<A ver si puedo continuar de una dichosa vez…Hemos detectado en vosotros algo muy extraño, algo que en muchísimo tiempo no habíamos visto en ningún ser vivo, algo muy, muy poderoso. No me miréis así, que lo digo de verdad>>
-¿A qué hemos mirado? ¡Si no te estamos viendo, no sabemos quién rayos eres!
<<¡Haz el favor de cerrar la boca de una vez, Meowth!>>-exclamó Absol, exasperado ante las continuas intervenciones del Pokémon parlante. La voz chasqueó la lengua (o eso les pareció oír a los cinco compañeros) y prosiguió con tono cansado:
<<Sabemos que estáis tratando de acabar con la organización Cífer, y eso es algo que, por el bien de la región de Sinnoh, y para el de las demás regiones también, nosotros también buscamos. Así que necesitamos vuestra ayuda>>
-Entonces no cuentes con nosotros, o por lo menos con mis colegas y yo-replicó Jessie cruzándose de brazos con dignidad-. James, Meowth y yo pertenecemos a la organización más temida de Kanto y Johto, el Team Rocket. Nos aliamos con Leonor y Absol sólo para deshacernos de la competencia en esta región, no para hacer una buena obra precisamente.
<<Ya sé que sois del Team Rocket, Jessie, y no me importa. Es paradójico, porque si derrotáis a Cífer “cometeréis” una buena obra de todas formas>>-repuso la voz, divertida, dejando a Jessie sin palabras-<<Así que, de una forma u otra, nuestros objetivos son los mismos, y os compensa unir fuerzas, digo yo>>
-Pero…-quiso decir Jessie, pero antes de que pudiera añadir algo más, James intervino para hacerle razonar:
-No te precipites en la negativa, te aconsejaría yo…El pacto que nos proponen me parece razonable.
-¡Y a mí también! Yo veo bien que nos aliemos.-terció Meowth con expresión satisfecha. Leonor añadió también:
-En realidad estabais ya aliados con la voz, porque os aliasteis conmigo y Absol, y nuestro propósito es el mismo que el de la voz.
<<Entonces está todo claro, ¿no?>>-preguntó la voz; Jessie asintió, aunque no parecía del todo convencida-<<Llegado el momento, se os revelará todo lo que debéis saber sobre vuestro cometido real. Ahora, escuchad muy atentamente>>
<<Somos todo oídos>>-dijo Absol, visiblemente intrigado (algo extraño en él). Tras un silencio, la voz recitó:
<<Cuando los tres cristales se hayan reunido, acudid a la fuente de la frontera más misteriosa existente. Una vez allí, tras la Prueba de la Unión, los dos últimos cristales elegirán a su dueño. Cuando esto haya sucedido, deberéis viajar a las tres islas elementales; en la cuarta se os revelará el alcance de vuestro poder y vuestra verdadera misión>>
-¿No puedes hablar en cristiano o qué?-protestó Meowth hecho un auténtico lío, aunque sus compañeros no parecían menos confusos que él.
-Esto es un enigma, Meowth; hay que resolverlos solitos o se pierde la esencia.-explicó Leonor riendo y meditando las palabras de la voz.
-Los enigmas los resolvían los mocosos; nosotros nos limitábamos a seguir los caminos que dejaban abiertos.-arguyó el Pokémon parlante, contrariado.
-En eso Meowth tiene mucha razón. No somos muy expertos que digamos en resolver incógnitas…-repuso James ladeando la cabeza de forma muy parecida a como solía hacerlo Absol.
-Bueno, ya lo pillo. ¡Ya me encargaré yo del maldi…perdón, del santo enigma!-se resignó Leonor al ver las expresiones suplicantes de Jessie y Meowth-A ver, tres cristales, tres cristales…Un momentito…¡Lo tengo!-saltó, sobresaltando a sus compañeros-¡Cristal! ¡La Esfera de Mesprit!
<<Acertaste; buena lógica, Leonor>>-le halagó la voz, contenta-<<Pero recuerda que la Esfera sólo es un cristal, no tres. Y la siguiente pista la hallaréis al norte de aquí, en la ruta nevada>>
-Lo que faltaba; vamos a coger un catarro de caballo…-murmuró Jessie con expresión reprobadora.
<<Jessie, James, Meowth>>-dijo la voz de improviso; el trío del Team Rocket alzó la cabeza a la vez, cogidos por sorpresa-<<No dejéis que vuestro trabajo eclipse vuestra esencia. Debéis de mostraros tal como sois o lo pasaréis francamente mal; lo sabéis perfectamente>>-les aconsejó-<<Ahora debo marcharme; os desearía buen viaje pero lo arreglaré desde mi dimensión. Confío en vosotros cinco, visitantes>>
La voz se retiró de sus mentes, pero la luz dorada que cubría la Columna Lanza se mantuvo tal y como estaba. Pero absortos en sus pensamientos y tras la experiencia que acababan de vivir, los cinco compañeros no se dieron cuenta de aquel detalle.
<<Así que los entes considerados deidades han fijado su atención en cinco simples viajeros>>-repuso Absol, pensativo, atrayendo la atención de sus colegas.
-¿Deidades? ¿A qué te refieres?-inquirió James cruzándose de brazos, tan intrigado en aquel misterio como Absol.
<<La Columna Lanza es un templo dedicado a los Pokémon que crearon la región de Sinnoh. Digo yo que la voz pertenecería a una de esas deidades>>
-Sí, claro…Y voy yo y me lo trago. ¡Pero si somos delincuentes! ¡Los dioses eligen a gente bondadosa y honesta y solidaria y noble y todas esas cosas! ¡Serían unos cenutrios si eligiesen a los tres mejores perdedores del Team Rocket!-arguyó un frustrado Meowth.
-Meowth, esto no es nada propio de ti-comentó Jessie alzando las cejas-. Tú no sueles derrumbarte dando ánimos. James, me da que lo tuyo es contagioso.
-Qué graciosa.-dijo irónicamente su amigo, fulminándole con la mirada. Pero antes de que Jessie pudiera responder, Leonor les chistó súbitamente, alarmada.
-¿Y ahora qué pasa?
-Callaos todos-musitó ella-. ¿No oís eso?
Sus cuatro compañeros aguzaron el oído…una especie de sonido salía de la baldosa sobre la que estaban, un sonido que sonaba como el aullido del viento.
-¿Pero…qué diablos…?-comenzó Jessie, algo inquieta. Pero no pudo proseguir por una buena razón.
Un torbellino de luz dorada salió de la baldosa, justo a sus pies. El resplandor que desprendía el remolino les cegó casi completamente, y el vendaval les agitaba furiosamente el pelo (un peligro en el caso de Jessie), impidiéndoles abrir los ojos y obligándoles a cubrirse la cara con el brazo mismo. Al mismo tiempo, los cinco notaron como si una enorme cantidad de energía pura entrara bruscamente en su cuerpo. Demasiada energía, comprendió Absol; y el Pokémon Siniestro supo en ese momento lo que era el torbellino.
-¿¡Qué…qué está pasando!?-preguntó James en voz alta, cubriéndose los ojos con el brazo.
-¡Ni repajolera idea! ¡Pero me siento muy cansada y no sé por qué!-gritó Jessie para hacerse oír por encima del fuerte ruido del viento, tal y como James había hecho.
-¡Os lo decía, os lo decía! ¡Era un trampa y no os disteis cuenta, cegatos!-les reprochó Meowth iracundo, aferrándose al cuello de Absol para evitar salir volando.
<<¡Esto no es ninguna trampa! ¡Esto es un método divino de teletransportación!>>-explicó Absol sin necesidad de hablar en voz alta, pues la telepatía se escuchaba a la perfección en las mentes de sus compañeros-<<¡Nos están tratando de llevar a un lugar lejano de inmediato!>>
-¿¡Y no podían haber llamado a un taxi en vez de estas sofisticaciones!?-estalló Meowth, sintiéndose muy débil de pronto. Aquella debilidad se extendió también hacia Jessie, James, Leonor y Absol, haciéndoles tambalearse.
-¡Esto no es bueno…creo que estamos en peligro!-advirtió Leonor con los ojos nublados tras sus gafas-¡Creo que estamos absorbiendo demasiada…energía!-pudo decir antes de caer sin sentido, segundos antes de que sus compañeros cayeran desmayados también.

Hacía frío, mucho frío.
Eso era lo único de lo que Meowth era consciente antes de abrir los ojos. Se sentía muy, muy cansado. Tenía la sensación de que le habían caído cinco Wailord encima. El Pokémon parlante abrió los ojos a duras penas, pues sólo pudo entreabrirlos, y con la vista borrosa pudo descubrir a sus compañeros sin sentido sobre la nieve (¿nieve?) mientras una ventisca les azotaba sin piedad. Pero había algo extraño en ellos, algo no encajaba…Meowth gimió, angustiado; estaba demasiado confuso para averiguar lo que les sucedía a todos y demasiado débil como para ayudarles.
Antes de volver a desmayarse, Meowth atisbó una figura ataviada con una túnica celeste y que tenía unos ojos azules como el hielo que se aproximaba lentamente a los cinco compañeros entre el viento y la nieve; luego se hundió en la oscuridad…

Más tarde, quizá tres horas después, Meowth despertó en un lugar mucho más cálido que en el que había recobrado el sentido antes. El Pokémon parlante abrió los ojos del todo, desconcertado, y cuando logró enfocar la vista, vio a Jessie y a Absol (Jessie tiritaba) envueltos en unas mantas peludas. Un poco más allá, descubrió a James y a Leonor aún sin sentido, cada uno cubierto por una manta; de hecho, él mismo también estaba cubierto por una bastante caliente. Antes de que Meowth pudiera decir algo, una chica seria se agachó junto al Pokémon. Meowth se quedó sin aliento; la chica tenía un aspecto tan extraño, pero a la vez tan misterioso…Tenía el pelo de color blanco-azulado, piel clara y vestía una especie de túnica de color azul celeste y no aparentaba tener más de trece años. Pero lo que más sorprendió a Meowth fueron sus ojos, tan azules como el hielo, y parecían estar llenos de misterios.
-¿Quién…quién eres?-pudo articular Meowth, fascinado. La chica esbozó una media sonrisa y respondió:
-Soy una entrenadora Pokémon viajera. Os encontré por casualidad sin sentido sobre la nieve, en medio de la ventisca, y os rescaté y os traje hasta este lugar más seguro. Mi nombre es Sapphire.
<<Es un buen nombre>>-opinó Absol sonriendo; Meowth dio un respingo, pues se había olvidado de que Jessie y Absol estaban conscientes-<<Significa “zafiro” en inglés, y yo creo que te pega mucho, la verdad>>
-Me lo pusieron por esa misma razón, aunque en mi pueblo todos somos así.
Meowth aprovechó para recorrer el lugar con la mirada. Estaban en un claro de un bosque muy denso, de tal forma que no había ni rastro de nieve allí exceptuando la que cubría los árboles que les rodeaban. Una pequeña hoguera rodeada de piedras crepitaba en el centro del claro e iluminaba la oscuridad en la que se encontraban.
-A-at…¡chííís!-estornudó Jessie de sopetón, y se envolvió más en su manta-Esto es para coger una pulmonía de aúpa…Espero que a esos dos no les vaya a pasar nada; llevan demasiado rato sin sentido…-dijo, mirando preocupada a James y a Leonor. Absol le lanzó a Jessie una mirada maliciosa.
<<Vaya, vaya, vaya…No me digas que te estás preocupando por James. Je, je, je…¿Y si le digo que te preocupabas por su vida?>>
-Te estarías jugando el pellejo por meterte donde no te llaman-contestó Jessie sin perder los estribos, aunque se notaba que estaba conteniéndose para no arrearle una colleja al Pokémon Siniestro-. Si se lo dices, me perderá el respeto y si no me obedece verás la que arma, con lo metepatas que es.
Sapphire miró a los dos miembros del grupo que seguían inconscientes, y se lo pensó antes de decir:
-Sus vidas no corren peligro ahora; pero si no llego a pasar por allí, probablemente ahora estaríais muertos. Cuando os encontré, estabais sufriendo una gran sobrecarga en energía en estado puro.
-¡Caray! ¿Cómo lo supiste?-inquirió Jessie, sorprendida; Sapphire había dejado atónito hasta a Absol. La chica se encogió de hombros modestamente.
-Provengo de un pueblo ubicado en las cumbres de la cordillera al norte de la ignota región Sairutsa. Todos sus habitantes están hermanados con el hielo, y por esa razón las criaturas y sus sentimientos y pensamientos son transparentes para nosotros.
-Vaya…-musitó Meowth, asombrado. Sapphire se giró para dirigirle una mirada inquisitiva, y el Pokémon parlante enrojeció notablemente por alguna razón desconocida para los integrantes del grupo. Absol se dio cuenta del sonrojo de Meowth y alzó una ceja; pero Sapphire intervino en aquel momento:
-Gracias a esta habilidad, he descubierto cosas muy interesantes sobre vosotros. Pero de ese tema hablaremos una vez vuestros amigos recuperen el sentido; deben saber lo que debo deciros.
---------------------------------------------------
¡Espero que os haya gustado ^^! El título del siguiente,si no hay cambios,es En un cálido frío día

Sapphire…No me riñas por lo de Meowth,pero se me ocurrió sobre la marcha y lo que se me ocurre suelo incluirlo xD (Te lo digo porque supongo que intuirás qué pasa con Meowth,¿verdad xDDD?)
Bien,pues cuando acabe el siguiente (me falta un poquito) y lleve algo del que sigue al siguiente (xD) pondré el que sigue ^^ El siguiente tiene un gran puntazo,así que…¡a morderse las uñas xDDD!

¡Espero opiniones ^^!
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And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
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Sapphire
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Mensajepor Sapphire »

¡Hayyyyy! Que mono es mi Meowth ^^ Me encanta =D
Sigue el fic ^_^ Esta genial ^^

Pd: xD No te he reñido, que conste xD
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Ja,ja ^^U ¿"Tu" Meowth? xDDD Me has recordado a Dialga y "su" Jessie xDDD Ya verás,ya...Creo que de todos los que se apuntaron a mi fik,Dialga y tú seréis los que tendréis más implicación (enchufe sin más xDDDDDD) Pero dentro de poco tendremos a un enemigo de los fuertes...ya veréis ¬¬ xD
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Sapphire
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Mensajepor Sapphire »

¡Si! Lo grito a los cuatro vientos xD ¡MI Meowth! ¡Solo Mio! (Ahora continuaria eso de... ''Mi tesoro...'')
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Ya sois dos,pues xDDDD Dialga y "su" Jessie y tú y "tu" Meowth xDDD (Te lo dejo,que yo no lo quiero como pareja xDD) Entonces te gustó lo de Meowth,¿no,Sapphire ^^U? Me preguntaba si te molestaría que Meowth y tú...bueno,eso u_uU xD Bien,pues ahora ya os repartís Dialga y tú a los miembros del Team Rocket...Me da que ahora tú dirás "tu" (o séase,"mi" xD) Meowth y Dialga dirá "mi" Jessie (ídem del anterior xDD)...Menudo par de dos,che xD Nunca pensé que mi fik desencadenara romances Rocket entre foreros xDDD (Ahora sólo falta que llegue Dialga y me venga con el cuento de "mi" James ¬\\¬U ¡Bueno,pues mira,no es mi culpa!)
Bueno,basta ya de rollos cursis xD En serio que no me esperaba que mi fik hiciera eso,por favor xDDD Lo que yo quería era un fik cómico,intrigante y con pequeñas dosis melodramáticas ¡_¡U
Pero a quién le importa,sólo me enrollo como una persiana...(Persiana xDD Si me oyera Meowth...) Bah,ya sabéis cuándo publicaré capítulo nuevo...Sabéis que si tenéis dudas podéis preguntarme ^^
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Dark Gato con Botas
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Mensajepor Dark Gato con Botas »

xDDDD ¡Meowth es la repera xDDD! Me da a mí que le gusta Sapphire...¡pero si es un Pokémon O_o! Qué raro es...xD
¡Genial,Meowth! ¡Síguelo ^^!

En garde!!
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Ya sabéis que hoy escribiré el capítulo siguiente,¿no? Bien,cuando opine Dialga (que me ha dicho que dentro de un rato opinará y me ha suplicado que le dejara opinar de este capítulo xDDD) yo publicaré el capítulo 26 ^^ (26 ya ¡_¡U) ¡Paciencia mientras tanto n_n!
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Sapphire
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Mensajepor Sapphire »

Dialga como no publiques ya me volvere una asesina sin remordimientos por matar T_T (Es broma xD Esque tengo ganas del siguiente capítulo >.<)
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{-Dialga-}
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Mensajepor {-Dialga-} »

Mejor opino ya,no sea que Sapphire se presente en mi casa con un rifle de asalto xDDDD Me demoré demasiado pero con mi nueva hermanita...^^ Venga,a opinar.

Partes cómicas


-¡Voces, estoy oyendo voces! ¡Debo de haber comido demasiado; estoy alucinando!
<<¡Meowth, no digas sandeces! ¡Hace días que sólo comemos bayas y además, pocas! ¡Y aparte es que todos hemos oído esa voz!>>

-¡Algún idiota nos está espiando a traición! ¡Espera que lo encuentre que se entera de quién soy yo! ¡Vamos, espiarnos sin tener la decencia de comunicarlo…!
-¡Espera, espera, Jess! ¡No te muevas, no te muevas! ¡Mira a tus pies; sí, sí, hazme caso por una vez y mira!

Ya tenemos una parte mondante a la primera de cambio xDDDD ¡Pero Meowth...por comer no alucina uno xDDD! Pero si ya se lo ha dicho Absol,entonces nada ^^U Y mi Jessie...que yo sepa,los espías nunca dicen que están espiando...en eso consiste su trabajo,¿no xDDDDDDDD?
<<No seáis gallinas y no salgáis por piernas, que no os voy a morder. No tengo mucho tiempo para hablaros, y he de explicaros unas cositas importantes. Para ello necesito que todos os coloquéis en la baldosa que esta pisando Jessie ahora mismo. Jessie, tú no salgas de la baldosa por la cuenta que os trae, porque perderemos el contacto>>-advirtió el ser invisible rápidamente al ver la expresión rebelde de Jessie.
Tras dudar unos segundos, James, Leonor y Absol avanzaron cautamente hacia Jessie y entraron en el perímetro de la baldosa. Pero la voz no dijo nada, y Jessie miró a su alrededor, confusa e inquisitiva:
-Pero qué…¿Por qué no nos dice nada ahora el señor misterioso?-de pronto, volvió la cabeza-Espera, aquí somos cuatro, falta alguien…¡Meowth!-exclamó, irritada, cayendo en la cuenta. Meowth se había quedado quieto a una distancia prudencial mirándolos con reprobación.
-Si no puedo saber las intenciones del tiparraco que está hablando conmigo, me niego a caer en lo que me parece una trampa obvia y en la cual quienes caigan son estúpidos. ¡Así que de aquí no me mueven ni con grú…aaah!-gritó el Pokémon parlante cuando de repente sus patas se elevaron en el aire. Una fuerza invisible comenzó a arrastrarle hacia la baldosa levitando mientras Meowth pataleaba flotando. Jessie, James y Leonor se volvieron hacia Absol instintivamente, y vieron sorprendidos que el Pokémon tenía los ojos de color azul cian y sonreía maliciosamente. Absol mantuvo en el aire al Pokémon parlante y lo atrajo hasta ellos hasta que lo soltó en el centro de la baldosa sin mucha delicadeza que digamos. Meowth, furioso, se levantó quejándose del golpe haciendo caso omiso a las risas de Jessie y Leonor y a los poco efectivos intentos de James de disimular un ataque de risa, y le espetó a Absol:
-¡Eso es jugar sucio, Absol, y eso es muy poco ético en un grupo de trabajo!
<<Estás equivocado, chato (Jessie, James y Leonor no pudieron evitar partirse de risa al oír aquello); lo que he hecho se llama “método de convicción rápido y eficaz para cabezotas sin remedio”
, y creo que ya vale de charleta porque hay alguien intentando hablar con nosotros>>

Meowth es la pera limonera xDDDDDD A sagaz y rápido no le gana nadie,pero es que la forma de persuasión de Absol se las trae xDDDDDD "Chato"...me partía de la risa,en serio;mis padres también,¿eh xDDD?
<<Bueno>>-dijo la voz, algo aburrida-<<Hay algo que debo deciros, y es algo que os incumbe mucho a todos. Es muy importante, así que quiero que atendáis y que no comencéis a hacer bromitas y demás>>
-Venga, escupe y no te enrolles
.-soltó Jessie, impaciente. La forma apremiante y algo descortés con la que la joven dijo aquello provocó que James le diera un codazo y le dirigiera una mirada seria:
-Controla el carácter, que no estás hablando con Cassidy ni con los mocosos; me da que nuestro interlocutor es alguien de importancia.

<<No te preocupes por eso, James>>-le apaciguó la voz, divertida-<<Yo no tengo derecho a impedir que las criaturas se muestren tal y como son; va en contra de la naturaleza interior y causa mucho sufrimiento. Creía que tú deberías saberlo mejor que nadie>>-James, extrañado, alzó la cabeza, pero por su expresión no entendió a lo que se refería la voz-<<Bien, vamos a lo que estamos. Hace poco hablé con mis súbditos de más confianza acerca de vosotros y…>>
-¡Ey, eso es asalto a la intimidad!-saltó Meowth, indignado-¡Ni que fuéramos personajes del populacho!
-Anda, ¿quieres callar y escuchar?-le reprendió Leonor, aunque parecía estar aguantándose la risa.
<<A ver si puedo continuar de una dichosa vez…Hemos detectado en vosotros algo muy extraño, algo que en muchísimo tiempo no habíamos visto en ningún ser vivo, algo muy, muy poderoso. No me miréis así, que lo digo de verdad>>
-¿A qué hemos mirado? ¡Si no te estamos viendo, no sabemos quién rayos eres!
<<¡Haz el favor de cerrar la boca de una vez, Meowth!>>
-exclamó Absol, exasperado ante las continuas intervenciones del Pokémon parlante. La voz chasqueó la lengua (o eso les pareció oír a los cinco compañeros) y prosiguió con tono cansado:
<<Sabemos que estáis tratando de acabar con la organización Cífer, y eso es algo que, por el bien de la región de Sinnoh, y para el de las demás regiones también, nosotros también buscamos. Así que necesitamos vuestra ayuda>>
-Entonces no cuentes con nosotros, o por lo menos con mis colegas y yo-replicó Jessie cruzándose de brazos con dignidad-. James, Meowth y yo pertenecemos a la organización más temida de Kanto y Johto, el Team Rocket. Nos aliamos con Leonor y Absol sólo para deshacernos de la competencia en esta región, no para hacer una buena obra precisamente.
<<Ya sé que sois del Team Rocket, Jessie, y no me importa. Es paradójico, porque si derrotáis a Cífer “cometeréis” una buena obra de todas formas>>-repuso la voz, divertida, dejando a Jessie sin palabras-<<Así que, de una forma u otra, nuestros objetivos son los mismos, y os compensa unir fuerzas, digo yo>>

Si es que a bocazas nadie le gana a Meowth xDDDDDD La importa un pimiento lo importante que sea la conversación;¡él expone su opinión y no lo detiene ni el huracán de las Azores xDDDD! Jessie se obsesiona con lo del expediente criminal,le tiene amor al trabajo xDDDD Y bueno...por lo menos James es lo suficientemente listo,observador o tiene la suerte del tonto para averiguar que la voz esa es de un pez gordo Pokémon xDDD
-¿No puedes hablar en cristiano o qué?-protestó Meowth hecho un auténtico lío, aunque sus compañeros no parecían menos confusos que él.
-Esto es un enigma, Meowth; hay que resolverlos solitos o se pierde la esencia.-explicó Leonor riendo y meditando las palabras de la voz.
-Los enigmas los resolvían los mocosos; nosotros nos limitábamos a seguir los caminos que dejaban abiertos.-arguyó el Pokémon parlante, contrariado.
-En eso Meowth tiene mucha razón. No somos muy expertos que digamos en resolver incógnitas…-repuso James ladeando la cabeza de forma muy parecida a como solía hacerlo Absol.
-Bueno, ya lo pillo. ¡Ya me encargaré yo del maldi…perdón, del santo enigma!-se resignó Leonor al ver las expresiones suplicantes de Jessie y Meowth-A ver, tres cristales, tres cristales…Un momentito…¡Lo tengo!-saltó, sobresaltando a sus compañeros-¡Cristal! ¡La Esfera de Mesprit!
<<Acertaste; buena lógica, Leonor>>-le halagó la voz, contenta-<<Pero recuerda que la Esfera sólo es un cristal, no tres. Y la siguiente pista la hallaréis al norte de aquí, en la ruta nevada>>
-Lo que faltaba; vamos a coger un catarro de caballo…-murmuró Jessie con expresión reprobadora.

Ay,Meowth,te veo apostólico xDDDD Sois prácticos,¿eh xDDDD? ¿O es que Jessie os dominaba en esos momentos de misterio xDDDDD? Desde luego,a Jessie,James y Meowth se les dan bien las indirectas,¿verdad xDDDDDD?
<<Así que los entes considerados deidades han fijado su atención en cinco simples viajeros>>-repuso Absol, pensativo, atrayendo la atención de sus colegas.
-¿Deidades? ¿A qué te refieres?-inquirió James cruzándose de brazos, tan intrigado en aquel misterio como Absol.
<<La Columna Lanza es un templo dedicado a los Pokémon que crearon la región de Sinnoh. Digo yo que la voz pertenecería a una de esas deidades>>
-Sí, claro…Y voy yo y me lo trago. ¡Pero si somos delincuentes! [b]¡Los dioses eligen a gente bondadosa y honesta y solidaria y noble y todas esas cosas! ¡Serían unos cenutrios si eligiesen a los tres mejores perdedores del Team Rocket!-arguyó un frustrado Meowth.
-Meowth, esto no es nada propio de ti-comentó Jessie alzando las cejas-. Tú no sueles derrumbarte dando ánimos. James, me da que lo tuyo es contagioso.
-Qué graciosa.
-dijo irónicamente su amigo, fulminándole con la mirada.

Absol puede decir la cosa más sensata y cierta del mundo,que Meowth se lo rebatirá siempre xDDDDD Anda que el discursito de Meowth...Mi Jessie tiene razón,James...lo tuyo ya empieza a resultar contagioso xDDDDDD
-¿¡Qué…qué está pasando!?-preguntó James en voz alta, cubriéndose los ojos con el brazo.
-¡Ni repajolera idea! ¡Pero me siento muy cansada y no sé por qué!-gritó Jessie para hacerse oír por encima del fuerte ruido del viento, tal y como James había hecho.
-¡Os lo decía, os lo decía! ¡Era un trampa y no os disteis cuenta, cegatos!-les reprochó Meowth iracundo, aferrándose al cuello de Absol para evitar salir volando.
<<¡Esto no es ninguna trampa! ¡Esto es un método divino de teletransportación!>>-explicó Absol sin necesidad de hablar en voz alta, pues la telepatía se escuchaba a la perfección en las mentes de sus compañeros-<<¡Nos están tratando de llevar a un lugar lejano de inmediato!>>
-¿¡Y no podían haber llamado a un taxi en vez de estas sofisticaciones!?-estalló Meowth, sintiéndose muy débil de pronto.

Las salidas de Meowth son increíbles y bestiales en estas situaciones xDDDDDDDD ¡La frase subrayada es una de las crèmes de las crèmes del fik xDDDDDDDDD! ¡Me partía xDDDD! (No sé la de veces que lo he dicho xD)
Antes de que Meowth pudiera decir algo, una chica seria se agachó junto al Pokémon. Meowth se quedó sin aliento; la chica tenía un aspecto tan extraño, pero a la vez tan misterioso…Tenía el pelo de color blanco-azulado, piel clara y vestía una especie de túnica de color azul celeste y no aparentaba tener más de trece años. Pero lo que más sorprendió a Meowth fueron sus ojos, tan azules como el hielo, y parecían estar llenos de misterios.
-¿Quién…quién eres?-pudo articular Meowth, fascinado. La chica esbozó una media sonrisa y respondió:
-Soy una entrenadora Pokémon viajera. Os encontré por casualidad sin sentido sobre la nieve, en medio de la ventisca, y os rescaté y os traje hasta este lugar más seguro. Mi nombre es Sapphire.
<<Es un buen nombre>>-opinó Absol sonriendo; Meowth dio un respingo, pues se había olvidado de que Jessie y Absol estaban conscientes-<<Significa “zafiro” en inglés, y yo creo que te pega mucho, la verdad>>
-Me lo pusieron por esa misma razón, aunque en mi pueblo todos somos así.
Meowth aprovechó para recorrer el lugar con la mirada. Estaban en un claro de un bosque muy denso, de tal forma que no había ni rastro de nieve allí exceptuando la que cubría los árboles que les rodeaban. Una pequeña hoguera rodeada de piedras crepitaba en el centro del claro e iluminaba la oscuridad en la que se encontraban.
-A-at…¡chííís!-estornudó Jessie de sopetón, y se envolvió más en su manta-Esto es para coger una pulmonía de aúpa…Espero que a esos dos no les vaya a pasar nada; llevan demasiado rato sin sentido…-dijo, mirando preocupada a James y a Leonor. Absol le lanzó a Jessie una mirada maliciosa.
<<Vaya, vaya, vaya…No me digas que te estás preocupando por James. Je, je, je…¿Y si le digo que te preocupabas por su vida?>>
-Te estarías jugando el pellejo por meterte donde no te llaman-contestó Jessie sin perder los estribos, aunque se notaba que estaba conteniéndose para no arrearle una colleja al Pokémon Siniestro-. Si se lo dices, me perderá el respeto y si no me obedece verás la que arma, con lo metepatas que es.

Muy bien descrita Sapphire,se nota que lo has escrito tal y como Meowth la ve ^^ (Meowth...¡eso es amor,no te calientes la cabeza xDDDDDD!) Absol es un poco tocanarices también xDDDDDD Pero mi Jessie le para los pies al más pintado,¡si es que es única ^\\\^!

Partes intrigantes y demás

Es obvio que no puedo pasar por alto lo que la voz esa les dice a los cinco ^^U El enigma...yo estoy tratando de resolverlo pero no lo pillo,es un embrollo total o_OU Luego Sapphire apareció...y lo que me da que tendrá relevancia es el interés de Meowth por ella...¡Aquí hay rollo xDDDD! Ella dijo que tenía poderes especiales por estar hermanada con el hielo...¿será eso un problema para ellos,en especial para el Team Rocket o_O? ¡Ya quiero saberlooo ¬¬U!

¡Lo de siempre,sigue así ;-)!

PD: Jessie RLZ xDDDDD
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Sapphire
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Mensajepor Sapphire »

Umm, le dire a los soldados que quiten los tanques de delante de tu casa xD Ahora esperaré impaciente a que Meowth publique ya xD
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Ya tenemos la opinión de Dialga,¿no xD? Pues como lo prometido es deuda,aquí llega el capítulo 26,que es algo más serio pero no pierde sus chistes xDD ¡Ahí voy ^^!

Cap.26: En un cálido frío día

Jessie, Meowth y Absol aún pudieron conversar unos veinte minutos más con Sapphire antes de que unos ojos verdes, pertenecientes a uno de los dos compañeros de los tres a los que he hecho alusión antes que seguían inconscientes, se abrieran lánguidamente. James se quedó unos segundos sin reaccionar, algo aturdido y desorientado; pero de golpe y porrazo recordó todo lo sucedido en la Columna Lanza, y se incorporó bruscamente, dándose cuenta de la manta que tenía encima. Inquieto, James miró a su alrededor hasta que descubrió a Jessie, Meowth y Absol y a Sapphire, que se le acercó con la media sonrisa que se limitaba a esbozar:
-No hay razón para que te pongas nervioso, estáis todos a salvo-le dijo la chica con calma y tratando de tranquilizarle-. Os he rescatado cuando os vi desmayados sobre la nieve.
-¿De verdad? ¿Y cómo te las has arreglado para cargar con los cinco?-preguntó él tiritando a causa del frío, pero mirando a Sapphire con cierto recelo.
-Obviamente, mis Pokémon me han ayudado. Soy una entrenadora por alguna razón, ¿no?-respondió ella simplemente.
-¡Es que Sapphire es muy mañosa!-terció Meowth sonrojándose y lanzándole a Sapphire una mirada cargada de contenida admiración. En aquel momento, James descubrió a una inconsciente Leonor.
-¡Leonor! ¿Qué…qué es lo que ha pasado?
<<Tranquilidad>>-intervino Absol, apaciguador-<<Sólo está liberando las energías sobrantes, despertará cuando las haya expulsado todas. Hace un momento, tú estabas en su mismo estado>>
-¿Liberando energías sobrantes? ¿A qué te refieres?
-Cuando Leonor despierte, os lo explicaré mejor; aunque tus tres compañeros ya tienen una ligera idea de lo que estabais sufriendo.-dijo Sapphire echando un pedazo de leña a la fogata.
-En ese caso, habrá que esperar…De todas formas, supongo que tengo que agradecerte que nos salvaras, aunque probablemente no sepas a quiénes has ayudado…-repuso James dirigiéndose a Sapphire, quien esbozó una enigmática media sonrisa-. Pero ni siquiera conozco tu nombre.
-Se llama Sapphire y dice que viene de la región Sairutsa. Fue una suerte que nos encontrara, porque según ella, poco más y estiramos la pata. Y seguro que ninguno de nosotros querría eso.-explicó Jessie, pero tosió por culpa del frío que cogió al hablar, por lo que Meowth, reprobador, movió la cabeza.
-Si es que, Jessie…Si por lo menos alargaras un pelín esa minifalda tuya… ¿Cómo esperas no agarrar la gripe a la primera de cambio?
-Antes que eso prefiero tener cuarenta de fiebre. ¡El estilo va antes que la salud!
-Luego nos quejamos de que nos metemos en líos de agárrate y no te menees; como cuando nos colamos en aquel local por chatarra para uno de nuestros cachivaches que siempre revientan los mocosos (y que por supuesto tuve que montar yo) y a ti no se te ocurrió otra cosa que posar delante de una cámara de seguridad.-murmuró James de forma perfectamente audible, y se sentó bajo un abeto apoyando la espalda junto al tronco del árbol, envuelto en la manta. Jessie soltó un despectivo “¡Bah!”, sacó un pañuelo de papel de quién-sabe-dónde y se sonó la nariz con todas sus fuerzas. Meowth soltó una carcajada al oír el fuerte sonido que emitió la nariz de su amiga:
-Jolín, Jessie, ¿qué rayos tenías ahí dentro? ¿Al sexto y al séptimo de caballería Pokémon?-bromeó, pero como era de esperar, ella le arreó una colleja.
-¡Cierra el pico, bocazas! ¡Cuando tú estás resfriado, no te haría ninguna gracia que se pitorrearan del sonido de tu invisible nar…! ¡Hip!-soltó, a medio acabar la frase. Sapphire no pudo evitar sonreír al ver a Meowth y Absol muertos de risa ante el ataque de hipo de Jessie mientras James se limitaba a dirigir una mirada lánguida (pero llena de diversión) hacia el grupo, pues él se había quedado más alejado de ellos. Y fue ese ataque de risa lo que hizo que despertara Leonor, que reaccionó más lentamente aún que James.
-¿A qué viene tanta risa…ya ponen “Escenas de Matrimonio”?-musitó Leonor, desorientada.
<<No exactamente>>-rió Absol mentalmente-<<Pero bueno, estamos compartiendo compañía (por raro que suene) con una buena chica>>
-¿Una buena chica? ¿Quién?- Leonor miró a su alrededor, confusa y desconcertada, hasta que descubrió a Sapphire.
-Me llamo Sapphire, y por lo que sé, tú eres Leonor-se presentó la chica de pelo blanco-azulado-. Encantada de conocerte.
-Ídem de lo mismo-respondió Leonor sonriendo-. ¿Se puede saber qué ha sucedido? Perdí el hilo en la Columna Lanza.
-Sapphire… ¡hip!...dice que… ¡hip!...nos encontró a los cinco… ¡hip!...a punto de sufrir un colapso energético fatal… ¡hip!-pudo explicar Jessie entre hipidos, cosa que hizo que Leonor y Meowth rompieran a reír, Absol fue más comedido que ellos y rió pero menos, y también arrancó una sonrisa en el semblante meditabundo de James. Sapphire adoptó un aire pensativo y repasó a los cinco compañeros con la mirada.
-Sé que vosotros tres-dijo de repente, refiriéndose a Jessie, James y Meowth-pertenecéis al Team Rocket, tan temido en las regiones de Kanto y Johto. Pero sé, gracias a mi poder, que tenéis un gran corazón y que sabéis agradecer los favores que se os hacen.
-Gracias.-repuso Meowth poniéndose colorado.
-Así que os diré algo importante para la misión que os encomendó la Voz. La siguiente pista que necesitáis para resolver el enigma que la Voz os propuso está al oeste de Ciudad Puntaneva y en ella misma. Como podéis ver por la nieve y el frío que hace, estamos muy cerca de esa ciudad.-aquella información había dejado sin habla a los cinco compañeros, incluyendo a Absol.
-¿P-pero cómo puedes saber tú…?-inquirió un atónito James, que trataba de hacerse oír por encima de los hipidos de Jessie (que ni con la intervención de Sapphire se le había ido el hipo). Sapphire se encogió de hombros y se limitó a decir:
-Jessie, Meowth y Absol saben la razón, aunque no la asocien ahora. Podéis explicárselo, vosotros tres; yo tengo que hacer unas averiguaciones al norte de aquí y tardaré más o menos un par de horas. Mientras yo no estoy, os aconsejaría no moveros de este claro porque creo que pronto volverá a levantarse una ventisca-dicho esto, Sapphire sacó una Pokéball de uno de los bolsillos de su túnica color celeste-. ¡Adelante, Altaria!
La Pokéball se abrió, y del haz de luz blanca que salió de ella tomó forma un hermoso y grande Altaria, cuya visión hizo que a Jessie le brillaran los ojos maliciosamente. Pero, adivinando las aviesas intenciones de la joven, Leonor y (sorprendentemente) Meowth le dieron un codazo a su compañera a la vez. Antes de que Jessie pudiera reaccionar o quejarse, Sapphire montó en su Pokémon, que alzó el vuelo, se abrió paso hábilmente entre los apretados árboles del claro en el que estaban y se alejó volando en dirección norte.
-¿Y ahora… ¡hip!...qué? ¡Hemos perdido… ¡hip!...la oportunidad única… ¡hip!...de hacernos con… ¡hip!...un Pokémon muy poderoso… ¡hip!...para el jefe!-les reprochó Jessie a sus dos compañeros, que la miraron con reprobación.
-Deberías aplicarte el cuento de ser más agradecida con quien nos ha ayudado sin reclamar guita ni nada a cambio, guapa-contraatacó Meowth con seriedad, pero colorado-. Sapphire nos ha salvado y me niego a hacer cualquier cosa que le cause dolor.
<<¡Qué enternecedor!>>-se burló Absol amablemente. Pero Jessie les distrajo a todos cuando hipó aún más fuerte que antes, sobresaltándoles a todos y haciendo que, para su desgracia, Meowth y Leonor volvieran a partirse de risa ante la expresión indulgente de Absol. James, por el contrario, puesto que estaba más serio y reflexivo aquel día (un poco como Absol), dirigió a Jessie una mirada crítica.
-Si mi memoria no me falla, el remedio para el hipo insistente, como el que tiene Jess ahora, era beber siete tragos de agua sin respirar-repuso ladeando la cabeza de forma muy parecida a como lo hacía Absol-. La otra opción es un buen susto, pero cualquiera asusta a Jess…
-¿Me tomas… ¡hip!...por tonta? ¡Ya lo… ¡hip!...sabía; pero por si no te… ¡hip!...has dado cuenta... ¡hip!...perdimos nuestras mochilas… ¡hip!...quién sabe dónde!-le espetó Jessie, frustrada y fulminándole con la mirada. Al oír aquello, Leonor abrió los ojos al máximo tras sus gafas verdes:
-¡Qué! Pues menos mal que me guardé mi Pokédex y todo lo de valor en mi chaqueta, que si no lo iba a pasar mal…
-¡Je! Pues me da que sin las botellas de agua trincadas que llevábamos en las mochilas, Jessie va a tener que calmar su hipo tragando nieve… ¡A fin de cuentas es lo mismo, pero no igual!-bromeó Meowth envolviéndose en su manta un poco más.
-¡Si crees… ¡hip!...que voy a darte la… ¡hip!...oportunidad de cachondearte de mí… ¡hip!...tan fácilmente de mí… ¡hip!...vas muy listo!-le soltó Jessie a su amigo Pokémon, enfadada; rebuscó en sus bolsillos ocultos y sacó una botella pequeña de agua-Menos mal… ¡hip!...que una es previsora y práctica… ¡hip!...y siempre va equipada con… ¡hip!...lo necesario…
-Desde luego, Jessie, pareces Doraemon; quién diría que llevas tantas cosas en tus bolsillos…-comentó Leonor, pasmada pero divertida. El comentario hizo reír a Meowth y a Absol e hizo sonreír débilmente a James, aunque se notó que lo de Doraemon no lo entendieron. Jessie ignoró lo dicho por Leonor, desenroscó el tapón de la botella (entre hipidos) y trató de llevar a cabo el truco para quitar el hipo; pero ante la mirada expectante de Leonor, las risas de Meowth y el aparente estado ausente o indiferente de James, Jessie probó tres veces a beber siete sorbos de agua sin respirar, pero Meowth no se lo ponía nada fácil. Absol parecía estar rumiando alguna cosa, y cuando Jessie bebía la cuarta tanda de agua, el Pokémon Siniestro abrió uno de sus ojos rojos y preguntó con aire casual:
<<Dime, Jessie… ¿Has pensado alguna vez en la maternidad?>>
Jessie escupió un chorro del agua que estaba bebiendo, Leonor se llevó las manos a la boca para tratar de contener un ataque de risa de los gordos, Meowth se quedó completamente bloqueado sin saber muy bien cómo reaccionar y James giró bruscamente la cabeza hacia ellos con los ojos abiertos como platos. Jessie, entre furiosa y muerta de vergüenza, se levantó de un salto, tirando la manta, y se encaró a Absol, que permanecía muy tranquilo:
-¿¡Maternidad!? ¿¡Qué estás insinuando, tú!? ¿¡Con QUIÉN!?
Absol, de forma indolente, dirigió una elocuente mirada de reojo a James, que palideció y enrojeció a partes iguales.
-¡Eh, eh, eh! ¡A mí no me cueles en semejantes jaleos, Absol! ¡Soy demasiado joven aún, y en estos casos prefiero seguir siéndolo! Además, yo paso de Jess…-Leonor tenía que hacer enormes esfuerzos para tratar de contener la risa, y Meowth no sabía ya si darle un toque a Absol para que no se la jugara o seguir el ejemplo de Leonor; pero antes de que pudiera decidirse, Jessie comenzó a sermonear bien fuerte al Pokémon Siniestro:
-¡¡Cómo se te ocurre decirme algo así, Absol!! ¡¡He perdido la cuenta acerca de las veces que he dicho y recalcado hasta la saciedad que James y yo no somos más que amigos y compañeros de trabajo!! ¡¡Y tú me sacas un tema que no puedo ver ni en pintura y sobre el cual no me gusta nada, nada hablar y por si fuera poco…!!
<<¿Lo ves, Jessie?>>-le interrumpió Absol con una sonrisa pícara-<<¿A que ya no tienes hipo?>>-Jessie se quedó a medio sermón con una expresión de no haber oído bien mientras Leonor y Meowth estallaban en una cascada de risas y James dejaba escapar un suspiro de alivio. Jessie le dio una colleja a Absol tras no poder decidirse sobre si echarse a reír o montar en cólera:
-¡Condenado Pokémon traidor y canalla…!
<<Te he ayudado, ¿o no? Ya que el agua no surtía efecto, el susto era la única posibilidad. No te preocupes, Jessie; en ningún momento he hablado en serio>>
-Madre mía, menos mal que no…No sabes el sacrilegio que estabas diciendo, Absol…-repuso James moviendo la cabeza, aún sufriendo las secuelas de la impresión.
-Si Absol sabía perfectamente lo que decía…y sabía la manera de usarlo a la perfección, ¡por eso lo ha hecho!-arguyó Meowth muerto de la risa. Leonor, también partiéndose, añadió:
-¡Pues qué manera de usarlo, conmigo os aseguro que funcionaría igualito que con Jessie!
-¡Ya está bien!-protestó Jessie sentándose de nuevo y cubriéndose con la manta de nuevo, contrariada-¡Por si no lo sabíais, no es ético ni bonito faltarle al respeto a una señorita!
-Las señoritas que tú dices no gritan, no son delincuentes ni robaperas de baja calaña y no arrean a los colegas de trabajo-observó Meowth sarcástica pero irónicamente-. Pero para mayor información acerca de las normas de la alta aristocracia y toda la peña de clase estirada, le puedes preguntar a James.
-Bueno, todo eso es lo de menos-dijo ella agitando su mano derecha quitando importancia al asunto-. ¿Es que acaso me consideráis el modelo de veinteañera arquetipo? ¡Yo soy un espécimen único y completamente original, con derechos de autor y todo!
-Ahora comienza el discurso anual…-musitó James alzando la vista con resignación ante la mirada fulminante que le disparó su amiga. Leonor, riendo por lo bajo ante la salida de Jessie, rebuscó en los bolsillos de su chaqueta hasta dar con su grueso libro titulado “Eldest”, por lo cual todos le lanzaron una mirada incrédula.
-Leonor, eres peor que Jess. ¿De dónde has sacado el libro?
-Pues de la chaqueta, lo guardé ahí por si las moscas; así puedo entretenerme sin arriesgarme a congelarme ni nada de nada.
-¿Veis? ¡Las chicas somos mucho más organizadas y listas que los chicos!
-Tras cuatro años trabajando contigo, Jessie, qué nos cuentas tú ahora…-rió Meowth irónicamente-Hablando de chicas… ¿No se está retrasando Sapphire?
<<¿Qué si se está retrasando? Mucho; dijo que tardaría como dos horas y sólo han pasado cuarenta minutos como mucho. ¿A qué viene este interés, Meowth?>>-inquirió Absol maliciosamente. Meowth enrojeció intensamente y desvió la mirada, atrayendo una mirada pensativa y preocupada por parte de Absol. Algo le estaba sucediendo al Pokémon parlante, algo que podía hacerle sufrir mucho y que necesitaba ser atendido urgentemente.
------------------------------------------------------------
¡Espero que os haya gustado ^^! El título del siguiente es El dilema de Meowth

Quizá es más serio,pero aquí cada cosa tiene su momento n_n No os preocupéis,yo sé cuándo un momento es más serio y cuándo es más de cachondeo xDDD No creo demorarme mucho en publicar el siguiente…

¡Espero opiniones ^^!
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
~ Tellius Chronicles ~


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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
~ Las Cinco Estrellas de la Oscuridad ~
Próximo capítulo:
[C. IV] ¿Infiltrados... o Atrapados?

Sapphire
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Mensajepor Sapphire »

Hay hay Hay *o* Que mono mi Meowth ^_^ ME ha encantado el capítulo :P ¡Siguelo pronto!
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>-Meowth-<
Dejando seco a Plubio
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Mensajepor >-Meowth-< »

Pues si te gustó que Meowth...bueno,éso (xDD),el capítulo siguiente creo que te gustará aún más ^^ Y yo creyendo que te ofendería que un Pokémon se enamorara de ti,Sapphire...xDDDD
En el siguiente capítulo no hay mucha acción,eso os lo advierto de antemano;pero en el que le sigue...bueno,hay una aparición estelar ^^ Sólo os digo eso para adelantaros alguna cosa y que os quedéis con la intriga xDDDDD
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Dark Gato con Botas
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Mensajepor Dark Gato con Botas »

¡Fenomenal ^^! Sapphire sabe muchas cosas sobre ellos,¿no? o_OU Y Meowth es el mejor,de eso no hay duda xDDDDDD ¡Y el puntazo de :absol: xDDDDDD! ¡Me parto con eso xDDDD! ¡Síguelo!

En garde!!

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>-Meowth-<
Dejando seco a Plubio
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Mensajepor >-Meowth-< »

Aunque Dialga no haya opinado,esta vez no pienso esperarlo xDDD ¡Luego si acaso opinas sobre los dos capítulos ^^! Y ya sin más dilación,os dejo el capítulo 27 n_n ¡Allá voy!

Cap.27: El dilema de Meowth

Cada uno de los cinco compañeros pasó de forma diferente la hora y cuarto que aún faltaba para que Sapphire regresara al claro: Leonor leía su libro “Eldest”; Jessie se había empeñado en leer junto a ella, pero había dos inconvenientes, porque Leonor leía demasiado rápido y tenía que esperar a que Jessie acabara las páginas a su ritmo, aparte de que Jessie no cesaba de criticar las acciones de los personajes como si fueran gente real y llevaba a Leonor de cabeza; Absol, como era normal en él, meditaba tumbado en el suelo y con los ojos cerrados, pero cuando Jessie soltaba sus críticas abría uno de ellos, intrigado en las nuevas frases que decía la joven; Meowth, por imposible que parezca, también estaba en silencio, pensando en algo que hacía que enrojeciera de vez en cuando; y James, un poco al estilo de Absol, permaneció bajo el abeto que había escogido antes, absorto en sus divagaciones y pensamientos. De pronto, se oyó un batir de alas que hizo que todos sin excepción alzaran la cabeza (Meowth fue el primero), y vieron al Altaria de Sapphire (y por extensión a ella montada sobre su Pokémon) abriéndose paso ágilmente por entre los apretados abetos del bosque. El Altaria se posó suavemente en el suelo y su dueña bajó de su lomo de un salto, y tras acariciarle cariñosamente el pico al Pokémon, Sapphire sacó una Pokéball de un bolsillo de su túnica color celeste y devolvió a su Altaria a la esfera.
-Hola, Sapphire-le saludó Jessie con cierta cautela; era obvio que aún no confiaba completamente en la chica, aunque a ella parecía no importarle mucho-. ¿Adónde has ido, que has tardado tanto?
-Fui a investigar al Lago Agudeza, pues vuestras mentes me indicaron que ése era uno de vuestros destinos, y lo que he visto no es muy esperanzador-respondió Sapphire sentándose junto a Leonor (Meowth, colorado, se apresuró a aproximarse a ella)-. Esos sinvergüenzas de Cífer han edificado en la isla sagrada del lago una especie de base con forma de prisma. Pero una base modernísima…lástima que sólo sea para causar mal.
-Claro, ya caigo…La base Cífer del Lago Agudeza a la que se refería el documento que encontramos en el Edificio Galaxia de Ciudad Vetusta, ¿os acordáis? Debemos a estar a un tiro de piedra de Ciudad Puntaneva, a juzgar por la nieve y tal.-repuso Leonor cerrando su libro, desilusionando un poco a Jessie.
-¡En ese caso, tenemos curro!-terció Meowth olvidándose por un momento de su vergüenza-¡Ya sabéis el paripé; nos colamos en la base, vencemos a esos soldaditos de plomo (porque son muy plomos) y acabamos con el prototipo si es que lo hay! ¡Es nuestra orden de trabajo, por si acaso os habíais olvidado!
<<Sintetizas demasiado bien, Meowth>>-replicó Absol mirando inquisitivamente al Pokémon parlante-<<Te has saltado las partes de la labor más arriesgadas; sabes de sobra que no es tan fácil como parece>>
-No hay razón para asustar a Sapphire.-rebatió Meowth sonrojándose de nuevo, esta vez más intensamente. Sapphire esbozó una de sus medias sonrisas que la caracterizaban:
-Estate tranquilo, Meowth. No soy de muy asustar, no soy una niña indefensa. Bien, ahora…-la chica de pelo blanco-azulado chasqueó sonoramente los dedos, y el fuego de la fogata que llameaba en el centro del claro se atenuó un poco.
-¡Eh! ¿Cómo has hecho eso así sin más?-le interpeló James, impresionado; aquello debía de haberle resultado muy interesante o misterioso para sacarle de su estado “ausente”.
-Jessie, Meowth y Absol ya conocen el porqué. Pero como veo que no os lo han explicado ni a ti ni a Leonor, os lo diré; los habitantes de mi pueblo se hermanaron hace siglos con el hielo. Puedo hacer muchísimas más cosas relacionadas con este elemento por esa razón, pero no se los revelo a nadie así como así.
-Oh…vaya lástima…Querría ver si…-se lamentó Meowth, pero se tapó la boca un segundo más tarde, rojo como el pimentón. Jessie aprovechó el silencio, como era costumbre suya, para intervenir “sutilmente”:
-Oye, Sapphire. ¿No querías antes decirnos algo de vital importancia, según tú?
-No creo que sea tanto como vital-objetó Sapphire con su media sonrisa-. Pero considero que es importante, de hecho me disponía a iniciar la conversación. Voy a ayudaros a desvelar el enigma de la Voz.
Con aquella última y simple frase, Sapphire atrajo la atención de los cinco compañeros íntegramente. Jessie y Leonor giraron a la vez la cabeza en dirección a la chica; Meowth se ruborizó de nuevo cuando clavó la vista en Sapphire; Absol abrió uno de sus ojos rojos y lo orientó hacia ella; y James se limitó a mirar de reojo a Sapphire con interés.
-Supongo que recordaréis lo que dijo la Voz, ¿no?
<<Resolvimos una parte del enigma; mejor dicho, la resolvió Leonor>>-especificó Absol-<<Sabemos de momento que uno de los cristales mencionados en el enigma planteado por la Voz es la Esfera de Mesprit, y según parece hay uno por aquí, y fue por eso que la Voz nos transportó hasta esta zona>>-las últimas palabras del Pokémon Siniestro llamaron poderosamente la atención de Sapphire.
-¿Puedo ver esa esfera, si es que está en vuestro poder?-solicitó la chica cortésmente.
Jessie rebuscó en sus bolsillos bajo la manta que le cubría hasta que dio con lo que Sapphire pedía; una esfera de cristal fucsia del tamaño de un puño en cuyo interior relucía un círculo de energía de un rojo vivo e intenso. Sapphire fue a cogerla, pero una voz serena la detuvo antes de que sus dedos rozasen el cristal:
-Espera, Sapphire. Tú no puedes tocar esa esfera, sólo Jess puede por ser la Portadora de la Esfera. A mí aún me duele la quemazón que me llevé al intentar cogerla.
-¡Me había olvidado de ese factor! Por suerte, a pesar de meter tanto la pata, James tiene buena memoria.-comentó Meowth apurado quién sabe por qué razón.
-Sí, estás tú que uno se olvida tan fácilmente de una quemadura semejante…Serían pérdidas de memoria a corto plazo y como que no creo que ninguno aquí tenga…-opinó Leonor riendo “discretamente”. Sapphire retiró la mano y observó atentamente la Esfera desde la mano enguantada de Jessie, y musitó para sí algo que sonó como “valor” cuando fijó sus ojos azul hielo en el círculo de energía.
-Ya sé a qué Pokémon pertenecen los dos cristales restantes. La Esfera tiene los poderes de Mesprit ahí dentro, y Mesprit pertenece a una tríada legendaria en Sinnoh; curiosamente son tres y tres. Lo cual indica que los compañeros de Mesprit también tendrán sus respectivos cristales.-expuso Sapphire con la misma naturalidad con la que se explica una teoría de matemáticas.
-¿Sus dos compañeros? A ver, llamando a cerebro…-dijo Leonor medio en broma, medio en serio, y de pronto saltó-¡Claro! ¡La tríada de los Seres! ¡Uxie y Azelf!
<<¡Oh, claro! No había caído en eso…Uxie, Mesprit y Azelf. Y además, Uxie, el Ser de la Sabiduría, vive en el Lago Agudeza, o por lo menos se dice eso>>-repuso un sorprendido Absol con aire pensativo.
-¡Por eso la Voz nos trajo aquí a pesar de arriesgar nuestras vidas!-apostilló Jessie acertadamente-¡Si es que mira que soy lista!
-No hace falta ser un lumbreras para llegar a esa conclusión, bonita-le soltó Meowth a su amiga irónicamente-. ¡Quien ha hecho todo el trabajo ha sido Sapphire!
<<Baboso>>-le provocó Absol sarcástica pero amablemente únicamente en su mente. Meowth, colorado como un tomate, le sacó la lengua a modo de burla como era propio de él. Sapphire se levantó ágilmente del suelo y les comunicó a los cinco compañeros:
-Ahora que ya tenéis otro trocito del enigma resuelto, sois vosotros quienes debéis planear vuestro siguiente paso. De momento, yo voy a buscar más leña porque la que está ardiendo se va a consumir dentro de poco y ya no nos queda.-señaló la chica de pelo azul.
-¡Voy contigo, Sapph!-saltó Jessie levantándose también y acortándole el nombre tal y como hacía con Leonor, señal de que estaba tomando confianza con ella-Así estiro mis preciosas piernas, que si no se me congelarán y no estoy dispuesta a que les pase nada.
-¡Eso es realmente el culto al cuerpo!-bromeó Leonor, siguiendo el ejemplo de las dos chicas-. En vista de que las mochilas se han esfumado, y en ellas teníamos las bayas…bueno, mejor que vaya a hacer la cosecha antes de recibir las protestas intestinales propias del hambriento.
-¡Bien dicho, Leonor! A falta de manduca consistente que llene nuestros estómagos como es debido…al menos, la dieta del bosque de algo nos servirá por fin, gracias a Jessie.-corroboró Meowth riendo socarronamente.
-Me siento halagada-dijo Jessie de forma irónica-. James, Meowth, ¿vosotros os quedáis?
James se lo pensó antes de limitarse a asentir con la cabeza, cosa que hizo que Meowth le dirigiera una mirada sagaz y exasperada:
-Tómalo como un sí, Jessie; hoy James tiene una de sus rachas de calma y silencio-ironizó el Pokémon parlante-. Si sigue así acabará igual que Absol, con pelaje blanco y todo.
<<Como si fuera algo malo, ¿no? Anda, deja a James con el pelo añil que le va mejor>>-dijo Absol sonriendo de forma amable-<<Yo me quedo; aún estoy cansado y prefiero meditar al amor de la lumbre antes que helarme ahí fuera>>
Sapphire asintió, conforme, y ella y Jessie se marcharon en dirección este y Leonor se internó en la floresta hacia el oeste. Una vez James, Meowth y Absol se quedaron a solas, éste último abrió su ojo izquierdo y lo enfocó hacia Meowth.
<<Bueno, Meowth…¿Puedo saber qué es lo que te pasa con Sapphire?>>
Meowth se volvió bruscamente hacia el Pokémon Siniestro, muy apurado y rojo como un tomate.
-¿Qué…¡de qué me hablas!?-exclamó; al parecer se había olvidado de que James estaba allí presente aunque ausente, y que a causa del grito que pegó el Pokémon parlante arrugó un poco el entrecejo dando a entender que no estaba tan ensimismado como parecía, pero no hizo ningún comentario.
<<No te engañes a ti mismo, Meowth, no trates de negar lo evidente. Cada vez que te diriges a Sapphire, ella se dirige a ti o hablas de ella, te pones color fuego de Moltres, y te desvives por defenderla. Yo creo que la causa está bien clara>>
-¡Nos ha salvado la vida, Absol! ¡No nos ha pedido que le demos comisión ni nada por el estilo, lo ha hecho desinteresadamente! ¿Acaso no es razón para estar agradecido con ella?
<<Yo también me siento agradecido con Sapphire y no me pongo a temblar como una gelatina cuando me habla o la veo. Tu caso es más grave y más extraño, añadiría yo>>
-¿Más grave y extraño? ¡Qué de…! ¡James!-exclamó Meowth de improviso; el joven giró un poco la cabeza hacia los dos Pokémon y abrió los ojos-¡Dile a Absol que deje de tocarme las narices!
James pasó la mirada alternativamente de Meowth a Absol y viceversa durante tres segundos, desconcertado. Absol había cerrado su ojo abierto y se hacía el distraído, a pesar de no ser tan maestro como Jessie en esa técnica ni mucho menos; Meowth, completamente ruborizado, miraba suplicante a su amigo.
-No creo que Absol te esté tocando las narices principalmente porque al menos yo no las veo (bueno, era una broma, no te enfades)…Yo no le he oído decir nada; sólo estaba oyéndote a ti.
-¿Qué-cómo? ¡Pero si me estaba diciendo hace nada que…!-entonces Meowth cayó en la cuenta del doble juego del Pokémon Siniestro; le estaba impidiendo que apelara a James dirigiendo su telepatía sólo hacia la mente del Pokémon parlante; pero también estaba respetando su intimidad y sus asuntos propios. Por ese motivo, Meowth no supo si enfadarse con Absol o agradecerle el respeto que mostraba hacia él; aunque no lo dijo, Meowth se hubiese sentido más cómodo hablando sobre ese tema con James o incluso con Jessie.
<<No pienses que está como una cabra, James>>-repuso Absol proyectando sus pensamientos a todo ente que pudiera percibirlos-<<Estaba hablando con él en privado, ya sabes tú cómo, acerca de…>>-se detuvo al ver a Meowth gesticulando de forma discreta, pero prosiguió con una sonrisa maliciosa-<<…acerca de Sapphire>>-Meowth alzó la vista exageradamente y refunfuñó algo a media voz, muerto de vergüenza.
-Oh, claro, ya caigo…Ahora comprendo por qué Meowth estaba tan apurado. Yo también me he preguntado qué le pasa a Meowth con ella, pero no suelo meterme en los asuntos de la gente, tal y como hace Jess.
<<Pero si no es tan difícil de comprender, James. Es más que evidente; y por eso Meowth tiene ahora un dilema muy grande respecto a Sapphire>>
-¡¡Bueno, ya está bien!!-explotó Meowth, más rojo aún que antes-¡Sí, es cierto, me gusta Sapphire! ¿Contento, Absol? ¡Y yo no veo el dilema por ningún lado!
<<Pues es bien sencillo. Piensa en Sapphire y piensa en ti. Te estás olvidando de algo muy importante y me parece que te ocurre a menudo>>-le respondió Absol con seriedad, aunque feliz de que Meowth se hubiera soltado.
-¿Puedo intervenir?-solicitó James girando por completo la cabeza hacia ellos mientras el Pokémon parlante pensaba.
<<El micrófono es todo tuyo>>-bromeó Absol haciendo un gesto rápido con la cabeza.
-Creo que sé cuál es el dilema, problema o como prefiráis llamarlo, eso es lo de menos; pero Meowth es un Pokémon y Sapphire es una humana. No digo que sea imposible que te guste Sapphire, Meowth, visto lo visto…pero no sería…posible. No sé muy bien cómo explicártelo.-concluyó James de forma dudosa.
-No, si entender lo entiendo…Somos razas diferentes, eso lo sé. Pero es que Sapphire…¡Pero tú qué sabrás!-saltó Meowth, molesto de pronto-¡Tú nunca te has enamorado, James! ¿Cómo me da consejos, tú; con qué base?
Absol abrió de nuevo su ojo izquierdo y lo dirigió hacia James, a la espera de su reacción conteniendo la tensión; pero en lugar de enfadarse, tal y como cabría esperarse de cualquier chico de veinte años, el joven entornó sus ojos verdes y desvió la mirada.
-Te equivocas, Meowth-musitó con nostalgia-…Una vez, sólo una vez, hace tres años…En Maiden’s Peak…
<<¿Maiden’s Peak? No me suena para nada>>-dijo Absol extrañado y repasando sus amplios conocimientos a toda velocidad.
-Es una zona costera y escarpada de la región de Kanto-aclaró Meowth, haciendo memoria y feliz de saber algo que Absol no supiera-. ¡Ah, ya me acuerdo! Fue por la chica fantasma esa, ¿verdad? Los dos le echasteis el ojo a ese alma en pena…Tú y el mocoso baboso ese…¿Cómo se llama, que no me acuerdo…Bob?
-Brock-le corrigió James divertido-. Lo que más me extrañó después de todo aquel jaleo fue que Jess parecía un poco celosa; le pregunté y todo acerca de ello…
<<Ahora que lo dices, encontré esa escena en la mente de Jessie cuando estabais inconscientes, cuando nos encontró Sapphire>>-terció Absol alzando una ceja inquisitivamente-<<Tú le preguntaste si le importabas de verdad…¿Te respondió, acaso?>>
-No. Pero no le culpo; me parece que no formulé bien la pregunta.
<<Bien, te diré el porqué. Ella tenía diecisiete años y tú también, ¿me equivoco?>>-James negó con la cabeza mientras Meowth atendía muy interesado-<<En esa edad es muy propio de las chicas, hasta en las duras como Jessie, fijarse aunque sea un poco en los chicos, aunque lo sabrás ya. Y claro, cuando le preguntaste eso, creyó que…bueno, ya te lo imaginarás. Pero cuando maduró, o bien hacia los dieciocho, pasó esa etapa…fue entonces cuando se afianzó vuestra amistad. Pero supongo que ya lo sabías, ¿verdad?>>
-Lo intuía simplemente-respondió James, a pesar de que la revelación le había pillado un poco por sorpresa-. Quizá mi caso fuera un simple amor platónico…pero de todas formas te comprendo, Meowth.
-Ya, ya…Que me entiendas no me resuelve nada, y yo a Lourdes no pienso ir ni en broma; eso sin contar que no sé dónde está. ¡Lo que yo quisiera es…!-se interrumpió Meowth a media frase, colorado de nuevo.
<<¿El qué; emparejarte con Sapphire?>>-le ayudó Absol con un deje de incredulidad y diversión en su voz mental-<<Sabes que eso es imposible. Lo sabes>>
-Lo sé, Absol…pero eso no quita para nada que no sienta algo por ella, aunque sea más joven que yo. Y sé que ella podría eclipsar la historia de Meowsy, y yo podría rehacer un poquito mi vida, aunque sea insignificantemente…-suspiró el Pokémon parlante, abatido. Absol le sonrió animosamente, y James alzó la vista con aire pensativo.
-No te deprimas, Meowth. Al menos, ten por seguro que puedes contar conmigo si te sientes mal por eso, y digo yo que con Jess también. Esperemos que tenga tacto con esto por lo menos, o acabaré asegurándome de que sea un chica y no un cardo.-bromeó, haciendo reír a Meowth, ayudándole a superar aquel nuevo obstáculo que se alzaba en su camino emocional.
-----------------------------------------------------
¡Espero que os haya gustado ^^! El título del siguiente es Seba, la Sombra Oscura

En el siguiente aparecerá Scizor-Black,como podréis intuir xDDD No me explayo mucho que tengo cosas que hacer n_nU

¡Espero opiniones ^^!
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And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
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**Koke**
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Mensajepor **Koke** »

estuvo genial el capitulo >-Meowth-< y cuando aparecere yo >.< xD
siguelo esta muy bueno ^^

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Dark Gato con Botas
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Mensajepor Dark Gato con Botas »

¡A Meowth le gusta Sapphire xDDDDD! Lo que no sabía yo era que James se enamoró de una chavala fantasma o_OU Qué raro es a veces xDDDDD Y Jessie le acorta el nombre a todo,¿no xDDD? Leo,Sapph...creo que se toma venganza porque James le llama Jess xDDDD ¡Fantástico,sigue así ^^!

En garde!!
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El aprendiz superó al maestro xD ¡Gracias,{-Dialga-}

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{-Dialga-}
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Mensajepor {-Dialga-} »

¡Pero serás traidora,Meowth ¬¬! ¡Cómo has podido! ¡No me has esperado! Pues por impaciente,opino brevemente sobre el capítulo 26 y mañana comento ampliamente el 27 ^^

A ver,el capítulo,como siempre,está escrito estupendamente.Es más serio,pero qué importa...Con que sea intrigante y eso es más que suficiente ^^ El Team Rocket también tiene sus momentos emotivos y serios.
Pero su parte más brutal fue cuando Absol le quitó el hipo a mi Jessie xDDDDDDDDD ¡La forma de hacerlo es bestial xDDDD! Pobre James,le dio un pasmo de aquí te espero y no regreses xDDDDD Absol tiene labia cuando quiere,¿eh xD?

Bien,mañana opino del otro...Esto por impaciente ¬¬ xD (Además estoy falto de tiempo xD)
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Estrella
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Bueeeno, bueno, buebuenooo!!!

Mensajepor Estrella »

Aquí estoy de nueeevoo!!! Hola Dialga, Hola Meowth, y “HOLA Sapphire”, no me conoces, creo, pero yo a ti algo... si, por lo que me cuenta Meowth....

No puedo comentar sobre los capítulos, porque por desgracias y avatares de la vida me quedé en el 21, pero prometo leerlos y resumir, Meowth, ¡¡¡Palabrrita de la niña Jesusa!!!...

Claro... ejem.... que no me puedo ir sin dejar aquí “plasmado mi pasmo”, todo empezó con:

-Dialga, claro como es chico, valiente él, no teme decir que ama locamente a "su Jessie"... y no le faltan motiiiivos 8D

-Sapphire parece ser que llama "Mi Meowth" al mi pobre gato pokemiano parlante, más wapo, original y ÚNICO que existe... tampoco le faltan motiFos!! O-O...

-Pero… ¿Alguien se imaginaba que nuestra escritora premiada, Meowth... remata la serie y siente lo mismo por "SU JAMES"??? ^^
Tampoco le faltan razones..."A mí me encanta" =)
He de ser honesta, es la que más motivos tiene ehh, por que este JAMES tiene un tirón, con ese pelo azul, esos ojos verdes, y ese noble corazón tan leal...

Bueno chicas y chico, felicidades por vuestros platónicos amores, los tres son especiales y ejemplares.... son la "pperaa limoneraaa".
En mis tiempos era peor, mi primer amor platónico fue un presentador de las noticias de la 1ª... ESOO si que era patético... POR DIOX... " Que peniiiitaaa".

Pronto me pondré al día y comentare en serio, mientras os chincho un poco jajajajaja

Pero con cariño ehhh, besos.
E.
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>-Meowth-<
Dejando seco a Plubio
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Mensajepor >-Meowth-< »

(Echando rayos y truenos,lo advierto)

¡¡ESTRELLAAAA!! ¿¡Cómo se te ocurre!? ¡Creí que era un farol #¬\\¬!
Ésta te la guardo,pero bien guardada...No,esto no lo olvidaré...No,señor...Que Dialga y Sapphire ya tenían idea de esto,pero...¡¡los demás no tenían por qué enterarse de nada ¬¬U!!
Y lo malo es que no tengo con qué devolvértela...Perra vida la mía ¬¬ Pero ya ajustaremos cuentas,ya...¡Cuando vaya p'allá verás quién soy yo!

Realmente tiene razón;si no no llevaría la firma de James U¬\\¬
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Sapphire
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Re: Bueeeno, bueno, buebuenooo!!!

Mensajepor Sapphire »

Estrella escribió:[color=cyan]Aquí estoy de nueeevoo!!! Hola Dialga, Hola Meowth, y “HOLA Sapphire”, no me conoces, creo, pero yo a ti algo... si, por lo que me cuenta Meowth....[color]


Si te conozco *o* Meowth me estuvo contando quien eras ^_^ Por cierto lei varios mensajes tuyos y que poco se nota que te gusta Lugia ;P x3

Meowth, como siempre, el capítulo genial. Aunque ahora estoy un poco traumatizada o.o No me gusta ver a mi pobre Meowth así >.< Pero igualmente me encanta como se comporta ^^ Que mono cuando se sonroja =D Me lo imagino a la perfección. Esperare al próximo capítulo con ganas (Creo que toca mañana, ¿no? xD)
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Estrella
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Brrrr... ki miedoR Meowth

Mensajepor Estrella »

Azustaita toy señorl!! me va a matar la gata está ~~Meowth~~ pero si solo es ... jijiji unas bromitaaas. tu sabes que no hay mala intención y avisé... ains!!! sino fueses tan puñetera jajajaja, te quiero mucho, me gusta mucho cómo escribes y me voy imprimiendo a fin de luego resumir y ponerme al día... besos.

Sapphire: Encantada... y si... diste en el Claafo!! diox Miiio. Yo adoro a " Mi Lugia...
Besos para ti y Dialga q no dice ni mú.
Prontito volveré a comentar sobre cap. y asiduamente.
E.
lugia
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Sapphire escribió:Meowth, como siempre, el capítulo genial. Aunque ahora estoy un poco traumatizada o.o No me gusta ver a mi pobre Meowth así >.< Pero igualmente me encanta como se comporta ^^ Que mono cuando se sonroja =D Me lo imagino a la perfección. Esperare al próximo capítulo con ganas (Creo que toca mañana, ¿no? xD)

Ponte en el lugar de Meowth por un momento;Sapphire (o séase,tú xD) es humana y él es un Pokémon,y sabe que no puede llegar a nada con ella,y le duele.Absol trata de hacérselo ver sin que le duela,pero bueno...conocemos sobradamente a Meowth,¿o no? Meowth no es muy propenso a ruborizarse,porque bicho más descarado no hay.Lo que sienta por Sapphire debe ser bastante grande;pero podrás ver que sus colegas no es que digamos tengan mucha experiencia en esos temas xDDDD;Jessie tuvo un común ligue adolescente,cuya foto enseñó a un Ditto para que se transformase en él (recuerdo que cuando Meowth pudo ver la foto dijo "¡Ja! ¡Es un chavalín!" (y él tenía 13 años xDD),y la salida de James fue bastante previsible..."¡Vaya,vaya! ¿Conque Jessie tiene novio?"...y ella respondió "Él fue mi primer amor verdadero",y le dijo al Ditto que se transformase en él...y el Pokémon se transformó en la foto del chico con cara de bobo xDDDDD Jessie flipando y James y Meowth revolcándose de risa "¡Ja,ja,ja,ja! ¡Tu primer amor tiene cara de tonto!" y Meowth añade "¡No es de extrañar!" y Jessie,toda cabreada,les mete una castaña a cada uno xDDDDDDDD El único rastro romántico en la historia de James fue esa chica fantasma,y vaya que sí que hay que ser excéntrico en eso xDDDD (Brock no cuenta,ése se va con todas xDDDD) Y Meowth...la historia de Meowsy es bastante conocida,y le salió mal.Y por eso cree que si hace borrón y cuenta nueva con Sapphire...
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{-Dialga-}
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Mensajepor {-Dialga-} »

Siento no haber opinado hoy,pero es que ando un poco liado...Mañana después de comer comento ampliamente,¡prometido ^^!

Y ahora celebremos la vuelta de Estrella...¡Tres opinantes asiduos ya xD;Estrella,Sapphire y un servidor n_n! Pero la primera ha traído una primicia primiciosa...que ya sabía,pero que se haga público le ha tenido que doler a la pobre Meowth xDDDDD
¡Ajajá xDDDD! Qué,Meowth,¿picada? ¿A que molesta lo que tú hacís conmigo y "mi" Jessie? (Que es mi Jessie,lo admití hace tieeempo xD) Pero Estrella...no te pases conmigo o me alío con Sapphire y Meowth...¡cuidadito ¬¬ xD!
Ay ay ay...pero entiendo a Meowth...Me paso las clases (aunque me entero de todo xD) pensando en Jessie y en esos ojos azules...¡Si yo estoy enamorado de Jessie,admitido desde el principio ^///^!

Claro,a mí no me fascinan los ojos verdes de James...¡pero por lo que veo y leo,a Meowth sí xDDDDDD!

Estoy de broma,no es mi intención molestar a nadie...pero pinchar a alguien entretiene de vez en cuando xD
¡Venga,espero el capítulo! (¡Pero déjame opinar ¬¬U xD!)


Estrella escribió:He de ser honesta, es la que más motivos tiene ehh, por que este JAMES tiene un tirón, con ese pelo azul, esos ojos verdes, y ese noble corazón tan leal...

Pues si James tiene tanto tirón como dices,¿cómo es que nadie del foro ni en la serie se fija en él? Meowth es rara hasta en eso xDDDD Es un pobre chico incomprendido...y su melancolía es sugestiva,¿a que sí,Meowth xDDDDDDD?
¡Hey,Estrella! ¿Es que mi Jessie no es tanto como James o qué ¬¬? ¡A mi Jessie no hay quien le haga sombra! Lo que daría yo por estar junto a ella...^///^
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

(Dialga,por esto te enteras ¬¬)

Sé que no pude poner un capítulo,pero por las paranoias de mi madre (¬¬ x10) me han vuelto a castigar con mi punto flaco ¬¬ De todas formas,aprovechando el rollo este,ya voy por el capítulo 31 en mi libreta así que mañana,que estoy fuera del alcance de mi #~!@{*¨)\~%& madre (sí,cabreo ¬¬) pondré el capítulo 29 y el sábado el 30,¿de acuerdo ^^?
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{-Dialga-}
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Mensajepor {-Dialga-} »

Ayer ya no escibiste,pero lo entiendo xDDD Yo estoy pensando en un nuevo fik,pero necesito argumento y todas esas cosas...
Supongo que hoy nos dejarás un capítulo,¿no,Meowth ^^? Me da igual que sea ahora que más tarde...¡pero que de hoy no pase ¬¬!
Y que cuando publiques el capítulo,opinaré del anterior y del ese...xDDD
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Me aburro,así que voy a escribir el capítulo ya xDDD Desde ahora son un poquito más largos,por lo tanto no creo quedarme demasiado corta ^^ ¡Ahí voy n_n!

Cap.28: Seba, la Sombra Oscura

Jessie y Sapphire anduvieron un rato entre la floresta de aquel bosque cubierto de nieve, próximo a Ciudad Puntaneva, buscando pedazos de madera para la fogata del pequeño “campamento” que habían establecido en un claro del bosque tan cerrado que no había apenas una pizca de nieve en la hierba. Jessie, tan impaciente y activa como de costumbre, recorría la nieve que cubría el suelo con su aguda mirada hasta que descubría algún trozo de leña sobresaliendo del manto blanco y frío, el cual indicaba a Sapphire, y la chica lo recogía del suelo y lo añadía a los que tenía ya recogidos.
-Ya podrías llevar tú algún tronco, ¿no crees?-dijo Sapphire con ironía; ella cargaba con todo un montón de madera mientras que Jessie iba muy ligera en el sentido de que no llevaba nada a cuestas.
-Recuerda que acordamos que tú llevabas los leños y yo los buscaba, ¡estamos repartiéndonos el trabajo!-alegó Jessie encogiéndose de hombros-Además, si una servidora no estuviese ojo avizor todo el rato, tú no llevarías semejante carga.
-¿Y cómo debo tomarme eso, bien o mal?
-Mmm…Tómatelo de la forma que me convenga a mí, si te fijas bien, ¡te ahorras una bronca y salimos ganando las dos! ¿Tengo razón o no, Sapph?
Sapphire suspiró con resignación y se apresuró a seguir a Jessie poniendo cuidado en que no se le cayera ningún tronco, ya que la joven había descubierto otro tronco más asomando entre la nieve y se dirigía directa hacia él.
-¡Ajá!-exclamó Jessie alzando el palo con ademán triunfal, y se lo puso a Sapphire en el regazo, con los demás troncos-¡Tengo vista de lince, nada escapa a mi mirada!
-Ya veo, ya-comentó Sapphire desviando la mirada y exhalando un nuevo suspiro resignado-…Pero eso te acabará trayendo problemas a la larga.
-No veo por qué.-dijo Jessie, desconcertada.
-Si ves muchas cosas…Acabarás viendo algo que no quisieras o no deberías ver. Y eso se paga, como todos los errores. No creas que eres especial y que no te va a pasar; les sucede a todos sin excepción-repuso Sapphire clavando en ella sus ojos azul hielo-. Y ya que hablamos de vista, quería preguntarte algo por curiosidad.
-Suelta la lengua, te escucho.
-¿Habías oído hablar en alguna ocasión de la región Sairutsa?-preguntó Sapphire apartándose un mechón de pelo blanco-azulado del ojo izquierdo. La inesperada pregunta pilló a Jessie un poco por sorpresa, y la respuesta tardó un pelín en llegar:
-Pues no, nunca había oído mencionarla. Pero no le veo sentido a la pregunta justo ahora. ¿Por qué me preguntas eso?
-Por el color de tus ojos. No, no me mires así, Jessie; ese azul eléctrico es único del norte de Sairutsa, de donde vengo yo, y aun así muy pocos tienen ese color precisamente. ¿Dónde naciste? Es decir, ¿en qué región?-se corrigió Sapphire para ayudar a Jessie a responder más claramente.
-Nací en la región Hoenn. Ya te digo que de Sairutsa nunca había oído hablar-recalcó la joven pasándose una mano enguantada por su melena-. Y sigo sin pillar nada de lo que me estás contando.
-Hoenn…No sé, es probable que tengas raíces en mi región.-sugirió Sapphire para sí. Jessie se encogió de hombros de nuevo y añadió:
-Hace tiempo que no sé nada de mi familia; cuatro o cinco años quizá. Pero puede que tengas razón… ¡Y la posibilidad me hace sentir especial!
Sapphire esbozó una media sonrisa al ver que Jessie seguía manteniendo la misma moral y autoestima pasase lo que pasase. La chica echó un vistazo al montón de leña que sostenía entre sus brazos y le comentó a su compañera:
-Diría que ya hemos recogido suficiente madera. Podemos regresar con los demás, a mi ver.
-¿Me lo propones porque lo crees de verdad o porque quieres librarte de cargar más leña?-inquirió Jessie sarcásticamente. Sapphire se quedó pensativa un instante y respondió a la pregunta con otra media sonrisa y aire divertido:
-Principalmente era por la primera opción, pero ahora que lo dices…la segunda no está mal.-Jessie sonrió ante la salida de la chica y apostilló:
-Tendrías futuro en el Team Rocket, ¿sabes, Sapph? ¡Así pensamos sus miembros! O bueno…algunos miembros…
Esta vez fue Sapphire quien esbozó su media sonrisa y comenzó a caminar en dirección al pequeño claro donde el grupo había acampado, seguida de Jessie.

Un ratito después, las dos chicas llegaron a su destino; una pequeña zona circular en el bosque rodeada de enormes abetos tan apretados y de ramaje tan abundante que no dejaba ni que la luz entrara en el claro. Antes de que se percataran de su presencia, Jessie y Sapphire vieron a Meowth y a Absol conversando mentalmente (se lo dijo Sapphire a Jessie cuando vio el brillo de los ojos de los dos Pokémon). Al parecer, Leonor aún no había vuelto de recoger bayas, y en cuanto a James…bueno, desde luego, allí no estaba.
-Hola, chicos-saludó Sapphire; Meowth se volvió bruscamente hacia ella, rojo como un tomate-. ¿Habéis tenido algún problema?
<<Nada de importancia>>-repuso Absol guiñándole un ojo discretamente a Meowth; Jessie les hizo a los Pokémon un gesto amable con la mano a modo de saludo-<<Por tanto, todo ha ido bien>>
-¿Leonor aún no ha vuelto?-preguntó Sapphire a nadie en particular dejando la madera en el suelo, al lado de la fogata. Una voz burlona sobresaltó a las dos chicas:
-¿Qué creéis que soy yo, un adorno de mesa?-Jessie y Sapphire se volvieron rápidamente hacia la fuente de voz y vieron a Leonor envuelta en su manta marrón y apoyada en el tronco de un árbol leyendo su libro “Eldest”. Evidentemente, el color de la manta y del pelo de la chica les había hecho creer que era parte del árbol, y el apuro de las chicas hizo reír por lo bajo a Meowth y Absol.
-¡Leonor! No-no te habíamos visto…
-Eso ya lo había deducido yo solita por increíble que os parezca, y no creáis que es nuevo que no se repare en mí.-respondió Leonor riendo para sorpresa de Jessie y Sapphire. En un intento de acallar las risas de Meowth y Absol, Jessie miró a su alrededor fingiendo estar extrañada:
-¿Se puede saber dónde diablos se ha metido James? ¡Dijo que se quedaría con vosotros!
-Cuando yo volví, ya se había marchado-intervino Leonor sin alzar la vista de su libro abierto-. Claro que no se me ocurrió preguntarles a estos dos…-añadió refiriéndose a Meowth y Absol. Meowth salió de su estado de “apuro” ante Sapphire y explicó:
-Se fue hace un rato, media hora o por ahí, con manta y todo. Absol le preguntó adónde iba y su respuesta con palabras textuales (sí, las recuerdo) fue “Necesito estar un rato solo”, y agregó después “No espero tardar mucho”. Propio de él.-apostilló, socarrón.
-Sí, muy propio; tanto que ya nos conocemos la cantinela… “No espero tardar mucho” se traduce como “Puedo pasarme dos horas sin que me dé cuenta absorto en mis pensamientos”-replicó Jessie cruzándose de brazos, exasperada y reprobadora-. Y con el vendaval que parece que se ha levantado, ya me contarás.
<<Sólo es un poco de viento>>-terció Absol tratando de tranquilizarla-<<¿Crees que eso va a ser mortal para él o qué?>>-Sapphire negó con la cabeza y dijo:
-Por esta zona, según tengo entendido, el viento puede volverse una ventisca con mucha facilidad, y eso sí que es peligroso. No podéis echarle las culpas a James-añadió al ver la expresión de enfado de Jessie y la alarma de Meowth-, porque dudo mucho que supiera eso. Sin embargo, sí creo conveniente que alguien vaya a buscarlo antes de que el tiempo empeore.
-Otra vez tenemos que sacarlo de los líos en los que se mete sin ayuda de nadie-se quejó Jessie-. ¿Y quién será ese “alguien” que vaya a traerlo a rastras aunque sea?
Meowth, Leonor y Absol desviaron la mirada eludiendo la pregunta, y Sapphire le dirigió a Jessie una media sonrisa elocuente. Entendiendo la insinuación, Jessie gruñó y cogió bruscamente su manta.
-Muy bien, muy bien, ya lo he entendido. ¡Ya iré yo, para no variar!-les espetó Jessie envolviéndose en la manta, y echó a andar en dirección oeste con cara agria.
-¡Lleva cuidado, y procura no hacer algo de lo que te puedas lamentar más tarde!-le aconsejó Leonor amablemente. La joven asintió sin volverse y siguió caminando, pero antes de que pudiera dar más de diez pasos, Absol la retuvo con una frase:
<<Se marchó hacia el norte, así que creo que te conviene más ir en esa dirección que en la que vas ahora>>-Meowth y Leonor rompieron a reír ante la salida del Pokémon Siniestro.
-Gracias por la información.-replicó Jessie con fastidio debido al tono irónico que Absol había usado, y se internó en el bosque, esta vez sí, por el camino del norte.

El viento sacudía con fuerza las copas de los abetos cubiertos de nieve, y por extensión, la melena color ciruela rojizo de Jessie seguía el mismo camino que los árboles. Hacía rato que el débil viento que soplaba cuando la joven había salido en busca de James se había convertido en un fuerte vendaval que podía convertirse en ventisca en cualquier momento. Jessie había buscado a su amigo durante un buen rato por todo el bosque, pero aquello parecía todo igual, y ya tenía la impresión de estar avanzando en círculos, y lo único que había descubierto era la forma de empeorar el resfriado que llevaba encima; por todo eso Jessie no dejaba de murmurar vagas amenazas sobre lo que le haría a James en cuanto lo pillara por estar tragando nieve y soportando el furioso viento.
En el mismo momento en el que la joven ya se estaba planteando que Absol le había tomado el pelo (hipótesis que descartó cuando recordó que Absol nunca mentía en cosas serias), los árboles se abrieron dando paso al final del bosque, por fin. Satisfecha, Jessie corrió hacia la salida procurando no tropezar con el bajo de la manta con la que se cubría; pero el límite del bosque daba directamente a un alto acantilado cubierto de nieve, y a los pies de aquel precipicio se podía ver el mar con algunas capas de hielo en su superficie. Frustrada, Jessie miró en rededor; seguía sin haber rastro de James.
Jessie estaba a punto de darse por vencida (algo preocupante en ella) cuando, por pura casualidad, decidió echar un vistazo a lo lejos con intención de contemplar un poco el paisaje a pesar del viento. Había otro precipicio al este de su situación, más o menos a unos ochocientos metros de distancia. Y apoyada en el tronco del último abeto de aquella zona del bosque, había una figura que para Jessie era inconfundible. Una figura alta y delgada a la que el fuerte viento le hacía revolotear la manta marrón que la cubría (muy similar a la que Jessie llevaba encima) y le agitaba el pelo de color añil, lacio y largo hasta el final del cuello.
-Ya te he encontrado, James-murmuró Jessie entornando sus ojos azul eléctrico-. ¡Ésta me la pagas, te lo advierto!
Harta del frío y del viento que estaba soportando, Jessie echó a correr en dirección al precipicio del este; tuvo suerte de que hubiera un estrecho paso entre ellos que llevaba al otro acantilado sin necesidad de volver a entrar al bosque. Tardó un par de minutos en llegar al otro precipicio y eso que tropezó con la manta un par de veces; y una vez estuvo cerca de su amigo, se aproximó a él de puntillas para no delatar su presencia. De todas formas, James estaba absorto en la contemplación de algo que había en el horizonte, y aunque Jessie hubiera caminado de forma normal, no se habría dado cuenta de que la joven estaba justo detrás de él. Jessie se apoyó tras el tronco del abeto con la mano y soltó:
-Hace vientecillo hoy, ¿verdad?-debido al susto que le pegó Jessie, James, que tenía la espalda apoyada en el lateral derecho del árbol y había girado la cabeza hacia el frente, dejó escapar un grito ahogado y por poco perdió el equilibrio (que ya es decir, perder el equilibrio en un punto de apoyo).
-¡Jess, menudo susto me has dado!-protestó, lanzándole a su amiga una mirada fulminante-¿Qué estás haciendo aquí? ¡Creí que podría pasar un rato de tranquilidad aquí, pero ya veo que no!
-Lo que estaba haciendo era buscarte por encargo de Sapphire-contestó Jessie poniendo los brazos en jarras por debajo de la manta-. ¡Dijo que aquí el viento leve se puede volver un vendaval enseguida, pero veo que no te has dado cuenta, a juzgar por las apariencias!
-En determinadas ocasiones, veo más importante aguantar el vendaval que dices si con ello puedo asegurar la seguridad de mis compañeros.
-A ver, ¿con qué me vienes ahora? ¿Otra de tus filosofaciones u otro de tus delirios?
James señaló con la cabeza hacia delante y volvió a observar lo que antes contemplaba; Jessie dirigió la mirada hacia el punto que le indicaba su amigo. A pesar del viento y de la nieve que arrastraba consigo, pudo distinguir con claridad un círculo de abetos en cuyo interior se extendía un gran lago, y en el centro del lago había una pequeña isla rocosa. En ella se alzaba un gran edificio de acero con forma hexagonal, y se adivinaba alguna ventana de tamaño considerable. Jessie lo identificó de inmediato; aquello era una base de Cífer.
-¡El Lago Agudeza!-exclamó, sorprendida-¿Era eso lo que te tenía tan entretenido? ¿O estabas papando Ninjask sin más?
-No exactamente, pero vas bien encaminada. Lo que yo estaba haciendo era valorando y evaluando la base Cífer para encontrar un camino seguro para infiltrarnos en ella; pero por ahora lo veo crudo, esta base está mucho más vigilada que la del Lago Veraz…-repuso James moviendo la cabeza, contrariado. Jessie alzó una ceja algo desconcertada, y se cruzó de brazos con aire inquisitivo:
-En la base del Lago Veraz no había ni un alma, ¿tratas de tomarme el pelo?
-Hoy estás espesa, Jessie-terció la inconfundible y nasal voz de Meowth, sobresaltándolos-. ¡Por algo lo dice; razona!
-¡Meowth!-exclamó Jessie, molesta-¡No aparezcas así por las buenas, que asustas! ¿Qué haces aquí?
-Primero; ¿tan horrible soy? Segundo; ¿acaso no estoy en mi derecho de ver si mis mejores amigos están bien? Me parecen preguntas algo retóricas.-bromeó Meowth, que estaba detrás de ellos envuelto también en su manta. Cómo les habría encontrado, sigue siendo una incógnita, pero lo cierto era que estaba allí.
-Tienes razón, Meowth; estás en tu derecho-concedió James desviando de nuevo la vista hacia la base Cífer-. Algo me dice que los soldados de esa base ya tienen noticias acerca de nosotros. Puede que incluso sepan que estamos aquí y todo.
-¿Qué? ¿De qué hablas? ¿Qué me he perdido? ¿Qué es lo que no sé? ¿Qué me ocultáis? ¿Qué ha pasado? ¿Cuándo ha pasado?-comenzó a disparar Meowth frenéticamente. Jessie le chistó furiosamente y le señaló el Lago Agudeza para que comprendiera. Mientras el Pokémon parlante observaba atentamente la base Cífer asintiendo con la boca abierta en un silencioso “¡Ah!”, Jessie se volvió hacia James con aire molesto:
-¿De verdad crees que saben que nos disponemos a aplastarlos a ellos y al prototipo de esta base si es que tienen alguno? No exageres tanto-le reprendió; el joven no dio muestras de haberle oído-. ¿Cómo van a saber nada si acabamos de llegar a esta ruta?
-¿No crees que les estás subestimando, Jessie? ¡No eres la única previsora e inteligente en el mundo!-intervino Meowth, y enrojeció un poco-Sapphire dijo que esta base tenía la crème de la crème en tecnología y avances y todas esas cosas. ¡No sería muy del otro mundo que James tuviera razón!
-¡Te veo un poco demasiado obsesionado con Sapphire, Meowth!
El Pokémon parlante, rojo como un tomate y muy nervioso, se dispuso a soltar uno de sus ocurrentes e irónicos comentarios de ataque y defensa; pero antes de que ninguno de los dos pudiera decir nada, James abrió súbitamente sus ojos entornados, giró la cabeza hacia donde estaban ellos en un rápido movimiento, pero fijó la vista en unos altos y espesos matorrales que estaban a una distancia media del trío. Jessie tenía intención de preguntarle si había visto algún Pokémon raro que mereciera ser capturado para el jefe del Team Rocket, pero Meowth le distrajo cuando orientó sus orejas puntiagudas de forma repentina hacia el mismo punto en el que James había clavado su mirada.
-¿Pero qué tripa se os ha roto?-inquirió la joven, perpleja pero exasperada; lo que no se esperaba para nada fue el siseo que le dedicaron sus compañeros.
-¿No tienes la impresión de que nos están observando, Jess? ¿Acaso no sientes nada raro?-susurró James manteniendo la mirada fija en los matorrales, al igual que Meowth. Jessie, alarmada, trató de centrarse; sí, una especie de extraña inquietud, demasiado silencio en el viento… y fue gracias a que estaban los tres en tensión que pudieron notar cómo una gran cantidad de energía se concentraba tras los arbustos.
-¡¡Echaos a un lado, nos atacan!!-gritó Meowth tratando de hacerse hacia la derecha. Sus amigos reaccionaron a tiempo de evitar de refilón un Hiperrayo que buscó sus cuerpos como una serpiente lanzada, y que logró hacerles perder el equilibrio y caer sobre la nieve. Una sombra alta se erguía amenazadoramente junto a un brillante Scizor, y parecía sonreír siniestramente.
-¿Estos son la temible amenaza que destruyeron la base del Lago Veraz y derrotaron a los prototipos XD002 y XD003? Qué pena; esperaba unos rivales dignos, y por desgracia tendré que acabaros demasiado fácilmente.-repuso el extraño fríamente; tenía una voz suave y misteriosa, pero que no dejaba traslucir ninguna emoción. Jessie perdió la paciencia y le gritó:
-¿¡Quién eres, carota!? ¡Muéstrate, da la cara, cobarde!
El desconocido y su Scizor avanzaron hacia ellos con tranquilidad, y se reveló su aspecto; era un joven alto, de más o menos la edad de Jessie y James (es decir, rondaba los veinte años), vestía una cazadora y unos vaqueros negros, el mismo color de su pelo alborotado que le tapaba el ojo derecho. El izquierdo era del mismo color que el ámbar, pero aquella rareza era eclipsada por la mirada fría y cortante de aquel joven.
-¿Queréis saber quién soy? Mi nombre es temido por todos los enemigos de Cífer, ya que nadie ha escapado, escapa o escapará de mí. Soy Seba, más conocido por mis rivales como la Sombra Oscura.
-Pues vaya título tonto-comentó Meowth, incapaz de contener su sentido del humor y su ironía a pesar del peligro-. ¡Todas las sombras son oscuras! Desde luego, yo personalmente nunca he visto una sombra luminosa.-Seba no pareció ofenderse ni un ápice; se limitó a sonreír maliciosamente.
-Soy la Sombra Oscura porque visto de negro, y suelo actuar de noche con mis Pokémon Oscuros. Los miembros de Cífer con los que os habéis cruzado antes no eran más que bisoños. Los soldados más importantes tienen uno o más Pokémon Oscuros, y nadie puede vencerles-explicó burlonamente-. Y yo soy la sombra que acaba furtivamente con todas las posibles amenazas de Cífer, tal y como haré con vosotros y vuestros compañeros.
-¿De verdad crees que vamos a ponértelo fácil? No somos tan necios ni tan inútiles como piensas; como tú has dicho, os hemos asestado varios golpes de gravedad.-arguyó James, a quien el nuevo peligro le había hecho salir de su estado meditabundo y algo apático, y ahora sus ojos verdes presentaban el mismo destello de decisión que relucía permanente en los ojos azules de Jessie. Seba esbozó una sonrisa sarcástica cuando oyó aquellas palabras:
-Estás muy equivocado si crees que vas a ser tú quien frustre mis objetivos; un simple miembro del Team Rocket enclenque y delgaducho…lo veo muy difícil, sí. ¡Scizor, Garra Metal!-ordenó la Sombra Oscura. Su Scizor alzó su pinza derecha, que se envolvió en una luz blanca, y a una velocidad asombrosa, el Pokémon se lanzó contra James, quien no pudo siquiera moverse antes de que la pinza le golpeara con tanta fuerza que el joven fue lanzado hacia atrás hasta casi el borde del precipicio.
-¡¡James!!-gritó Meowth, debatiéndose entre la furia, la impotencia y la preocupación. Jessie no perdió el tiempo en gritos; se levantó de un saltó y corrió al lado de su amigo, no sin antes lanzarle su mirada más fulminante a Seba, que seguía impasible junto a su Scizor. James había perdido el conocimiento debido al fuerte golpe que le había dado el Pokémon de Seba, y como consecuencia tenía un gran rasguño justo debajo del ojo derecho, el lugar en el que el Scizor le había golpeado. Meowth quiso seguir a Jessie para comprobar el estado de su amigo, pero una fuerte pinza le sujetó del brazo, rasgándole la manta con la que se cubría el Pokémon parlante. Meowth se giró y alzó la cabeza, y se le cayó el alma a los pies cuando vio al Scizor de Seba impidiéndole avanzar; eso no impidió que Meowth se revolviera y pataleara tratando de liberarse.
-¡Suéltame, saltamontes de pimentón! ¡Que me sueltes, te digo!
-No lo hará-repuso la Sombra Oscura sin emoción-.Tú te vienes conmigo a la base del Lago Agudeza, y vas a soltar prenda sobre todo lo que sabes acerca de los objetos sagrados. Y también quiero información acerca de la Portadora de la Esfera de Mesprit.-añadió dirigiendo a Jessie una extraña mirada, y ella, indignada, se irguió de forma intimidatoria.
-¡No te permitiré tocar un solo pelo de mis amigos mientras yo esté presente! ¡Adelante, Dustox!-gritó, lanzando al aire una de sus Pokéball, la cual se abrió, dejando salir a su Dustox, que batió las alas orgullosamente. Seba se limitó a sacar una Pokéball de un bolsillo de su cazadora negra y la lanzó al aire. De ella salió un haz de luz blanca que tomó la forma de un gran Charizard…pero no un Charizard cualquiera; aquel Charizard tenía la piel de color negro y las alas rojo granate, y todo él emitía pequeños destellos.
-¡Eh, para! ¡E-eso es un Pokémon espejismo!-exclamó Meowth, asombrado y olvidándose por un momento de que estaba atrapado. Pero lo recordó en cuanto Scizor batió sus alas de insecto y se elevó mientras Seba subía al lomo de su Charizard-¡No, no; yo me mareo volando! ¡Suéltame, bicho!
-¡No vas a escapar tan fácilmente, Seba! ¡Dustox, Remolino!-ordenó Jessie, reaccionando rápidamente. Dustox batió muy fuertemente las alas y provocó una violenta ráfaga de viento que hizo tambalearse peligrosamente al Charizard espejismo y por poco desequilibró al Scizor. Seba simplemente silbó, y su Charizard inspiró y exhaló un chorro de llamas que cruzó el espacio que separaba a Dustox de él en un instante, y el Pokémon de Jessie nada pudo hacer para esquivar el ataque Lanzallamas; Dustox cayó fulminado en apenas unos segundos. Sin que Jessie pudiera hacer nada por impedirlo, el Charizard negro alzó el vuelo y se quedó suspendido en el aire al lado del Scizor, que seguía sujetando a Meowth, que no dejaba de protestar, despotricar y patalear y de tratar de zafarse de las pinzas del Scizor.
-Adiós, Portadora-dijo Seba con cierto rastro de emoción en su voz-. Si tú y tu “inconsciente” amigo queréis de vuelta a Meowth…os esperaré encantado en el Lago Agudeza. Espero que no pase mucho tiempo hasta ese momento.
Una vez la Sombra Oscura hubo dicho esto, espoleó a su Charizard espejismo y se alejó volando junto a su Scizor y a un cautivo Meowth, que seguía despotricando sin cesar contra el miembro de Cífer y sus Pokémon, y se marcharon en dirección al Lago Agudeza ante la impotencia de Jessie, que se quedó allí parada junto a su noqueado Dustox y a un inconsciente y herido James, intentando asimilar que Seba había raptado a uno de sus mejores amigos sin que ella pudiera hacer nada…Nada, excepto comunicarlo a sus compañeros e idear un plan de rescate.
------------------------------------------------------------
¡Espero que os haya gustado ^^! El siguiente,si no hay cambios de última hora,se titula Ideando la incursión

Es que para los títulos de los capítulos no me caliento mucho la cabeza xDDD Es tarde,así que no me enrollo.
Ahora es Meowth quien ha sido raptado (que Dios les pille confesados a los de Cífer xDDD) ...Una nueva amenaza se cierne sobre el grupo…¿Y qué interés puede tener Seba en Jessie?

¡Todo se andará en el siguiente capítulo n_n!

¡Y espero opiniones ^^!
Última edición por >-Meowth-< el Dom Feb 03, 2008 8:53 am, editado 1 vez en total.
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And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
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The Black Knight
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Mensajepor The Black Knight »

bueno lo que he podido leer hasta ahora me ha gustado pero bueno, aun no termino de leerlo XD, y pongo el post, para que veas que estoy atento, bueno cuidate Xau

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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

En el último que he posteado apareces tú, Scizor-Black ^^ No te preocupes,tómate tu tiempo para leerlo y entenderlo todo;no te dejes nada,porque el mínimo detalle puede ser crucial,te lo advierto n_nU Puedes leerte el capítulo en el que apareces,pero si no has leído ciertos detalles,quizá no lo entiendas xD Ya te digo,tómate tu tiempo.
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Dark Gato con Botas
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Mensajepor Dark Gato con Botas »

¡Me encantó el capítulo ^^! Lo que me sorprendió fue que el Seba ese raptara a Meowth ¬¬ Desde luego,Meowth los fundirá,eso seguro xDDDDD Seba es algo...¿engreído o_O? ¡Fantástico,sigue así ^^!

En garde!!

Sapphire
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Mensajepor Sapphire »

Meowth O_O Mi pobre Meowth secuestrado >.< ¡Seba devuelvemelo! >.< Buen capítulo ^^ Siguelo pronto!

Pd: Por cierto Meowth, al leer el cáp creo que ya se a quien te referias por mp x'D En lo de ''Como Vic y Chris''
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

¿De veras xDDD? Una chica lista,¿eh xDDDD? La verdad es que en teoría está bastante clarito...Aunque creo que a Dialga no va a hacerle mucha gracia xDDDD Claro,si es que te estás refieriendo a quienes creo que te refieres,Sapphire ^^U
No te preocupes,tu Meowth se lo va a pasar bastante bien en la base Cífer...ya lo veréis,con esa parte ¡me mondo xDDDD!
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Sapphire
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Registrado: Vie Ago 24, 2007 8:08 am

Mensajepor Sapphire »

¿Verdad que soy inteligente? x'DDD La verdad que no me enteré hasta que lei lo que pusiste al final x3 Tengo ganas del siguiente cáp ^_^ ¿Seguro que mi Meowth se lo pasa bien? ¡¿Secuestrado?! o.o Quiero leerlo ya x'DDDD
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**Koke**
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Mensajepor **Koke** »

>-Meowth-< muy bueno el capitulo y como siempre Meowth con su humor xD
siguelo ta muy bueno quiero aparecer >.<
Bye!

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{-Dialga-}
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Mensajepor {-Dialga-} »

Madre mía,el capítulo está genial o_O Opinaré sobre él ahora mismito ^^

Partes cómicas


Jessie, tan impaciente y activa como de costumbre, recorría la nieve que cubría el suelo con su aguda mirada hasta que descubría algún trozo de leña sobresaliendo del manto blanco y frío, el cual indicaba a Sapphire, y la chica lo recogía del suelo y lo añadía a los que tenía ya recogidos.
-Ya podrías llevar tú algún tronco, ¿no crees?-dijo Sapphire con ironía; ella cargaba con todo un montón de madera mientras que Jessie iba muy ligera en el sentido de que no llevaba nada a cuestas.
-Recuerda que acordamos que tú llevabas los leños y yo los buscaba, ¡estamos repartiéndonos el trabajo!-alegó Jessie encogiéndose de hombros-Además, si una servidora no estuviese ojo avizor todo el rato, tú no llevarías semejante carga.
-¿Y cómo debo tomarme eso, bien o mal?
-Mmm…Tómatelo de la forma que me convenga a mí, si te fijas bien, ¡te ahorras una bronca y salimos ganando las dos! ¿Tengo razón o no, Sapph?

Sapphire suspiró con resignación y se apresuró a seguir a Jessie poniendo cuidado en que no se le cayera ningún tronco, ya que la joven había descubierto otro tronco más asomando entre la nieve y se dirigía directa hacia él.
-¡Ajá!-exclamó Jessie alzando el palo con ademán triunfal, y se lo puso a Sapphire en el regazo, con los demás troncos-¡Tengo vista de lince, nada escapa a mi mirada!
-Ya veo, ya-comentó Sapphire desviando la mirada y exhalando un nuevo suspiro resignado-…Pero eso te acabará trayendo problemas a la larga.
-No veo por qué.-dijo Jessie, desconcertada.
-Si ves muchas cosas…Acabarás viendo algo que no quisieras o no deberías ver. Y eso se paga, como todos los errores. No creas que eres especial y que no te va a pasar; les sucede a todos sin excepción
-repuso Sapphire clavando en ella sus ojos azul hielo-. Y ya que hablamos de vista, quería preguntarte algo por curiosidad.
-Suelta la lengua, te escucho.
-¿Habías oído hablar en alguna ocasión de la región Sairutsa?-preguntó Sapphire apartándose un mechón de pelo blanco-azulado del ojo izquierdo. La inesperada pregunta pilló a Jessie un poco por sorpresa, y la respuesta tardó un pelín en llegar:
-Pues no, nunca había oído mencionarla. Pero no le veo sentido a la pregunta justo ahora. ¿Por qué me preguntas eso?
-Por el color de tus ojos. No, no me mires así, Jessie; ese azul eléctrico es único del norte de Sairutsa, de donde vengo yo, y aun así muy pocos tienen ese color precisamente. ¿Dónde naciste? Es decir, ¿en qué región?-se corrigió Sapphire para ayudar a Jessie a responder más claramente.
-Nací en la región Hoenn. Ya te digo que de Sairutsa nunca había oído hablar-recalcó la joven pasándose una mano enguantada por su melena-. Y sigo sin pillar nada de lo que me estás contando.
-Hoenn…No sé, es probable que tengas raíces en mi región.-sugirió Sapphire para sí. Jessie se encogió de hombros de nuevo y añadió:
-Hace tiempo que no sé nada de mi familia; cuatro o cinco años quizá. Pero puede que tengas razón… ¡Y la posibilidad me hace sentir especial!
Sapphire esbozó una media sonrisa al ver que Jessie seguía manteniendo la misma moral y autoestima pasase lo que pasase. La chica echó un vistazo al montón de leña que sostenía entre sus brazos y le comentó a su compañera:
-Diría que ya hemos recogido suficiente madera. Podemos regresar con los demás, a mi ver.
-¿Me lo propones porque lo crees de verdad o porque quieres librarte de cargar más leña?-inquirió Jessie sarcásticamente. Sapphire se quedó pensativa un instante y respondió a la pregunta con otra media sonrisa y aire divertido:
-Principalmente era por la primera opción, pero ahora que lo dices…la segunda no está mal.-Jessie sonrió ante la salida de la chica y apostilló:
-Tendrías futuro en el Team Rocket, ¿sabes, Sapph? ¡Así pensamos sus miembros! O bueno…algunos miembros…

La primera en la frente xDDDD ¡Mi Jessie es especial,es que no lo pillas,Sapphire ^\\\^! Me reí mucho con esto xDDDD Eso sí,mi Jessie a veces es un poco tocanarices xDD

Antes de que se percataran de su presencia, Jessie y Sapphire vieron a Meowth y a Absol conversando mentalmente (se lo dijo Sapphire a Jessie cuando vio el brillo de los ojos de los dos Pokémon). Al parecer, Leonor aún no había vuelto de recoger bayas, y en cuanto a James…bueno, desde luego, allí no estaba.
-Hola, chicos-saludó Sapphire; Meowth se volvió bruscamente hacia ella, rojo como un tomate-. ¿Habéis tenido algún problema?
<<Nada de importancia>>-repuso Absol guiñándole un ojo discretamente a Meowth; Jessie les hizo a los Pokémon un gesto amable con la mano a modo de saludo-<<Por tanto, todo ha ido bien>>
-¿Leonor aún no ha vuelto?-preguntó Sapphire a nadie en particular dejando la madera en el suelo, al lado de la fogata. Una voz burlona sobresaltó a las dos chicas:
-¿Qué creéis que soy yo, un adorno de mesa?-Jessie y Sapphire se volvieron rápidamente hacia la fuente de voz y vieron a Leonor envuelta en su manta marrón y apoyada en el tronco de un árbol leyendo su libro “Eldest”. Evidentemente, el color de la manta y del pelo de la chica les había hecho creer que era parte del árbol, y el apuro de las chicas hizo reír por lo bajo a Meowth y Absol.
-¡Leonor! No-no te habíamos visto…
-Eso ya lo había deducido yo solita por increíble que os parezca, y no creáis que es nuevo que no se repare en mí.-respondió Leonor riendo para sorpresa de Jessie y Sapphire. En un intento de acallar las risas de Meowth y Absol, Jessie miró a su alrededor fingiendo estar extrañada:
-¿Se puede saber dónde diablos se ha metido James? ¡Dijo que se quedaría con vosotros!
-Cuando yo volví, ya se había marchado-intervino Leonor sin alzar la vista de su libro abierto-. Claro que no se me ocurrió preguntarles a estos dos…-añadió refiriéndose a Meowth y Absol. Meowth salió de su estado de “apuro” ante Sapphire y explicó:
-Se fue hace un rato, media hora o por ahí, con manta y todo. Absol le preguntó adónde iba y su respuesta con palabras textuales (sí, las recuerdo) fue “Necesito estar un rato solo”, y agregó después “No espero tardar mucho”. Propio de él.-apostilló, socarrón.
-Sí, muy propio; tanto que ya nos conocemos la cantinela “No espero tardar mucho” se traduce como “Puedo pasarme dos horas sin que me dé cuenta absorto en mis pensamientos”-replicó Jessie cruzándose de brazos, exasperada y reprobadora-. Y con el vendaval que parece que se ha levantado, ya me contarás.
<<Sólo es un poco de viento>>-terció Absol tratando de tranquilizarla-<<¿Crees que eso va a ser mortal para él o qué?>>-Sapphire negó con la cabeza y dijo:
-Por esta zona, según tengo entendido, el viento puede volverse una ventisca con mucha facilidad, y eso sí que es peligroso. No podéis echarle las culpas a James-añadió al ver la expresión de enfado de Jessie y la alarma de Meowth-, porque dudo mucho que supiera eso. Sin embargo, sí creo conveniente que alguien vaya a buscarlo antes de que el tiempo empeore.
-Otra vez tenemos que sacarlo de los líos en los que se mete sin ayuda de nadie-se quejó Jessie-. ¿Y quién será ese “alguien” que vaya a traerlo a rastras aunque sea?
Meowth, Leonor y Absol desviaron la mirada eludiendo la pregunta, y Sapphire le dirigió a Jessie una media sonrisa elocuente. Entendiendo la insinuación, Jessie gruñó y cogió bruscamente su manta.
-Muy bien, muy bien, ya lo he entendido. ¡Ya iré yo, para no variar!-les espetó Jessie envolviéndose en la manta, y echó a andar en dirección oeste con cara agria.
-¡Lleva cuidado, y procura no hacer algo de lo que te puedas lamentar más tarde!-le aconsejó Leonor amablemente. La joven asintió sin volverse y siguió caminando, pero antes de que pudiera dar más de diez pasos, Absol la retuvo con una frase:
<<Se marchó hacia el norte, así que creo que te conviene más ir en esa dirección que en la que vas ahora>>-Meowth y Leonor rompieron a reír ante la salida del Pokémon Siniestro.
-Gracias por la información
.-replicó Jessie con fastidio debido al tono irónico que Absol había usado, y se internó en el bosque, esta vez sí, por el camino del norte.

Cito toda esta parte porque tiene cada salida que...xDDDD Ahora que ya sabemos lo de Meowth,entiendo que le haya dado por marcharse a James...La cantinela...eso es brutal xDDDD Muy de España xDDDDD

El viento sacudía con fuerza las copas de los abetos cubiertos de nieve, y por extensión, la melena color ciruela rojizo de Jessie seguía el mismo camino que los árboles. Hacía rato que el débil viento que soplaba cuando la joven había salido en busca de James se había convertido en un fuerte vendaval que podía convertirse en ventisca en cualquier momento. Jessie había buscado a su amigo durante un buen rato por todo el bosque, pero aquello parecía todo igual, y ya tenía la impresión de estar avanzando en círculos, y lo único que había descubierto era la forma de empeorar el resfriado que llevaba encima; por todo eso Jessie no dejaba de murmurar vagas amenazas sobre lo que le haría a James en cuanto lo pillara por estar tragando nieve y soportando el furioso viento.
En el mismo momento en el que la joven ya se estaba planteando que Absol le había tomado el pelo (hipótesis que descartó cuando recordó que Absol nunca mentía en cosas serias), los árboles se abrieron dando paso al final del bosque, por fin. Satisfecha, Jessie corrió hacia la salida procurando no tropezar con el bajo de la manta con la que se cubría; pero el límite del bosque daba directamente a un alto acantilado cubierto de nieve, y a los pies de aquel precipicio se podía ver el mar con algunas capas de hielo en su superficie. Frustrada, Jessie miró en rededor; seguía sin haber rastro de James.
Jessie estaba a punto de darse por vencida (algo preocupante en ella) cuando, por pura casualidad, decidió echar un vistazo a lo lejos con intención de contemplar un poco el paisaje a pesar del viento. Había otro precipicio al este de su situación, más o menos a unos ochocientos metros de distancia. Y apoyada en el tronco del último abeto de aquella zona del bosque, había una figura que para Jessie era inconfundible. Una figura alta y delgada a la que el fuerte viento le hacía revolotear la manta marrón que la cubría (muy similar a la que Jessie llevaba encima) y le agitaba el pelo de color añil, lacio y largo hasta el final del cuello.
-Ya te he encontrado, James-murmuró Jessie entornando sus ojos azul eléctrico-. ¡Ésta me la pagas, te lo advierto!
Harta del frío y del viento que estaba soportando, Jessie echó a correr en dirección al precipicio del este; tuvo suerte de que hubiera un estrecho paso entre ellos que llevaba al otro acantilado sin necesidad de volver a entrar al bosque. Tardó un par de minutos en llegar al otro precipicio y eso que tropezó con la manta un par de veces; y una vez estuvo cerca de su amigo, se aproximó a él de puntillas para no delatar su presencia. De todas formas, James estaba absorto en la contemplación de algo que había en el horizonte, y aunque Jessie hubiera caminado de forma normal, no se habría dado cuenta de que la joven estaba justo detrás de él. Jessie se apoyó tras el tronco del abeto con la mano y soltó:
-Hace vientecillo hoy, ¿verdad?-debido al susto que le pegó Jessie, James, que tenía la espalda apoyada en el lateral derecho del árbol y había girado la cabeza hacia el frente, dejó escapar un grito ahogado y por poco perdió el equilibrio (que ya es decir, perder el equilibrio en un punto de apoyo).
-¡Jess, menudo susto me has dado!-protestó, lanzándole a su amiga una mirada fulminante-¿Qué estás haciendo aquí? ¡Creí que podría pasar un rato de tranquilidad aquí, pero ya veo que no!
-Lo que estaba haciendo era buscarte por encargo de Sapphire-contestó Jessie poniendo los brazos en jarras por debajo de la manta-. ¡Dijo que aquí el viento leve se puede volver un vendaval enseguida, pero veo que no te has dado cuenta, a juzgar por las apariencias!
-En determinadas ocasiones, veo más importante aguantar el vendaval que dices si con ello puedo asegurar la seguridad de mis compañeros.
-A ver, ¿con qué me vienes ahora? ¿Otra de tus filosofaciones u otro de tus delirios?
James señaló con la cabeza hacia delante y volvió a observar lo que antes contemplaba; Jessie dirigió la mirada hacia el punto que le indicaba su amigo. A pesar del viento y de la nieve que arrastraba consigo, pudo distinguir con claridad un círculo de abetos en cuyo interior se extendía un gran lago, y en el centro del lago había una pequeña isla rocosa. En ella se alzaba un gran edificio de acero con forma hexagonal, y se adivinaba alguna ventana de tamaño considerable. Jessie lo identificó de inmediato; aquello era una base de Cífer.
-¡El Lago Agudeza!-exclamó, sorprendida-¿Era eso lo que te tenía tan entretenido? ¿O estabas papando Ninjask sin más?
-No exactamente, pero vas bien encaminada. Lo que yo estaba haciendo era valorando y evaluando la base Cífer para encontrar un camino seguro para infiltrarnos en ella; pero por ahora lo veo crudo, esta base está mucho más vigilada que la del Lago Veraz…-repuso James moviendo la cabeza, contrariado. Jessie alzó una ceja algo desconcertada, y se cruzó de brazos con aire inquisitivo:
-En la base del Lago Veraz no había ni un alma, ¿tratas de tomarme el pelo?
-Hoy estás espesa, Jessie-terció la inconfundible y nasal voz de Meowth, sobresaltándolos-. ¡Por algo lo dice; razona!

-¡Meowth!-exclamó Jessie, molesta-¡No aparezcas así por las buenas, que asustas! ¿Qué haces aquí?
-Primero; ¿tan horrible soy? Segundo; ¿acaso no estoy en mi derecho de ver si mis mejores amigos están bien? Me parecen preguntas algo retóricas.-bromeó Meowth, que estaba detrás de ellos envuelto también en su manta. Cómo les habría encontrado, sigue siendo una incógnita, pero lo cierto era que estaba allí.
-Tienes razón, Meowth; estás en tu derecho-concedió James desviando de nuevo la vista hacia la base Cífer-. Algo me dice que los soldados de esa base ya tienen noticias acerca de nosotros. Puede que incluso sepan que estamos aquí y todo.
-¿Qué? ¿De qué hablas? ¿Qué me he perdido? ¿Qué es lo que no sé? ¿Qué me ocultáis? ¿Qué ha pasado? ¿Cuándo ha pasado?-comenzó a disparar Meowth frenéticamente. Jessie le chistó furiosamente y le señaló el Lago Agudeza para que comprendiera. Mientras el Pokémon parlante observaba atentamente la base Cífer asintiendo con la boca abierta en un silencioso “¡Ah!”, Jessie se volvió hacia James con aire molesto:
-¿De verdad crees que saben que nos disponemos a aplastarlos a ellos y al prototipo de esta base si es que tienen alguno? No exageres tanto-le reprendió; el joven no dio muestras de haberle oído-. ¿Cómo van a saber nada si acabamos de llegar a esta ruta?
-¿No crees que les estás subestimando, Jessie? ¡No eres la única previsora e inteligente en el mundo!-intervino Meowth, y enrojeció un poco-Sapphire dijo que esta base tenía la crème de la crème en tecnología y avances y todas esas cosas. ¡No sería muy del otro mundo que James tuviera razón!
-¡Te veo un poco demasiado obsesionado con Sapphire, Meowth!

Ay,Meowth...xDDDD Te veo mal,¿eh xDDD? Jessie parece enfadada y con razón,es que a veces James tiene cada cosa...Lo de papar Ninjask fue buenísimo xDDDDDDD

-¿Queréis saber quién soy? Mi nombre es temido por todos los enemigos de Cífer, ya que nadie ha escapado, escapa o escapará de mí. Soy Seba, más conocido por mis rivales como la Sombra Oscura.
-Pues vaya título tonto-comentó Meowth, incapaz de contener su sentido del humor y su ironía a pesar del peligro-. ¡Todas las sombras son oscuras! Desde luego, yo personalmente nunca he visto una sombra luminosa.-Seba no pareció ofenderse ni un ápice; se limitó a sonreír maliciosamente.
-Soy la Sombra Oscura porque visto de negro, y suelo actuar de noche con mis Pokémon Oscuros. Los miembros de Cífer con los que os habéis cruzado antes no eran más que bisoños. Los soldados más importantes tienen uno o más Pokémon Oscuros, y nadie puede vencerles-explicó burlonamente-. Y yo soy la sombra que acaba furtivamente con todas las posibles amenazas de Cífer, tal y como haré con vosotros y vuestros compañeros.
-¿De verdad crees que vamos a ponértelo fácil? No somos tan necios ni tan inútiles como piensas; como tú has dicho, os hemos asestado varios golpes de gravedad.-arguyó James, a quien el nuevo peligro le había hecho salir de su estado meditabundo y algo apático, y ahora sus ojos verdes presentaban el mismo destello de decisión que relucía permanente en los ojos azules de Jessie. Seba esbozó una sonrisa sarcástica cuando oyó aquellas palabras:
-Estás muy equivocado si crees que vas a ser tú quien frustre mis objetivos; un simple miembro del Team Rocket enclenque y delgaducho…lo veo muy difícil, sí. ¡Scizor, Garra Metal!-ordenó la Sombra Oscura. Su Scizor alzó su pinza derecha, que se envolvió en una luz blanca, y a una velocidad asombrosa, el Pokémon se lanzó contra James, quien no pudo siquiera moverse antes de que la pinza le golpeara con tanta fuerza que el joven fue lanzado hacia atrás hasta casi el borde del precipicio.
-¡¡James!!-gritó Meowth, debatiéndose entre la furia, la impotencia y la preocupación. Jessie no perdió el tiempo en gritos; se levantó de un saltó y corrió al lado de su amigo, no sin antes lanzarle su mirada más fulminante a Seba, que seguía impasible junto a su Scizor. James había perdido el conocimiento debido al fuerte golpe que le había dado el Pokémon de Seba, y como consecuencia tenía un gran rasguño justo debajo del ojo derecho, el lugar en el que el Scizor le había golpeado. Meowth quiso seguir a Jessie para comprobar el estado de su amigo, pero una fuerte pinza le sujetó del brazo, rasgándole la manta con la que se cubría el Pokémon parlante. Meowth se giró y alzó la cabeza, y se le cayó el alma a los pies cuando vio al Scizor de Seba impidiéndole avanzar; eso no impidió que Meowth se revolviera y pataleara tratando de liberarse.
-¡Suéltame, saltamontes de pimentón! ¡Que me sueltes, te digo!

Meowth fulmina hasta al más pintado con su ironía xDDDDDD James los fulmina con argumentos sensatos y Jessie...eso ni se pregunta xDDDDDDD

Partes intrigantes y demás

¿Cómo ha podido Seba vencer a mi Jessie,atizar a James y raptar a Meowth o_OU? ¡Ya le estoy cogiendo tirria ¬¬! Y ya han encontrado (bueno,la encontró James xDDD) la cuarta base Cífer...¡Ahí tiene que haber otro prototipo ^^! Venga,Meowth,¡estoy intrigado!

Y Sapphire...¿de qué estáis hablando tú y Meowth de que no me va a hacer gracia algo o_O?

¡Sigue así ;-)!

PD: Jessie RLZ xDDD
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Sapphire
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Mensajepor Sapphire »

No quieras saberlo Dialga x3 Ten paciencia a ver si Meowth lo muestra pronto xD
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Sapphire tiene razón,Dialga xDDDD No te recomiendo saberlo ahora porque me matarás xDDD Así que tendrás que averiguarlo tú solito ^^U Aún queda para que lo veáis,por tanto...¡a tener paciencia!

Ah,dentro de poco publicaré aquí un nuevo proyecto del fik...¡Entrevistas con los propios personajes xDDD! La primera será la de Jessie,así que...estate atento,Dialga xDD
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
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Mensajepor Dark Gato con Botas »

¿Entrevistas a los personajes? ¡Qué bien suena ^^! ¡Yo quiero ver la de Meowth n_n! ¿Cómo responderá? ¡Venga,Meowth,pon una a ver xDDD! ¡Y espero el capítulo ^^!

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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Antes de que me metáis un puro...hoy no podré publicar porque me voy a casa de un amigo,así que mañana escribiré el capítulo 29 (en la libreta tengo hasta el 32 casi hecho xDDDD) Por tanto,un pelín de paciencia y obtendréis vuestra recompensa.Además,pronto habrá más enigmas...y deberéis recurrir a vuestra inteligencia y sagacidad ^^ Los capítulos siguientes no son el colmo de la risa,pero hay de todo,lo repito para que no me mordáis xDDDD

PD:Qué irónico,pero...¡grito 600! ¡¡Aaah!! xDDDDDD
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Mensajepor Dark Gato con Botas »

Voy en tu ayuda,Meowth xDDD Esto es para evitarte el doble posteo,mis disculpas si hago flood ^^U ¡Ya puedes poner el capítulo,Meowth!

En garde!!
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Ya es hora de poner un capítulo nuevo,o los lectores me matarán xDD Siento la tardanza,pero ahora los capítulos son más largos y cuestan más de escribir u_uU Pero no me voy a enrollar más y os dejo el capítulo 29 ^^ ¡Ahí voy xD!

Cap.29: Ideando la incursión

-¡Venga, vamos, basta ya de holgazanear! ¡Despierta, James, vamos!
<<Tranquila, nena, tranquila. Debes dejarle reposar lo que sea necesario, necesita recuperarse>>
-Mejor dejemos las cosas claras; primero, lleva ya casi una hora sin conocimiento. Y segundo, ¡no me llames nena! ¡Vigila tu lengua, Absol!
<<Jessie, yo no uso la lengua, por tanto no me puedes obligar a ello. Además, observé en tus recuerdos que él te llamó así en una ocasión. ¿Acaso yo no puedo; soy menos?>>
-No es eso, Absol. Simplemente es que tengo mucha más confianza con James que contigo. ¡De todas formas, a él tampoco se lo permito!
-¡Ya basta, vosotros dos! ¡Estas discusiones infantiloides no llevan a nada ni nos van a solucionar el marrón que tenemos!
-Meowth tiene un problema muy grave, y esto no contribuye a ayudarlo, Leonor está en lo cierto; quién lo diría, Absol, comportarte así no es propio de ti.
Todas estas voces se agolpaban en la mente de James sin apenas sentido, debido a su estado de semi-inconsciencia. Pero tampoco habría prestado mucha atención si estuviera plenamente consciente, ya que un dolor punzante le estaba molestando en un punto situado justo debajo de su ojo derecho, y aparte se sentía confundido. Recordaba vagamente algo relacionado con un joven vestido de negro y un Pokémon rojo…
La escena completa de lo sucedido acudió bruscamente a su mente, silenciando las voces de sus compañeros y despejándolo por completo. James abrió los ojos y miró a su alrededor, aún un poco desorientado; Jessie, Leonor, Absol y Sapphire estaban a ambos lados de él con expresión decaída, la cual se transformó en aliviada cuando vieron a su compañero despierto y razonablemente entero.
-¡Ya era hora!-le regañó Jessie tratando de parecer enfadada, pero se notaba que estaba contenta de ver que su amigo estaba bien-¡Estarás satisfecho; nos has hecho sufrir bastante creyendo que te había pasado algo gordo!
-No me sermonees, Jess, ¿quieres?-protestó James a media voz-Me duele todo, no sé por qué diantre…sobre todo este lado de aquí…-añadió llevándose la mano a la herida que tenía bajo el ojo derecho, rastro de un ataque Garra Metal. Sapphire le retiró la mano con suavidad pero con firmeza:
-No te toques ahí; tienes una herida ahí mismo. No es muy grave, pero podrías infectarla.
<<Jessie nos ha contado todo lo que pasó en los acantilados>>-intervino Absol, serio-<<Ese tal Seba no saldrá impune después de semejante osadía>>-la frase final que “pronunció” el Pokémon Siniestro alertó a James y le hizo alzar la cabeza:
-¿Semejante…osadía? ¿A qué te refieres? Yo…yo perdí el conocimiento…
Leonor miró apurada a Jessie, Absol y Sapphire, quienes dudaron si debían contarle a su compañero la aciaga noticia. Pero no hizo falta complicarse mucho; James se percató de que Meowth, su mejor amigo de todo el grupo, no estaba con ellos.
-Meowth…¿Dónde está Meowth?-inquirió, temiendo que al Pokémon parlante le hubiese pasado algo. Leonor exhaló un suspiro, apenada y sabiendo que le clavaría un puñal en el corazón al joven:
-Resulta que Seba…Seba se ha llevado a Meowth a la base Cífer. Lo…lo han raptado, James.
Meowth raptado. Aquello fue suficiente para que una sensación de dolor intensa y lacerante invadiera a James por dentro. Él cerró los ojos con fuerza y apretó los dientes; hacía ya un tiempo que no sufría aquel dolor, pero no había olvidado su efecto…Como si algo estuviera devorando su aura, su propia esencia. Sus compañeros adivinaron qué era lo que sucedía, pero no se les ocurrió nada que decir para aliviarle el peso. No hizo falta, de todas formas, porque James se levantó de un salto y echó a correr en dirección norte del claro del bosque. Todos entendieron la reacción del joven; todos salvo Jessie, para no variar.
-Esta vez no seré yo quien vaya a buscarlo y traerlo a rastras, ¿estamos?
<<No vas a ir tú, Jessie>>-dijo Absol con calma.
-Ah, menos mal.
<<Vamos a ir todos. Sin protestas; Meowth es el mejor amigo de James…y por lo menos, no sé si Leonor puede decir lo mismo, yo ya conozco suficientemente bien a James y sé que no soporta el no poder ayudar a sus amigos>>-repuso Absol seriamente, y miró a Leonor y Sapphire con sus ojos rojos y almendrados esperando su aprobación. Ellas asintieron, conformes, y Jessie no tuvo más remedio que acatar la decisión del Pokémon Siniestro. Sapphire volvió sus ojos tan azules como el hielo hacia la joven y le preguntó:
-Jessie, nos dijiste que visteis la base Cífer desde un acantilado situado al norte de aquí, ¿verdad?-ella asintió brevemente, sin entender a dónde quería ir a parar Sapphire-Entonces, estoy casi segura de que James ha vuelto allí. Ha ido a buscar la forma de entrar para rescatar a Meowth.
-¡Claro! No había caído…Pues entonces no sé a qué esperamos. ¡Cuanto antes lleguemos, antes podremos rescatar a Meowth!-terció Leonor, impaciente por emprender el rescate-¡Iremos, veremos y venceremos; como decía Julio César!
-¿Quién es ése? ¿Algún político?
-Anda, déjalo, Jessie…

Tal y como Sapphire había dicho, los cuatro encontraron a James en el mismo precipicio en el que Jessie le había hallado un par de horas antes. El viento seguía soplando aunque en menor intensidad, y por lo menos el cielo se había despejado, dejando ver con mayor nitidez el Lago Agudeza y la base con forma de prisma de Cífer bajo la anaranjada luz del atardecer. En aquel momento el viento resultaba agradable y agitaba el pelo de los cuatro; sólo que en el caso de Jessie, aquello era “peligroso” e instaba a Leonor, Absol y Sapphire a apartarse de ella. James se había apoyado de lado en el mismo abeto que antes había escogido y había metido las manos en los bolsillos de su pantalón blanco. La luz del atardecer recortaba la silueta del joven y daba la impresión de que sus contornos fueran de neón naranja; a pesar de estar de espaldas a sus compañeros, James se percató enseguida de su presencia, pero no dijo nada ni hizo ademán de moverse.
<<¿Has encontrado algún camino seguro para infiltrarnos en la base, James?>>-preguntó Absol cortésmente, tanteando el terreno. Pero para su sorpresa, él le devolvió por encima del hombro una mirada serena en la que no había abatimiento ni tristeza visible.
-Creo que sí…Por lo que he averiguado, la base tiene tres accesos. Uno es, obviamente, la puerta principal, pero ése queda descartado porque tiene mucha vigilancia y sería un suicidio relativamente. Los otros dos son casi secretos, y creo que por ellos hay muchas menos probabilidades de que nos descubran. Uno de ellos es la azotea; hay unas escaleras que llevan al interior de la base y no hay un solo soldado vigilándola, y tendríamos que acceder por vuelo. Es el acceso más seguro, en mi opinión. El otro-prosiguió James señalando el lago-está situado bajo el agua del Lago Agudeza; lo sé porque han vaciado notablemente el lago, y eso lo dice la marca de humedad que se aprecia desde aquí. Está más alta que la superficie del agua, y sólo se me ocurre que han puesto un paso subacuático, porque no hay huellas de maquinaria lo suficientemente grande para sacar tanta agua. Podríamos entrar con un Pokémon de agua, pero no lo veo tan seguro porque no sé qué puede haber ahí. Yo creo que lo mejor sería entrar por la azotea; al menos sabemos que no hay vigilancia allí.
Jessie y Leonor se habían quedado con la boca abierta ante aquel despliegue de razonamientos y deducciones, y estaban más atónitas aún sabiendo que venía del tranquilo, leal y poco hablador James. Absol sólo estaba algo desconcertado pero parecía satisfecho, y Sapphire no parecía nada sorprendida; de hecho, observaba todo con su media sonrisa. Leonor abrió la boca varias veces como un pez fuera del agua antes de poder preguntar:
-¿P-pero cómo has podido llegar a esa conclusión, tú?
-Los abusivos y estrictos estudios que mis padres me imponían en mi infancia sirven para algo en ocasiones puntuales.-respondió él encogiéndose de hombros.
-Pues podrías habernos dicho que razonas así; podríamos haber atrapado a Pikachu hace ya tiempo-le echó Jessie en cara, molesta-. Pero da igual, prefiero que Meowth siga ideando los planes. Tiene más imaginación, así que te reservaremos para cuestiones lógicas.
<<No seas descortés>>-le riñó Absol dirigiéndole una mirada severa. James no respondió a su amiga y volvió la vista hacia el Lago Agudeza. Gracias a su poder gélido, Sapphire pudo ver, como si observara un pedazo de hielo increíblemente transparente, que bajo la capa de serenidad con la que el joven se había cubierto, se escondía un hondo sentimiento de culpabilidad y mucho dolor. La chica de pelo blanco-azulado se le acercó y le dirigió una mirada alentadora:
-No te tortures, James. Ahora que gracias a ti sabemos cómo entrar en la base, nada va a impedirnos sacar de ahí a Meowth.
-Estoy de acuerdo-corroboró Leonor ajustándose sus gafas-. Quién sabe con qué retorcidos métodos estarán intentando hacerle cantar.
<<Puedo haber tenido mis más y mis menos con Meowth, pero si él quisiera, yo lo consideraría mi amigo. Por eso lucharé por liberarlo>>-intervino Absol, serio.
-¡Y además, yo tengo una cuenta pendiente con el sombra sombrío ese!-terció Jessie frunciendo el ceño-¡Pagará la humillación que me hizo al derrotar a mi Dustox de un solo golpe! ¡Verá lo que sucede a los que nos desafían!
Al oír aquello, los melancólicos ojos de James relampaguearon furiosamente, tanto que inquietaron levemente a sus cuatro compañeros:
-Ya lo creo que lo va a ver…Ya lo creo.

Meowth se encontraba preso en la penumbra de una recóndita cámara de la base Cífer, sujeto por las “muñecas” a la pared de acero con unas esposas de energía solidificada de altísima tecnología. Los reclutas de la organización sabían que el Pokémon parlante no podía escapar por más que lo intentara, y por eso no había nadie custodiando la habitación…Aparte, nadie quería acercarse a ella tras entrar una vez; Meowth no parecía deseoso de escapar, porque a cualquiera que entraba en la estancia no paraba de darle conversación hasta que el susodicho soldado acababa por huir de él. La voz se había corrido por la base y desde hacía rato ni un alma entraba a la habitación. En teoría, Meowth debía estar aburriéndose como una ostra; pero era imposible que él se aburriera en algún momento.
El Pokémon parlante se encontraba tarareando una cancioncilla cuando una persona se atrevió a entrar en la cámara. Era una mujer joven, alta, rubia, de ojos azules y fríos e iba ataviada con un vestido largo rosa con unas enormes gemas azules incrustadas en él. La mujer avanzó lenta y vanidosamente hacia Meowth y lo miró con desprecio; se dispuso a decir algo, pero antes de que abriera la boca, el Pokémon parlante comenzó a largar:
-Buenos días tenga usted, señorita. Oh, perdón, debo corregirme; buenas tardes tenga usted. Aunque ni siquiera son tan buenas como he dicho, porque con el viento que hace hoy, ¡hasta se lleva volando a los Wailord! ¡Y la ventisca de ayer fue horrible, por poco se me llevó volando! Por suerte, gracias a mi experiencia en vuestra base del Valle Eólico, puedo resumir lo que ocurrió así: “Lo que el viento se llevó…y lo que no pudo lo dejó”. ¿A que es original? Claro, luego dicen que los Pokémon son…
-¡¡Silencio!!-estalló la mujer, harta del discursito de Meowth-¿¡Es que no sabes con quién estás hablando, necio insensato!?
-Pues no, y tampoco es algo que me quite el sueño, mire usted…
-Yo soy Venus, Administradora de Cífer y responsable de la base del Lago Agudeza y del prototipo del XD004…
-¡Venus, bonito nombre!-le interrumpió Meowth con fingida inocencia-¡El mismo nombre que el de un legendario planeta a un porrón de años luz! ¿Sabía, señorita, que Venus es el planeta más tóxico de la dimensión paralela a Celesta? ¡Y el más caluroso! ¡Su superficie está plagada de volcanes! A lo mejor le pusieron a usted el nombre por ello; a buen entendedor…
-¡Suficiente! Quiero que me cuentes todo acerca de tus amiguitos, sobre todo quiero que me hables de la Portadora de la Esfera de Mesprit. ¡Ese Cristal nos pertenece, así que ve soltando prenda por la cuenta que te trae!
-¿Sabía usted, señorita Venus, que en un Todo a 100 venden figuras geométricas a menos de diez cristales cada uno? ¡Hay esferas tan clavadas a la que usted se ha aferrado que hasta engañarían a un Alakazam sin ninguna dificultad! ¿Para qué va a meterse en un buen lío pudiendo comprar una buena réplica a tan módico precio?
-Esas baratijas de las hablas tú no pueden compararse a la Esfera de Mesprit; ¡el poder de ese Cristal es tanto que, sabiendo cómo usarlo, puede hasta mover una montaña! Además, esa Esfera es una indispensable pieza para los objetivos de Cífer. Uno de sus hermanos está en nuestro poder, y no vamos a rendirnos cuando ya estamos cerca de nuestra empresa-arguyó Venus, arrogante, ante el desconcierto de Meowth-. Quizá esto te lo aclare.
La Administradora abrió una de sus gemas (Meowth supuso que eran un tipo de bolsillos) y sacó con parsimonia un recipiente cilíndrico de cristal. Esto no habría llamado la atención del Pokémon parlante de no ser porque un prisma de cristal amarillo y transparente, del mismo tamaño que la Esfera de Mesprit, relucía tenuemente en su interior. Meowth mudó su expresión socarrona a una de asombro al ver aquel enigmático objeto.
-Eso…ese chisme…¡es otro Cristal!-exclamó sorprendido, y le disparó a Venus una mirada fulminante-¿De dónde rayos lo has sacado? ¡Éste no es de un Todo a 100!
-Estaba en la Caverna Agudeza, en un pequeño altar de piedra de color amarillo. Esto es el Prisma de Uxie, y su Portador será aquel cuya sabiduría sea mayor de la que aparenta. Ya que no quieres contarme nada de tus colegas, no creo que te importe que te lo deje aquí. Te advierto que tus amigos pagarán el haberse opuesto a Cífer; así el Prisma te recordará el destino que puede sufrir la Portadora de la Esfera. Puede que así hables de lo que tienes que hablar.
Venus depositó al lado de Meowth el recipiente del Prisma de Uxie, y salió contoneándose de la habitación. El Pokémon parlante volvió a quedarse solo, pero esta vez no se entretuvo en tonterías para pasar el rato. Sólo se recreó en la contemplación del Prisma, que en presencia de Meowth parecía brillar con más intensidad.
-Tranquilo, Cristalito. No vas a quedarte en este cubil para incompetentes, no señor…Tú te vendrás conmigo y mis colegas cueste lo que cueste; aunque tenga que unirme a los mocosos después.-susurró Meowth desafiante, entrecerrando sus grandes ojos morados con decisión.

-¡Vuelve, Skarmory!
-¡Altaria, Dragonite; regresad!
Leonor y Sapphire hicieron retornar a sus Pokémon voladores a sus Pokéball y se las guardaron en sus bolsillos. Jessie se sacudió su uniforme, arrugado tras el vuelo sobre Skarmory junto a Leonor. Absol echó un vistazo en rededor; el Lago Agudeza estaba cubierto de pequeñas placas de hielo sueltas, pero desde la azotea de la base Cífer se apreciaba que, a pesar del intenso frío, había muchas zonas en las que el agua no se había congelado.
<<Bien, ya hemos llegado>>-dijo el Pokémon Siniestro observando atentamente el amplio espacio de la azotea-<<¿Cómo vamos a hacer para encontrar a Meowth?>>
-Absol, ni que fuera el colmo de la dificultad…¡Entramos, se lo sonsacamos a los de Cífer y lo buscamos!-respondió Jessie poniendo lo brazos en jarras, impacientándose.
-No me parece bien generalizar tanto-replicó Sapphire, y señaló las escaleras que permitían el acceso a la base-. Considero conveniente dividirnos en grupos, junto a dos Pokémon cada uno; mejoraría la seguridad.
-Mmm…Me parece bien, pero somos cinco. No podemos repartirnos equitativamente a no ser que partamos a alguien por la mitad.-bromeó Leonor en un intento de desdramatización. Absol tomó la palabra de nuevo:
<<Yo puedo ir solo perfectamente. Soy el más ágil y rápido del grupo, y con mis poderes mentales puedo rastrear las diferentes plantas, lo cual puede ayudarme a encontrar a Meowth. O si no, puedo quedarme por las plantas bajas y distraer a los soldados mientras vosotros le buscáis>>-James, que se había quedado más alejado de sus compañeros y estaba algo ausente, sacó de pronto una Pokéball de sus bolsillos.
-Si ya sabemos qué es lo que vamos a hacer, no perdamos más tiempo; Meowth está en peligro. ¡Adelante, Carnivine!-exclamó lanzando la esfera al aire. Ésta se abrió y dejó salir un rayo de luz blanca que tomó la forma del Pokémon planta, que para no variar atrapó entre sus puntiagudos dientes de planta carnívora la cabeza de James.
-¡Echadme una mano, por favor! ¡Carnivine, suéltame!
Jessie, Leonor y Sapphire se apresuraron a tirar del brazo izquierdo de su compañero para liberarlo del “mordisco” de su Pokémon. Una vez que lo lograron (James le lanzó a Carnivine una severa mirada y el Pokémon puso cara de circunstancias), las tres chicas del grupo sacaron cada una una Pokéball, y las lanzaron al aire.
-¡Seviper, adelante!
-¡Te elijo a ti, Blaziken!
-¡Sal, Dragonair!
Los tres Pokémon salieron de las tres esferas una vez desaparecieron los haces de luz que liberaron las Pokéball, y se irguieron esperando instrucciones.
<<Yo haré los grupos>>-se ofreció Absol; nadie se opuso, pues él era el más sensato del grupo con diferencia y el más indicado para ello-<<Jessie y Leonor irán por un lado con Seviper y Blaziken; James y Sapphire por otro con Carnivine y Dragonair; y yo ya me las compondré para distraer a los de Cífer. ¿Estáis de acuerdo?>>
Jessie, James, Leonor y Sapphire, al igual que sus Pokémon, asintieron conformes, y echaron a correr hacia las escaleras, ansiosos por liberar a su compañero Meowth.
Una vez bajaron al último piso de la base, el más alto de todos, Absol detuvo un momento a Jessie y Leonor, pues James y Sapphire, acompañados de Carnivine y Dragonair, habían salido escopeteados por un pasillo lateral situado a la izquierda de las escaleras.
<<Jessie, debes tener mucho cuidado y no hacer algo de lo que puedas arrepentirte después>>-advirtió el Pokémon Siniestro con seriedad-<<Recuerda que eres la Portadora de la Esfera de Mesprit, y que hay muchos individuos por aquí que están deseosos de echarte el guante a ti y a la Esfera, sobre todo Seba. No dejes que te atrapen, Jessie; bajo ningún concepto. Leonor, ayúdale y protégele aunque tengas que montar un escándalo>>
-¡Para mí será un placer! ¡A quien se atreva a atacar a Jessie le daremos una buena tunda! ¿A que sí, Blaziken?-le preguntó Leonor a su Pokémon, que asintió con una media sonrisa mostrando estar de acuerdo. Jessie puso expresión preocupada durante un segundo, pero enseguida recobró su carácter indómito:
-No te preocupes, Absol. ¡Nadie volverá a capturarme sin mi consentimiento como me llamo Jessie! Y si se atreven a intentarlo…¡no saben con quién se las gastan!
Absol sonrió, y emprendió el camino por el pasillo recto, que estaba enfrente de las escaleras, mientras ponía en juego su poder mental para rastrear los pisos de la base Cífer, moviéndose sutil pero ágilmente; Jessie y Leonor, junto a Seviper y Blaziken, tomaron el pasillo lateral derecho. El grupo se disponía a rescatar a su amigo; aquella era la intención inicial, pero más tarde averiguarían que otras dos pistas vitales para continuar su camino estaban encerradas en aquel edificio.
---------------------------------------
¡Espero que os haya gustado ^^! El título del siguiente es El segundo rescate

Poco original…Pero es lo que es xDDD Siento haber tardado en poner este capítulo,pero es que,como dije antes,ahora son más largos ^^

¡Espero opiniones ^^!
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- Haidél Delném
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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
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~*KeZePi*~
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Mensajepor ~*KeZePi*~ »

One-chan

tu Fci esta genial, me encnata como redactas ls personalidades de los personajes en especial de Jessie ^^, eres muy complej en cunto a la escritura, lo unico si es que aveces se vuelve un poco tedioso de ller como en el capitulo 7 Camino al valle eolico, pero esta genial el capitulo que mas me gusta hasta ahora es el 6 los fantasmas de la vieja mansion ^^
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>-Meowth-<
Dejando seco a Plubio
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Mensajepor >-Meowth-< »

Bueno,gracias por vuestras opiniones,hermanitos xDDD Ahora voy a lo que me hace postear sin capítulo xD
Ahm,bien...(xDD) Lo que voy a deciros,primero que nada,es que este viernes (vamos,mañana xD) postearé el capítulo 30 (que me gusta mucho ^^) y que,además,adjuntaré un pequeño extra con él xD Aparte,he de preguntar...¿Os parecería bien que cada semana que hay un capítulo hiciera un pequeño test por si queréis probar que lo habéis entendido todo ^^? Lo digo porque en mi fik necesitaréis estar al loro de muchos detalles xDDD
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Dark Gato con Botas
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Mensajepor Dark Gato con Botas »

¡Fenomenal ^^! Me partía de risa cuando :absol: le llamó nena a Jessie y la respuesta de ésta xDDDD ¡Meowth es el mejor;larga de todo excepto de lo que tiene que largar xDDD! ¡Genial,síguelo n_n!

En garde!!
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El aprendiz superó al maestro xD ¡Gracias,{-Dialga-}

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{-Dialga-}
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Mensajepor {-Dialga-} »

Creo que llego justo a tiempo para opinar xDDD Me toca analizar el capítulo,que me ha encantado,claro ^^

Partes cómicas


-¡Venga, vamos, basta ya de holgazanear! ¡Despierta, James, vamos!
<<Tranquila, nena, tranquila. Debes dejarle reposar lo que sea necesario, necesita recuperarse>>
-Mejor dejemos las cosas claras; primero, lleva ya casi una hora sin conocimiento. Y segundo, ¡no me llames nena! ¡Vigila tu lengua, Absol!
<<Jessie, yo no uso la lengua, por tanto no me puedes obligar a ello. Además, observé en tus recuerdos que él te llamó así en una ocasión. ¿Acaso yo no puedo; soy menos?>>
-No es eso, Absol. Simplemente es que tengo mucha más confianza con James que contigo. ¡De todas formas, a él tampoco se lo permito!

A veces Absol resulta un poco demasiado cotilla xDDDDD Pero tiene cada puntazo que se las trae...y sus ironías son increíbles,porque son lógicas y reales además xDD Pero con eso ya me partía xDDD
Todos entendieron la reacción del joven; todos salvo Jessie, para no variar.
-Esta vez no seré yo quien vaya a buscarlo y traerlo a rastras, ¿estamos?
<<No vas a ir tú, Jessie>>-dijo Absol con calma.
-Ah, menos mal.
<<Vamos a ir todos. Sin protestas; Meowth es el mejor amigo de James…y por lo menos, no sé si Leonor puede decir lo mismo, yo ya conozco suficientemente bien a James y sé que no soporta el no poder ayudar a sus amigos>>-repuso Absol seriamente, y miró a Leonor y Sapphire con sus ojos rojos y almendrados esperando su aprobación. Ellas asintieron, conformes, y Jessie no tuvo más remedio que acatar la decisión del Pokémon Siniestro. Sapphire volvió sus ojos tan azules como el hielo hacia la joven y le preguntó:
-Jessie, nos dijiste que visteis la base Cífer desde un acantilado situado al norte de aquí, ¿verdad?-ella asintió brevemente, sin entender a dónde quería ir a parar Sapphire-Entonces, estoy casi segura de que James ha vuelto allí. Ha ido a buscar la forma de entrar para rescatar a Meowth.
-¡Claro! No había caído…Pues entonces no sé a qué esperamos. ¡Cuanto antes lleguemos, antes podremos rescatar a Meowth!-terció Leonor, impaciente por emprender el rescate-¡Iremos, veremos y venceremos; como decía Julio César!
-¿Quién es ése? ¿Algún político?
-Anda, déjalo, Jessie…

Mi Jessie es poco comprensiva xDDD Y de historia no es que digamos que sepa mucho xDDD ¡Pero tampoco iba muy mal encaminada xD! ¡Eso es genial,me reí muchísimo xDDD!
Jessie y Leonor se habían quedado con la boca abierta ante aquel despliegue de razonamientos y deducciones, y estaban más atónitas aún sabiendo que venía del tranquilo, leal y poco hablador James. Absol sólo estaba algo desconcertado pero parecía satisfecho, y Sapphire no parecía nada sorprendida; de hecho, observaba todo con su media sonrisa. Leonor abrió la boca varias veces como un pez fuera del agua antes de poder preguntar:
-¿P-pero cómo has podido llegar a esa conclusión, tú?
-Los abusivos y estrictos estudios que mis padres me imponían en mi infancia sirven para algo en ocasiones puntuales.-respondió él encogiéndose de hombros.
-Pues podrías habernos dicho que razonas así; podríamos haber atrapado a Pikachu hace ya tiempo-le echó Jessie en cara, molesta-. Pero da igual, prefiero que Meowth siga ideando los planes. Tiene más imaginación, así que te reservaremos para cuestiones lógicas.
<<No seas descortés>>-le riñó Absol dirigiéndole una mirada severa. James no respondió a su amiga y volvió la vista hacia el Lago Agudeza. Gracias a su poder gélido, Sapphire pudo ver, como si observara un pedazo de hielo increíblemente transparente, que bajo la capa de serenidad con la que el joven se había cubierto, se escondía un hondo sentimiento de culpabilidad y mucho dolor. La chica de pelo blanco-azulado se le acercó y le dirigió una mirada alentadora:
-No te tortures, James. Ahora que gracias a ti sabemos cómo entrar en la base, nada va a impedirnos sacar de ahí a Meowth.
-Estoy de acuerdo-corroboró Leonor ajustándose sus gafas-. Quién sabe con qué retorcidos métodos estarán intentando hacerle cantar.
<<Puedo haber tenido mis más y mis menos con Meowth, pero si él quisiera, yo lo consideraría mi amigo. Por eso lucharé por liberarlo>>-intervino Absol, serio.
-¡Y además, yo tengo una cuenta pendiente con el sombra sombrío ese!-terció Jessie frunciendo el ceño-¡Pagará la humillación que me hizo al derrotar a mi Dustox de un solo golpe! ¡Verá lo que sucede a los que nos desafían!

Qué fuerte xDDD Poco confiadas son las chicas xDDD ¡Lo que me partió fue eso de "como un pez fuera del agua" xDDDDD! Y lo de Pikachu,claro xDDD
Meowth se encontraba preso en la penumbra de una recóndita cámara de la base Cífer, sujeto por las “muñecas” a la pared de acero con unas esposas de energía solidificada de altísima tecnología. Los reclutas de la organización sabían que el Pokémon parlante no podía escapar por más que lo intentara, y por eso no había nadie custodiando la habitación…Aparte, nadie quería acercarse a ella tras entrar una vez; Meowth no parecía deseoso de escapar, porque a cualquiera que entraba en la estancia no paraba de darle conversación hasta que el susodicho soldado acababa por huir de él. La voz se había corrido por la base y desde hacía rato ni un alma entraba a la habitación. En teoría, Meowth debía estar aburriéndose como una ostra; pero era imposible que él se aburriera en algún momento.
El Pokémon parlante se encontraba tarareando una cancioncilla cuando una persona se atrevió a entrar en la cámara. Era una mujer joven, alta, rubia, de ojos azules y fríos e iba ataviada con un vestido largo rosa con unas enormes gemas azules incrustadas en él. La mujer avanzó lenta y vanidosamente hacia Meowth y lo miró con desprecio; se dispuso a decir algo, pero antes de que abriera la boca, el Pokémon parlante comenzó a largar:
-Buenos días tenga usted, señorita. Oh, perdón, debo corregirme; buenas tardes tenga usted. Aunque ni siquiera son tan buenas como he dicho, porque con el viento que hace hoy, ¡hasta se lleva volando a los Wailord! ¡Y la ventisca de ayer fue horrible, por poco se me llevó volando! Por suerte, gracias a mi experiencia en vuestra base del Valle Eólico, puedo resumir lo que ocurrió así: “Lo que el viento se llevó…y lo que no pudo lo dejó”. ¿A que es original? Claro, luego dicen que los Pokémon son…
-¡¡Silencio!!-estalló la mujer, harta del discursito de Meowth-¿¡Es que no sabes con quién estás hablando, necio insensato!?
-Pues no, y tampoco es algo que me quite el sueño, mire usted…
-Yo soy Venus, Administradora de Cífer y responsable de la base del Lago Agudeza y del prototipo del XD004…
-¡Venus, bonito nombre!-le interrumpió Meowth con fingida inocencia-¡El mismo nombre que el de un legendario planeta a un porrón de años luz! ¿Sabía, señorita, que Venus es el planeta más tóxico de la dimensión paralela a Celesta? ¡Y el más caluroso! ¡Su superficie está plagada de volcanes! A lo mejor le pusieron a usted el nombre por ello; a buen entendedor…
-¡Suficiente! Quiero que me cuentes todo acerca de tus amiguitos, sobre todo quiero que me hables de la Portadora de la Esfera de Mesprit. ¡Ese Cristal nos pertenece, así que ve soltando prenda por la cuenta que te trae!
-¿Sabía usted, señorita Venus, que en un Todo a 100 venden figuras geométricas a menos de diez cristales cada uno? ¡Hay esferas tan clavadas a la que usted se ha aferrado que hasta engañarían a un Alakazam sin ninguna dificultad! ¿Para qué va a meterse en un buen lío pudiendo comprar una buena réplica a tan módico precio?
-Esas baratijas de las hablas tú no pueden compararse a la Esfera de Mesprit; ¡el poder de ese Cristal es tanto que, sabiendo cómo usarlo, puede hasta mover una montaña! Además, esa Esfera es una indispensable pieza para los objetivos de Cífer. Uno de sus hermanos está en nuestro poder, y no vamos a rendirnos cuando ya estamos cerca de nuestra empresa-arguyó Venus, arrogante, ante el desconcierto de Meowth-. Quizá esto te lo aclare.
La Administradora abrió una de sus gemas (Meowth supuso que eran un tipo de bolsillos) y sacó con parsimonia un recipiente cilíndrico de cristal. Esto no habría llamado la atención del Pokémon parlante de no ser porque un prisma de cristal amarillo y transparente, del mismo tamaño que la Esfera de Mesprit, relucía tenuemente en su interior. Meowth mudó su expresión socarrona a una de asombro al ver aquel enigmático objeto.
-Eso…ese chisme…¡es otro Cristal!-exclamó sorprendido, y le disparó a Venus una mirada fulminante-¿De dónde rayos lo has sacado? ¡Éste no es de un Todo a 100!
-Estaba en la Caverna Agudeza, en un pequeño altar de piedra de color amarillo. Esto es el Prisma de Uxie, y su Portador será aquel cuya sabiduría sea mayor de la que aparenta. Ya que no quieres contarme nada de tus colegas, no creo que te importe que te lo deje aquí. Te advierto que tus amigos pagarán el haberse opuesto a Cífer; así el Prisma te recordará el destino que puede sufrir la Portadora de la Esfera. Puede que así hables de lo que tienes que hablar.
Venus depositó al lado de Meowth el recipiente del Prisma de Uxie, y salió contoneándose de la habitación. El Pokémon parlante volvió a quedarse solo, pero esta vez no se entretuvo en tonterías para pasar el rato. Sólo se recreó en la contemplación del Prisma, que en presencia de Meowth parecía brillar con más intensidad.
-Tranquilo, Cristalito. No vas a quedarte en este cubil para incompetentes, no señor…Tú te vendrás conmigo y mis colegas cueste lo que cueste; aunque tenga que unirme a los mocosos después.-susurró Meowth desafiante, entrecerrando sus grandes ojos morados con decisión.

He citado toda esta parte porque sinceramente creía que me daba algo xDDDDDDD ¡Meowth es la pera limonera xDDDD! ¡Me partía con lo del Todo a 100 xDDDDDDD! Es que Meowth larga de todo salvo de lo que debería largar XDDDD
<<Jessie, debes tener mucho cuidado y no hacer algo de lo que puedas arrepentirte después>>-advirtió el Pokémon Siniestro con seriedad-<<Recuerda que eres la Portadora de la Esfera de Mesprit, y que hay muchos individuos por aquí que están deseosos de echarte el guante a ti y a la Esfera, sobre todo Seba. No dejes que te atrapen, Jessie; bajo ningún concepto. Leonor, ayúdale y protégele aunque tengas que montar un escándalo>>
-¡Para mí será un placer! ¡A quien se atreva a atacar a Jessie le daremos una buena tunda! ¿A que sí, Blaziken?-le preguntó Leonor a su Pokémon, que asintió con una media sonrisa mostrando estar de acuerdo. Jessie puso expresión preocupada durante un segundo, pero enseguida recobró su carácter indómito:
-No te preocupes, Absol. ¡Nadie volverá a capturarme sin mi consentimiento como me llamo Jessie! Y si se atreven a intentarlo…¡no saben con quién se las gastan!

Leonor sí que es una buena guardaespaldas xDDD Pero...¿es que acaso mi Jessie lo necesita xDDDDDD? ¡Por su actitud no lo creo xDDDD!

Partes intrigantes y demás

De momento lo que han hecho ha sido evaluar la base (que por cierto,al igual que Ceniza^_^ me ha encantado eso n_n) y saber cómo anda Meowth xD ¡Ahora toca el rescate!
Ah,tengo que decirte que las descripciones llas has mejorado mucho ^^ Ahora puedo imaginarme a mi Jessie con total claridad ^\\\^

¡Lo dicho,sigue así ;-)!

PD:Jessie RLZ xD
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>-Meowth-<
Dejando seco a Plubio
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Mensajepor >-Meowth-< »

En teoría debería haber publicado anteayer,pero por destacadas vicisitudes (xDD) no pude escribir el capítulo u_u Pero ahora ya os dejo el capítulo 30 para que lo leáis y paséis el rato xDD ¡Allá voy!

Cap.30: El segundo rescate

El soldado de Cífer se mantenía firme delante de la puerta del almacén de la base de la organización ubicada en la isla del Lago Agudeza. Era un recluta maduro en edad pero de bajo rango, razón por la cual le habían destinado a vigilar el depósito más importante del edificio. De todas formas, le habían encargado hacía un rato un trabajo de mayor categoría, pero lo había rechazado de pleno al saber las consecuencias que podía tener.
Cuando la Sombra Oscura, uno de los mejores agentes de Cífer y el más joven, hubo capturado al Meowth parlante, Venus, Administradora de la organización, había ordenado a unos cuatro soldados que rondaran por la habitación en la que habían encerrado a aquel Pokémon, perteneciente a aquel irritante grupo del Team Rocket que ya les había causado demasiados quebraderos de cabeza al vencer a los prototipos XD002 y XD003 y destruir la base del Lago Veraz (toda la base del Lago Agudeza había tenido noticia de ello cuando el Administrador responsable del Lago Veraz, Gorigan, irrumpió hecho un basilisco en el despacho de Venus junto a su hijo Máximo, y se lo explicó a gritos a la Administradora). Tampoco era un secreto entre los reclutas de la base que una de las chicas de aquel grupo se había convertido en la Portadora de la Esfera de Mesprit, y era deducible que se enfrentaban a un enemigo que en teoría sabía lo que hacía y constituía una grave amenaza; pero hasta Venus había desistido de intentar hacer cantar al Meowth sobre todos sus planes contra ellos, porque si ése Pokémon hablaba, hablaría de todo…excepto de lo que tenía que hablar. Por esa razón el soldado había preferido quedarse vigilando el almacén en vez de aguantar a aquel plomo de Meowth.
Un leve ruido a sus espaldas sacó al recluta de sus cavilaciones en las que se hallaba inmerso para matar el tiempo. Extrañado, giró la cabeza en dirección donde creyó haber oído el ruido, pero no había ni un alma en el pasillo en el que se encontraba. El soldado pensó que quizá podía haber alguien escondido en la esquina del pasillo que daba al que estaba él, pero lo dejó estar, convencido de que habían sido imaginaciones suyas, y se dio la vuelta para seguir con su guardia. Fue un gran error; dos lianas (el recluta las identificó a pesar del susto; eran un Látigo Cepa) se le enroscaron a la cintura cubierta por la coraza futurista y le arrastraron hasta la esquina del otro pasillo, la que le había resultado sospechosa. El hombre atisbó momentáneamente a un Carnivine, el Pokémon que le había atrapado, antes de que una mano cubierta por un guante negro le agarrara por el cuello de la camiseta negra de cuello alto que asomaba por debajo de la coraza y le arrinconara a la pared.
-¡Tú! Desembucha por la cuenta que te trae. ¿Dónde tenéis a Meowth?-inquirió un chico joven, de aproximadamente diecinueve o veinte años. Tenía el pelo lacio, largo hasta el final del cuello, despuntado y de un extraño color añil; un único mechón de pelo se le alzaba un poco del pelo y le llegaba a la altura de la nariz cayéndole entre los ojos, que eran de un verde cálido y profundo, tanto que el soldado pudo distinguir el color a través de la visera negra de su casco. El joven era alto y delgado, pero algo enclenque en comparación con los jóvenes normales de su edad, y vestía una especie de camiseta blanca y holgada de cuello alto que tenía inscrita en medio una R grande y roja; debajo de la camiseta blanca llevaba otra poco abrigada de color negro, también llevaba unos pantalones blancos con un cinturón color ciruela muy sencillo cuyo único adorno era una hebilla plana de metal, y llevaba botas y guantes de color negro. A pesar del tono amenazante con el que había tratado de imbuir su voz, que se adivinaba serena y tranquila, no parecía muy capaz de hacer daño a nadie. Pero en los ojos de aquel joven brillaba un destello de furia contenida que hizo decidir al soldado que lo mejor sería no arriesgarse a impacientarlo, así que soltó de carrerilla:
-El Meowth está encerrado en el quinto piso, pasillo F, sala Z-40; el mecanismo para desactivar las esposas de energía está en la sala contigua, hay que meter un código que sólo la Administradora sabe, y si es posible que aflojaras la presión de la mano, te rogaría que lo hicieras porque me estás haciendo daño.-el joven pareció salir de su enfado, parpadeó un par de veces y soltó al recluta enseguida.
-Vaya, lo siento…No era mi intención.
-¡Pues menudo rescatador estás tú hecho!-dijo una voz femenina y fría, pero parecía incrédula en aquel momento-¿Crees que así vas a recopilar mucha información?
-Sapphire, si al pobre hombre le hago daño no es plan hacer oídos sordos y ahogarlo o algo…
-De verdad que no sé qué haces tú en el Team Rocket, James… Jessie aún, aún; pero tú…-en ese momento, el recluta pudo ver al segundo intruso (o mejor dicho, intrusa) desde el suelo; era una chica de más o menos trece años, de semblante serio y piel muy clara, casi blanca. Tenía el pelo de un misterioso color blanco-azulado, en los cuales llevaba un par de cintas de color azul celeste, e iba ataviada con una túnica azul también con el cuello y los bordes de la boca de las mangas de color plateado y cosidas a modo de dientes; pero lo más fascinante de esa chica eran sus ojos tan azules como el hielo, magnéticos pero fríos. La chica se erguía detrás del joven junto a un Dragonair que parecía orgulloso y noble.
-Oye, ni que los miembros del Team Rocket fuéramos asesinos…No todos los delincuentes matan, ¿sabes?
-Pero hacen daño, y seamos sinceros; tú no serías capaz ni de darle una colleja a Meowth.
-¡Todo el mundo me subestima! Es cierto que no me gusta meterme en jaleos, pero tampoco creo ser una especie de Magikarp…
-No es por incordiar ni nada, pero ¿qué vais a hacer conmigo?-preguntó el soldado algo atemorizado y temblando ligeramente. Los intrusos, incluidos sus Pokémon, se acordaron de él entonces; la chica de pelo azul avanzó un paso hacia él, lo miró fríamente y clavó su mirada azul hielo en los ojos del recluta, a través de la visera del casco de éste. Tras unos segundos en los que el soldado se había quedado paralizado, éste puso los ojos en blanco y se desplomó.
James y su Carnivine dirigieron a Sapphire a la vez una mirada intimidada y anonadada mientras Dragonair adoptaba una expresión indulgente. La chica movió la cabeza con cierto hastío y tiró del brazo de James indicándole que se marcharan de allí cuanto antes; él asintió, aún algo desconcertado, y siguió a Sapphire por el pasillo. Mientras corrían por los corredores de la base Cífer, seguidos de Carnivine y Dragonair, James se volvió hacia Sapphire, dubitativo:
-Disculpa, Sapphire… ¿No crees que…te has pasado un poco con el soldado? Luego hablas del Team Rocket…
-No te alarmes sin razón; no lo he matado. Simplemente he borrado de su mente todo lo sucedido, y por entrar a la fuerza en su mente se ha desmayado. El leer la mente y todo eso es un poder de mi gente, y créeme que nos ha servido de mucho.-añadió antes de que el joven preguntara nada.
-Pues a veces das verdadero miedo…No te ofendas, pero es así.
Ella se encogió de hombros; Dragonair emitió un extraño chillido y señaló con la cola a la derecha del grupo, donde habían unas escaleras descendentes que les habían pasado inadvertidas.
-Por ahí-indicó Sapphire tirando de nuevo del brazo de James-. Si seguimos bajando acabaremos encontrando a Meowth. Más le vale al soldado no habernos mentido.

-¡Jessie, cuidado! ¡Tienes una alarma justo delante de tus narices!
Jessie frenó en seco justo antes de pasar por delante de una célula fotoeléctrica que hacía las veces de alarma y por poco perdió el equilibrio. Seviper siseó divertido y Leonor suspiró con exasperación al ver los aspavientos que la joven hizo para mantenerse en pie tras el frenazo.
-¡Caray, Leonor! ¡Podías avisar con un poquito más de antelación!-le reprochó Jessie a la chica una vez recobró el equilibrio, cruzándose de brazos.
-Verías tú sola las alarmas si no fuera porque vas a toda tralla y no miras a tu alrededor. Me extraña que aún no nos hayan pillado; deberíamos haber pasado por unas quince alarmas.-replicó Leonor con fastidio. Súbitamente, su Blaziken giró la cabeza bruscamente hacia la esquina del pasillo por la que habían salido antes, y Seviper siseó inquieto volviendo la vista hacia el mismo punto que Blaziken.
-¿Qué os pasa a vosotros dos?-inquirió Jessie, desconcertada, dirigiéndose a los dos Pokémon. Sin previo aviso, Blaziken cogió a las dos chicas con uno de sus delgados brazos por la cintura, flexionó las poderosas y largas patas y saltó al techo del pasillo, donde se agarró a un asa y encogió sus patas para que no llegaran al suelo; Seviper comprendió lo que sucedía y se apresuró a seguir el ejemplo de Blaziken a su manera, reptando sobre la pared de acero hasta el techo como si se tratase de un plano horizontal. Jessie y Leonor fueron a preguntar al unísono el por qué de aquello, pero antes de que pudieran decir nada, dos soldados de Cífer aparecieron por la esquina del pasillo convergente y pasaron justo por debajo de los intrusos sin verles ni detectar su presencia…y habría salido todo bien de no ser porque Jessie dejó muerta una pierna, y una bota con tacón golpeó con contundencia el casco de uno de los soldados dejándole una abolladura de tamaño considerable. Los dos reclutas, sobresaltados, alzaron la cabeza, y obviamente descubrieron a las dos chicas y a sus Pokémon colgados del techo con expresión consternada.
-Estamos acabados.-se le escapó a Leonor; por una vez, Jessie no le llevó la contraria. Los dos soldados echaron mano a sus cinturones, donde llevaban prendidas sus Pokéball, y una vez escogieron una, las lanzaron al aire con aire triunfal. Las esferas se abrieron, liberando de su interior a un Seadra y a un Breloom.
-¡Rendíos!-exigió uno de los soldados-¡No tenéis ninguna oportunidad!
-¿Me habláis a mí? ¡Lo siento, estimados ingenuos, pero no sabéis con quién estáis hablando! ¡Seviper, Cola Venenosa contra Seadra!-ordenó Jessie con una sonrisa maliciosa. Seviper pilló de improviso al Pokémon rival; se lanzó contra él desde el techo con la cola espada envuelta en una luz lila y le propinó un golpe con ella considerablemente fuerte. Aprovechando la confusión, Blaziken bajó del techo, depositó a las dos chicas con delicadeza en el suelo y se lanzó a combatir contra el Breloom del otro soldado.
-¡Seadra, Pistola Agua!
-¡Seviper, esquivar y Mordisco!
Seadra tomó aire y escupió por el tubo de su boca un chorro de agua a presión directo hacia Seviper. El Pokémon de Jessie reptó rápidamente evitando el ataque del Seadra, y pudo llegar hasta el Pokémon del recluta; abrió su quijada con la misma expresión maliciosa que Jessie solía adoptar y le mordió con todas sus fuerzas en la cola al Pokémon acuático, que emitió un sonido gutural de dolor. Por su parte, Blaziken luchaba sin necesitar instrucciones de Leonor; atacaba y esquivaba los ataques del Breloom como quien lava, y por eso era un rival temible, ya que era impredecible.
-¡Breloom, haz el favor de hacer algo útil! ¡Recurrente!-ordenó el soldado, furioso.
-¡Blaziken, sabes qué hacer! ¡Muéstrale a ese Breloom que no hace falta obedecer órdenes para ganar!
El Breloom abrió su boca picuda y escupió una ráfaga de semillas doradas en dirección a Blaziken, que no se amilanó lo más mínimo; abrió su pico y exhaló un enorme chorro de llamas que carbonizó las semillas a su paso y envolvió al Breloom, al cual asó y noqueó.
-¡Seadra, Rayo Hielo!
-¡Seviper, enséñale quiénes somos! ¡Dale caña con tu Cola Venenosa!
El Seadra, ya cansado, lanzó por la boca-tubo un rayo de energía helada que se dividía en tres brazos hacia Seviper, que ya había preparado su Cola Venenosa. Y fue eso lo que salvó a Jessie de perder, pues en un acto reflejo, Seviper se cubrió con la cola envuelta en el albor lila que caracterizaba el ataque Cola Venenosa, y ésta le sirvió de escudo, pues desvió el ataque hacia el suelo congelando el suelo. Seviper siseó de puro contento y aprovechó el hielo para deslizarse por él y llegar antes cerca de Seadra; la cosa funcionó, porque el Pokémon acuático se vio de pronto a Seviper delante de sus narices y no pudo reaccionar. El Pokémon de Jessie siseó triunfante y le golpeó con la cola en toda la cara con todas sus fuerzas, dejándolo fuera de combate para consternación del soldado.
-¡Fantástico, Seviper! ¡Usa Niebla!-ordenó una exultante Jessie. La joven, emocionadísima ante su victoria (ya que no solía celebrar muchas), no se paró a pensar las consecuencias del movimiento que le había indicado realizar a su Pokémon. Antes de que Leonor pudiera detenerla, Seviper abrió la boca y exhaló una nube de niebla negra que cubrió el pasillo entero impidiendo a los reclutas de Cífer la visión más allá de sus narices.
Lo que Jessie no había previsto era que ellas tampoco podían ver nada.
-¿¡Dónde están!? ¡No pueden haber ido muy lejos con toda esta niebla!-se oyó gritar a uno de los soldados.
-Muy bien, genio. ¿Ahora qué? ¿Ponemos los faros antiniebla?-le dijo Leonor a Jessie sarcásticamente. La aludida enrojeció y buscó a toda prisa una excusa convincente para salir impune de su error:
-Aunque no veamos un pito, ¡ellos tampoco pueden vernos! ¡Tampoco ha sido tan mala idea!-pudo decir ante la exasperación y resignación de su compañera. De pronto, un par de brazos escamosos agarraron respectivamente a las chicas por la cintura, sobresaltándolas, pero tras el susto germinal, Jessie y Leonor advirtieron que era Blaziken quien les había cogido, y las llevaba fuera de la niebla, entre la cual se habían quedado los dos soldados; Seviper reptaba velozmente junto al Pokémon tipo Fuego y Lucha y siseaba a modo de saludo.
-Al final no ha sido tan estúpido utilizar el ataque Niebla, ¿a que no?-comentó Jessie altanera una vez Blaziken las hubo llevado lejos del peligro y las dejara suavemente en el suelo. Leonor alzó la vista con condescendencia pero también con diversión y contraatacó:
-Siempre tendrás que tener tú razón, ¿verdad? Pero mejor déjalo, no viene a cuento ahora…
-¡Ves! ¡Ahí tienes tú razón!-saltó Jessie irónica-¡Hay que darse prisa, chicos; vamos a por Meowth!
-Eso, antes de que se cargue él solito a los soldados de Cífer… ¡Éste es capaz!

-Date prisa o van a acabar encontrándonos…
-¡No me atosigues, Sapphire! Esto no es tan fácil como parece, por si no lo sabes…
James y Sapphire, junto a Carnivine y Dragonair, habían encontrado las dos salas que el indiscreto soldado les había indicado. Tras comprobar que la sala estaba cerrada mediante el código que el recluta mencionó, habían ido a la sala contigua para tratar de conseguirlo en el ordenador que controlaba la cerradura de la “prisión” de Meowth y estaban en ello…mejor dicho, James estaba en ello; Sapphire le había dejado aquel trabajo dado su poco dominio de las tecnologías y había optado por quedarse vigilando por una rendija de la puerta que nadie les descubriera (más bien que descubriera a James) mangoneando el sistema de retención de los reclusos.
-¡Venga! Tenemos el tiempo justo.-le apremió Sapphire.
-¡Ya voy, ya voy, ya voy! Espera, espera, casi lo tengo…-murmuró él tecleando frenéticamente enfrente del ordenador, en cuya pantalla se sucedían verdaderos galimatías de cifras y letras incomprensibles para Sapphire pero que parecían tener sentido para James-¡Sí! A ver…X…D…0…0…4. ¡Listo!
En efecto; nada más introducir el código, que era correcto, se oyó un chasquido fuera de la habitación, señal de que la puerta de la habitación lindante se había abierto.
-Buen trabajo.-se limitó a decir Sapphire, asintiendo con aprobación. James ya se disponía a salir disparado de la estancia junto a su Carnivine (que no parecía entender en absoluto la prisa de su entrenador), pero se volvió por encima del hombro un momento para responder a la chica:
-Bueno, tengo algunas nociones de programación y todas esas cosas. Por eso Jess me utiliza para construir los trastos para atrapar al Pikachu del mocoso…aunque siempre acaban explotando.-repuso encogiéndose de hombros, y luego salió de la habitación sin que nada pudiera detenerlo. Sapphire y su Dragonair se miraron un momento y siguieron al joven hasta la puerta de la habitación de al lado, que en apariencia seguía cerrada; James tiró de la manivela y la puerta se abrió sin oponer resistencia. La puerta debía de estar silenciada porque nada más abrirse se oyó una voz nasal que canturreaba una canción con aire triunfal:
-¡Libre…! ¡Como el sol cuando amanece yo soy libre…! ¡Como el mar…!
-¡Meowth!-llamó James con la ansiedad dibujada en su rostro. Aquel que estaba cantando en la oscuridad se calló de sopetón y preguntó un instante después:
-¿James? ¿Eres tú o es que empiezo a estar zumbado? ¡Dímelo antes de que me lo crea!
En medio de la profunda penumbra, James y Sapphire pudieron vislumbrar con gran alegría (aunque Sapphire no lo mostraba tan abiertamente) a Meowth de pie, sujetando en su regazo un recipiente cilíndrico de cristal y mirando a todos los lados, buscándolos, pero no le dio tiempo a “encontrarlos”; James, extremadamente aliviado al ver a su amigo ileso, se lanzó hacia él y lo atrapó en un fuerte abrazo que pilló por sorpresa a Meowth. El Pokémon parlante se mostró desconcertado al principio, pero luego dejó escapar un suspiro de felicidad, ya que había echado de menos a sus amigos. Lo que le había sucedido era que ni se había dado cuenta de ello.
-¡Pero por favor, James, no me asfixies tanto! ¡No creo que quieras arriesgarte a ahogarme tras haberte jugado el pellejo para sacarme de aquí!-bromeó Meowth entre risas; de pronto, algo mojado le cayó en la “mano” sobresaltándolo. El Pokémon parlante alzó la vista, y descubrió, no sin cierta alarma, que un delgado rastro húmedo recorría la mejilla izquierda de James.
-Eh-le dijo Meowth un poco más serio-, no hay razón para llorar, exceptuando la emoción del encuentro…Pero creo que estás exagerando un poquito…
-No-no es eso, Meowth…Seba te raptó, y yo estaba presente…y no pude hacer nada por ti; ni siquiera pude aguantar el ataque para ayudarte…Te fallé, te fallé como amigo; podía haberte pasado cualquier cosa, y si hubiera sucedido no me lo habría perdonado nunca… Lo siento…-pudo decir James mientras una segunda lágrima escapaba de sus ojos. Sapphire, conmovida, se acercó cautamente a los dos amigos junto a Carnivine y Dragonair y le puso una mano en el hombro a James intentando consolarlo:
-No te compliques. Seba te atacó de improviso y no pudiste defenderte; no fue culpa tuya. Bastante hiciste ya plantándole cara; y aún conservas el pago que te llevaste por ello.-añadió refiriéndose al arañazo que marcaba un punto por debajo del ojo derecho del joven miembro del Team Rocket. Meowth, que se había puesto colorado al percatarse de la presencia de Sapphire, alzó el recipiente de cristal que aún sostenía y lo situó enfrente de las narices de James:
-Y si el estúpido de Seba no me hubiera raptado, ¡yo no tendría esto entre mis garras! ¡Mirad lo que la cursi de Venus puso a mi alcance!
Sapphire cogió el recipiente, se agachó al lado de James (que se seco las lágrimas con el dorso de su mano enguantada y observó intrigado el recipiente) y lo puso en medio del grupo para que todos pudieran verlo con nitidez. Una tenue luz amarilla relucía fantasmagóricamente en la oscuridad en el interior del recipiente e iluminaba los rostros de todos con una luz dorada y suave. Antes de que James y Sapphire pudieran preguntar qué era lo que brillaba dentro de aquella especie de vasija, les llegó la respuesta de un emocionado y orgulloso Meowth:
-¡Es uno de los Cristales de los que nos habló la Voz esa! La cursi de Venus dijo que éste se llama… ¿Cómo era? ¡Ah, sí; el Prisma de Uxie! Lo habían rapiñado de la Caverna Agudeza, los muy chorizos.
Sus dos compañeros y sus Pokémon volvieron a observar el resplandor del Prisma con un renovado respeto y una profunda fascinación. Sapphire tomó la palabra tras unos segundos de silencio:
-Con que el Prisma de Uxie…el Ser de la Sabiduría. Eso quiere decir que elegirá como Portador a alguien relacionado con la Sabiduría.
-¿La Sabiduría? Mm… Dudo que elija a Jess, porque ella muy sabia no es y lo digo sin ánimo de ofender; además ella ya es la Portadora de la Esfera. Quizá Leonor, o más bien Absol tendría más posibilidades; pero tú quizá también puedas serlo, Meowth. Eso suponiendo que el Prisma elija a alguno de nosotros como Portador, obviamente.-repuso James mirando desde todos los ángulos la luz que emanaba el Cristal. Meowth echó un vistazo en rededor, extrañado, e inquirió:
-¿Dónde andan Jessie, Leonor y Absol, ahora que me viene a la cabeza? No os habrán dejado a vosotros el trabajo sucio, ¿verdad?
-No, están buscándote por la base; nos dividimos en grupos para encontrarte antes.-explicó Sapphire sin apartar la vista del resplandor amarillo, sumida en un extraño trance. Meowth no respondió, cosa rara en él, y cuando James alzó la cabeza tras contemplar un poco más la tenue luz ambarina, descubrió la razón; el Pokémon parlante había clavado sus grandes ojos de iris morados en los ojos azul hielo de Sapphire y había enrojecido. Sapphire no se había dado ni cuenta ya que seguía absorta en la contemplación del Prisma de Uxie, y ni uno ni otro se habían percatado de que James les miraba desconcertado a ambos; el joven se levantó con demasiada rapidez y dijo desviando la mirada, algo incómodo:
-Esto… No es por interrumpir, pero deberíamos ir a buscar a Jess y a Leonor y decirles que ya hemos encontrado a Meowth; Absol sabrá encontrarnos él solo, o eso creo yo.
-Tienes razón-admitió Sapphire saliendo del trance en el cual le había sumido el Prisma y levantándose ágilmente-. Además, probablemente sepan ya que hemos entrado y nos estarán buscando.
-¡A qué esperamos, pues! ¡Venga, venga, arrancad!-les apremió Meowth mientras Carnivine y Dragonair asentían divertidos. El grupo se aproximó sigilosamente a la puerta de la habitación a oscuras; Dragonair asomó la cabeza por la rendija de la puerta entreabierta, miró a izquierda y derecha y negó con rotundidad.
-Lleva tú el recipiente del Prisma-le pidió Sapphire a James entregándole el pequeño depósito de cristal con sumo cuidado-. Confío en que sepas protegerlo bien; esperemos que Absol sepa distraer a los soldados, porque vamos a necesitarlo.
-¿Absol? Lo conozco desde hace sólo casi quince días, pero si se trata de saber…sabe de casi todo. Creo que incluso cuidaría del Prisma mucho mejor que yo.-alegó James sujetando el recipiente casi como si fuera el diamante más valioso de Celesta y comprobando por segunda vez que no había moros en la costa. Meowth, socarrón, apostilló:
-Sí, saber sabe una barbaridad… Pero llamar la atención en una base enemiga no creo que sea su fuerte. ¿Hacer algo mal a propósito? ¡Me da que no lo creo capaz!
--------------------------------------------------------
¡Espero que os haya gustado ^^! El título del siguiente es El Portador del Prisma

No me enrollo más,que estoy viendo una película y he venido para acabar esto xDDD

¡Espero opiniones ^^!
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And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
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zaphirot
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Mensajepor zaphirot »

buen capitulo seguilo haci que me gusto

Sapphire
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Mensajepor Sapphire »

Me ha encantado el cáp, y casi lloro cuando James y Sapph encontraron a mi Meowth :'S. Pero finalmente todo salio bien. Esperamos que salgan de la Base sanos y salvos ^^
Siguelo pronto eh? ^^

Pd: ¡¡Quiero saber quien sera el portador!! xD
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

¿Casi lloraste cuando lo encontraron o cuando cuando James le da ese abrazo,Sapph xDDD? (Recuerda que fuiste tú la que me dijiste que "tu" carácter fuera tipo Kirtash xDDD) Yo me emociono más con el capítulo especial que escribí xDDD
¿Quieres saber quién es el Portador del Prisma? ¿Quién crees o esperas que sea xD? Yo no lo voy a decir hasta que se publique el siguiente capítulo u os lo destripo xDDDD
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Sapphire
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Mensajepor Sapphire »

No lo sé xDDD ¿Puede ser Absol? O.o O ¿Quizas mi Meowth? ¿Leonor, James? ¡¿Sapph O_O?!
No me provoques nee-chan, haber si te muerdo =3
Publica proooooooooooooooooooonto
Si me emocione cuando se abrazaron T_TU Pero a veces me gustaria tener el caracter de Kirtash (L)(L)(L) xD
Sigueeeeeeeeeloooooooooooooooo x'D

Pd: ¿Se nota que estoy feliz? x3

L = El corazón en el Msn xD
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Se notas que estás contenta,eso sí xDDD
No me muerdas,que me falta sal y soy toda huesos xDDDDD (eso dijo James una vez intentando convencer a un Aerodactyl para que no se lo comiera xDDD) Entre mañana y pasado iré escribiendo el siguiente capítulo,que me gusta...Además sale un Pokémon que te gusta bastante,Sapph xD
Ah,sí...~Slow Slow Slow~ xDDDD

PD:Quedamos que yo era One-Chan xDDDD Nee es Kasumi xDDD
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Dark Gato con Botas
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Mensajepor Dark Gato con Botas »

¡Me encantó el capítulo xDDD! Casi me emociono cuando James encuentra a Meowth y llora T_T Ya sabía yo que no serías capaz de plasmar a James enfadado xDDD Y el combate muy bueno,¡me encantó! Pero me reí sobre todo cuando Meowth canta xDDDD ¡Síguelo ^^!

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**Koke**
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Mensajepor **Koke** »

genial el ultimo capitulo y Meowth el torturador de cifer xD siguelo Meowth que esta muy bueno recuerda que em dijsite que apareceria eh xD
Bye!

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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Tranquilo,Koke,que aparecerás xD Pero cuándo,eso ya no lo sé xDDD Después de todo,aún voy por el capítulo 33 en la libreta y no sé cuándo apareceréis;todo depende de como se desarrolle la historia ^^ Pero no me olvido tan fácilmente de mis promesas xDDD

Y nada,recordar que entre mañana y pasado espero tener listo el capítulo 31 y que en el tema que abrí para aparecer estoy poniendo unos test de los capítulos entre mi colaborador anónimo y yo xDDD Si queréis saber cuánto os habéis fijado en los capítulos,podéis probarlo n_n
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Dark Gato con Botas
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Mensajepor Dark Gato con Botas »

Me acabo de dar cuenta que no opiné del capítulo anterior xDD Mi opinión del capítulo 29 es...¡obvia xD! Me encantaron las descripciones,mejoras mucho ^^ Y además...¡Me partí con Meowth no sabes cuánto xDDDDDD! Resulta tonto decirte que sigas así al habértelo dicho en mi anterior opinión,solo decirte...¡que me encantó el capítulo xDDD!

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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Aviso a mis lectores;mi ordenador en casa de mi padre se me ha escacharrado contra todo pronóstico ¬¬ Puede que lo arreglemos hoy o mañana,pero desde luego no sé si me dará tiempo a escribir el capítulo 31 u_uU Así que si no es hoy (cosa que dudo),puede que sea mañana,o quizás lunes o martes...así que pido un poquito mas de paciencia x) ¡Sólo un poco!

PD:Lástima que me quedé sin listón,era tan bonito el libro...xDDDD
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{-Dialga-}
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Mensajepor {-Dialga-} »

Creo que he llegado justo a opinar ^^ Bien,aquí dejo mi crítica tras una ausencia larga,y realmente me has impresionado con este capítulo n_n

Partes cómicas


Pero en los ojos de aquel joven brillaba un destello de furia contenida que hizo decidir al soldado que lo mejor sería no arriesgarse a impacientarlo, así que soltó de carrerilla:
-El Meowth está encerrado en el quinto piso, pasillo F, sala Z-40; el mecanismo para desactivar las esposas de energía está en la sala contigua, hay que meter un código que sólo la Administradora sabe, y si es posible que aflojaras la presión de la mano, te rogaría que lo hicieras porque me estás haciendo daño.-el joven pareció salir de su enfado, parpadeó un par de veces y soltó al recluta enseguida.
-Vaya, lo siento…No era mi intención.
-¡Pues menudo rescatador estás tú hecho!
-dijo una voz femenina y fría, pero parecía incrédula en aquel momento-¿Crees que así vas a recopilar mucha información?
-Sapphire, si al pobre hombre le hago daño no es plan hacer oídos sordos y ahogarlo o algo…
-De verdad que no sé qué haces tú en el Team Rocket, James… Jessie aún, aún; pero tú…

Ya de entrada me reí mucho con esto xDDD Será posible que James no sea capaz de ser un poco duro con el soldado ese...Estoy de acuerdo con Sapphire xDDD
-¡Jessie, cuidado! ¡Tienes una alarma justo delante de tus narices!
Jessie frenó en seco justo antes de pasar por delante de una célula fotoeléctrica que hacía las veces de alarma y por poco perdió el equilibrio. Seviper siseó divertido y Leonor suspiró con exasperación al ver los aspavientos que la joven hizo para mantenerse en pie tras el frenazo.
-¡Caray, Leonor! ¡Podías avisar con un poquito más de antelación!-le reprochó Jessie a la chica una vez recobró el equilibrio, cruzándose de brazos.
-Verías tú sola las alarmas si no fuera porque vas a toda tralla y no miras a tu alrededor. Me extraña que aún no nos hayan pillado; deberíamos haber pasado por unas quince alarmas.-replicó Leonor con fastidio.

Ay,mi Jessie...¡Cómo es xD! En este momento,Leonor tiene razón,¡es que mi Jessie es tan impaciente...^///^! Me partí,y bastante xD
Jessie y Leonor fueron a preguntar al unísono el por qué de aquello, pero antes de que pudieran decir nada, dos soldados de Cífer aparecieron por la esquina del pasillo convergente y pasaron justo por debajo de los intrusos sin verles ni detectar su presencia…y habría salido todo bien de no ser porque Jessie dejó muerta una pierna, y una bota con tacón golpeó con contundencia el casco de uno de los soldados dejándole una abolladura de tamaño considerable. Los dos reclutas, sobresaltados, alzaron la cabeza, y obviamente descubrieron a las dos chicas y a sus Pokémon colgados del techo con expresión consternada.
-Estamos acabados.
-se le escapó a Leonor; por una vez, Jessie no le llevó la contraria. Los dos soldados echaron mano a sus cinturones, donde llevaban prendidas sus Pokéball, y una vez escogieron una, las lanzaron al aire con aire triunfal. Las esferas se abrieron, liberando de su interior a un Seadra y a un Breloom.
-¡Rendíos!-exigió uno de los soldados-¡No tenéis ninguna oportunidad!
-¿Me habláis a mí? ¡Lo siento, estimados ingenuos, pero no sabéis con quién estáis hablando! ¡Seviper, Cola Venenosa contra Seadra!-ordenó Jessie con una sonrisa maliciosa.

xDDDD Ay,ay,mi Jessie,pero qué patosa es a veces xDDD La salida de Leonor es genial,me reí mucho xDDD
-¡Seviper, enséñale quiénes somos! ¡Dale caña con tu Cola Venenosa!

xDDDDDDDD Puede parecer tonto,pero me mondé con eso xDDDDDDD Eso fue...¡genial! xDDDD
Antes de que Leonor pudiera detenerla, Seviper abrió la boca y exhaló una nube de niebla negra que cubrió el pasillo entero impidiendo a los reclutas de Cífer la visión más allá de sus narices.
Lo que Jessie no había previsto era que ellas tampoco podían ver nada.
-¿¡Dónde están!? ¡No pueden haber ido muy lejos con toda esta niebla!-se oyó gritar a uno de los soldados.
-Muy bien, genio. ¿Ahora qué? ¿Ponemos los faros antiniebla?-le dijo Leonor a Jessie sarcásticamente. La aludida enrojeció y buscó a toda prisa una excusa convincente para salir impune de su error:
-Aunque no veamos un pito, ¡ellos tampoco pueden vernos! ¡Tampoco ha sido tan mala idea!-pudo decir ante la exasperación y resignación de su compañera. De pronto, un par de brazos escamosos agarraron respectivamente a las chicas por la cintura, sobresaltándolas, pero tras el susto germinal, Jessie y Leonor advirtieron que era Blaziken quien les había cogido, y las llevaba fuera de la niebla, entre la cual se habían quedado los dos soldados; Seviper reptaba velozmente junto al Pokémon tipo Fuego y Lucha y siseaba a modo de saludo.
-Al final no ha sido tan estúpido utilizar el ataque Niebla, ¿a que no?-comentó Jessie altanera una vez Blaziken las hubo llevado lejos del peligro y las dejara suavemente en el suelo.

Sinceramente,la parte más graciosa del capítulo es con Jessie y Leonor xDDDD ¡Las ironías destacadas hicieron que estallara en risas,pero risas risas xDDDDDD!
La puerta debía de estar silenciada porque nada más abrirse se oyó una voz nasal que canturreaba una canción con aire triunfal:
-¡Libre…! ¡Como el sol cuando amanece yo soy libre…! ¡Como el mar…!

-¡Meowth!-llamó James con la ansiedad dibujada en su rostro. Aquel que estaba cantando en la oscuridad se calló de sopetón y preguntó un instante después:
-¿James? ¿Eres tú o es que empiezo a estar zumbado? ¡Dímelo antes de que me lo crea!

xDDDDDDD ¡Esta parte es brutal xDDDDD! ¡La canción de Meowth es genial,me partía,me carcajeaba xDDDD! ¡Esta parte es mi favorita xDDDD!
-Sí, saber sabe una barbaridad… Pero llamar la atención en una base enemiga no creo que sea su fuerte. ¿Hacer algo mal a propósito? ¡Me da que no lo creo capaz!

Este comentario también fue genial xDDDD Hay que ver cómo pincha Meowth xDDDDD

Partes intrigantes y demás

Primero que nada debo felicitarte por la descripción que hiciste de James y Sapphire a los ojos del soldado o_O Me quedé gratamente sorprendido,porque pude imaginarme perfectamente a ambos ^^ ¡Además Meowth "encontró" el Prisma de Uxie *-*! Ya quiero ver el capítulo que sigue n_n

No tengo mucho tiempo más,así que ya sabes;¡sigue así ;-)!

PD:Jessie RLZ xDD
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Creo que ya es hora de colocar el capítulo tras una laaaaarga espera xDDDD No me enrollaré,¡aquí va el capítulo 31 ^^!

Cap.31: El Portador del Prisma

Absol avanzaba sigilosamente por los pasillos de la base Cífer; sus peludas patas no causaban ningún ruido en el suelo de acero del enorme edificio ubicado en el Lago Agudeza, y además había abierto su mente hasta límites insospechados, como cada vez que usaba el rastreo mental, que podía llegar a detectar una conciencia intrusa en un radio de ciento cincuenta metros. Por esa razón, ningún soldado de Cífer había descubierto todavía al Pokémon Siniestro, ya que le sobraba tiempo para esconderse en cualquier recoveco o pasillo a oscuras. Como les había dicho antes de colarse en la base a sus compañeros, él era el más capacitado para la tarea de distracción que se había adjudicado él sólo, cuyo objetivo era atraer a la planta baja a los reclutas y dejarles vía libre a los demás para encontrar al secuestrado Meowth. Aunque su semblante, siempre de apariencia serena, no dejara traslucirlo, Absol estaba exultante al ser una pieza importante en el improvisado plan que habían ideado; hacía días que no había hecho casi nada por el grupo, y dado que él era el más sensato de todos (y lo sabía), se sentía responsable. Así que, a pesar de su carácter calmoso, el Pokémon Siniestro, impaciente, buscó con la aguda mirada de sus ojos rojos un buen escondite en el cual ocultarse de los soldados, ya que iba a concentrar su poder mental en comunicarse con Leonor, con quien tenía un vínculo telepático sólido y rápido. Descubrió un armario de tamaño medio, de color blanco plateado, que parecía ser de más o menos su estatura, y ya que no había nada mejor y más cercano, optó por esconderse allí. Absol no encontró problemas al introducirse en el mueble; por lo visto era más amplio de lo que parecía a simple vista. Una vez dentro del armario, Absol concentró sus sentidos en hallar el vínculo mental que le unía a su entrenadora. No le fue muy difícil percibirlo, porque entre él y ella solían entablar largas conversaciones mentales sin que Jessie, James y Meowth tuvieran constancia de ello. Una vez encontrado, todo fue más sencillo; Absol entretejió una red con su percepción alrededor del lazo, y una vez estuvo bien enredado, el Pokémon Siniestro lanzó una señal telepática de intensidad media. No le preocupaba la fuerza con la que la emitió, porque la mente de Leonor estaba muy acostumbrada a la de Absol y recibiría fácilmente una señal de menor potencia, y no se equivocaba.
No tuvo que esperar mucho esperando una respuesta.
<<¡Absol!>>-resonó la voz de Leonor en la mente del Pokémon-<<¿Me has llamado? ¿Va todo bien?>>
<<Sí, no te preocupes>>-respondió Absol, tranquilizador-<<Sólo quería saber si Jessie y tú ya habéis encontrado a Meowth. Necesito saber cuándo comenzar a distraer a los soldados>>
La mente de Leonor transmitió a Absol una sensación de inquietud, con lo cual el Pokémon ya supo la respuesta de ella con seguridad antes de oírla.
<<No, todavía no hemos encontrado nada. Lo único emocionante que nos ha pasado ha sido que nos cruzamos con unos soldados y luchamos con ellos; pero salimos ilesos todos>>-añadió rápidamente la chica al notar la súbita preocupación que emanó Absol-<<Pero no sé si James y Sapphire habrán averiguado algo. ¿Has hablado con ellos?>>
<<No sé si sería capaz>>-confesó Absol, impasible pero enrojeciendo un poco, pero obviamente Leonor no podía saber esto último-<<No tengo establecido un vínculo con ninguno de los dos. Mis poderes mentales son limitados; sabes de sobra que yo no soy un Pokémon Psíquico>>
<<Pero a pesar de eso, superas con creces la capacidad mental de cualquier Kadabra>>-rió Leonor-<<Así que confío en que puedas hacerlo, y no creo que tengas mucha dificultad para ello. Prueba a contactar con Sapphire; su mente es más vasta que la de James, en el sentido de que su poder telepático es notable, claro>>-agregó temiendo que Absol creyera que estaba infravalorando a James. El Pokémon Siniestro esbozó una media sonrisa parecida a las de Sapphire:
<<Lo había entendido, Leonor. Bueno, probaré, pero no te garantizo nada. Si hablo con ella, te avisaré de nuevo, así que estate atenta>>
<<De acuerdo. ¡Suerte!>>
Absol asintió y cortó la comunicación de forma súbita. Debido a la brusca suspensión de su poder mental, un leve mareo asaltó al Pokémon, que tuvo que parpadear para despejarse un poco antes de concentrar de nuevo su capacidad telepática, ya que en la siguiente propagación mental iba a precisar de mucha más energía que al hablar con Leonor.

-Vale, vía libre. Podemos pasar, pero rápido.-informó Sapphire haciéndoles una señal con la mano a James, Meowth, Carnivine y Dragonair. El pequeño “subgrupo” atravesó el pasillo velozmente antes de que viniera y les viera algún soldado entrometido.
-Esto del espionaje es más peliagudo de lo que yo creía.-comentó Meowth con una expresión irónica mientras corría al lado de James. El joven estaba de acuerdo con aquella frase, a pesar del sarcasmo que llevaba encima; Sapphire le había hecho responsable de la seguridad del recipiente que contenía uno de los Cristales a los que la misteriosa Voz de la Columna Lanza había hecho referencia. El Cristal en cuestión era el Prisma de Uxie, que tenía relación casi directa con la Sabiduría de su Portador; ante el gravamen que Sapphire le había otorgado sobre el Prisma, James no había podido quejarse ni protestar, pero tampoco estaba seguro de poder custodiar con la pericia que esperaban los demás tan importante objeto. Carnivine y Dragonair se asomaron a la esquina del pasillo en el que estaban en ese momento, miraron a un lado a un lado y luego a otro, y negaron vehementemente con la cabeza, indicando que no había moros en la costa.
-Vamos.-les dijo Sapphire con un rápido gesto de cabeza, agitando levemente su largo pelo blanco-azulado. Sus compañeros se apresuraron a seguirla, pero no avanzaron mucho, la verdad. La chica se detuvo de repente, propiciando un choque en cadena; James chocó con ella (de puro milagro no se le cayó el recipiente del Prisma), Meowth con él, Carnivine con él y Dragonair con él.
-¡Sapphire! ¿Qué ocurre?-preguntó James, preocupado por la chica, ya que a esas alturas todos le habían cogido confianza. De todas formas, si Jessie, James y Meowth aún no habían aceptado del todo a Leonor y Absol como amigos, Sapphire aún estaba más lejos de aquella consideración.
-Me ha parecido escuchar una voz en mi cabeza-respondió ella cerrando los ojos intentando concentrarse mientras Meowth le dirigía una mirada asustada-. Es curioso, la voz me resulta familiar.
-¿Una voz en tu cabeza? ¡Eh, espera! ¡Seguro que es Absol!-saltó James, feliz por su acertada deducción-Creía que sólo podía hablar con la gente desde tan lejos si había establecido un vínculo telepático o algo por el estilo…
-¿Y te sorprendes? ¡Pero si Absol siempre es una caja de sorpresas! O debería decir un baúl, dado el caso.-se corrigió Meowth irónicamente. Sapphire les chistó a todos intentando establecer contacto con la mente de Absol bajo la atenta mirada de Carnivine y Dragonair, que parecían intrigados por el inesperado contratiempo.
Al cabo de unos diez segundos de tensión, Sapphire pudo entrar superficialmente en la mente del Pokémon Siniestro, la señal de que se había instaurado un lazo telepático, aunque endeble:
<<Absol, ¿puedes oírme?>>-preguntó la chica mientras sus ojos azules como el hielo relucían de forma extraña. La respuesta tardó un poco en llegar, y la modulada y serena voz de Absol inundó débilmente la mente de Sapphire:
<<Sí, te oigo, pero muy tenue. El vínculo es demasiado flojo>>-repuso Absol con contrariedad-<<Abreviaré antes de que el contacto se venga abajo. ¿James y tú habéis encontrado a Meowth?>>
<<Sí, ya lo hemos liberado>>-confirmó Sapphire, y Absol emitió una sensación de sorpresa y alegría-<<Estamos en busca de la salida ya>>
<<¿En serio ya lo habéis rescatado? Una grata noticia>>-dijo el Pokémon con calma pero con felicidad. Antes de que prosiguiera, Sapphire añadió:
<<Además hemos conseguido algo muy relevante>>-Absol emanó curiosidad-<<Gracias a Meowth pudimos coger el segundo Cristal de la Voz, el llamado Prisma de Uxie>>
<<¡Eso sí que es una gran nueva! Entonces ya nada nos retiene aquí>>-declaró Absol impresionado-<<Comenzaré a sisar a los reclutas tan pronto le comunique a Leonor y Jessie vuestro éxito. Mientras tanto, subid a la azotea ya; nos encontraremos allí>>
<<De acuerdo, nos ponemos en camino. Ten cuidado, Absol>>-le advirtió Sapphire al Pokémon, que asintió y cortó la comunicación con más cuidado que antes. Mientras la chica se ubicaba tras el contacto telepático, James y Meowth la observaron con ansiedad:
-¿Qué ha dicho, qué ha dicho?-inquirió un impaciente Meowth.
-Que subamos a la azotea, que nos reuniremos con él y con Jessie y Leonor allí. Así que no perdamos el tiempo en discusiones y avancemos. Quietos no vamos a conseguir otra cosa que que nos encuentren los soldados.
-Tienes razón; ya casi se me había ido de la cabeza-reconoció James aferrando con más fuerza el recipiente del Prisma-. Esperemos que no nos encuentre nadie mientras subimos…
El joven apenas acabó de pronunciar la frase cuando un fuerte sonido, molesto y continuado, se esparció por la base, sobresaltándolos a todos excepto a Sapphire. Reconociendo la alarma, todos se volvieron instintivamente hacia Meowth con una mirada fulminante:
-¡Meowth!-gritó James, asiendo casi con desesperación el recipiente-¿Qué has hecho ahora?
-¡Eh, yo no he hecho nada, lo juro por lo más santo!-se defendió el Pokémon parlante, intimidado ante la actitud de sus compañeros-¡Quiero un abogado si va a llevárseme a juicio, tengo mis derechos!
-Callaos todos-ordenó Sapphire con suavidad pero con firmeza-. Nadie ha hecho nada para que salte la alarma. Absol debe de haberla activado para que todos los soldados bajen a por él mientras huye.
-¿Lo veis, malpensados? ¡Ya podéis ir disculpándoos!-reclamó Meowth con expresión de suficiencia. Carnivine y Dragonair le miraron irónicamente, demostrando que de ningún modo iban a hacer lo que el Pokémon parlante exigía. Al darse cuenta de ello, Meowth frunció el ceño y puso los brazos en jarras, encarándose a los dos Pokémon:
-¡Tendréis cara! ¿Es que no pensáis pedir perdón o qué? ¡Habéis acusado a alguien inocente, y se supone que hay que suplicar clemencia al ofendido! ¡Estáis incumpliendo el protocolo de la sociedad, para que lo sepáis!
-Si es que metes la pata las suficientes veces como para que ya desconfiemos de lo que haces…-repuso James con una sonrisa sarcástica, haciendo aflorar una expresión divertida en el rostro de Sapphire y causando una risa floja en Carnivine y Dragonair. Al ver que todos sus compañeros parecían haberse puesto de acuerdo para hacerlo rabiar un poco, Meowth refunfuñó y se cruzó de brazos con contrariedad:
-¡Pero mira que sois cansinos a veces, oye! ¡Luego no os quejéis si me tomo una pequeña venganza por esto!-rezongó mientras Sapphire llamaba la atención de los demás compañeros con un rápido gesto de cabeza:
-No solucionamos nada quietos aquí; sólo es cuestión de tiempo que pase por este pasillo un soldado y nos encuentre-argumentó, no sin razón-. Démonos prisa y subamos ya a la azotea, puede que Jessie y Leonor ya estén allí.
El razonamiento de la chica era bien sólido, así que todos (Meowth seguía algo enfadado, pero dado lo que sentía por Sapphire, aceptó sin rechistar) no discutieron la sutil orden que Sapphire había dado. De hecho, el carácter de Sapphire les recordaba un poco a Absol, cuya sensatez era lo que había salvado al grupo en diversas ocasiones. Así pues, los cinco corrieron por el pasillo, afortunadamente aún desierto, en busca de las escaleras ascendentes, en tensión por si aparecía algún recluta de Cífer y les descubría.

-¡Jessie!-exclamó Leonor, con una expresión extremadamente satisfecha dibujada en su rostro-Absol acaba de hablar conmigo otra vez.
-¿Ah, sí? ¿Qué cuenta ahora, algo nuevo?-preguntó Jessie, que había estado observando atenta y preocupada a Leonor durante la conversación telepática que habían mantenido la chica y el Pokémon Siniestro.
-Absol dice que ha podido hablar con Sapphire, ¡sí, en serio!-añadió ante la cara que puso la joven-Dice que ella y James ya han rescatado a Meowth, ¡y además han conseguido un nuevo Cristal! ¡Dice que han pillado el Prisma de Uxie!
-¡No me digas! Vaya, quién lo hubiera dicho de James… ¡De Sapph me fiaba, pero de James…no lo tenía tan claro, la verdad!
-¿Es que no te fías de él?-inquirió Leonor, divertida, observando socarronamente a Jessie por encima de sus gafas.
-Es demasiado tranquilo para tomar la iniciativa en algo.-se limitó a responder ella encogiéndose de hombros. Leonor rió por lo bajo y dijo, sonriente:
-Absol dice que vayamos a la azotea, que nos encontraremos todos allí y que nos marcharemos volando otra vez. Así que avancemos, que si no nos van a pillar.
Nada más decir esto, una escandalosa alarma comenzó a sonar sin previo aviso, asustando a las dos chicas y a Seviper y Blaziken, los dos respectivos Pokémon que las protegían por sugerencia de Absol. Jessie se volvió hacia todos los lados, visiblemente sobresaltada, y exclamó:
-¡Eh, esto es trampa! ¿¡Cómo suena una alarma sin que haya ni una sola en este pasillo!? ¡Qué descaro, eso es juego sucio! ¡Dad la cara, cobardes!
-¡No armes escándalo! Esto es parte del plan, ¿o es que no te acuerdas?-le cortó Leonor, impaciente-¡Absol ha activado una alarma en la planta baja para que los soldados bajen mientras nosotros subimos como si fuéramos un ascensor! ¿Lo pillas?
-Sí, sí que lo entiendo, sí…
-¡Pues entonces no te quedes quieta ahí como un pasmarote y vamos!-le apremió la chica a Jessie tironeándole del brazo para que avanzara, ante el desconcierto de ella y de Seviper, pues aquel carácter era más bien propio de Jessie y no de Leonor.
-Eh, sí, tienes razón… ¡Va, vamos!
-¡Eso he dicho; vamos!
-¡Toma, y yo también lo he dicho!
-¡Pero yo lo dije primero!
-¡Pero yo lo he recalcado, y eso es más importante!
-¡Recalcar es sólo repetir lo dicho!
-¡Pues por eso, más razón tengo yo!
Blaziken se plantó entre las dos chicas con un extraño chasquido de su pico, ya harto de la absurda disputa que se había formado, y las miró con severidad, como diciéndoles que era una solemne estupidez discutir por la razón que había comenzado aquello.
-Eh, vale…Sí que es verdad, Blaziken…Esto es una tontería. ¡Avancemos de una vez!-dijo Leonor lanzándole tal mirada a Jessie que ésta optó por obedecer a la chica, a pesar de que se sentía un poco humillada al acatar instrucciones de una chica de trece años, y se apresuró a seguir a Leonor junto a Seviper, que siseaba divertido ante el apuro de su entrenadora.
Pero no pudieron llegar muy lejos.
Una pared de energía oscura, de un fuerte color morado, se alzó delante del incipiente grupo; sólo Blaziken pudo evitar darse de frente con ella, pues sus rápidos reflejos le permitieron retroceder a sólo cinco centímetros de la barrera. Tanto Jessie, como Leonor y como Seviper chocaron con fuerza contra la pared. Jessie retrocedió, pasmada, pero una fuerza ajena a ella la alejó de pronto de sus compañeros mientras la barrera oscura se extendía en torno a Leonor, Blaziken y Seviper, que trataban de escapar sin éxito; ni siquiera Blaziken pudo huir a tiempo.
-¡Jessie! ¡Ten cuidado, creo que te han dejado fuera por…por…!-una súbita debilidad comenzó a apoderarse del cuerpo y la mente de Leonor, que aún pudo decir antes de hundirse en la oscuridad al tiempo que Seviper y Blaziken perdían el conocimiento-por razones expresas…
Jessie aún pudo escuchar las lánguidas palabras de Leonor, inquieta, y miró con desconfianza la pared de energía oscura. Segundos más tarde, dejó escapar un grito ahogado; un Dusknoir estaba suspendido en el aire por encima de la prisión oscura envuelto en una niebla del mismo color que la energía que encerraba a Leonor, Seviper y Blaziken.
-¿¡Pero será posible que…!?-gritó a nadie en particular, pero se quedó a mitad de frase. Súbitamente y sin previo aviso, alguien la arrastró contra la pared, sobresaltándola. Jessie, irritada porque la hubieran sorprendido de aquella forma, se giró bruscamente, y vio a un joven de su misma edad, vestido completamente de negro, de pelo negro y medio alborotado, que le tapaba un ojo por completo y dejaba visible el izquierdo, que era de un extraño color ámbar, acorralándola contra la pared con una misteriosa sonrisa.
Jessie dejó escapar un gruñido; aquellos rasgos eran inconfundibles una vez los habías visto.
-¡Seba!-exclamó, reconociéndolo.

Ajenos a este contratiempo, James, Meowth, Sapphire, Carnivine y Dragonair seguían subiendo las escaleras hacia la azotea; a juzgar por un plano del edificio con el que se habían cruzado antes, debían estar en la novena planta. La base Cífer tenía en total quince pisos, así que ya les quedaba razonablemente poco para llegar a la descuidada azotea. Eso sí, la carrera que se habían pegado desde la quinta planta hasta la novena les había dejado bastante cansados, sobretodo al paticorto Meowth:
-Esto del ejercicio no puede ser sano, no puede serlo…Dirán lo que quieran, pero no es sano, va a darme un patatús de tanto correr… ¡Verás cómo me paro en seco en cualquier momento!
Realmente no fue él quien se detuvo bruscamente; tres segundos después del comentario del Pokémon parlante, Sapphire frenó de forma tan súbita que se volvió a producir un cómico choque en cadena. Mientras James intentaba desesperadamente que el recipiente del Prisma de Uxie no se le escurriera entre sus brazos, Meowth le dirigió a Sapphire una mirada preocupada, ya que la chica había cerrado sus ojos azul hielo y a juzgar por su semblante, parecía estar escuchando algo:
-¿Sapphire? ¿Te pasa algo? ¡Habla! ¡Di treinta y tres!-se embaló el Pokémon parlante, arrastrado por la inquietud que le producía ver a la chica en un estado semejante. Dragonair siseó pidiéndole a Meowth que callara, ya que Sapphire debía estar oyendo algo importante. James se dio cuenta de lo que sucedía una vez hubo podido sujetar bien el recipiente del Prisma, que fue un segundo antes de que Sapphire abriera los ojos.
-¿Qué…? ¿Me he perdido algo importante?-preguntó el joven, confuso.
-He sentido una voz llamándome, o eso me ha parecido oír-repuso Sapphire-. Venía de…de allí.-la chica de pelo blanco-azulado señaló un habitáculo de forma semiesférica de gran tamaño a más o menos unos cincuenta metros de ellos y que hasta ese momento les había pasado inadvertido.
-Vaya cosa más rara-comentó Meowth observando desconfiado la cúpula-. Desde luego, sólo tengo una cosa clarísima.
-¿El qué?
-¡Pues qué va a ser, James! ¡Los de Cífer tienen un sentido de la decoración completamente nulo! ¿Cómo se les ocurre meter una cúpula o lo que sea eso en un edificio con forma aprismada? ¡Es sencillamente patético!
Mientras Carnivine y Dragonair se partían de la risa, Sapphire se acercó al habitáculo semiesférico seguida de James y de Meowth, que parecía orgulloso de haberse inventado una palabra nueva. Sapphire examinó contrariada la puerta del habitáculo, que estaba abierta aparentemente, pero cuando la chica tiró de la manivela hacia fuera, la puerta permaneció firmemente cerrada. Sapphire forcejeó con la manija durante un minuto, más o menos, hasta que James, con un suspiro, le tendió a Carnivine el recipiente del Prisma:
-Toma, guárdalo un momento-Carnivine abrió su enorme boca de planta carnívora y se metió en ella el recipiente con cuidado-. Vigila lo que haces, no vayas a tragártelo.-el Pokémon planta negó vehementemente con la cabeza, y James se acercó a Sapphire, que seguía luchando con la manivela:
-¿Me dejas que te eche una mano?-le preguntó él; la chica asintió con uno de sus rápidos movimientos de cabeza. El joven cogió de la cintura a Sapphire y tiró de ella, aportando un poco más de fuerza a los tirones de la chica; pero ni por esas consiguieron abrir la reticente puerta (cabe destacar que Sapphire sólo tenía trece años y James no era precisamente el colmo de la fuerza). Meowth meneó la cabeza con reprobación y se unió a la cadena tirando de la pierna de James:
-¡Mira que…sois flojos! ¡Tampoco es necesaria…mucha fuerza para abrir…una condenada puerta!-dijo el Pokémon parlante entrecortadamente debido al esfuerzo que ponía en tirar de los demás. En vista del “éxito” que tuvo la intervención de Meowth, Carnivine (con el recipiente del Prisma en la boca) aferró sus brazos-hojas a la tripa de color beige del Pokémon parlante y tiró también con todas sus fuerzas. Segundos después, Dragonair enroscó su cola alrededor del “torso” color amarillo de Carnivine y también estiró con todo su ímpetu. Aun siendo cinco los que tiraban de la manija, la puerta resultó ser mucho más dura de lo que parecía, y estuvieron minuto y medio tirando y estirando con todas sus fuerzas…hasta que Sapphire, tratando de recuperar las energías perdidas, empujó la puerta inconscientemente; bastó para que la puerta se abriera de golpe y arrastrara a los cinco de forma brusca al interior del habitáculo, y cayeron todos al suelo con bastante fuerza. Y fue por la impresión que le dio a Carnivine que el recipiente del Prisma se le escapó de la boca; tras un par de vueltas en el aire (ante la aterrada mirada de James, Meowth, Sapphire, Carnivine y Dragonair) se estrelló contra el suelo, haciéndose añicos por completo. La fuerza del choque hizo saltar al Prisma de Uxie cuando su recipiente se rompió, y siguió la misma trayectoria que su “envase”.
Pero no cayó al suelo, como todos ya daban por hecho que haría. El Cristal se desvió sutilmente de lo que debería ser el recorrido a seguir por el aire, y fue a posarse sobre la “mano” extendida de Meowth, que había caído encima de la cabeza de James tras la súbita apertura de la puerta del habitáculo. Un segundo después de que el Prisma entrara en contacto con el Pokémon parlante, el Cristal emitió un leve destello y comenzó a levitar ante los estupefactos ojos de Meowth, quien soltó un grito ahogado cuando el Prisma desprendió un intenso resplandor amarillo que iluminó los semblantes atónitos de James, Sapphire y los dos Pokémon que les “protegían” por encargo de Absol. El despliegue de luz duró unos quince segundos hasta que la refulgencia se fue apagando, quedando en una especie de rectángulo de energía que giraba sobre sí mismo desprendiendo una tenue luminosidad. Nadie dijo nada durante unos instantes, hasta que Sapphire se levantó con cautela, observó con solemnidad a Meowth, que seguía mirando pasmado el Prisma desde la cabeza de James, y dijo con respeto:
-Meowth, Portador del Prisma de Uxie. Es un gran honor formar parte del grupo en el que tú te encuentras.
-Sí, sí, eso está muy bien-concedió el Pokémon parlante con un deje impaciente en su voz-. Pero, ¿qué se supone que tengo que hacer ahora con este chisme? Porque supongo que servirá para algo; no creo que sea un simple adorno de decoración o cosas de esas…
-Pues tendrás que portarlo, por eso te llaman Portador, ¿no?-intervino James, divertido al exponerle una razón tan lógica. A Meowth no pareció hacerle mucha gracia que su amigo le corrigiera tan obvia cuestión, así que se bajó de un salto de la cabeza del joven y carraspeó con irritación:
-De eso se da cuenta hasta el más pintado.-rezongó.
Sapphire hizo caso omiso a las protestas del Pokémon parlante y echó un vistazo a su alrededor. El habitáculo era muy amplio, bastante más de lo que aparentaba por fuera; la chica recurrió a su capacidad de razonamiento para deducir por qué. Probablemente lo habrían hecho así para disimular algo que hubiera dentro de él, algo grande, y tenerlo bien acoplado sin que los intrusos como ellos sospecharan que allí había algo importante. Antes de que Sapphire decidiera contarles a sus compañeros la conclusión a la que había llegado, descubrió otra cosa que desvió su atención de forma íntegra hacia ella; un estanque de tamaño medio se situaba en el medio del habitáculo y que parecía agitarse levemente, como azotado por una suave brisa. El agua del estanque era de un azul impactante, pero no fue eso lo más extraño e inquietante. Lo que alertó a la chica fue que había manchas de color morado intenso en la superficie de la pequeña laguna, un color que, aunque a Sapphire no le evocaba nada, le producía cierto desasosiego.
-Mira eso-señaló James, que se había acercado a ella con tanta cautela que la chica ni le había oído-. Es…creo que es aura oscura, como lo llama Leonor. No creo equivocarme si digo que ahí dentro hay un Pokémon Oscuro.-apuntó con seriedad, arrodillándose a la orilla del estanque.
-Es de ahí de donde viene la voz que escucho-repuso Sapphire cruzándose de brazos, pensativa-. Dudo mucho que sea el Pokémon Oscuro quien me llama. Puede que esté oyendo la voz de su esencia.
-¿Y por qué crees eso? Yo no oigo nada.
-No tienes tanta sensibilidad en tus sentidos como para escuchar las voces de las auras de las criaturas; tienen voz, y yo puedo oírlas en casos especiales. No me mires con esa cara, seguro que has visto cosas más sorprendentes que mi caso.
-Pues…-James parecía estar recordando sus múltiples “aventuras” vividas siguiendo a Ash y sus amigos, algunas realmente increíbles-Creo que tienes razón, como ya es costumbre. Entre Absol y tú, me estoy acostumbrando a respuestas de ese tipo.
Sapphire esbozó una de sus medias sonrisas, pero algo les distrajo; Meowth avanzaba hacia ellos con la vista fija en el Prisma de Uxie, y parecía estar rebosante de felicidad:
-¡Así que yo estaba destinado a ser el Portador del Prisma! ¡Quién iba a decirlo! Entonces sólo nos queda un Cristal para detener al badulaque cabecilla de Cífer y a los cretinos de sus prototipos… ¡Ja! ¡Dentro de nada, nada, van a saber qué malvado equipo es el más influyente y poderoso de Celesta! ¡El Team Rocket no va a tener ningún tropiezo más; no, señor…! ¡¡Aaah!!-gritó el Pokémon parlante al verse justo en el borde del estanque, y movió sus cortos brazos para intentar mantener el equilibrio. Entre Carnivine y Dragonair, que estaban ya prevenidos ante la visible distracción de Meowth, le sujetaron en el momento preciso antes de que Meowth cayera al agua, pero eso no impidió que una de las patas del Pokémon parlante tocara la superficie del estanque.
-¡Puaj! ¡Detesto el agua mojada!-se quejó Meowth aferrando el Prisma con fuerza y sacudiendo su pata húmeda. James exhaló un suspiro de alivio al ver que no había sucedido nada de preocupación, pero Sapphire no parecía ser de la misma opinión. La chica clavó sus ojos azules en el agua con temor, y aquello era alarmante, ya que Sapphire nunca perdía la calma:
-¡Meowth! ¿Qué diantre has hecho? ¡Acabas de meter la pata hasta el fondo!-le espetó, furiosa. Meowth le dirigió una mirada escéptica:
-Mujer, no exageres…Sólo he rozado el agua, tampoco me he caído tanto.
-No me refiero a eso, he usado una forma de hablar. ¡Mira!-dijo la chica, enfadada, y señaló el estanque. Tanto James como Meowth y Carnivine y Dragonair dirigieron la vista a la superficie del agua, y todos sin excepción dieron un respingo al ver lo que sucedía:
-¡Ahí va!-se le escapó a Meowth. El agua había comenzado a agitarse, salpicando a los cinco e iluminando sus caras con una débil luz morada, pues las máculas que navegaban por el perímetro del agua del estanque comenzaron a brillar fuertemente, como si de lámparas se tratasen. Meowth, Carnivine y Dragonair observaban el imprevisto fenómeno atónitos, pero James se levantó del suelo casi de un salto, comprendiendo qué era lo que sucedía:
-¡Maldición! ¡Ya sé qué es lo que pasa!-exclamó, alterado; y no era muy sencillo que él reaccionara así-¡Hemos despertado a un prototipo! ¡Nos hemos metido en un buen jaleo!
-¡No digáis chorradas! ¿Cómo va a haber un prototipo en ese charco tan canijo?-replicó Meowth, incrédulo. Sapphire fue a responderle, pero de pronto el agua del estanque, con un fuerte ruido, se elevó como si fuera un géiser; al ver cuánta agua salió del agujero que contenía el agua oscura, los cinco pusieron cara de terror. Había tanta agua contenida en el estanque como en un lago de tamaño medio, y por supuesto tanta agua podía ahogarlos sin grandes problemas. Hubo una cadena de gritos ahogados, un chillido, seguidamente y sin previo aviso se produjo un intenso destello de luz amarilla, la colosal columna de agua oscura se les vino encima con un fuerte estruendo, y el habitáculo entero se inundó casi hasta el techo durante unos veinte segundos…
Y cuando las aguas bajaron, ninguno de los cinco se había mojado lo más mínimo. A Sapphire se le escapó un grito ahogado al alzar la cabeza; James, que se había encogido sobre sí mismo cuando la tromba de agua cayó sobre ellos, adoptó una expresión del más profundo asombro al ver qué les había protegido, y Carnivine y Dragonair parpadearon atónitos. Una cúpula de energía amarilla había aparecido sobre ellos justo antes de que el agua les cubriera, y se mantenía gracias al Prisma de Uxie, que levitaba sobre la “mano” extendida de Meowth y despedía una aureola de color dorado, iluminando el rostro felino del Pokémon parlante, que observaba aquel despliegue de luminosidad fascinado.
-El Prisma ha reaccionado ante el peligro-señaló Sapphire, sorprendida-. Su poder es realmente grande…Ha sabido el momento justo en el cual crear la barrera.
-¡Caray! ¡Ser Portador es un chollo mayor de lo que yo creía!-exclamó Meowth eufórico al descubrir las capacidades que el Prisma le estaba ofreciendo. Carnivine y Dragonair rieron ante aquel comentario, pero la expresión de James cuando giró la cabeza hacia el ya vacío estanque no fue precisamente de alegría:
-Pues ya puedes ir echando mano de esas habilidades, porque eso de ahí no creo que sea un admirador de tus poderes.-dijo el joven, irónico pero intimidado. Sapphire y Meowth miraron hacia el punto donde James había clavado la vista con temor.
Había un elegante Pokémon unos metros por detrás de la pared de energía que mantenía Meowth con ayuda del Prisma. Un Pokémon azul y moteado de blanco, con un extraño cristal con forma de rombo en la frente de considerable tamaño, con una larga y ondulada melena de color morado intenso, y un par de colas como cintas que se agitaban como si las moviera el viento. El Pokémon tenía un aire majestuoso, pero el color rojo sangre de sus ojos y el brillo que poseían, indicando que aquel Pokémon sufría una ira irracional que le empujaría a atacar a cualquiera que se cruzara en su camino. James y Meowth lo reconocieron tras unos instantes, ya que se habían cruzado con la criatura en otra ocasión, aunque fuera de lejos, pero no encontraron fuerzas para hacer nada más que estremecerse ante la furia de los ojos del Pokémon. Fue Sapphire quien pronunció el nombre del Pokémon Oscuro, con frialdad pero con un cierto deje de admiración:
-Suicune, el Viento del Norte…
-----------------------------------------------
¡Espero que os haya gustado ^^! El próximo se titula Aguas turbias

Bien,ya hay dos Portadores en el grupo ^^ Sólo les queda un Cristal para poder averiguar el misterioso enigma de la Voz...¿Por qué cuento yo esto xDDDDD? ¡Descubriréis más en el próximos capítulo x)!

¡Espero opiniones ^^!
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
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**Koke**
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Mensajepor **Koke** »

Muy bueno el capitulo Meowth me parecio un poco largo xDDD
Siguelo que esta muy entretenido xP
Bye!

Sapphire
Buscando las escasas pokéball
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Mensajes: 1601
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Mensajepor Sapphire »

Genial *O* Aparecio mi pequeño Sui... >.<U Siguelo pronto, cada vez esta mejor, One. ¡Ánimo! ¡Quiero llegar a ese capítulo que tú sabes! O.o
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>-Meowth-<
Dejando seco a Plubio
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Mensajes: 1019
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Mensajepor >-Meowth-< »

Tengo una mala noticia ¬¬ Por causas de segunda evaluación que me parecen injustas y exageradas,se me retirará el Internet durante quién-sabe-cuánto ¬¬ Por tanto,hasta seguramente dentro de una semana,no podré dejaros un nuevo capítulo u_uU Pero durante mi ausencia os prometo que seguiré escribiendo ^^
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Dark Gato con Botas
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Mensajepor Dark Gato con Botas »

Siento no haber podido opinar antes,es que estaba de viaje ^^U Pero el capítulo ha estado ¡fenomenal n_n! ¡Además es larguííísimo o_O! Pero me ha encantado,Meowth es la repera xDDDD ¡Síguelo pronto,si puedes ^^!

En garde!!
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El aprendiz superó al maestro xD ¡Gracias,{-Dialga-}

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{-Dialga-}
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Mensajepor {-Dialga-} »

Bueno,Meowth,he llegado para opinar sobre el último capítulo...Lo que me ha costado leerlo xDD

Partes cómicas


<<No sé si sería capaz>>-confesó Absol, impasible pero enrojeciendo un poco, pero obviamente Leonor no podía saber esto último-<<No tengo establecido un vínculo con ninguno de los dos. Mis poderes mentales son limitados; sabes de sobra que yo no soy un Pokémon Psíquico>>
<<Pero a pesar de eso, superas con creces la capacidad mental de cualquier Kadabra>>-rió Leonor-<<Así que confío en que puedas hacerlo, y no creo que tengas mucha dificultad para ello. Prueba a contactar con Sapphire; su mente es más vasta que la de James, en el sentido de que su poder telepático es notable, claro>>-agregó temiendo que Absol creyera que estaba infravalorando a James. El Pokémon Siniestro esbozó una media sonrisa parecida a las de Sapphire:
<<Lo había entendido, Leonor. Bueno, probaré, pero no te garantizo nada. Si hablo con ella, te avisaré de nuevo, así que estate atenta>>
<<De acuerdo. ¡Suerte!>>

No soportas infravalorar a James,¿a que no xDDDD? Meowth,Meowth...~*Nota Musical*
-Esto del espionaje es más peliagudo de lo que yo creía.-comentó Meowth con una expresión irónica mientras corría al lado de James. El joven estaba de acuerdo con aquella frase, a pesar del sarcasmo que llevaba encima; Sapphire le había hecho responsable de la seguridad del recipiente que contenía uno de los Cristales a los que la misteriosa Voz de la Columna Lanza había hecho referencia. El Cristal en cuestión era el Prisma de Uxie, que tenía relación casi directa con la Sabiduría de su Portador; ante el gravamen que Sapphire le había otorgado sobre el Prisma, James no había podido quejarse ni protestar, pero tampoco estaba seguro de poder custodiar con la pericia que esperaban los demás tan importante objeto. Carnivine y Dragonair se asomaron a la esquina del pasillo en el que estaban en ese momento, miraron a un lado a un lado y luego a otro, y negaron vehementemente con la cabeza, indicando que no había moros en la costa.
-Vamos.-les dijo Sapphire con un rápido gesto de cabeza, agitando levemente su largo pelo blanco-azulado. Sus compañeros se apresuraron a seguirla, pero no avanzaron mucho, la verdad. La chica se detuvo de repente, propiciando un choque en cadena; James chocó con ella (de puro milagro no se le cayó el recipiente del Prisma), Meowth con él, Carnivine con él y Dragonair con él.
-¡Sapphire! ¿Qué ocurre?-preguntó James, preocupado por la chica, ya que a esas alturas todos le habían cogido confianza. De todas formas, si Jessie, James y Meowth aún no habían aceptado del todo a Leonor y Absol como amigos, Sapphire aún estaba más lejos de aquella consideración.
-Me ha parecido escuchar una voz en mi cabeza-respondió ella cerrando los ojos intentando concentrarse mientras Meowth le dirigía una mirada asustada-. Es curioso, la voz me resulta familiar.
-¿Una voz en tu cabeza? ¡Eh, espera! ¡Seguro que es Absol!-saltó James, feliz por su acertada deducción-Creía que sólo podía hablar con la gente desde tan lejos si había establecido un vínculo telepático o algo por el estilo…
-¿Y te sorprendes? ¡Pero si Absol siempre es una caja de sorpresas! O debería decir un baúl, dado el caso.-se corrigió Meowth irónicamente. Sapphire les chistó a todos intentando establecer contacto con la mente de Absol bajo la atenta mirada de Carnivine y Dragonair, que parecían intrigados por el inesperado contratiempo.
Al cabo de unos diez segundos de tensión, Sapphire pudo entrar superficialmente en la mente del Pokémon Siniestro, la señal de que se había instaurado un lazo telepático, aunque endeble:
<<Absol, ¿puedes oírme?>>-preguntó la chica mientras sus ojos azules como el hielo relucían de forma extraña. La respuesta tardó un poco en llegar, y la modulada y serena voz de Absol inundó débilmente la mente de Sapphire:
<<Sí, te oigo, pero muy tenue. El vínculo es demasiado flojo>>-repuso Absol con contrariedad-<<Abreviaré antes de que el contacto se venga abajo. ¿James y tú habéis encontrado a Meowth?>>
<<Sí, ya lo hemos liberado>>-confirmó Sapphire, y Absol emitió una sensación de sorpresa y alegría-<<Estamos en busca de la salida ya>>
<<¿En serio ya lo habéis rescatado? Una grata noticia>>-dijo el Pokémon con calma pero con felicidad. Antes de que prosiguiera, Sapphire añadió:
<<Además hemos conseguido algo muy relevante>>-Absol emanó curiosidad-<<Gracias a Meowth pudimos coger el segundo Cristal de la Voz, el llamado Prisma de Uxie>>
<<¡Eso sí que es una gran nueva! Entonces ya nada nos retiene aquí>>-declaró Absol impresionado-<<Comenzaré a sisar a los reclutas tan pronto le comunique a Leonor y Jessie vuestro éxito. Mientras tanto, subid a la azotea ya; nos encontraremos allí>>
<<De acuerdo, nos ponemos en camino. Ten cuidado, Absol>>-le advirtió Sapphire al Pokémon, que asintió y cortó la comunicación con más cuidado que antes. Mientras la chica se ubicaba tras el contacto telepático, James y Meowth la observaron con ansiedad:
-¿Qué ha dicho, qué ha dicho?-inquirió un impaciente Meowth.
-Que subamos a la azotea, que nos reuniremos con él y con Jessie y Leonor allí. Así que no perdamos el tiempo en discusiones y avancemos. Quietos no vamos a conseguir otra cosa que que nos encuentren los soldados.
-Tienes razón; ya casi se me había ido de la cabeza-reconoció James aferrando con más fuerza el recipiente del Prisma-. Esperemos que no nos encuentre nadie mientras subimos…
El joven apenas acabó de pronunciar la frase cuando un fuerte sonido, molesto y continuado, se esparció por la base, sobresaltándolos a todos excepto a Sapphire. Reconociendo la alarma, todos se volvieron instintivamente hacia Meowth con una mirada fulminante:
-¡Meowth!-gritó James, asiendo casi con desesperación el recipiente-¿Qué has hecho ahora?
-¡Eh, yo no he hecho nada, lo juro por lo más santo!-se defendió el Pokémon parlante, intimidado ante la actitud de sus compañeros-¡Quiero un abogado si va a llevárseme a juicio, tengo mis derechos!

-Callaos todos-ordenó Sapphire con suavidad pero con firmeza-. Nadie ha hecho nada para que salte la alarma. Absol debe de haberla activado para que todos los soldados bajen a por él mientras huye.
-¿Lo veis, malpensados? ¡Ya podéis ir disculpándoos!-reclamó Meowth con expresión de suficiencia. Carnivine y Dragonair le miraron irónicamente, demostrando que de ningún modo iban a hacer lo que el Pokémon parlante exigía. Al darse cuenta de ello, Meowth frunció el ceño y puso los brazos en jarras, encarándose a los dos Pokémon:
-¡Tendréis cara! ¿Es que no pensáis pedir perdón o qué? ¡Habéis acusado a alguien inocente, y se supone que hay que suplicar clemencia al ofendido! ¡Estáis incumpliendo el protocolo de la sociedad, para que lo sepáis!
-Si es que metes la pata las suficientes veces como para que ya desconfiemos de lo que haces…-repuso James con una sonrisa sarcástica, haciendo aflorar una expresión divertida en el rostro de Sapphire y causando una risa floja en Carnivine y Dragonair. Al ver que todos sus compañeros parecían haberse puesto de acuerdo para hacerlo rabiar un poco, Meowth refunfuñó y se cruzó de brazos con contrariedad:
-¡Pero mira que sois cansinos a veces, oye! ¡Luego no os quejéis si me tomo una pequeña venganza por esto!-rezongó mientras Sapphire llamaba la atención de los demás compañeros con un rápido gesto de cabeza:
-No solucionamos nada quietos aquí; sólo es cuestión de tiempo que pase por este pasillo un soldado y nos encuentre-argumentó, no sin razón-. Démonos prisa y subamos ya a la azotea, puede que Jessie y Leonor ya estén allí.

No puedo comentar tooooodo esto porque me enrollaría demasiado xDDDDDD Lo de cansinos me encantó,y lo del abogado fue brutal xDDDDDD Me partooo xDDD
-Absol dice que ha podido hablar con Sapphire, ¡sí, en serio!-añadió ante la cara que puso la joven-Dice que ella y James ya han rescatado a Meowth, ¡y además han conseguido un nuevo Cristal! ¡Dice que han pillado el Prisma de Uxie!
-¡No me digas! Vaya, quién lo hubiera dicho de James… ¡De Sapph me fiaba, pero de James…no lo tenía tan claro, la verdad!
-¿Es que no te fías de él?
-inquirió Leonor, divertida, observando socarronamente a Jessie por encima de sus gafas.
-Es demasiado tranquilo para tomar la iniciativa en algo.-se limitó a responder ella encogiéndose de hombros. Leonor rió por lo bajo y dijo, sonriente:
-Absol dice que vayamos a la azotea, que nos encontraremos todos allí y que nos marcharemos volando otra vez. Así que avancemos, que si no nos van a pillar.
Nada más decir esto, una escandalosa alarma comenzó a sonar sin previo aviso, asustando a las dos chicas y a Seviper y Blaziken, los dos respectivos Pokémon que las protegían por sugerencia de Absol. Jessie se volvió hacia todos los lados, visiblemente sobresaltada, y exclamó:
-¡Eh, esto es trampa! ¿¡Cómo suena una alarma sin que haya ni una sola en este pasillo!? ¡Qué descaro, eso es juego sucio! ¡Dad la cara, cobardes!
-¡No armes escándalo! Esto es parte del plan, ¿o es que no te acuerdas?-le cortó Leonor, impaciente-¡Absol ha activado una alarma en la planta baja para que los soldados bajen mientras nosotros subimos como si fuéramos un ascensor! ¿Lo pillas?
-Sí, sí que lo entiendo, sí…
-¡Pues entonces no te quedes quieta ahí como un pasmarote y vamos!
-le apremió la chica a Jessie tironeándole del brazo para que avanzara, ante el desconcierto de ella y de Seviper, pues aquel carácter era más bien propio de Jessie y no de Leonor.
-Eh, sí, tienes razón… ¡Va, vamos!
-¡Eso he dicho; vamos!
-¡Toma, y yo también lo he dicho!
-¡Pero yo lo dije primero!
-¡Pero yo lo he recalcado, y eso es más importante!
-¡Recalcar es sólo repetir lo dicho!
-¡Pues por eso, más razón tengo yo!

Blaziken se plantó entre las dos chicas con un extraño chasquido de su pico, ya harto de la absurda disputa que se había formado, y las miró con severidad, como diciéndoles que era una solemne estupidez discutir por la razón que había comenzado aquello.
-Eh, vale…Sí que es verdad, Blaziken…Esto es una tontería. ¡Avancemos de una vez!-dijo Leonor lanzándole tal mirada a Jessie que ésta optó por obedecer a la chica, a pesar de que se sentía un poco humillada al acatar instrucciones de una chica de trece años, y se apresuró a seguir a Leonor junto a Seviper, que siseaba divertido ante el apuro de su entrenadora.

Mi Jessie es la leche xDDDD Pero anda que Leonor también...xDDDD ¡Me encanta la parte subrayada;me partía de la risa xDDDDD! Discutiendo sobre gramática y léxico...xDDDD
-Esto del ejercicio no puede ser sano, no puede serlo…Dirán lo que quieran, pero no es sano, va a darme un patatús de tanto correr… ¡Verás cómo me paro en seco en cualquier momento!
Realmente no fue él quien se detuvo bruscamente; tres segundos después del comentario del Pokémon parlante, Sapphire frenó de forma tan súbita que se volvió a producir un cómico choque en cadena. Mientras James intentaba desesperadamente que el recipiente del Prisma de Uxie no se le escurriera entre sus brazos, Meowth le dirigió a Sapphire una mirada preocupada, ya que la chica había cerrado sus ojos azul hielo y a juzgar por su semblante, parecía estar escuchando algo:
-¿Sapphire? ¿Te pasa algo? ¡Habla! ¡Di treinta y tres!-se embaló el Pokémon parlante, arrastrado por la inquietud que le producía ver a la chica en un estado semejante. Dragonair siseó pidiéndole a Meowth que callara, ya que Sapphire debía estar oyendo algo importante. James se dio cuenta de lo que sucedía una vez hubo podido sujetar bien el recipiente del Prisma, que fue un segundo antes de que Sapphire abriera los ojos.
-¿Qué…? ¿Me he perdido algo importante?-preguntó el joven, confuso.
-He sentido una voz llamándome, o eso me ha parecido oír-repuso Sapphire-. Venía de…de allí.-la chica de pelo blanco-azulado señaló un habitáculo de forma semiesférica de gran tamaño a más o menos unos cincuenta metros de ellos y que hasta ese momento les había pasado inadvertido.
-Vaya cosa más rara-comentó Meowth observando desconfiado la cúpula-. Desde luego, sólo tengo una cosa clarísima.
-¿El qué?
-¡Pues qué va a ser, James! ¡Los de Cífer tienen un sentido de la decoración completamente nulo! ¿Cómo se les ocurre meter una cúpula o lo que sea eso en un edificio con forma aprismada? ¡Es sencillamente patético!
Mientras Carnivine y Dragonair se partían de la risa, Sapphire se acercó al habitáculo semiesférico seguida de James y de Meowth, que parecía orgulloso de haberse inventado una palabra nueva. Sapphire examinó contrariada la puerta del habitáculo, que estaba abierta aparentemente, pero cuando la chica tiró de la manivela hacia fuera, la puerta permaneció firmemente cerrada. Sapphire forcejeó con la manija durante un minuto, más o menos, hasta que James, con un suspiro, le tendió a Carnivine el recipiente del Prisma:
-Toma, guárdalo un momento-Carnivine abrió su enorme boca de planta carnívora y se metió en ella el recipiente con cuidado-. Vigila lo que haces, no vayas a tragártelo.-el Pokémon planta negó vehementemente con la cabeza, y James se acercó a Sapphire, que seguía luchando con la manivela:
-¿Me dejas que te eche una mano?-le preguntó él; la chica asintió con uno de sus rápidos movimientos de cabeza. El joven cogió de la cintura a Sapphire y tiró de ella, aportando un poco más de fuerza a los tirones de la chica; pero ni por esas consiguieron abrir la reticente puerta (cabe destacar que Sapphire sólo tenía trece años y James no era precisamente el colmo de la fuerza). Meowth meneó la cabeza con reprobación y se unió a la cadena tirando de la pierna de James:
-¡Mira que…sois flojos! ¡Tampoco es necesaria…mucha fuerza para abrir…una condenada puerta!-dijo el Pokémon parlante entrecortadamente debido al esfuerzo que ponía en tirar de los demás. En vista del “éxito” que tuvo la intervención de Meowth, Carnivine (con el recipiente del Prisma en la boca) aferró sus brazos-hojas a la tripa de color beige del Pokémon parlante y tiró también con todas sus fuerzas. Segundos después, Dragonair enroscó su cola alrededor del “torso” color amarillo de Carnivine y también estiró con todo su ímpetu. Aun siendo cinco los que tiraban de la manija, la puerta resultó ser mucho más dura de lo que parecía, y estuvieron minuto y medio tirando y estirando con todas sus fuerzas…hasta que Sapphire, tratando de recuperar las energías perdidas, empujó la puerta inconscientemente; bastó para que la puerta se abriera de golpe y arrastrara a los cinco de forma brusca al interior del habitáculo, y cayeron todos al suelo con bastante fuerza. Y fue por la impresión que le dio a Carnivine que el recipiente del Prisma se le escapó de la boca; tras un par de vueltas en el aire (ante la aterrada mirada de James, Meowth, Sapphire, Carnivine y Dragonair) se estrelló contra el suelo, haciéndose añicos por completo. La fuerza del choque hizo saltar al Prisma de Uxie cuando su recipiente se rompió, y siguió la misma trayectoria que su “envase”.
Pero no cayó al suelo, como todos ya daban por hecho que haría. El Cristal se desvió sutilmente de lo que debería ser el recorrido a seguir por el aire, y fue a posarse sobre la “mano” extendida de Meowth, que había caído encima de la cabeza de James tras la súbita apertura de la puerta del habitáculo. Un segundo después de que el Prisma entrara en contacto con el Pokémon parlante, el Cristal emitió un leve destello y comenzó a levitar ante los estupefactos ojos de Meowth, quien soltó un grito ahogado cuando el Prisma desprendió un intenso resplandor amarillo que iluminó los semblantes atónitos de James, Sapphire y los dos Pokémon que les “protegían” por encargo de Absol. El despliegue de luz duró unos quince segundos hasta que la refulgencia se fue apagando, quedando en una especie de rectángulo de energía que giraba sobre sí mismo desprendiendo una tenue luminosidad. Nadie dijo nada durante unos instantes, hasta que Sapphire se levantó con cautela, observó con solemnidad a Meowth, que seguía mirando pasmado el Prisma desde la cabeza de James, y dijo con respeto:
-Meowth, Portador del Prisma de Uxie. Es un gran honor formar parte del grupo en el que tú te encuentras.
-Sí, sí, eso está muy bien-concedió el Pokémon parlante con un deje impaciente en su voz-. Pero, ¿qué se supone que tengo que hacer ahora con este chisme? Porque supongo que servirá para algo; no creo que sea un simple adorno de decoración o cosas de esas…
-Pues tendrás que portarlo, por eso te llaman Portador, ¿no?-intervino James, divertido al exponerle una razón tan lógica. A Meowth no pareció hacerle mucha gracia que su amigo le corrigiera tan obvia cuestión, así que se bajó de un salto de la cabeza del joven y carraspeó con irritación:
-De eso se da cuenta hasta el más pintado.-rezongó.
Sapphire hizo caso omiso a las protestas del Pokémon parlante y echó un vistazo a su alrededor. El habitáculo era muy amplio, bastante más de lo que aparentaba por fuera; la chica recurrió a su capacidad de razonamiento para deducir por qué. Probablemente lo habrían hecho así para disimular algo que hubiera dentro de él, algo grande, y tenerlo bien acoplado sin que los intrusos como ellos sospecharan que allí había algo importante. Antes de que Sapphire decidiera contarles a sus compañeros la conclusión a la que había llegado, descubrió otra cosa que desvió su atención de forma íntegra hacia ella; un estanque de tamaño medio se situaba en el medio del habitáculo y que parecía agitarse levemente, como azotado por una suave brisa. El agua del estanque era de un azul impactante, pero no fue eso lo más extraño e inquietante. Lo que alertó a la chica fue que había manchas de color morado intenso en la superficie de la pequeña laguna, un color que, aunque a Sapphire no le evocaba nada, le producía cierto desasosiego.
-Mira eso-señaló James, que se había acercado a ella con tanta cautela que la chica ni le había oído-. Es…creo que es aura oscura, como lo llama Leonor. No creo equivocarme si digo que ahí dentro hay un Pokémon Oscuro.-apuntó con seriedad, arrodillándose a la orilla del estanque.
-Es de ahí de donde viene la voz que escucho-repuso Sapphire cruzándose de brazos, pensativa-. Dudo mucho que sea el Pokémon Oscuro quien me llama. Puede que esté oyendo la voz de su esencia.
-¿Y por qué crees eso? Yo no oigo nada.
-No tienes tanta sensibilidad en tus sentidos como para escuchar las voces de las auras de las criaturas; tienen voz, y yo puedo oírlas en casos especiales. No me mires con esa cara, seguro que has visto cosas más sorprendentes que mi caso.
-Pues…-James parecía estar recordando sus múltiples “aventuras” vividas siguiendo a Ash y sus amigos, algunas realmente increíbles-Creo que tienes razón, como ya es costumbre. Entre Absol y tú, me estoy acostumbrando a respuestas de ese tipo.
Sapphire esbozó una de sus medias sonrisas, pero algo les distrajo; Meowth avanzaba hacia ellos con la vista fija en el Prisma de Uxie, y parecía estar rebosante de felicidad:
-¡Así que yo estaba destinado a ser el Portador del Prisma! ¡Quién iba a decirlo! Entonces sólo nos queda un Cristal para detener al badulaque cabecilla de Cífer y a los cretinos de sus prototipos… ¡Ja! ¡Dentro de nada, nada, van a saber qué malvado equipo es el más influyente y poderoso de Celesta! ¡El Team Rocket no va a tener ningún tropiezo más; no, señor…! ¡¡Aaah!!-gritó el Pokémon parlante al verse justo en el borde del estanque, y movió sus cortos brazos para intentar mantener el equilibrio. Entre Carnivine y Dragonair, que estaban ya prevenidos ante la visible distracción de Meowth, le sujetaron en el momento preciso antes de que Meowth cayera al agua, pero eso no impidió que una de las patas del Pokémon parlante tocara la superficie del estanque.
-¡Puaj! ¡Detesto el agua mojada!-se quejó Meowth aferrando el Prisma con fuerza y sacudiendo su pata húmeda. James exhaló un suspiro de alivio al ver que no había sucedido nada de preocupación, pero Sapphire no parecía ser de la misma opinión. La chica clavó sus ojos azules en el agua con temor, y aquello era alarmante, ya que Sapphire nunca perdía la calma:
-¡Meowth! ¿Qué diantre has hecho? ¡Acabas de meter la pata hasta el fondo!-le espetó, furiosa. Meowth le dirigió una mirada escéptica:
-Mujer, no exageres…Sólo he rozado el agua, tampoco me he caído tanto.
-No me refiero a eso, he usado una forma de hablar. ¡Mira!-dijo la chica, enfadada, y señaló el estanque. Tanto James como Meowth y Carnivine y Dragonair dirigieron la vista a la superficie del agua, y todos sin excepción dieron un respingo al ver lo que sucedía:
-¡Ahí va!-se le escapó a Meowth. El agua había comenzado a agitarse, salpicando a los cinco e iluminando sus caras con una débil luz morada, pues las máculas que navegaban por el perímetro del agua del estanque comenzaron a brillar fuertemente, como si de lámparas se tratasen. Meowth, Carnivine y Dragonair observaban el imprevisto fenómeno atónitos, pero James se levantó del suelo casi de un salto, comprendiendo qué era lo que sucedía:
-¡Maldición! ¡Ya sé qué es lo que pasa!-exclamó, alterado; y no era muy sencillo que él reaccionara así-¡Hemos despertado a un prototipo! ¡Nos hemos metido en un buen jaleo!
-¡No digáis chorradas! ¿Cómo va a haber un prototipo en ese charco tan canijo?-replicó Meowth, incrédulo. Sapphire fue a responderle, pero de pronto el agua del estanque, con un fuerte ruido, se elevó como si fuera un géiser; al ver cuánta agua salió del agujero que contenía el agua oscura, los cinco pusieron cara de terror. Había tanta agua contenida en el estanque como en un lago de tamaño medio, y por supuesto tanta agua podía ahogarlos sin grandes problemas. Hubo una cadena de gritos ahogados, un chillido, seguidamente y sin previo aviso se produjo un intenso destello de luz amarilla, la colosal columna de agua oscura se les vino encima con un fuerte estruendo, y el habitáculo entero se inundó casi hasta el techo durante unos veinte segundos…
Y cuando las aguas bajaron, ninguno de los cinco se había mojado lo más mínimo. A Sapphire se le escapó un grito ahogado al alzar la cabeza; James, que se había encogido sobre sí mismo cuando la tromba de agua cayó sobre ellos, adoptó una expresión del más profundo asombro al ver qué les había protegido, y Carnivine y Dragonair parpadearon atónitos. Una cúpula de energía amarilla había aparecido sobre ellos justo antes de que el agua les cubriera, y se mantenía gracias al Prisma de Uxie, que levitaba sobre la “mano” extendida de Meowth y despedía una aureola de color dorado, iluminando el rostro felino del Pokémon parlante, que observaba aquel despliegue de luminosidad fascinado.
-El Prisma ha reaccionado ante el peligro-señaló Sapphire, sorprendida-. Su poder es realmente grande…Ha sabido el momento justo en el cual crear la barrera.
-¡Caray! ¡Ser Portador es un chollo mayor de lo que yo creía!-exclamó Meowth eufórico al descubrir las capacidades que el Prisma le estaba ofreciendo. Carnivine y Dragonair rieron ante aquel comentario, pero la expresión de James cuando giró la cabeza hacia el ya vacío estanque no fue precisamente de alegría:
-Pues ya puedes ir echando mano de esas habilidades, porque eso de ahí no creo que sea un admirador de tus poderes.-dijo el joven, irónico pero intimidado. Sapphire y Meowth miraron hacia el punto donde James había clavado la vista con temor.

No puedo decir todo lo que me ha hecho gracia y me ha hecho partirme porque me extendería demasiado xDDDDD Pero una cosa sí voy a decir...Aprismada xDDDDDDDDDDDDDDDDD

Partes intrigantes y demás

Me ha dejado en suspense con lo de Suicune y lo de Seba o_O Como a la Sombra Oscura se le ocurra tocar a mi Jessie...¡me meto en el fik y me lo cargo ¬¬! ¡Quiero que Pablo salga y le dé una tunda xD! Y con la aparición de Suicune...Buah,me espero un gran combate ^^

¡Ya sabes,sigue así ;-)!

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Dejando seco a Plubio
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Bien,prolongada ausencia pero ya tengo listo el capítulo 32 ^^ ¡Ahí va x)!

Cap.32: Aguas turbias

-Así que al final te decidiste a venir aquí, Portadora. Pero no soy tan ingenuo para creerme que has venido sola. ¿Dónde están tus amigos?
-¿De verdad piensas que voy a decírtelo así por las buenas, Seba? Seré delincuente, pero no idiota. A mí no me tirarás de la lengua con mucha facilidad, porque te advierto que muerdo.
Seba esbozó una de sus maliciosas sonrisas mientras clavaba la vista en Jessie, a quien tenía arrinconada contra una de las paredes de acero de la base Cífer del Lago Agudeza. Unos metros más allá, un Dusknoir envuelto en energía oscura mantenía una especie de barrera de la misma energía que emanaba el Pokémon, tras la cual se hallaban inconscientes Leonor y los dos Pokémon que las dos chicas llevaban consigo; Seviper y Blaziken.
-Si tus amigos sufrieran algún daño, puede que te mostraras algo más razonable. Puedo averiguar sin grandes problemas dónde se encuentran…y…hacerles una pequeña visita.-comentó Seba con un malicioso brillo en su ojo de color ámbar; el otro estaba oculto por un gran mechón de pelo negro.
-Inténtalo y verás.-le espetó Jessie, debatiéndose entre pegarle una patada a la Sombra Oscura o darle un puñetazo. Seba no pareció inmutarse ante la iracunda mirada de la joven, y sonrió de nuevo con escepticismo:
-Oh, ¿no me consideras capaz? Te aconsejo que no me tientes, porque quizá ese amigo tuyo que me desafió en los lindes del bosque pague alguna consecuencia de tu negativa.-dijo, poniendo un irritado énfasis en las palabras “ese amigo tuyo”, aunque su expresión no denotara enfado. Jessie entornó los ojos con tanta furia que hasta Seba tuvo que reprimir un estremecimiento.
-No te atrevas a tocar a James.-le advirtió con una frialdad increíble. Sobreponiéndose al devastador veneno que llevaban encima las palabras de la joven, Seba rió forzadamente por lo bajo y repuso, molesto en lo más hondo de su ser:
-Vaya, vaya…Así que te esfuerzas por defenderle, ¿eh? ¿Es que acaso la amistad ha llegado a más en las últimas horas?
-Ni se te ocurra decir eso-amenazó ella, irritada-. En todo caso, James es para mí como un hermano, al igual que Meowth. Y como tal, no te permitiré que te acerques a ellos siquiera. ¿Está clarito? ¿O quieres experimentar qué podría sucederte si lo haces?
-Dudo mucho que lo hicieras-dijo Seba, más calmado pero más malicioso-. Te recuerdo que tengo; o mejor dicho, Dusknoir tiene tres prisioneros que pertenecen a tu grupo. Si no colaboras, Portadora…puede que sufran algún daño.
Jessie palideció; no había caído en la cuenta de que Leonor, Seviper y Blaziken se encontraban inconscientes e indefensos tras la barrera que el Dusknoir de Seba mantenía.
-Más te vale no hacerlo.-le advirtió, aun sabiendo que su tono de voz, más inseguro que antes, no intimidaría al joven miembro de Cífer ni por asomo.
Y no se equivocaba.
-¿Y qué si lo hago? Seamos lógicos, Portadora…Tú estás atrapada, y ni siquiera sabes controlar mínimamente el poder que te otorga la Esfera de Mesprit. Tu amiga y los dos Pokémon están encerrados bajo el poder del aura oscura de mi Dusknoir. Y en cuanto a los demás chicos…dependerá de lo que tú decidas colaborar.
Jessie tenía que admitir que Seba estaba en lo cierto. Estaba en gran desventaja (aunque ni por ésas ella se asustaba) y si se negaba a decirle a la Sombra Oscura todo lo que él le pedía, lo más probable sería que Leonor, Blaziken y Seviper, sin contar a James, Meowth y Sapphire, pagaran sus actos. Pero antes de que la joven pudiera contestar al fulminante razonamiento con una de sus improvisaciones, una voz conocida resonó en las mentes de ambos:
<<Seba, te olvidas de que hay alguien que no se halla incluido en ninguno de tus grupos…y eso es lo que te hará fracasar>>
La Sombra Oscura apenas pudo comenzar a girarse antes de que su ojo visible pasara del ámbar al rojo con la rapidez de un semáforo. Un segundo después, Seba puso los ojos en blanco y se desplomó en el suelo, inconsciente. Jessie, atónita, avanzó un paso con cautela y le dio un toque con la punta de su bota:
-Hay que ver… ¿Cómo se le ocurre desmayarse mientras atiende a una posible víctima que le puede hacer ganar un superascenso de aquí te espero? Éste es tonto.
<<No ha perdido el sentido así como así>>-dijo aquella voz mental-<<Las intrusiones mentales dejan ciertas lagunas de memoria en la mayoría de los casos. Puede que Seba olvide algo de lo sucedido>>
Jessie alzó la vista y vio a su salvador; un Pokémon esbelto y cuadrúpedo con aspecto de pantera, abundante pelo blanco, piel negra, y ojos rojos de pupila blanca. El Pokémon se acercó a ella con elegancia y serenidad, pero sin apartar la mirada de Seba.
-¡Absol!-exclamó la joven, encantada-¡Me había olvidado de que estabas por aquí!
<<Eso salta a la vista, por tu expresión>>-repuso él, irritado-<<¿Qué ha ocurrido aquí?>>
-Pues verás, resulta que Leonor y yo estábamos subiendo a la azotea cuando de repente…-súbitamente, Absol se volvió con un extraño brillo en sus ojos rojos. Ella fue a preguntar qué sucedía, pero no le dio tiempo; el Pokémon Siniestro cargó en un segundo una esfera hecha de negras tinieblas que despedía chispas azules y la lanzó hacia un punto situado un poco a la izquierda de ambos. La Bola Sombra impactó en algo invisible que había en esa dirección, revelando la identidad del atacante; era el Dusknoir de Seba, que se había acercado a ellos de esa manera para asegurar que su maniobra tenía éxito.
Cosa que, desde luego, no había logrado.
-¡Caray! ¡Qué caradura, el fantasmo ese!-exclamó Jessie, impresionada-¡Eh, Absol, mira eso!
El Pokémon Siniestro, que estaba examinando al Dusknoir, dirigió la mirada hacia el punto que le señalaba ella. La barrera que el Pokémon de Seba había creado acababa de disolverse, probablemente porque el Dusknoir, al ser derrotado, había cortado el vínculo de poder que mantenía en pie la pared oscura. Cuando la energía que formaba aquellos muros de energía oscura hubo desaparecido por completo, quedaron a la vista los cuerpos inconscientes de Leonor, Seviper y Blaziken.
<<¡Leonor!>>-se le escapó a Absol, que al ver a su entrenadora y amiga sin sentido se había asustado-<<Vamos, Jessie, hay que socorrerlos>>
Jessie asintió, no sin antes darle a Seba un golpe en la cabeza con una de sus botas para asegurarse de que no iba a recobrar el conocimiento en un buen rato, y corrió hacia sus compañeros sin sentido y tendidos en el suelo. Absol se situó entre Seviper y Blaziken, abrió su mente para buscar la de los dos Pokémon, que se encontraba dormida, y mediante sus poderes mentales consiguió hacer que recuperaran la consciencia. Seviper abrió sus pequeños ojos rojos y siseó, desorientado, mientras se incorporaba como bien podía; Blaziken parpadeó un par de veces para despejarse, y cuando estuvo medianamente lúcido, se levantó de un salto. Jessie intentaba despertar a Leonor sacudiéndola levemente y pronunciando su nombre, y en vista de que no surtía efecto, le propinó una bofetada que a buen seguro despertaría al instante al Snorlax con el sueño más profundo que existiera; la chica pegó un grito de pasmo y exclamó:
-¡¡No he hecho nada malo, juro que no miento!!-Leonor tardó un poco en ver a Jessie delante de ella, alucinada. La chica se ajustó sus gafas y miró en rededor, aturdida-¿Qué ha pasado, qué? ¡No me acuerdo de nada!
-Es que te has desmayado, Leo-le dijo Jessie, aún algo cortada por la reacción de la chica-. El Dusknoir de Seba os hizo alguna cosa para que los Pokémon y tú cayerais en redondo.
<<Un ataque Hipnosis de largo alcance>>-intervino Absol-<<Debe de ser muy fuerte para realizar semejante movimiento y mantener esa barrera sin brechas. Francamente sorprendente>>
-Claro, ese Dusknoir es un Pokémon Oscuro-arguyó Leonor levantándose con la ayuda de Jessie-. No me extraña para nada que así sea, dado que Seba es uno de los mejores miembros de Cífer.
-¿ESO es un Pokémon Oscuro?-terció Jessie, incrédula-¡Vaya, ahora sería una oportunidad para trincarlo y llevárselo al jefe!
<<Seremos intrusos, pero no ladrones>>-repuso Absol con severidad.
-Eso cuéntaselo a tu tía; yo sí lo soy.
-Estás en período de buena obra-razonó Leonor, divertida-. Hay otras cosas en las que pensar; por ejemplo, ¿qué ha sido de James, Meowth y Sapphire?
<<Tienes razón. Vayamos a buscarles; si Seba sabía que estamos aquí, puede que a ellos ya les hayan cogido>>-dijo Absol avanzando unos pasos, inquieto-<<Hemos de andarnos con mil ojos, porque a buen seguro que algún soldado habrá oído el escándalo que hemos montado>>
-¡Muy bien, vamos allá!-aceptó Jessie dando una palmada y echando a correr por el pasillo; Seviper y Blaziken se apresuraron a seguirla, seguramente deseosos de cobrarse una revancha. Leonor suspiró, exasperada:
-Si llego a saber que es tan, pero tan impaciente, compro en la farmacia más cercana cinco kilos de tila, ¡a ver si se calma un poco aunque sea!
<<Y aún te quedarías corta>>-bromeó Absol haciéndole un gesto de cabeza a su entrenadora para no perder de vista a sus compañeros.

-¡Carnivine, Recurrente!
-¡Dragonair, Dragoaliento!
-¡XD004, Onda Oscura!
Carnivine abrió su gran boca dentada, igual a una dionea, y escupió una ráfaga de semillas doradas que fueron directas hacia el Suicune Oscuro. El Pokémon legendario las esquivó ágilmente y evadió de refilón la lengua de llamas verdes que Dragonair exhaló. Acto seguido, el Suicune cargó energía oscura en su boca y expulsó una esfera de luz morada que se dividió en dos. Dragonair hizo un quiebro en el aire para esquivar la que iba hacia él; Carnivine, que no era tan rápido como el Pokémon dragón, se quedó parado, aguardando instrucciones.
-¡Carnivine, deshazla con Látigo Cepa!-exclamó James.
El Pokémon planta lanzó hacia la Onda Oscura un par de lianas salidas de las cepas que le permitían caminar y que nacían de su torso medio cilíndrico y amarillo. Las lianas golpearon la esfera oscura y forcejearon con ella unos instantes, hasta que Carnivine imprimió más fuerza en su Látigo Cepa y desintegró la Onda Oscura.
-¡Podéis resistir cuanto queráis, insensatos, pero el XD004 acabará con vosotros cuando estéis agotados!-proclamó Venus con una expresión de triunfo dibujada en su bello pero frío rostro. Sapphire dejó escapar un leve gruñido en señal de desacuerdo.
Cuando hubieron despertado al Suicune Oscuro, el prototipo del XD004, Meowth se había esforzado en mantener la barrera que había creado el Prisma de Uxie para protegerles de la tromba de agua y seguidamente de la furia del Pokémon Oscuro. Pero ello no había conseguido que Venus, Administradora de Cífer y responsable de la base del Lago Agudeza, hubiera entrado al habitáculo semiesférico en el cual estaba encerrado el prototipo y les hubiera descubierto. Venus había montado en cólera al ver que Meowth se había convertido en el Portador del Prisma de Uxie y había tomado el control del Suicune para que les atacara. Así, protegidos tras la barrera de energía amarilla que emanaba el Prisma, James y Sapphire habían tenido que comenzar un combate Pokémon contra el XD004, con sus dos Pokémon: Carnivine y Dragonair.
-¡Dragonair, Rayo!-gritó Sapphire.
Dragonair dio una vuelta en el aire, batiendo rápidamente sus pequeñas alas blancas que hacían de orejas a la vez, y descargó un rayo de electricidad de grosor medio que buscó el cuerpo del XD004. Éste saltó para evitarlo, aunque lo consiguió por muy poco; pero James aprovechó que el Pokémon Oscuro estaba en el aire para que no pudiera defenderse:
-¡Carnivine, Recurrente una vez más!
Carnivine abrió la boca y escupió una nueva ráfaga de semillas hacia el Suicune, pero éste volvió a saltar en el aire y esquivó el ataque del Pokémon planta ante la satisfacción de Venus y la sorpresa de James, Sapphire y Meowth, que no perdía detalle del combate.
-¡Eh, eh, eh, eso es tongo!-protestó el Pokémon parlante sosteniendo el Prisma entre sus “manos”, a pesar de que no hacía falta porque el Cristal levitaba-¡No se puede esquivar un ataque directo dos veces; así no hay quien gane!
-¡Meowth, céntrate en lo tuyo!-le riñó Sapphire volviéndose hacia él por encima del hombro-¡Dragonair, lánzale tu Dragoaliento!
Dragonair batió las alas con más fuerza para elevarse hasta la misma altura que el Suicune Oscuro, abrió la boca y lanzó otra lengua de fuego verde. Esta vez, el ataque dio en el blanco, pues el XD004 ya no podía volver a saltar otra vez más para evadir el ataque. El fuego verde golpeó el costado del Pokémon legendario, haciéndole rugir de dolor, y cayó pesadamente al suelo. Mientras Dragonair descendía unos dos metros, el Suicune se incorporó y trató de moverse, pero no fue capaz.
El ataque Dragoaliento le había provocado parálisis. Venus soltó un grito de frustración.
-¡Vaya, eso nos facilita el trabajo!-repuso James, aliviado ante la faena que se habían quitado de encima-¡Carnivine, usa Látigo Cepa!
El Pokémon planta sacó de nuevo sus lianas, sólo que esta vez golpeó con ellas el cuerpo azul del Suicune, que fue empujado hacia atrás, gruñendo. Dado que Látigo Cepa era un ataque de tipo Planta y el XD004 era de tipo Agua, el daño causado era considerable.
-¡No os saldréis con la vuestra, necios!-estalló Venus, y Meowth adoptó una expresión escéptica-¡XD004, enséñales tu Rabia Oscura!
-¡Uh, eso no tiene buena pinta!-comentó el Pokémon parlante, inquieto-¡Oiga, señorita Venus, la rabia no es buena ni para usted ni para el bicho ese!
-¡Cierra la boca!-le soltaron James y Sapphire al unísono, haciéndole retroceder un paso. Un segundo después, la acción del Suicune Oscuro les distrajo a todos excepto a Venus.
El XD004 se rodeó de aura oscura y rugió al tiempo que sus ojos adquirían un tono aún más rojo que antes. Momentos después, unos grandes rayos de energía oscura surgieron del suelo, justo a los pies de Carnivine y debajo de Dragonair. Ambos Pokémon gritaron de dolor y cayeron al suelo, heridos. Meowth dejó escapar una exclamación ahogada y comenzó a despotricar por lo bajo contra Venus y el Suicune Oscuro.
-¡Carnivine, no!-saltó James, y adoptó una expresión entre preocupada e irritada-¡Resiste; intenta usar Recurrente otra vez!
A duras penas, Carnivine pudo levantarse del suelo, aunque tenía heridas por todo su cuerpo. Tardó unos segundos, pero al fin pudo reunir las fuerzas necesarias para abrir su boca dentada y escupir otra ráfaga de semillas doradas. Venus rió socarronamente y se echó hacia atrás su mata de pelo rubio:
-¡Qué ataque tan previsible, por favor! ¡XD004, salta y esquívalo!
El Suicune Oscuro aguardó al momento justo y saltó en el último momento, evadiendo el ataque de Carnivine. Lo que Administradora y Pokémon no esperaban era que James había calculado todo y sabía qué hacer:
-¡No te pares, Carnivine! ¡Gira sobre ti mismo y mantén el ataque!
Carnivine entornó sus ojos redondos y levantó todas sus cepas para quedar sostenido sólo por una mientras seguía escupiendo semillas. Acto seguido, el Pokémon planta comenzó a dar vueltas sobre la cepa que tocaba el suelo, haciendo que el ataque Recurrente golpeara en todas direcciones; Dragonair, que seguía tirado en el suelo pero consciente, no estaba en peligro, pues las semillas pasaban muy por encima de su cabeza, y James, Sapphire y Meowth estaban protegidos tras la barrera del Prisma. Pero Venus y el Suicune eran sacudidos continuamente por las simientes doradas que Carnivine escupía, y dada su debilidad al tipo Planta, el XD004 cayó al suelo de nuevo, dolorido.
-Buena estrategia.-se limitó a decir Sapphire, aunque estaba impresionada. Meowth parpadeó, incrédulo ante las únicas palabras que dijo la chica:
-¿Cómo, sólo buena? ¡Es una jugada digna de los mocosos, incluso mejor!
-¿De dónde creéis que saqué la idea para realizar esa combinación?-repuso James encogiéndose de hombros con mal disimulado orgullo. Venus se irguió con tal furia que todo el habitáculo (lleno de marcas de semillas) pareció temblar:
-¿¡Cómo os atrevéis a importunarnos de ese modo!? ¡No saldréis indemnes después de esto! ¡XD004, ha llegado la hora de dar duro! ¡Hielo Oscuro!-ordenó la furibunda Administradora.
-Maldita sea… ¡Dragonair, contrarréstalo con Rayo Hielo!-gritó Sapphire, sabiendo lo que conllevaba la orden de Venus e inquieta por ello. Obviamente, James y Meowth no tenían constancia de lo que era el Hielo Oscuro, pero no tardarían mucho en averiguarlo.
El Suicune Oscuro abrió la boca e inspiró hondo; energía oscura y brillante comenzó a acumularse en ella, distorsionando el aire debido al frío que despedía. Mientras el XD004 cargaba su ataque, Dragonair también abrió la boca y empezó a cargar energía helada en estado puro, cuya bajísima temperatura deformaba levemente el paisaje que se veía a su alrededor. Ambas esferas formadas en las bocas de los dos Pokémon aumentaron de tamaño gradualmente hasta que alcanzaron su clímax, resplandeciendo con frías luces azul y morada respectivamente.
Entonces, el Suicune y Dragonair lanzaron a la vez sus ataques; el Rayo Hielo de Dragonair eran tres rayos de energía helada que se retorcían entre sí, al igual que el Hielo Oscuro del XD004, sólo que el ataque de éste era de color morado intenso. Los dos fríos ataques chocaron en el aire y trataron de imponerse al otro, sin éxito.
-¡Dragonair, aguanta!
-¡Sigue, XD004!
Los dos Pokémon, exhaustos, mantuvieron los ataques aun estando a punto de agotar gran parte de sus fuerzas. Sapphire y Venus tenían la vista fija en sus Pokémon, James se había cruzado de brazos y se mostraba todo lo sereno que se puede estar en semejante situación, aunque un rictus de inquietud asomaba a su rostro, y Meowth se removía y agitaba sus patas, muerto de nervios. Durante unos cuarenta y cinco segundos, ni el Suicune ni Dragonair dieron su brazo a torcer en cuanto a retirar su ataque, hasta que Venus, harta de la espera, gritó:
-¡XD004, basta ya de juguetear! ¡¡Máxima potencia!!
Recurriendo a casi sus últimas energías, el Pokémon Oscuro redobló el grosor del Hielo Oscuro, que empujó el Rayo Hielo de Dragonair, que no tenía ya fuerzas para aumentar la potencia de su ataque. Así pues, a Sapphire no le quedó más remedio que contemplar, impotente, cómo el Hielo Oscuro arrastraba el Rayo Hielo hacia el Pokémon dragón de la chica de pelo blanco-azulado. Los dos ataques helados envolvieron el delgado cuerpo de Dragonair, haciéndole chillar de dolor, y tras unos instantes, el Pokémon de Sapphire cayó al suelo noqueado.
-¡¡No!! ¡Maldito Pokémon melenudo! ¡Vendido, tramposo, moroso!-le increpó Meowth al XD004 sosteniendo el Prisma de Uxie y saltando de rabia detrás de la barrera mientras James dejaba escapar una exclamación ahogada de sorpresa. Sapphire sacó una Pokéball de uno de los bolsillos de su túnica azul y la extendió hacia el inconsciente Dragonair, a quien Carnivine, herido también, miraba con preocupación:
-Vuelve, Dragonair. Has hecho un trabajo estupendo, te mereces un descanso.-dijo Sapphire devolviendo a su Pokémon a la Pokéball. Venus avanzó un paso, sonriente:
-Me parece que vuestras posibilidades de ganar y huir son ya nulas. Mira a tu Carnivine, chico-le dijo a James-. ¡Está tan débil que apenas puede tenerse en pie! ¿De verdad creéis que podéis vencer a mi XD004 así?
Tanto James como Sapphire como Meowth tuvieron que admitir que la Administradora tenía razón, a su pesar. Carnivine estaba realmente agotado, y en aquel momento tenía que apoyarse en una de sus hojas-brazo para evitar caer al suelo. Por su parte, el Suicune Oscuro estaba muy cansado, pues le temblaban las patas; pero en sus ojos rojos seguía brillando aquella chispa de furia que indicaba que el legendario seguiría luchando sin fin.
-¿Deberíamos esfumarnos?-preguntó Meowth atemorizado por el Suicune, mientras el Prisma refulgía con su luz amarilla al mantener la barrera intacta.
- Quizá, pero no nos daría tiempo a escapar-arguyó Sapphire, repasando sus alternativas-. Aunque esté al borde del desmayo, el XD004 nos alcanzaría enseguida.
James acababa de devolver a Carnivine a su Pokéball cuando la puerta del habitáculo se abrió de golpe, y un grueso rayo de electricidad envolvió al Suicune Oscuro, que aulló de dolor y cayó noqueado.
-¿¡Pero qué…!?-soltó Venus, pasmada. James, Sapphire y Meowth giraron bruscamente la cabeza en dirección a la entrada de la cúpula.
Allí estaban Jessie, Leonor, Absol (aún rezumando electricidad), Seviper y Blaziken. Parecían cansados y nerviosos, pero se mostraban satisfechos y triunfantes.
<<Hemos llegado en el momento justo>>-repuso Absol, divertido-<<Lo siento, Venus, pero es la hora de que nos marchemos>>
-Sí, no queremos molestar más.-apostilló Leonor con ironía. Jessie avanzó un paso (aun estando sorprendida por la barrera del Prisma) y declaró, orgullosa:
-¡No nos iremos sin antes dejar muy claro quiénes somos!-James y Meowth se miraron entre ellos con una sonrisa, sabiendo qué vendría después-¡Tenéis problemas, por si no lo sabéis!
-¡Escuchad nuestro lema para que conozcáis el por qué!-añadió James acercándose a su amiga, al igual que Meowth; Venus les dirigió una mirada anonadada.
-Viajamos por Sinnoh con una misión.
-¡Que es acabar con Cífer sin compasión!
-¡Y para salvador, yo!-agregó Meowth con su felino rostro iluminado por el Prisma de Uxie.
-Para denunciar a estos enemigos de la verdad y el amor.
-Para extender nuestra causa más allá de la región.
-¡Jessie!
-¡Y James!
-¡Y Meowth mi nombre es!
-En cualquier sitio del universo donde Cífer actuará…
-…el Team Rocket…
-… ¡allí estará!
-¡Y a Cífer fastidiará!-exclamaron Jessie, James y Meowth al unísono.
Un segundo después, una luz amarilla inundó el habitáculo cegando a la Administradora. Y cuando Venus pudo abrir los ojos de nuevo, vio que el grupo que tanto había importunado a Cífer había desaparecido…Era como si se hubiesen evaporado. Venus gritó de rabia y dio un puñetazo a la mesa que tenía detrás, enfadadísima:
-¡¡Maldición!! ¡¡Estaban en mis manos y se han esfumado como si nada!! ¿¡Por qué siempre tienen que salir victoriosos de nuestras bases!?
Se giró de sopetón; en el umbral de la puerta del habitáculo había un joven de pelo medio alborotado y del color del azabache, cuyos mechones le tapaban el ojo derecho, pero el izquierdo era de color ámbar, y vestía completamente de negro.
-¡Seba!-saltó la Administradora-¿¡Por qué no les has detenido!?
-Son más fuertes y listos de lo que creíamos, señora-repuso él-. Además, la Portadora de la Esfera de Mesprit tiene carácter. Y la tenía ya acorralada cuando acudió en su ayuda el Absol de la chica de las gafas. Me atacó mentalmente y perdí el sentido.
-Con que sí, ¿eh?-dijo Venus, irritada-¡Pues si sigues así, Sombra Oscura, podrías perfectamente perder tu puesto!
Seba alzó una ceja.
-No diría eso si se enfrentara usted a ellos, Administradora.
-Da igual. Como puedes ver, han derrotado a nuestro prototipo del XD004-rezongó ella, enseñándole el cuerpo inconsciente del Suicune Oscuro-. Y aparte, el Meowth parlante que capturaste se ha convertido en el Portador del Prisma de Uxie.
-Oh, ¿de verdad?-inquirió la Sombra Oscura, incrédulo.
-Como lo oyes. Así que tienes carta blanca para hacer lo que quieras con ellos…excepto liquidarlos. ¿Entendido, Seba?
Él asintió, sin que ninguna expresión aflorase a su rostro.
-Bien, la aprovecharé. Ardo en deseos de toparme con ese chico de pelo azul…-repuso con un furioso brillo en su ojo ámbar. Venus rió por lo bajo:
-Así que lo tuyo con él ha sido odio a primera vista…Muy bien, haz con él lo que quieras, Seba…salvo que se convierta en Portador. Ahora, puedes retirarte.
La Sombra Oscura hizo una reverencia y se marchó de allí. Momentos después, su Charizard espejismo alzaba el vuelo con él en su lomo desde la azotea, en pos de los seis “intrusos” que habían osado colarse en la base.
Lejos de allí, un Skarmory, un Altaria y un Dragonite sobrevolaban la ruta nevada en dirección a Ciudad Puntaneva, destino que la Voz había señalado en su enigma.
Los Portadores de la Esfera de Mesprit y el Prisma de Uxie debían acudir allí junto a sus compañeros para conocer la ubicación del tercer Cristal y poder pasar la Prueba de la Unión.
Lo que no sabían era que una silenciosa llamada que convocaba a uno de los miembros del grupo le instaba a ir a la frígida ciudad norteña de Sinnoh, una llamada que sonaba en su mente y en su corazón.
----------------------------------
¡Espero que os haya gustado ^^! El próximo se titula El legado de Darkrai

Bueno,tiene su ración de combate x) Ojalá lo disfrutéis,que son 11 páginas de Word xDDDDD

¡Espero opiniones ^^!
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
~ Tellius Chronicles ~


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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
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Próximo capítulo:
[C. IV] ¿Infiltrados... o Atrapados?

Sapphire
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Mensajepor Sapphire »

Muy bueno el cap One *o* pensé que iba a pasara ya ESO que tu sabes :P Pero creo que aún es pronto ^^ El siguiente capitulo me gustaaa >.< Se cual es y tengo muchas ganas de leerlo :P

Siguelo pronto, ¿vale? ^^
Última edición por Sapphire el Lun Jun 23, 2008 11:08 am, editado 1 vez en total.
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pokefan garcia
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Mensajepor pokefan garcia »

O.o Está potente el fic xD. Hace mucho que lo sigo, pero con tantos ires y venires del foro pues pensaba ya en mi retirada y por eso no posteaba. Sin embargo, hoy me he animado a volver (tengo que actualizarme del todo xD).

Bueno, haré un comentario general y después algo sobre el último capítulo. Veamos, el argumento está muy bien y es original. La narración es buena y no hay faltas de ortografía. Por cierto, que me gustó mucho el prólogo. Además de que tiene unos puntazos de humor que es para partirse xD. En definitiva, me parece muy bueno.

Ahora sobre el último capítulo. Me gustó, como todos, ya que además lograron escapar de Seba, derrotaron al XD004 y el grupo logró escapar con el prisma de Uxie. Estoy impaciente por saber que pasará ahora.

Sapphire escribió:pensé que iba a pasar ya ESO que tu sabes


¿Eso? Mmmm por lo que fui leyendo por ahí creo que sé de qué se trata. ¿Tiene algo que ver con Memorias de Idhún? xD bueno, ya se verá.

Síguelo pronto.

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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Siento mi prolongada ausencia x) Pero entre mi castigo y que se me ha ido el ADSL por un mes en casa de mi padre,no he podido pasarme y dejaros otro capítulo ^^U Bueno,dentro de una semanita,que pueda pasarme por el ciber,os dejo el capítulo siguiente,¡que es largo x)! ¡Preparaos y veréis xDDD!
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{-Dialga-}
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Mensajepor {-Dialga-} »

Creo que ya venció el tiempo de reflexión xD ¿O no? Por mi parte yo ya he conseguido que mis padres me dejen tocar el ordenador tras mis exámenes ^^U Supongo que colocarás pronto el capítulo 33,¿a que sí,Meowth? ¡Espero impaciente!
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>-Meowth-<
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Mensajepor >-Meowth-< »

Jeje,no ibas mal desencaminado,Dialga x) Tengo ya listo el siguiente capítulo,puesto que ya tengo Internet otra vez ^^ Este es un capítulo bastante largo,así que tendréis que sacar fuerzas de flaqueza para leerlo xDD ¡Pero yo creo que merecerá la pena x)!

Cap.33: El legado de Darkrai

Era ya pasada la medianoche cuando tres Pokémon voladores se posaron a las afueras septentrionales de Ciudad Puntaneva; eran un Skarmory, un Altaria y un Dragonite. Cuando los Pokémon hubieron tocado tierra, sus “jinetes” bajaron de los lomos de las aves de un salto, haciendo crujir la nieve cuando sus pies se hundieron en ella. Dos de ellos, dos chicas de trece años, sacaron tres Pokéball; una la chica de pelo castaño y gafas verdes, y dos la de pelo blanco-azulado y túnica azul.
-¡Vuelve, Skarmory!
-¡Altaria, Dragonite, regresad!
Las esferas atraparon a los Pokémon con un rayo de luz roja y los transformaron en pura energía, encerrándolos en su interior. Una vez resguardaron a sus respectivos Pokémon, Leonor y Sapphire regresaron junto a sus compañeros; Jessie, James, Meowth y Absol. Meowth hacía levitar entre sus “manos” un prisma de cristal amarillo en cuyo interior destellaba un cuadrado de energía de color ámbar, que iluminaba con su luz del color de la miel el rostro felino del Pokémon parlante.
-Bien, bien, ya estamos donde se supone que la Voz quería mandarnos… ¿Pero cómo hago yo para guardar este trasto?-se preguntó Meowth, cansado de llevar el Prisma de Uxie en volandas. Absol ladeó la cabeza y lo miró con su característica sonrisa maliciosa:
<<Lástima que no lleves bolsillos>>-comentó. Sapphire se acercó a Meowth, quien al darse cuenta de que la chica se aproximaba a él, enrojeció inmediatamente.
-Meowth, puedes llevarlo sin necesidad de bolsillos ni nada.
-¿Cómo?
-El Prisma de Uxie ya forma parte de ti, o mejor dicho, forma parte de tu aura. Por tanto, puedes fusionarlo con tu aura, y llamarlo cuando quieras; se materializará en tu mano.-explicó Sapphire esbozando su media sonrisa. Jessie giró la cabeza hacia ellos, intrigada de repente:
-¿Qué? ¿Entonces puedo hacer yo lo mismo con la Esfera de Mesprit, Sapph? –inquirió, ansiosa por saber si podía dejar de llevar su Cristal en uno de sus bolsillos ocultos.
-Pues claro que puedes. La Esfera es lo mismo que el Prisma, sólo que tu Cristal contiene el poder de la Emoción y el de Meowth, el de la Sabiduría. Por lo demás son iguales.
-Exceptuando el color.-puntualizó Leonor riendo. Sapphire alzó la mirada, entre divertida y exasperada:
-Eso es tan obvio que por eso no lo he dicho. Se supone que salta a la vista.
Jessie suspiró con impaciencia y avanzó hacia Sapphire, quien le lanzó una mirada interrogante para saber qué quería:
-Sapph, aún te queda una tarea pendiente.
-Tú dirás.
-Tienes que decirnos cómo guardar los Cristales en el aura.-intervino Meowth, cayendo en la cuenta de por qué Jessie había acudido a la chica. Leonor se acercó a ellos, interesada por ver cómo los dos Portadores realizaban aquella especie de hechizo.
Sólo uno de los seis miembros del grupo parecía estar ajeno a lo que los demás hacían y decían. James se había alejado un poco de sus compañeros de grupo y había caminado un poco hasta una pequeña loma cubierta de nieve, desde la que se podía contemplar Ciudad Puntaneva al completo. Justo debajo de la colina se alzaba un templo construido con bloques de piedra negra, hielo puro y hierro plateado, tan grande que casi llegaba hasta el cerro. Soplaba una suave brisa sobre la fría ciudad norteña, una brisa que mecía levemente las copas de los árboles y transmitía sensación de calma, añadida a la que ya había bajo la luz de la luna creciente. Mientras Sapphire les indicaba pacientemente a Jessie y Meowth cómo fundir sus auras con la Esfera y el Prisma bajo la atenta mirada de Leonor, Absol reparó en James, que seguía en lo alto de la colina con una extraña expresión dibujada en su rostro. El Pokémon Siniestro avanzó cautelosamente hacia él, intuyendo que algo intrigante había captado la atención de su tranquilo compañero. Y así debía ser, porque una vez Absol se hubo situado a su lado, James tardó unos instantes en darse cuenta de la presencia del Pokémon:
-Vaya, Absol…No me había dado cuenta de que estabas aquí.-reconoció, incómodo. Absol movió la cabeza dando a entender que no tenía importancia, y bajó la vista, descubriendo el enorme templo de piedra, hielo y hierro que se erguía sobre Ciudad Puntaneva.
<<Ah, ya entiendo tu interés. ¿Sabes lo que es ese templo?>>-le preguntó el Pokémon, sonriendo con satisfacción; James negó con la cabeza sin apartar la mirada del nevado horizonte, aun sin verlo realmente-<<Es el llamado Templo Puntaneva>>
-No es un nombre muy original que digamos.-repuso James alzando una ceja.
<<Los primeros habitantes del norte de Sinnoh no tenían mucha imaginación>>-sonrió Absol-<<La leyenda dice que se levantó en honor a los Pokémon de tipo Roca, Hielo y Acero, pues eran quienes daban forma a este terreno en aquel momento>>
-Muy típico de un templo.
<<Ya lo sé, pero hay algunas agujas escondidas entre la paja>>-dijo el Pokémon Siniestro, pensativo-<<Un templo no se edifica así por las buenas en Sinnoh; es una región con mucha relación con los mitos. Pero dudo mucho que sea eso lo que ha captado tu atención, ¿verdad?>>-añadió al ver el semblante ausente del joven.
-Siento algo raro desde que salimos de la base con el Prisma…Es como si una voz sin palabras me llamara a Ciudad Puntaneva. Y ahora…ahora la siento con mucha más fuerza aún.-murmuró él, cerrando los ojos; era como si realmente estuviera escuchando algo. Algo alentador, algo que produjera serenidad. O por lo menos, eso fue lo que Absol interpretó al estudiarle. Y las suposiciones de Absol rara vez eran erróneas. El Pokémon Siniestro meditó acerca de la situación y repuso:
<<No creo equivocarme al pensar que hay algo ahí dentro que tiene relación contigo. En todo caso, con nosotros; o si no, con los Portadores>>
-¡Eh, eh! ¡James, Absol!-exclamó una voz cantarina que ambos ubicaron de inmediato; la inconfundible voz de Jessie-¡Mirad lo que Sapph nos ha enseñado a hacer!
Ambos se volvieron hacia ella, que se dirigía hacia donde los dos se encontraban, con una expresión claramente orgullosa y satisfecha.
-¡Mirad!-repitió, y ante la mirada intrigada de sus dos compañeros, alzó una mano enguantada. Con un destello fucsia que casi les cegó, la Esfera de Mesprit se materializó en la palma de la mano de Jessie.
<<Vaya, vaya. Parece que las enseñanzas de Sapphire surten efecto>>-comentó Absol con aprobación. Meowth se acercó a ellos, también satisfecho de su logro. De hecho, estaba tan contento por haber comprendido bien lo que Sapphire les había indicado que estaba haciendo aparecer y desaparecer el Prisma intermitentemente.
-¡Qué fenómeno que soy!-se elogió el Pokémon parlante absorto en ver cómo el Cristal acudía a sus llamadas y luego se “iba”-Aparece, desaparece, aparece, desaparece… ¡Genio que es uno! ¡Lo de ser Portador es estupendo! Me muero de ganas de plantarme delante del mocoso y restregarle por las narices mi Cristalito.
Leonor se echó a reír con ganas, tanto que por poco se le cayeron las gafas al suelo. Sapphire, obviamente, no había comprendido lo que Meowth había dicho, pero esbozó su media sonrisa al ver a Leonor riendo.
-Seguro que cuando hayáis desarrollado más vuestras habilidades de Portador (se dirá así, ¿no?) el mocoso y sus colegas no tendrán otra opción que reconocer que tenéis más suerte que él.-repuso James clavando la vista en la Esfera, que despedía su brillo entre fucsia y rojizo iluminando levemente la noche. Leonor alzó una ceja, inquisitiva:
-¿Hayáis? ¿No te incluyes tú?-preguntó con curiosidad.
-¿Y tendría que incluirme? Yo no soy un Portador.
<<Pero por lo que me has contado, intuyo que lo serás dentro de poco>>-dijo Absol, sospechando que algo más se escondía entre las palabras del joven. El Pokémon Siniestro sabía leer los sentimientos de las criaturas, y detectaba cualquier indicio de sentimientos relevantes. Y el levísimo énfasis que James había usado en la palabra “hayáis” denotaba que había algún problema más grave de lo que parecía.
Pero Absol era lo suficientemente discreto como para preguntar en privado.
-Bueno, estamos en Ciudad Puntaneva-informó Sapphire mirando en rededor-. Justo donde la Voz os quería, como bien ha dicho Meowth. Y algo tiene que haber aquí de importancia para haberos traído a los alrededores de esta zona.
-Arriesgando nuestra valiosa vida.-puntualizó Jessie, que había hecho desaparecer la Esfera de nuevo. Meowth, que había hecho lo mismo que ella segundos antes, rió irónicamente:
-¿Valiosa? ¿Cuántas veces has visto tú que alguien se haya preocupado por nosotros? Ni somos buenos ni malos; los buenos nos alejan y los malos se burlan de servidores. Nuestra vida es el último orejón del tarro para el mundo.
-Eso, tú anima.-le dijo Leonor, aún más sarcástica que el Pokémon parlante.
-Estábamos diciendo que debe de haber algo cerca del interés de la Voz para que nos haya traído aquí.-terció James intentando encauzar de nuevo el tema principal.
-Sí. En eso estábamos.-corroboró Sapphire.
<<Y da la casualidad de que lo sabemos>>-intervino Absol sonriendo-<<James y yo acabamos de descubrir el Templo Puntaneva>>
Por la expresión de Jessie y Meowth, el Pokémon Siniestro dedujo que ninguno de los dos sabía qué era el Templo Puntaneva, pero desde luego, Leonor y Sapphire sí que lo conocían.
-¡Claro! ¡El Templo Puntaneva!-exclamó Leonor, intrigada ante el nuevo enigma-Es símbolo de tres Pokémon legendarios; Regirock, Regice y Registeel. Son una tríada de legendarios que…
-Sí, sí, no nos hace falta recordarlos-Jessie frunció el ceño-. Bastante los sufrimos ya en la región Hoenn, en aquel condenado árbol.
-Ah, sí. Bueno, pues está dedicado a ellos. Así que lo más probable es que la siguiente pista esté ahí dentro.-prosiguió Leonor. Parecía contenta al ver cómo una nueva pieza del puzle encajaba.
-¡Pues entonces a qué esperamos!-saltó Meowth, ansioso de vivir más aventuras-¡Vayamos a ver si esa especie de iglesia tiene alguna cosa con la que cascarles la cabeza a los de Cífer!

Meowth podría querer cascarle la cabeza a la gente de Cífer, pero desde luego, quienes corrían ese peligro eran ellos. El suelo del Templo Puntaneva era de piedra en los primeros niveles, pero iba helándose progresivamente cuanto más descendían. No pasó mucho tiempo antes de que Leonor se pegara el primer resbalón, arrastrando a Jessie tras de sí, pues las botas altas de la joven eran del suficiente tacón como para no ser nada estables sobre el hielo. Meowth tampoco se mantuvo en pie mucho rato; a los cinco minutos de resbalar Jessie y Leonor, el Pokémon parlante patinó sobre un pequeño desnivel helado y cayó en plancha al suelo. Absol se movía elegantemente sobre el hielo, pues él era un Pokémon adaptado de forma natural a los climas fríos, y desplazarse sobre una superficie helada era para él un juego; Sapphire provenía de un pueblo establecido en los gélidos glaciares de las montañas del norte de la región Sairutsa y el hielo era venerado por su gente, por tanto caminar sobre él no era para la chica ningún problema; en el caso de James, sólo por no ser tan terremoto como sus dos amigos pudo librarse de los batacazos, pero en más de una ocasión estuvo a punto de perder el pie. Por suerte, sus botas negras eran de suela lo bastante plana como para no resbalar con facilidad.
Tras casi veinte minutos bajando las interminables escaleras del Templo Puntaneva, Jessie, James, Meowth, Leonor, Absol y Sapphire llegaron a una amplia cámara cuyo suelo ya no estaba helado. Sólo unos pequeños pedazos de hielo en un rincón eran testimonio de lo que eran los niveles superiores.
-Estamos en un callejón sin salida-protestó Jessie cruzándose de brazos-. ¡Ya no hay escaleras! No podemos seguir avanzando, ¡y no hemos encontrado nada!
Jessie estaba en lo cierto; en aquella amplia estancia no había ningunas escaleras. Aquella era la sala más profunda del Templo Puntaneva, y en ella no había más que suelo, techo y pared. Meowth gruñó, decepcionado:
-Vamos, ¡que me como el suelo hecho cubitos durante casi un cuarto de hora… ¿para nada?! ¡Si lo sé no bajo!
<<¿No eras tú quien quería “adentrarse en el Templo y descubrir la forma de barrer a los palurdos de Cífer”?>>-le preguntó Absol, socarrón. Meowth, viéndose pillado, se limitó a sacarle la lengua.
Leonor se acercó a una de las paredes y pasó la mano por ella; no había indicios de que aquellos muros estuvieran ocultando algo. La chica se ajustó las gafas y siguió con su examen, dispuesta a averiguar el secreto del Templo:
-Me niego a creer que aquí no haya nada. Sé de sobra que los Pokémon legendarios esconden bien sus secretos, pero siempre dejan alguna pista para que alguien avispado los descubra para mejorar la vida.
-En ese caso, usaré mi poder gélido para descubrir indicios de magia-propuso Sapphire recorriendo con la mirada la sala-. Si hay algún signo de ocultación, lo encontraré. Pero dependerá de lo grande que sea ese indicio. Si es pequeño, tendré que centrarme en cada punto de la cámara, y eso lleva tiempo.
Leonor se mostró de acuerdo con ella, y así, las dos chicas comenzaron a registrar cada parte de la cámara; Leonor palpaba las paredes y Sapphire las escrutaba mediante sus capacidades heladas en busca de señales de magia. Meowth observaba atentamente los modus operandi de ambas, pero como es de esperar, Jessie se mostró escéptica ante las suposiciones de Leonor.
<<No pongas esa cara, Jessie>>-le dijo Absol, serio-<<Se supone que eres una Portadora; tendrías que saber ya que nada es lo que parece>>
-A mí me parece que aquí no hay nada de interés. Seguro que la Voz quería llevarnos a otro sitio de Puntaneva, ¡y no a este callejón cortado! ¡No me creo para nada que en este lugar haya algo relevante para cargarnos a Cífer!
-Deberías creerlo, Jess-musitó una voz calmosa proveniente de una parte en penumbra de la sala; James estaba allí, apoyado, como tenía por costumbre, en una de las columnas de la estancia-. No eres tú quien está oyendo una llamada sin palabras que trae directamente a este mismo lugar.
-¿De qué hablas, tú?-inquirió Meowth, pasmado.
<<Ah, ya>>-recordó Absol clavando sus ojos rojos en James-<<Sí, es la prueba definitiva; esa llamada demuestra que es aquí donde debemos estar. ¿Cómo es, James? ¿Puedes describirla?>>
-Lo dudo mucho-respondió él llevándose una mano a la frente-. Antes era sólo una leve evocación, pero ahora…Ahora es tan fuerte que hace que me duela la cabeza y todo.
Absol iba a preguntar algo más, pero la voz de Sapphire se lo impidió:
-¡Lo he encontrado! Seguidme, lo tengo.
Meowth fue el primero en acercarse al punto que señalaba la chica de azul, seguido por los demás. Leonor casi pegó la nariz a la pared en su afán por descubrir el misterio.
-¡Eh, fijaos en esto!-exclamó. Sus compañeros se arremolinaron a su alrededor intentando ver qué era lo que la chica había encontrado.
Era un grabado tan pequeño que si no se fijaba uno bien en la pared, pasaba completamente desapercibido. Representaba tres figuras colocadas en triángulo; la que estaba en el vértice superior era rectangular, la del vértice inferior izquierdo era circular y la que estaba en el inferior derecho era triangular. No parecían ser nada en especial, pero a aquellas alturas los seis ya no se fiaban ni de su sombra.
-¿Esto es el misterio? ¿Una lección de geometría?-soltó Meowth, decepcionado de nuevo. Jessie suspiró con exasperación y examinó atentamente el dibujo.
-Supongamos que esto es la clave de la Voz. ¿Cómo la abrimos? Porque las claves abren cosas, eso se aprende en el Team Rocket.
-Esto tendrá relación con los Portadores-supuso Sapphire, centrada sobre todo en la forma en la que estaban situadas las figuras-. De qué manera, no lo sé. Pero algo está claro; tres figuras, tres Portadores.
<<Justo lo que yo pensaba>>-terció Absol, muy intrigado-<<Pero también creo que la figura superior, el rectángulo, simboliza el Prisma de Uxie. Y el círculo, la Esfera de Mesprit. Desconozco qué representa el triángulo>>
-Y además-agregó Leonor-, cabe destacar que esas dos están situadas tal y como lo están el Lago Veraz y el Lago Agudeza en el mapa de Sinnoh. Lo que indica que la teoría de Absol es acertada. Pero, ¿cómo deberíamos seguir?
-Haced lo que quiera que tengáis que hacer-intervino de pronto James, que se había quedado un poco al margen de aquello-, pero, por favor os lo pido, daos prisa.
Jessie, Meowth, Leonor, Absol y Sapphire se volvieron hacia él, pues el tono apremiante que teñía su voz no era nada usual. Pero bastó una mirada para saber por qué su compañero no había aportado sus deducciones acerca del grabado. Porque James había palidecido y se tenía que apoyar en la pared para mantenerse en pie, ya que le temblaban las piernas; tenía los ojos cerrados con fuerza y apretaba los dientes, como si estuviera sufriendo algún intenso dolor. Absol supo enseguida qué era lo que le ocurría, pero los otros cuatro no se lo esperaban para nada. Jessie, que en aquellos casos sí que adoptaba su papel de “líder-responsable-de-sus-compañeros”, se apresuró a ayudar a su amigo a mantener el equilibrio; se había dado cuenta de que en cualquier momento podía caer al suelo.
-¡James!-exclamó Leonor, preocupada-¿Qué es lo que…?
-Me duele muchísimo la cabeza.-se limitó a responder él, y bastante le costó decirlo. Absol asintió; desde luego se lo esperaba, pero eso no contribuyó a aminorar su inquietud por su compañero de grupo:
<<Lo que imaginaba. La llamada es demasiado fuerte…Y la magia que la produce también. Lo que te pasa>>-le dijo a James-<<es que tu mente no está nada acostumbrada a recibir semejante cantidad de energía, y por eso tienes ese dolor. Seguro que remite cuando hallemos el secreto>>
-Entiendo. Una llamada energética-aclaró Sapphire, pensativa-. Bien, esto complica las cosas. Hemos de encontrar la manera de desvelar la clave, y así esa llamada cesará.
-Sí, pero… ¿acaso James podrá aguantar hasta entonces?-preguntó Jessie, y no era una cuestión irrelevante. Ella era quien tenía que velar porque su amigo no perdiera el equilibrio, pero nada podía hacer para aliviar el enorme dolor de cabeza que asaltaba al joven, aunque él ni siquiera se había quejado.
-¿Qué sugerís que hagamos, entonces?-inquirió Leonor, pensando a toda velocidad. Meowth se le adelantó y adujo a la desesperada:
-¡Liberemos a los Cristales a ver qué pasa!
El Pokémon parlante no se habría esperado nunca que una opción que había llegado a su mente tan rápidamente causara semejante silencio, un silencio sorprendido, que Absol rompió con su voz mental:
<<Vaya, Meowth, no creía que tus ideas no fueran todas de bombero>>
-¿Eh-qué?-balbuceó el Pokémon parlante con sus ojos violetas abiertos como platos.
-Sí, Meowth tiene razón. Si el dibujo tiene que ver con los Portadores, ¿qué otra cosa es más de los Portadores que los Cristales?-repuso Sapphire, aprobadora.
-¿Habláis en serio? ¡Pero si yo lo dije en broma!-exclamó Meowth, atónito. Leonor rió ante el estupor del Pokémon:
-Pues das mejores ideas en broma que en serio. ¡Venga, Jessie y tú tenéis que liberar a la Esfera y al Prisma! ¡A ver qué pasa!
Meowth asintió, pero Jessie parecía reacia a moverse. Sólo dirigió una mirada elocuente a James, que seguía igual que antes o incluso peor. Absol entendió y se acercó a ellos:
<<Déjame a mí, Jessie. Yo le cuidaré; tú tienes que cumplir tu deber como Portadora>>
Ella dudó un segundo, pero asintió, conforme:
-Muy bien. Pero tú no te descuides o yo seré responsable si le pasa algo.
El Pokémon Siniestro sonrió y se colocó a modo de soporte; James no dijo nada, pues tampoco tenía muchas fuerzas para ello, pero apoyó la mano derecha en el lomo de Absol, que se quedó quieto para evitar que perdiera el equilibrio. Jessie se colocó al lado de Meowth, y ambos se concentraron, dispuestos a llamar a sus Cristales para resolver el enigma del Templo.
La Esfera de Mesprit y el Prisma de Uxie aparecieron en las palmas de las manos de sus Portadores con un destello fucsia y uno ámbar respectivamente. Durante unos segundos no ocurrió nada, pero justo cuando Jessie estaba a punto de declarar que aquella solución no era la correcta, el dibujo de la pared emitió una cegadora luz tricolor; azul, amarilla y roja. El resplandor iluminó toda la cámara durante unos cinco segundos, y tras ellos, la Esfera y el Prisma comenzaron a levitar, y se alejaron de Jessie y Meowth, aproximándose al grabado, que empezó a aumentar de tamaño, hasta que su medida era igual que la de la mano de Leonor o de Sapphire, y las figuras adquirieron unos resplandecientes colores; el rectángulo se volvió de color miel, el círculo tomó una tonalidad rojiza y el triángulo cogió un tono de azul igual que el cielo a la tarde. Un nuevo resplandor, esta vez de color cobre, inundó la estancia, pero en esa ocasión no se apagó, sino que se separó en pequeños haces de luz que se pegaron a la pared, justo encima del grabado. La luz fue cambiando de forma poco a poco hasta que formaron palabras, palabras de color cobre que refulgían en la oscuridad como si fueran brasas. La Esfera y el Prisma giraron alrededor del misterioso texto como si éste fuera el Sol y ellos los planetas; los seis, fascinados, avanzaron para leer lo que los Cristales habían escrito, pero no hizo falta. Dos tenues voces sonaron en sus mentes; una femenina y envolvente, y otra masculina y misteriosa. Las dos voces les susurraron lo que habían escrito en la pared de aquella cámara como si fueran espíritus invisibles, o eso pensaron los seis compañeros…

Escúchanos, Elegido,
no debes sentir temor,
pues para nosotros es un gran honor,
guiarte por el camino escogido.
Tú, que cruzaste los mundos,
y paseaste entre estrellas,
en una tierra lejana,
con la que los Pokémon sueñan.
El océano descansa en ti,
profundo como tu corazón,
pero para encontrarlo a él,
deberás hallar tu propio valor.
Libérate de esta tristeza,
y llena tu mirada de esperanza,
que tu mano roce el mismo mar,
donde la luz alumbra el descanso
de tu otra identidad.


Las voces se apagaron notablemente, pero en un pequeño rincón de la mente de cada uno de los seis, seguían sonando, recitando misteriosamente su propio enigma. Porque estaba claro que lo que estaban diciendo era un enigma, un nuevo enigma que debían resolver.
-¿Qué hacemos ahora? Yo no he entendido nada de lo que han dicho esos fantasmitas.-se quejó Meowth, aunque no podía apartar la vista del texto de luz. Leonor se acarició la barbilla, meditativa:
-Aquí hay que sacar las cosas por exclusión. Sabemos que esas voces han elegido a alguno de nosotros, y este enigma denota que va a guiarle.
<<Lo de ambos mundos me suena a referencia a los mundos paralelos; Celesta y la Tierra>>-planteó Absol-<<Lo del océano tiene que ser una metáfora, porque ninguno de nosotros llevamos océanos dentro>>
-Sacamos también que el elegido tiene un corazón grande-agregó Sapphire, uniéndose a Leonor y Absol para resolver el enigma-. Y que parece ser que tiene dos identidades, pero eso me parece metafórico.
-Pero hay un punto negro (qué mal suena)-intervino Jessie, que parecía temer que la Esfera dejara de levitar de repente y se estrellara contra el pétreo suelo-. “Pero para hallarle a él…” ¿Quién es “él”?
-Creo que hace referencia al miembro restante de la tríada de Sinnoh.-supuso Leonor, pero no parecía muy segura de ello.
<<Azelf>>-puntualizó Absol, y asintió-<<Sí, me parece razonable>>
-Creo que sería la hipótesis más acertada-terció James, que tenía mejor aspecto, aunque tampoco mucho-, porque sólo nos queda hallar el Cristal de Azelf. Los de Uxie y Mesprit ya los tenemos. Pero, ¿qué pasa con todo lo demás? No es todo literal, no puede serlo…Hay muchas metáforas, y difíciles de interpretar.
A las palabras (sensatas pero desalentadoras) de James les siguió un silencio abatido. Era cierto, había mucho sentido figurado en aquel enigma, y su significado era desde luego un misterio para el grupo. Pasaron cinco minutos en los que hasta Meowth se dejó el cerebro buscando algo de luz que aclarara un poco aquel lío de palabras, y de repente, Leonor gritó:
-¡Chicos, ya lo tengo! ¡Creo que ya lo he resuelto!-Jessie, James, Meowth, Absol y Sapphire le dirigieron una mirada incrédula-¡Sí, en serio! En esta parte, la de “y paseaste entre estrellas”… ¡Campos de estrellas! ¡Se está refiriendo a Santiago de Compostela!
-¿Puedes decirlo en un idioma que entendamos todos?
-Meowth, es muy fácil. Santiago de Compostela es una ciudad pegada al mar que está en un lugar de la Tierra llamado España, en la…región de Galicia. ¡Compostela significa campo de estrellas!
-¡Pero con eso no resolvemos el enigma!-arguyó Jessie, que estaba impresionada pero a la vez frustrada.
-¿Es que no lo entiendes? ¡La solución está justo ahí! ¡Ya sé quién es el Elegido del enigma! ¡El enigma se dirige directamente a James! ¡Él es el Elegido!
A esta declaración le siguió un silencio atónito, sin acabar de creer que Leonor hubiera llegado a esa conclusión. Sin lugar a dudas, el más sorprendido de todos era el mismo James, que había abierto los ojos de par en par y se notaba que había enrojecido, como solía ocurrirle cada vez que era el centro de atención; hasta parecía haber olvidado el dolor de cabeza.
-¿¡Q-qué!? Pero…pero si yo… ¡Yo no puedo ser el Elegido del enigma!-pudo decir el joven, y sacudió la cabeza-¡No me menciona, al menos no directamente!
-Tú lo has dicho, no directamente-especificó Leonor, aún triunfante-. Yo lo sé porque sé lo suficiente de la Tierra como para averiguarlo. Hay una leyenda que dice que uno de los reyes de la prov…esto, de la región de Asturias, Alfonso se llamaba, erigió una ermita en el mismo lugar donde se halló la tumba del apóstol Santiago, la cual señalaba una estrella.
-¿La tumba de quién?-preguntó Sapphire, que parecía perdida por una vez.
-Eso es otra historia. La cosa es que los peregrinos hacen lo que se llama en España el Camino de Santiago, y van allí a rezar y todo eso. Pero en la región de Valencia, que tiene idioma propio, el valenciano, al Camino de Santiago se le llama el Camí de Sant Jaume-explicó la chica-. No hay que ser muy listo para darse cuenta de que Jaume es Jaime, ¿verdad? Pues en otro idioma llamado inglés el nombre Jaime se traduce como James. ¡Por eso el enigma se refiere a ti, James! ¡El nombre de Santiago es el mismo que el de Jaime, por extensión, el tuyo!
Para entonces, los cinco compañeros de Leonor ya estaban completamente perplejos, sólo que James, aparte de anonadado, se había sonrojado aún más al tener que admitir que el enigma sí que se dirigía a él. Aun así, seguía indeciso, como si no quisiera reconocer que era el Elegido designado por aquellas voces.
-Pero…yo…yo no…
<<Esto también es parte del enigma, esto ya estaba previsto>>-repuso Absol de repente-<<El enigma te lo dice, James: “El océano descansa en ti, grande como tu corazón; pero para hallarle a él debes encontrar tu propio valor. Libérate de esa tristeza y llénate de esperanza.” Para hallar lo que el enigma quiere ofrecerte, tienes que confiar más en ti. Si sigues negando que eres lo suficientemente especial como para que las voces te hayan elegido, nunca resolverás el enigma>>
-Para resolverlo, el enigma dice que “tu mano roce el mismo mar”. ¿A qué se refiere con lo del mar?-se preguntó Jessie, que había vuelto a centrar su atención en el texto de luz.
-Quizá tenemos que traer algún pez.-bromeó Meowth.
-No, se referirá al triángulo azul del grabado-replicó Sapphire con seguridad-. Se supone que debes tocarlo, James. Para avanzar, te necesitamos ahora más que nunca.
Él sólo respiró hondo, se apartó mecánica e inconscientemente el mechón de pelo azulón que le caía entre los ojos (que inmediatamente volvió a su sitio) se adelantó hacia el grabado, pero tras dar un paso estuvo a punto de perder el equilibrio; estaba claro que aún no se había recuperado del todo de la llamada. Jessie y Absol intentaron ayudarle, pero James pudo recobrarse algo y se colocó enfrente del dibujo. El joven alargó una mano enguantada hacia el triángulo azul, pero se paró a medio camino, inseguro:
-Si no funciona, no me echéis a mí las culpas.
-No te enrolles.-le soltó Meowth, impaciente. Leonor le dio un codazo a modo de advertencia; el tono de voz del Pokémon parlante era demasiado áspero, aunque solía serlo cuando estaba muerto de curiosidad.
James suspiró de nuevo, nada convencido. A punto estuvo de retirar la mano, pues saltaba a la vista que seguía sin creer que él fuera el Elegido del enigma. Pero de pronto, el triángulo azul emitió un débil destello que hizo retroceder un tanto a Jessie, Meowth, Leonor, Absol y Sapphire, pero James no se movió; de hecho, el destello parecía haber obrado un sutil cambio en su expresión. La desconfianza y la inseguridad del joven habían pasado a ser fascinación; algo en el triángulo le evocaba alguna cosa que quizá incluso él desconociera, pero que seguía siendo atrayente. Por eso, James volvió a extender la mano hacia el triángulo, sin ser apenas consciente de ello, mientras un eco del azul de la figura brillaba en sus ojos verdes. En cuanto sus dedos rozaron la imagen, ésta emitió un brillo cegador del mismo color que el cuerpo de Latios, y un punto de luz surgió en el centro del triángulo formado por el rectángulo, el círculo y el triángulo.
No pasaron muchos segundos antes de que el pedazo de pared se desvaneciera, dejando ver una entrada a otra cámara. El secreto del Templo Puntaneva había sido desvelado.
-¡Caray, esto sí es digno de admiración! ¡Así tendrían que ser las puertas actuales y no las birrias de cristales corredizos!-exclamó Meowth, asombrado. Jessie, atónita, fue la primera en entrar en la cámara secreta del Templo Puntaneva, seguida de Leonor, Meowth y Sapphire. Absol pasó al lado de James, que seguía allí, con la cabeza algo gacha y la mirada perdida, y le dijo un poco socarrón:
<<Venga, Elegido, vayamos a ver el misterio que nos has desvelado>>-James parpadeó, volviendo a la realidad, pero no parecía del todo lúcido:
-Sí…sí, ya voy…-musitó dócilmente, con un tono que indicaba que no sabía a ciencia cierta lo que había dicho.
Absol movió la cabeza, dándolo por perdido. A esas alturas ya conocía lo suficiente a James como para saber que a veces entraba en estados ausentes, y a veces hasta apáticos, pero sabía también que cuando ponía en orden sus pensamientos siempre volvía a ser un chico colaborador pero tranquilo.
Ambos fueron los últimos en entrar a la misteriosa cámara, cuyo suelo era de piedra negra esmaltada, las paredes eran de hielo puro pero pulido, y las columnas eran de color plateado, tanto que relucían en la oscuridad. Aparte de eso, no parecía haber nada más allí de interés a excepción de un pilón de piedra roja brillante; lo era así porque estaba hecho de rubí, como señaló Leonor.
-Ahora estoy segura de que sí que hay algo de importancia aquí.-declaró Jessie con rotundidad mientras examinaba con mucho interés el pilón de rubí. Sapphire se acercó a ella, impresionada, pero fue acercarse la chica y un destello de luz negra (otra vez) iluminó la hermosa sala.
-¡Luz negra! ¡No sabía que pudiera existir!-exclamó Leonor, pasmada. Se oyó un suspiro exasperado entre el resplandor, aunque no se supo quién era quien lo había exhalado. De todas formas, enseguida tuvieron otras cosas de las que preocuparse.
Una figura holográfica flotaba suspendida sobre el pilón rojo. Era un Pokémon similar a un extraño fantasma; su cuerpo era negro, con una cintura muy estrecha y manos con garras. Tenía una especie de collar dentado de color rojo intenso, que parecía una inquietante mandíbula, y una melena gris algo parecida a la de Jessie se agitaba desde su cabeza, que era pequeña, y le tapaba uno de sus ojos, haciendo que los seis recordasen a Seba. El ojo visible era, no obstante, de color azul cian, tanto que parecían fríos, pero algo en el misterioso Pokémon indicaba que era de fiar.
<<No debéis temerme>>-dijo una voz suave en las mentes de los seis compañeros-<<Soy un Pokémon legendario, así que sigo las órdenes de a quien vosotros llamáis la Voz. Mi nombre es Darkrai>>
-¡Darkrai!-saltó Leonor, entusiasmada al conocer la identidad del Pokémon-¡El Pokémon que representa la Luna Nueva!
<<Sí, en efecto soy yo. Como veis, no estoy realmente con vosotros en esta sala, y el contacto no durará mucho. Por lo que intuyo, habéis descifrado el Acertijo de los Cristales, ¿verdad?>>
<<Así es>>-confirmó Absol, que parecía no saber muy bien si la telepatía funcionaba con los hologramas-<<Pero entonces debo deducir que quienes nos hablaron fueron la Esfera de Mesprit y el Prisma de Uxie…>>
<<Estás en lo cierto. Los Cristales son entes pensantes. Ellos eligen a su Portador, según sus criterios>>-explicó Darkrai-<<Bien, entonces abreviaré>>
El Pokémon legendario volvió la cabeza hacia James, que retrocedió un poco, intimidado por la fuerza de aquella mirada cian.
<<Joven Elegido>>-dijo Darkrai con tono respetuoso-<<Los Cristales saben que tienes lo que Azelf busca, y por eso te escogieron. Y yo te revelo el camino. Busca en el tercer lago de Sinnoh, el Lago Valor. Allá se decidirá si realmente eres el Elegido de los Cristales para ser el Portador del tercero. Créeme, Azelf es muy selectivo; sólo elige a los mejores>>
-Entonces seguro que no me elegirá.-murmuró James, bajando la mirada. Darkrai movió la cabeza, agitando un poco su melena gris:
<<Tienes poca confianza en ti mismo, por lo que veo. Pero sigo entreviendo en ti algo que hace mucho que no sentía. Tienes el valor de admitir tus fallos sin grandes esfuerzos; Azelf valora eso en gran medida>>
-¡En ese caso, pongamos rumbo hacia el Lago Valor ese cuanto antes! ¡Me muero de ganas de darles una buena paliza a los de Cífer!-exclamó Meowth saltando de impaciencia. Darkrai alzó una mano:
<<No tan rápido, Portador del Prisma. Hay dos cosas que quiero confiaros. Chica de hielo, acércate a mí>>-le dijo a Sapphire, que asintió y avanzó hacia el pilón de rubí.
-¿Qué debo hacer?
<<Eres una chica fría y sensata. No tanto quizá como Absol, pero tu mente funciona muy bien. Así que quiero entregarte algo>>
El Pokémon legendario emanó un fuerte resplandor de color azul hielo, y la temperatura de la cámara descendió bruscamente, provocando que aparecieran trocitos de hielo en las paredes. Cuando todo cesó, Darkrai sostenía algo entre sus “garras”; era un icosaedro que emitía un leve brillo helado, y estaba hecho de hielo puro. Sapphire lo contempló con veneración, y sus compañeros lo miraron fascinados.
<<Esto es el Icosaedro del Hielo. Un Cristal menor, por así decirlo. Encierra en su interior el poder de un legendario creado por mí; un Suicune espejismo. De esta manera, mientras seas su Portadora, chica gélida, podrás transformarte en él cuando desees. Y por ello, te nombro Guía de los Portadores; tú serás quien les proteja en su viaje y les ayude>>
Sapphire recogió el Icosaedro del Hielo de manos de Darkrai, e hizo una profunda y sincera reverencia:
-Será un honor para mí serlo. Te doy las gracias por ello, Darkrai, Señor de las Tinieblas.
Darkrai asintió, satisfecho; Meowth miró a la chica con más admiración incluso que antes. Absol se percató de ello y rió por lo bajo, pero no hizo ningún comentario.
<<Muy bien. Y ahora…Debo pediros un favor>>
-Veremos qué se puede hacer.-repuso Jessie, condescendiente; Leonor alzó la vista ante el descaro de la joven. El Pokémon legendario (su holograma, mejor dicho) se giró hacia un rincón en sombras, donde había algo que se movía.
<<Tengo que pediros que cuidéis de este jovencito, al cual he tutelado yo mismo desde aquí. Sal, Riolu; quiero que conozcas a tus nuevos compañeros>>
Lo que se movía en el rincón salió tímidamente de allí, y avanzó hacia los seis. Era un Riolu, sí; un Riolu joven, probablemente tendría once o doce años. Pero su actitud era serena y se notaba que tenía su dignidad, lo cual hacía que la gente de su alrededor lo respetara, o por lo menos eso daba a entender. El Riolu se detuvo a unos pocos pasos del grupo, incómodo, y recorrió con la mirada a cada uno de ellos.
<<Éste es Riolu>>-dijo Darkrai-<<Sus padres…bueno, sus padres desaparecieron misteriosamente, y yo le crié, porque, veréis…Riolu tiene un poder aural muy intenso, casi como el de un Lucario. Pero no puede controlarlo con tanta facilidad; lo que sí puede hacer es comunicarse con los humanos por telepatía…a pesar de conocer muy, muy poco vuestro idioma. Os confío a Riolu para que le enseñéis a valerse por sí mismo en el mundo>>
<<De acuerdo>>-respondió Absol, haciendo de portavoz, cosa que no agradó mucho a Jessie. Riolu se quedó donde estaba, pero hizo una inclinación de cabeza a modo de saludo.
-¡Bueno, Darkrai, gracias por ser más explícito que la Voz esa!-repuso Meowth con sincera (e irónica) gratitud-¿Entonces tenemos que ir al Lago Valor?
<<Ésa es la idea>>
-En ese caso no debemos perder el tiempo-terció Leonor ajustándose las gafas-. Hemos de salir ya de aquí; hay un buen trecho desde Puntaneva hasta Corazón, y eso sin contar el Monte Corona.
<<Así sea, jóvenes viajeros>>-asintió Darkrai, aprobador-<<Confío en vosotros; confiamos en vosotros. Que tengáis buen viaje>>
La imagen de Darkrai se desvaneció, y la sala pareció quedarse como vacía. Jessie fue la primera en reaccionar tras unos segundos de silencio:
-Bien, tenemos una guía de viajes. A ver si te aplicas, Sapph.
Sapphire esbozó su media sonrisa; hacía rato que había guardado el Icosaedro en su aura. En eso, sonó una voz un poco aguda, una voz infantil, en las mentes de todos:
<<Eh…Supongo que… ahora viajaremos…juntos, ¿no?>>-Jessie, James, Meowth, Leonor, Absol y Sapphire se volvieron a la vez hacia Riolu, que se había acercado unos pasos más a ellos-<<Tendremos que…esto, mmm… presentarnos. Yo…eh, soy Riolu. ¿Y…vosotros?>>
Riolu articulaba muy interrumpidamente las palabras, dando a entender que le costaba encontrarlas; era cierto que apenas sabía hablar el idioma humano. Absol sonrió y respondió a la petición del pequeño Pokémon:
<<Yo soy Absol, eso es algo obvio. Bienvenido al grupo>>
-¡No te costará memorizar mi nombre! ¡Soy Meowth!-le dijo Meowth con su característico entusiasmo.
-Mi nombre es Leonor, aunque cierta señorita que yo me sé se empeñe en llamarme “Leo”.-repuso Leonor lanzándole a Jessie una mirada socarrona.
-¡Bah, qué poco sentido del estilo! Bueno, Riolu, ¡yo me llamo Jessie!-se presentó la aludida guiñándole un ojo a Riolu.
-Y yo soy James; me alegro de que vengas con nosotros.
-Llámame Sapphire, Riolu. Un placer conocerte.
Riolu tardó un poco en asimilar todo lo que le habían dicho, pero asintió, satisfecho, y observó detenidamente a cada uno de sus nuevos compañeros. Cuando los ojos rojos del pequeño Pokémon se posaron en James, éstos se abrieron con sorpresa, y Riolu se acercó a él con más aplomo del que hubiera demostrado antes.
<<Tú eras…James, ¿verdad?>>-le preguntó Riolu. Una extraña expresión se adivinaba en su rostro azul y negro.
-Eh, sí…
Riolu se lo pensó un poco antes de seguir hablando, y finalmente dijo:
<<Tienes un…aura interesante…Es extraño…Me siento…eh, cómodo…percibiéndola>>
-¡Oye, aquí el que hace papel de amigo especial soy yo!-protestó Meowth, y levantó la cabeza hacia James buscando apoyo. Pero el joven parecía más dispuesto a sorprenderse por lo que Riolu le había dicho que a corroborar las palabras del Pokémon parlante, cosa que no le hizo mucha gracia.
-Veo que Riolu siente afinidad hacia ti, James.-comentó Sapphire al ver al pequeño Pokémon más abierto con él.
-Quién lo diría.-se le escapó a Jessie, que se tapó la boca un segundo después, temiendo que su amigo le hubiese oído. Por suerte para ella, James prestó mucha más atención a las palabras de Sapphire que al inoportuno comentario de Jessie.
-¿Y qué significa que Riolu sienta esa afinidad…? Yo, desde luego, no lo sé.
<<Fácil>>-intervino Absol con una sonrisa-<<Me parece que tendremos que confiarte a ti más que nada a Riolu. Así que te tocará a ti pasar el rato con él>>
Por la cara que puso James, no parecía hacerle mucha gracia que decidieran por él, pero se limitó a encogerse de hombros con resignación. De hecho, Meowth tampoco parecía muy entusiasmado con la decisión de Absol.
-Bueno, basta ya de charla-terció Leonor intentando captar la atención de sus compañeros-. Sabemos ya cuál es nuestro siguiente destino, ¿no? ¡Entonces, venga; salgamos de aquí y hacia el Lago Valor! ¡Empiezo a sentirme como un cubito de hielo, vamos!
--------------------------------------------
¡Espero que os haya gustado ^^! El título del siguiente es Dudas y Reproches

Síí,muy laargo xD Pero como se puede ver,necesitaba largaria (xD) para meter todo lo del capítulo x) Si seguís vivos,mañana u hoy tarde meteré el capítulo 34 ^^

¡Espero alguna opinión ^^!
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And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
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[C. IV] ¿Infiltrados... o Atrapados?

Sapphire
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Mensajepor Sapphire »

*O* x1000

El capítulo ha sido de lso mejores ! *o* Mi icosaedro ... ^o^
Que genial ha sido el capítulo One, me tenias imapciente por leerlo xP Y que mono que es Riolu =3!
¿Ya tienes el capítulo 34? ò_ó Publicado rápido, pues xD!
Nah, es broma, ponlo sin prisa ^^
Última edición por Sapphire el Lun Jun 23, 2008 11:01 am, editado 1 vez en total.
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pokefan garcia
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Mensajepor pokefan garcia »

Eh, fantástico capítulo. Espero que encuentren pronto el último cristal.

Estaré esperando el próximo capítulo n_n

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Dark Gato con Botas
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor Dark Gato con Botas »

¡Bueno,Meowth,el capítulo estuvo muy bien ^^! ¡Todo muy bien descrito! ¡Y espero el siguiente capítulo, que creo que será dentro de muy poco xDDD! ¿No me dijiste eso xD?

En garde!!
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Bueno,lectores,que tengo problemas técnicos xD Mi ordenador se escacharró otra vez más y es en ese en el que tengo el capítulo 34 ¬¬ Tengo este y el 35 ya escritos y en el ordenador algo del 36,así que cuando tenga el trasto reparado pondré ya seguidos casi los capítulos ^^ ¡Paciencia!

PD:Atención con el capítulo 34; ¡poned kleenex a vuestro lado cuando lo leáis xDDDD!
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Bueno,siento el condenado doble post,pero no me quedan más narices ¬¬ Que mi ordenador ha cogido un virus de los gordos y se le ha fulminado la placa base,así que hasta dentro de una semanita mínimo (día más o menos xD) no podré colocar el capítulo 34,eso esperando que no se me haya borrado u_uU ¡Sólo unos días más,y tendréis capítulo ^^!
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor Dark Gato con Botas »

Tardé en volver, ¡pero este último capítulo ha estado muy bien ^^! Así que,como de costumbre,sólo decir que ¡sigue así!

En garde!!

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EvilJ
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor EvilJ »

Me gusto el capitulo(si,ex-atleta,he vuelto)Yo tambien haria como Riolu,James no es el malo-malísimo(teóricamente ninguno de los 3 lo es U_U)Pero me gustó porque al final vemos que todos tenemos buena parte.
Salu2
Wahahaha!!!!!!!!!!!!!!
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Muy bien, queridos lectores ^^ ¡He vuelto! ¡Y ahora, aquí va por fin el anhelado capítulo 34 n_n! Preparaos...¡Considero este capítulo como el más difícil de todos! (por lo que me costó describirlo todo y lo largo que es xD) ¡Allá voy!

Cap.34: Dudas y reproches

Tras la dura travesía por el Monte Corona, ya que su siguiente destino era el Lago Valor, Jessie, James, Meowth, Leonor, Absol, Sapphire y el pequeño Riolu que Darkrai les había confiado pudieron por fin bajar el paso de montaña que llevaba a las cercanías de Ciudad Corazón. El viaje de vuelta había sido más penoso, ya que, a pesar de haberles causado una sobrecarga de energía que podía haber llegado a matarlos, la Voz les había ahorrado el camino hacia Ciudad Puntaneva, que era tan frío y ventoso que si no hubiera sido por Sapphire, quien se había convertido en la Guía de los Portadores y portaba el Icosaedro del Hielo, más de una vez llegaron a creer que no podrían salir de la nieve que cubría el camino. Jessie, Meowth y Leonor se mostraron encantados de llegar a una zona de árboles verdes y hierba suave; Sapphire y Absol se mostraron más calmados que ellos tres pero también se alegraron de salir del eterno invierno que habían soportado, aunque Sapphire estaba acostumbrada al hielo y no tenía ningún problema si tenía que aguantar el frío; y Riolu, que aún se estaba haciendo al grupo, lo que parecía era que sentía ansias de ver mundo, y lo comunicaba telepáticamente, si bien tenía dificultades para expresarse con claridad.
Sólo había un miembro del grupo que no había reaccionado como cabía esperar ante la llegada a las cercanías de Ciudad Corazón; la mente de James estaba lejos de los pensamientos que sus compañeros tenían en su cabeza en aquel momento. Lo que Darkrai había llamado el Acertijo de los Cristales rondaba la mente del joven como si se tratara de una pegadiza y hermosa melodía…La Esfera de Mesprit y el Prisma de Uxie lo habían dirigido en expreso a él, aunque de no ser por Leonor, el acertijo no habría sido resuelto; en cierto modo, James le agradecía a la chica su intervención. Se sentía un poco fuera de lugar entre Jessie y Meowth, que ya habían obtenido sus respectivos Cristales, siendo él el único de sus amigos que no había recibido aquel honor, y las últimas vicisitudes vividas le habían bajado la moral, pero no quiso preocupar a los demás, así que trató de aparentar que todo iba como siempre. Aun así, a sus compañeros no les había pasado desapercibido que James estaba más callado que de costumbre y más disperso que otros días.
Pero ninguno suponía que en la mente de su compañero se sucedía una retahíla de palabras con tanto significado para él que su atención había mermado considerablemente en lo relacionado al mundo “exterior”.
“Escúchanos, Elegido; no debes sentir temor, pues para nosotros es un gran honor guiarte por el camino escogido. Tú, que cruzaste los mundos y paseaste entre estrellas de tierras lejanas, con las que los Pokémon sueñan…”
-¡James!-exclamó una voz irritada. James parpadeó un par de veces; Jessie había puesto los brazos en jarras y lo miraba con cierta exasperación. Sin que se hubiera dado cuenta, sus compañeros habían decidido acampar (a pesar de carecer de equipaje, pues sus mochilas se habían perdido cuando la Voz los transportó) en medio de un bosque cercano a Ciudad Corazón, pues se les había hecho ya tarde y el día había sido duro, por tanto habían optado por quedarse allí a descansar.
-¿Eh? ¿Qué…qué…? ¿Me he perdido algo?-preguntó él, azorado al ser el blanco de las miradas de sus compañeros. Leonor rió por lo bajo y explicó:
-Habíamos acordado que nos íbamos a quedar aquí para estar mañana listos para avanzar la caminata hacia Pueblo Sosiego. Me parece, por tu expresión, que no te has enterado de lo que hemos dicho.
-Eh, pues…yo…
-No trates de disimular; ¡estás en las nubes!-dijo Jessie, resignada-Llevas una distracción encima de categoría desde que salimos de Ciudad Puntaneva.
<<Jessie, no seas tan brusca>>-le recriminó Absol-<<Desde luego, hoy estás espesita para no darte cuenta de lo que sucede>>
-¿Darme cuenta de qué? Especifica, por favor.-respondió ella con ironía.
<<Yo no te lo voy a decir. Saca tus propias conclusiones>>
Riolu miró alternativamente a una molesta Jessie y a un distraído James, y dijo:
<<Jessie…James…Yo creo, eh…que en vez de discutir, uh…>>-al pequeño Pokémon le costaba expresarse con fluidez-<<Deberíais, eh… ¿relajaros? ¿Se dice así?>>-preguntó Riolu volviéndose hacia Leonor, interrogante.
-No te preocupes, Riolu; lo has dicho bien-le confirmó la chica con una sonrisa-. Pero Jessie y James no están discutiendo, o al menos, no de forma recíproca.
<<¿Recíproca? ¿Qué significa esa…palabra?>>-inquirió Riolu sin entender.
-Recíproco significa en ambas direcciones; es decir, que dos entes participen en algo.-intervino Sapphire sentándose a la sombra de un árbol, mostrando la calma que la caracterizaba. Riolu volvió a poner cara de incomprensión; por lo visto no acababa de entender todo lo que Sapphire había dicho. Meowth, que había permanecido en silencio mientras se acomodaba bajo un árbol, repuso sarcásticamente:
-Riolu, no es cosa tuya que no les entiendas…De hecho, nadie entiende a mis colegas… ¡Si ellos tampoco se entienden, ya te imaginarás! ¡Es un signo inequívoco de locura transitoria!
Jessie adoptó una expresión intimidante que indicó con total claridad que se disponía a pegarle una colleja al Pokémon parlante, pero les distrajo una voz que sonó en sus mentes:
<<Meowth, me…perdonarás, pero… ¿qué has…dicho?>>-tanto Jessie como Leonor no pudieron aguantar la risa ante la cara de vergüenza que puso Meowth, sin que Riolu comprendiera la causa de aquella reacción. Absol movió la cabeza con diversión y dijo:
<<Aún tienes que perfeccionar tu dominio del idioma humano para entender lo que Meowth ha dicho, Riolu. Los Pokémon psíquicos lo dominan de nacimiento, pero tú tienes que practicar bastante para hablarlo con fluidez>>
Riolu frunció el ceño, sintiéndose torpe, y se acercó a James sigilosamente para no molestarlo. El joven se había sentado bajo un árbol un poco más apartado de sus compañeros, ya que seguía absorto en sus pensamientos; ni siquiera daba muestras de haberse enterado de las palabras irritadas de Jessie. James tardó unos instantes en darse cuenta de la presencia de Riolu, que permanecía en pie a su lado, como esperando permiso para sentarse junto a él. James le hizo un gesto de cabeza indicándole que tenía su “consentimiento”, y el pequeño Pokémon se acomodó apoyándose en el costado del joven. Meowth le disparó una mirada un poco fría, y entornó sus enormes ojos violetas.
-¿Qué se supone que haremos en Ciudad Corazón?-preguntó Leonor sacando su libro de “Eldest” y abriéndolo por una página al azar. Jessie la miró, incrédula:
-¿Que qué haremos? ¡Es un auténtico sacrilegio preguntarlo! ¡Estás hablando de la capital de la región de Sinnoh!
-Bueno, ¿y qué?-terció Sapphire, indiferente.
-¡Qué poco mujeres que sois! ¡Ciudad Corazón está repleta de tiendas de agárrate y no te menees! ¡Además, está el famosísimo Auditorio de Sinnoh!-exclamó la joven, emocionada al recitar las múltiples “diversiones” de la ciudad-¡Los Súper Concursos son el evento que más pasta da a la región en el apartado del turismo! ¡Son un dechado de estilo y belleza; y eso me va que ni pintado!
-No vamos a Ciudad Corazón a hacer una visita turística, Jessie-repuso Sapphire con un deje de resignación-. Tenemos una misión que cumplir, y no es precisamente comprar hasta la saciedad.
<<Principalmente porque no tenemos una triste moneda que usar>>-dijo Absol, no sin razón-<<Es que no tenemos ni para una sola baya Zreza>>
-¡Vaya cosa! ¡Pues se roba lo que se quiere y ya está!
-Eso no es un proceder honesto, Jessie.-le reprendió Leonor mirándola por encima de sus gafas con una divertida sonrisa.
-Decirle eso a un miembro del Team Rocket es poco menos que completamente estúpido…Aunque hayamos dejado temporalmente nuestras actividades, ¡recuerda que estás hablando con gente de una organización criminal!-dijo Jessie, poniendo cara de circunstancias. Meowth se cruzó de brazos, aburrido:
-Tampoco se nos puede llamar criminales. Sólo robaperas.-bromeó con malicia.
Un suave ronquido distrajo a las chicas y a los dos Pokémon de su conversación; Riolu se había quedado dormido al lado de James, que seguía con la mirada perdida, cosa que denotaba su estado ausente. Absol adoptó una expresión de preocupación al ver aquella escena:
<<Esto no puede ser bueno>>
-¿Lo cuálo?-inquirió Meowth con curiosidad; Leonor rió ante aquella salida.
<<Algo le pasa a James. Él suele ser tranquilo, pero ahora…ahora parece estar apático, está triste. Se lo noto>>
-¿Qué tiene de nuevo eso? Siempre está así.-rezongó Jessie frunciendo el ceño y alisando un poco su melena. Leonor le lanzó una mirada reprobatoria sin dejar de leer el libro, cosa algo desconcertante:
-No seas tan dura, Jessie. ¿Es que no te importaría si le ocurriese algo a James?
-¿Más aún? Una, que ya está acostumbrada…
-Ser tan drástica no conlleva nada bueno, Jessie-terció Sapphire, seria-. Deberías ser un poco más flexible en cuanto a los sentimientos. Quizá yo no sea el ejemplo a seguir, pero sé lo que está bien y lo que no.
Jessie puso cara de irritación, se cruzó de brazos y refunfuñó:
-Qué sabréis vosotros.
-Mucho más de lo que querrías.-comentó Meowth con ironía, y se recostó contra el tronco del árbol en el que estaba apoyado. Desde allí lanzó una extraña mirada a James y a Riolu, y gruñó alguna cosa que sus compañeros no entendieron.
-Os advierto que no me gusta hablar a las espaldas de alguien.-dijo Leonor al ver que la mente de Absol comenzaba a abrirse para hablar con ellos.
<<¿De verdad me conoces tan poco como para creer que voy a hacer eso? No, es que quiero saber cómo nos planificaremos mañana>>
-Ya lo pensaremos mañana.-resumió Meowth con despreocupación al tiempo que reía por lo bajo. Sapphire le miró, seria y pensativa:
-Demasiado poco pensado. Pero quizá tengas razón; estamos cansados y no estamos listos aún para meditar todo lo que tenemos pendiente. Sí, Meowth, ahí tienes razón.
-Ah, gracias.-dijo el Pokémon parlante sonrojándose, pues desde el mismo instante en el que sus ojos violetas se cruzaron con la magnética y fría mirada de Sapphire él se había sentido atraído por ella, aun siendo un Pokémon y la chica una humana.
-¿Y qué hacemos? ¿Se lo decimos a estos dos pusilánimes?-preguntó Jessie refiriéndose al abstraído James y al dormido Riolu. Absol ladeó la cabeza considerando la consulta:
<<Deben saberlo, sí. Pero ahora están demasiado dispersos para atender como es debido; prefiero que se lo digamos cuando estén más atentos>>
Leonor y Sapphire asintieron mostrando estar de acuerdo, Meowth lo meditó un poco pero aceptó, y Jessie adquirió una expresión exasperada:
-Hasta que eso pase puede pasar bastante tiempo; pueden perfectamente pasar dos días y estos no se enterarían. Pero qué importa, me parece bien lo que Absol dice, así que se acabó lo de centrarnos en el futuro y hablemos del pasado…
-¿Pasado?
-Sí, pasado; anterior, cosas que han sucedido. ¡No voy a recitarte el diccionario entero, Leo! ¿Me ves cara de enciclopedia acaso?

Horas más tarde, la noche había caído en el pequeño bosque. En el claro que habían elegido hacía ya mucho rato, dormían Meowth, Leonor, Absol, Sapphire y Riolu directamente sobre el suelo (Leonor usaba su libro de “Eldest” como almohada). La noche era clara, no había una sola nube en el cielo, y multitud de estrellas brillaban por encima de ellos. Era un hermoso espectáculo, pero algo en el ambiente enturbiaba la paz que en teoría debía haber en aquellas circunstancias, algo que tenía mucho que ver con los dos únicos miembros del grupo que no dormían junto a sus compañeros.
James había tratado de dormir, pero tras una hora sin poder conciliar el sueño, se había rendido ante la evidencia de que estaba demasiado “nervioso” para quedarse quieto; y en aquel momento se encontraba apoyado de lado en el tronco de un árbol, como tenía por costumbre cuando necesitaba relajarse un poco. Su incapacidad para quedarse junto a sus compañeros radicaba en el Acertijo de los Cristales, ya que las palabras del poema le habían causado una extraña y agradable sensación, como si le estuvieran diciendo que era alguien merecedor de portar el tercer Cristal; pero por otro lado, Jessie y Meowth ya eran Portadores…él se sentía desplazado cuando sus dos amigos hablaban de sus logros con sus Cristales y de los poderes que éstos les otorgaban. Por eso no podía quedarse mucho rato cerca de ellos; inconscientemente no se sentía digno de ello.
-Quizá debiera hablarlo con ellos…-murmuró James para sí-Pero, ¿qué culpa tienen? Puede que sea yo quien me esté complicando demasiado…
-Exactamente-dijo una irritada voz detrás de él, sobresaltándole-. ¡Te complicas demasiado! ¿Es que nunca vas a aprender?
El joven se giró, inquieto, y reprimió un suspiro de alivio al ver que era Jessie quien estaba tras él; pero el semblante enfadado de su amiga volvió a hacerle sentirse nervioso y un poco culpable.
-La próxima vez procura avisar antes que te me acercas, Jess-repuso James frunciendo un poco el ceño-. Algún día conseguirás que me dé una crisis nerviosa.
-Lo dudo mucho-replicó ella echando chispas por los ojos-. Porque llevas unos diítas que tela. ¿Se puede saber qué rayos te pasa?
-No tiene importancia.-se limitó a responder él, sin ganas de tocar aquel tema tan confuso. Jessie no quedó convencida con la contestación, así que avanzó un paso, más irritada todavía.
Por lo visto, no había detectado que la lacónica respuesta que su amigo le había dado era una inconsciente advertencia de que no ahondara mucho. Y las consecuencias de ignorar aquello solían ser emocionalmente desagradables.
-No rehuyas la conversación como si fueses una anguila-le instó Jessie-. Te he hecho una pregunta.
-Y yo te la he respondido.
-¡Me la has respondido con tu típica ambigüedad! ¿Acaso no sabes extenderte o es que tu capacidad mental no llega a más?
James entornó los ojos; las palabras de su amiga estaban impregnadas del impulso del momento, pero ello no justificaba el daño que podían hacer.
-Creo que ese comentario ha estado de más, Jess.-dijo a media voz, ofendido. Jessie no captó el peligro, cosa común dado el enfado que llevaba encima, y siguió con su sermón:
-¿De más? ¿Qué esperas, que te aplauda o algo? ¡Siempre estás en la luna de Valencia, que me da igual donde esté eso! ¿Crees que puedes ir a tu aire siempre o qué?
-¿A mi aire? Llevo sumiso a vuestras ideas mucho tiempo, y aunque eso es parte de un trabajo en equipo, a veces es bastante duro, créeme. Hablas de estas cosas con demasiada soltura, y sabes bien poco sobre ser quien hace todos los trabajos sucios. Y escasas veces me habrás visto protestar.
Jessie dejó escapar una risa irónica a pesar de su creciente irritación, y James supo que después del arranque de sarcasmo vendría una de las punzantes y directas contestaciones de ella.
Lo que desde luego nunca se habría esperado fue lo que la joven, en una oleada de enfado, le espetó:
-Te diré por qué nunca te quejas ni nos dices nada. ¿Sabes por qué es? Porque sencillamente no te atreves a ello.
-¿Qué?-James parpadeó un par de veces, sin acabar de creerse lo que estaba oyendo.
-No te hagas el distraído; siempre eres el único que te quedas atrás en los planes y nunca tomas ninguna iniciativa. Siempre tenemos que estar sacándote de los fregados en los que acabas metiéndote constantemente. Siempre tienes que fastidiar alguna cosa cuando nos enfrentamos a los mocosos. ¡Siempre te escabulles del riesgo y es un signo obvio de irresolución de agárrate! ¡Me parece que ya conozco la poderosa razón por la cual ningún Cristal te ha elegido como Portador!
La retahíla de acusaciones, y en especial la última frase, causó mucho más daño de lo que Jessie había esperado al ánimo de su amigo. Nada más escuchar aquello, James retrocedió un paso, incrédulo y dolido; no pasó mucho tiempo antes de que entrecerrara los ojos y bajara la mirada ante el silencio de Jessie, que debía haberse dado cuenta al fin de que había metido la pata, pero su orgullo le impidió pedir disculpas. Momentos más tarde, James se dio la vuelta y echó a andar a paso ligero hacia el interior del bosque con la cabeza gacha y sin decir ni una palabra. Jessie alzó una ceja intentando aparentar escepticismo, aun sintiendo en el aire la desolación de su amigo:
-¿Y ahora qué te pasa? ¿Acaso no he dicho la verdad?-inquirió de forma un poco brusca, un detalle que no contribuyó sino a empeorar las cosas. James se detuvo al oírle, inspiró hondo y volvió un poco la cabeza hacia ella:
-Lo cierto es que, como de costumbre, no has elegido la mejor forma de decirla, Jessie.-repuso con la voz levemente quebrada. Dicho esto, reemprendió su camino a más velocidad, con la clara intención de alejarse de ella. Jessie se quedó plantada allí, mientras un sentimiento de culpabilidad comenzaba a aflorar en su fuero interno.
Sabía perfectamente lo que significaba que James le hubiera llamado por su nombre “completo” y no por el acortado que utilizaba continuamente desde poco antes de dejar la región Hoenn. Significaba que se sentía ofendido o molesto con ella y que quería que lo dejaran tranquilo durante un rato para meditar con calma lo sucedido o simplemente desahogarse sin implicarle a ella o a Meowth. Pero no era eso lo que le había causado aquella fatídica sensación.
No, habían sido los ojos verdes del joven, que a pesar de haberlos avistado de refilón, Jessie había distinguido sin grandes dificultades el brillo acuoso que poseían en ese momento, testimonio del dolor que las palabras de ella le habían provocado.
-Qué elegancia y finura-dijo una voz nasal inconfundible para ella-. ¡Luego te jactarás de merecer ser la primera dama de las cortes reales o de la alta alcurnia!
Jessie se giró sobresaltada hacia la fuente de la voz; Meowth y Leonor habían estado espiando durante quién sabe cuánto rato y se habrían enterado de todo lo sucedido, lo cual acrecentó la “angustia” de la joven, pero también le produjo una cierta irritación:
-¡Pero será posible! ¿¡Cómo podéis tener tanta cara como para espiar así sin más!?
-¿Y cómo puedes tener tú tan poco tacto, Jessie?-contraatacó Leonor con seriedad-¿Es que no te has dado cuenta antes de que James no estaba muy entero hoy?
-¡Es él, que se lo toma todo muy a pecho! ¡Tampoco era tan ofensivo, oye!
-Será para ti, que estás a prueba de bomba.-replicó Meowth irónicamente, y fulminó a Jessie con la seria mirada de sus felinos ojos violetas.
-Escucha, Jessie; puedes decir lo que quieras, pero tal y como has dicho antes las cosas, fulminabas a la persona con más moral de Sinnoh sin dificultad alguna.-arguyó Leonor ante el estupor de Jessie, que seguía sin creer que su acción hubiera sido tan hiriente. Meowth, aprovechando que la joven se había quedado sin palabras (cosa que no sucedía con facilidad), añadió:
-Deberíamos darte unas cuantas collejas, a ver si aprendes de una vez a tener más tacto con tus amigos. ¡Luego nos llamas burros a nosotros; no sé quién es más burro, visto lo visto!
-¡Cuidadito!-amenazó ella ruborizándose. Leonor suspiró con forzada paciencia, se ajustó las gafas y se rascó la nariz, dubitativa:
-Bien, el daño ya está hecho y ya no se puede hacer nada…De todas formas, creo que aún puedes enmendar tu metedura de pata-Jessie alzó una ceja, escéptica-. Sí, yo diría que sí. Si buscas a James y le pides perdón, puede que mermen las consecuencias de lo que le has dicho.
-¿Pedirle perdón, yo? ¡Yo no he hecho nada malo, sólo le he dicho la verdad!
-Claro, claro-dijo Meowth irónicamente, dando a entender con total claridad que no estaba de acuerdo con ella-…No te quejes si algún día pierdes su amistad, no sería tan raro.
-¡Pero yo no quiero eso, sólo quiero que dé la cara ante sus errores!-protestó Jessie, preocupada por la posibilidad que el Pokémon parlante había planteado. Leonor frunció el ceño, aunque esbozó una leve sonrisa:
-No es necesario arrollar la autoestima de alguien para eso…Yo te he dado mi opinión, lo que creo que sería más adecuado hacer. Ahora, tú verás si quieres conservar a James como amigo…
Jessie consideró la sugerencia con más calma que antes, pues la perspectiva de perder al único mejor amigo que había tenido aparte de Meowth no era muy halagüeña precisamente. Así que, tras unos segundos de silencio y bajo la expectante mirada de Meowth y Leonor, Jessie, reticente, dijo:
-Bueno, iré a buscarlo, pero porque no quiero que se pierda por ahí como tiene por costumbre cuando se distrae. ¡Pero sólo porque me lo pedís vosotros!
-Lo que sea, pero de ir y disculparte no te libras, guapa.-apostilló Meowth sin poder disimular una sonrisa; sabía de sobra que Jessie quería disculparse con James y que sabía que lo que le había dicho estaba mal, aunque su orgullo le impidiera reconocerlo incluso ante sí misma.
-Nosotros no iremos; esto es un asunto que debéis resolver vosotros dos solitos, que ya tenéis edad. Pero nos aseguraremos de que no vuelves sin haberte disculpado.-advirtió Leonor, medio en broma, medio en serio; Jessie alzó la vista con resignación, sabiéndose acorralada:
-Fiaros de mí, desconfiados… ¡Ya veréis cómo vuelvo perdonada por James, os lo prometo por mi carrera criminal!-exclamó, haciéndoles un gesto a sus dos interlocutores de despedida, para después internarse en la floresta y emprender la búsqueda de su dolido amigo, sintiendo la responsabilidad que, como buena líder, le producía el desánimo de cualquiera de sus compañeros y amigos.

La noche era agradablemente fresca y una leve brisa mecía suavemente las hojas de los árboles del bosque. Sólo la tenue luz de la luna y las estrellas iluminaba la hierba que cubría las cercanías de Ciudad Corazón, sin que ningún tipo de luz artificial enturbiara el ambiente puramente natural de la densa arboleda.
En teoría, nada debía perturbar la calma y el silencio que se imaginan cuando se describe lo que he descrito.
En teoría.
Porque en una parte del bosque, más profunda y más densa que las demás, unos débiles sollozos rompían la quietud de la noche en medio de la espesura. Unos sollozos que venían de un grande y nudoso roble cuyas ramas estaban tan llenas de hojas que en ciertas partes del árbol era completamente imposible ver el tronco y su alrededor.
Allí era donde James se había ocultado, fuera de la vista de sus compañeros, en especial de Jessie, intentando desahogarse para poder ver las cosas con algo más de lógica. Pero el dolor que llevaba por dentro era más grande de lo que había creído, y soltarlo conllevaría más tiempo de lo previsto. Por lo pronto, eso no sería un problema; había elegido un escondite perfecto, pues la rama en la cual se había quedado estaba tan llena de hojas que nadie que pasara por allí vería nada en absoluto, pero él sí que podía ver a aquel que se acercara al roble. Podía quedarse allí el tiempo necesario sin que nadie lo encontrase, y eso era lo que pretendía hacer. No sentía ganas de encontrarse de nuevo con Jessie, pues el daño que le habían causado sus palabras había sido demasiado fuerte.
Pero aquello quizá no fuese ineludible.
James se encontraba sentado sobre la gran rama, con una pierna encogida y la otra medio extendida; por lo menos se había acomodado un poco. De todas formas su estado no era precisamente el colmo de la comodidad. Tenía los hombros hundidos, que se convulsionaban levemente con cada sollozo, y la cabeza gacha, de manera que su lacio y despuntado pelo azulón ocultaba a medias su rostro. Quizá en aquel momento fuera lo mejor, porque los rastros que dejaban las lágrimas sucesivamente no eran muy favorecedores que digamos.
Así se encontraba James cuando de pronto oyó el sonido de unos pasos sobre la hierba; pasos rápidos y enérgicos que habría reconocido de no ser porque no se encontraba en la mejor situación para pensar con claridad. El joven entreabrió los ojos, que estaban enrojecidos, y giró la cabeza hacia la fuente del sonido. Las hojas del árbol le permitían ver con casi toda claridad el “paisaje” que rodeaba al gran árbol sin que se le pudiera ver a él; James se inclinó con desinterés hacia el hueco desde donde se veía mejor, pero abrió los ojos como si fueran platos al ver a Jessie avanzando entre la “espesura” recorriendo con la aguda mirada de sus ojos azules cada rincón de la zona con una expresión algo preocupada.
Por lo visto no sintió que unos ojos del color de las hojas del árbol que tenía a su izquierda la observaban con atención y un atisbo de reproche.
Jessie se cruzó de brazos y repasó todo lo que había a su alrededor, y murmuró en voz baja:
-Creía que era por aquí. No puedo creer que sea que me esté dando esquinazo…
Tras cerciorarse de que allí no había nadie (o eso creía ella), la joven se encogió de hombros y se alejó, pero antes de irse por completo lanzó una última mirada hacia atrás, desconfiada. Al parecer sí que había notado algo raro allí.
“Puedes buscarme, Jessie…pero quizá no te sea tan fácil encontrarme”, pensó James una vez su amiga se hubo marchado del todo y antes de caer de nuevo en el pozo de la desolación.

Jessie no hacía más que dar vueltas y vueltas en círculo sin haber encontrado el menor rastro de James. Sabía más o menos qué dirección había tomado su amigo, pero aquel bosque había resultado ser más denso de lo que creía. En una ocasión había tenido que lidiar con unas zarzas que cortaban el paso a golpes de tacón, y aun así se le había clavado alguna espina. Obviamente, Jessie empezaba a plantearse si realmente le merecía la pena el buscar a James y pedirle disculpas.
-¡Oh, no, otra vez no!-exclamó en voz baja al llegar a la parte del bosque donde había un gran roble por segunda vez. Cierto era que al pasar por aquel lugar antes había tenido una extraña sensación, como si alguien le observase. Jessie había llegado a pensar que podía ser Seba quien le estuviese espiando, pero había desechado la idea enseguida. Sabía de sobra lo que se sentía cuando la Sombra Oscura te miraba fijamente. Frustrada, Jessie se dirigió hacia el roble y se apoyó en su enorme tronco:
-No lo entiendo, no puede haberse esfumado. Como haya sido tan tonto para irse a Ciudad Corazón…-se dijo, aunque realmente no lo creía así. De pronto, algo húmedo le cayó en la nariz, sobresaltándola. La joven, repuesta del susto inicial, recogió aquello que le había caído con un dedo y lo examinó con atención; era una especie de gota de agua, pero mucho más pequeña; no era exactamente agua.
-Con que lagrimeando, ¿eh?-murmuró Jessie, triunfante-Bien, ya te he pillado, colega. ¡Ya sé quién me estaba espiando antes!
Con una expresión decidida, la joven se encaramó al gran roble usando sus nudos y ramas como escaleras; estaban tan bien colocados que se podía subir a él sin apenas esfuerzo. Aun así, había tramos en los que había que aferrarse bien al tronco, y a veces el ramaje era tan abundante que había que pasar por estrechos recovecos de a veces no más de setenta centímetros de diámetro.
Para James, que era más bien larguirucho, aquello no resultaba un gran problema. Pero para Jessie, que no era como él en lo que a músculos respecta, no le era tan fácil, y se las veía negras para hacer pasar su melena de color ciruela rojiza por aquellos huecos.
Por suerte para ella, la escalada apenas duró unos dos minutos. A unos cinco metros del suelo, Jessie se detuvo justo cuando se disponía a extender el brazo hacia la rama superior. Podía oír un sonido apagado que venía de poco más arriba, como un débil sollozo. Sonrió a su pesar; sus sospechas no habían sido erróneas. Así que, resuelta, subió una rama más, y agarrada a ella, dijo:
-¡Así que estabas aquí! ¿Creías que podías evitarme eternamente, James?
Él dio un respingo y se giró bruscamente hacia ella, que se sintió un poco más culpable al ver el rostro de su amigo; James tenía ya los ojos un tanto enrojecidos y los rastros de las lágrimas ya eran notables desde cierta distancia. Pero a pesar de la tristeza y de la sorpresa que se había llevado al verla allí, le lanzó a la joven una mirada de reojo llena de dolor mientras agachaba de nuevo la cabeza.
-No, no lo creía. Simplemente lo intentaba.-respondió en voz baja pero audible. Jessie parpadeó; desde luego aquella respuesta no se la esperaba. Pero no se amilanó. Ella nunca se amilanaba.
-Tampoco es necesario que te enfades. Yo sólo quería…
-¿…terminar de sermonearme, quizá?-le cortó James con una extraña frialdad que ella no recordaba haber visto nunca-¿De romper más aún mi autoestima? ¿O de seguir diciéndome lo inútil que soy? De hecho, las tres opciones están justificadas, ¿me equivoco?
-Sí que te equivocas, ¡no saques conclusiones precipitadas!-le trató de calmar Jessie, aunque James tampoco se había alterado. Lo había dicho de forma fría e irónica, algo que ella sólo recordaba haber oído cuando…
…cuando se dirigía a Ash y su grupo en sus intentos de capturar a Pikachu.
Jessie se enervó al principio; ¿la estaba tomando por mocosa? ¡Aquello era indignante! Confundirla por uno de los miembros de aquel grupo tan exasperante, ¡era demasiado!
La fría voz de su amigo le hizo volver a la realidad; una realidad algo desconcertante, a decir verdad.
-Entonces dime, ¿por qué has venido aquí, Jessie?
Ella frunció el ceño. Si James seguía llamándola por su nombre completo era obvio que la cosa era más grave de lo que creía.
-Si me dejaras explicarlo…-empezó la joven, pero él le interrumpió de nuevo.
-¿Explicar? ¿El qué? ¿Que no soy como vosotros? ¿Que soy rematadamente incapaz de hacer nada por el grupo? ¿Que no soy digno de ser Portador?-las últimas palabras sonaron, por encima de frías, sorprendentemente amargas-Es eso lo que antes habías dicho, no olvido tan fácilmente.
-Oye, se me escapó. No quise decirlo, no era…
-¿…lo que querías decir? No trates de engañarme, Jessie. Si las palabras te salieron tan espontáneas, es porque lo sentías de verdad.
Jessie no supo qué responder. Por una vez, había sido James quien le había dejado a ella sin palabras, y no al revés. Entonces fue consciente de que la temperatura parecía haber descendido un poco inexplicablemente, pero lo asoció a que era una impresión suya.
-Siempre has creído que yo soy inferior a ti, Jessie. Y que Meowth también lo es-prosiguió él con la voz cada vez más quebrada a cada palabra-. Pero puede que ahora tengas razón en algo…Él y tú sois ya iguales…Sois los Portadores de los Cristales. Yo sólo fui el instrumento que abrió la puerta a Leonor y a Absol hacia sus Cristales. Como siempre…el elemento menos importante. Tú ya eres alguien importante para Darkrai y para la Voz, como Meowth y Sapphire. Hasta Riolu es más importante que yo. Así que…no voy a ser tan arrogante como para hablar con una Elegida de las deidades Pokémon. Y tú no deberías rebajarte a hablar conmigo. Al fin y al cabo… ¿qué soy yo? No más que un pequeño pedazo de hielo en el océano.-pudo decir antes de que su voz se rompiera casi por completo y sus ojos adquirieran de nuevo un brillo acuoso. Jessie sintió, para su sorpresa, una gran preocupación por su amigo. Aquellas palabras ya casi no estaban cargadas de frialdad; ahora sólo había dolor y abatimiento. Y ella sabía perfectamente que James era muy frágil en lo que respectaba a esos sentimientos.
-James, tú sabes que eso no es cierto.-dijo con firmeza. Él simplemente inspiró hondo, y una nueva lágrima rodó por su mejilla derecha. Jessie no supo qué más decir, y tampoco quería empeorar la situación. Tenía que reconocer que no tenía mucho tacto.
Tras unos segundos, James se levantó sobre la rama, pero por poco cayó; las piernas le temblaban, quizá por lo que le pasaba por dentro. Jessie se echó un poco hacia delante en un intento de ayudarle:
-¡Ten más cuidado!
-Si me hubiera caído, ten por seguro que no me habría hecho más daño del que ya estoy sufriendo-repuso el joven desviando la mirada, pero aquella declaración era innecesaria; se notaba claramente el dolor que sentía a través de su voz quebrada-. Puede que…puede que de todas formas, el mundo no me necesite, ni Sinnoh ni la Voz. Sabes, Jessie…todos los pedazos de hielo acaban derritiéndose…y nadie lo nota nunca.
Jessie encajó la última frase con una gran alarma, pero no le dio mucho tiempo a perderse en sus cavilaciones; James se disponía a bajar del árbol, y se dio cuenta de ello cuando ya casi había desaparecido de la vista.
-¡Espera, James! ¿Adónde diantre vas?
No obtuvo respuesta; ya se había ido sin mirar atrás. Pero ella supo que él le había oído perfectamente…pero quizá no se sintiera digno de hablar con ella.
-Oh, genial. Ya se me ha escapado dos veces-rezongó Jessie, preocupada e irritada-. ¡Dita sea, y si no hago las paces con James, Leo y Meowth me cantarán las cuarenta y las cincuenta!
Pero había algo en su conversación con su amigo que le había dejado intrigada… ¿Por qué James había usado tanto el hielo como ejemplo?

No había sido fácil bajar del roble.
No sin calma.
Y eso era lo que le había faltado a James para bajar: calma. En su afán por alejarse de Jessie, sintiéndose tremendamente débil y torpe en comparación con ella, había bajado del roble con tanta rapidez que las ramas le habían hecho unos cuantos arañazos en la cara. Por si fuera poco, a unos dos metros del suelo, había resbalado con una corteza medio suelta y había caído al suelo. Aunque había aterrizado de pie, sintió un agudo dolor en el tobillo, y supuso que se lo había torcido.
Pero no concedió importancia al dolor.
Ningún dolor era equiparable al que él sentía por dentro en aquel momento.
Ignorando el daño que le producía el tobillo, James echó a correr en cuanto pudo incorporarse tras la caída. Aguantándose las lágrimas como bien podía, recorrió el bosque en línea recta, sin importarle adónde iba.
Sólo quería alejarse de aquellos que, por más que no lo desearan, le habían dejado solo.
Unos dos minutos después, el bosque finalizó. Se abría a un precipicio que daba de cara a la cordillera del Monte Corona, y se veía con total claridad la enorme montaña de dos cumbres que era el auténtico monte. El precipicio estaba cubierto de una suave hierba verde que se movía con la brisa nocturna. El lugar inspiraba tranquilidad, justamente lo que necesitaba James en ese mismo momento.
Con los ojos anegados en lágrimas que apenas podía contener, el joven avanzó hacia el saliente del precipicio cojeando ligeramente por culpa de su tobillo torcido, y se dejó caer al llegar hasta él.
E incapaz de aguantar más, se echó a llorar de nuevo.
No sabría decir cuánto tiempo estuvo allí, dando rienda suelta a todo el dolor que sentía. Ya ni le importaba que alguien le viese en semejante estado de debilidad.
“Sí… ¿A quién le puede interesar lo que le ocurra a un simple trozo de hielo?”
Tampoco es que James se preocupara mucho de por qué usaba tanto el hielo como ejemplo. Le salía de dentro, de corazón. La razón era lo de menos.
“¿Por qué? ¿Por qué tiene que pasarme esto?, se preguntó en silencio mientras las lágrimas seguían brotando. ¿Acaso soy tan…tan torpe, tan necio…como para ser tan ignorado tan drásticamente? Yo…yo he dado lo que he podido por Jessie y Meowth…y daría mi vida si fuese necesario. ¿Por qué me pagan así? ¿Qué he hecho mal? Ya no es por ser o no un Portador…Es por…por estar fuera de lugar. La Esfera y el Prisma se equivocaron; yo no puedo ser Portador…Sólo…sólo fui un instrumento. ¿Cómo puedo ser yo un Portador? Soy enclenque, larguirucho y un completo desastre. No soy ningún Elegido, no puedo serlo…”
Sólo de pensar en aquello, el caudal de lágrimas aumentó.
“Oh, ojalá no nos hubiésemos cruzado con Leonor y Absol. Si no hubiera sido por ellos, nosotros estaríamos persiguiendo a los mocosos y viviendo nuestra vida de rutina y despegue. Y no...Nunca se me habría desplazado de esta forma…Ninguna Voz, ningún Cristal, ningún Darkrai…Todo en paz…Y yo…yo quiero volver a estar con Jessie y Meowth de nuevo…pero soy tan poca cosa a su lado…”
James alzó la vista al cielo, que estaba impresionante aquella noche, lleno de estrellas y con aquella hermosa luna creciente iluminando suavemente el entorno con su luz lechosa.
“Si por un solo momento pudiera…Jessie y Meowth son Portadores…pueden volar hasta las estrellas y fundirse con los Pokémon legendarios. Y yo…yo… ¿por qué he de quedarme aquí solo? ¿Por qué? Sólo quiero ser como ellos, como las estrellas que son…Luces que desafían a las sombras… ¿Acaso pido tanto? ¿Por qué no soy capaz de hacer como hacen ellos? Sea como sea, soy diferente…Y n-no puedo cambiarlo…”
Aquel pensamiento golpeó de nuevo la mente y los sentimientos del joven, que agachó la cabeza de nuevo, dejando que una cortina de pelo azulón ocultase parcialmente su pálido rostro, y una nueva tanda de lágrimas escaparon de sus ojos.
Improvisadamente, una voz que de natural era cantarina pero que ahora estaba teñida de preocupación sonó a sus espaldas:
-James…Estás aquí; creí que ya andarías en otro escondite.
Él ni siquiera se sorprendió al oír la voz; se limitó a dirigir una mirada lánguida de reojo hacia atrás como muestra de que le había escuchado:
-Jessie…-susurró débilmente.
Ella avanzó hacia su amigo con cautela, como temiendo acercarse. Recordaba demasiado bien cómo había reaccionado él antes; de una forma tan fría que incluso al volcán de Jessie le había dado escalofríos.
-¿Puedo sentarme aquí?-le preguntó la joven señalando una parte cercana a donde James estaba sentado, pero a una cierta distancia.
-No puedo impedírtelo.
Jessie se sentó, buscando las palabras adecuadas para iniciar una conversación. Había sorprendido a su amigo en una gran crisis emocional y ahora sabía lo grave de la situación. No estaba acostumbrada a tratar esas cosas, y era consciente de que era una novata en hablar sobre las emociones.
Echó de menos la habilidad de James para sacar a la luz los sentimientos.
Tras unos minutos de silencio, en los que sólo se oían los leves sollozos de James, Jessie se acercó un poco a él y le dijo en voz baja:
-Oye, James… ¿Me perdonas? No quise decirte todas esas cosas, de verdad.
Él dejó escapar un débil suspiro y movió la cabeza con pesadumbre:
-No tienes que disculparte. Dijiste la verdad. Toda esta escena es culpa mía.
-No digas eso-protestó Jessie-. No es cierto, y sabes que no tengo por costumbre ocultar las cosas. Me pasé tres pueblos contigo.
James le dirigió una mirada de reojo, tan lánguida como la anterior:
-Sabes mejor que yo que soy un puro desastre, un desastre débil y delgaducho. ¿Cómo va a elegirme un Cristal como Portador? El Acertijo tiene otro destinatario. No puedo ser alguien tan importante. Nadie en su sano juicio me elegiría a mí.
-Pues quizá la Voz y Darkrai estén un poco tarados-opinó Jessie alzando una ceja con una sonrisa-. El Acertijo era para ti, y la llamada también. Yo no oí nada en el Templo.
-Las llamadas fallan a veces, seguro.
-Depende de la operadora. Y yo creo que la operadora era fiable.
La broma no causó el efecto que la joven esperaba. James ladeó la cabeza; sus ojos seguían brillantes. Jessie perdió la paciencia:
-¡Oh, por favor! No eres nada inútil, no eres tan desastrado. Todo esto no tiene fundamento. Sé cómo eres, te conozco. Tienes más valor y voluntad del que aparentas. Aparte nunca alardeas de ello. ¡Es algo bastante noble, sabes! Y por eso el Cristal que queda puede elegirte perfectamente y…-se interrumpió, asombrada. James, tras sacudir la cabeza con gesto de dolor, se había abrazado a ella, temblando y dejando escapar lágrimas desoladas.
-¡James! ¿Qué…qué te pasa?-preguntó ella, perpleja.
-Por favor…-susurró el joven con la voz quebrada-Por favor, Jessie…Meowth y tú…Por favor, no os marchéis lejos…No voléis lejos…No me dejéis aquí…Yo…yo…Oh, no quiero quedarme solo…No quiero quedarme lejos de vosotros…N-no podría…soportarlo…
Jessie calló, profundamente conmovida. Ahora sabía qué era lo que había atormentado a su amigo tan duramente. El quedarse solo, el no tener a nadie en quien confiar…Aquello era una verdadera tragedia para él.
-¿Quién te ha dicho que Meowth y yo vayamos a dejarte solo?-le preguntó, aún sorprendida-¿Nos crees tan rastreros?
-L-lo sé…Sois Portadores…T-tanto la Voz como Darkrai os eligieron…C-con vuestros poderes…llegaréis hasta ellos…y yo…-no fue capaz de continuar. James se echó a llorar de nuevo, abrazando a su amiga como si temiera que fuese a desaparecer de repente. Aunque a Jessie no le gustaba mucho aquello del contacto físico, y tampoco era algo que le agradara mucho a James, no trató de zafarse. En aquellos momentos era cuando adoptaba su papel de líder, y una líder sabía cuándo ayudar y consolar a los miembros de su equipo.
Era irónico; normalmente era James quien les ayudaba y les reconfortaba a ella y a Meowth cuando tenían un mal día, y ahora le tocaba a la joven el papel de su amigo.
Así que Jessie dejó que James se desahogara a gusto en su hombro, a pesar de que no se sentía muy cómoda en aquella situación, pero por lo menos era consciente de que ya había sido bastante egoísta aquel día.
Se quedaron así un buen rato, hasta que los sollozos de James fueron disminuyendo progresivamente; entonces Jessie se atrevió a preguntarle:
-¿Estás mejor ahora? Asegúrate de ello, o no vamos a solucionar nada.
James se separó de ella con un débil y triste suspiro, y asintió con la cabeza gacha, de forma que el pelo ocultaba medianamente sus rasgos. Tras unos segundos, murmuró:
-Siento toda esta escena.
-No lo sientas, no es necesario-le dijo Jessie, un poco exasperada-. ¿Y sabes por qué? Porque ninguna de las cosas que te dije son ciertas. Cierto es que eres un despiste y un desastre, pero lo demás son cosas mías. Y créetelo, que yo no suelo tirar la piedra y esconder la mano.
Él alzó la vista, sorprendido; el tono de voz de Jessie era sincero y, cosa extraña, bastante serio. Los ojos verdes y brillantes (en ambos sentidos) del joven se encontraron con los ojos azules eléctricos de su amiga. James intentó ahondar en ellos en un intento de averiguar si Jessie estaba diciéndole la verdad.
No halló signos de mentira.
Ella supo lo que James había intentado hacer, y esbozó una sonrisa maliciosa:
-¿Crees que me habría dejado cotillear si no fuese verdad lo que digo? Qué poco me conoces.
-Por eso mismo, te conozco tanto que sé que no sueles retractarte de lo que dices.-repuso él bajando la mirada. Descubrir que la joven no pensaba todo lo que había dicho antes había aliviado en gran medida su dolor.
Jessie frunció el ceño al oír la respuesta de su amigo:
-¡Serás capaz de meter la pata ahora! ¡Mi paciencia tiene un límite!
-No hace falta que lo jures.-dijo James moviendo la cabeza; ella pudo intuir que había estado a punto de sonreír. Aun así, el comentario no había sido del todo de su agrado.
Los dos jóvenes miembros del Team Rocket permanecieron en silencio unos minutos, observando el hermoso paisaje a la luz de la luna creciente. Una vez transcurridos, Jessie se inclinó hacia su amigo con más ánimo que antes:
-Eh-le dijo en voz baja pero con cierta despreocupación-. Sabes de buena tinta que tanto Meowth como yo estamos aquí para echarte un cable cuando estés de bajón. ¿Somos o no somos un equipo?
-Para lo que nos sirve…
-Menos dramas. Somos un equipo para lo bueno y para lo malo. Y cuando nosotros estamos mal, eres tú quien nos anima a continuar, no sé cómo te sale. Hoy me toca a mí ese papel como líder; pero de no ser por Meowth y Leonor yo no estaría aquí. Ellos me instaron a venir.-explicó Jessie con el completo conocimiento de que aquella noticia sorprendería a James. En efecto, el joven alzó la cabeza con un rápido movimiento:
-¿Leonor? ¿Leonor también te aconsejó que…?
-Sí, Leonor también-confirmó ella, triunfante-. No nos eres indiferente, eso grábatelo en la cabeza. ¿Cuántas veces te lo hemos dicho ya?
-No sé, ya perdí la cuenta. No puedo creerlo…-musitó con la mirada fija en la luna- Leonor…y Absol… ¿También ellos…? No lo entiendo…No tienen motivos para preocuparse por mí, por nosotros… ¿Por qué…?
-¿Por qué no dejas de complicarte tanto y asumes que significas algo para el grupo? Te gusta buscarle tres pies al Glameow, ¿eh?-le dijo Jessie, ya un poco exasperada-Necesito que me digas ahora una cosa, James.
-Dime.
-¿Tan poco confiabas en Meowth y en mí para creer que íbamos a dejarte solo?
Aquella pregunta sonó como un cañonazo. James parpadeó al principio, pero luego cerró los ojos como si le doliera responderla.
-No es que no confiara en vosotros, Jessie. En quien no confiaba era en mí.
-¿Y eso?-Jessie alzó una ceja con cierta inquietud. James seguía llamándole por su nombre completo, y eso significaba que seguía dolido.
Él paseó la mirada por el cielo nocturno con tristeza y languidez, y bajó la cabeza:
-Cuando Meowth y tú comenzasteis a experimentar con la Esfera y el Prisma…Bueno, he de reconocer que yo estaba entretenido con Riolu, es cierto. Pero vosotros sois insustituibles. Yo os veía tan unidos, tan emocionados…tan semejantes…No pude por menos que comenzar a preguntarme “¿Qué hago yo junto a los dos Portadores de la Voz?”. Ahí comenzó todo. Y hoy…cuando me has dicho todas esas cosas…entre ellas la circunstancia que más me aleja de vosotros…No he podido con ello.-concluyó con un amargo suspiro. Jessie movió la cabeza agitando su melena rojiza:
-Si sabes que no eres tal y como te dije, las cosas no duelen. Tendrías que tener más autoestima; entonces todo no sería tan tremendo.
Las palabras de Jessie parecían alentadoras, pero a James no le reconfortaron demasiado. El joven, derrotado, agachó aún más la cabeza con pesar.
-Lo peor no es que te digan lo inútil y torpe que eres…Lo peor es sentirte así realmente.-susurró con abatimiento. Jessie no supo muy bien qué decirle, así que se limitó a permanecer en silencio.
Momentos después, la joven se levantó con expresión de culpabilidad:
-Tendría que decirles a Meowth y a Leonor que ya lo he arreglado todo. Lo he arreglado, ¿no?-le preguntó a James, dudosa.
-Lo has arreglado. Lo que era responsabilidad tuya ya está zanjado. Lo que va aparte ya es cosa mía.-repuso él serenamente. Jessie asintió, más contenta, y le dijo:
-En ese caso… ¿Te vienes? No quiero que este par de dos me acuse de mentirosa.
James negó con la cabeza, y le respondió:
-Puede que más tarde vaya. Ahora…ahora necesito estar solo un rato.
-Pero…-comenzó a protestar ella; por suerte se recordó a tiempo el estado de ánimo de su amigo-En fin, como prefieras. ¡Pero prométeme al menos que por la mañana no tendremos que darte por desaparecido!
-Te lo prometo. Y sabes que lo que prometo lo cumplo.
Jessie movió la cabeza con un poco de escepticismo, pero se encogió de hombros, conforme, y se dispuso a volver al claro junto a sus compañeros tras aquella larga y fatídica noche. Había avanzado unos dos metros cuando James le llamó en voz baja:
-Jess…
Ella se volvió, sorprendida; quizá no hubiera oído la voz de su amigo en otras circunstancias, pero el hecho de que él la hubiera llamado por su nombre acortado en medio de su dolor debió de ser lo que marcó la diferencia.
-¿Qué?
El joven giró la cabeza lo que pudo hacia Jessie con cierta cautela, e hizo lo último que ella creyó que haría tras todo lo que había sufrido; esbozó una sonrisa débil, pero muy dulce, y mientras un par de lágrimas más escapaba de sus ojos verdes, susurró:
-Gracias.
Un silencio siguió a aquella simple palabra que encerraba tanto significado…Jessie se quedó un poco parada, pero enseguida le devolvió la sonrisa.
No fue necesario añadir nada más.
Hubiera roto en pedazos lo que la magia de la palabra había creado.
Después de unos dos segundos, Jessie se marchó, feliz por haber logrado hacer las paces con su amigo, el único amigo que tenía aparte de Meowth. Tuvo que reconocer que, si hubiese perdido la amistad de James, habría perdido una parte de sí.
Poco después, la joven llegó al claro donde estaban Meowth, Leonor, Absol, Sapphire y Riolu. Todos dormían tranquilamente, ajenos a todo lo que había ocurrido. Sólo dos de ellos tenían una vaga idea acerca de la situación.
Una ínfima parte de la situación.
Jessie se tumbó en la parte del claro donde más hierba había (siempre eligiendo la mejor tajada) y, tras arreglar un poco su melena para que no le estorbara al dormir, apoyó la cabeza en un pequeño montón de hojas secas que había por allí y cerró los ojos intentando meditar sobre lo sucedido.
No pudo conseguirlo; una voz interrumpió sus pensamientos:
-Bueno, chica. ¿Qué has conseguido?-inquirió Meowth en voz muy baja. Y la voz de Leonor se unió a la del Pokémon parlante:
-¿James te ha perdonado?
-Sí, cotillas, sí-rezongó Jessie, no sin sonreír-. Estad seguros de ello, él me lo ha dicho.
-¿Y por qué no ha venido contigo?
-Me dijo que quería estar solo un rato. ¡Y si no me creéis, se lo preguntáis a él!
Meowth y Leonor asintieron, conformes y más contentos que antes. Antes de volver a dormirse, Meowth no pudo evitar hacer uno de sus comentarios:
-Como sea que le has dejado todo depre, ¡hablarás con mis uñas! ¡Y nada de refunfuñar!
Jessie se limitó a reír por lo bajo, y un rato después todos dormían en aquel claro del bosquecillo de las afueras de Ciudad Corazón bajo la luna creciente y las estrellas que desafiaban a la noche con la ayuda de las nevadas cumbres del Monte Corona.
Ninguno de ellos sabía que, en el lugar más secreto de Sinnoh, una siniestra criatura alada observaba cinco poliedros de piedra diferentes entre sí: una esfera, un prisma triangular, una pirámide hexagonal, un cono y un cubo.
Dos de ellos, la esfera y el prisma, emitían una extraña radiación. La esfera despedía una energía de color rojo que parecía arder, y el prisma iluminaba levemente la oscuridad con las chispas que producía.
De pronto, la pirámide comenzó a relucir tímidamente, y ante los ojos rojos del misterioso Pokémon, la luz creció hasta casi cegarle. Cuando el Pokémon pudo volver a ver, la luminosidad de la pirámide había mermado hasta ser una suave luz azul que helaba lo que se le acercaba demasiado. El Pokémon, sorprendido, ladeó la cabeza.
-La Estrella del Hielo ha despertado al fin-murmuró mentalmente-. La tríada pronto estará completa, pero…
El Pokémon caviló unos segundos con la preocupación brillándole en sus ojos como ascuas. Y al cabo, repuso:
-Las Estrellas del Fuego y el Rayo tienen sus Cristales. Y no saben controlar bien su poder… La Estrella del Hielo ni siquiera puede canalizarlo mediante un Cristal. Darkrai ha actuado demasiado pronto…El Templo Puntaneva y la creación del Icosaedro han propiciado esto.
La oscuridad pareció hacerse más sombría cuando la misteriosa criatura extendió sus siniestras alas con cierta irritación.
-La Estrella del Hielo no está preparada para liberar su poder todavía-se dijo, inquieto, el Pokémon, y siseó amenazadoramente-. Si a ese joven le ocurre algo por no poder controlar el poder del Hielo…me encargaré personalmente de ver cómo Darkrai cae muerto por su irresponsabilidad.
-----------------------------------------------
¡Espero que os haya gustado ^^! El título del siguiente es Un torneo con Corazón

T_T Da igual lo que haga, siempre acabo llorando con este capítulo ='( Es que toca tanto el corazón...Snif snif...*sollozos*

¡Espero (snif) opiniones T_T!
Última edición por >-Meowth-< el Lun Mar 09, 2009 12:15 pm, editado 2 veces en total.
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
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Próximo capítulo:
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{-Dialga-}
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor {-Dialga-} »

Bien, no podía perderme el estreno del capítulo 34 por ocupado que estuviese xDDDD Así que aquí me tenéis, listo para comentar. Debo decir que he cambiado mi política respecto a las críticas xDDD De acuerdo, vamos a ver...

El capítulo...Creo sinceramente que te has superado,Meowth O_O No he llorado más con un capítulo en mi vida T_T Es tan melodramático (xD) y tan emotivo...El capítulo 16 se queda en mantillas comparado con éste.
¡¡Meowth!! ¿¡Cómo te atreves a dejar a mi Jessie en tan mal lugar ¬¬!? Bueno,sí,luego se disculpa. Pero caray...pobre James (cómo te pasas con él,Meowth xDDDDD)
La descripción ha sido lo que más me ha impresionado,porque estaba imaginando la situación y...T_T Si en casa mi madre me preguntó qué me pasaba y todo u_uU (tuve que disimular un poco xDD)
Y cómico,no hay mucho;hay algunas partes que sí me gustaron mucho,casi siempre con Meowth a la cabeza xDDD Con ésta me reí una barbaridad xDDDDD

Meowth, que había permanecido en silencio mientras se acomodaba bajo un árbol, repuso sarcásticamente:
-Riolu, no es cosa tuya que no les entiendas…De hecho, nadie entiende a mis colegas… ¡Si ellos tampoco se entienden, ya te imaginarás! ¡Es un signo inequívoco de locura transitoria!
Jessie adoptó una expresión intimidante que indicó con total claridad que se disponía a pegarle una colleja al Pokémon parlante, pero les distrajo una voz que sonó en sus mentes:
<<Meowth, me…perdonarás, pero… ¿qué has…dicho?>>

xDDDDDDDDDD Me partía,en serio ^^ Los reproches de Leonor y Meowth a mi Jessie cuando ella y James discutieron,muy cómicos a veces y muy duros otras =|
Impresión,impresión...Creo que fue cuando mi Jessie encuentra a su colega en el árbol e intenta hablar con él...Nunca imaginé que las respuestas de James fuesen tan frías y a la vez tan melancólicas...O_O Me pregunto por qué.
Pero lo que me hizo ponerme en plan manguera (¡cuánta razón tenías,Meowth T_T!) fue al borde del precipicio;los ominosos pensamientos de James...y después...T_T Cuando se abraza a mi Jessie...(T_T) Ahí lloré como ella cuando Seviper le cortó la melena.
Aun así,esto me encanta xD

Una vez transcurridos, Jessie se inclinó hacia su amigo con más ánimo que antes:
-Eh-le dijo en voz baja pero con cierta despreocupación-. Sabes de buena tinta que tanto Meowth como yo estamos aquí para echarte un cable cuando estés de bajón. ¿Somos o no somos un equipo?
-Para lo que nos sirve…

xDDDDDDDDD Aún lloraba cuando empecé a partirme de la risa xDDDDD Mi padre dijo que soy tan voluble como mi Jessie xDDDD
Y se me escaparon unas cuantas lágrimas más cuando James le da las gracias a mi Jessie T_T ¡Soy muy sentimental!
Al final,Meowth siempre pone la puntilla cómica final xDDD
Pero la última parte me dejó más intrigado que nunca...¿Estrella del Hielo O_o? Caramba,¡me muero de ganas de seguir leyendo ^^!

Ah,el capítulo anterior muy bueno también n_n Me encantó el poema y además no me esperaba para nada que Darkrai se les apareciera...y menos que Sapphire se convirtiera en la Guía de los Portadores o_O En resumen,muy bien ^^

En fin,¡sigue así,Meowth ^^! ¡Y prepárate porque dentro de nada vas a tenerme comentando otra vez más xD!

PD:Lloro mucho y soy muy sentimental,sí. Diría que soy como James,pero prefiero no tener a Meowth detrás de mí por si acaso xDDDDDDDDDDDDD
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EvilJ
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor EvilJ »

Meowth la Entristecedora escribió:-Por favor…-susurró el joven con la voz quebrada-Por favor, Jessie…Meowth y tú…Por favor, no os marchéis lejos…No voléis lejos…No me dejéis aquí…Yo…yo…Oh, no quiero quedarme solo…No quiero quedarme lejos de vosotros…N-no podría…soportarlo…
Jessie calló, profundamente conmovida. Ahora sabía qué era lo que había atormentado a su amigo tan duramente. El quedarse solo, el no tener a nadie en quien confiar…Aquello era una verdadera tragedia para él.
-¿Quién te ha dicho que Meowth y yo vayamos a dejarte solo?-le preguntó, aún sorprendida-¿Nos crees tan rastreros?
-L-lo sé…Sois Portadores…T-tanto la Voz como Darkrai os eligieron…C-con vuestros poderes…llegaréis hasta ellos…y yo…-no fue capaz de continuar. James se echó a llorar de nuevo, abrazando a su amiga como si temiera que fuese a desaparecer de repente. Aunque a Jessie no le gustaba mucho aquello del contacto físico, y tampoco era algo que le agradara mucho a James, no trató de zafarse. En aquellos momentos era cuando adoptaba su papel de líder, y una líder sabía cuándo ayudar y consolar a los miembros de su equipo.

Fue con esa parte con la que me hiciste llorar
Y es 5 pies al Glameow...
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Bien, ahora va el capítulo 35 porque me lo reclaman (xD) y porque ya que lo tengo...xDDD He de decir que aquí hay una canción en inglés que he compuesto...No seáis muy críticos conmigo x) ¡Voy!

Cap.35: Un torneo con Corazón

Absol despertó minutos antes del amanecer debido a una suave ráfaga de viento que meció las copas de los árboles del pequeño bosque cercano a Ciudad Corazón, capital de la región de Sinnoh. Que el Pokémon Siniestro hubiese despertado por una simple brisa resultaría incomprensible para aquellos que no supieran que tenía el sueño muy ligero, por eso era un guardián tan eficiente. Absol bostezó y sacudió un poco la cabeza para despejarse y quitarse la modorra de encima; Leonor le había despertado a altas horas de la madrugada para contarle que Jessie y James habían tenido su enésima discusión, y que esta vez Jessie se había pasado tres pueblos con su amigo. Después ella había vuelto sola pero contenta, y había explicado a la chica y a Meowth que al final se habían reconciliado, pero que James había preferido quedarse solo un rato más.
Al recordarlo, Absol miró en rededor. Jessie dormía casi al lado de Leonor, que usaba su grueso libro titulado Eldest como almohada, Meowth roncaba un poco más allá, cerca de Riolu, y Sapphire dormitaba lejos de los demás. Pero del compañero que faltaba no había rastro, aunque el observador Absol descubrió que había vuelto con ellos, porque había indicios lejanos de su presencia en el claro. Uno de los poderes de Absol era rastrear a las criaturas con las que había tenido contacto mental mediante los rastros que dejaban sus esencias.
El Pokémon Siniestro se levantó y se estiró como un felino (que era lo que era él). Sabía ya de sobra que James era muy frágil emocionalmente y que las crisis similares a la que había sufrido la noche anterior le dejaban secuelas que a veces le duraban días o incluso semanas. Normalmente Absol prefería que Jessie o Meowth, que le conocían mejor, intentaran animarle. Pero ahora era su turno, pues al menos él razonaba mejor que sus compañeros y daba las explicaciones que los demás no sabían explicar.
Veamos…Leonor me dijo que Jessie le encontró en las lindes del bosque. Buscaré bayas y si de paso me cruzo con James, pues mejor.
Con esa idea en la mente, Absol se internó en la floresta a la recerca del desayuno. El Pokémon sabía orientarse bien por naturaleza, aunque se sentía más cómodo en los terrenos montañosos que en los vergeles. Pero como él ya estaba acostumbrado a viajar por zonas nada similares a su hábitat, tampoco le era desconocido moverse entre árboles y arbustos. Si algún zarzal le impedía el paso, Absol exhalaba su Lanzallamas sobre el arbusto y abría el paso, y si las barreras eran de plantas, se limitaba a cortarlas con su cuerno de media luna.
Absol llevaba media hora deambulando por el bosque cuando una presencia conocida se cruzó en su percepción. El Pokémon Siniestro se paró en seco y se centró en aquella sensación, intentando identificarla. Se acercó hacia donde sentía con más fuerza la esencia sabida, y entornó los ojos. Sí, le sonaba de mucho, pero había algo que entorpecía el paso de su mente. Una especie de aura helada en el ambiente, algo que producía escalofríos pero que reconfortaba a la vez. Y una voz agradable y tranquila susurró una canción en un misterioso idioma, una canción llena de emoción.
Absol cerró los ojos, conmovido y sintiendo el efecto de la letra en su aura; la melodía era dulce, pero increíblemente melancólica. Parecía como si realmente quien hablara sintiera una enorme sensación de tristeza y soledad, y sin embargo, no supiera qué estaba diciendo.

If you’re fire, if you’ve got an electric soul, if I’ve got the spirit made on ice…
So we’re different, and we’re nearly…
Three elemental wings fly over us, and if we want to feel their energy, we can do it…
‘Cause we’re in the sky, between the stars, lights of darkness battling against the shadows.
Why can you fly to the stars above, and why I must stay here alone?
Is it because I’m ice, and you’re fire and lightning?
If it’s for that reason, my destiny is a cold dungeon…
I’ll stand in a frozen world when you’re far away…
Why? Why can you burn, why can you free sparks?
And why I only can freeze?
Is it because I’m ice?
Oh, I don’t want to be alone…
I don’t want to be far away from you.
‘Cause I feel if you fly away, my mind’s freezing…
I had a warm heart until fire and thunder befell me…
And it became a weird icicle…
I'd be with you again…even I’m ice…


La susurrante voz se quebró en la última frase y se extinguió con un leve suspiro cargado de abatimiento, y en esta ocasión Absol ya no tuvo dudas acerca de la identidad de aquel a quien pertenecía aquella voz.
La conocía demasiado bien.
Así que el Pokémon asomó la cabeza por entre los arbustos y dijo con una sonrisa:
<<Es realmente preciosa. ¿De dónde la has sacado, James?>>
Él se volvió con un sobresalto y se apresuró a secarse una lágrima indiscreta esbozando una sonrisa que pretendía ser despreocupada, pero le salió cansada y poco creíble.
-Oh, hola, Absol. No te había oído llegar… ¿No estabas con los demás? ¿Cómo sabías que estaba aquí?
<<No lo sabía. Leonor me contó anoche lo que ocurrió y simplemente até cabos>>
-Así que…te dijo lo que pasó.
<<Exactamente>>-repuso el Pokémon-<<¿No se suponía que Jessie y tú habíais hecho las paces?>>
-Sí-suspiró él bajando la cabeza-. Pero sabes, las cosas no se superan tan rápidamente.
Absol ladeó la cabeza y se acercó a James, que había escogido el mismo precipicio de la noche anterior para pasar un rato solo. El Pokémon Siniestro se sentó al lado del joven con cautela, pero a él no pareció importarle. Tenía la mirada ausente, clavada en algún punto del cielo, mirando sin ver las primeras luces del amanecer con una expresión entristecida en su rostro. Absol no rompió el silencio hasta después de casi cinco minutos:
<<¿Puedo hacerte una pregunta, James?>>
-Dime.
<<¿Sabes lo que estabas cantando? Es decir, ¿sabes qué significaba?>>
La pregunta debió de pillarle un poco por sorpresa, pues parpadeó algo perplejo; unos segundos después, James negó con la cabeza.
-No, no lo sé. Vinieron a mi cabeza así por las buenas, y supongo que sin darme cuenta les di melodía y las canté. ¿De verdad tienen significado? A mí me parecían un cúmulo de palabras sin sentido…Eso sí, me producen una sensación muy rara. Como si me dieran nostalgia o algo así…
<<Tienen sentido. Mucho sentido. Esas palabras pertenecen a un idioma casi extinto en Celesta, un idioma llamado inglés>>-explicó Absol con una sonrisa-<<En la Tierra es el segundo idioma más hablado, pero aquí es poco menos que una lengua muerta, porque sólo se habla en Sairutsa y además, poco. Por eso es un idioma muy atribuido a los misterios>>
-¿De verdad? ¿Hablé en otro idioma?-James parecía desconcertado-¿Y cómo diantre supe yo cómo construir frases en inglés o como-se-llame?
<<Mmm, buena pregunta. Quizá…Déjame pensar, esto es muy interesante>>
Absol se quedó cavilando durante unos minutos, y dado que James también se encontraba en un estado de melancolía y ahora de perplejidad, ambos se quedaron en silencio un rato. Hasta que Absol alzó una ceja, radiante de satisfacción:
<<Creo que ya tengo la respuesta>>
-¿A qué?
<<A lo de tu canción, que te despistas>>
-Ah, ya… ¿Y cuál crees que es?
<<¿Recuerdas lo que te ocurrió en el Templo Puntaneva?>>
James entornó los ojos. Por supuesto que recordaba lo sucedido; una llamada mental tan fuerte que le indujo un increíble dolor de cabeza y la sensación de estar a punto de estallar…El joven sacudió la cabeza haciendo agitar levemente las puntas de pelo azulón que le caían a ambos lados de la cara.
-No me lo recuerdes.-murmuró con gesto de dolor.
<<Bien, pues creo que aún hay rastros de la energía de la Esfera y el Prisma en ti. Los Cristales deben usar el inglés como idioma de misterios, y eso debe haberse quedado en tu aura…Debe de ser por eso>>-concluyó Absol, pero tampoco estaba seguro de ello. James parpadeó de nuevo, cada vez más sorprendido:
-¿Tengo restos de energía de Cristal? Cada vez nos sacamos algo nuevo de la manga. Ahora resulta que soy una especie de contenedor.-repuso, alicaído. Absol no le hizo mucho caso; ya sabía que su compañero de grupo era muy propenso a los bajones y no todos eran justificados.
<<Ahora que hablamos de tu aura, hay algo que desde que hemos estado en el Templo…Algo ha cambiado en Jessie, en Meowth y en ti, y algo en Leonor y en mí. Lo noto, y tengo otra suposición>>
-¿Cuál?
<<En tu canción hablabas sobre que “ellos” eran Fuego y Rayo, y que tú eras Hielo. ¿Lo sabías?>>
-Te acabo de decir que no sé inglés, ¿cómo voy a saberlo?-se quejó James alzando la vista, exasperado. Absol le lanzó una mirada inquisitiva de reojo:
<<Pues tu nombre viene de ese idioma, Leonor te lo dijo>>
-Pero no puedo acordarme de todo, Absol, y menos ahora.
Absol movió la cabeza con paciencia, y prosiguió con lo que se traía entre manos:
<<Bueno…En la canción decías que tú eras Hielo. Dime, James; ¿sabes qué son los elementos regentes?>>
Por la cara que puso él, el Pokémon no tuvo dudas acerca de que no tenía ni idea de lo que era aquello. Absol rió por lo bajo y dijo:
<<No te apures, casi nadie sabe qué son los elementos regentes. Son elementos que rigen nuestra aura, que forman parte de ella en su estado puro. Y los elementos regentes son los mismos que los diecisiete tipos de los Pokémon>>
-Entonces serían Agua, Fuego, Planta, Eléctrico, Siniestro, Psíquico, Hielo, Tierra, Roca, Volador, Veneno, Acero, Dragón, Lucha, Bicho, Fantasma y Normal.-enumeró James frunciendo el ceño, como si estuviera intentando recordarlos todos.
<<Sí, exactamente. Y al igual que los tipos de los Pokémon, los elementos regentes se llevan bien o mal según se combinen. Por ejemplo, alguien cuyo elemento regente sea Agua no se llevará muy bien con el elemento Eléctrico (cuya rama más directa es el Rayo), pero sí con el Dragón. Y el elemento Hielo se lleva bien con el Rayo, pero no con el Fuego>>-explicó Absol dirigiéndole una mirada fugaz a su compañero, que captó la insinuación casi al instante.
-¿Me estás diciendo que mi elemento regente o como quiera que sea es el Hielo? ¡Pero no tiene sentido! Yo me llevo bien sobre todo con Meowth, ¡pero tampoco me llevo a matar con Jess! Tenemos nuestras diferencias, sólo es eso…
<<Ah, lo has entendido bien>>-repuso Absol con aprobación-<<Inconscientemente asocias a Meowth con el Rayo y a Jessie con el Fuego; por tanto ya sabes cuáles son sus elementos>>
Aquella frase bastó para dejar de nuevo a James en estado de perplejidad. Pasaron unos segundos hasta que pudo articular palabra.
-¿Q-quieres decir que sé sin saberlo cuál es el elemento ese que hay en ellos?
<<Y ellos lo saben también, aunque no sean conscientes de ello. Podría decir que incluso más; los Cristales reaccionaron ante su elemento y ahora es éste el que los mueve. Sí, sois sencillamente fascinantes los tres>>
-No es posible, no puedo creerlo…Así, sin más, sabemos lo que… ¡Oh, vaya!-exclamó el joven llevándose las manos enguantadas a la cabeza con abatimiento-Ojalá no nos hubiésemos cruzado con ese Lugia Oscuro; no habríamos tenido que pasar por todo lo que estamos pasando. Ni secuestros, ni enigmas, ni emboscadas, ni nada. ¡Bastante es tener que estar fuera de la ley como para encima marear más la perdiz!
<<No nos hubierais conocido ni a Leonor ni a mí>>-repuso Absol, impasible en apariencia, pero sabía a lo que se refería su compañero.
-Tampoco sería una cuestión de vida o muerte.
<<Además, Jessie y Meowth no se han quejado de lo que ha ocurrido en estas semanas. De hecho, los veo muy animados>>-agregó Absol.
-¡Porque ellos son así! ¡No hay quien les pare cuando cogen cuerda, nada les impone, y tampoco se preocupan por las consecuencias! ¡Una vez están en acción nada les detiene y…!-James se paró en seco, comprendiendo-Una vez en acción nada les detiene…Como el Fuego y el Rayo…
<<Vaya, ahora entiendes del todo>>-Absol asintió, satisfecho.
-Al final resultará que tienes razón. Ellos son ardientes, chispeantes. Almas casi gemelas; mellizas por así decirlo. En cambio, yo…yo soy más tranquilo que ellos…más frío.
<<No es algo malo>>
-Puede que no. Pero eso solo ya me deja fuera de lugar entre ellos, como un elemento ajeno. Ahora lo entiendo todo…-susurró James entornando los ojos, que habían adquirido de nuevo aquel brillo acuoso que tanto alarmaba a Absol.
<<Deja que te diga algo; tú eres un Hielo poco común>>-le dijo el Pokémon Siniestro en un intento de animarlo-<<Si fueras Hielo convencional serías el primero en darte cuenta. Quizá seas una mezcla, ¿sabes? Eres…templado, creo yo. Pero en determinadas circunstancias>>
-¿Entonces cómo te explicas lo de los sueños?-repuso James sin alzar la vista.
Esa vez fue Absol el sorprendido, pues parpadeó con desconcierto.
<<¿Sueños?>>
-Jess y Meowth estuvieron comentando (entre ellos, cómo no) hace dos días que tienen sueños extraños. Los de Jess se sitúan entre torbellinos de fuego, y los de Meowth, entre tormentas eléctricas; ahora sé por qué. Pero yo, desde lo del Templo…también los he pasado.
<<¿Y cómo son?>>
-Pues es como si estuviera bajo aguas heladas, entre glaciares. Duran muy poco, como imágenes sueltas. Jess y Meowth pasan más tiempo soñando con sus paisajes. Pero me producen una sensación fría…pero cálida a la vez. Es muy extraño.
Absol meditó un poco sobre aquella nueva noticia, pero no pareció sacar mucho en claro. Al rato, el Pokémon sacudió la cabeza y se levantó ágilmente:
<<No creo que vaya a aclarar este misterio con tan poca información. Lo mejor será volver con los demás; el sol ya está bastante alto. Podrían preocuparse por nosotros>>
-Si no hay más remedio…-murmuró James levantándose también, de forma resignada. Absol alzó la vista.
<<No me lo digas. No te atrae la perspectiva de ver a Jessie tan pronto tras la discusión a pesar de haber hecho las paces, ¿a que no?>>
-¿Cómo me conoces tan bien?-preguntó a su vez él con una débil sonrisa. El Pokémon ladeó la cabeza y rió, pero no dijo nada. Ambos se internaron en el bosque, de vuelta con sus compañeros.

-Esto es el colmo de los colmos-se quejó Jessie cruzándose de brazos-. Ya no solo tenemos a un colega ausente, sino que encima es contagioso. ¿Dónde diablos puede haber ido Absol?
-No te preocupes tanto, Jessie-dijo Leonor mirándole por encima de las gafas mientras leía su libro-. Absol es responsable. Volverá enseguida, ¡y además lo sabes!
-A todo Grumpig le llega su sanmartín-intervino Meowth, que estaba recostado contra un árbol-. Puede que a Absol se le haya ido la pinza y ya no sea el Pokémon que conocíamos.
<<Absol…no es así>>-terció Riolu-<<Preocuparse por él…eh, no es… ¿razonable? Sí, eso…Veo más…uh, oportuno…preocuparse por James>>
-Tampoco se trata de morderse las uñas-opinó Sapphire al tiempo que se alisaba un poco su túnica azul, arrugada de dormir en el suelo-. Los dos son responsables y saben que nos preocupamos por ellos, no los creo tan canallas.
-Se ve que desconoces a los chicos, ¿eh, Sapph?-ironizó Jessie-No conozco muy bien a Absol, pero sí a James, y cuando se le va la olla…
-Menos lobos, Jessie-saltó Meowth, molesto-. ¡Sabes mejor que yo que él no es capaz de hacernos pasar malos ratos a sabiendas!
-Bah, eso es porque es Libra, si fuera otro signo ya veríamos. Tanta tranquilidad aburre; si supiera qué signo es Absol…
-Piscis.-dijo Leonor sin apartar la vista de la página de su libro.
-En ese caso ya no sé, ¡pero da igual!-exclamó Jessie, impaciente-Lo de irse por ahí sin más no puede hacerse, ¡no, señor! Ya veréis el sermón que les voy a dar cuando vuelvan…
Justo después de que la joven pronunciara esas palabras, una voz seria pero desenfadada sonó en las mentes de todos:
<<Hola a todos; ¿os he hecho esperar mucho?>>
La cabeza de Absol asomó por entre los arbustos con una expresión divertida al ver a Jessie en plena inquietud por sus compañeros. Ella se dio cuenta y, avergonzada, puso los brazos en jarras:
-¡Absol! ¿¡Qué hacías ahí, espiarnos!?
<<Más bien enterarme de que te preocupas por tus amigos aunque lo disimules>>
Leonor, Meowth y Riolu (cuando entendió qué había dicho Absol) se echaron a reír con ganas ante el ingenio del Pokémon Siniestro y ante el rubor que adquirió el rostro de su compañera.
-¡Muy bonito!-gruñó Jessie-Al menos ha aparecido uno. Y yo me niego a buscar al esquivo de James otra vez, ¡os lo advierto!
-No hace falta que me busques de nuevo, Jess-repuso una voz tranquila que sobresaltó al grupo excepto a Absol, que sonreía-. Estoy aquí, como prometí.
En efecto, James estaba allí, apoyado contra un árbol con los brazos cruzados, como solía hacer. En aquel momento demostraba así que no se encontraba muy cómodo en el grupo, aun inconscientemente. Pero eso sólo sabían percibirlo Absol y Sapphire, que fue la que lo saludó primero, con cautela, eso sí:
-Me alegro de verte. Nos habías preocupado.
-Nos habías preocupado bastante-corrigió Jessie, un poco enfadada; Leonor y Meowth le dirigieron a la vez una mirada de advertencia, y ella les hizo un gesto tranquilizador-. La próxima vez podrías avisar de que no vas a estar, o algo por el estilo.
-Lo siento, de verdad-se disculpó él-. Ya sé que te prometí que estaría por la mañana aquí, Jess, y vine. Pero no pude dormir, y por eso quise estar solo un rato más. Tendría que habéroslo dicho, lo sé.
-Bueno, en ese caso la causa es justificada-terció Leonor quitándole hierro al asunto-. Hoy hay cosas que hacer y esperamos contar contigo.
<<Eso>>-dijo Riolu, contento.
Él aceptó con un simple gesto de cabeza, un gesto más frío que los que solía hacer normalmente.
<<Bien>>-comenzó Absol recorriendo al grupo con la mirada-<<Nuestro principal objetivo cuando llegáramos a Ciudad Corazón era averiguar la causa de los dolores que nos asaltan de vez en cuando. Pero después de hablar con Darkrai, sé que nadie excepto los Pokémon legendarios podrá responder a esa pregunta. Así pues, lo que debemos hacer es buscar información sobre cierto suceso relacionado con Cífer del que seguro alguien tendrá noticia>>
-¿Qué suceso?-preguntó Jessie, prestando más atención de lo normal.
<<El llamado “incidente Oscuro”>>-aclaró el Pokémon Siniestro.
-Ah, sí-dijo Leonor, ya sabiendo lo que decía su mejor amigo y Pokémon-. Sé un poco de eso, pero…no tengo tanta información.
-¿Y qué pasa con ese incidente?-quiso saber Meowth, sin saber aún adónde querían ir a parar. Absol esbozó una media sonrisa similar a las de Sapphire.
<<Se trata de saber cómo se pudo derrotar a Cífer cuando lo del “incidente Oscuro” de hace cinco años y el de hace uno>>
-¿Uno?-por una vez Sapphire parecía desconcertada.
<<Sí, pero sólo se hizo popular en las regiones del Aura y en Johto. En Kanto, Hoenn, Sinnoh y Floresta apenas se comentó>>
-Eso lo sabía; la idea del XD001 pertenece al intento número dos de Cífer de conquistar Celesta.-intervino Leonor repasando todo lo que sabía acerca de la organización.
<<¿Y sabemos…eh, algo más…sobre el in-incidente?>>-terció Riolu articulando como pudo las palabras.
<<Una cosa más. En ambos intentos, los Pokémon Oscuros que se crearon fueron rescatados mediante un PokéCepo>>-añadió Absol con satisfacción.
La revelación dejó extrañados a todos excepto a Leonor, que asintió sabiendo lo que el Pokémon quería decir.
-¿Un PokéCepo?-repitió James, confuso-¿Qué es eso?
-Es un cacharro que sirve para arrebatar Pokémon-explicó Leonor-. Lo usaba el Equipo Cepo para robar Pokémon a los entrenadores en combate. Era el equipo más temido de la región del Aura hasta que llegó Cífer. Y era por el PokéCepo.
-Esa historia me suena-repuso Sapphire de pronto-. En Sairutsa se dijo que un chico de unos diecisiete años que era del Equipo Cepo destruyó el PokéCepo grande y robó uno pequeño, que fue el azote de Cífer y sus Pokémon Oscuros. Ah, y destruyó la base del Equipo Cepo con el PokéCepo grande dentro.
-¿Qué sugieres, Absol? ¿Que nos hagamos con un PokéCepo?-especuló Jessie con una expresión extasiada que hizo evidente que la joven miembro del Team Rocket estaba pensando usar aquel artefacto para hacerse con Pokémon para su organización.
<<Por desgracia no es algo que se fabrique. Es un objeto muy peligroso en las manos equivocadas>>-Absol puso un énfasis especial en la palabra “equivocadas”. Meowth frunció el ceño, fingiendo estar ofendido:
-¿Es que crees que Jessie, James y yo somos las “manos equivocadas”?-acusó en broma.
<<Si te das por aludido por algo será>>
Cayendo en la cuenta, Meowth enrojeció y fulminó al Pokémon Siniestro con la mirada. Aprovechando el momentáneo silencio, James intervino:
-Entonces la causa de la derrota de Cífer es el PokéCepo. Pero, si no conseguimos un PokéCepo, no podemos vencer a Cífer. ¿Es eso?
-No creo-opinó Sapphire, que era quien mejor había entendido las palabras de Absol-. Creo que Absol quiere decir que puede haber otro modo de purificar a los Pokémon Oscuros de Cífer, que al fin y al cabo supondría el fin de la organización.
<<Exactamente>>
-No sé si en Ciudad Corazón habrá documentos de esos, y menos aún si nos dejarán verlos. Pero probar no cuesta nada, ¿no?-dijo Leonor, ajustándose las gafas como hacía siempre que se disponía a entrar en acción. Jessie fue la primera en asentir, emocionada:
-¡Sí! ¡Ciudad Corazón es el destino de toda mujer que se precie! ¡Y yo no voy a ser menos! ¡El 2007 es mi año!
-Creía que el año de las cabras fue el año 2005.-le susurró Meowth a Riolu entre risas; el pequeño Pokémon, una vez entendió lo que el Pokémon parlante le había dicho, también se echó a reír. Los siete compañeros se pusieron en ese mismo momento en camino a la capital de Sinnoh; cuando pasó por su lado, James le dijo a Leonor en voz baja:
-Te advierto que Jess en una capital de semejante calibre como Corazón es algo así como un tanque arrasador de tiendas. Ya que has sido tú quien le ha azuzado, al menos deberías decirle a Absol que no le quite ojo.
-No será tanto problema; tú estate tranquilo y déjame a mí. Soy una experta en arrastrar a la gente cuando se para en los escaparates. ¡Ya tengo experiencia!

Ciudad Corazón era una metrópolis colosal, plagada de entretenimientos. Los edificios eran altos y de estilo entre moderno y antiguo, una combinación que lejos de desentonar, daba un aire sofisticado a la ciudad. La cúpula de cristal y acero del Auditorio de la capital de Sinnoh era visible hasta casi tres kilómetros de distancia, y los árboles y las puntas de las ruinas de la Plaza Amistad resultaban un idóneo reclamo para los turistas que visitaban Corazón. Y el templo dedicado a las deidades creadoras de Sinnoh, hecho de piedra pulida, parecía dominar toda la ciudad. Las calles estaban limpias y eran de la anchura perfecta de manera que peatones y conductores tenían su espacio necesario para circular por ellas.
Había ambiente en Ciudad Corazón aquella mañana; pequeños puestos de vendedores ambulantes, banderas…Debía de haber alguna fiesta, pero en aquel momento ninguno de ellos parecía saber qué ocurría en la metrópolis.
-No tengo ni idea de lo que celebran, ¡pero desde luego tenemos diversión para rato!-exclamó Jessie, emocionada. Cerca de ellos, un vendedor proclamó:
-¡Pañuelos de Seda a diez cristales, señoras y señores; no pierdan la oportunidad de hacer a su Pokémon de tipo Normal más fuerte con estos objetos!
Jessie ya se dirigía hacia el puesto del vendedor cuando Meowth le tiró de la melena con contundencia para retenerla:
-¡Eh, tú, ven p’acá! ¡No huyas!
-¡Aaay! ¡¡Meowth, ni se te ocurra tocar mi melena!! ¿¡Entendido!?
-¡Pues no nos hagas perder la poca saca que tenemos!
-¿¡Y eso te da derecho a tironearme de mi precioso pelo!?
-Ya vale-les cortó James con cierto fastidio, como Absol solía hacer-. No es momento de perder el tiempo y llamar la atención. Si alguien de la policía nos ve…
<<…saldrá corriendo tras luchar con nosotros>>-completó Absol rotundamente-<<Antes de que os atrapen, pasarán por encima de nuestro cadáver. O por lo menos, del mío>>
Leonor y Sapphire asintieron con una sonrisa (Sapphire con su media sonrisa) y Riolu se encogió de hombros mostrando estar de acuerdo. Jessie, James y Meowth se miraron entre ellos, sorprendidos y agradecidos ante las muestras de amistad de sus compañeros. Los tres jóvenes miembros del Team Rocket ya estaban empezando a aceptar a Leonor y a Absol como amigos más que como compañeros de viaje, que era lo que aún eran Sapphire y Riolu. Así que no es tan raro que no acabaran de creerse lo que sus colegas les habían expresado.
Antes de que pudieran decir nada más, Riolu bajó la mirada y vio un papel en el suelo; era una especie de propaganda. El pequeño Pokémon la cogió y leyó como pudo en “voz” alta:
<<Fies…tas…a…nu…a…les…en…ho…nor…d-de…>>-Meowth perdió la paciencia y le quitó de las “manos” el papel a Riolu:
-Trae eso p’acá. Dice que… “Fiestas anuales en honor de los dos Pokémon que crearon Sinnoh, ¡ven y únete a la celebración! Tenderetes, procesión con las dos estatuas, torneo Pokémon…” ¡Vaya, suena bien!
-Meowth…-suspiró Sapphire con un deje de exasperación en su voz normalmente impasible.
-¿Qué?
-Que nuestra misión es buscar información sobre el “incidente Oscuro”, no divertirnos en una fiesta que no nos concierne.
-Si será aguafiestas…-rezongó Jessie por lo bajo.
-Espera…-intervino Leonor; la expresión de su rostro indicaba que se le había ocurrido algo.
<<¿Sucede algo?>>-le preguntó Absol con curiosidad. Leonor asintió, sonriendo con cierta alegría:
-Si nos ganamos el favor de los habitantes de Ciudad Corazón combatiendo…quizá nos cuenten más de lo que nos contarían si no. Por respeto, ya sabéis.
-Pero el torneo dura mucho, y no podemos permitirnos el lujo de que alguien reconozca nuestro uniforme del Team Rocket.-objetó James, no sin razón.
-No hay problema-terció Sapphire, quien parecía estar de acuerdo con la propuesta de Leonor-. Leonor y yo nos apuntaremos en la categoría de combate libre, que es más respetada y más rápida, y ganamos el combate. Nos llevamos el premio y obtenemos información. Y todo sin levantar sospechas acerca de vosotros.
El nuevo plan agradó a los siete compañeros, pues ya no tenían por qué correr riesgos.
Tanto Leonor como Absol como Sapphire sabían que estaban también perseguidos por la ley sólo por viajar junto a Jessie, James y Meowth. Pero no estaban dispuestos a renunciar a la amistad de los tres; ya sabían también que en realidad tenían un gran corazón.
-¡Entonces vamos a la zona de torneos cuanto antes!-les apremió Jessie, impaciente por ver un combate Pokémon en directo, pues hacía ya bastante (tres días) que no participaba en uno, exceptuando su enfrentamiento con Seba en el que la Sombra Oscura había derrotado a su Dustox con un simple Lanzallamas de su Charizard espejismo.

-¡Y el Rayo Hielo de Gorebyss ha creado una enorme pista de hielo en el campo de batalla, señores! ¡Como era de esperar, Sableye ha resbalado cuando se disponía a usar su ataque Cuchillada! ¿Cómo saldrá el Pokémon de Mauro de esta situación?
La voz del comentarista que comentaba los combates individuales del torneo resonaba en todas las instalaciones del estadio de las afueras de Ciudad Corazón. El griterío de los espectadores, que ya tenía un volumen considerable, no conseguía acallar la voz ampliada mediante megafonía del comentarista. En la sala de inscripciones, había diversos televisores que reproducían lo que ocurría en las diferentes arenas del estadio. Leonor y Sapphire estaban en el mostrador de recepción, esperando para que les atendieran para obtener su pase de combate; Jessie y Absol observaban con atención el combate que se desarrollaba en el campo correspondiente a los combates dobles de torneo entre un Weavile y un Steelix contra un Raichu y un Quilava; y James, Meowth y Riolu no quitaban ojo al combate individual del Sableye y el Gorebyss.
-…esa Bola Sombra ha sido fuerte, no cabe duda, Gorebyss está en peligro…
-Bah, bah…Se ve a la legua que ese Sableye está enchufado-comentó Meowth, despectivo-. Esa Gorebyss es mucho más fuerte… ¡y mucho más guapa!
<<Pero…la Bola Sombra…sí ha sido dura. Hay que, eh…reconocerlo>>-replicó Riolu, contento de poder dar su crítica al combate.
-Un ataque fuerte, sí ha sido-repuso James evaluando con cuidado a los dos Pokémon que luchaban-. Riolu tiene razón en eso. Pero la Gorebyss es muy poderosa; Meowth no se equivocaba. Ambos tenéis razón. Y yo opino que, aunque ese Sableye esté bien entrenado, la Gorebyss tiene más experiencia. Vamos, eso creo yo.
-¿Puedo ayudaros?-dijo la voz de la recepcionista del mostrador. Leonor tomó la palabra:
-Sí, quisiéramos entrar en el torneo en la categoría de combates dobles libres.
-Necesito vuestros nombres y los dos Pokémon que usaréis; uno cada una.-les informó la mujer.
-Yo soy Leonor, y mi Pokémon será…eh…Espeon, mismo.
-Y yo me llamo Sapphire. Usaré a Glaceon.
Mientras la recepcionista tecleaba en su ordenador e introducía los datos, se oyó la voz del comentarista por la televisión en el silencio que se formó:
-¡…y Gorebyss no ha caído en la cuenta de que el ataque Psíquico es inefectivo contra un Pokémon Siniestro como Sableye! ¡Y la Garra Umbría de Sableye da en el blanco!
<<Patético>>-se le escapó a Riolu.
Meowth no pudo aguantar la risa. Jessie, que había aplaudido con emoción cuando un Cola Férrea del Steelix golpeó con tanta fuerza al Quilava contrario que éste había arrastrado detrás de sí al Raichu, dijo con aire de entendida:
-Si no conoces bien a tus Pokémon perderás más que ganarás.
<<Tampoco es que tú ganes mucho>>-le recordó Absol con cierta ironía; ella le fulminó con la mirada de sus ojos azul eléctrico.
-¡Eso ha sido un golpe bajo, Absol!
-Ya está-dijo la recepcionista entregando una tarjeta azul a Leonor y otra a Sapphire-. El siguiente combate doble libre será dentro de cinco minutos en la arena número cinco. Accederéis a ella por la puerta marcada con el cinco que hay detrás del mostrador.
-Gracias.-dijo Sapphire solamente. Leonor sonrió con agradecimiento y les dijo a los demás:
-¡Eh, que ya estamos listas! ¡Venid! No querréis quedaros sin sitio, ¿verdad?
-¡Claro que no!-exclamó Meowth, y empezó a cantar-¡Ra, ra, ra, las chicas ganarán! ¡Ra, ra, ra!
<<Por favor, Meowth…desafinas, uh,…un montón>>-se quejó Riolu entre risas.
-¡Va, vamos! ¡Quiero ver un combate de verdad de una vez! ¡Y además, Leo y Sapph participando en él aseguran diversión!-agregó Jessie dando una palmada resuelta.
Los siete compañeros se dirigieron hacia la puerta que la recepcionista les había señalado, y cuando los cristales corredizos les dejaron pasar, se encontraron en una sala parecida a un vestuario, sólo que ésta no servía para ello. Más bien parecía una sala de espera.
-Supongo que por esa puerta se va a las gradas-dijo James haciendo un gesto de cabeza hacia otra puerta, esta vez de manija, ubicada a la izquierda de la habitación-. Deberíamos salir ya.
<<Sí, mejor será>>-corroboró Absol, y les dirigió a Leonor y a Sapphire una media sonrisa de ánimo-<<Que os vaya bien, chicas>>
-Gracias.-respondieron las dos. Jessie, James, Meowth y Riolu, tras desearles suerte también, salieron de la estancia y cerraron la puerta detrás de ellos. Tras un momento de silencio, Leonor se volvió hacia Sapphire:
-Sapphire, ¿puedo preguntarte algo?
-Puedes.-se limitó a responderle la fría chica.
-¿No has notado que desde ayer James está más frío que de costumbre?
Sapphire meditó la cuestión mientras sacaba una Pokéball de un bolsillo de su túnica azul, y finalmente dijo:
-Sí que está más frío. Más callado y más directo. Así somos en mi pueblo. Pero no es el único; yo a Jessie la he visto más impaciente que antes, y a Meowth más bromista. Tengo una teoría, pero me parece muy descabellada.
-¿Crees que la discusión que tuvieron Jessie y James tuvo algo que ver?
-Puede. James ya era más tranquilo que sus compañeros. Pero ahora lo veo más frío que desde que le conozco, que no es mucho. De todas formas sólo puedo conjeturar.
Leonor ladeó la cabeza y se ajustó las gafas; fue a decir algo más, pero entonces la voz del comentarista que estaba afuera sonó por la sala:
-¡Señoras y señores, va a dar comienzo el siguiente combate doble libre que se celebra en estas fiestas tan emblemáticas de Ciudad Corazón! ¡Sin más dilación, presentamos a los dos grupos! En la esquina roja del campo de batalla, ¡Carlos y Adrián, ambos de la ciudad!
Se oyó una lluvia de aplausos mientras los supuestos Carlos y Adrián salían a la arena. Las dos chicas se acercaron a la entrada del túnel que llevaba al campo; Sapphire se mantenía tan serena e impasible como siempre, pero Leonor había palidecido y temblaba de los nervios.
-Y, en la esquina azul, dos entrenadoras visitantes; ¡Leonor y Sapphire!-anunció el comentarista. Ambas respiraron hondo y avanzaron a través del túnel hasta salir a la luz del sol.
El sonido de los aplausos las recibió calurosamente. Leonor y Sapphire pudieron ver a sus compañeros semiocultos en la primera grada, saludándoles y dándoles ánimos. Sapphire se limitaba a obsequiar al público con una media sonrisa, y Leonor, aun intentando parecer tranquila, estaba colorada y le temblaban las piernas.
Carlos y Adrián eran dos chicos de unos quince años. Carlos era de estatura media, tenía el pelo corto y castaño, los ojos marrón claro y vestía una chaqueta, una camiseta amarilla y unos vaqueros. Adrián era alto, tenía el pelo en media melena de color miel, los ojos marrones oscuros y llevaba una camiseta azul fuerte de manga corta y pantalones de chándal.
-¿Listas, chicas?-preguntó cortésmente Carlos.
-Cuando gustéis.-dijo Sapphire sacando su Pokéball, tal y como hizo Leonor (a quien por poco se le cayó al suelo). Los dos chicos también soltaron una Pokéball de sus cinturones.
-¡Muy bien, comenzamos!-exclamó Adrián lanzando una Pokéball-¡Adelante, Aggron!
-¡Te elijo a ti, Froslass!-gritó Carlos a su vez haciendo lo mismo que su compañero.
-¡Vamos, Espeon!-exclamó Leonor también lanzando su Pokéball.
-¡Sal, Glaceon!-dijo Sapphire arrojando al aire su Pokéball.
Las cuatro esferas liberaron a la vez un haz de luz blanca de su interior, y los cuatro Pokémon se materializaron en el campo de batalla. El Aggron de Adrián rugió y movió la cola amenazadoramente; la Froslass de Carlos se posó elegantemente en el suelo y dirigió una misteriosa mirada a sus adversarios; el Espeon de Leonor dejó ondear sus bigotes a la brisa que soplaba sobre el estadio sin apartar la mirada de los contrarios; y el Glaceon de Sapphire no se movió un milímetro cuando salió de su Pokéball, se quedó justo donde estaba haciendo gala de una serenidad aplastante.
-Aquí tenemos la elección de los cuatro entrenadores; ¡Aggron y Froslass a un lado, y Espeon y Glaceon a otro! ¡Así pues, que comience el combate!
El público gritó emocionado, y entre la ovación se pudo escuchar la inconfundible voz de Meowth chillando para hacerse oír: “¡Venga, chicas! ¡Enseñadles quiénes sois y a quiénes representáis!”
-¡Aggron, Cola Férrea contra Glaceon!-ordenó Adrián.
-¡Froslass, Viento Aciago contra Espeon!-exclamó Carlos.
Aggron corrió hacia Glaceon; mientras el enorme Pokémon avanzaba hacia el Pokémon de Hielo, su cola adquirió un brillo más metálico que antes y una consistencia aún más dura. Froslass tomó aire y exhaló por la boca una ráfaga de viento de color violeta que parecía compuesto por espíritus. Los dos ataques eran muy poderosos, muestra de lo bien entrenados que estaban ambos Pokémon.
-¡Glaceon, Viento Hielo contra Froslass!-exclamó Sapphire.
-¡Espeon, Reflejo!-gritó Leonor.
Espeon cerró los ojos con fuerza y la gema roja de su frente relució con una luz rojiza; una pantalla de luz azulada apareció delante suyo y de Glaceon, quien, por su parte, inspiró y expelió por la boca una ráfaga de viento muy similar a la que Froslass había utilizado en el Viento Aciago, sólo que el Viento Hielo arrastraba partículas de hielo y nieve.
-Y el primer lance del combate ha dado comienzo. Aquí hay algo que puede resultarnos muy raro; Glaceon ha utilizado un Viento Hielo contra Froslass, que es un Pokémon tipo Hielo. ¿Por qué Sapphire ha utilizado su ataque de una forma tan poco efectiva?-dijo el comentarista.
Aggron se lanzó hacia Glaceon, que estaba inmerso en mantener el Viento Hielo, y volteó su cola metálica de forma que golpeara al Pokémon de Hielo en la cabeza, pero para su sorpresa, la cola chocó contra una barrera que le había pasado desapercibida; el Reflejo de Espeon.
-¡Y el Cola Férrea de Aggron ha rebotado contra el Reflejo de Espeon, señores!-anunció el comentarista-¡Una buena manera de proteger a Glaceon!
El Viento Hielo de Glaceon se interpuso en el camino del Viento Aciago de Froslass, y ambos ataques chocaron en el aire; ninguna de las dos ráfagas parecía imponerse a la otra, y al final acabaron generando una explosión que tapó la vista de los entrenadores y los Pokémon casi por completo.
-¡Esa era la razón por la que Glaceon usó el Viento Hielo! Un Rayo Hielo u otro ataque especial de mayor potencia hubiera atravesado el Viento Aciago, ¡pero el Viento Hielo, que es igual de poderoso, ha actuado como barrera para frenar el ataque de Froslass y ha protegido a Espeon!-exclamó el comentarista ante la ovación del público. Se pudo oír a Meowth silbar como él sólo sabía hacer.
-Creo que las chicas son más expertas de lo que pensé-dijo Adrián, impresionado-. Pero no nos rendiremos tan fácilmente. ¡Aggron, Tumba Rocas contra Espeon!
-¡Froslass, Sombra Vil contra Glaceon!-ordenó Carlos.
-¡Espeon, esquivar!-exclamó Leonor.
-Glaceon, evítalo y ¡Bola Sombra!-dijo Sapphire.
Aggron rugió y dio un pisotón en el suelo con gran fuerza; unas enormes rocas se alzaron del suelo y rodearon a Espeon, que trató de buscar una vía de escape, pero las piedras estaban tan cercanas entre sí que no había ni una rendija. Y al final, las rocas se juntaron tanto que aprisionaron al Pokémon Psíquico fuertemente, y Espeon emitió un grito de dolor que sonó como un maullido.
Froslass dio una vuelta en el aire y se volvió negra, y se lanzó al suelo, donde se convirtió en una sombra, y salió disparada hacia Glaceon, que había preparado una esfera de color violeta que tenía chispas azuladas a su alrededor. Justo cuando Froslass adquiría de nuevo su consistencia (que no su color), Glaceon retrocedió de un salto, pero el golpe le acertó en una pata. Aun así, el Pokémon de Hielo ni siquiera se quejó, y soltó la Bola Sombra en el momento en el que Froslass recuperaba la normalidad. El ataque tipo Fantasma dio en el blanco y además a corta distancia, y Froslass salió despedida hacia atrás, con bastantes heridas en su cuerpo blanco.
-¡Esto está cada vez más emocionante!-exclamó el comentarista-¡El Tumba Rocas de Aggron ha dado resultado y Espeon está atrapado entre esas rocas; si no sale pronto de ahí va a tener problemas! ¡Pero Glaceon ha podido esquivar casi por completo el Sombra Vil de Froslass y además, su Bola Sombra ha sido muy efectiva!
-¡Espeon, libérate con Psíquico!-gritó Leonor. Los ojos color ciruela de Espeon se volvieron de color cian, y tras un intenso despliegue de luz azul en el que los contornos de las piedras que le aprisionaban se iluminaron con la misma luz, las rocas estallaron en mil pedazos, y Espeon quedó libre, aun con algunas heridas.
-¡Y Espeon ha usado un ataque Psíquico para liberarse!
-¡No importa!-exclamó Adrián, frustrado-¡Aggron, Derribo contra Espeon!
-¡Froslass, Bola Sombra contra Glaceon!-ordenó Carlos.
-¡Espeon, Psicorrayo!-gritó Leonor.
-Glaceon, ¡Hidropulso!-indicó Sapphire.
Aggron echó a correr hacia Espeon con la cabeza gacha, mostrando sus finos pero afilados y grandes cuernos metálicos. Espeon aguardó hasta que el enorme Pokémon tipo Acero y Roca estuvo a una distancia adecuada, y tras un destello rojizo de la gema de su frente, lanzó por ésta un rayo de luz arco iris directo hacia Aggron, quien lo recibió de lleno y lo lanzó hacia atrás. El ataque no había sido tan efectivo dado el tipo Acero de Aggron, pero su debilidad a los ataques especiales había facilitado las cosas.
Por su parte, Froslass creó entre sus pequeñas manos una esfera de sombras igual a la que le había lanzado Glaceon antes, y la soltó con un enérgico movimiento hacia el sereno felino de Hielo, que expelió una esfera de agua hacia Froslass. El Hidropulso atravesó la Bola Sombra como si fuera de mantequilla e impactó de lleno en la cara de la Froslass, y la lanzó hacia atrás en el aire una vez más.
-¡El combate cada vez es más intenso, señores!-anunció el comentarista-¡El Psicorrayo de Espeon ha causado más daños de lo que esperaríamos en un Pokémon tipo Acero como Aggron y además ha bloqueado el Derribo de éste! ¡Y jamás había visto un Hidropulso capaz de destrozar una Bola Sombra con tanta facilidad! ¡Espeon y Glaceon parecen estar entrenados de una manera perfecta!
-¡Además le ha lavado la cara a esa Froslass, que bien que lo necesitaba!-se oyó añadir a Meowth. La voz mental de Absol llegó hasta las mentes de Leonor y Sapphire:
<<Sí, tú desconcéntralas, que es lo que necesitan>>
-Esto no va bien-se quejó Carlos-. ¡Froslass, Canto Helado!
-¡Espeon, Energibola!-gritó Leonor.
-¡Aggron, Defensa Férrea!-ordenó Adrián.
-Glaceon, ¡Poder Oculto!-exclamó Sapphire.
Espeon se concentró, y unos destellos de luz verde hierba fueron acumulándose sobre la gema roja de su frente hasta que formaron otra esfera, esta vez de de color verde, y brillaba como una esmeralda a la luz. El Pokémon Psíquico hizo un gesto brusco con la cabeza y liberó la Energibola contra Aggron, cuya piel metálica se había endurecido aún más y despedía un albor blanco. Pero la Energibola chocó contra él y, tras un momento en el que Aggron abrió al máximo sus ojos azules de sorpresa y dolor, la explosión que produjo el choque lo arrastró unos metros más allá.
Froslass, que estaba empapada por el Hidropulso de Glaceon, emitió un extraño ruido, como una misteriosa canción, y su cuerpo se envolvió en un aura helada. Pero la cosa no salió como Carlos esperaba, porque el agua que cubría el cuerpo de su Pokémon se congeló bajo el enorme descenso de la temperatura que generó el cuerpo de Froslass. Y la Pokémon cayó al suelo hecha un cubito de hielo. Glaceon aprovechó y, tras un fuerte destello rojo, unos cometas ardientes salieron despedidos de su cuerpo y golpearon a la congelada Froslass, que se descongeló y se quemó al mismo tiempo.
-¡Una nueva jugada espectacular!-proclamó el comentarista con emoción-¡Aggron ha usado Defensa Férrea contra un ataque especial como Energibola, lo que le ha costado caro! ¡Y Froslass ha caído víctima de su propio Canto Helado, y el Poder Oculto de Fuego de Glaceon le ha pasado factura! ¡Los Pokémon de Carlos y Adrián ya están muy cansados y lo más probable es que no aguanten mucho más!
En efecto; Aggron respiraba con dificultad y las heridas y rasguños marcaban su durísima piel. Por su parte, Froslass, con diversas quemaduras y heridas, también estaba agotada y apenas podía mantenerse levitando.
-Acabemos ya con esto-repuso Sapphire con decisión-. Glaceon, ¡Bola Sombra contra Froslass!
-¡Espeon, usa tu combinación secreta para finalizar!-gritó Leonor, eufórica-¡Psíquico y Electrocañón contra Aggron!
-¿¡Qué!?-exclamó Adrián, estupefacto-¡Aggron, intenta usar Garra Metal!
-¡Froslass, usa Viento Aciago!-ordenó Carlos con la voz algo temblorosa.
Froslass exhaló de nuevo una ráfaga de viento violeta hacia Glaceon, que, impasible como su entrenadora, creó de nuevo la esfera de sombras con chispas azuladas y la lanzó directa a Froslass. El Viento Aciago contuvo un segundo la Bola Sombra, pero el ataque de Glaceon atravesó con gran facilidad el ataque de Froslass y le golpeó en la cara, arrastrándola en el aire, y cuando la Bola Sombra se deshizo, Froslass cayó al suelo como un avión de papel.
Aggron se lanzó a la desesperada contra Espeon con las garras brillando metálicamente, pero los ojos de Espeon adquirieron de nuevo un color cian, y Aggron se encontró suspendido en el aire, con los contornos marcados con la misma luz que tenían los ojos de Espeon. El enorme Pokémon se sacudió y se agitó furiosamente intentando liberarse mientras rugía, pero no consiguió otra cosa que agotarse más. Espeon, con una media sonrisa triunfante, cargó en su gema una esfera de electricidad de un color entre verde y amarillo y la lanzó contra el inmovilizado Aggron con un maullido. El Electrocañón golpeó de lleno a Aggron y produjo una enorme explosión que cubrió con humo el campo de batalla durante unos segundos. Cuando la humareda se disipó, se pudo ver a Aggron y a Froslass en el suelo, noqueados, y a Espeon y a Glaceon de pie al otro lado de la arena, con algunas heridas pero nada cansados.
-¡Increíble final! ¡La combinación de Bola Sombra y Electrocañón ha sido fantástica y muy eficaz!-anunció un asombrado comentarista-¡Froslass y Aggron no pueden continuar; Leonor y Sapphire ganan el combate doble libre!
El público aplaudió enardecidamente, sorprendidos y admirados ante el gran combate que habían presenciado. Carlos y Adrián, levemente decepcionados, devolvieron a sus Pokémon a sus respectivas Pokéball, pero no tardaron en sonreír a sus dos rivales a modo de felicitación. Leonor y Sapphire también devolvieron a Espeon y a Glaceon a sus Pokéball, y saludaron al público y a Jessie, James, Meowth, Absol y Riolu en especial, que estaban en la primera grada y aplaudían atónitos (excepto Absol, que sonreía con satisfacción) ante la habilidad de sus compañeras; Meowth silbaba con fuerza. Leonor saludaba colorada como un tomate, y Sapphire hizo una reverencia, seria pero orgullosa.
El combate estaba ganado. Y la información también lo estaría, visto el espectáculo.

-¡Ha sido alucinante, chicas!-exclamó Meowth, eufórico-¡El mejor combate que he visto! ¡Mejor que los combates del mocoso!
-Tampoco los del mocoso son muy buenos.-replicó Jessie disparándole una sorprendida mirada al Pokémon parlante. Pero un momento después volvía a felicitar a Leonor y a Sapphire.
-Los premios tampoco han estado mal-comentó James con una sonrisa-. Servirán para el viaje; son objetos raros.
Leonor sostenía un tubo de Máquinas Técnicas en el que había diez de ellas y bastante poderosas. Por su parte, Sapphire llevaba una caja en la que se contaban PokéCubos de todos los sabores y botellas de Proteína, Hierro, Carburante, Calcio y Zinc. Riolu se relamió al olfatear los PokéCubos.
<<Me muero…eh, de ganas…de probar, uh…un PokéCubo>>-dijo en voz baja. Absol miró con curiosidad el tubo de MT de Leonor y preguntó:
<<¿Qué MTs lleva dentro?>>
-A ver…-repuso Leonor abriéndolo y examinando los discos que estaban clasificados en su interior-Pues tiene las MTs Bomba Lodo, Viento Plata, Lanzallamas, Rayo Hielo, Energibola, Pulso Dragón, Rayo Carga, Foco Resplandor, Golpe Aéreo y Salmuera. Caray, sí que son poderosas.
-Lo son. Muy poderosas-corroboró Sapphire asintiendo con aprobación-. Te pediría la MT Rayo Hielo, Leonor, pero me parecería muy descarado por mi parte, siendo un ataque tan fuerte.
-Bah. Al fin y al cabo tengo otros muchos Pokémon y bastantes de ellos saben Rayo Hielo-respondió Leonor, divertida-. Absol, Espeon, Blaziken, Skarmory, Gastrodon, Lucario y Luxray no son mis únicos Pokémon; y Absol sabe usar Rayo Hielo a la perfección.
Absol esbozó una media sonrisa, aceptando el halago de su entrenadora.
Los siete compañeros se encontraban ahora fuera del estadio, pues tras la entrega de los premios habían optado por salir para no llamar la atención. Ahora tenían que maquinar la forma de obtener la información que precisaban acerca de Cífer. Y para ello tenían que encontrar a la agente Mara, la jefa de policía de la ciudad.
El problema fue que ella les encontró primero.
Y no precisamente por ella sola.
-Bien, entonces hay que ir a por el documento ese, ¿no?-preguntó Jessie retóricamente, y Absol asintió-¡Vamos entonces, hay cosas que hacer y no quiero perder tiempo en…!
-Me temo que no vais a ir a ninguna parte.-replicó una voz femenina.
Sobresaltados, todos se volvieron hacia la fuente de la voz. Una mujer joven de pelo verde azulado y ataviada con el uniforme de la Policía Pokémon estaba justo detrás de ellos con un grupo de policías. Al verlos, tanto Jessie como James y como Meowth palidecieron bruscamente, y Leonor, Absol y Sapphire se adelantaron un paso, desafiantes.
<<¿Por qué no, agente Mara?>>-inquirió Absol con un tono amenazante en su voz mental que hizo que la jefa de policía se echara hacia atrás, intimidada. No obstante, se repuso y dijo con firmeza:
-Estáis detenidos por pertenecer a la organización criminal extranjera llamada Team Rocket.
-¡El Team Rocket no actúa en Sinnoh, agente Mara!-protestó Leonor en un intento de ayudar a Jessie, James y Meowth, que no sabían muy bien si luchar por su libertad o salir huyendo-¡Usted ni siquiera habrá oído hablar de él!
-Yo no-concedió la agente Mara-. Pero nuestra informadora sí, y afirma que conoce muy bien a los dos jóvenes del traje blanco. Y me fío de ella porque es una de las líderes de Gimnasio de la región de Kanto.
-¿Qué? ¿Quién?-quiso saber una recelosa Sapphire.
Los policías se apartaron y dejaron pasar a una chica de unos catorce o quince años pelirroja y con una coleta en un lado de la cabeza que llevaba una mochila roja en bandolera, una camiseta sin mangas beige abrochada en el cuello, unos pantalones cortos del mismo color y deportivas rojas. La chica sonreía con suficiencia; Jessie, James y Meowth dejaron escapar un grito ahogado al reconocerla, y Leonor parpadeó, pero no de sorpresa. Más bien con cierto desprecio.
-¡Misty!-exclamó la chica con los ojos pardos brillándole de furia tras las gafas.
-¿Me conoces acaso? Algo extraño para alguien que va junto a los tres ladrones más patéticos que he conocido.-se burló Misty; tenía una voz como de niña de familia rica. Al escuchar el último comentario, Jessie gruñó y se encaró a ella:
-¿Es que acaso no tuviste bastante con acompañar al mocoso y ayudarle en las asistencias de despegue que nos brindaba para que ahora nos hagas esto, mocosa? ¡De momento no hemos hecho nada de importancia en Sinnoh para que nos detengan con tanta antelación! ¡Que el Team Rocket no es de esta región! ¿¡Te enteras!?
-Eso, tú dales más datos, Jess, que así nos van a soltar seguro.-repuso James irónicamente. Meowth fulminó con la mirada a su amiga y les espetó a los policías y a Misty:
-¿Qué motivos tenéis para arrestarnos, si aquí en Sinnoh no se nos conoce? ¡Si en Kanto no debe haber ya carteles con nuestro nombre, aquí ya ni te digo!
-El simple hecho de pertenecer a una organización criminal es motivo de arresto-arguyó la agente Mara, aunque parecía incómoda-. De todas formas no podemos desatender al mandato de la líder Misty.
-Ah-dijo Sapphire alzando una ceja-, así que si un líder de Gimnasio manda un arresto contra alguien inocente, hay que obedecer aunque sea una injusticia, ¿no?
-¿Alegas que esos tres son inocentes después de todas las tentativas de robo de Pokémon que han cometido?-le soltó Misty con enfado.
-No. Sé con quiénes me he juntado. Mi destino ahora está ligado a ellos. Pero aquí en Ciudad Corazón no han hecho nada ni harían. Tenemos otras cosas en mente.
-¿Y cómo nos descubriste, mocosa?-inquirió Jessie, furiosa. Misty rió con evidente satisfacción:
-Os vi en las gradas del torneo; si no llevaras el pelo de forma tan extravagante me habríais pasado desapercibidos. Y qué sorpresa cuando os descubrí junto a las ganadoras del combate, ¡menudo notición! Así que alerté a la agente Mara y pude tomarme mi pequeña venganza.
-¿Venganza?-preguntó James, desconcertado; no obstante, la actitud fría y distante que adoptaba con la gente desconocida (o ajena) era palpable en el ambiente.
-Si no fuera por vosotros yo estaría ahora viajando junto a Ash-Misty pronunció el nombre con una extraña admiración-. La culpa es vuestra.
-¿¡Cómooooo!?-alucinó Meowth-¡Oye, mocosa, no nos añadas más cargos de los que ya tenemos!
<<Así que resulta que todo esto es un asunto personal>>-dijo Absol, indignado-<<Sencillamente repugnante. Acusas de una causa injustificada a tres personas que no han hecho ningún mal en Corazón>>
-Eso es lo de menos. Más mal le hicieron a Ash durante dos años y medio. Con eso me basta.
-¿Mal?-Leonor dejó escapar una carcajada irónica-El moc…esto, Ash, no fue nunca perjudicado por Jessie, James y Meowth. Quizá fastidiado, pero son males menores. Veo que os ha sido muy fácil olvidaros a todos que sin su ayuda jamás habríais podido solucionar el asunto de Isla Shamuti. Ellos idearon un método más rápido y más efectivo que el de Ash para desplazarse por el hielo. Ellos fueron quienes llevaron a Ash a la Isla del Hielo. Ellos hicieron que consiguiera la Esfera del Hielo de Articuno. ¡Ellos fueron quienes se soltaron de la pata de Lugia arriesgando su vida al ver que le estaban frenando e impedirían que llegara al templo y salvara Celesta! ¿¡Acaso tu adorado Ash habría sido capaz de hacer todo lo que Jessie, James y Meowth hicieron!?-concluyó con una inusitada ferocidad.
Misty titubeó, pero los tres jóvenes miembros del Team Rocket se habían quedado perplejos ante lo que su compañera había dicho acerca de su más heroica hazaña.
-¿Cómo sabes eso, Leo?-preguntó Jessie, atónita-¡Nunca te lo hemos contado!
-Lo sé. No me preguntes cómo porque no te responderé.
-¡Bah! Una acción desesperada. Nada comparado a lo que hizo Ash. Ya es suficiente; han confesado ser miembros del Team Rocket. ¡Arrestadlos!-exigió Misty con una desagradable expresión de triunfo en su rostro.
-No estoy del todo convencida de que sean realmente criminales, pero no tengo otra opción.-suspiró la agente Mara avanzando hacia los siete compañeros, que retrocedieron buscando una vía de escape.
<<¿Q-qué…hacemos?>>-preguntó Riolu, que había asistido a la escena en silencio.
-Sólo se me ocurre una cosa-murmuró Meowth, y gritó-. ¡¡Esfumémonos!!
Aquella palabra bastó para que todo el grupo echara a correr como alma que lleva el diablo y se alejara lo suficiente de los policías, a los que habían cogido desprevenidos.
-¡Maldita sea! ¡Que no escapen!-chilló Misty, furiosa. La agente Mara hizo una seña a sus hombres y salieron en persecución de los siete fugitivos.
Nuestro grupo tenía problemas; Absol iba en cabeza con Meowth sobre su lomo, pues el Pokémon parlante había optado por subirse a él porque no corría lo suficiente. Jessie iba a la par que Sapphire. La chica de pelo blanco-azulado corría tanto por el nuevo alma que se había unido a la suya mediante el Icosaedro del Hielo, un alma de Suicune espejismo. James iba detrás de ellas con Riolu a su lado; para su escaso tamaño, el pequeño Pokémon corría que se las pelaba. La última era Leonor, pues era evidente que no estaba habituada a correr de aquella forma, y respiraba con dificultad. Los policías estaban aún atrás, pero eran rápidos y si se detenían un momento era probable que los cogiesen. Así que al ver que Leonor las estaba pasando canutas para mantenerse a su ritmo, James optó por hacer algo:
-¡Absol!-llamó-¡Ven, échale una mano a Leonor!
Absol retrocedió hasta ellos con Meowth sobre su lomo y se agachó un poco para que su exhausta entrenadora montara sobre él. A pesar del detalle del Pokémon Siniestro, James, Meowth (desde el lomo de Absol) y Riolu tuvieron que ayudar un poco a Leonor a subirse sobre su Pokémon. Una vez solucionado el asunto, reanudaron la carrera; los policías habían acortado la distancia y Jessie y Sapphire habían seguido sin ellos. Por suerte, pudieron alcanzarlas dos minutos después, y tomaron un camino que iba hacia el sur. No les importaba hacia dónde iban; el cumplimiento de su misión dependía en aquel momento de si lograban escapar de la justicia.
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¡Espero que os haya gustado ^^! El título del siguiente es Un jardín de conocimientos

Bueno, ojalá que la canción no os haya disgustado x) Y bueno, cuando acabe el otro lo pongo, obviamente xDDDD

¡Espero opiniones ^^!
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And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
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{-Dialga-}
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor {-Dialga-} »

Ya estoy aquí de nuevo xD Y por tanto me toca opinar,así que vamos allá.

Creo que esta vez sí que ha estado muy bien el combate,Meowth O_O Buena descripción,buenos efectos...Aun así creo que Espeon y Glaceon ganaron deprisa aunque se llevaron un poco de daño xD Pero personalmente me gustó mucho.
Dejando a un lado el combate,quiero destacar cierta parte que hizo que me empezara a partir de risa xDDD

-No sé si en Ciudad Corazón habrá documentos de esos, y menos aún si nos dejarán verlos. Pero probar no cuesta nada, ¿no?-dijo Leonor, ajustándose las gafas como hacía siempre que se disponía a entrar en acción. Jessie fue la primera en asentir, emocionada:
-¡Sí! ¡Ciudad Corazón es el destino de toda mujer que se precie! ¡Y yo no voy a ser menos! ¡El 2007 es mi año!
-Creía que el año de las cabras fue el año 2005.-le susurró Meowth a Riolu entre risas; el pequeño Pokémon, una vez entendió lo que el Pokémon parlante le había dicho, también se echó a reír.

xDDDDDDDDDDDDD Dios,hacía muuucho que no me reía yo así xDDDDD
También me encanta cómo modificas las frases que en España se usan con animales,como buscarle tres pies al gato (buscarle tres pies al Glameow xDDDDDD),estar papando moscas (estar papando Ninjask xDDDD) o la de a todo cerdo le llega su sanmartín (a todo Grumpig le llega su sanmartín xDDDDD) Me parto cuando las leo xDDDD
Otra cosa que me hizo mucha gracia es...xDDDD Usas muchas expresiones típicas de Jessie,James y Meowth respectivamente.Cómo no,el famoso ¡Qué penita! de Meowth,alguna otra de Jessie (mi Jessie varía mucho ^\\\^) y...ésta me encanta...el ¿De verdad? de James lo oyes en la serie y te partes de la risa.Meowth,tienes razón;¡a Iván Jara le sale brutal xDDDDDD! Me lo imagino y no veas qué risa xD
Esto también me hizo reír xD

-¡…y Gorebyss no ha caído en la cuenta de que el ataque Psíquico es inefectivo contra un Pokémon Siniestro como Sableye! ¡Y la Garra Umbría de Sableye da en el blanco!
<<Patético>>-se le escapó a Riolu.

Riolu se parece más a Meowth de lo que creía xDDD Y ésto también me gusta mucho xDDD
Jessie, que había aplaudido con emoción cuando un Cola Férrea del Steelix golpeó con tanta fuerza al Quilava contrario que éste había arrastrado detrás de sí al Raichu, dijo con aire de entendida:
-Si no conoces bien a tus Pokémon perderás más que ganarás.
<<Tampoco es que tú ganes mucho>>-le recordó Absol con cierta ironía; ella le fulminó con la mirada de sus ojos azul eléctrico.
-¡Eso ha sido un golpe bajo, Absol!
-Ya está-dijo la recepcionista entregando una tarjeta azul a Leonor y otra a Sapphire-. El siguiente combate doble libre será dentro de cinco minutos en la arena número cinco. Accederéis a ella por la puerta marcada con el cinco que hay detrás del mostrador.
-Gracias.-dijo Sapphire solamente. Leonor sonrió con agradecimiento y les dijo a los demás:
-¡Eh, que ya estamos listas! ¡Venid! No querréis quedaros sin sitio, ¿verdad?
-¡Claro que no!-exclamó Meowth, y empezó a cantar-¡Ra, ra, ra, las chicas ganarán! ¡Ra, ra, ra!
<<Por favor, Meowth…desafinas, uh,…un montón>>-se quejó Riolu entre risas.

xD xD xD xD (No comment xDDD)
-¡El combate cada vez es más intenso, señores!-anunció el comentarista-¡El Psicorrayo de Espeon ha causado más daños de lo que esperaríamos en un Pokémon tipo Acero como Aggron y además ha bloqueado el Derribo de éste! ¡Y jamás había visto un Hidropulso capaz de destrozar una Bola Sombra con tanta facilidad! ¡Espeon y Glaceon parecen estar entrenados de una manera perfecta!
-¡Además le ha lavado la cara a esa Froslass, que bien que lo necesitaba!-se oyó añadir a Meowth. La voz mental de Absol llegó hasta las mentes de Leonor y Sapphire:
<<Sí, tú desconcéntralas, que es lo que necesitan>>

Y eso...bestial xDDDDDD
Por cierto que has dejado a Misty más planchada que un papel cebolla xDDD A mí tampoco me cae muy bien que digamos,pero creo que...te has desahogado a gusto,Meowth xDDDDD
Y respecto a la canción...pues...me hizo llorar T_T Para qué voy a mentir xD Soy demasiado sentimental.
Es que me recuerda tanto al capítulo anterior,a la parte que cita XD'S sTyLeZ...*Sniiifff*
Pues ya sabes,¡sigue así,como siempre ^^!
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Bueno, tengo que decir que tardaré más de lo previsto en acabar el capítulo 36...Así que sólo escribo esto para que tengáis paciencia ^^
Mis disculpas x)
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Estoy de vuelta durante un par de diítas xD Y en el tiempo que he estado fuera he escrito ya los capítulos que me faltaban x) Así que aquí traigo el capítulo 36 por fin ^^ ¡Ahí voy!

Cap.36: Un jardín de conocimientos

A pesar del cansancio y de la presión a la que se hallaban sometidos, Jessie, James, Meowth, Leonor, Absol, Sapphire y Riolu no dejaron de correr en ningún momento (cabe destacar que Meowth y Leonor estaban sobre el lomo de Absol), ya que sabían perfectamente que si se detenían aunque fuera sólo un segundo, tendrían a la agente Mara y a su patrulla de policías casi encima. Así que no pararon y huyeron de Ciudad Corazón hacia el sur, buscando desesperadamente una vía de escape y esquinazo para los agentes.
De pronto, Riolu tropezó con una piedra y cayó al suelo con un grito de terror; Jessie, James, Absol y Sapphire se detuvieron en seco para intentar socorrerle, pero súbitamente se abalanzó sobre ellos un Arcanine, el Arcanine de la agente Mara, que trató de utilizar su ataque Colmillo Ígneo contra Absol, que retrocedió de un salto esquivando el envite del Arcanine, aunque Meowth y Leonor por poco perdieron el equilibrio.
-¡Ahí están! ¡Atrápalos, Arcanine!-se oyó gritar a la agente Mara desde unos quinientos metros de distancia. Por lo visto, su Arcanine había sido más rápido y había adelantado a su entrenadora.
El Arcanine inspiró hondo y exhaló un potente chorro de llamas hacia Absol, que calculó el momento apropiado para hacerse a un lado; el ataque Lanzallamas del Pokémon tipo Fuego le pasó rozando, pero ni siquiera le dañó. Claro que la impresión que se llevó Meowth fue de categoría, cómo no.
Sin previo aviso, tres Growlithe saltaron sobre Absol, quien, pillado por sorpresa, tardó en reaccionar dos segundos más de lo previsto en el ágil Pokémon Siniestro, dos segundos que le costaron recibir tres ataques Ascuas a la vez, que le empujaron unos metros más allá, casi desequilibrando a Meowth y a Leonor.
-¡Cómo os atrevéis!-gritó Jessie llevándose una mano a uno de sus ocultos bolsillos-¡Seviper, adelante!
La Pokéball de Jessie se abrió en el aire, liberando un haz de luz blanca que tomó la forma de su osado Seviper, quien agitó amenazadoramente su cola, afilada como una espada, y siseó a modo de advertencia. James también hizo ademán de imitar a su amiga, pero Sapphire lo retuvo:
-Espera, James. Recuerda que tanto Cacnea como Carnivine son de tipo Planta, y Arcanine y Growlithe son Pokémon de tipo Fuego-le recordó con calma-y por tanto estarían en desventaja. Mejor pon a salvo a Riolu, que está en medio de la refriega; yo me encargo de ayudar a Jessie y a Absol.
James no dijo nada, pero asintió aceptando el razonamiento de Sapphire. Aguardó al momento justo (cuando Seviper se zafó de dos de los Growlithe lanzándolos lejos) para correr hasta donde estaba Riolu, pero de pronto vio que el Arcanine les arrojaba desde lejos una enorme llama en forma de estrella; un poderoso ataque Llamarada. Sabiendo muy bien que se la estaba jugando pero sin desistir, el joven cogió a Riolu a toda velocidad pero sin quitarle el ojo de encima a la Llamarada que se acercaba inexorablemente hacia ellos. Gracias a aquel cálculo, James pudo saltar evitando el ataque de fuego, que generó una explosión justo detrás de él (y de Riolu por extensión), aunque el aterrizaje fue un pelín forzoso, porque al tocar tierra le flaqueó el pie izquierdo (que debía de haberse lastimado en aquel precipitado descenso del roble la noche anterior) y cayó al suelo de bruces, pero sin soltar a Riolu en ningún momento.
-¿Estás bien, Riolu?-le preguntó James al pequeño Pokémon, que temblaba de miedo. Aun así, respondió:
<<S…sí, estoy más…o menos bien. Pero me…hice daño, eh…en una pata…>>-alzó sus ojos rojos hacia James y sonrió-<<Gracias por ayudarme, James>>
-No hay de qué.
-¡James, Riolu! ¡Apartaos de ahí!-gritó Leonor de improviso; Riolu se soltó de James y evadió con una voltereta hacia atrás muy impresionante el ataque Ascuas que le había lanzado un Growlithe. James le siguió pero corriendo (a pesar de la leve cojera de su pie), pues sabía que lo de saltar no era precisamente lo suyo, al contrario que Riolu. Al menos esquivó el ataque Giro Fuego de otro de los tres Growlithe, aunque por los pelos.
-¡Spheal, Pistola Agua!-exclamó Sapphire, serena pero decidida. Había sacado a uno de sus Pokémon a combatir, el cual había resultado ser un Spheal. Pero aun siendo una preevolución, el Spheal parecía fuerte y bien entrenado. Y así era, porque el chorro de agua que expelió y que impactó de lleno en un Growlithe lo derrotó ipso facto.
-¡Seviper, Cola Venenosa!-ordenó Jessie; Seviper golpeó a los atónitos Growlithe que quedaban con su cola envuelta en la lila y venenosa luz que caracterizaba a su ataque. El golpe fue fuerte, para qué negarlo, y los dos Pokémon quedaron fuera de combate. Hubo un instante de alivio, roto al segundo siguiente por el rugido que soltó el Arcanine de la agente Mara, que seguía en pie y casi completamente ileso. Seviper respondió con un siseo airado, pero no consiguió intimidarle; más bien fue el Arcanine quien acobardaba a Seviper, cosa que inquietó bastante a Jessie.
-Vaya, ¡no puede ser! ¡Dudo que Seviper pueda hacerle frente a ese bicho!
Seviper se giró bruscamente hacia su entrenadora con un siseo ofendido y sus ojos encarnados reluciendo de indignación. Aun atemorizado por la proximidad de los policías, Meowth encontró tiempo para traducir lo que Seviper había dicho:
-¡Dice que un Pokémon peludo y rayado no va a impedirle soltarle un buen tortazo por muchos rugidos que dé y por mucho fuego que escupa!
<<Que no se lo crea tanto>>-replicó Absol irguiéndose amenazadoramente y manteniendo su mirada fija en el Arcanine-<<Antes me dejé golpear estúpidamente, pero no volverá a ocurrir. Ahora veremos qué hace ese Arcanine ante las técnicas que me enseñó Leonor>>
Leonor enrojeció al oír el indirecto halago de su Pokémon, pero no tuvo ocasión de decir nada. Absol saltó unos tres metros y medio en el aire y abrió la boca mostrando unos afilados dientes, y comenzó a cargar energía pura en ella. Pareció que se detenía el tiempo, puesto que todos se quedaron asombrados al ver la preparación de uno de los ataques más poderosos que existían. El Hiperrayo que disparó Absol se dirigió directamente hacia el Arcanine, que intentó esquivarlo en el último momento. No lo logró; el Hiperrayo impactó de lleno en su cuerpo y produjo una explosión que levantó una densa polvareda. Unos segundos después, cuando se disipó el polvo, pudieron ver al Arcanine noqueado y a Absol exhausto pero en pie, con Meowth y Leonor sobre su lomo intentando no caerse del tembloroso Pokémon Siniestro.
En ese momento llegaron hasta donde estaban ellos la agente Mara y los policías, que se quedaron petrificados al ver a los tres Growlithe y al Arcanine derrotados sobre la hierba. Tras un segundo de vacilación, los siete compañeros echaron a correr aprovechando la estupefacción de sus perseguidores, alejándose considerablemente de ellos en tres segundos. Al verles huir, la agente Mara reaccionó:
-¡Que se escapan! ¡Tras ellos, rápido!
Momentos después, Jessie, James, Meowth, Leonor, Absol, Sapphire y Riolu ya tenían de nuevo a toda la marabunta en pos suyo, no quedándoles más remedio que acelerar más a pesar del cansancio. No obstante, en los ojos rojos de Absol brillaba una chispa maliciosa que disimulaba su agotamiento radicante en el Hiperrayo lanzado.
-¡Deteneos!-ordenó la agente Mara. Meowth soltó una exclamación incrédula:
-¿En serio cree que sólo porque nos lo ha dicho nos vamos a parar? ¡Y un cuerno!
De pronto, Absol se giró hacia los policías y dijo:
<<Seguid avanzando. Yo tengo algo que hacer>>
-¿Nos estás sugiriendo que te dejemos tirado?-protestó James entre incrédulo y reacio a acatar la “orden” de Absol.
<<Os alcanzaré (con Meowth y Leonor, obviamente) dentro de poco. ¡Pero hacedme caso y continuad!>>
Por suerte, cuando Sapphire, que llevaba a Spheal en brazos, asintió y siguió su camino, los demás la imitaron un poco a regañadientes.
-¡A ver en qué locura nos metes!-gritó Meowth al ver que los agentes se aproximaban a ellos.
-Cállate.-le espetó Leonor dándole una colleja que sobresaltó tanto al Pokémon parlante que por poco se cayó del lomo de Absol.
<<Esto es lo que yo pretendía hacer>>-repuso el Pokémon Siniestro, y lanzó un potente Rayo Hielo hacia los policías, que retrocedieron sorprendidos y asustados. Pero el ataque de Absol no iba dirigido a ellos, sino que dio en el suelo, justo delante de la agente Mara, generando una pared de hielo que fue cubriendo todo el sendero, impidiendo el paso de los policías, que se habían quedado de piedra una vez más.
-¡Caray!-exclamó Meowth cuando los agentes de la Policía Pokémon quedaron atrapados en un círculo de hielo de paredes de casi cuatro metros de altura. Pero el esfuerzo había mermado más aún las fuerzas de Absol, que se mantenía en pie sólo porque se estaba dedicando a ello plenamente. De no ser por eso, habría caído exhausto al suelo.
-Absol, no estás en condiciones de correr-dijo Leonor, preocupada ante el estado de su Pokémon y amigo-. Deberías volver un ratito a tu Ultraball.
<<Ni hablar>>-se rebeló Absol-<<Antes que meterme en esa lata de sardinas voy a pata aunque me cueste la vida>>
Y antes de que Leonor pudiese replicar, el Pokémon Siniestro echó a correr en la dirección que habían tomado los demás, que ya se habían perdido de vista y todo.

Absol alcanzó a Jessie, James, Sapphire y Riolu quince minutos después, y sólo porque se habían detenido a descansar; por lo visto habían caído rendidos. Meowth había señalado mientras escapaban que por allí el bosque parecía muy bien cuidado, el césped estaba muy bien recortado, el agua de las lagunas era cristalina e impecable… Además, desde hacía unos diez minutos, a un lado del sendero no habían visto más que una alta muralla de piedra que les tapaba la vista por completo de lo que había detrás. Pero como justo en ese momento llegaron hasta donde estaban sus compañeros, no tuvieron tiempo de conjeturar nada.
-¡Menos mal!-dijo Jessie al verles, aliviada-¿Qué ha pasado, que habéis tardado tanto?
-¡Absol retuvo a la bofia con un ataque Rayo Hielo y escapamos! Pero como el Hiperrayo que lanzó fue tan fortísimo, tardamos más de lo previsto porque le costaba correr y tal.-explicó Meowth mientras bajaba de un salto del lomo de Absol. Leonor llevó más cuidado en eso que el Pokémon parlante, porque la efusividad de Meowth por poco logró hacer caer al suelo al Pokémon Siniestro.
<<¡Vaya!>>-exclamó Riolu, admirado; de pronto emitió un gemido de dolor-<<Ah…ten un…poco más, eh…de cuidado, James…por favor>>
James estaba examinando la pata lastimada de Riolu, y por lo visto había apretado demasiado fuerte en el punto que le dolía mientras buscaba la posible contractura.
-Lo siento, Riolu…Debo decir que yo de sanación y cosas de esas tengo muy poca experiencia, así que no quiero arriesgarme a empeorar lo que pueda haberte pasado por una imprudencia.-repuso James apartándose un poco de Riolu y poniéndose los guantes de nuevo, pues se los había quitado para poder sondear mejor la pata del pequeño Pokémon.
Sapphire rebuscó en uno de los bolsillos de su túnica azul celeste y tras unos segundos sacó un rollo de papel que desplegó con cuidado. Tras echarle una rápida ojeada, la gélida chica dijo:
-Si volvemos a Ciudad Corazón, es muy probable que nos encontremos a toda la Policía Pokémon buscándonos sin descanso. Y el Centro Pokémon de Corazón es el Centro Pokémon más cercano de todos, porque por la zona en la que estamos no hay ninguno.
-¿¡Qué!? ¿¡Bromeas!?-exclamó Jessie, temiendo otro obstáculo más-¡Entonces a ver dónde pueden atender a Riolu, porque me niego a quedarme aquí ociosa ni un minuto más!
-Es decir que el estado de Riolu te importa un rábano, ¿no?-musitó James irónicamente; aunque lo había dicho sin intención de que Jessie le oyera, lo cierto es que le oyó.
-¡No me importa un rábano, James! ¡Estoy diciendo que quiero que atiendan a Riolu para que, aparte de que él esté bien, que no nos quedemos aquí como pasmarotes!
<<¿Cuál es el pueblo más cercano, Sapphire?>>-intervino Absol con esfuerzo, pero lo disimuló muy bien. Sapphire miró de nuevo el mapa y se lo pensó antes de decir:
-En estos momentos, Ciudad Pradera. Teóricamente, Pueblo Sosiego está más cerca, pero para llegar allí hay que pasar por Ciudad Corazón. Y ahora toda la ley nos busca allí.
-Maldita sea… ¿Y ahora qué?-soltó Leonor frunciendo el ceño con preocupación. Riolu no parecía estar muy mal, pero de vez en cuando hacía alguna mueca de dolor. Para sorpresa del grupo, Sapphire sonrió mientras examinaba otra vez el mapa:
-Pero por suerte, estamos a dos pasos de un sitio que puede hacer las veces de Centro Pokémon.
-¿Ah, sí? ¿Cuálo sitio?-inquirió Meowth.
-La Mansión Pokémon.
Jessie, Meowth, Absol y Riolu no parecían haber entendido, pero James y Leonor dejaron escapar al unísono un grito ahogado de sorpresa.
-¡Cierto! ¿Cómo pude olvidar que en la ruta al sur de Ciudad Corazón está la Mansión Pokémon?-saltó Leonor, emocionada.
-Sí, y además…ahora que caigo…-James parecía estar sopesando algo-La Mansión Pokémon posee una de las más surtidas y renombradas bibliotecas de Celesta…
-¿Y?-rezongó Jessie con hastío; por lo visto no le gustó la mención a los libros.
-Que si no recuerdo mal, la Mansión Pokémon tiene un archivo dedicado a los acontecimientos más importantes y relevantes en la historia de Celesta que aúna tantos datos que…si tenemos suerte…podríamos encontrar la información que necesitamos sobre Cífer y los Pokémon Oscuros.
<<Muy buena idea>>-aprobó Absol-<<Creo que esa razón es más que suficiente para que vayamos allí e intentemos recopilar todos los informes sobre Cífer que podamos>>
-¡Ya lo creo!-exclamó Meowth frotándose las palmas de las “manos”-Pero ¿cómo sabes tanto sobre la Mansión, James?
-Sé bastante sobre Sinnoh en general. Porque ya sabéis que yo venía algunos días de vacaciones a la región, y me interesaba por ciertas cosas de por aquí.-respondió él encogiéndose de hombros modestamente.
-Sea lo que sea-cortó Jessie con impaciencia-, no perdamos más tiempo y metamos el turbo hacia la dichosa Mansión Pokémon esa. ¡Venga, vamos!

Sapphire estaba en lo cierto; la Mansión Pokémon estaba realmente próxima a su situación. Las murallas que Meowth había señalado mientras Absol buscaba a los demás resultaron ser las que delimitaban el patio de la Mansión, que a juzgar por las apariencias debía de ser bastante grande. Se comprendía también el porqué de que el césped estuviera tan bien cuidado y que el agua estuviese tan limpia y clara.
Pero hasta que no avanzaron unos doscientos metros más no pudieron ver la Mansión Pokémon en todo su esplendor y magnificencia.
¡Era una mansión gigantesca! Su fachada era de granito rojizo tan pulido que parecía mármol vetado, y sus tejados eran de tejas de un limpísimo color rojo. Los cristales eran tan transparentes que daba la impresión de que en las ventanas no había cristal. La puerta de entrada era de caoba, y estaba tan bien cuidada que brillaba aun sin haber sido barnizada una sola vez. El sendero que llevaba a la Mansión era de piedras pulidas y estaba decorado con estatuas de un Pokémon que daba la impresión de ser un Rhydon, pero más grande y corpulento con una especie de protectores en torno a su corto cuello. Según les dijo Leonor, el Pokémon representado era un Rhyperior, la evolución de Rhydon.
Había fuentes de mármol blanco a cada lado del camino empedrado, y en cada una de ellas estaba un Pokémon de Agua representado con exquisita perfección; los siete compañeros reconocieron a Dewgong, Vaporeon, Kingdra, Wailord, Milotic y Empoleon.
-¡Caray!-exclamó Meowth al examinar de cerca la fuente que representaba al Vaporeon-¡Parece que va a saltar de ahí en cualquier momento!
-Mira que eres animal, Meowth.-comentó Jessie moviendo desaprobadoramente la cabeza (y haciendo que Leonor se hiciera a un lado para evitar que le golpeara la melena de la joven).
-¿Qué he dicho ahora?
-¡Otra de tus bobadas!
<<Nunca has oído hablar del realismo del arte, ¿verdad, Jessie?>>-le preguntó Absol con ironía-<<Es obvio que esta escultura está hecha por algún artista de gran renombre; de no ser así, ese Vaporeon no podría asemejarse tanto a uno auténtico>>
-¡Pero es que no es uno auténtico!-replicó Jessie.
-No es necesario que lo sea. Ahí está la obra-señaló Sapphire observando con atención la fuente-: este Vaporeon no está vivo, pero lo parece. Hacer que un objeto sin vida sea dotado de ella por la gente que lo contemple es una de las más hermosas maravillas del mundo.
-Sí, lo que tú digas…
Riolu, que estaba subido al hombro de James debido a su pata herida, rió con ganas al oír la sarcástica respuesta de Jessie; risa a la que se unieron segundos después Meowth y Leonor.
-Por supuesto que esto está hecho por algún gran escultor-repuso James señalando con un movimiento rápido de cabeza la fuente del Vaporeon-; de eso no me cabe la menor duda. Porque el dueño de la Mansión Pokémon es el hombre más rico de toda la región de Sinnoh, y supera en fortuna a todos los aristócratas de Johto, Hoenn y Floresta juntos.
-¡Toma!-soltó Meowth, pasmado-¡Le podríamos birlar unos cuantos papelitos verdes!
-Ni hablar-zanjó Leonor-. Pero oye, James; ¿es que la región Kanto es más rica que esas tres que has dicho? ¿Hay más peces gordos allí?
-No exactamente…-James parecía poco dispuesto a continuar, pero al final se rindió-Mi familia está allí.
<<Ah, claro>>-murmuró Absol asintiendo para sí.
-Toda esta historia de la Mansión Pokémon es demasiado…Bien, me recuerda mucho a mi infancia. De hecho, mi “tata” me contó hace años que mis padres me trajeron aquí una vez. Pero, obviamente, no me acuerdo porque yo debía de tener unos cinco meses de vida o por ahí.
<<¿Tu “tata”?>>
-Su abuela.-tradujo Leonor atrayendo todas las miradas hacia ella, por lo que enrojeció y carraspeó en un intento de desviar la atención.
-En ese caso, el dueño de la Mansión no te recordará-intervino Sapphire-y no habrá que preocuparse de nada.
Dándose cuenta de que se les hacía tarde, Riolu señaló que debían ponerse a buscar en la biblioteca lo antes posible y de paso curarle la pata. Así que los siete compañeros se apresuraron a dirigirse a la puerta; Leonor llamó mediante la aldaba de oro que había en ella, pero cuando un mayordomo bastante calvo y con bigote apareció en el umbral con expresión interrogante, la chica se sonrojó otra vez más y retrocedió un poco.
-¿Qué deseáis, jóvenes viajeros?-preguntó cortésmente el mayordomo.
-Esto, pues…verá…-probó a decir Leonor, pero se le trababa la lengua; nunca había sabido tratar con la gente de alta clase-Nosotros, eh…sólo queríamos…
En eso, Leonor oyó que alguien se adelantaba hacia donde estaba ella, y segundos después escuchó un rápido susurro en su oído izquierdo:
-Déjame a mí.
Leonor parpadeó un poco sorprendida, pero un momento después alguien tomó la palabra y se dirigió al mayordomo con seguridad:
-Disculpen las molestias, pero hemos caminado todo el día por toda la ruta de Ciudad Pradera y por aquí no hay ningún Centro Pokémon para descansar; aún queda un buen trecho hasta Ciudad Corazón, y además tenemos a un Pokémon herido y necesitamos ayuda. Por eso solicitamos la hospitalidad del ilustre dueño de la Mansión Pokémon para pasar aunque sea una noche aquí.
El mayordomo, gratamente sorprendido ante la “facilidad” de palabra de James, asintió.
-Iré a decirle al señor que tiene visita.-dijo, y entró de nuevo al edificio.
Nada más desaparecer de la vista, Meowth, que se había quedado con la boca abierta, exclamó:
-¡Colega! ¿Pero cómo has hecho que nos deje entrar así sin más?
-Pero si no nos ha dejado entrar…-razonó James mirando con extrañeza al Pokémon parlante, que rectificó de inmediato “a su manera”.
-Bah, que se muestren tan dispuestos a cooperar es ya mucho, por eso lo decía. ¿Cómo rábanos te ha salido?
-Por mucho que deteste las infinitas normas de la aristocracia, haberme criado con ellos es a veces algo útil…Pero la mayor parte de las veces me recuerda cosas poco agradables.
-¡Pero por lo menos vamos a dormir en una mansión!-dijo Jessie conteniendo a duras penas la emoción-¡Con esto aquí, que les den morcillas a los Centros Pokémon!
-Aún no sabemos si vamos a dormir aquí.-terció Sapphire sin alterarse.
-¡No seas aguafiestas!, ¿quieres?
<<No es aguafiestas; sólo es realista y observadora>>-repuso Absol. A Jessie le estaban empezando a sacar de sus casillas contradiciéndole tanto, pero antes de que pudiera replicar, el mayordomo volvió sonriendo:
-El amo de la Mansión acepta veros para acordar con vosotros los términos de vuestra estancia aquí-les informó-. Seguidme y os conduciré hasta él.
Jessie, James, Meowth, Leonor, Absol, Sapphire y Riolu se miraron entre ellos, pero enseguida fueron detrás del sirviente, expectantes y un pelín intimidados ante lo que habría dentro de la Mansión Pokémon.
Bien, lo cierto es que no se equivocaban. Porque el interior de la Mansión imponía una barbaridad.
Todo el suelo (de madera de tejo barnizada y tan pulida que hasta resbalaba) estaba cubierto en bastante medida por unas suaves y pulcras alfombras de terciopelo carmesí; los muebles eran de roble de color rojizo y cuya decoración era muy recargada; las lámparas de araña de cristal relucían con los siete colores del arco iris a la luz que emitían; había espejos de marcos de oro y plata por todos los pasillos; y los candelabros que se repartían por las paredes (aun apagados) se asemejaban a ascuas ardientes debido a que estaban hechos con oro y rubí.
Jessie y Meowth parecían estar conteniendo las ganas de extender el brazo y llevarse consigo alguna de aquellas joyas, pero sólo porque estaban demasiado impresionados como para reaccionar. Leonor lo observaba todo con curiosidad e intentaba aguantarse para no tocar nada (y por extensión, romperlo). Absol y Sapphire avanzaban sin inmutarse ante la riqueza que proclamaban a gritos las paredes de la Mansión Pokémon; o si estaban asombrados, lo disimulaban increíblemente bien. Riolu sí que estaba con la boca abierta literalmente, pero a James se le notaba incómodo al ver todas aquellas cosas que tanto le evocaban a su familia.
Al fin, después de casi diez minutos caminando por los amplios pasillos, el mayordomo se detuvo delante de otra puerta, y la abrió con cuidado.
-El señor os espera en su despacho-les dijo a los siete-. Pasad.
Nuestros amigos, intimidados, tardaron un poco en seguir las instrucciones del mayordomo, pero no se arrepintieron de hacerlo.
Lo que el mayordomo había llamado “despacho” era en realidad una colosal biblioteca, pues todas las paredes de aquella sala eran estanterías repletas de libros hasta el techo, que ya era alto de por sí. La luz que se colaba a través de las ventanas iluminaba el polvo que flotaba por ahí con reflejos dorados, haciendo que los libros parecieran brillar por sí solos.
En el centro de la sala había un escritorio, de madera de espino marrón oscuro y brillante, con una lámpara de mesa roja de la mejor calidad. Y sentado en la silla, detrás del escritorio, había un hombre de unos cuarenta y cinco años, no muy alto, de pelo castaño y bigote en forma de cepillo, que vestía un traje de chaqueta de color lila (que Meowth tuvo que contener la risa al verlo) y un pantalón beige de rayas. Parecía simpático, aunque imponía.
-Buenos días, jovencitos-saludó el amo de la Mansión afablemente-. Soy el señor Fortuny, el dueño de esta pequeña mansión en la que estáis.
-¿Pequeña?-ironizó Jessie dirigiendo una elocuente mirada a la impresionante biblioteca-¡Aquí cabrían mínimo cinco Wailord! ¡Y de los grandes!
El señor Fortuny rió divertido ante la salida de Jessie y dio una palmada de aprobación.
-¡No está mal, señorita…!
-Jessie.-le ayudó ella con cierta impaciencia.
-¡No está mal, señorita Jessie!-se corrigió el amo de la Mansión-Creo que podremos llegar a un acuerdo. Habéis viajado mucho, según me ha dicho mi mayordomo principal, y queréis que os acojamos en la Mansión Pokémon.
<<Exactamente>>-confirmó Absol; el señor Fortuny se sobresaltó al ver que ninguno de los siete compañeros movía los labios y él estaba oyendo una voz, hasta que se percató de que el Pokémon Siniestro lo miraba sin parpadear-<<Además, Riolu se debe de haber torcido una pata y no puede caminar. Por eso queremos descansar aquí>>
-Caramba, un Absol que puede usar telepatía…-murmuró el señor Fortuny, asombrado-Bien, quiero que sepáis que, aunque permito con mucho gusto la entrada a los entrenadores para que visiten mi jardín, no es que dejemos asiduamente que se queden aquí a dormir.
-¡Es una emergencia!-se exasperó Meowth, sobresaltando otra vez al amo de la Mansión-¡Nos morimos de hambre, hemos caminado todo el puñetero día y tenemos un herido! ¡Creo que es una buena razón de peso!
Aunque Leonor se afanó en taparle la boca al Pokémon parlante a toda velocidad, el señor Fortuny ni se había dado cuenta del tono impertinente que Meowth había usado; estaba mucho más atento a su capacidad de hablar con las cuerdas vocales el lenguaje humano que en la forma que usaba para hablar.
-¡Esto es asombroso! ¡Dos Pokémon que hablan nuestra lengua! Creo que por eso mismo voy a dejaros que os quedéis por esta noche; ¡me encantan los Pokémon! ¡Sobre todo los raros!
-Mola-dijo Leonor, divertida-. ¡Quién diría que Meowth y Absol serían nuestro salvoconducto!
<<¿Y qué pasa…conmigo?>>-protestó Riolu desde el hombro de James. El señor Fortuny por poco se cayó de la silla al oír “hablar” al pequeño Pokémon.
-¡Y van tres!-se admiró-¡De acuerdo, podéis alojaros aquí! Pero sólo por esta noche o vendrán en manada todos los entrenadores como si esto fuese un hotel.
-Con una noche nos basta.-repuso Sapphire asintiendo conforme. Al menos ella estaba conforme, porque Jessie y Meowth desviaron la mirada mostrando su discrepancia.
-Pero hay una cosa que quiero que tengáis en cuenta, chicos-les dijo el señor Fortuny de improviso-. Hoy he invitado a unas personas a un banquete, y os pido por favor que sepáis ser discretos. Yo no tengo nada en contra de la gente normal, pero hay “colegas” míos que opinan que “los de calle” no deberían pisar siquiera los hogares de los de clase alta; si por mí fuera, yo os dejaba disfrutar de la fiesta…pero no quiero tampoco que me critiquen así por las buenas y armar un escándalo por las sandeces que dicen algunos de “sangre azul”.
-No habrá problema, señor-le tranquilizó James hablando por primera vez-. Seremos discretos y nadie reparará en nosotros.
-¡Pero a cambio queremos manduca!-agregó Meowth con aire de suficiencia-¡No hemos comido nada que merezca llamarse sustento desde hace casi dos semanas!
<<Será carota>>-murmuró Absol, reprobador-<<Señor Fortuny, no le tome en serio. Siempre está de broma; estaremos encantados de ayudarle a conservar el tipo en su banquete>>
-¡Perfecto!-se alegró el amo de la Mansión-No os preocupéis por la comida; pronto será mediodía y me encargaré de que os sirvan las raciones más generosas. Se nota a la legua que venís con más hambre que un Snorlax a dieta.
-¡Sin problema! ¡A punto estamos para masticar!-saltó una emocionada Jessie, que se relamía sólo de pensar en los manjares que debían de servirse en la Mansión Pokémon.
-¿También podrán atender a Riolu?-preguntó James tras un momento de silencio en el que por lo visto todos se habían recreado en lo mismo que Jessie.
-Por supuesto, por eso no te angusties. Tú sólo déjaselo a mi mayordomo, que él lo llevará a la enfermería; en cinco minutos está como nuevo.
A Riolu no pareció hacerle mucha gracia separarse de sus compañeros, pero asintió con una seca cabezada que por poco le hizo caerse del hombro de James.
Fue Leonor quien formuló la pregunta clave que se había esfumado casi por completo de las mentes de sus compañeros cuando el amo de la Mansión hubo mencionado la comida:
-Oiga, señor Fortuny… ¿Tiene usted algún documento que tenga que ver con la historia de la región del Aura en su biblioteca?
-¡Claro que sí, hija!-confirmó él sin darse cuenta de los respingos que dieron los compañeros de la chica al oír la pregunta-Pero no se puede acceder a ellos tan fácilmente; hay datos muy secretos ahí dentro. ¡Pero haberlos, haylos!
<<¿Podríamos examinarlos?>>-probó Absol, aun no muy convencido-<<Necesitamos cierta información bastante urgentemente>>
-Habla claro; ¡nos va la vida en ello!-intervino Meowth, irónico-¡Es muy importante!
-Lo siento, chicos…No puedo dejarlos ver a nadie sin un permiso explícito de la región del Aura, igual que con las demás regiones-se excusó el señor Fortuny-. Me habéis pedido una de las pocas cosas que niego a los visitantes.
Jessie, Meowth y Leonor se dispusieron a protestar, pero Sapphire se adelantó a ellos muy estratégicamente:
-No importa, señor Fortuny. Le agradecemos sobremanera su hospitalidad y prometemos no molestar en su banquete y ayudarle en lo que necesite.
-Sois muy amables. Bien, ahora tengo que preparar algunas cosas para mi fiestecita, así que me temo que voy a tener que dar por finalizada la audiencia-bromeó el amo de la Mansión-. Mi mayordomo os guiará a una sala donde podéis quedaros, o visitar mi humilde casita, pero a las nueve volved a la habitación que os señalemos porque a esa hora comenzarán a llegar los invitados.
-Vale.-aceptó Leonor; los siete compañeros se dirigieron hacia la puerta con la obvia intención de salir de la biblioteca (algo desanimados por no haber conseguido el documento), pero el señor Fortuny les retuvo un momento:
-¡Esperad! Chico-le dijo a James, que lo miró con cierta desconfianza-, déjale a mi mayordomo al pequeño Riolu si quieres que lo lleven a la enfermería. Me pareció que se os había olvidado.
-¡Ah! Sí, se me había ido un momento de la cabeza…-admitió James desviando la mirada, azorado. Riolu, medio en serio, le atizó una débil colleja que le hizo sobresaltarse a pesar de que no tenía nada que ver con las que arreaba Jessie.
<<¿Conque te…habías olvidado, eh…de que tengo un, esto… esguince de pata?>>-le reprochó el pequeño Pokémon, aunque se le notó el tono de guasa en su aguda voz mental.
-¡Venga! ¡Dejaos de historias!-les apremió Jessie, que ya había abierto la puerta de la biblioteca y observaba con exasperación a James y a Riolu. Una vez todos traspasaron la puerta, Jessie pasó de esperar y cogió a Riolu sin contemplaciones para pasmo del pequeño Pokémon y se lo dio al mayordomo, que seguía de pie al lado de la puerta del despacho del señor Fortuny con aire formal (Meowth siempre se había referido a esa a actitud como “cara de no haber roto nunca un plato” cuando menos). El criado se sobresaltó cuando la joven le plantó sin más ceremonias a Riolu en el regazo:
-Pero ¿qué…?-empezó el hombre, perplejo.
-Tiene una pata torcida; la izquierda, creo-le cortó Jessie tajantemente-. Tu mandamás nos ha dicho que sólo podemos estar aquí una noche, así que date prisa en curarlo o ya veremos.
-¡Jess!-susurró James entre reprobador, sorprendido y nervioso al oír el tono impertinente que su amiga había usado con el mayordomo. Meowth le dio una patada en la espinilla para que se callara y dejara hacer a Jessie; ya sabemos que las maneras que ella había usado no son las más convenientes, pero también sabemos cómo son Jessie y Meowth.
-Esto…Sí, claro; como desee, señorita…-murmuró el mayordomo, acobardado y sosteniendo a Riolu como bien podía-Enseguida estará listo para proseguir vuestro viaje, lo prometo.
-Más te vale, tío.-le soltó Meowth; Leonor se estaba aguantando la risa como bien podía, pero tanto James como Absol parecían estar deseando que se los tragara la tierra. Sapphire seguía impasible, para no variar.
El mayordomo se marchó con Riolu (resignado) casi corriendo, obviamente atemorizado por las palabras de Jessie y Meowth. Cuando hubo desaparecido de la vista, James movió la cabeza sin dejar de mirar a sus dos amigos con desaprobación. Ambos se giraron cuando notaron la mirada fija de su colega.
-Sois la monda.-se limitó a decir James ante la expresión interrogante de Jessie y Meowth.
-¿Qué hemos hecho ahora?-protestó Meowth alzando una ceja.
-¿Cómo se os ocurre hablarle así al primer mayordomo del señor Fortuny?-el Pokémon parlante se encogió de hombros sin prestar mucha atención al enojo de James-¡Nos acoge en su mansión por una noche…!
-¡Mira si es tacaño el andoba!-rezongó Jessie fingiéndose exenta de culpa. Absol frunció el ceño, disgustado:
<<El señor Fortuny ha sido lo más generoso que podía ser, Jessie. Ya le oíste; no tiene por costumbre precisamente dejar que los entrenadores viajeros pasen siquiera una noche en la Mansión Pokémon. Si nos lo ha permitido ha nosotros es porque algunos sabemos mantener la compostura y porque el amo de la Mansión es muy abierto>>-arguyó el Pokémon Siniestro agitando su cola negra medio estrellada en señal de impaciencia.
-De todas formas-intervino Sapphire para desviar la atención de aquel caso-hay otras cosas más importantes en qué pensar. Ese documento no está a la vista de cualquiera, y estaréis de acuerdo conmigo en que viajar a la región del Aura con tan escaso margen de tiempo para actuar contra Cífer y obtener el permiso del dirigente de la región en persona sería demasiado complicado.
-Por no decir imposible-agregó Leonor, que se había mantenido en un segundo plano limitándose a escuchar-. Sin embargo hay otras maneras de obtener un documento restringido de información secreta.
-Sí, ya. Pero por más cirios que le pongamos a Santa Milotic de Algaria, dudo mucho que nos conceda el permiso ése.-bromeó Meowth llevándose los brazos detrás de la cabeza despreocupadamente.
-No me refería a eso, Meowth-aclaró la chica después del estallido de risa que le había dado la salida del Pokémon parlante-. Es la solución que se aprende nada más entrar al Team Rocket, si no me equivoco.
Hubo un silencio que duró unos diez segundos mientras todos asimilaban la posibilidad que sugería Leonor, indecisos e inseguros. Al cabo, James rompió aquel incómodo silencio:
-Si estás proponiendo un robo…
-¡Exacto!-saltó Jessie sobresaltándolos a todos (excepto a Absol y a Sapphire)-¡La solución más sencilla de todas! ¡Por fin un trabajo propio del Team Rocket; tanto tiempo haciendo el bien a la larga aburre!
<<Corremos el riesgo de que nos metan en la cárcel>>-objetó Absol nada convencido.
-¡Pues nos las piramos!
-Podría conllevarnos hasta un conflicto con el gobierno del Aura, Meowth.-razonó Sapphire, que como de costumbre anteponía la lógica a la práctica. Leonor, después de sopesar los argumentos de todos sus compañeros (es inútil recordar que Riolu estaba en la enfermería, ¿verdad?), repuso:
-Nos la estaríamos jugando, eso ya lo sé. Pero si no hacemos algo, Cífer y el Lugia Oscuro someterán Sinnoh, y seguro que luego se dedicarán a Kanto, Johto, Hoenn, Floresta, Aura, las Islas Naranja y si les da, hasta Sairutsa. Y supongo que no querrás que tu región natal caiga en manos de esos imbéciles, ¿a que no, Sapphire?
-Esa pregunta sobra.
-Bien. Sólo se me ocurre birlar el documento, pero tiene que ser hoy per nassos. Mañana no podremos estar aquí porque ya sabéis lo que le prometimos al señor Fortuny…pero no se me ocurre cuándo ni cómo podemos actuar.-reconoció Leonor desviando la mirada. Jessie y Meowth exhalaron a la vez un exagerado suspiro de exasperación, Sapphire ladeó la cabeza para pensar en la cuestión, y James alzó la vista al techo intentando evitar distraerse con nada mientras cavilaba. Pero al cabo de unos instantes Absol sonrió enigmáticamente mostrando sus pequeños pero afilados dientes:
<<Ahora que recuerdo, el señor Fortuny mencionó que hoy daría un importante banquete. Podría ser un buen momento para entrar discretamente en el despacho del amo de la Mansión y buscar el documento>>
-¡Eso mismo pensaba yo!-se apresuró a proclamar Jessie, pero enrojeció cuando todas las miradas se clavaron en ella, irónicas a más no poder. Meowth y Leonor tuvieron que hacer un enorme esfuerzo por no partirse de risa ante la avergonzada cara de la joven miembro del Team Rocket.
-Ya, ya…Y yo soy San Meowth de los Zarpazos, patrón de los Meowth, que predicó la guerra santa contra los Persian y que cascó en el año 1234 por no poder romper un pedrusco con sus Golpes Furia y darse de cabezazos con él en un ataque de desesperación.-ironizó Meowth teatralmente, haciendo reír más aún a Leonor. Sobra decir que a Jessie no le hizo ninguna gracia el sarcasmo de Meowth.
-Entonces, mientras todos los invitados están cenando, podríamos colarnos en el archivo-intervino James encauzando de nuevo el tema principal-. Sólo faltaría saber a qué hora comienza la fiesta y así trazar un plan.
-¿Para qué?-gruñó Meowth-¡Actuemos lo más pronto posible! ¡Mientras el tío (el dueño de la casita, ya sabéis) prepara su guateque esta tarde, entramos y ya está!
-Demasiado pronto.-replicó Sapphire cruzándose de brazos. Meowth se sonrojó azorado por no haberla sorprendido; el Pokémon parlante seguía muy pendiente de la gélida chica y le frustraba que sus sugerencias le parecieran demasiado impulsivas. Pero Meowth no podía remediar aquello, porque entraba en su carácter y por más que quisiera no lo cambiaría.
-Lo que propone Meowth también está aceptable-opinó Leonor con una sonrisa-porque sospecho que el señor Fortuny andará muy ajetreadillo con los preparativos del banquete. Podemos ver si a la tarde está ocupado y podemos entrar, o si es mejor esperar a la noche.
<<No me gusta>>-se opuso Absol buscando apoyo con la inquisitiva mirada de sus ojos rojos, pero al no hallarlo, expuso sus razones-<<El hecho de robar ya me es poco grato, pero si no hay más remedio que hacerlo, hagámoslo con discreción y sensatez por lo menos>>
-Absol, no vamos a presentarnos delante del señor Fortuny con una pancarta que diga:”Señor Fortuny, le robaremos su documento sobre la región del Aura delante de sus mismas narices”.-repuso James esbozando una media sonrisa. El Pokémon Siniestro gruñó por lo bajo, algo molesto por la sutil ironía del joven.
<<Ya lo sé, James. Hasta ahí llego. Pero qué quieres que te diga, no quiero entrar a robar en un lugar tan suntuoso hasta que no oscurezca>>
-Que seas de tipo Siniestro no debe condicionarnos, Absol-le espetó Jessie, que ya estaba hasta las narices de los reparos de su compañero Pokémon-. A ser posible a la tarde, pero si no a la noche. ¡Se acabó la discusión!
Absol fue a replicar, airado, pero justo en ese momento sonó una campanilla y una voz femenina resonó por el pasillo de la Mansión:
-¡La comida está lista! ¡Que todos los que deseen comer pasen al comedor!
-¡¡Comida gratis!!-exclamaron Jessie y Meowth a la vez, eufóricos. Desde luego se notaba que desde hacía semana y pico no comían más que bayas-¡¡Al ataque!!
Los dos miembros del Team Rocket metieron la directa por el corredor en dirección al comedor, tan deprisa que levantaron la lujosa alfombra roja y por poco derribaron una escultura del más delicado cristal que representaba al legendario Suicune (cuyo espíritu residía en el Cristal de Sapphire, el Icosaedro del Hielo) y un carrillón de caoba de primerísima calidad. Cuando el carrillón se tambaleó peligrosamente ante el paso del torbellino Jessie-Meowth, tanto a James como a Absol por poco les dio un ataque al corazón.
<<No sé cómo logran sacarme de quicio>>-musitó Absol, aún con la impresión pintada en su negro rostro felino. James fue a decir algo, pero optó por aguantarse y no meter la pata por si acaso.
Fuego y Rayo, le dijo mentalmente a Absol; se había acostumbrado superficialmente a su mente en sus conversaciones con él y, al igual que Meowth, ya podía hablar con él si estaban a escasa distancia y si no mantenían el vínculo demasiado tiempo. Absol le dirigió una mirada de reojo a James, pero se limitó a asentir imperceptiblemente.
-Vamos a comer y luego, cuando esté Riolu, seguimos debatiendo sobre esto.-propuso Leonor apartándose el pelo castaño de la cara. En eso le rugieron las tripas, delatando el hambre que sentía.
<<Veo que empezamos a acusar la “dieta del bosque”>>-bromeó Absol mientras Leonor enrojecía-<<Llenemos la tripa>>

Cuatro horas después; es decir, a las cinco de la tarde, los siete compañeros se hallaban en una de las salas de estar de la Mansión Pokémon. Se habían encontrado con Riolu a la hora de comer, pues el pequeño Pokémon ya estaba completamente repuesto de su lesión en la pata.
La comida había sido magnífica, según los estómagos de los siete. Jessie y Meowth, cómo no, se pusieron hasta las patas comiendo de todo (y abundantemente); Leonor había sido mucho más moderada, pero también había comido bastante; Riolu, a pesar de ser más austero, había comido muchas bayas; Absol cató aquello que juzgó que no sería muy pesado; y James y Sapphire, haciendo honor a uno de los rasgos de aquellos cuyo elemento regente era el Hielo, fueron los más moderados de todos. Mejor dicho, Sapphire apenas comió un plato de ensalada, y en cuanto a James, había intentado repetir sin éxito.
-Ahora que ya hemos acordado lo que vamos a hacer, ¿qué os parece si hablamos sobre Cífer o sobre nuestras andanzas por Sinnoh?-propuso Meowth, animado por el atracón que se había dado. Leonor enseguida se sumó a la actividad que el Pokémon parlante había dicho:
-¡Eso! A ver, sugiero que repasemos el enigma de la Voz. Ya que hemos avanzado, me parece adecuado.
<<Sólo hace una semana y pico que la Voz nos expuso su enigma>>
-Pero ya tenemos un nuevo Portador y además resolvimos el Acertijo de los Cristales, Absol-replicó Jessie sin reflexionar-. ¡Sí que es verdad que tenemos que saber lo del tercer Cristal y el tercer Portador!
<<Mejor en otro momento>>-objetó Absol, tajante.
-¿Por qué?
<<Ah, tú lo sabes mejor que yo, Jessie>>
-¿Quién, yo? ¡Anda ya! ¡Saber quién será el Portador del Cristal de Azelf es primordial, Absol! ¡Sin ese Portador, no podemos saber lo que quiere decir ese dichoso enigma! Así que, como Portadora, siento la obligación de…
-¿Podemos hablar de otra cosa?-la interrumpió James de forma un tanto fría; al darse cuenta de que había sorprendido a sus compañeros, se sonrojó y se corrigió-Por favor.
Jessie parpadeó un par de veces, cortada, hasta que reaccionó:
-¡Oh! Sí…Supongo que sí podemos… ¡A ver, otro tema!
Meowth, Leonor y Riolu se habían quedado a cuadros; ellos no sabían la verdadera causa de lo sucedido la noche anterior, aunque los dos primeros habían intuido algo de ello. Pero dado que ellos no eran capaces de leer la mente como hacían Absol y Sapphire y tampoco habían estado presentes en el problema como Jessie, es normal que no entendieran el brusco cambio de asunto.
-¿Por qué no podemos hablar de los Cristales?-inquirió Meowth, que nunca reprimía una pregunta por violenta que fuese.
-Mejor que sigas callado, Meowth.-contestó Sapphire. El Pokémon parlante desvió la mirada, rojo como un tomate; no era normal que la gélida chica fuera tan directa como en aquella ocasión.
<<En ese caso…digo yo que podíamos, no, podríamos…hablar de ese tal Seba>>-intervino Riolu tímidamente. Riolu no había visto a Seba, el principal enemigo del grupo, en persona, pero había oído mencionarlo a sus compañeros y sabía los problemas que les había causado.
Jessie, James, Meowth, Leonor, Absol y Sapphire se quedaron sorprendidos por la sugerencia de Riolu, pues solía quedarse al margen de los debates de sus compañeros dado su escaso conocimiento del lenguaje humano y el poco tiempo que llevaba con ellos.
<<Seba, ¿eh?>>-dijo Absol cabeceando-<<De acuerdo. Hablemos de Seba>>
-¿Para qué hablar de ese idiota?-protestó de nuevo Meowth-¡Con las perrerías que nos ha hecho!
-Pero es nuestro adversario primario, y hemos de analizarlo.-arguyó Leonor ajustándose las gafas, que se le habían bajado de la nariz. Meowth rezongó algo por lo bajo, inconforme.
-Sabemos que como Pokémon tiene un Scizor, un Dusknoir y un Charizard espejismo-enumeró Sapphire-. Pero como miembro de alto rango de Cífer, debe de tener seis Pokémon; nos faltan tres.
-Si vuelvo a verle, me aseguraré de que saque a todos sus Pokémon para derrotarlos uno por uno.-murmuró James con aquel matiz helado en su voz. A pesar de que no tenía la intención de que los demás le oyeran, lo cierto es que le oyeron.
-Vaya, colega; eso no es propio de ti.-comentó Meowth alzando una ceja. Cuando se dio cuenta de las miradas de sus seis compañeros, James enrojeció otra vez más al deducir que le habían oído:
-Oh, ¿me oísteis? Sólo es una opinión, no es…
<<No intentes excusarte, chico>>-terció Absol sin dejarle acabar-<<Está a la vista que Seba y tú os detestáis mutuamente>>
-Tanto como detestar…No me cae bien, pero…-James buscaba como podía una buena explicación, pero al final acabó estallando-¡Vale, tú ganas, Absol! Sí, detesto profundamente a Seba, ¿contento? ¡No veo el momento de ir a buscarlo y hacerle pagar por lo que hizo!
<<¿Lo que hizo?>>-preguntó Riolu, que estaba muy interesado en saber detalles de las aventuras de sus nuevos amigos.
-Sí, Riolu. Atacó a Jess, raptó a Meowth y después intentó capturar tanto a Jess como a Leonor. Y de ser por él, el XD004 nos habría fulminado-explicó el joven sin apartar la mirada del suelo, como si le diera vergüenza mirar a los demás-. Nadie toca a alguien que signifique algo para mí; aquel que lo intente…Bien, es inútil que intente haceros creer que soy capaz de lo que sea…
-Eso es correcto.-bromeó Meowth. Jessie fue a añadir algo, pero de pronto palideció sin razón aparente; segundos después, su rostro pasó al color de una guindilla. Se levantó bruscamente y corrió hacia la puerta ante la perplejidad de sus colegas.
-Voy al baño.-dijo atropelladamente saliendo de la habitación y olvidándose de cerrar la puerta al traspasar el umbral. ´
Sólo había uno de los seis que no estaba alucinado: Absol intentaba permanecer impasible como Sapphire (quien había permitido que una leve expresión de desconcierto alterara su serenidad), pero por dentro estaba muerto de la risa. Pero como era un maestro en el disimulo, ninguno se percató de eso.
-Menudo misterio.-dijo Leonor.
-¡Ya te digo!-agregó Meowth.
-Qué raras son las mujeres a veces.-terció James.
<<¡Un mundo...aparte!>>-añadió Riolu.
-No sabe estarse quieta.-intervino Sapphire.
<<Dejadlo ya>>-les cortó Absol, riendo por lo bajo-<<No pongáis esa cara de Noctowl y aguardemos a que vuelva>>
-¡Si se ha ido!
<<Meowth…no espero que lo entiendas; no es algo que te pase a ti precisamente. Ni a James ni a Riolu, ni a mí>>
Leonor y Sapphire comprendieron; los chicos, sin embargo, se miraron entre ellos sin entender nada. Por suerte, no se comían la cabeza con nimiedades, así que se encogieron de hombros y esperaron en silencio (excepto Meowth, que se puso a tararear) hasta que volvió Jessie.
-Hala, ya estoy.-anunció cuando entró de nuevo en la sala.
<<Pues sigamos con lo que estábamos>>-dijo Absol-<<No dudo que la Administradora Venus habrá enviado a Seba tras nuestra pista. Eso me inquieta; Seba es la Sombra Oscura, y como su “apodo” indica, es un experto en espionaje. Podría estar en la misma Mansión y no darnos cuenta de ello>>
-Lo dudo, Absol. Tú detectas catástrofes naturales, ¿no?-le preguntó Leonor a su Pokémon.
<<Sí, pero Seba no es una catástrofe natural. Lo que sí puedo hacer es detectarlo con mis poderes mentales, y eso también puede hacerlo Sapphire. Pero conlleva mucha concentración y durante esos momentos Seba puede atacar>>
-Siempre podemos darle esquinazo.-opinó Meowth despreocupadamente.
-¿A Seba? ¡Bromeas!-saltó Jessie de improviso-¡Ése no soporta que alguien le deje en evidencia! Nos seguirá dondequiera que vayamos, porque además tiene una “cuenta pendiente” con uno de nosotros.-puntualizó enfatizando las tres últimas palabras.
<<¿Ah, sí?>>-se extrañó Riolu.
-Tiene una cuenta conmigo-repuso James fríamente-; probablemente porque fui yo quien facilitó la incursión en la base Cífer del Lago Agudeza. Pero yo también tengo un asunto que discutir con él.
-Seba es más fuerte que tú, James. Más fuerte física y psicológicamente; sería lanzarte de cabeza al peligro.-le advirtió Sapphire. Pero él sacudió la cabeza con seriedad.
-Eso no me importa. No soy Portador; no soy imprescindible. Y debo saldar la deuda.
-Primero; sabes que eres imprescindible. Segundo; ¿de qué deuda hablas?-protestó Meowth, un tanto indignado.
-El hacerle saber a Seba que ni se le ocurra volver a poner una mano encima a mis amigos si prefiere conservar los treinta y seis grados de su cuerpo.
-Toma ya.-silbó Leonor, pasmada.
<<Caramba>>-terció Absol sin razón aparente-<<Se nos ha ido hora y media hablando; son las siete menos cuarto y no sabemos cuándo comenzará el banquete. Démonos prisa; vamos al jardín y solventemos el asunto>>

<<Nada>>-informó Riolu, desanimado-<<El amo…sigue en su, eh, despacho>>
-¡Vaya castaña! ¡No es justo!-se quejó Meowth; su voz nasal sonaba amortiguada entre los arbustos-Para una vez que podemos actuar limpiamente, ¡va y nos sale el tiro por la culata!
Meowth, Absol y Riolu habían sido los escogidos por sus compañeros para espiar el despacho del señor Fortuny desde el jardín de la Mansión Pokémon por la sencilla razón de que el jardín era famoso por sus Pokémon raros; a nadie le extrañaría demasiado encontrar allí a tres de ellos, aunque fuera enfrente del despacho del amo de la Mansión.
Meowth se había ocultado debajo de los arbustos, y Absol y Riolu, detrás de éstos; era una posición estratégica que habían descubierto Absol (que aunque no estaba por la labor de robar el documento, había colaborado) y que habían aprovechado tan bien como habían podido. Desde allí se veía perfectamente la ventana del despacho del señor Fortuny y se controlaban todos sus movimientos. Pero la suerte no les sonreía, porque el dueño de la Mansión no salió de su despacho-biblioteca en ningún momento, y la noche iba cayendo.
Y, cómo no, Meowth iba perdiendo la paciencia.
-¡Es que no saldrá ni para ir a hacer aguas menores!
<<¡Shh!>>-le chistó Riolu-<<¡A ti se te oye! ¡No usas, eh, telepatía…y te oirán!>>
-¡Bueno!, ¿y qué? ¡El amo ése está demasiado enfrascado en sus notitas! ¡Por oírme no se irá antes! ¿Os olvidáis de lo que dijo Leonor? ¡Actuad con naturalidad y no intentéis nada raro!
Absol se removió inquieto entre los arbustos y apoyó una pata entre las hojas para estar un poco más cómodo.
<<Todo esto es una temeridad>>-repuso con desaprobación-<<Entrar a la mismísima biblioteca de la Mansión Pokémon para robar un documento oficial a plena luz del día es el colmo de la insensatez>>
-A ver, Absol-le dijo Meowth, cansado de las protestas del Pokémon Siniestro-; sólo es entrar, coger el papel ése y salir. Además, no estamos trabajando a plena luz del día. ¡Estamos a plena luz de la tarde!
<<Muy gracioso>>
-¿A que sí?
<<¡Callad!>>-les cortó Riolu, que se había puesto tenso-<<¡Mirad!>>
Meowth y Absol estiraron el cuello cuanto pudieron para ver a la sirvienta que había entrado al despacho de Fortuny. Ésta le entregó un papel que el amo de la Mansión recibió con agrado; cuando la criada se hubo marchado, Riolu se preguntó:
<<¿Qué…qué sería?>>
<<No lo sé, pero dudo que sea algo importante>>-opinó Absol con fastidio.
-¡Parad el carro!-saltó Meowth, entusiasmado-¡Era como eso de ahí!
Sus dos colegas Pokémon giraron la cabeza en la dirección que Meowth señalaba; había un papel en el suelo igualito al que la criada le había entregado al señor Fortuny. Riolu se abalanzó sobre él, ansioso por conocer lo que estaba escrito.
<<Son nombres>>-les dijo a Meowth y a Absol-<<¡Debe de ser…esto, la lista de…de la bancada!>>
<<Banquete>>-le corrigió Absol cortésmente.
<<Lo que sea>>
-¡Sí lo es! ¡Y empieza a las nueve!-informó Meowth-¡Por suerte no queda tanto para que llegue la hora! ¡Y menudo ajetreo va a haber!
<<¿Por qué?>>-inquirió Absol.
-¡Vaya, vienen todos los peces gordos de las regiones de Kanto, Johto, Hoenn, Sinnoh y Aura! ¡Menudo ambientazo!
-Menudo tedio, querrás decir.-repuso una voz serena que los tres conocían muy bien.
James se había acercado a ellos; parecía estar dando un simple paseo, pero los tres intuían que estaba intrigado por el banquete. Aunque también parecía inquieto, desde luego.
-¡Hola, colega!-saludó Meowth agitando la lista-¿Estabas espiándonos?
-Sabes que no suelo ir por ahí espiando a mis amigos. Sólo estaba intentando tranquilizarme; la perspectiva de que vengan tantos aristócratas…No me siento a gusto.
<<Al menos sabemos…eh, cuándo empieza esa banca…no, el banquete…y quiénes vendrán>>-dijo Riolu satisfecho consigo mismo-<<¡Somos los mejores!>>
James ladeó la cabeza con un destello divertido en sus ojos verdes al ver que Riolu se iba adaptando a sus nuevos compañeros y que iba mejorando su capacidad de hablar el castellano fluidamente.
-Me alegro de que al menos hayamos conseguido eso.
<<Anímate>>-le aconsejó Absol con su media sonrisa-<<Pronto saldremos de aquí y dejaremos este ambiente. Sé que es duro para ti>>
-Gracias, Absol. ¿Me dejas leer esa lista, Meowth?-le pidió al Pokémon parlante-Me gustaría saber quiénes vienen y deducir la magnitud de esa fiesta.
Meowth asintió enérgicamente y le pasó a su amigo la hoja de papel. James la leyó rápidamente pasando de un nombre a otro en menos de dos segundos, denotando que conocía (quizá no personalmente, pero sí de oído) a muchos de los invitados.
Pero de pronto, se detuvo bruscamente hacia el final de la lista; esto no hubiera significado demasiado para Meowth, Absol y Riolu si no fuera porque James palideció tanto que el color de su rostro se asemejaba alarmantemente al blanco del papel que sostenía (a duras penas, porque de pronto comenzó a temblarle la mano).
<<¿Qué pasa?>>-pregunto un asustado Riolu al verle tan pálido.
-¿Es que viene algún vampiro?-la broma de Meowth sonó forzada, pues él también se había alarmado.
<<Callad y dejadle hablar>>-les dijo Absol firmemente-<<Por favor, James, dinos qué es lo que ocurre; puede ser relevante>>
-Eso…eso os lo garantizo-respondió el joven alzando la vista de la lista; su expresión de terror alarmó aún más a los tres Pokémon -. Absol, ¿recuerdas…recuerdas que he dicho que me alegraba de haber conseguido esta lista? Pues bien…lo retiro.
<<¿Por qué?>>
La luz del atardecer hizo que, por alguna razón, el papel pareciera siniestro y amenazador cuando James señaló los dos nombres que había hacia el final de la hoja. Meowth, Absol y Riolu no comprendieron qué pasaba con ellos, pero la explicación de James fue más que esclarecedora…También fue muy inquietante.
-Mis padres están invitados a la fiesta-susurró James con un nuevo matiz en su voz, un matiz de puro temor-. Esta noche…a las nueve…estarán aquí con total seguridad.
-----------------------------------------
¡Espero que os haya gustado ^^! El título del siguiente es Reencuentros del pasado

Como veis...nuestros amigos están en apuros...Dios, no me gustaría estar en el lugar de James O_OU ¿Cómo acabará todo esto? ¡Próximo capítulo, todo revelado x)!

¡Espero opiniones n_n!
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
~ Tellius Chronicles ~


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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
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Próximo capítulo:
[C. IV] ¿Infiltrados... o Atrapados?

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{-Dialga-}
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor {-Dialga-} »

Bien,ya sé que tardé más de lo previsto,Meowth xD Pero estoy listo para opinar,así que ¡allá vamos xD!
Empecemos por el principio,claro xD Muy buen combate,en serio que me encantó *-* Los golpes del Arcanine y los de Absol,los Growlithe,el Spheal de Sapphire...Uf,está perfecto ^^ Lo que me tocó las narices fue que esos Growlithe del demonio casi derrotaran a Absol O_OU ¡Se merecían el Hiperrayo!
Oh,y Meowth...No dejo de notar el papel de rescatador que le diste a James xDDDDDDD

-¡Deteneos!-ordenó la agente Mara. Meowth soltó una exclamación incrédula:
-¿En serio cree que sólo porque nos lo ha dicho nos vamos a parar? ¡Y un cuerno!

Cito esto porque es que me entró la risa tonta con esta parte xDDDDDD Dios,Meowth es el amo xDDD
Como siempre,descripciones casi perfectas porque no hay nada perfecto en este mundo x)
Por supuesto,mi Jessie sigue siendo tan impaciente como siempre ^///^U Y tan bestia como siempre xDDDD
Hum,pero veo que James sabe manejarse entre estirados de alta clase O_-U Quién iba a decirlo...¿Y desde cuándo James llama "tata" a su abuela? ¿Es que lo de "abuelita" ya está desfasado xDDDDD?

-Pero hay una cosa que quiero que tengáis en cuenta, chicos-les dijo el señor Fortuny de improviso-. Hoy he invitado a unas personas a un banquete, y os pido por favor que sepáis ser discretos. Yo no tengo nada en contra de la gente normal, pero hay “colegas” míos que opinan que “los de calle” no deberían pisar siquiera los hogares de los de clase alta; si por mí fuera, yo os dejaba disfrutar de la fiesta…pero no quiero tampoco que me critiquen así por las buenas y armar un escándalo por las sandeces que dicen algunos de “sangre azul”.
-No habrá problema, señor-le tranquilizó James hablando por primera vez-. Seremos discretos y nadie reparará en nosotros.
-¡Pero a cambio queremos manduca!-agregó Meowth con aire de suficiencia-¡No hemos comido nada que merezca llamarse sustento desde hace casi dos semanas!
<<Será carota>>-murmuró Absol, reprobador-<<Señor Fortuny, no le tome en serio. Siempre está de broma; estaremos encantados de ayudarle a conservar el tipo en su banquete>>

Tan Meowth como siempre xDDDDDDDDD Vaya que el Fortuny me cae bien,mira tú xDD
Ay,me partía cuando mi Jessie le planta sin más al mayordomo a Riolu xDDDDDDDD
Y aquí,tres partes que me hicieron morirme de la risa,que apenas podía hablar para explicarle a mi madre que no estaba sufriendo un ataque de histerismo xDDDDDDDDD

-De todas formas-intervino Sapphire para desviar la atención de aquel caso-hay otras cosas más importantes en qué pensar. Ese documento no está a la vista de cualquiera, y estaréis de acuerdo conmigo en que viajar a la región del Aura con tan escaso margen de tiempo para actuar contra Cífer y obtener el permiso del dirigente de la región en persona sería demasiado complicado.
-Por no decir imposible-agregó Leonor, que se había mantenido en un segundo plano limitándose a escuchar-. Sin embargo hay otras maneras de obtener un documento restringido de información secreta.
-Sí, ya. Pero por más cirios que le pongamos a Santa Milotic de Algaria, dudo mucho que nos conceda el permiso ése.-bromeó Meowth llevándose los brazos detrás de la cabeza despreocupadamente.

Dios,Santa Milotic de Algaria xDDDDDDDDDDD Me parto,como te lo digo xDDDD
<<Ahora que recuerdo, el señor Fortuny mencionó que hoy daría un importante banquete. Podría ser un buen momento para entrar discretamente en el despacho del amo de la Mansión y buscar el documento>>
-¡Eso mismo pensaba yo!-se apresuró a proclamar Jessie, pero enrojeció cuando todas las miradas se clavaron en ella, irónicas a más no poder. Meowth y Leonor tuvieron que hacer un enorme esfuerzo por no partirse de risa ante la avergonzada cara de la joven miembro del Team Rocket.
-Ya, ya…Y yo soy San Meowth de los Zarpazos, patrón de los Meowth, que predicó la guerra santa contra los Persian y que cascó en el año 1234 por no poder romper un pedrusco con sus Golpes Furia y darse de cabezazos con él en un ataque de desesperación.-ironizó Meowth teatralmente, haciendo reír más aún a Leonor. Sobra decir que a Jessie no le hizo ninguna gracia el sarcasmo de Meowth.

xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD Diooooooos,la mejor salida de Meowth en todo el fik xDDDDDDDD ¡Esto es BESTIAL xDDDDDD!
Jessie fue a añadir algo, pero de pronto palideció sin razón aparente; segundos después, su rostro pasó al color de una guindilla. Se levantó bruscamente y corrió hacia la puerta ante la perplejidad de sus colegas.
-Voy al baño.-dijo atropelladamente saliendo de la habitación y olvidándose de cerrar la puerta al traspasar el umbral. ´
Sólo había uno de los seis que no estaba alucinado: Absol intentaba permanecer impasible como Sapphire (quien había permitido que una leve expresión de desconcierto alterara su serenidad), pero por dentro estaba muerto de la risa. Pero como era un maestro en el disimulo, ninguno se percató de eso.
-Menudo misterio.-dijo Leonor.
-¡Ya te digo!-agregó Meowth.
-Qué raras son las mujeres a veces.-terció James.
<<¡Un mundo...aparte!>>-añadió Riolu.
-No sabe estarse quieta.-intervino Sapphire.

Puf,ya sé qué le pasa a mi Jessie xDDDDD Pero los comentarios de los demás....Sin comentarios xDDDDDDDDDDDD
Pero...¿¡cómo que los padres de James están invitados a la fiesta!? O_OU ¡¡Meowth,cómo puedes!!
Uf...No tengo mucho tiempo,pero...¡¡me muero de ganas de leer el siguiente!! ¡Síguelo ya,Meowth ^^!
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>-Meowth-<
Dejando seco a Plubio
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Hora de que publique un nuevo capítulo. ¡Allá voy!

Cap.37: Reencuentros del pasado

Riolu no comprendió el problema que conllevaba lo que James había dicho, pero a juzgar por las caras de horror de Meowth y Absol, los dos Pokémon entendieron lo que significaba que los padres del joven miembro del Team Rocket estuvieran invitados al banquete del señor Fortuny.
<<¿A qué viene…esa cara?>>-inquirió el pequeño Pokémon, desconcertado-<<¿Qué problema tenéis, eh…con que vengan los padres…de James?>>
Meowth carraspeó buscando la mejor manera de explicarlo:
-Esto, eh, verás, Riolu…Resulta que son bastante…uh, chapados a la antigua-miró de refilón a James por si acaso le había ofendido aquello, pero parecía más bien que él estaba de acuerdo por completo-y le concertaron matrimonio con una tía que es más arpía que mujer. ¡Y si le ven aquí, será el fin del Team Rocket (de nosotros tres, vamos)!
<<¿Por qué?>>
-¡Porque lo llevarán a rastras a su mansión a atarlo por los siglos de los siglos amén a la arpía esa!-gritó Meowth perdiendo los nervios del miedo.
-No sólo es eso-repuso James con una voz que intentaba seguir aparentando serena pero que temblaba ligeramente-. Es que es probable que esa bruja de Jessebell venga y todo. No es que odie a mis padres, pero me juego lo que quieras a que a cualquier sitio al que van se llevan a esa bruja con ellos por si acaso estoy allí. Y a un acto de semejante estatus… ¿Qué mejor ocasión para presentarla en sociedad por si algún día me atrapan al fin?
<<Entonces tenemos doble problema>>-terció Absol, preocupado y mirando con cierta repulsa la lista de invitados que Meowth había encontrado en el jardín-<<Jessebell vio a Jessie y a Meowth, ¿verdad?>>-James y Meowth asintieron a la vez-<<Puedes esconderte durante el banquete, chico, pero si viene y ve a Jessie (Meowth no corre peligro porque hay muchos Meowth) se acabó. Por desgracia, ella es fácil de reconocer. Si la ven, sabrán que estás aquí. Y Jessie no es capaz de quedarse encerrada en una habitación durante horas>>
<<¿Qué…hacemos, pues?>>-preguntó Riolu asustado; ya parecía haber entendido más o menos la gravedad de la situación. Absol ladeó la cabeza, pensativo, mientras tres pares de ojos se clavaban ansiosamente en él.
<<Deberíamos contárselo a Jessie, a Leonor y a Sapphire, tienen que saberlo>>-dijo al fin-<<Aún tenemos un margen de tiempo hasta las nueve en la que se nos ocurrirá algo>>
-¡Vale, vale! ¡Vamos, vamos! ¡Hay que encontrarlas, que estamos en peligro! ¡Venga, va!-les instó Meowth tironeando del “brazo” de Riolu y de la melena de pelo blanco que Absol tenía en el cuello. James miró una vez más la lista, y agachó la cabeza con pesadumbre:
-Intento huir del pasado y llevar una vida nueva, y sin embargo el pasado siempre vuelve a mí. Es como si estuviera persiguiéndome.
<<Coincidencias>>-opinó Riolu mientras Meowth le arrastraba por el jardín hacia la Mansión Pokémon-<<No te…hundas otra vez, ¿eh? Lo pasado…pasado está>>
<<Vas mejorando, Riolu>>-le dijo Absol sonriendo-<<Antes apenas podías hablar sin interrumpirte unas diez veces por frase, y ahora ya son sólo cinco interrupciones>>
Los ojos rojos de Riolu brillaron de alegría, pero Meowth, que estaba al borde de un ataque de nervios, tiró de ellos con más fuerza:
-¡Eh! ¡Que estamos en crisis! ¡Estamos amenazados! ¡En guerra! ¡Conflicto! ¡Problemón! ¡Desgracia Pokémon! ¡Venga, marmotas! ¡Tú!-le dijo a James, que seguía mirando sin ver la lista, pero alzó la vista cuando oyó al Pokémon parlante-¡Eres el que tendría que estar temblando de pies a cabeza, así que no te empanes y ponte en marcha!
Sin esperar respuesta, Meowth siguió arrastrando a Absol y a Riolu hacia la Mansión; tras un momento de silencio, su joven compañero les siguió a paso medio.

-A veces esto de ser mujer es un engorro-se quejó Jessie saliendo enfadada del cuarto de baño-. ¿Por qué los hombres no sufren ciertas cosas que nosotras aguantamos?
-Sufren otras.-respondió Sapphire lacónicamente mientras pasaba las páginas de un libro de la biblioteca que hablaba de los acontecimientos más importantes, ya fueran buenos o malos, que en el siglo XX y el siglo XXI habían ocurrido en Celesta. Leonor, que había preferido descansar y relajarse leyendo su libro Eldest, miró a la joven por encima de las gafas maliciosamente:
-Ser mujer no es agradable, ¿verdad, Jessie?
-¡Eh, tampoco te pases, Leo! ¡He dicho que ciertas cosas no son agradables, no que ser mujer es desagradable! ¡No me malinterpretes, que no me hace gracia!
Leonor iba a responder cuando la inconfundible voz de Meowth distrajo a las tres chicas de lo que estaban haciendo:
-¡Ey, vosotras tres! ¡Alerta roja, alerta roja!
El Pokémon parlante apareció en el umbral de una de las salas de estar de la mansión arrastrando a Absol y a Riolu tras él; James se asomó un segundo después.
-¿Qué pasa?-preguntó Leonor cerrando el libro con preocupación al ver las caras de los chicos del grupo.
<<Se trata del banquete esta noche aquí, en la Mansión Pokémon. Están invitados un montón de gente importante, y vendrán hacia las nueve>>-explicó Absol.
-¡Genial!-exclamó Jessie, emocionada ante la perspectiva de grandes manjares y personajes opulentos-¡La mejor manera de darme a conocer! ¿Podremos colarnos?
-¡Ni hablar del peluquín!-gritó Meowth espantado.
-¿Y eso?-inquirió Sapphire alzando una ceja; no era normal que Meowth se negara a asistir a una comida de categoría.
<<Que te…que te lo explique James>>-dijo Riolu señalando con la cabeza a su compañero. James se adelantó y les mostró a las chicas la lista de los invitados:
-Mirad esto.
Jessie, Leonor y Sapphire leyeron los nombres de todas las personas, y de vez en cuando las dos primeras abrían los ojos con sorpresa al ver a gente muy conocida e importante en ella. Pero no parecía que tuviera nada malo, más bien todo lo contrario.
-¿Y? ¡Todos los invitados son…son famosísimos! ¡Será maravilloso estar entre ellos! ¿Acaso os da miedo el alto standing?-se burló Jessie. Pero sus compañeros no rieron, estaban bastante sorprendidos de que las tres chicas no hubieran entendido el problema.
-Cómo se nota que no te sabes mi apellido, Jess.-repuso James esbozando una media y amarga sonrisa, y señaló dos nombres que estaban hacia la mitad del papel. Con aquella referencia, aun no sabiendo el apellido de su compañero, Jessie, Leonor y Sapphire entendieron lo que él quería decir. Sapphire permaneció impasible, pero las otras dos chicas palidecieron de golpe.
-¡No fastidies!-exclamó Leonor, pasmada-¿Estás diciendo que tus padres están invitados al banquete, James?-el joven asintió-¡Dita sea, si te ven adiós! ¡Tendríamos que luchar por defenderte, y no quiero armar el gran escándalo! Y si viene Jessebell…
-¿Cómo? ¿¡Esa arpía aquí!?-gritó Jessie horrorizada-¡En cuanto la vea le haré pedazos! ¡Nadie amenaza a mis colegas sin mi permiso!
<<Nadie te lo pediría para eso>>-arguyó Absol irónicamente. Ella le fulminó con la mirada, furiosa. Sapphire avanzó un paso con una mirada seria que cortó la posible discusión:
-No es momento de discutir. Estamos todos en apuros, y no hay tiempo que perder.
<<¿Todos…en apuros?>>-repitió Riolu, confuso-<<Pero si esa Je-Jessebell sólo, eh, amenaza a James…>>
-Si sus padres le descubren y le atrapan, un miembro de los elegidos de la Voz dejaría el grupo, y eso conllevará el fracaso de vuestra misión-dijo la chica, serena pero preocupada-. Y yo, como Guía de los Portadores, no puedo permitirlo.
Hubo un momento de silencio mientras los siete compañeros intentaban pensar en algo que les sacara del atolladero, hasta que Meowth saltó:
-¡Ey, creo que lo tengo! ¿Por qué no ocultamos a Jessie y a James bajo capuchas?
<<¿Capuchas?>>-repitió Absol alzando una ceja-<<Bien, es buena idea. ¿Pero con qué capuchas? Aquí no habrá ninguna; el señor Fortuny no las necesita. A no ser…>>-dijo mientras sus ojos rojos de pupila blanca brillaban como hacían cuando se le ocurría una idea-<<A no ser que las confeccionemos nosotros. Sí, podríamos hacerlas>>
-Claro, colega, es muy fácil-repuso Leonor, sarcástica-. Como sabemos coser tan bien y sabemos hacer aparecer lana de la nada…
<<Con un par de trozos de tela cortada es muy sencillo. Y tanto Meowth como yo tenemos garras bastante afiladas…>>
Los siete compañeros se miraron entre ellos. La verdad era que la idea de Meowth parecía bastante razonable, si bien era muy rudimentaria. Pero Riolu encontró el mayor inconveniente de la solución:
<<Pero…pero el pelo d-de Jessie… ¿Cómo pensáis…eh, ocultarlo bajo una capucha?>>
Exceptuando a Meowth, a quien le dio un ataque de risa, los demás se giraron instantáneamente hacia Jessie, que retrocedió al ver las miradas críticas que sus compañeros dispararon hacia su enorme melena de color rojizo.
-¿Qué? ¿Qué demonios pretendéis hacer?-les soltó, desafiante.
-Quién diría que tu melena sería mi condena, Jess.-repuso James cruzándose de brazos y ladeando la cabeza con resignación.
-De condena nada-zanjó Leonor-. Pero vaya que tiene bemoles…Creo que no nos queda otra.
-¿Otra qué?-inquirió la joven, cada vez más tensa.
-Me da que vamos a tener que pedirte que deshagas tu melena, Jessie.
Leonor acababa de decir lo que no debía. El estallido de indignación de Jessie hizo temblar hasta los espejos de la sala de estar de la Mansión Pokémon (y de toda ella entera).
-¡¡Leo!! ¿¡Pero tú sabes lo que dices, eh!? ¿¡Deshacer yo mi preciosa melena, que tanto me cuesta mantener y que tan estilosa es!? ¡¡Nanay de la nena!!-le gritó Jessie escandalizada. Iba a seguir dando voces (e intimidando a Leonor y a Riolu, porque los demás no parecían muy asustados) cuando la voz de Absol le interrumpió:
<<Tu “estilosa melena” puede rehacerse, Jessie. Aunque cueste tiempo, puedes volverla a rehacer. Pero si los padres de James le encuentran y se lo llevan con esa Jessebell, puede que jamás podáis recuperarle, ni tú ni Meowth>>
Jessie abrió la boca dispuesta a rebatirle, pero se dio cuenta de que el Pokémon Siniestro tenía toda la razón, así que frunció el ceño y se calló, contrariada.
-¿Podemos contar con que colaborarás, Jessie?-le preguntó la impasible Sapphire, que ni había parpadeado ante la furia de la joven miembro del Team Rocket.
-Bah…Bueno, mi melena es mi melena, Sapph, pero soy la líder de mis colegas y no puedo fallar a uno de ellos en situaciones tan graves.-dijo ella guiñándole un ojo a James; poco faltó para que el joven se lanzara a darle un abrazo de gratitud a su amiga y dejara a un lado su reciente actitud, una actitud de fría serenidad similar a la de Sapphire. Pero pudo mantenerse casi igual que antes, aunque esbozó una afable sonrisa:
-Te lo agradezco muchísimo, Jess. Te debo una.
-Me debes demasiadas-corrigió ella maliciosamente-. Pero como son tantas, haré la vista gorda.
-¡No hay tiempo que perder, va!-terció Meowth tirando de Absol-¡Somos las costureras, compadre, así que a por mantas y nada de perder tiempo!
<<Sé caminar solito, gracias>>-rezongó el Pokémon Siniestro con fastidio, zafándose-<<Nos vemos más tarde, y traeremos unas buenas capuchas. Que te vaya bien, Jessie>>-añadió, socarrón. Ella le fulminó con la mirada y puso los brazos en jarras.
-Hay que ver; va de tranquilo y sensato y es más agudo que un Hoja Aguda.-gruñó cuando los dos Pokémon salieron de la sala seguidos por Riolu. Leonor rió por lo bajo y se ajustó las gafas, que se le habían bajado por el sobresalto que se llevó ante la bronca de Jessie:
-Absol no es lo que parece. Es único, y por eso es mi mejor amigo y mi mejor Pokémon. Desde hace mucho, sí.
-Basta de cháchara-cortó Sapphire, seria-. Jessie, tienes que deshacer ya tu melena. Creo que te llevará tiempo, y son ya las ocho menos diez. Vente conmigo. Yo te ayudaré.
Jessie puso mala cara, pero accedió. Momentos después, ambas salían por la puerta de la sala, al igual que habían hecho Meowth, Absol y Riolu. Cuando desaparecieron de la vista, James se dejó caer en un sillón, abatido. Leonor le disparó una mirada de reojo mientras leía otra vez Eldest.
-¿Por qué me dará a mí que no te ilusiona la visita de la familia?-comentó con cierta malicia.
-No tiene gracia, Leonor. Si supieras a ciencia cierta lo que fue mi infancia me entenderías mejor.
-Sé más de lo que te crees, oye. Ya visteis cuántas cosas sé sobre vosotros cuando nos conocimos. Y sobre lo que fue tu vida con tus padres también lo sé-dijo Leonor, y volviendo la vista al libro murmuró sin darse cuenta-. Sagrado matrimonio…
-De sagrado no tiene un ápice-le contradijo James desviando la mirada-. Si no fuera por esa bruja de Jessebell…y por la mentalidad de mis padres, claro…
-Espera, tú, que yo no creo que el matrimonio sea sagrado-protestó la chica enrojeciendo-, más bien todo lo contrario. Lo dije por otra cosa, cosas mías, divagaciones.
-Si te pregunto la razón por la cual lo dijiste no me responderás, ¿a que no?
-Cómo me conoces ya, ¿eh?-rió Leonor-Son cosas mías. Y no las diré a menos que sea necesario. No me mires así, James, que seguro que tú también tienes secretos.
Él ladeó la cabeza (últimamente hacía mucho aquel gesto) y tras unos segundos asintió:
-Sí, vale, tienes razón. Pero tú sabes mucho sobre nosotros y nosotros apenas sabemos nada de ti. ¿Tenemos razones para desconfiar o no, Leonor?
-Me parece que te morías de ganas de entablar esta conversación, ¿eh?-bromeó ella con otra maliciosa mirada; esta vez le tocó a James ruborizarse ligeramente-Lo tomaré como un sí.
-Vale, sí. Pero con todo lo que hemos pasado no he tenido tiempo de preguntártelo. Y ahórrate lo de que en casi tres semanas había tiempo de sobra.
-Ni se me había pasado por la cabeza. Bien, respecto a tu pregunta, sí que tenéis razones para desconfiar de mí. Pero creo que os he demostrado que estoy de vuestro lado, ¿no?
-Eso sí que es verdad. Además me salvaste la vida en una ocasión-Leonor parpadeó con sorpresa-. ¿No te acuerdas ya? Cuando nos atacó el Lugia Oscuro en el Bosque Vetusto…Atacó a Meowth y yo le aparté, y quedé en el lugar del ataque que le lanzó, y tú me apartaste. No olvido esas cosas tan fácilmente.
-Ah, ya. Bueno, fue una temeridad por mi parte, pero…-la chica se interrumpió, dándose cuenta de que estaba a punto de hablar demasiado y carraspeó-Aparte Absol me salvó a mí. Nos salvó a todos, mejor dicho.
-También es verdad.
Leonor sonrió y volvió a la lectura de su grueso libro, que parecía estar en un punto interesante a juzgar por la atención que le ponía ella. James se quedó mirando sin ver un candelabro de oro que había en una mesa de caoba, perdido en sus pensamientos. Así estuvieron casi cinco minutos (en los que Leonor se leyó unas veinticinco páginas) hasta que James le dirigió una mirada curiosa al libro de la chica.
-Cuando te lo acabes-dijo-, podrías prestármelo.
-¿Te gustan los libros?-preguntó Leonor, intrigada. El joven rió por primera vez en mucho tiempo:
-¿Gustarme? Cuando mis padres me tenían encerrado en casa, que a veces era el verano entero, al acabar de estudiar todo lo que me obligaban, no solía tener otra cosa que hacer, así que siempre leía cualquier libro que se me pusiera por delante. Cuando entré al Instituto Pokémon de Ciudad Fucsia (yo vivía cerca de Fucsia), siempre me iba a la biblioteca a la hora del recreo.
-¡Anda! Yo hacía lo mismo en mi instituto-dijo Leonor, sorprendida-. Pero, aparte de ir porque me gusta leer, lo hacía porque en el patio siempre venía algún idiota a molestarme y a reírse de mí.
-Igual que yo. Mi primer año en el Instituto lo pasé en solitario; los libros y yo. En el segundo año comencé a trabar cierta amistad con una chica de clase. Tenía trece años, como tú.-repuso James con una media sonrisa nostálgica.
-Tengo doce.
-Pero vas para trece, ¿no?-Leonor asintió-Pues tenía tu edad, sólo que ese año yo ya iba para catorce. Y para entonces ya tenía un mote fijo en clase.-agregó James amargamente. Leonor frunció el ceño; sabía a lo que se refería.
-Hay que ver. Cuando alguien es diferente, enseguida van a por él. El ser humano es así; por eso admiro a los Pokémon, que no son tan crueles. Si te entiendo.
-Para entenderlo tendrías que sufrirlo.
-Es que lo he sufrido, y mucho. Yo aguanté burlas en clase desde primero de Primaria. Y ninguna era muy agradable, créeme.-aseguró la chica; ahora era ella la que hablaba con amargura. James se reprendió por su torpeza; había olvidado que Leonor había mencionado antes que huía de las burlas yendo a la biblioteca de su instituto.
-Discúlpame. Me olvidaba de que lo habías dicho antes. Pero lo que no sabía era el tiempo que llevabas aguantándolas.
-No importa, ahora eso está pasado. Que no quiere decir que esté olvidado por completo-rezongó Leonor leyendo una página distraídamente-. Hablando poéticamente, la herida cura, pero queda la cicatriz.
-Lo que no entiendo es por qué se reían de ti. Yo personalmente no he visto que tuvieran razones.
-Ah, ellos sí las tenían. El lugar de donde vengo es diferente a Kanto, Johto, Hoenn, Sinnoh, Aura, Floresta e incluso Sairutsa. Aquí no habrá razones, pero en mi tierra sí.
Algo en el tono de voz de la chica parecía indicar que no tenía ganas de seguir con aquella conversación. Quizá fuera la total seriedad con la que pronunció aquellas palabras; James le había visto seria en alguna ocasión en que era necesaria la seriedad, pero incluso en aquellas situaciones Leonor siempre tenía lista alguna frase hecha o alguna ocurrencia graciosa.
Desde luego, los recuerdos que estaba rememorando no debían serle nada gratos.
Leonor siguió leyendo con el ceño fruncido y el semblante serio. Mientras ella estuvo así (como otros cinco minutos), James tuvo el suficiente tacto como para no decir nada y limitarse a observar la puesta de sol por la ventana de la sala; tenía también otras cosas en las que pensar, y a medida que iba pasando el tiempo y llegando la hora del banquete, iba poniéndose más nervioso, aunque no lo demostraba.
Le distrajo la voz de Leonor, que había alzado la cabeza:
-Cuando quieras leer mi libro, me lo dices. Si quieres puedo dejártelo ya.
-¿Qué? ¡Ah! No, no; acábatelo tú. Puedo esperar, no voy a dejarte a mitad.
-¿A mitad?-Leonor se echó a reír; al parecer había vuelto a ser la de siempre-Ya me he leído Eldest unas seis veces. Es mi libro de entretenimiento.
-¿Seis veces?-James parpadeó, atónito-¡Pero si es…! Bueno, es muy grueso…
-Bah. Un libro como éste me lo leo yo en unas tres o cuatro horitas.
-Y yo que me consideraba lector.
-Es que yo también soy muy exagerada-bromeó la chica-. Si quieres te lo dejo. Tengo otro más guardado en mi chaqueta, un poco más pequeño que Eldest.
-Pareces Jess-repuso el joven riendo en silencio-. No se sabe de dónde saca todos los cacharros que lleva encima. Aún recuerdo aquella sartén.
Leonor rió con ganas al oír aquello, y volvió a concentrarse en la página del libro que llevaba un rato intentando leer. No obstante, antes le dijo a James:
-La verdad es que no esperaba que un miembro del Team Rocket se interesara por la cultura. Aunque te conocía bastante bien, sigue sorprendiéndome.
-Jess, Meowth y yo somos los Mareep negros del Team Rocket-observó él apartando inconscientemente a un lado el mechón de pelo azulón que le caía entre los ojos (y que, como siempre, volvió a su sitio inmediatamente)-. Como somos el último orejón del tarro en el trabajo y nadie cuenta con nosotros, acabamos haciendo lo que queremos.
-Es que también sois muy jóvenes. Creo que Cassidy y Butch son un poco más mayores que vosotros, ¿no?
-Sí, Butch tiene como veinticuatro o veinticinco años. Cassidy creo que tiene veintidós, o quizá veintiuno…No lo sé. Quien sabe la edad de Cassidy con seguridad es Jess; la conoce muchísimo mejor que yo. Pero lo que sí sé es que tanto Cassidy como Butch son igual de arrogantes y engreídos.-murmuró James con fastidio. Leonor no dijo nada, pues sabía de sobra que ambos grupos se detestaban entre ellos. Tras leer por fin la página (que le llevó como diez segundos) repuso:
-No saben manejar a los Pokémon en combate. Les gana hasta Ash.
-Oh, pero el moc…bueno, Ash…gana siempre, pase lo que pase. Claro, él es el héroe de todo, y siempre que les ayudamos se olvidan de nosotros. No le deseo nada malo al…esto, a Ash; pero ser invisible a la larga es engorroso…Aunque sí que maneja bien sus Pokémon, hay que reconocerlo. Claro que-añadió él alzando una ceja-hoy he visto que tanto tú como Sapphire le dais mil vueltas.
Leonor enrojeció y fingió seguir leyendo:
-Tonterías.
-Es verdad. La combinación final fue sorprendente; inmovilizar con Psíquico y golpear con Electrocañón. Realmente ingeniosa. Lo que no sabía era que tu Espeon sabía usar Energibola y Electrocañón.
-Bah, hay muchas combinaciones. Por ejemplo, tu Carnivine puede hacer una bastante útil.
-¿Cuál?
-Inmovilizar al contrario con Látigo Cepa y meter caña con Recurrente. Así no se libra, y Recurrente es un buen ataque.
-No es mala idea.-opinó James con aprobación.
-¿En serio?-se sorprendió ella-¡Pues acabo de inventármela!
Al oír su propia y absurda respuesta, Leonor empezó a reírse de sí misma de tal forma que por poco se le cayó el libro al suelo. Realmente, no era que su respuesta fuera absurda; es que ella creía que era absurda. Por esa razón, James alzó una ceja, interrogante; Leonor captó el gesto un momento después.
-Perdona, es que… ¡Menuda chorrada acabo de decir!
-¿Lo de que acabas de inventarte la estrategia? A mí no me pareció una chorrada.
-Ah, bueno; es que para gustos, colores…-arguyó la chica aún riendo por lo bajo y bajando la vista hacia Eldest. Al ver el libro, su rostro se iluminó como hacía siempre que recordaba algo y empezó a hurgar en los bolsillos interiores de su chaqueta de chándal. Tras unos segundos en los que James observó intrigado la “misteriosa” búsqueda de Leonor, la chica sacó un libro del tamaño de un palmo suyo de alto, pero de casi dos dedos de grosor.
-Mira, éste es mi otro libro de entretenimiento-le dijo Leonor al joven-. Tampoco trata sobre los Pokémon, pero quizá te interese.
Sin previo aviso, se lo lanzó por el aire; James lo atrapó un segundo antes de que le diera a una lámpara dorada de mesa y la tirara al suelo, pero por poco se cayó del sillón cuando se inclinó para cogerlo.
-Ten un poco más de cuidado, Leonor, o nos echarán a patadas por torpes-le reconvino él examinando la portada gris del libro-. ¿Grimpow? ¿De qué trata?
-La sinopsis está por detrás. ¡Deberías saberlo, como lector!
Sonrojándose por su estúpido error, James le dio la vuelta al libro y leyó lo que estaba escrito en la contraportada. Al acabar (lo que le llevó unos diez segundos) le preguntó a Leonor:
-¿Año 1313? ¿Este libro está basado en el mundo paralelo?
-Sí, exactamente-confirmó ella sonriendo-. Creo que hay una cosa en él que puede interesarte.
-¿Acerca de qué?
-No te lo voy a decir. Eso tendrás que averiguarlo tú.
El joven se encogió de hombros e, intrigado, comenzó a leer el libro que Leonor le había dejado. Ambos permanecieron absortos en la lectura de los libros durante casi una hora, durante la cual James le preguntó a Leonor algunas cosas sobre el que le había prestado ella; quedó demostrado que él también leía rápido, aunque no tanto como Leonor, que en un minuto se leía casi cuatro páginas. Así estuvieron hasta que se abrió la puerta de la sala, sobresaltándoles a los dos.
-¡Mirad lo que traemos!-exclamó un orgulloso Meowth sosteniendo algo peludo y marrón bajo el brazo-Nos ha costado, ¡pero lo hemos logrado!
Nada más escuchar al Pokémon parlante, James dejó a un lado el libro, se levantó del sillón y se dirigió hacia Meowth, Absol y Riolu. El pequeño Pokémon también llevaba otra cosa igual a la que Meowth portaba.
-¿Es la capucha?-preguntó James poniendo una rodilla en tierra para quedar a la altura de Meowth y tomando el objeto marrón que éste le ofreció-Parece buena…Sí, yo diría que nos ocultará bien. Porque si no lo hace, estoy perdido.
<<Tranquilo; he tomado vuestras medidas al dedillo>>-le dijo Absol con una media sonrisa-<<Por eso hemos tardado tanto en volver>>
-Mejor que sobre que no que falte.-terció Leonor mirándoles por encima de las gafas. Riolu miró en rededor con la extrañeza pintada en su rostro azul y negro:
<<¿Dónde…dónde están Jessie y…y Sapphire?>>-preguntó-<<¿No estaban con…vosotros antes?>>
-Sapphire se llevó a Jess para ayudarle a deshacer su melena más rápidamente, pero por lo que veo la rapidez está en huelga…-repuso James, algo resignado.
-Venga, pruébatela, colega-le dijo Meowth sonriendo-. ¡Hemos trabajado como fieras! ¡Haznos el honor!
James dudó un segundo, pero después examinó la capucha para ver cómo se colocaba, y descubrió que bastaba con desplegar la tela y encasquetársela en la cabeza, y así lo hizo. Una vez bien puesta, Meowth, Absol y Riolu retrocedieron un paso para observar su “obra”, y Leonor dejó la lectura un momento para hacer lo que los tres Pokémon hicieron.
Absol había sido realmente detallista; aparte de que la capucha era lo suficientemente grande como para que el rostro de James quedara casi completamente fuera de la vista en la oscuridad, ésta se prolongaba hasta casi la cintura, ocultando la holgada camiseta de manga larga que él llevaba encima de otra negra y más fina, que portaba impresa la R roja que era el símbolo del Team Rocket. Con aquella capucha, James quedaba casi irreconocible; sólo sus ojos podían delatarle, pues su color verde era distinguible incluso en las sombras.
-No está nada mal, Absol. Te has superado.-opinó Leonor, aprobadora. Meowth frunció el ceño y rezongó:
-Oye, bonita, que aquí hemos trabajado todos. ¡Absol puede haberlo planificado, pero Riolu y yo también nos lo hemos currado!
<<Menos lobos>>-le picó Absol, socarrón-<<Mírate al espejo, James, y dinos qué te parece>>
El joven giró la cabeza hacia un espejo que había en la pared que tenían a la derecha; la capucha les impidió ver su expresión, pero abrió los ojos, muy sorprendido.
-Caray, Absol, sí que lo has hecho bien. Parezco un Kecleon; estoy casi irreconocible.
<<Sí, buen…trabajo>>-corroboró Riolu sonriendo. En aquel momento entró alguien más en la sala; una voz femenina e increíblemente serena les distrajo de su observación:
-Muy buen trabajo, en efecto. Una capucha magnífica.
Todos se giraron hacia la “recién llegada”, que era Sapphire; James se bajó la capucha en un acto reflejo, por si acaso no le reconocían y se llevaban un susto. Jessie entró detrás, muy colorada, y nada más verle, Meowth comenzó a partirse de la risa. La melena pelirroja (mejor dicho, de color ciruela rojizo) de Jessie, siempre en forma de arco descendente, estaba ahora lisa y bastante despeinada; le caía por los hombros y le llegaba hasta más allá la cintura. No le quedaba tan mal como hubieran esperado, pero al estar ya habituados a verla con su original manera de llevar su melena, semejante cambio impactaba bastante. Pero para la joven, aquello era una especie de sacrilegio, y si ya estaba bastante avergonzada al entrar a la sala, las risas de Meowth le hicieron enrojecer aún más, y le espetó al Pokémon parlante:
-¡Cierra la boca, Meowth! ¡Estás ganándote una colleja! ¡Y los demás, ni una risita! Oh, por todos los Pokémon-exclamó al verse en el espejo-. ¡Estoy ho-rri-ble! ¡No me miréis, no me miréis!
-No le veo tanto problema, Jess-repuso James ladeando la cabeza y evaluando el cambio-. Creo que te queda bastante bien.
<<Cierto, te hace más alta y todo>>-corroboró Absol sonriendo. Leonor asintió también, aunque se notaba que estaba aguantándose la risa ante la cara de Jessie.
Pero las carcajadas de Meowth no parecían opinar lo mismo que ellos.
-¡Estáis cegatos!-les soltó Jessie, azoradísima-¿Tenéis las capuchas? ¡Dame eso, Riolu!-le reclamó al pequeño Pokémon quitándole bruscamente la capucha de las “manos” y haciéndole perder el equilibrio-¿Cómo cuernos se pone esto? ¡Ah, ya!
A pesar de la velocidad a la que la joven miembro del Team Rocket se había encasquetado la capucha, ésta le quedaba que ni pintada. También ocultaba la corta camiseta blanca que llevaba el logo de la temida organización, aunque Absol había tenido en cuenta que la melena de Jessie sería bastante larga, y por eso había hecho una ancha abertura por detrás de la capucha para que ésta cayera por la espalda y no se amontonara en el hueco que tenía para la cabeza. Y, al igual que James, sólo era reconocible por sus ojos, cuyo color (azul eléctrico) podía vislumbrarse en la penumbra.
-Perfecto-dijo Sapphire-. Bien, falta un cuarto de hora para las nueve y dentro de nada van a comenzar a llegar los invitados. Y además, hay una cosa que hacer.
-¿Cuál?-preguntó Leonor guardándose los libros de Eldest y Grimpow.
-Vinimos aquí en busca de un documento de la biblioteca del señor Fortuny acerca del “incidente Oscuro”, y con todo esto no pudimos hallarlo.
-¡Vale! ¡Yo me encargo, Sapphire!-se ofreció Meowth sonrojándose-¡Mientras todos manduquean en la salita de zampadas, yo os traeré ese dichoso papelorio!
<<Sí, porque eres el más adecuado>>-afirmó Absol-<<De acuerdo, creo que lo mejor será que nos separemos. Jessie y James llamarán menos la atención por separado. Hay cosas que podrían hacerlos reconocibles>>
-Me reconocen porque soy inolvidable e única. ¡Por ser tan yo! Pero por desgracia, también este colega es fácil de reconocer-terció Jessie señalando con la cabeza (cubierta por la capucha) a James-. ¡Si no estuviera en plan radiografía…!
El joven acusó el golpe, pero no respondió como ella había supuesto que haría; se limitó a dirigirle una fría mirada que acalló la calidez de sus ojos como si se hubieran cubierto con una capa de hielo. Jessie se estremeció, pero le devolvió una desafiante mirada que hacía que sus ojos azules parecieran arder. Tras un segundo, James se vio obligado a apartar la mirada bruscamente, temblando.
-Ey, ey-intervino Meowth, alarmado-. Que no estamos aquí para discutir. ¿Es que no tuvisteis bastante ayer?
-A mí que me registren-murmuró James colocándose de nuevo la capucha-. No he sido yo quien ha empezado.
Jessie iba a protestar, pero se dio cuenta de que su amigo tenía razón; no había razón para que ella hubiera soltado aquello. Además, tenía que haber tenido en cuenta que James no estaba bien de ánimos como para andar con ironías con él.
-Bueno, perdona. Es que si Leo no se hubiera empeñado en deshacer mi melena…Estoy nerviosa y eso.-se disculpó, no sin cierta reticencia. Él esbozó una débil media sonrisa; debido a la capucha no pudieron verla, pero sus ojos lo decían todo. El hielo que habían contenido durante un instante parecía haberse derretido.
-No tienes pelos en la lengua, ¿eh, Jessie?-le dijo Meowth, socarrón. Jessie gruñó, captando la pulla del Pokémon parlante.
<<Venga, hay…trabajo>>-dijo Riolu, más aliviado al ver que los dos jóvenes volvían a reconciliarse-<<¿Salimos?>>
-Sí, vamos-confirmó Leonor ajustándose las gafas y levantándose del sillón-. Dentro de nada vamos a tener a unos cuantos ricachones por aquí danzando. Qué rollo patatero, ¿eh?

--- Sigue en el siguiente grito---
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

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~~~Continuación del capítulo 37~~~
Diez minutos después, las puertas de la Mansión Pokémon se abrían por completo a la larga hilera de gente importante que aguardaba en el patio del enorme edificio. Ninguno de ellos era consciente de que una alta y delgada figura encapuchada y un Absol les observaban inquisitivamente desde detrás de unos arbustos del patio.
<<Te noto apagado, James>>-comentó telepáticamente Absol a su compañero encapuchado, que suspiró.
-Esto me recuerda cosas, y nada agradables. Todas las cenas de gala en mi casa…Los hijos de la gente que visitaba a mis padres eran todos rectos y bastante repelentes, sinceramente. Cuando salía de la habitación a cualquier cosa, inmediatamente oía a mi madre por detrás de la puerta decirles a todos lo rebelde que era yo. Ah, siempre fui la vergüenza de mis padres…
<<Hace tiempo que te desvinculaste de ellos>>
-No quita que sigan siendo mis padres, Absol. Debo de haber sido el error más grande de su vida. Al menos, ellos me consideraban así.
<<¡Chico! Exageras demasiado>>-dijo Absol, sorprendido-<<Puede que hayas hecho cosas con las que no estaban nada de acuerdo, pero al fin y al cabo eres su único hijo>>
-Seguro que hubieran dado lo que fuera por que yo hubiese tenido hermanos.-murmuró James agachando la cabeza con pesadumbre.
<<Anda, no te tortures más. Bastante tuviste ayer. Continuemos mirando; tienen que estar por aquí>>
-Sigo sin entender por qué me has traído aquí fuera.
<<Porque sólo tú puedes reconocer a tus padres. Y una vez sepamos que están aquí, tendremos que separarnos. Bueno, tú puedes quedarte conmigo si quieres>>
-Ya veremos…
La gente de bien siguió enseñando su invitación al mayordomo del señor Fortuny y pasando al interior de la Mansión. Pero hasta después de unos minutos, no ocurrió.
Fue detrás de un importante empresario de la región de Johto; tres personas se presentaron al mayordomo y le entregaron la invitación. Absol supo que aquellos eran los padres de James cuando el joven alzó la cabeza bruscamente al oír la voz del hombre; el Pokémon Siniestro apreció que estaba temblando de manera casi imperceptible. Absol prestó atención a cómo eran por curiosidad y para poder reconocerles; el padre de James era alto y delgado, igual que él, y tenía el pelo castaño oscuro peinado con una raya muy recta, un bigote fino y aristocrático y los ojos de color añil, vestía un traje de chaqueta de color gris y una gabardina marrón, y tenía el mismo aire sereno y calculador que su hijo. Su esposa era alta también, pero no tanto como su marido o como James; su pelo tenía un color similar al de los ojos de Meowth y estaba peinado en una especie de permanente de alta clase, tenía los ojos del color del barro, llevaba un vestido largo de color ciruela y un echarpe de piel blanca (piel de Absol, como el Pokémon Siniestro pudo apreciar con enojo), y se movía con altivez y arrogancia.
Pero cuando la tercera persona se movió hacia la luz de la Mansión y se hizo visible, James soltó un grito ahogado y se estremeció tan notablemente que Absol comenzó a sospechar acerca de su identidad. Era una mujer joven, de unos veintitrés o veinticuatro años; era muy alta, delgada, pelirroja y con un peinado que hacía que unas espirales de pelo cayeran a ambos lados de su rostro, iba ataviada con un vestido largo azul celeste con unos volantes alrededor del bajo y llevaba unas deslumbrantes joyas. La mujer se giró momentáneamente hacia ellos (aunque no los vio) y sus ojos se encontraron un segundo con los de James en la distancia. El joven retrocedió con brusquedad, temblando violentamente y con una sombra de auténtico terror en sus ojos. Absol comprendió que James no exageraba respecto a lo que uno sentía al mirar a esa mujer a los ojos; eran de un azul tan frío y tan cortante que hasta hacían sentirse inquieto hasta a él, que apenas se inmutaba por nada. Después de un par de segundos, los padres de James y la mujer entraron a la Mansión.
<<¿Esa era Jessebell?>>-le preguntó Absol a James, que asintió; el Pokémon Siniestro vio que, aun estando en sombras, el joven estaba muy pálido y temblaba-<<Siempre creí que exagerabas cuando describías sus ojos…Pero no, esa mirada me pone nervioso hasta a mí. Esa mujer no es normal>>
-Es una bruja…Literalmente es una bruja…Se las apañó para borrarme la memoria con los polvos tóxicos de su Vileplume cuando yo tenía catorce años, quién sabe por qué…-recordó él agachándose detrás de los arbustos con la mirada perdida pero llena de temor. Absol estaba un poco cortado; en las tres semanas que llevaba conviviendo con James (y con Jessie y Meowth) se había hecho a la tranquilidad y a la serenidad de su compañero de grupo, que sabía llevar el miedo de manera más sensata que sus dos colegas. Verlo tan aterrorizado no dejaba de impresionarlo. Pero el semblante del Pokémon Siniestro era impasible en aquel momento; sólo sus ojos rojos denotaban una leve conmoción.
<<¿Así que te indujo amnesia? Qué extraño…Podrías haber oído algo que no debías y ella tomó medidas. Sólo podemos hacer conjeturas, después de todo. Porque tú no lo recuerdas>>
-Tengo un vago recuerdo acerca de ello…A los catorce años; ella hablaba con su Gloom a escondidas acerca de mí, creo…Después de eso ya no me acuerdo de nada.
<<Vaya, vaya…>>-se dijo Absol, intrigado. James se encogió sobre sí mismo, como si acabara de sufrir un ataque de intenso frío, y entornó los ojos (eso es lo que pudo apreciar Absol entre las sombras).
-No quiero entrar ahí, Absol-susurró el joven temblando con más fuerza aún y dirigiendo una mirada de temor a la Mansión Pokémon-. No quiero estar en el mismo lugar que Jessebell…Me produce tanto frío…Demasiado frío.
<<Ya es decir>>-observó Absol, preocupado-<<Si a ti, que tienes como elemento regente el Hielo, alguien te produce frío…Bien, ven conmigo, James. Yo te guardaré de esa mujer; te juro que si se atreve a ponerte la mano encima…me encargaré de que se le quiten las ganas. Como compañero de grupo, es mi deber>>
-Absol…
<<No intentes persuadirme de lo contrario, chico. Semejante arpía no merece contemplaciones. No te lo tomes a mal, pero deberías ser un poco más duro de lo que eres>>-le reprendió amablemente el Pokémon Siniestro-<<Ahora ven conmigo; no podemos quedarnos aquí fuera. Levantaríamos sospechas>>
James desvió la mirada, pero no dijo nada más. Se limitó a seguir los pasos de Absol hacia la puerta trasera de la Mansión para entrar discretamente.

-Como pillen a Meowth, nos hemos caído con el equipo entero.-repuso Leonor caminando junto a Sapphire por los pasillos cubiertos con alfombras rojas de la Mansión Pokémon. Habían dejado a Jessie y a Riolu apostados en la pequeña sala de estar de antes, donde sabían que no entraría nadie por su escaso tamaño y por la lejanía, y acababan de ayudar a Meowth a colarse en la gran biblioteca del edificio; el Pokémon parlante tenía que encontrar aquella misma noche el documento sobre el “incidente Oscuro”, puesto que le habían prometido al señor Fortuny que al día siguiente se marcharían. El dueño de la Mansión no solía acoger entrenadores viajeros durante una noche gratis, y por eso se habían visto obligados a jurarle que se irían enseguida.
El tiempo corría, y el banquete era un obstáculo más en su misión.
-Meowth sabrá ser discreto-la tranquilizó Sapphire, serena como siempre-. Dependemos de ello. Confío en que podrá hacerlo.
-Más le vale-bromeó Leonor, y acto seguido sufrió un escalofrío-. Che, ¿por qué estaré nerviosa?
-Porque dos de nuestros compañeros están amenazados, uno de ellos en especial-dijo Sapphire, no sin razón-. Y además, el éxito de nuestro cometido está en manos de otro compañero que puede ser descubierto en cualquier momento.
-Caray, Sapphire, pareces lectora de mentes.
-Tengo lógica. Y eso también puedo hacerlo, además.
Las dos chicas avanzaban por el pasillo que daba al corredor principal en dirección al jardín de la Mansión cuando, en la esquina, Leonor tropezó con alguien que giraba en ella; la chica cayó al suelo hacia atrás.
-Lo siento.-se disculpó mecánicamente, pero cuando alzó la vista y vio con quién había chocado se quedó petrificada.
Una mujer joven, alta y delgada que llevaba un vestido de noche azul celeste se erguía arrogante ante ella. Era pelirroja, peinada con unas espirales de cabello alrededor de la cara, y portaba diversas joyas. Pero fue su despectiva mirada lo que paralizó de terror a Leonor; sus ojos eran de un azul increíblemente frío y cortante que obligaba a aquel que la mirase directamente a ellos a apartar la mirada o a quedarse atrapado en la terrible y gélida red que creaban. Sólo Sapphire podía mirarla desafiante, impasible como siempre.
Leonor movió los labios intentando decir algo, pero se había quedado con la boca seca. La mujer sonrió de una forma tan malévola (otros hubieran dicho que era una sonrisa agradable, pero Leonor y Sapphire no estaban tan ciegas) que la chica retrocedió en el suelo unos centímetros.
-Más te vale mirar por dónde vas, niña bonita, o puedo tomarme mis represalias.-dijo con una voz suave y cantarina que recordaba un poco a la de Jessie, pero un matiz cruel en el timbre de la mujer le diferenciaba radicalmente de la joven miembro del Team Rocket. Leonor entrecerró los ojos con un asomo de odio en sus ojos de color pardo:
-Tú…tú eres…-empezó, tartamudeando del miedo y la rabia.
-¿Osarás insultarme, pequeñaja?
-No, pero no será por falta de ganas…Iba a decir que…tú eres…eres Jessebell.-pudo acabar Leonor, casi escupiendo la última palabra. La mujer parpadeó, pillada por sorpresa; hasta Sapphire alzó una ceja, y la miró de arriba abajo con severidad, pero no dijo nada.
-¿Desde cuándo las mocosas como vosotras conocen el nombre de la que tarde o temprano será parte de nuestra ilustre familia?-inquirió una voz femenina altiva y despectiva. Leonor y Sapphire levantaron la cabeza a la vez; un hombre y una mujer mucho más mayores que la amenazadora joven que ellas tenían delante habían salido de detrás de ésta. Leonor les disparó una mirada resentida nada más reconocerles, y Sapphire, al ver la expresión de su compañera, sólo tuvo que atar cabos para comprender a quiénes estaba viendo, y frunció el ceño.
-Jessebell no es una desconocida para mí, por desgracia.-repuso Leonor, enfadada.
-¿Y se puede saber dónde has oído tú su nombre?-inquirió el hombre, que observaba todo más apartado y se mantenía un poco más al margen que las dos mujeres, pero su calculadora serenidad (que a ambas chicas les recordó inmediatamente a “alguien”) era arrogante y orgullosa. Leonor esbozó una sonrisa desganada:
-¿Cree que voy a decírselo sin más? No, es cosa mía. Pero una cosa les dejaré claras; Jessebell jamás será miembro de su familia.
-Porque tú lo digas, niña.-replicó la aludida. Sus aterradores ojos brillaban iracundos.
-No porque ella lo diga, Jessebell-intervino Sapphire por primera vez; la aplastante serenidad que emanaba casi atemorizó a la pareja y a la mujer-. Es un hecho. Mi compañera sabe por qué.
-¡Qué va a saber!-se burló la esposa del hombre-¿Acaso sabes, jovencita, que nuestro hijo pronto contraerá matrimonio con esta magnífica chica?
-Yo no estoy ciega, a diferencia de “otros”-dijo Leonor, indignada-. Si lo que usted dice es cierto, su hijo debería estar aquí con su prometida. ¿Le ven ustedes? Yo no, desde luego.
El hombre enrojeció ligeramente aunque intentó disimularlo; su esposa le fulminó con la mirada, pero también ella parecía inquieta. Jessebell fue la única que se mantuvo más o menos firme:
-No pudo venir-mintió-. Tenía…otras cosas que hacer.
-¿Por ejemplo huir lejos de ti cuanto más lejos mejor?-sugirió la chica, irónica; los tres adultos palidecieron-Qué, ¿la historia les resulta conocida? Entonces lo que digo puede ser cierto, ¿o no?
De pronto, escuchó en su mente la voz de Sapphire, un poco alarmada:
<<Cuidado, Leonor. Sabes que los padres de James le buscan discretamente pero sin descanso por bastantes regiones de Celesta. No te vayas demasiado de la lengua o podrían obligarte a que les dieras datos>>
<<No voy a perder esta oportunidad>>-protestó Leonor mentalmente; la chica de Sairutsa percibió su rabia-<<Esta tía es la causante de muchos de los miedos y de los bajones de nuestro compañero. Aprecio sobremanera a Jessie, James y Meowth, y les defenderé con uñas y dientes; no renunciaré a dejarles claro a éstos unas cuantas cosas>>
Sapphire asintió suavemente, entendiendo la postura de la chica, pero dejó flotando en su mente un concepto que se repitiera sin palabras para evitar males mayores: Recuerda, Leonor; sé prudente. Si de verdad quieres ayudar a James, no le metas en un lío más grande del que se encuentra ahora.
-¿Cómo…cómo puedes conocer tú…esa historia?-tartamudeó el hombre, mirando a Leonor con cierto temor-Sólo nuestros más cercanos allegados tenían constancia de la fuga de nuestro hijo…
-Pues mira tú por dónde, yo lo sé casi todo sobre esa fuga.
-¡Qué importa!-estalló la mujer-¡Mi hijo no era más que un pequeño rebelde! Oh, sí; adoraba los libros y traía buenas notas a casa. ¡Pero nunca supo comportarse como debe hacerlo alguien de nuestra familia! No, él tenía que discutirnos todas las normas que le dábamos, se iba a juguetear con los Pokémon salvajes y a veces se pasaba horas por las noches mirando por la ventana en lugar de dormir o estudiar. ¡Era tan extraño! Concertamos la boda con Jessebell para que ella le enseñara cómo comportarse y además, unir económicamente las dos familias. ¿Y cómo nos lo pagó él? ¡Escapándose no una, sino dos veces de nuestra mansión! ¡Y a saber en qué se habrá convertido a los veinte años! ¿A que eso no lo sabías, eh?-le espetó a Leonor ante la maliciosa expresión de Jessebell, que fingía estar muy ofendida.
-No, no lo sabía-se le encaró la chica, que a medida que había ido escuchando aquellas palabras, había ido enfadándose cada vez más-. No lo sabía porque sé que, aunque lo que usted dice es cierto, tampoco es verdad. Porque su hijo no podía con todas las normas que se le imponían. Su hijo necesitaba aprovechar su infancia, y jugaba con aquellos que tenía más cercanos; a saber, los Pokémon salvajes. Su hijo era soñador y tranquilo y le gustaba meditar observando las estrellas, intentando evadirse de sus muchísimas obligaciones aunque fuera durante cinco minutos. A él no le gustaba Jessebell; mejor dicho, la detestaba por su manía de meterse en todo lo que hacía, y siempre se sintió un mero objeto económico. ¡Por eso escapó de casa! ¡Y a la segunda vez, con más razón; ya había encontrado un pequeño hueco en la vida cuando quisieron arrebatárselo! Y a los veinte años, es un joven frágil tanto en cuerpo como en mente, propenso a los bajones drásticos de autoestima y siempre preocupado por sus amigos, anteponiendo todo lo referente a ellos a sus propios problemas. ¡Todo eso por culpa de ella!-gritó señalando con rabia a Jessebell, que sonreía desagradablemente:
-Bah, James siempre fue un debilucho. Me di cuenta enseguida.
El hombre parecía algo avergonzado, pero la mujer se asemejaba a un águila a punto de atrapar a su presa. Se inclinó hacia Leonor (que seguía tirada en el suelo) y le dijo amenazante:
-¿Acaso sabes dónde está ahora mismo mi hijo, pequeña? Parece que le conoces muy bien…
-Le conocí hace bastante tiempo, sí. Pero desde entonces no le he visto ni a él ni a sus amigos.
La mujer puso cara de contrariedad, pero pareció “conforme”. Hizo un gesto imperioso indicando a su marido y a Jessebell que se marcharan de allí (ya habían atraído la atención de unos cuantos invitados). Al menos, el padre de James era suficientemente buena persona como para sentirse un poco culpable, pero Jessebell aguardó hasta que el matrimonio desapareció de la vista para susurrar amenazadoramente:
-Ese chico acabará siendo mío, niña bonita. Nunca tuvo la fuerza para discutirme nada; no era capaz de sostenerme la mirada siquiera. Y con el dinero de su familia y el de la mía, seré la diva más rica y famosa de todos los tiempos, y él estará a mi servicio. Ah, sí; tendrá que dejar a esa novia suya y estar a mi lado por siempre.
-Jessie no es la novia de James-declaró Sapphire con frialdad ayudando a levantarse a Leonor-, sólo son amigos. Ejemplares e increíbles amigos. Ella y Meowth son los únicos que le han brindado apoyo en sus peores momentos. Y nunca le encontrarás, Jessebell. No te lo permitirán. Guárdate muy bien de intentar buscarle, porque te aseguro que ese día lo pagarás caro.
Jessebell sonrió despectivamente, y sin decir nada más, se marchó en pos de los padres de James.
-¡Arpía!-soltó Leonor entre fingidas toses para disimular; Jessebell estuvo a punto de volverse y montar un pollo, pero decidió hacer caso omiso, y desapareció de la vista al girar en la esquina del pasillo que daba a la gran sala de la Mansión Pokémon en la que el señor Fortuny recibía a sus invitados.
-Has estado a punto de irte de la lengua, Leonor-le reprochó Sapphire a su compañera en voz baja-. ¿Qué te ha pasado?
-No permitiré que esos tres se vayan así como así tras haberle dejado a un compañero una cicatriz en el alma de por vida-replicó la chica, aún furiosa-. Te aseguro que si me topara a Meowsy por aquí le metería un buen sermón por dejar a Meowth en la estacada y traicionarle a la primera de cambio.
-Pero por poco revelas el paradero de nuestro joven Elegido-repuso la chica gélida con seriedad-. Y entonces habríamos tenido que escapar sin el documento.
Leonor tuvo que admitir que Sapphire tenía razón. Pero se había dejado llevar demasiado por la indignación que había sentido cuando supo por primera vez lo que James había sufrido en la infancia, al igual que Jessie en la suya y Meowth en la suya.
-Al menos ya sabes cómo es Jessebell de retorcida.
-Eso sí. Podemos decírselo a James; esa mujer no sospecha que el chico al que busca tan desesperadamente para sus sueños de riqueza y poder sin límites está entre los mismos muros que ella y por eso nos ha revelado sus verdaderas intenciones. Y ahora vamos al jardín; hace rato que deberíamos estar allí vigilando.

Cinco minutos después, en el ala opuesta de la Mansión a la que Leonor y Sapphire habían estado, una chica de unos doce años atravesaba los largos, amplios y lujosos pasillos cubiertos de esteras rojas del edificio. Era más bien alta y delgada, tenía el pelo de color castaño claro y cortado de forma que sólo dos gruesas cortinas de cabello semejantes a coletas cayeran por los lados de su cara, y sus ojos eran de color azul marino. Vestía una camiseta roja pegada al cuerpo de manga corta que acababa en una especie de falda blanca, unos pantalones muy cortos y de color negro azulado y zapatillas de velcro de color rojo; llevaba un pañuelo rojo y blanco en la cabeza a modo de gorra y guantes blancos. Su nombre era Aura, hija de Norman, que era líder de Gimnasio en la región Hoenn; su padre, su madre Caroline, su hermano pequeño Max y ella habían sido invitados al banquete que el señor Fortuny daba aquella noche en la Mansión Pokémon.
Aura paseaba por la Mansión admirando las brillantes lámparas de oro, las pulcras alfombras carmesíes del suelo, los relucientes espejos de las paredes, y los lustrosos muebles de madera de caoba. Todo el interior del edificio proclamaba a gritos la riqueza de su dueño, que además era dueño de la popular Plaza Amistad de Ciudad Corazón. Esa era la ventaja de viajar, opinaba Aura. Podías ver cosas que en tu tierra no se veían habitualmente.
A decir verdad, aquello estaba resultando más engorroso de lo que esperaba. Aura y su hermano Max habían estado presentes en la sala en la que los invitados esperaban charlando de economía la hora del banquete, y aburridos como una ostra, los dos habían acabado por salir de la estancia, sólo que ella había ido hacia la izquierda y Max hacia la derecha (en busca de la biblioteca). Pero antes Aura había examinado a todos los invitados atentamente por puro aburrimiento, y lo que más le había interesado con diferencia había sido un acaudalado matrimonio que venía de la región de Kanto y que iba acompañado de una mujer joven y pelirroja (y bastante amenazadora cuando la mirabas a los ojos). Había algo en los ojos del hombre que le evocaba algo conocido; una curiosa y extraña serenidad calculadora que estaba segura de haber visto o sentido antes. Algo que le recordaba a alguien en concreto, pero no le venía a la cabeza de quién se trataba…
Aura estaba tan centrada en intentar recordarlo que chocó de frente con alguien que, por lo visto, también estaba distraído y absorto en sus pensamientos. Ambos cayeron al suelo hacia atrás con un grito ahogado del susto que se llevaron; era obvio que ninguno de ellos había esperado encontrarse con alguien en los pasillos, pues todos los invitados estaban reunidos en la gran sala de visitas y los criados estaban todos en la cocina ocupados con la elaboración del banquete. Aura fue a disculparse, pero antes de que pudiera pronunciar palabra, se fijó en quien había chocado con ella.
Era alto y delgado; más que eso era que era enclenque y larguirucho, y ocultaba su rostro con una capucha marrón tan bien hecha que sus rasgos eran casi completamente imperceptibles. La capucha hacía las veces de chal o algo por el estilo, porque le llegaba casi hasta la cintura, dejando ver una fina camiseta negra. Sus manos, a pesar de estar cubiertas por unos guantes negros, se apreciaban finas y con un cierto aire aristocrático. Llevaba un pantalón blanco sujeto con un sencillo cinturón color violáceo que sólo tenía como adorno una chapa rectangular metálica, y calzaba unas botas negras de suela casi completamente plana. Aura frunció el ceño; el extraño le resultaba muy familiar…
En ese momento, el encapuchado sacudió un poco la cabeza para despejarse del golpe y abrió los ojos; la chica pudo verlos con bastante facilidad a pesar de la capucha, que ocultaba muy eficazmente sus rasgos. Eran unos ojos grandes y expresivos, del mismo color que las hojas de los árboles de Hoenn en verano, pudo apreciar una pasmada Aura.
Unos ojos de un verde cálido y profundo que, una vez vistos, costaba mucho olvidarlos.
Aura ahogó un grito; ahora recordaba a quién le había evocado la serenidad calculadora de los ojos añiles del hombre del salón. Resultaba irónico que se hubiera topado con el mismo al que estaba intentando recordar, aunque no fuera consciente de ello en aquel momento. Ahora la chica sabía con total seguridad quién era el encapuchado.
Bajo la capucha se ocultaba un joven de unos veinte años que en Hoenn le había dado ciertos quebraderos de cabeza a diario a ella y a su grupo de amigos.
Por lo visto, el joven al que Aura había reconocido pensaba como ella, pero en su caso era a la inversa. Al verla y recordarla, se le escapó un grito ahogado y trató de retroceder en el suelo casi con desesperación, intentando alejarse de ella.
Gracias al grito ahogado y a su reacción, cualquier duda que le quedara a Aura acerca de la veracidad de su suposición se disipó por completo. El joven encapuchado, con los ojos abiertos como platos, exclamó:
-¡Tú!
-¡Sí, yo!-replicó Aura, fingiendo estar molesta, pero estaba triunfante porque al oír la voz del chico, supo que no había errado su hipótesis-¿Qué estás haciendo tú aquí,…?
-¡Shh!-le chistó él mirando de reojo en todas direcciones, nervioso-¡No pronuncies mi nombre aquí al oído de todos! ¡Puede estar escuchando cualquiera!
-¡Ah! ¿Así que tramando tentativas de robo o cosas por el estilo?-inquirió Aura con cierta dureza, cruzándose de brazos. Aquello no fue del agrado del joven.
-¿Qué? Oye, escucha; hemos pasado casi tres semanas que hemos pasado olímpicamente del trabajo. Le hemos perdido la pista al mocoso por completo, hemos sufrido emboscadas, nos hemos enfrentado a tres Pokémon legendarios, hemos pasado por secuestros, enigmas y…eh…creo que acabo de meter la pata-musitó, apurado-. ¡Dita sea, si Jess se entera me mata! ¡Oh, no tenía que haber hablado tanto a la primera de cambio!
-Espera, espera. ¿De qué estás hablando?-preguntó Aura, que había asistido a aquella declaración con extrañeza y asombro. El chico sacudió la cabeza y le disparó una mirada fría; Aura recordaba que él, por lo general, se había mostrado ante Ash y su grupo (en el que habían figurado ella misma y Max) frío, distante y un poco burlón. Pero no recordaba que pudiera disparar miradas tan gélidas como aquella. Aura se sintió un poco incómoda, pero no cedió:
-Bueno, no quiero tener que hacerlo, pero podría entrar a la sala de los invitados y decirles que hay un ladrón del Team Rocket en la Mansión si no me cuentas qué está pasando aquí…
Debió de haber dado en el clavo, porque el joven palideció bruscamente; la chica lo notó incluso en la sombra de la capucha. Aquello le extrañó; sabía que tanto él como sus colegas eran muy hábiles a la hora de zafarse de la justicia y que les importaba poco que alguien les descubriera. Pero nunca le había visto tan aterrorizado ante aquella amenaza (también es que pocas veces les habían amenazado de esa forma).
-Está bien, está bien…Pero no aquí. Este sitio es…bien, hay muchos oídos indiscretos por ahí-repuso el chico señalando con la cabeza la puerta de una habitación cercana-. Si no me queda más remedio que contártelo…
-Bien, estás en lo cierto. Creo que es justo que me respondas a algunas preguntas.-afirmó Aura sonriendo. En el fondo, el joven le caía bien. Meses atrás había podido conversar con él, y había descubierto que era muy sensible y más sensato de lo que creía. Ambos se levantaron del suelo (seguían en él por el choque); él, tras asegurarse de que no había nadie dentro, giró la manija de la puerta y la abrió, echándose a un lado para que Aura pasara, y cerró la puerta de la estancia, que estaba a oscuras. Podían verse más o menos por la luz que entraba a través de la ventana. Aura fue a encender la luz, pero el chico la retuvo justo a tiempo:
-¡No! No enciendas la luz; no deben saber que estamos aquí. Si alguien me descubre, adiós.
-¿Por qué?-preguntó ella alzando una ceja.
-Todo a su tiempo. Ven, si aún te interesa escuchar lo que querías escuchar.
Aura asintió, intrigada; le siguió hacia la ventana, donde había más luz y se podía hablar más tranquilamente, y se sentó en una de las sillas que había enfrente del ventanal, en la de la derecha. Cuando el joven se hubo sentado en la silla de la izquierda, se quitó la capucha, dejando a la vista sus rasgos; tenía el pelo de un extraño color azulón, lacio, despuntado y largo hasta el final del cuello, que caía a ambos lados del rostro, y un único mechón se le alzaba bastante del nacimiento del cabello en la frente, el cual le llegaba hasta la nariz y le caía entre los ojos, que incluso en la azulada oscuridad de la habitación se veían increíblemente verdes. Estaba igual como Aura le recordaba, aunque…Sí, tenía un aspecto más enfermizo que antes, y parecía triste y melancólico. La chica no le había visto así más que en una ocasión, cuando su Chimecho enfermó de gravedad.
-Eras Aura, ¿verdad?-preguntó él en voz baja; al parecer se sentía un poco azorado al no saber su nombre con seguridad-Es que para nosotros solías ser…bueno, “la mocosa”…
-Sí, soy Aura-confirmó ella, sonriendo-. Bueno, nosotros os llamábamos a los tres “el Team Rocket” sin más, pero tras un año escuchando vuestro lema a diario, sé de sobra que te llamas James.
Él ladeó la cabeza y asintió sin decir nada. Ciertamente, no era el mismo que el que Aura había conocido en Hoenn.
-Lo que quiero saber es…por qué estáis aquí (porque supongo que si tú estás aquí, Jessie y Meowth también estarán cerca) si Ash no lo está.-se explicó la chica, un poco inquieta por si James no entendía claramente su petición. Pero el joven desvió la mirada hacia la ventana con una débil media sonrisa:
-¿Quieres que te cuente todo? ¿Todo lo que ha ocurrido y todo lo que hemos vivido en tres semanas?
-Sí.
James asintió de nuevo, aunque parecía un poco resignado. Y bajo la luz de la luna que entraba a través del ventanal, comenzó a relatar la historia.

-Pero, ¿qué…? ¡Ay!
Max, el hermano pequeño de Aura, acababa de entrar a la biblioteca de la Mansión Pokémon en busca de algunos libros para matar el tiempo; el banquete había resultado ser un auténtico aburrimiento. Era un chico de unos ocho o nueve años, de pelo negro desordenado y ojos marrón oscuro. Vestía una camiseta de manga corta de color verde, unos pantalones cortos grises y unas zapatillas negras, y llevaba gafas de media luna con la curva inferior muy alargada.
Nada más entrar en la biblioteca, una pequeña sombra se había movido en un rincón cuando Max apareció en el umbral. Cuando el chico descubrió a la sombra, vio que era un Meowth parlante al cual conocía, pero apenas habían tenido tiempo de intercambiar una mirada alucinada antes de oír algunos pasos en el pasillo que se acercaban. Al escucharlos, Meowth había tirado a Max al suelo sin previo aviso sobresaltándole, y el Pokémon parlante le dijo en voz baja:
-¡Calla, mocoso! ¡Viene alguien, y como nos pille nos la vamos a cargar!
Max iba a replicar cuando alguien abrió la entreabierta puerta de la biblioteca de la Mansión; uno de los vigilantes del enorme edificio, y se calló lo que pensaba decir. El guardia entró en la habitación con expresión de suspicacia, y comenzó a buscar a quien quiera que hubiese gritado; por suerte, Meowth y Max se habían escondido debajo del escritorio del señor Fortuny y sin linterna era casi imposible encontrarles. Tras un par de minutos, el guardia se marchó, frustrado. Meowth suspiró, aliviado, pero Max se le encaró al punto:
-Bueno, ahora dime, Meowth; ¿qué estás tramando? ¿Querías robar libros? ¡No sabía que eso reportara beneficios!
-Eh, mocosete, estoy haciendo esto por una buena causa-protestó el Pokémon parlante, ofendido-. Sapphire me encargó que buscara un documento sobre el “incidente Oscuro” de hace tres años.
-¿Quién es Sapphire?-inquirió Max, desconcertado; aquel nombre no le sonaba de nada. Meowth rió, socarrón.
-Sapphire es una compañera de grupo, mocoso. ¡Hace como tres semanas que no birlamos nada! Bastante lío tenemos ya.-respondió tanteando el suelo en busca del libro que se le había caído del susto que se había llevado cuando Max entró a la biblioteca.
-Eso; ¿por qué no estáis tú y tus colegas siguiendo a Ash e intentando robarle a Pikachu?
-¡El destino de Sinnoh depende de nosotros!-exclamó Meowth con orgullo rebuscando en el suelo-¡Y de este puñetero libro también!
-¿De qué hablas, Meowth? ¿Vosotros salvando Sinnoh? ¡Pertenecéis al Team Rocket!-razonó el chico, perplejo. El Pokémon parlante le miró con una chispa de diversión en sus grandes ojos violetas:
-¡Sí, pertenecemos al Team Rocket! ¡Pero somos robaperas, no idiotas! Si Celesta está en peligro, ¡antes que morir, colaboraremos!
Max alzó una ceja, sorprendido. Desde luego, quién diría que aquellos tres torpes miembros del Team Rocket que tanto habían importunado a Ash y a él mismo (y a Aura y a Brock) estaban metidos en una supuesta misión de salvación mundial.
-¿Cómo puedo creerte?-inquirió el chico, escéptico. Meowth rió de nuevo.
-No puedo aportarte pruebas, cuatrojos. No sin revelarte demasiadas cosas.
-Te recuerdo que tú estás fuera de la ley, y puedo llamar a alguien para que te arreste si no me convences de que realmente estás haciendo una buena obra.-le reconvino Max, ceñudo. El Pokémon parlante le fulminó con la mirada:
-¡Mocoso tramposo! Eso es una jugada sucia. Pero en fin, no tengo opción por lo que veo. Mira, además veré dónde está el condenado libro.
Hubo un instante de silencio en el que Meowth cerró los ojos y se concentró ante la intrigada mirada de Max. Y, de pronto, un fuerte resplandor de color ámbar iluminó con tal fuerza la biblioteca que cegó casi por completo al hermano de Aura. Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz, Max vio que el resplandor lo producía un prisma triangular de cristal de color ámbar que levitaba sobre las “manos” extendidas de Meowth; en el interior del prisma, un rectángulo de energía amarilla giraba sobre sí mismo y parecía despedir chispas eléctricas. De pronto, el prisma se movió hacia los lados, y un asombrado Max averiguó que era porque Meowth estaba buscando el libro con la luz del increíble objeto como linterna.
-¡Anda, la Ursaring! ¡Si tenía al endemoniado libro justo detrás de mí!-exclamó el Pokémon parlante, satisfecho, y se giró hacia Max-Bueno, ¿qué? ¿Te parece suficiente prueba el verme como Portador del Prisma de Uxie o quieres que venza yo solito a Groudon para que me creas?
-Oh, sí; esto es más que suficiente…-pudo decir el chico, atónito-¿El Prisma de Uxie, dices? Nunca había oído hablar de él…
-Tampoco sé muy bien que es-confesó Meowth, azorado-. Pero bueno, el Cristal me eligió como Portador y no puedo contradecirle. ¡Tiene buen gusto, además!
-¿Y en qué consiste vuestra misión, Meowth?
-¡Tenemos que purificar unos cuantos Pokémon Oscuros y eliminar del mapa de Sinnoh a los cretinos de Cífer! Por eso buscaba información sobre el “incidente Oscuro” de la región del Aura. ¡Para buscar el punto débil de los Pokémon Oscuros!
-¡Ah, en ese caso yo te ayudaré!-se ofreció Max, entusiasmado ante la idea de colaborar en la salvación de Sinnoh-Sé en qué secciones buscar, y leo más rápido que tú. ¡Quizá podamos encontrar lo que necesitáis mucho antes!
-¡Venga, vale!-aceptó Meowth con más ánimo-¡Una mano más no viene de menos! ¡Va, a trabajar!
Así, a la luz ambarina del Prisma de Uxie, Meowth y Max comenzaron a buscar el documento del señor Fortuny sobre el “incidente Oscuro”; Max encontró pronto la sección dedicada a la desértica región del Aura, y a partir de aquello ambos hojearon y rebuscaron en todos los libros que hablaban sobre la región a toda velocidad. Meowth leía con fluidez, pero no era ni mucho menos tan rápido como Max, que iba directo al grano y enseguida iba descartando los tomos que no tenían nada.
Hasta que, después de casi tres cuartos de hora, cuando sólo quedaban cuatro libros en la sección del Aura, Meowth dejó escapar un grito ahogado de satisfacción.
-¡Eh, mocoso! ¡Lo tengo, lo tengo!
-¡Genial!-exclamó Max en voz baja-¡Léelo, a ver que dice!
Bajo la luz del Cristal de la Sabiduría, el Pokémon parlante leyó lo que estaba escrito en aquella hoja:
“El acontecimiento más importante y más aterrador ocurrido en la región del Aura ha sido sin lugar a dudas el denominado incidente Oscuro, llevado a cabo dos veces por la organización criminal denominada Cífer. Cífer actuó en el Aura por última vez hace un año; su primer acto fue hace tres años.
-La primera vez, el líder de Cífer se llamaba Néfiro, que se hacía llamar Notorio y era el alcalde de la pacífica Ciudad Oasis. Su segundo era Fústeo, y los dirigentes secundarios de la organización se llamaban Discal, Mol, Venus y Ein. Su plan se basaba en los Pokémon Oscuros, Pokémon a los cuales se les había cerrado el corazón artificialmente convirtiéndolos en máquinas de luchar, cuya aura emanaba un tipo de energía que hemos denominado aura Oscura. Entre los Pokémon Oscuros creados por Cífer (unos 45) se contaban los Pokémon legendarios Entei, Suicune y Raikou; Cífer había hecho un pacto con el Equipo Cepo para que les robaran Pokémon a los entrenadores y que ellos los convirtiesen en Oscuros. Cífer desapareció en aquella ocasión gracias a un chico que se salió del Equipo Cepo y que arrebató los Pokémon Oscuros a la organización mediante un PokéCepo pequeño, y a una chica que poseía la habilidad de ver el aura de las criaturas, y, por extensión, descubrió a los Pokémon Oscuros.
-La segunda vez, Cífer fue liderada por Avavil, un acaudalado señor que se hacía llamar don Enrico y era especialmente respetado en Puerto Ancla. Sus lugartenientes eran sus propios hijos, Gelio e Igno, y los administradores se llamaban Priscila, Arroganto y Gorigan. En esta ocasión, Cífer actuó con más cautela y por tanto con más eficacia; crearon hacia 80 Pokémon Oscuros, robados del barco Libra que viajaba hacia la región de Floresta. Pero lo más sorprendente es que crearon un Pokémon Oscuro casi imposible de vencer y en teoría imposible de purificar; un Lugia Oscuro cuyo código era XD001. Otros Pokémon Oscuros fueron los legendarios Articuno, Zapdos y Moltres. Cífer fue disuelta por un chico de unos trece años que usó un PokéCepo diseñado por el profesor Cío, eminente investigador Pokémon de la región del Aura, que además hizo que Isla Tempesta, donde se encontraba la base de la organización, fuese liberada de las tormentas y las corrientes que Cífer producía a propósito para evitar su descubrimiento. Por lo que se sabe, el XD001 fue purificado mediante la Cámara de Purificación que diseñó el equipo del profesor Cío. Desde entonces, Cífer no ha vuelto a aparecer.
-La purificación se lleva a cabo haciendo recordar a los Pokémon Oscuros sus mejores momentos pasados. La Cámara de Purificación lo hacía mediante Pokémon normales que canalizaban su aura pura hacia el Pokémon Oscuro para limpiar la de éste. Pero en Villa Ágata, en el Bosque Legendario del pueblo, está el llamado Pilar Legendario, que alberga parte del poder del legendario Celebi, el Pokémon viajero del tiempo. Cuando el aura del Pokémon Oscuro estaba casi limpia, el Pilar podía extirpar el último rastro de oscuridad del corazón de éste y devolverlo a su estado normal. Pero Celebi, al cual se le podía llamar mediante las Flautas del Tiempo, podía hacer recordar al Pokémon Oscuro sus mejores momentos sin más y purificarlo por completo aun con el aura completamente oscura.
Por tanto, sólo hay tres vías de purificación conocidas; el Pilar Legendario, la Cámara de Purificación y Celebi.”

Meowth alzó una ceja, decepcionado.
-No dice mucho. ¡No ayuda!
-¡Sí ayuda!-le contradijo Max con alegría-¡Ya sabéis cuáles son las vías de purificación principales! ¡Ahora, mediante esa guía, podéis hallar derivados de esas vías! Por ejemplo, un objeto que contenga parte del poder de Celebi podría hacerlo.
-Sí, es cierto-afirmó Meowth, más animado-, pero encontrarlo es más complicado. ¡Pero ya nos apañaremos para conseguirlo! ¡Oye, gracias, mocoso! ¡Me has salvado la vida!
-Para una vez que queréis hacer el bien común, qué menos que ayudar-bromeó Max arrancando la página del libro-. Toma, Meowth; que te conste que no arrancaría una hoja de tan preciado tesoro sin una buena razón.
-Vaya, vaya, muchas gracias-respondió el Pokémon parlante cogiendo la página, radiante-. ¡Bueno, hora de apagar la luz!-exclamó, e hizo desaparecer el Prisma de Uxie fundiéndolo con su aura.
-¡Eh! ¿Qué has hecho con el...prisma?-inquirió el chico, asombradísimo.
-Sapphire dice que lo “fundo con mi aura”. ¡Figúrate, ni siquiera yo lo entiendo del todo!
-Bien, espero haberte facilitado el trabajo. ¡Salgamos de aquí, que pueden encontrarnos!
Meowth asintió; fue el primero en salir de la biblioteca, seguido por Max, que cerró con cuidado la puerta de la estancia, y ambos se alejaron de allí rápidamente con el documento sobre el “incidente Oscuro” en su poder.

-Entonces... ¿esa es la razón por la cual estáis aquí?-preguntó Aura, muy impresionada.
-Sí. La Voz nos dijo que nos aliaríamos para purificar a los Pokémon Oscuros...y desde entonces no trabajamos para quitar de en medio a la competencia del Team Rocket en Sinnoh, sino...para salvar Sinnoh.-explicó James desviando la vista una vez más hacia la ventana. Durante la conversación había hecho aquello unas veinte veces. A Aura no le pasó desapercibida la abatida expresión que afloró en el rostro de él.
-¿Y no te alegras? Sois portadores de unos Cristales legendarios, y además las deidades Pokémon os han elegido como sus representantes en Celesta. Yo estaría muy orgullosa.-opinó francamente, sin saber por qué se había creído toda la historia.
Pero por lo visto, James no era de la misma opinión que Aura. Al oírla, exhaló un débil suspiro y, abatido, agachó la cabeza.
-Por culpa de esos Cristales, por no ser Portador, yo estoy cada vez más alejado de Jess y Meowth. Ellos ya son Portadores en pleno derecho; están muy por encima de mí. Y yo...cada vez estoy más solo, lo sé-susurró el joven; a cada palabra se le iba quebrando la voz-. Ayer fue terrible, porque Jess y yo discutimos por eso. Odio discutir con ella, porque al final siempre acabamos mal. Pero en el océano que ahora son ella y Meowth, yo sólo soy un pedazo de hielo. No más que un pequeño trozo de hielo que algún día se derretirá...
La frase se extinguió con un nuevo suspiro, esta vez cargado de tristeza y soledad. De repente, James giró la cabeza con brusquedad, pero Aura ya había visto que una lágrima había escapado de sus ojos. Aquello le sorprendió; no había visto nunca llorar a un chico, sólo a Max, pero su hermano era aún pequeño, y James ya era en rigor un adulto a pesar de su juventud. La chica quiso darle ánimos, pero no encontró las palabras. Al fin y al cabo, habían sido “enemigos” en Hoenn. Pero parecía que él necesitase hablar de sus preocupaciones y sus miedos con alguien, aunque ese alguien fuera Aura.
-Dudo que ellos te dejasen tirado como una colilla, James-pudo decir ella, apaciguadora-. Creo que les importas de verdad. Aunque tú no lo creas.
-Ah, pero el simple hecho de ser tan especiales...Puedo parecer egoísta, pero es que si no tenía ya suficiente con mis propios fantasmas y mis bajones de autoestima, sólo me faltaba esto...
-No me parece egoísta, ¿sabes? Me parece comprensible. Me extrañaría que no reaccionaras ante ese tipo de cosas. Sería estúpido.
-Antes no solía hacerlo.
Aura enrojeció, avergonzada, aunque en la oscuridad aquello apenas se notó. De pronto, oyó una débil voz que parecía venir de todas partes y de ninguna. Se preguntó si acaso serían imaginaciones suyas, pero cambió de opinión al ver que James había alzado la cabeza, alerta.
-¿Qué es eso?-inquirió ella, algo asustada.
-Absol.-respondió el joven lacónicamente; Aura ya había comprobado durante la conversación que no le gustaba dar demasiados detalles acerca de sus nuevos compañeros, aunque ella le había insistido.
Sólo había conseguido sonsacarle sus nombres; Leonor, Absol, Sapphire y Riolu.
La voz volvió a hablar, esta vez con más fuerza:
<<¡Chico! ¿Me oyes?>>-para entonces, Aura supo que lo que oía era la voz telepática de Absol, que al comunicarse en la distancia con James tenía ciertos problemas para controlar el alcance de su poder mental, y por eso ella le escuchaba también. Intrigada, aguzó el oído; puesto que no conocía la voz del Pokémon Siniestro, le asombró descubrir que se asemejaba casi por completo a una voz humana de un chico de veinte a veinticinco años, si bien tenía un leve acento (mental) que siseaba cuando pronunciaba el sonido de la letra s.
<<Sí te oigo, Absol>>-respondió telepáticamente James; Aura pudo captarlo porque por lo visto él tampoco era muy diestro en la telepatía, aunque fuera simplemente responder.
<<Menos mal. ¿Dónde estás? Te pierdo de vista un momento y ya no puedo encontrarte. Casi me temía que Jessebell te hubiese encontrado>>
<<¡Absol! Eso no lo digas ni en broma. Y siento haberte preocupado, pero es que...bien, es largo de explicar. Más tarde te lo cuento>>-respondió James con evasivas; Aura estuvo a punto de echarse a reír ante su apuro. Al parecer le costaba explicar que había estado hablando con una antigua “enemiga”.
<<Como quieras. Pero ven rápido, chico. Estoy en el jardín con los demás y sólo faltas tú>>
<<¿Tanta prisa para qué?>>
<<Meowth ha encontrado el documento que necesitábamos, y tenemos que leerlo todos. Es urgente, ya te digo>>
Absol debió de haber pronunciado justo lo que esperaba James, porque se enderezó de inmediato con la sorpresa pintada en la cara.
<<Voy enseguida. Dame unos cinco minutos y estoy allí>>
<<Cinco minutos nada más; Jessie no deja de dar la vara a Meowth para que le dé el documento>>
La voz de Absol se apagó gradualmente, como un altavoz al que le bajan lentamente el volumen. Debido a la supuesta importancia de la noticia, James no se acordó de Aura hasta que ella se levantó de la silla, dispuesta a salir de la habitación.
-Discúlpame, Aura, pero tengo que irme. Absol acaba de decirme que...
-...que vayas al jardín a ver no-sé-qué documento-completó la chica, sonriendo ante la perplejidad de él-. Sí, ya lo sé. He oído a Absol decírtelo, y yo también tengo que irme o me echarán de menos en la cena.
-Me ahorraré el preguntarte cómo has oído la conversación. Ha sido agradable hablar contigo, Aura. Tengo que confesar que eres diferente a como creía que eras.
-Ídem de lo mismo.
James sonrió débilmente antes de colocarse de nuevo la capucha para pasar inadvertido entre los invitados del señor Fortuny, y abrió la puerta de la habitación dejando pasar primero a Aura. Una vez fuera, le hizo un gesto de despedida antes de dirigirse al jardín, y al devolvérselo, ella dijo:
-¡Suerte en vuestra misión! ¡Haced una buena obra, aunque sea la única que hagáis!
El comentario debió de hacer reír al joven, porque tardó unos dos segundos en salir a paso veloz hacia el jardín de la Mansión Pokémon, dispuesto a reunirse con sus compañeros.
Aura se quedó allí como medio minuto, meditando acerca de lo que él le había contado. Al cabo, sonrió y sacudió la cabeza, pensando que la frase “nada es lo que parece” era más cierta de lo que creía.
La prueba estaba en aquellos que iban a reunirse en el jardín de la Mansión para la mayor hazaña que vivirían en toda su vida.
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¡Espero que os haya gustado ^^! El siguiente se titula Aquí hay Gato Enfangado
Lo siento, tuve que partirlo xDU
¡Espero opiniones x)!
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
~ Tellius Chronicles ~


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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
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Próximo capítulo:
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Animally
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor Animally »

Wow, menudo tochazo, la verdad es que te lo curras muy bien. No se hace aburrido en absoluto. Aunque nunca he escuchado a Aura la expresión "tirado como una colilla", no es propio de una chica!! jeje

Continualo, y si alguien puede que pase por mi fic [link abajo] xD

Sapphire
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor Sapphire »

Buen capítulo, y largo x3
Me alegra que por lo menos a Aura y Max los hayas puesto como son. n.n!
Pobre James lo que tiene que pasar con sus padres y Jessebell :S!
¿Aparecera Celebi? =O!!
Siguelo pronto, esta genial x3
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Como tardaré en volver y para entonces ya tendré más capítulos, ya os dejo este capítulo x)

Cap 38: Aquí hay gato enfangado

La luz del sol de Celesta comenzó a iluminar a través de la enorme ventana el interior de una de las habitaciones de la parte oeste de la Mansión Pokémon, probablemente el edificio más señorial de la región de Sinnoh. Había dos literas en aquella habitación, donde dormían los chicos del grupo a excepción del pequeño Riolu, que por falta de “personal” en la habitación de las chicas había tenido que ir a dormir allí.
Meowth abrió de sopetón sus enormes ojos felinos de color violeta, y parpadeó para acostumbrarse a la luz del amanecer, y bostezó. La noche anterior él y sus compañeros habían estado hasta casi la una de la madrugada comentando el documento que el Pokémon parlante había hallado con la ayuda de Max, el hermano pequeño de Aura y antiguo miembro del grupo de Ash, en la biblioteca de la Mansión mientras duraba el banquete oficiado por el señor Fortuny, dueño de la vivienda. El amo había sido lo bastante hospitalario como para acogerlos por una noche.
-Ay, hoy ya toca ponerse en marcha-rezongó Meowth con cierto hastío-. ¡Con lo bien que se está aquí! ¡Y la manduca que tienen, repollos! Ojalá Leonor me hubiera dejado rapiñar algo de colación... ¡Uno no puede subsistir a base de bayas!
Aburrido, paseó la mirada por la habitación. Las paredes estaban revestidas de madera de roble, al igual que el suelo; los muebles eran de caoba barnizada hasta brillar casi con luz propia; la lámpara de techo, similar a una araña, era de oro, al igual que los candelabros de los muros. Una suave alfombra de terciopelo rojo cubría el suelo y proclamaba el estatus del dueño de la Mansión. Hasta las literas eran de caoba, y las mantas, de seda; las almohadas estaban rellenas de plumón de Altaria. Meowth había dormido a pata suelta.
-Vaya-se dijo riendo por lo bajo-, pero esta vez sí que han dejado a Absol dormir en la cama. ¡Esto es nuevo! Creía que no se lo permitirían, por peludo. Pero claro, como tiene enchufe con la aristocracia...
Absol detestaba dormir en el suelo, pero era un Pokémon que caminaba a cuatro patas y era de pelaje abundante. Por lo general, en los albergues ponían mantas en el suelo y le decían que era su catre. Al Pokémon Siniestro aquello no le hacía ninguna gracia.
Pero al menos tenían a James, a quien se le daba bien negociar con la gente de clase alta aunque les tragara como se tragaría un paraguas del revés. El joven había optado por ayudar a Absol (a Meowth y a Riolu les dio envidia, para qué negarlo) y había convencido al mayordomo del señor Fortuny de que Absol era un Pokémon increíblemente limpio y que no daría ningún problema durmiendo como él y Meowth. El reluciente pelaje blanco que el Pokémon Siniestro cuidaba con esmero fue lo que hizo que el mayordomo creyera a James, así que le permitió meterse en la litera.
Meowth estaba en la litera derecha, en la cama de arriba; Absol dormía en la que estaba debajo de la suya, tendido sobre una manta de pelo de Eevee que había optado usar por precaución (desde que Meowth le había insinuado que tenía pulgas, Absol estaba más maniático por la limpieza que nunca). James era el único que estaba en la litera izquierda, pues Riolu había sido llevado a la habitación de las chicas porque, según Jessie, “a los pequeñajos les es más positiva la influencia femenina que la vaguería de los hombres”. Los cuatro chicos se quedaron alucinados al oírlo, sin saber muy bien cómo reaccionar.
Como durante la teletransportación divina que la Voz había llevado a cabo en ellos para llevarlos rápidamente a las cercanías del Lago Agudeza y el Templo Puntaneva todos habían perdido sus mochilas, todos los que llevaban pijamas y cosas de esas tenían que usar su ropa diaria para dormir; James sólo se había quitado los guantes y las botas para mayor comodidad, pero eso era todo. Meowth rió en silencio imaginando el apuro de las chicas ante Riolu si fueran más ligeras de ropa que si estuvieran solas, entre ellas. Enseguida le vino a la mente la imagen de Sapphire.
Rojo como el pimentón colorado, el Pokémon parlante se levantó de la cama a toda velocidad dispuesto a despejarse, creyendo que el sueño estaba haciéndole pensar en estupideces.
-¡Caray, esto es demasiado!-se regañó, avergonzado, mientras bajaba por la escalerilla de la litera-Me voy p’afuera, que si no Sapphire entrará demasiado en mi sesera y como que no es plan. Menos mal que Absol sigue sobando...si no, ya tendría sus risitas.
Con un pequeño salto bajó al suelo; sus patas almohadilladas no hicieron ruido alguno al pisar la alfombra de terciopelo carmesí. El sol aún estaba muy bajo, así que tanto James como Absol tardarían en despertar, al igual que Jessie, Leonor, Sapphire y Riolu. Decidido a pillar la mejor parte de comida que hubiera en la cocina, Meowth salió sin hacer ruido de la habitación, cerrando con sumo cuidado la puerta para no despertar a sus colegas.

Diez minutos más tarde, Meowth salió de las cocinas de la Mansión Pokémon, relamiéndose. Se había metido entre pecho y espalda unos bollos de crema, unas tartaletas de nata y bayas Sambia y Meluce, unas galletas Lava artesanas de Pueblo Lavacalda y leche Mu-Mu fresca de la popular granja Miltank de la región Johto. Las criadas habían estado encantadas de darle todo aquello, alegando que “un Meowth parlante tan encantador se lo merecía sin duda”. El Pokémon se lo había zampado todo con tantas ganas que ellas dijeron que era un gourmet sin parangón.
-¡Ah, después de la manduca, viene un paseíllo!-bostezó, satisfecho-Creo que me iré a visitar el jardincito de la casita de campo esta... Hmm, mejor será que en ese caso les deje una nota a mis colegas; ¡no quiero que Jessie me venga con historias de maruja casada tipo “no llegues tarde” o “¿qué horas son éstas?”! ¡Oh, tiene veinte años, ni siquiera tiene novio y ya se comporta como una tía de cuarenta! ¡Patético!
Riendo socarronamente, Meowth se encaminó hacia la biblioteca, en la que a esas horas no había ni un alma. Allí encontraría lápiz y papel, y material para dejarles una nota a sus compañeros de adónde había ido. Nunca había tenido una caligrafía muy buena; no era ni recargada y floreteada como la de Jessie, ni estilizada y elegante como la de James, ni peculiar y rápida como la de Leonor. No, la suya era un poco irregular, debido al poco tiempo que tuvo para aprender a escribir, a la poca regularidad con la que escribía y a la poco adecuada forma de sus “manos”. Aun así, era legible y bastante fluida.
Meowth entró en la biblioteca, sonriendo al ver que los documentos de la sección de la región del Aura estaban clasificados a trancas y barrancas, producto del registro que él y Max habían llevado a cabo aquella noche. Pero en aquel momento sólo necesitaba un pedazo de papel, un bolígrafo y un mayordomo que entregara la nota. Así pues, el Pokémon parlante se encaramó a la mesa, cogió del recipiente de los utensilios de papelería un bolígrafo azul y cortó un pedazo de una hoja en blanco que había sobre el escritorio del señor Fortuny. Entonces meditó qué era lo que iba a poner en la misiva y redactó:

¡Hola, compadres!
Como estoy un poco harto de aburrirme por aquí, me marcho a dar un paseíto por la zona sur de la Mansión ésta. ¡No os preocupéis por mí, que sé cuidarme solito! Volveré sobre las diez y media o las once (de la mañana, claro). ¡Dudo que el señor os eche antes de que yo regrese!
¡Venga, hasta luego!

Meowth


Meowth releyó la nota por si acaso tenía alguna falta de ortografía, pero vio que no tenía ninguna; al fin y al cabo él tenía buena memoria visual y muy pocas veces cometía errores ortográficos. Quien sí los tenía de vez en cuando era Jessie, que solía confundir las b y las v. Cuando Meowth o James le corregían las faltas, ella se enfurruñaba y alegaba que la culpa era de la academia de la lengua castellana, que todo lo liaba. Al fin y al cabo, la lengua oficial de Celesta, que se hablaba allí desde el siglo XII (aunque hacía veinte años habían hecho la reforma definitiva con el descubrimiento del llamado Mundo Paralelo o bien la Tierra) era una lengua sencilla y complicada a la vez.
Una vez repasada, el Pokémon parlante saltó al suelo desde la mesa y salió de la biblioteca en busca del mayordomo de mayor confianza del señor Fortuny, el que les recibió a su llegada a la Mansión. No tuvo que buscarlo mucho; al final del pasillo le vio atravesar el corredor principal que llevaba de la entrada del edificio al jardín.
-¡Eh, tú! ¡El cabeza huevo, sí!-le gritó Meowth al hombre, que se giró hacia él sobresaltado por su voz nasal.
-¡Oh, señorito Meowth!-exclamó respetuoso pero asustado por el susto, haciendo una inclinación de cabeza-¿Desea algo que esté en mis manos?
-Sí, por eso te he llamado. ¡Eso es de cajón!-comentó el Pokémon parlante, un poco incómodo ante tanto respeto-Mira, tío; hoy quiero darme un garbeo matutino para estirar las patas y no oxidarme.
-Muy buena idea, como corresponde a alguien tan especial.-concedió el mayordomo, adulador. Meowth agitó la “mano” restándole importancia al asunto, hastiado de la formalidad del criado.
-Menos coba. Lo que yo quiero es que entregues esto a alguno de mis compañeros cuando les veas despiertos-explicó entregándole la nota al hombre-. A ser posible, a Absol. O si no, al joven larguirucho de mi grupo o a la chica de pelo castaño y gafas. Ellos son más serios y por eso prefiero que ellos la lean. ¿Estamos?
-Por supuesto, señorito Meowth.-asintió el mayordomo haciendo una leve reverencia y marchando con la nota en la mano. Meowth hizo una mueca de desagrado y se llevó una “mano” extendida al lugar donde debería estar su nariz a modo de burla.
-Estirado-soltó, despectivo-. ¡No me extraña que James acabara pirándose de su casa, caray! Ahora que lo pienso, ¡ese tío estaba tratándome como le trataba a él el de casa de mi colega! ¡Bah, qué gente!-rezongó abriendo la puerta principal de la Mansión para salir fuera-¡En fin, hoy nos largamos de aquí y volvemos al curro! El curro nuevo, claro... ¡pero curro al fin y al cabo!
Tras cerrar la puerta de un portazo (no es que pusiera mucho cuidado en cerrar con cuidado), el Pokémon parlante bajó los escalones de entrada de dos en dos y siguió el camino enlosado del patio de la Mansión Pokémon en dirección a los alrededores, tan pulcros y exuberantes de vegetación como el jardín interior. Aunque a Meowth no le agradara el ambiente aristocrático, no podía negar que aquello fuera hermoso. Pero él era un tanto cerrado en lo que concernía a mostrar los sentimientos; no tanto como Jessie, pero un poco sí lo era. Era Escorpio, al fin y al cabo.
De pronto, tropezó con un Pokémon que estaba paseando por allí aquella mañana. Meowth sacudió la cabeza por el golpe y vio que había chocado con un joven Staravia, que no debía de tener más de dieciocho años, a juzgar por su brillante plumaje gris y blanco.
-¡Perdona, colega!-se disculpó Meowth alegremente-¡No te vi!
-Nah, da igual-respondió el Staravia en el lenguaje de los Pokémon; obviamente, Meowth le entendía, y el ave también comprendía el idioma hablado por los humanos-. Por cierto, ¿de dónde sales tú, que sabes hablar el lenguaje humano?
-Es una larga historia, que no creo que te interese. Pero qué más da, si tú me entiendes y yo te entiendo, ¿no?
-Supongo-admitió el Staravia asintiendo-. Te he visto salir de la Mansión Pokémon. ¿Vives en el jardín del dueño o tu entrenador está allí alojado?
-No tengo entrenador-aclaró el Pokémon parlante, un tanto ofendido-. Viajo con mis amigos y unos colegas nuevos.
-¿Puedo preguntarte qué Pokémon son? Es que por aquí sólo hay Staravia, Roselia y poco más. Me gusta conocer nuevas especies; la monotonía aburre. Por ejemplo, yo sólo he visto un par de Meowth en mi vida.
-¡Oh, no; no viajo con más Pokémon! Bueno, con dos, pero los demás son humanos.
El Staravia puso los ojos como platos de la sorpresa y abrió su pico, boquiabierto.
-¿Viajas con humanos? ¿No tienes entrenador?
-Hablar como humano es útil, no te creas-bromeó Meowth, divertido ante la estupefacción del Staravia-. Los otros dos Pokémon son un Absol y un Riolu, que hablan el idioma humano telepáticamente. ¿Habías visto esos Pokémon alguna vez?
-No. Esta no es zona de Riolu, y de Absol menos aún. Demasiado húmeda y demasiado baja. Después de todo, en Sinnoh sólo está el Monte Corona como relieve destacado.-repuso el Staravia, interesado ante lo que el Pokémon parlante le contaba. Meowth alzó una ceja con curiosidad; él nunca había estado antes en la región y no la conocía para nada.
-Quizá por eso por aquí no haya muchos Pokémon de tipo Roca y Tierra. ¡Claro que yo no soy de Sinnoh, no conozco la región!
-Vaya, vaya-dijo el Staravia, dispuesto a indagar más-. ¿De dónde eres, pues?
-De la región Johto, pero me marché a Kanto a los doce años de tapadillo en un camión.
-¿Johto? Sí me suena. Se lo he oído a mis compañeros de bandada, a los que migran ya.
-Mis dos amigos, que son dos jóvenes humanos de veinte años, también son de regiones distintas, pero los tres nos conocimos en Kanto. ¡Por eso guardo a esa región un cariño especial!-declaró Meowth; estaba contento de poder charlar con un Pokémon salvaje que fuera lo suficiente maduro como para conversar “seriamente” con él. Los Pokémon salvajes tenían puntos de vista muy interesantes por lo general.
El Staravia extendió un ala y la agitó como si se le hubiera dormido, pero seguía centrado en su conversación con Meowth.
-¿De dónde son?-preguntó con curiosidad.
-El chico, que es mi mejor amigo, es de la propia región de Kanto, de Ciudad Fucsia. La chica ya es del quinto pino; viene de la región Hoenn, pero de no-sé-qué pueblecito del norte, creo que cerca de Pueblo Pardal.-le explicó el Pokémon parlante. En ese momento le tocó al Staravia alzar una ceja, sólo que él lo hizo con cierto escepticismo:
-¿Y eres su mascota?-aquello sonó como una bomba en la mente de Meowth.
Su mayor temor.
-¡No!-exclamó con tanta desesperación que el ave retrocedió, asustado-¡No, no! ¡Soy su amigo, y ya está! ¡De mascota nada! Por favor...
-Discúlpame, es que lo normal es que...Bueno, pensé que tus amigos, con la edad que tienen...
-¡Vamos, ya lo que faltaba!-protestó Meowth, bastante enojado-No, mis colegas son amigos, muy buenos colegas. ¡Pero eso es todo, tío! ¡En su caso, no puede ser de otra manera!
-¿Y eso?-inquirió el Staravia, sorprendido.
-¡Porque a la chavala le aburre el chico, y a él le da mucho respeto ella! ¡No veas qué carácter tiene ella y lo tranquilo que es él! Nah, mundos divergentes.
-Caramba. Pues a los veinte años, todos los jóvenes humanos festean por ahí poniéndose como una cuba o dos y haciendo honor a sus instintos.
-Pues mis dos colegas no han hecho eso en su vida, que yo sepa. Porque a los quince años, que era la edad que tenían cuando les conocí, no habían salido mucho. Mi amigo apenas...y la chica, pues lo normal a esa etapa, digo yo. ¡Yo no soy humano!
El Staravia sonrió; quizá un humano no hubiera atisbado la sonrisa en un ave, pero Meowth no era en vano un Pokémon y sabía reconocer las sonrisas de pico.
-¿Tienen trabajo o estudian?
-Trabajamos-puntualizó el Pokémon parlante-. Eh...bien, en una organización llamada Team Rocket.-el Staravia retrocedió de pronto, pálido (en serio, palideció) y con las plumas encrespadas.
-¡No fastidies! ¿¡Eres del Team Rocket!?-gritó con enfado-¡La organización ladrona de Pokémon de Kanto y Johto! ¡Y yo que creía que eras un Pokémon de...!
-¡Ey, ey, ey! ¡No te voy a atrapar ni nada!-le intentó tranquilizar Meowth, sintiéndose culpable-Mis colegas y yo no somos como los demás miembros, ¿eh? ¡Damos la cara por nuestros compañeros Pokémon; son más del equipo! ¡Respetamos a los Pokémon aun intentando atraparlos! Que nunca lo conseguimos, por chapuceros... ¡Y ya no ejercemos de malos malosos propiamente dichos!
Hubo un breve silencio en el que el Staravia lo miró con cierta desconfianza, pero parecía más calmado que antes.
-Mmm...No debería fiarme de ti, pero optaré por creerte. Pero porque he podido hablar contigo antes de que me lo dijeras y me parece que eres de fiar, porque te habría atacado si llego a saberlo antes.-repuso ásperamente. El Pokémon parlante se cruzó de brazos, serio por una vez. El ave tenía motivos para actuar así, tuvo que reconocerlo.
-¿Por qué?-preguntó, no obstante.
-Porque el Team Rocket atacó a mi primo en una bandada que migró a Kanto hace tres años-contestó el Staravia, muy serio-. Me lo dijo el líder del grupo, el Staraptor que nos dirige. Sólo doce volvieron de los cincuenta que se marcharon; el Team Rocket capturó a los treinta y ocho restantes, entre ellos mi primo.
-Vaya, lo siento. Ahora me siento mal por ser del Team Rocket.
-Bueno, no fuiste tú quien le atrapó. Eso supongo, porque hace tres años estabas por Johto, según me has dicho, ¿no?
-Sí, sí.
-Entonces no tienes nada que ver. Claro que el pertenecer al Team Rocket te da cierto aire de traidor, si me permites decírtelo.
-¡Sin pasarte!-le advirtió en broma Meowth. El Staravia sonrió, a su pesar. Por lo visto le caía bien el Pokémon parlante que acababa de conocer.
-Bien, yo tengo que irme. Ha sido agradable charlar contigo, pero no quiero entretenerte más. Además, debo ir a Pueblo Sosiego para un recado que mi hermano me ha dado y tengo que estar de vuelta para el mediodía máximo.-se excusó.
-¡Vale!-aceptó Meowth, animado por la conversación-Yo iba a dar un paseo, pero no quiero que mis colegas se despierten y vean que sigo por aquí aun habiéndoles dejado una nota en la que decía que me marchaba a darme un garbeo por ahí.
-De acuerdo. ¡Hasta otra!-se despidió el Staravia desplegando las alas y levantando el vuelo, y cuando se elevó unos diez metros del suelo, echó a volar hacia el este, en la supuesta dirección a Pueblo Sosiego. El Pokémon parlante se le quedó mirando, pensando en su charla con él.
Por supuesto que sabía que el Team Rocket era una organización cuyo nombre era muy temido en las regiones de Kanto y Johto. Él mismo había trabajado con cierta diligencia (pero muy poca eficacia) en su primer año en el Team Rocket. Pero la llegada del mocoso les hizo ver tanto a él como a Jessie y a James que cerrar los ojos a la realidad no era la forma de conseguir la libertad que tanto ansiaban alcanzar. Después de eso, tras intentar atrapar a Pikachu una y otra vez, ya ni se aplicaban en lograrlo. Le debían bastante al mocoso, después de todo; no obstante, aquello les repateaba mucho.
Meowth se encogió de hombros y siguió su camino hacia la ruta que había tras los límites del terreno de la Mansión Pokémon. Tenía ganas de estirar las patas tras el encierro en el edificio; aparte, el verde de los árboles de esa zona era impresionante, casi como el de los árboles de Hoenn. Así que hizo caso omiso a los nubarrones que se agolpaban por encima de la ruta y se dirigió hacia allí.
No imaginaba que eso podía traerle un marrón muy gordo.
Con doble sentido.

-¿Señorito Absol? Su compañero Meowth me dio esto para usted; dijo que a ser posible se lo entregara a usted.-le dijo el mayordomo a Absol ofreciéndole una nota, que estaba fuera del baño del ala oeste de la Mansión aguardando a que James saliera de allí, puesto que había insistido en darse una ducha antes de marcharse.
Absol se concentró e hizo levitar la nota de Meowth a la altura de sus ojos almendrados y rojos mediante sus poderes mentales para leerla con comodidad mientras el mayordomo se marchaba tras hacer una reverencia. Justo cuando el Pokémon Siniestro acababa de leer la penúltima frase, Leonor salió de la habitación de las chicas despeinada, con las gafas torcidas, la ropa arrugada y bostezando.
-¡B-buenos días, Absol!-saludó a su Pokémon entre un bostezo-¿Qué tal la mañana?
<<Bien; Meowth nos ha dejado una nota>>-dijo Absol sonriendo-<<Me he preocupado un poco al no verle en la habitación, pero dice que se ha ido a dar una vuelta por los alrededores de la Mansión. Y no entres al baño, que está James dentro>>
Leonor, que ya iba a entrar al cuarto de baño, retiró la mano de la manivela de plata de la puerta como si de repente le hubiera quemado.
-Qué poco ha faltado.-comentó, azorada. Absol rió por lo bajo, divertido.
<<Soy rápido. Es una suerte, si no, imagínate lo que podría ocurrir>>-dijo el Pokémon Siniestro con malicia-<<Claro que tú no eres muy de cotillear a los chicos en el baño>>
-¡Por supuesto que no!
<<Pues por eso te lo he dicho, Leonor. Para no empañar tu fama>>-arguyó Absol sarcásticamente-<<Conociendo a nuestro compañero James, quizá te la guardaba para largo. Ya sabes que a la mínima cree que se le espía>>
En aquel momento se abrió la puerta del baño, sobresaltando a Leonor, que estaba justo enfrente de ésta, y James asomó la cabeza; se notaba que hacía nada que se había dado la ducha porque aún tenía el pelo lacio y azulón muy mojado y goteando. No tenía el aspecto liso y uniforme como cuando estaba seco, que le caía a ambos lados de la cara como una cortina hasta el final del cuello; mojado, se le hacía como una especie de desordenado flequillo y le daba aspecto de llevar una escoba azul en la cabeza. Eso sí, aun empapado, su mechón seguía en su sitio.
-¿Me has llamado, Absol?-preguntó alzando una ceja. Aún no había acabado de ponerse el uniforme del Team Rocket completamente, porque aunque sí que llevaba los pantalones blancos (con el cinturón), arriba sólo vestía la fina camiseta negra de manga larga y cuello medio alto que llevaba debajo de la otra holgada camiseta blanca con el logotipo del Team Rocket. Cuando el chico vestía las dos camisetas, era menos evidente su delgadez porque la blanca hacía un poco de bulto (aunque si te fijabas en su perfil se atisbaba enseguida), pero ahora que sólo llevaba la más fina, saltaba a la vista la falta de músculo y la falta de buen alimento, a pesar de que no se le marcaban las costillas. Jessie también estaba bastante delgada, pero ella tenía una buena figura y no acusaba tanto la escasez de sustento que los tres miembros del Team Rocket sufrían desde hacía como tres años por su tremenda escasez de dinero-Me ha parecido que “pronunciabas” mi nombre y...
<<No, no, no>>-respondió Absol con una sonrisa-<<Es que Leonor por poco entra al baño mientras estabas tú dentro>>
-¡Pero serás chivato!-le espetó la chica, colorada. James estiró el cuello un poco más y descubrió a Leonor, que estaba casi detrás de la puerta.
-Ah, hola, Leonor-saludó aguantando la risa ante el apuro de ella-. No te preocupes, aunque hubieras entrado no habría habido problema. Me disponía ya a ponerme la camiseta de arriba de ésta, así que no pongas esa cara.
-Bah. Absol es un exagerado; no armo tanto escándalo.
<<No, si al final la culpa me la llevaré yo>>-protestó el Pokémon Siniestro medio en broma, medio en serio-<<Sólo te ha faltado pedir disculpas a las deidades Pokémon por estar a punto de entrar>>
-¡Serás...! ¡Oye, que sólo he dicho que qué poco había faltado!-saltó Leonor, ahora incrédula ante los sarcasmos de Absol-¡Tendrás valor!
<<Te conozco bastante. Por dentro te pasaba eso que acabo de decir>>
-¡Eso no es verdad! ¡Dices más bobadas que Rajoy, carambola!
-Bueno, bueno; no importa, Leonor-trató de tranquilizarla James, que intentaba aparentar serenidad pero estaba riéndose por dentro a causa de la situación-. No voy a comerte por eso, ¿de acuerdo? Así que haya paz. ¿Qué es eso, Absol?-preguntó fijándose en la nota de Meowth que el Pokémon Siniestro seguía sosteniendo en el aire psíquicamente.
<<Es una nota de Meowth>>-explicó él, y cuando James ya iba a cogerla añadió-<<Mejor que te seques un poco antes de tocarla, porque así mojado vas a emborronar toda la tinta y Jessie, Sapphire y Riolu tendrán que leerla también para no preocuparse por su paradero>>
-Sí, mejor será-reconoció el joven ladeando la cabeza-. Estoy en cinco minutos.
Una vez James hubo cerrado la puerta del baño, Leonor se volvió hacia el Pokémon Siniestro:
-¡Absol!
<<¿Qué?>>
-¿Pero tú estás tonto?-le soltó la chica, enojada.
<<¿Ahora qué he hecho?>>-protestó Absol, sorprendido. Leonor se cruzó de brazos ignorando la sorpresa de su Pokémon y amigo.
-¡No te hagas el despistado! ¿Por qué has tenido que decirle nada a James?
<<Ni que fuera un crimen>>-repuso Absol alzando una ceja y agitando su cola negra en forma de media estrella-<<Si se lo he dicho es porque no creía que fuera malo>>
-Resulta que intento no sacar muy a la luz mis rarezas para que ni él ni Jessie ni Meowth piensen mal de mí, ¡y tú vas y dices que ciertas cosas no me gustan nada!-le reprochó la chica; sus ojos pardos relucían de enfado tras sus gafas. El Pokémon Siniestro ladeó la cabeza casi igual que como lo había hecho James hacía apenas un minuto atando cabos acerca de lo que Leonor le había dicho:
<<Es por eso por lo que no les has contado apenas nada sobre ti y tu pasado, ¿verdad?>>-dijo, entendiendo un hecho inexplicable hasta ese momento. Por lo visto había dado en el clavo, porque ella frunció el ceño.
-Más o menos-respondió Leonor reticentemente-. Tú sabes la verdadera razón por la que no les he dicho nada, porque puedo meter la pata y perder su confianza. Sabes de sobra lo desastre que soy. Sólo les he dicho lo justo para que confíen lo suficiente y que me acepten, y aun así no se fían del todo.
<<Lo sé. Pero tú también sabes que hasta que tú quieras yo no les diré la verdad sobre ti, Leonor>>
-¡Pero sí le has dicho algo a él que resulta incomprensible para todos los que me conocían, Absol! No directamente, de acuerdo; ¡pero sí le has dicho demasiadas cosas!-le recriminó la chica, enfadada. Absol alzó una ceja:
<<Tú misma me has dicho muchísimas veces que antes que renunciar a ti misma prefieres quedarte sola>>-observó con suspicacia-<<¿Qué cambia esta vez, Leonor?>>
Leonor vaciló y desvió la mirada sin responder. Absol, que la conocía muy bien e interpretaba sus gestos al dedillo, comprendió medianamente la situación, y abrió los ojos al máximo, sorprendido.
<<Oh. Ahora entiendo>>
-¿Qué entiendes?-saltó ella, molesta de pronto.
<<Por qué te has enfadado>>
-No hay nada que entender-protestó Leonor-. No me gusta que me tomen por un bicho más raro que un bicho raro, eso es todo.
<<Ni siquiera sabes por qué te has enfadado>>-repuso Absol; no era una pregunta, sino una afirmación-<<Pero yo sí lo sé, porque olvidas que sé leer en los corazones de las criaturas>>
-¿Ah, sí? ¿Y por qué me he enfadado, listillo?
<<Yo no te lo voy a decir. Cuando lo sepas con seguridad, dímelo>>
-¿Y cómo lo sabré, eh?
<<Te aseguro que cuando ese momento llegue lo sabrás sin duda alguna>>
Leonor iba a contestarle cuando se abrió de nuevo la puerta del baño; James asomó la cabeza de nuevo con una media sonrisa burlona:
-¿Habéis acabado de discutir? Ya se os oía desde dentro, ya.-comentó mirando a uno y a otro con cierta curiosidad. Leonor le disparó a Absol una mirada fulminante; Absol le dirigió a Leonor una mirada de reojo cargada de malicia.
<<No te preocupes, chico. Leonor y yo sólo estábamos intercambiando opiniones>>-respondió el Pokémon Siniestro sin dejar de observar a su entrenadora socarronamente.
-Eso lo dirás tú. Cuando te pones pesado no hay quien aguante tus ironías tan serenas.-rezongó la chica, hastiada.
-No, si yo lo decía por si era conveniente salir al campo de batalla o seguir a salvo dentro del baño y dejaros seguir con vuestro “intercambio de opiniones”.-repuso James acentuando su expresión mordaz y asomándose un poco más. Absol sonrió, divertido:
<<No importa, los buenos amigos también discuten de vez en cuando>>
-Es que me resulta muy raro veros a vosotros dos en medio de una disputa; había dado por supuesto que nunca discutíais. Parecéis tan unidos que...
-Cuando no se pone plomo no hay ningún problema.-murmuró Leonor con fastidio; Absol la miró socarronamente:
<<Chico, es que ella también se lo toma todo muy a pecho>>
-Te he oído.
<<Es lo que pretendía. Soy telépata, ¿recuerdas? Si no quisiera que me oyeras, habría dirigido mi pensamiento únicamente a la mente de James>>
-Bueno, ¿salgo o no?-preguntó éste con sarcasmo; Leonor dejó escapar un gruñido ante las ironías de sus dos compañeros y se cruzó de brazos.
-Ya veo que estás mejor que ayer, a juzgar por las apariencias.-le espetó la chica a James. Él ladeó la cabeza de nuevo y esbozó una sonrisa:
-Si sobrevivo a los encuentros con esa bruja de Jessebell, después siempre ando más animado. Es un hecho. Entonces, ¿puedo salir o me arriesgo demasiado?-ironizó de nuevo alzando una ceja; Absol rió.
<<Anda, sal de una vez. No pongas a prueba la paciencia de Leonor>>-le dijo, divertido y haciéndole un gesto de cabeza indicándole que saliera del baño. Con una nueva media sonrisa burlona, el joven abandonó su refugio (que consistía en el medio camino entre el umbral de la puerta y el cuarto de baño) y cerró la puerta al salir. Ya se había puesto la holgada y blanca camiseta, también de manga larga, del uniforme del Team Rocket encima de la camiseta negra, y se había secado considerablemente el pelo; a pesar de que alrededor de su mechón había rastros del flequillo que se le formaba cuando estaba mojado, ya había adquirido su aspecto habitual, completamente lacio y despuntado.
-¿Qué? ¿Ahora sí puedo coger la nota, Absol?-preguntó, socarrón, extendiendo una mano; no llevaba puestos sus guantes negros, y tampoco sus botas. El Pokémon Siniestro asintió y le pasó la nota a James por el aire, pues seguía manteniéndola con su poder telepático. Pasaron unos silenciosos segundos sin que nadie dijera nada, pero cuando James acabó de leer la nota comenzó más o menos el revuelo.
-No puede ser-susurró el joven; había perdido el buen humor y había palidecido-. No, no puede serlo. ¿Pero cómo...?
-¿Qué pasa?-inquirió Leonor, venciendo su enfado a medias mediante la curiosidad.
-Meowth dice que ha ido a pasear por la ruta que hay al sur de la Mansión, o eso creo haber leído. ¿No me he engañado?
<<No>>-respondió Absol comenzando a preocuparse. Aunque su preocupación no podía compararse a la de su compañero.
-Maldición... ¿Pero cómo se le ocurre...?-dijo James en voz baja, como para sí mismo-Ahora sí que está metido en un buen lío.
-¿Por qué?-preguntó Leonor. Había olvidado por completo su enojo.
-¡Porque en la ruta del sur de la Mansión Pokémon siempre está lloviendo! Hay algo allí que hace que llueva mañana, tarde y noche. ¡Como consecuencia, se forman barrizales de hasta dos metros de profundidad!-exclamó él perdiendo su abundante paciencia-¡Y Meowth, que no es muy alto que digamos, en los de medio metro ya podría estar en apuros! Madre mía, ¿cómo se le ocurre?
<<Meowth no conoce la región de Sinnoh tan bien como tú, chico>>-arguyó Absol intentando tranquilizarlo, pero también él estaba inquieto-<<No puedes culparle. Pero hemos de ir a sacarle de allí. Ahora ya estará en medio de ese problema>>
-Puedo enviar a Skarmory-sugirió Leonor-. Es el más avispado de mis Pokémon, puede que incluso más que tú, Absol. Skarmory le buscará y le traerá de vuelta a tiempo.
<<Bien>>
-¿Y qué les decimos a Jess, a Sapphire y a Riolu?-preguntó James mirando sin ver al suelo.
<<Si Skarmory trae a Meowth antes de que se despierten, nada. Pero si no, tendremos que explicárselo>>-repuso el Pokémon Siniestro con seriedad. Ya no era momento de bromas.
-De acuerdo-terció Leonor sacando una Pokéball de un bolsillo de su chándal-. Vayamos fuera; desde allí enviaré a Skarmory. Tenemos un rescate vigente.

Meowth no estaba en apuros embarrados en aquel momento. Pero había otro tipo de problemas; el río que recorría la ruta. En aquel momento llovía mucho más de lo normal, y el caudal había aumentado tanto que le faltaba muy poco para desbordarse. Tanto había aumentado, que casi no se veía tierra firme, y la poca que estaba visible estaba encharcada y llena de barro. Al Pokémon parlante, a quien no le gustaba nada el agua a menos que le entrasen ganas de darse un chapuzón, aquello le resultaba tan incómodo que había optado por avanzar colgado de las ramas de los árboles.
-Me voy a acordar del progenitor de la meteoróloga de Sinnoh-maldijo cuando se partió una rama de un árbol y cayó en plancha a un charco de barro-. Con que un día soleado y templado al sureste de la región, ¿eh? ¡Y un rayo frito!
Tan rápido como pudo, Meowth trepó de nuevo al árbol lo más rápido que pudo; sabía reconocer una tormenta eléctrica nada más ver las nubes, pues los rayos y los relámpagos le habían fascinado desde siempre, y aquella tormenta no llevaba carga eléctrica. Por tanto, podía refugiarse bajo un árbol sin peligro.
Una vez se hubo acomodado en una gran rama de un pino, Meowth se sacudió vagamente el barro que tenía en su cuerpo a causa de su caída con hastío.
-Debería volver a la Mansión, pero hasta que se despierten los demás y nos vayamos....Es que no hay ganas de regresar, caray. ¡Es todo más aburrido que comer pan!-rezongó el Pokémon parlante-Supongo que lo mejor que puedo hacer es mirar la lluvia. Claro que el problema será volver. ¡Pero qué más da! Ya pensaré en eso cuando tenga que regresar.
Debió de pasar una hora en la que la tormenta no amainó ni un ápice y Meowth continuó sentado en la misma rama del árbol, oculto por las tupidas hojas de éste.
Por esa razón, el Skarmory de Leonor, que estaba sobrevolando el lugar, no pudo verlo.
Skarmory llevaba ya un buen rato buscando al Pokémon parlante por la ruta al sur de la Mansión Pokémon. Por suerte, Skarmory no era un Pokémon volador como los demás; sus alas, protegidas por una coraza de acero, no se humedecían con la lluvia y no entorpecían su vuelo.
Skarmory pasó de largo por la zona en la que estaba Meowth, pues estaba tan llena de agua y barro que creyó que el Pokémon parlante no podría estar por allí. Pero lo que vio a continuación le hizo estar seguro de que si Meowth estaba por la siguiente parte de la ruta, con total seguridad no iba a poder rescatarle.
Los barrizales que había mencionado uno de los compañeros de grupo de su entrenadora Leonor (Skarmory no sabía aún su nombre, pero era el que más datos le había dado para hallar a Meowth) habían aumentado tanto de profundidad y volumen que en algunos casos sólo se veían las copas de los árboles bajo el barro. El Pokémon volador abrió mucho sus ojos amarillos y chasqueó su pico metálico, asombrado. Nunca había visto algo así, y se dijo que la naturaleza era tan desconocida tanto para humanos como para Pokémon.
De pronto, Skarmory descubrió algo que sobresalía muchísimo del fango. Algo que desentonaba realmente con el paisaje que estaba viendo. Extrañado, se acercó a investigar, y se quedó pasmado al ver lo que era.
Era un edificio con forma de cilindro, hecho de metal y con amplios ventanales de cristal que dejaban ver con claridad lo que había dentro. Estaba construido sobre una alta meseta entre los barrizales, justo en la zona en la que los árboles eran muy altos y gruesos; Skarmory adivinó que era para que nadie descubriera el edificio. En la circular azotea había una especie de antena que no dejaba de disparar ondas de energía de color ámbar a las nubes que tenía encima, que eran completamente negras.
El Pokémon volador se dio cuenta en ese momento que sobre aquel edificio llovía tanto que no había siquiera un milímetro de cielo en el que no cayera una gota de agua; en ese momento volvió a atar cabos, pues era lo suficientemente sagaz como para averiguar cosas como ésa. ¡Era aquel edificio lo que estaba causando tan fuerte tormenta! Sabía que en aquella ruta llovía siempre, pero no le constaba que tan abundantemente.
Pero, ¿por qué alguien querría hacer llover tanto en una zona en la que siempre está cayendo agua?, se preguntó Skarmory, desconcertado. Quizá sea porque no quieren que nadie les descubra. ¡Eh! ¡Podrían ser los maleantes esos a los que Leonor y sus compañeros están combatiendo!...Ya sé. Bajaré a investigar un poco, y como dudo mucho que Meowth esté por aquí, retrocederé y le buscaré por la entrada de la ruta. Si investigo esto, podría ampliar mi informe.
Con esa idea en la cabeza, Skarmory descendió hacia la azotea del edificio, dispuesto a observar con atención la antena que provocaba la tormenta. Revoloteó un poco alrededor de ella, y vio que era enorme; casi diez metros de altura. El Pokémon volador se acercó a una de las ondas de energía, pero desistió, pues el calor que despedían era tan intenso que a tres metros de una de ellas ya era casi imposible acercarse sin quemarse entero. Comprendió que lo que estaban haciendo era condensar masivamente la humedad del ambiente (muy abundante allí) para crear nubes cargadísimas de agua. Con las inundaciones y los tremendos barrizales, nadie osaría pasearse por allí, ni siquiera los Pokémon Ranger, los guardabosques de Celesta.
Vaya, vaya. Puede que después de todo sí que sean los dichosos maleantes, se dijo Skarmory. Bien, ahora que ya tengo un dato nuevo, mejor me voy ya y busco a Meowth. Si no lo encuentro, me puedo meter en un lío muy gordo.
Skarmory se dispuso a marcharse, pero de pronto detectó un movimiento a sus espaldas. Rápido como el rayo, se hizo a la izquierda; un ataque Hoja Afilada atravesó el aire justo por donde había estado él segundos antes. El Pokémon se dio la vuelta para ver quién le había atacado. Un Tropius (el que le había atacado) y un Flygon batían sus alas amenazadoramente y se aproximaban a él con cautela. Pero no eran Pokémon normales; sus ojos eran de color rojo sangre y brillaban despiadadamente. Skarmory se estremeció, pues sabía qué clase de Pokémon eran ese Tropius y ese Flygon. Eran Pokémon Oscuros, Pokémon sin sentimientos a los que les habían cerrado el corazón artificialmente. Su poder equivalía a cinco veces el propio como mínimo.
Vale, ahora estoy seguro que esto es obra de esos criminales. ¿Pero por qué voy a tener que luchar contra estos dos idiotas?
-¿Qué haces aquí, intruso?-inquirió el Flygon en el lenguaje Pokémon. Su voz no transmitía ninguna emoción.
-Estás en territorio de Cífer. Nuestro territorio.-puntualizó el Tropius; tampoco él expresaba sentimiento alguno. Skarmory chasqueó el pico con enfado.
-Lo que yo haga o deje de hacer no es asunto vuestro. ¿Es que ya no se puede volar en paz por aquí o qué?-improvisó, intentando engañar a los Pokémon Oscuros. Pero éstos no eran tan estúpidos como creía.
-No intentes mentirnos, intruso-le espetó el Tropius Oscuro-. Sabemos que eres un Pokémon capturado. Sabemos distinguirlos.
-Bien, ¿y sabéis acaso si yo no estaba dando un simple paseo?
-Por el simple hecho de no saberlo debemos detenerte-dijo el Flygon Oscuro-. El amo ha ordenado que nadie se acerque aquí, ni humanos ni Pokémon de aura luminosa. Y debemos obedecer al amo.
Skarmory entrecerró los ojos, intrigado ante lo que el Pokémon Oscuro había dicho.
-¿El amo?-preguntó-¿Qué amo?
-El Señor de los Pokémon Oscuros, el Maestro de la Oscuridad-declaró el Tropius Oscuro con veneración-. Él es la mano derecha del jefe de los humanos a los que servimos por orden suya.
-¿Y acatáis todas sus órdenes? ¿Hasta servir a los humanos?
-Tú también lo haces.-replicó el Flygon sin alterarse. Skarmory gruñó, enojado:
-Yo no sirvo a nadie, listo. Mi entrenadora es amiga mía y yo la respeto. Vosotros sí que sois esclavos de los humanos.
El Tropius y el Flygon no lo rebatieron. Simplemente se limitaron a dirigir al Pokémon volador una mirada indiferente de sus aterradores ojos rojos.
-Bien, no creo que tenga que decir nada más. Me las piro.-dijo Skarmory, girándose de nuevo. Pero aún pudo esquivar el ataque Pulso Dragón que le lanzó el Flygon Oscuro.
-Tú no te irás-proclamó el Tropius batiendo con enfado sus alas-hoja-. El Maestro de la Oscuridad estará encantado de tener un nuevo discípulo Oscuro cuando te llevemos ante él.
-¿¡Qué!?-gritó Skarmory, incrédulo.
-Si te resistes, te llevaremos por la fuerza.-agregó el Flygon, indiferente.
-¡Intentadlo si tenéis narices!-exclamó Skarmory alzando el vuelo bajo la lluvia, dispuesto a defenderse. El Flygon Oscuro adoptó una expresión de siniestro placer ante la perspectiva de un combate, al igual que el Tropius.
-Tú lo has querido.-dijo, y se lanzó disparado hacia Skarmory dispuesto a embestirle. Pero lo que en principio le pareció al Pokémon de Leonor un simple ataque Derribo (que a él no le haría ni un rasguño) se convirtió en algo totalmente diferente. Una onda de aura oscura apareció alrededor del cuerpo del Flygon e hizo que sus ojos se asemejaran a una brasa ardiente. Skarmory pudo esquivar el ataque a duras penas, porque el ataque había sido increíblemente rápido; se tuvo que hacer a un lado de inmediato para evitar una ráfaga de hojas cortantes como navajas lanzadas por el Tropius. Acto seguido, Skarmory preparó un ataque Ala de Acero; sus alas metálicas adquirieron un resplandor blanco y se volvieron aún más rígidas. Skarmory se lanzó en picado hacia el Flygon Oscuro con las alas extendidas, pero el Pokémon Oscuro lo vio venir y se movió a la derecha, evitando el ataque de Skarmory. Sin embargo, éste viró en pleno vuelo y atacó por la espalda al Flygon, que creía que ya había frustrado el ataque de Skarmory. El ataque Ala de Acero le hizo dar una vuelta de campana en el aire de la potencia del golpe.
El Tropius Oscuro emitió un chillido que hubiera parecido dulce de no ser por el matiz de crueldad del que estaba teñido, y comenzó a cargar energía en forma de pequeños destellos de luz provenientes del cielo. Skarmory adivinó que se disponía a realizar un ataque Rayo Solar, pero aquello sólo ponía de manifiesto lo necio que era el Pokémon Oscuro; con tanta nube tapando el sol y con semejante aguacero cayendo, tardaría mínimo dos minutos enteros en cargar el ataque.
Triunfante, Skarmory se lanzó hacia el Tropius envuelto en tenues haces de luz blanca. El Flygon Oscuro le vio, y, aun malherido, intentó interceptarle con un ataque Lanzallamas que, debido a su escaso grosor y velocidad, Skarmory no tuvo ningún problema en esquivarlo, y consumó su acción contra el Tropius Oscuro; le embistió fuertemente creando un dibujo de luz blanca en el aire con forma de palmera, el efecto de un Golpe Aéreo. A causa de la debilidad del tipo Planta contra los movimientos de tipo Volador como Golpe Aéreo (y añadiendo lo poderoso que era Skarmory), el Pokémon Oscuro cayó a la azotea con un fuerte golpe, noqueado. El Flygon chilló furibundo y batió las alas rápidamente mientras se rodeaba de aura oscura; al cabo de unos segundos se formó un gran tornado violeta que despedía chispas oscuras e iba directo hacia Skarmory. Éste, asombrado, tardó un poco en reaccionar ante lo que se le venía encima, pero pudo evitar daños mayores. El ataque le golpeó en una pata haciéndole perder momentáneamente el equilibrio ante el cruel regocijo del Flygon Oscuro.
-¿Qué me dices del Tifón Oscuro, intruso?
-¡Que no va a servirte de nada, idiota!
Sintiéndose humillado al dejarse golpear tan ridículamente, Skarmory se lanzó hacia el Pokémon Oscuro con tanta furia y a tal velocidad que en esa ocasión fue éste quien se quedó paralizado. Skarmory no le dejó reaccionar; golpeó con inusitada potencia al Flygon Oscuro con una de sus alas, envuelta en un fulgor de color negro, y dejó un largo corte en el vientre verde de su rival; un fortísimo Tajo Umbrío.
El Flygon no aguantó más; cayó derrotado a la azotea del edificio de Cífer, junto al desmayado Tropius Oscuro.
Skarmory jadeó, sin creer todavía que hubiera vencido tan rápidamente a dos Pokémon Oscuros. Se prometió a sí mismo que al volver con Leonor tenía que darle mil gracias por haberle entrenado tan bien.
Recordando que aún debía encontrar a Meowth, Skarmory batió las alas y se alejó de allí hacia la entrada de la ruta al sur de la Mansión Pokémon, sintiendo que la intensísima lluvia aliviaba el punzante dolor de la herida de su pata que le había provocado el Tifón Oscuro del Flygon Oscuro.

Meowth tardaría bastante tiempo en olvidar completamente la riada que se extendió súbitamente por la ruta y derribó árboles, entre ellos el árbol en el que estaba. El Pokémon parlante apenas tuvo tiempo de agarrarse a una de las ramas del árbol contiguo (que permaneció en pie) antes de que su árbol cayera y fuera arrastrado por la fuerza del agua. Meowth maldijo por lo bajo agitando sus cortas patas al verse colgado de una simple rama; ¿qué podía haber peor que el agua en plena furia?, se dijo furioso.
Sin embargo, cambió de opinión enseguida.
De pronto, una de sus patas tocó algo puntiagudo que salía del agua; Meowth la encogió de inmediato, sobresaltado. Y vio que una especie de escama blanca de tres puntas se movía por la superficie del agua. Pero no sólo una; tres escamas iguales seguían a la primera sobresaliendo de la riada. El Pokémon parlante se quedó petrificado al reconocer al Pokémon al que pertenecían aquellas escamas, y deseó tener alas para salir volando de allí.
-Oh, no. No, no, ¡no!-masculló atemorizado-¡Lo que me faltaba! ¡Largo, largo, largo, bicho!
Súbitamente, la cola del Pokémon chocó con la cola roscada de Meowth; éste se encogió porque sabía perfectamente lo que venía después.
En efecto, el agua salpicó por todas partes cuando una enorme criatura azul emergió violentamente del agua. El Pokémon irradiaba furia por todo su cuerpo, pero en un miembro de su especie aquello no era tan raro. Lo extraño en ellos era estar de buen humor.
-¿¡Quién ha sido el que ha osado atacarme!?-gritó el Pokémon en su lenguaje, henchido de ira. Meowth optó por recurrir a la desesperada técnica del cepillo:
-¡Oh, poderoso Gyarados, he sido yo quien ha tocado vuestra magnánima y hermosa cola! ¡Pero ha sido sin querer; el árbol se partió, yo quedé colgado y...!
-¡¡Basta!!-ordenó el Gyarados clavando sus ojos rojos en Meowth, que se encogió más aún al ver los enormes colmillos del Pokémon-¿¡Qué haces tú en mi territorio!?
-Ah, ¿pero éste es vuestro territorio?
-¡Era! Ahora, por culpa de la riada, ya no sé dónde empieza y dónde acaba, ¡pero ésta es mi zona! ¡¡Y tú estás invadiéndola!!
-¡Oíd, yo no sabía que ésta era zona restringida! ¡Soy nuevo aquí!-protestó Meowth, aun sabiendo que se estaba arriesgando mucho. A los Gyarados no les gustaba que nadie les contradijera.
-¡No me lo trago, jovencito!-le espetó el furioso Gyarados-¡Desde que comenzó a llover tanto, todos los Pokémon excepto yo se han marchado hacia el norte! ¡Y entonces apareces aquí después de que mi gente tuviera que huir!
Meowth aguzó una oreja puntiaguda, olvidando por un instante que su interlocutor pertenecía a la especie más irascible de la raza Pokémon.
-¿Qué tuvieron que huir? ¿Y eso?-inquirió, intrigado.
-¡No te desentiendas!
-¡Sólo quiero saber que ocurrió!
El Gyarados contuvo su furia lo suficiente como para explicarlo:
-Las fuertes lluvias eran incluso demasiado intensas para los Pokémon de Agua de esta ruta, así que, cuando el gran barrizal comenzó a ganar tanto terreno y tanta profundidad, tuvieron que marcharse antes de que las cosas se disparasen. Yo, como líder de los Pokémon de esta ruta, debo quedarme para averiguar lo que sucede y, si hay un culpable, hacerle pagar lo que ha hecho a nuestra tierra.
Meowth aún no había comenzado a reflexionar acerca de lo que el Pokémon le había contado cuando de repente el Gyarados se irguió tan amenazadoramente que el Pokémon parlante lamentó no haber escrito su testamento.
-¡Está claro que tú tienes algo que ver en ello!-rugió-¡Hacerte el tonto no te servirá de nada!
-¿¡Qué!?-exclamó Meowth aferrándose a la rama del árbol-¡Poderoso Gyarados, yo no he hecho nada!
-¡No me mientas, pequeño! ¡Sabes hablar el idioma humano, y eso es signo de que no eres un Pokémon normal! ¡Y eso es suficiente para mí!-gritó el Gyarados, furiosísimo y derribando un árbol con un fuerte golpe de su cola-¡¡Prepárate para recibir el castigo que mereces!!
Meowth quiso retroceder, pero se dio cuenta de que estaba acorralado y a merced del poder del Pokémon de Agua. El Gyarados empezó a cargar energía pura en su enorme boca, que fue condensándose en una esfera azul y naranja que deslumbraba a causa de su resplandor; el Pokémon estaba preparando un ataque Hiperrayo tan potente que podría matarlo (literalmente). Los Pokémon no morían al recibir ataques, pero si el Pokémon que atacaba era lo suficientemente poderoso sí que podía matar a otro Pokémon con un ataque muy fuerte. No ocurría mucho, pero si ocurría era siempre muy comentado y causaba mucho temor durante días o semanas; el Pokémon parlante cerró los ojos y pensó que al menos sería un poco recordado...Entonces le vinieron a la cabeza las imágenes de Jessie y James, sus inseparables amigos y compañeros, y luego Leonor, Absol, Sapphire y Riolu. Ni siquiera había podido despedirse de ellos en el caso de que expirara.
Y justo cuando el Gyarados iba a lanzar su Hiperrayo...
-¡Deteneos!-gritó una voz en el lenguaje Pokémon. En el dialecto de los Skarmory, para ser más exactos.
La orden había sido tan inesperada y tan directa que el Gyarados anuló inmediatamente su ataque. Meowth lo notó y se atrevió a abrir uno de sus ojos violetas, sorprendido y exultante ante su suerte.
Su salvador era, como había supuesto, un Skarmory, que estaba suspendido en el aire a unos pocos metros del Gyarados batiendo las alas. Pero no un Skarmory cualquiera; Meowth lo reconoció como el Skarmory de Leonor, al que había visto un par de veces fuera de su Pokéball. Lo que le sorprendía era que aquel era el lugar y el momento en el que se encontraba en el que menos hubiera imaginado encontrarle.
Tampoco el Gyarados imaginaba que nadie se atrevería a interrumpir su ataque contra el supuesto culpable de las lluvias. Y eso le enfureció.
-¿Cómo te atreves a darme una orden?-le soltó a Skarmory, que permaneció firme-¿¡Te atreves a desafiar a un Gyarados!?
-Claro que sí-dijo Skarmory alzando una ceja metálica-. Porque estáis cometiendo un error, poderoso Gyarados. Si matáis a este Meowth, no acabaríais con el auténtico problema.
-¿Qué?-se le escapó a Meowth, que ahora sí que estaba alucinando. El Gyarados entornó los ojos, desconfiado:
-¿Y qué sabrás tú? ¡También eres un desconocido en mi tierra!
-He visto algo en el gran barrizal que quizá os interese, poderoso Gyarados-repuso Skarmory-. Sé que eso es la causa de las lluvias, y no Meowth; a Meowth lo conozco yo y había venido a pasear por aquí.
-Tus argumentos no son verosímiles, Skarmory-objetó el Gyarados, enojado-. Todos los Pokémon de los alrededores saben de sobra que esta zona está inundada e inhabitable.
-Pero es que Meowth y yo somos extranjeros, poderoso Gyarados. No teníamos noticia de esto; yo sólo sabía que por aquí llovía día y noche. Ni siquiera tenía constancia de que las lluvias se habían incrementado tanto.
-¿Cómo puedo creerte?-inquirió el Gyarados.
-¿De veras creéis que un Meowth puede invocar semejante tormenta?-inquirió a su vez Skarmory.
-¡Ey, tampoco soy tan débil!-protestó Meowth, ofendido, que seguía colgado de la rama; la mirada que le disparó Skarmory le dio a entender que mantuviera la boca cerrada por su bien.
El Gyarados meditó unos segundos, más calmado.
-No-reconoció al cabo-. Dudo que un Meowth pudiera convocarla. Es demasiado poderosa...pero podría tener algo que ver.
-Lo mejor sería que fuerais a ver el barrizal, poderoso Gyarados-le recomendó Skarmory-. Os aseguro que allí está la clave. ¡Yo lo he visto con mis propios ojos!
-Mmm. Puede que tengas razón; al fin y al cabo el barrizal es el lugar más peligroso de mi territorio.
-¿Deduzco entonces que tengo permiso para sacar a Meowth de aquí?
El Gyarados se lo pensó, para qué negarlo. Pero no tardó en sacudir su gran cabeza con cansancio:
-Anda, llévatelo. Consideraos afortunados por salir ilesos, jovencitos.
-¡Puf!-suspiró un muy aliviado Meowth. El Gyarados ladeó la cabeza frunciendo el ceño y miró a ambos Pokémon; al exultante Meowth y al astuto Skarmory.
-Iré a ver si lo que afirmáis es verdad. Si es mentira, guardaos muy bien de encontraros de nuevo conmigo porque ese día acabaré con vosotros. Ahora bien...si es cierto, contad conmigo para todo aquello que necesitéis si volvemos a vernos.-declaró más calmado. Aquel Gyarados parecía mucho más razonable que otros de su especie.
-De acuerdo, poderoso Gyarados-aceptó Skarmory acercándose a la rama de la que pendía Meowth y dejando que éste subiera a su lomo-. Os tomamos la palabra. Puede que sí precisemos de vuestra ayuda en un futuro no muy lejano.
-Bien. Hasta entonces, pues.
-¡Hasta entonces!-se despidió Meowth agitando su “mano” desde el lomo de Skarmory. Después de todo, el líder Pokémon de la ruta le caía bastante bien a pesar del susto que le había dado. Skarmory batió sus ligeras alas y se alejó volando bajo la lluvia montado por el Pokémon parlante.
-¡Skarmory, te debo una muy gorda!-exclamó Meowth más contento que unas castañuelas-¿Cómo es que estabas por aquí? ¿Y cómo me has encontrado?
-Leonor, Absol y ese colega tuyo tan larguirucho me dijeron que te buscara urgentemente por las fosas de barro que hay por aquí. Y además averigüé que aquí hay una especie de base de los maleantes esos a los que combatís.-explicó Skarmory con mal disimulado orgullo. Meowth abrió los ojos con sorpresa.
-¡Claro! ¡La base Cífer de Ciudad Pradera!-exclamó-¡Vale! ¡Mete gas, Skarmory; tenemos que informar de esto a la estación principal!
Skarmory asintió, batió más rápidamente las alas y tomó la dirección hacia la Mansión Pokémon mientras la lluvia azotaba sin cesar cada trocito de la ruta del sur de Sinnoh.
----------------------------------------
¡Espero que os haya gustado ^^! El siguiente se titula Poderes Ocultos =)

¡Y espero opiniones x)!
Última edición por >-Meowth-< el Mar Abr 14, 2009 4:07 pm, editado 1 vez en total.
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And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
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[C. IV] ¿Infiltrados... o Atrapados?

Sapphire
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor Sapphire »

Buen capítulo n.n
Skarmory es muy muy rlz x333 y Gyarados tambieeen XDD Me ha hecho gracia la reacción de Meowth al verlo xD
Una base cifer tan cerca, aquí habrá pelea XDDD
Siguelo pronto ;3
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pokefan garcia
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor pokefan garcia »

Voy opinar de los dos últimos capítulos.

El 37 fue larguísimo, pero eso me gusta. Me dio mucha rabia cuando se encontraron con Jessebell y los padres de James. Son todos unos capullos xD.

Ahora ya saben como purificar los pokemon oscuros. Supongo que irán a buscar a célebi.

También me gustó mucho el combate de Skarmory contra Tropios y Flygon y cuando rescató a Meowth del Gyarados. Meowth cada vez está más gracioso xD.

Ahora Absol llama a James chico. Eso me gusta. Se ve que han estrechado lazos.

<<Tú misma me has dicho muchísimas veces que antes que renunciar a ti misma prefieres quedarte sola>>-observó con suspicacia-<<¿Qué cambia esta vez, Leonor?>>
Leonor vaciló y desvió la mirada sin responder. Absol, que la conocía muy bien e interpretaba sus gestos al dedillo, comprendió medianamente la situación, y abrió los ojos al máximo, sorprendido.
<<Oh. Ahora entiendo>>
-¿Qué entiendes?-saltó ella, molesta de pronto.
<<Por qué te has enfadado>>
-No hay nada que entender-protestó Leonor-. No me gusta que me tomen por un bicho más raro que un bicho raro, eso es todo.
<<Ni siquiera sabes por qué te has enfadado>>-repuso Absol; no era una pregunta, sino una afirmación-<<Pero yo sí lo sé, porque olvidas que sé leer en los corazones de las criaturas>>
-¿Ah, sí? ¿Y por qué me he enfadado, listillo?
<<Yo no te lo voy a decir. Cuando lo sepas con seguridad, dímelo>>
-¿Y cómo lo sabré, eh?
<<Te aseguro que cuando ese momento llegue lo sabrás sin duda alguna>>


Creo que ya sé lo que le pasa a Leonor, pero mejor no digo nada, por si a caso.

-A veces esto de ser mujer es un engorro-se quejó Jessie saliendo enfadada del cuarto de baño-. ¿Por qué los hombres no sufren ciertas cosas que nosotras aguantamos?


¡Pobre Jessie xD! Y encima tiene que desacerse de su melena.

En fin, la cosa se está haciendo cada vez más emocionante. Espero que lo sigas pronto.

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{-Dialga-}
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor {-Dialga-} »

Ehem,veo que has puesto dos capítulos seguidos xD Y uno que parece un ladrillazo O_o Pero bueno,no tengo mucho tiempo...Así que te voy a dar una opinión más fluida que de costumbre,para que aprendas a esperar xDDDDD

Del capítulo 37 te adelanto que fue, en dos palabras, im-presionante O_o Dios,cómo clavaste a esa gili...a esa gili-"eso" de Jessebell y a los padres de James; ¿cómo puede ser tan odiosa esa tía,leche #¬¬?
La verdad no me esperaba que Aura y Max estuviesen invitados,y que encima ayudasen ^^ ¡Comentarios de Meowth RLZ xDDDDD!
Y como siempre,muy buena descripción n_n ¡Mi pobre Jessie, deshaciendo su melena X_X! ¡¡Resiste,heroína mía!!
Y hablando de héroes...¿Cómo es que así de pronto James y Leonor se quedan a solas xDDDD? Huyuyuy,Meowth...xDDDDDD

Capítulo 38,más corto pero muy bueno ^^ Muy dedicado a Meowth,claro,aunque Skarmory también tiene su buena ración de protagonismo ^^ El combate Skarmory VS Flygony Tropius Oscuros fue estupendo,hay que decirlo.
Meowth es la monda;primero lo del Staravia (un detalle muy bueno lo de conversar con Pokémon salvajes ^^),luego la caída del árbol y luego lo que le suelta al Gyarados xDDD Dios,cómo le hace la pelota xDDDDDDD
¿En serio el pelo de James parece una escoba azul cuando está mojado xDDDDDD? No me acuerdo muy bien de haberlo visto xDU
Ah,sí...Leonor,que te veo venir...Que creo que sé qué es lo que te sucede,chavala xDDDDD ¿A que tiene que ver con los glaciares xDDDD?

Pues eso,opinión muy superficial;me gustaría ahondar más pero acabo de leerlos y no puedo extenderme más ^^U
Sólo comento una cosilla más...
pokefan garcia escribió: Me dio mucha rabia cuando se encontraron con Jessebell y los padres de James. Son todos unos capullos xD

Qué contundencia xDDDDD Pues Meowth,estoy de acuerdo al 100% con Pokefan;Jessebell y los padres de James son unos auténticos giliflautas #¬¬ Agh,¡Jessie,mátalos! ¡¡Mátalos!! ¡¡MÁTALOOOOOOOOOOS!!
(Ehem xDU) Pues ya sabes,Meowth; ¡sigue cuanto antes ^^!
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Bien, ¡creo que dentro de poco Las Cinco Estrellas de la Oscuridad cumple un añito =)! No sé cuándo, ya veremos xDU Pero caray, he superado los capítulos de Las Batallas Misteriosas, ¡nunca creí que lo lograría xD xD xD! Bueno, dejémonos de rollos; ya tengo listo el capítulo 39 para que lo leáis y tal xD El 40 tardará, lo aviso x)U ¡Ahí voy!

Cap. 39: Poderes ocultos

-Y qué Pokémon eres tú; cómo haces lo que haces tú. Dime tus secretos más profundos...Y qué Pokémon eres tú; si eres verde y tú azul. Y si en tu corazón hay luz...di qué Pokémon eres tú...
-Caray, Leonor. ¿De dónde sacas las canciones?
-De Internet, ¿de dónde sino?
-¡Hombre, yo sólo pregunto!
Hacía ya dos días que Jessie, James, Meowth, Leonor, Absol, Sapphire y Riolu habían dejado la Mansión Pokémon e iban camino de Pueblo Sosiego. Su retraso se debía a que, debido a la presencia de la líder de Gimnasio Misty en Ciudad Corazón y la vigilancia de la policía, habían tenido que dar un rodeo muy grande a la capital de Sinnoh para evitar encuentros indeseados.
Y dos días después de que Meowth les contara a todos que el Skarmory de Leonor había descubierto la base Cífer de Ciudad Pradera en medio del gran barrizal de la ruta al sur de la Mansión, un lugar en el que siempre llovía todo el día. Pero la base producía colosales tormentas que habían propiciado la huida de los Pokémon de la ruta, según les había contado el líder de los Pokémon de allí, un Gyarados.
-Skarmory dijo que aquel lodazal era inmenso y profundísimo-les había explicado Meowth en el jardín de la Mansión Pokémon al volver-. ¡Y se enfrentó a un Tropius y a un Flygon Oscuros él solo y les venció! ¡Así que eso tiene que ser por narices una base Cífer! ¡La base Cífer de Ciudad Pradera!
-Creí que esa base estaría en la ciudad y no en medio del barro.-repuso James reflexionando acerca de lo que había escuchado.
<<Los jefes de Cífer no son tan imprudentes>>-dijo Absol, también pensativo-<<Era obvio que se procurarían una ubicación perfecta, o casi perfecta>>
-Tú lo has dicho; casi-observó Jessie, emocionada ante la perspectiva de entrar en acción-. En ese caso, ¡vayamos a darles un vapuleo bien grande!
-No.-objetó Sapphire al punto.
-¿Y por qué? ¡Ese casi podría ser nuestra oportunidad, Sapph!
-Pero también nuestra perdición. Y por nada en el mundo dejaría que los dos Portadores se jugaran el cuello de esa manera.
Aquello había bastado para hacer callar a Jessie.
Pero también había bastado para que James se sintiera incómodo entre sus amigos una vez más.
Leonor lo había visto y, para desviar el tema de conversación, había sugerido que tomaran el camino a Pueblo Sosiego, pues desde allí se llegaba bastante directamente al Lago Valor; aunque había que atravesar cuatro rutas, Pueblo Sosiego y Ciudad Rocavelo, era mejor que hundirse en el barro de Ciudad Pradera. Y todos se habían mostrado de acuerdo.
Así que allí estaban, en camino a Pueblo Sosiego. Los dos días habían pasado tranquilamente, sin más incidentes que el pequeño fuego que se formó una noche al lado de Jessie mientras ella dormía. Por fortuna, Absol había usado rápidamente su Rayo Hielo y había extinguido el “incendio”. Ni ella ni Meowth ni Leonor ni Riolu pudieron entender qué había sucedido. Pero James, Absol y Sapphire (también) se habían mirado entre ellos significativamente; sabían qué era lo que había pasado a la perfección. En el caso de James, medio a la perfección, pero al menos supo dilucidar medianamente la situación.
La noche anterior al día que estamos tratando, los tres que sí habían comprendido lo que le había ocurrido a Jessie se alejaron un poco de sus compañeros durmientes para dialogar acerca de ello. Sapphire había esperado a Absol a la orilla del río que pasaba por el este de Ciudad Corazón, pero se sorprendió (aunque no se le notó) al ver que el Pokémon Siniestro traía a James consigo.
<<¿Por qué ha venido contigo?>>-le preguntó la chica a Absol mentalmente; había en su voz telepática un matiz de indignación. Él le dirigió una mirada larga:
<<Porque yo le expliqué medianamente la cuestión, Sapphire. Me sentí obligado a ello cuando le vi en uno de sus peores momentos>>
<<Es un secreto de Sairutsa y los Pokémon, Absol>>
<<Deberías haber estado en mi lugar en ese momento para comprenderlo>>-se limitó a argüir Absol, y cortó cortésmente la comunicación telepática. James había aguardado pacientemente sin interrumpirles en ningún momento; otro quizá no se hubiera percatado, pero él no era tan idiota como para no darse cuenta de que Absol y Sapphire estaban hablando mentalmente.
<<Bien>>-dijo Absol mirando a ambos humanos-<<Os he citado a los dos aquí porque quiero comentaros lo que ocurrió anoche. Porque sabéis lo que le pasó a Jessie, ¿verdad?>>
-Por supuesto.-respondió Sapphire. No daba muestra alguna de haber mantenido conversación con el Pokémon Siniestro.
-Eh...Bueno, yo tengo una ligera idea-repuso James con sinceridad-. Pero no estoy seguro de que esa suposición sea cierta.
<<¿Qué supones?>>
-Que Jess haya usado el poder de su elemento regente...Reíros si queréis...
Sólo Absol fue consciente de la fría mirada que Sapphire dirigió al joven. Estaba claro que no le hacía gracia que el secreto de los elementos regentes fuese desvelado así sin más.
<<Eso es lo que ha ocurrido>>-afirmó el Pokémon Siniestro-<<Debo reconocer que no me esperaba que su elemento se manifestara tan pronto. Aunque si la Voz la eligió como Portadora...no debería extrañarnos>>
-Insinúas que Meowth podría manifestar el poder del elemento Rayo en cualquier momento.-dijo Sapphire; era una afirmación.
<<Eso es. Meowth ya puede usarlo, pero quizá le costará más que a Jessie por la sencilla razón de que él es Portador desde no hace mucho>>
Sapphire asintió, pero le dirigió a Absol una mirada inquisitiva.
-¿Sólo por eso nos has llamado?
<<No; esto sólo nos concierne a ti y a mí>>-aclaró él ladeando la cabeza-<<Cuando creamos que sea el momento, les hablaremos de su poder y les enseñaremos cómo controlarlo. Si no, las consecuencias podrían ser muy peligrosas, Sapphire. Pero eso ya lo sabes, ¿no?>>
-Lo sé. Me parece bien; soy la Guía de los Portadores y debo velar por ellos.
<<Sin embargo aún no has probado a transformarte en Suicune>>-observó Absol con cierta ironía. Ella se irguió molesta y entornó sus ojos azules como el hielo.
-Aguardaré al momento oportuno, Absol. No eres quién para decirme cómo y cuándo tengo que usar mi poder.
<<No te lo tomes como una ofensa, Sapphire. No pongo en duda tu capacidad; sabes que te respeto mucho>>-le apaciguó el Pokémon Siniestro amablemente-<<Entonces confío en que me ayudarás>>
-Te ayudaré.-confirmó la gélida chica asintiendo de nuevo.
-¿Entonces para qué he venido yo?-preguntó James sin poder aguantar más. Absol le miró con mucha seriedad en sus almendrados ojos rojos de pupila blanca.
<<Has venido porque tú, aparte de saber qué son los elementos regentes, corres un riesgo digno de tener en cuenta>>-le explicó gravemente.
-¿Riesgo? ¿A qué...a qué te refieres, Absol?
<<Los elementos de Jessie y Meowth despertaron en su aura porque se convirtieron en Portadores al recibir los Cristales, que son como canalizadores. Ellos no corren peligro porque canalizan su poder a través de la Esfera o el Prisma. Pero tú no eres un Portador y...no, no te comas más la cabeza con eso>>-agregó al ver que James desviaba la mirada con pesar al oír aquello-<<No eres un Portador (¡escúchame!), no tienes canalizador. Y, sin embargo, tu elemento regente, el Hielo, despertó en tu interior hace muy poco>>
A aquellas palabras les había seguido un silencio sorprendido. Hasta Sapphire había alzado una ceja.
-¿Cómo es posible eso?-inquirió la chica-Él no ha recibido entrenamiento para ello. No puede haber despertado el Hielo en su aura.
<<Creo que nuestro encuentro con Darkrai tuvo que ver. Darkrai llenó la sala del Templo Puntaneva con energía de Hielo en estado puro. Supongo que a Jessie, Meowth, Leonor, Riolu y a mí ese poder nos pasó de largo porque tenemos otro elemento regente; en cambio James y tú tenéis el Hielo como elemento. Pero Sapphire, tú ya despertaste a tu elemento, y James no. No creo equivocarme al afirmar que tanta energía del Hielo en el ambiente hizo despertar su elemento>>
-No-musitó James de pronto; parecía consternado-. Sentí ese frío la noche en la que Jess y yo discutimos. De pronto, no sé...Fue como si algo helado me llenara, fue muy raro. Y sin embargo no me causó malestar ni nada. Diría que fue como agradable; claro que tal y como yo estaba no me di mucha cuenta de eso.
-Me pregunto por qué precisamente despertó el Hielo en ese momento.-dijo Sapphire cruzándose de brazos. Absol ladeó la cabeza dando rienda suelta a su lógica:
<<Tuvo que ser...Sí, Jessie estaba “atacándote” manifestando el carácter propio de los que tienen el elemento Fuego como regente. Y tu aura, chico, despertó el Hielo para defenderse. ¿No lo notaste?>>
-Sí lo noté. Las respuestas que le di a Jess, ahora que lo pienso, fueron bastante frías.
-Pero aún no has dicho por qué James corre peligro, Absol.-había terciado Sapphire tras un momento de silencio. El Pokémon Siniestro exhaló un suspiro de preocupación y puso gesto serio:
<<Quería hablar contigo de esto antes, chico, pero un poco más adelante. Pero el poder de Jessie ya se ha manifestado y me pareció urgente avisarte. Porque, con su poder canalizado, Jessie y Meowth no tienen riesgo porque la Esfera y el Prisma controlan la energía de su elemento regente>>-repuso mirando fijamente a James-<<Pero tú no tienes Cristal canalizador, chico. Así que...no sería nada extraño que, si usaras involuntariamente tu poder, se te fuera de las manos. Y semejante descarga de energía puede hacernos mucho daño, pero no tanto como a ti; si es lo suficientemente fuerte podrías destruirte a ti mismo con mucha facilidad>>
Sapphire asintió; ella sabía perfectamente lo que Absol quería decir. Pero James había palidecido violentamente al escuchar el peligro que corría.
-Pero, pero...e-eso significa que...si el Hielo se manifestara mientras duermo mismo, como pasó con Jess...-susurró el joven sin atreverse a alzar la voz.
<<...podrías pasarlo muy mal, chico. Por eso quiero que entiendas la gravedad de la situación>>
Desde aquella conversación, todos le habían notado pálido y ojeroso (cierto era que no había pegado ojo). Pero no era el único; Jessie y Meowth habían pasado la noche hablando acerca del fuego generado por ella y habían dormido como tres horas. Aun así, avanzaban hacia Sosiego como si nada hubiese ocurrido.
Pero ocurría mucho. Demasiado, tal vez.
Absol sospechaba que no sólo Jessie, James y Meowth tenían un elemento regente lo suficientemente desarrollado como para despertar. No; notaba que Leonor y él mismo podían también tenerlo. El misterio estaba en qué elemento tenían ellos, pero suponía que debían de estar ligados. Sólo eran conjeturas, de todas formas.
Pero las conjeturas de Absol solían ser bastante acertadas.
Mientras se acercaban a Pueblo Sosiego, el Pokémon Siniestro no dejó de pensar en el giro que estaba tomando la situación. La ignota procedencia de Leonor había sido el primer enigma, después los prototipos y el XD001, seguido de la conversación con la Voz, luego el Acertijo de los Cristales y el encuentro con Darkrai, y finalmente el inesperado despertar de los elementos regentes de los tres miembros del Team Rocket.
La verdad era que, según la pesarosa conclusión a la que llegó Absol, era demasiado para aquellos jóvenes. No importaba que tuviesen once, doce, trece, dieciséis, diecinueve o veinte años. Seguía siendo demasiado.

-Es inútil que intentes huir de mí, Portador del Prisma de Uxie.
-¿Quién eres tú, intruso?
-¿De veras quieres saberlo, Portador? Te debería bastar que sepa que tú portas el segundo Cristal de los Seres, y que tú y la Portadora de la Esfera de Mesprit pronto estaréis en mi poder.
-¡Que te lo crees!
-No me pongas a prueba… Puede ser muy desagradable.
-¡No me asustas! ¡Eres tan cobarde que no te atreves a dar la cara, gallina!
-Sabes de sobra quién soy.
-Pues refréscame la memoria, porque ahora mismo no caigo.
-Deja que te diga una cosa, Portador; mi Sombra va a por ti. Y a por la Portadora. Sí…No temas, porque no os eliminaremos. Tengo un interés personal, ya sabes…Pero tus amigos quizá corran cierto riesgo…
-¿Estás amenazándome? ¡Dime quién eres!
-Ah, Portador del Prisma de Uxie…Yo soy… ¡tu peor pesadilla!

-¡¡Ah!!-gritó Meowth en medio de la noche, aterrorizado. Absol, que estaba a su lado, se despertó al oírle; el Pokémon Siniestro se alarmó al ver la expresión de Meowth.
<<¡Meowth! ¿Estás bien? No tienes buena cara>>-le dijo al Pokémon parlante, preocupado-<<Sí, estás pálido. ¿Qué ha pasado?>>
-Nada…Una estúpida pesadilla-rezongó Meowth intentando tranquilizarse-. Pero no creo que sea malo para mi salud.
<<Yo no estaría tan seguro; estás temblando de puro miedo>>-señaló Absol-<<No hay muchas cosas que te hagan reaccionar de esa forma>>
-Absol, sólo ha sido un sueño. ¡No es necesario que te preocupes tanto!-protestó Meowth.
<<Sí lo es>>-le contradijo Absol-<<Dime, ¿de qué iba tu sueño?>>
Meowth se estremeció; lo recordaba demasiado bien. La verdad es que para no olvidarlo.
-Estaba soñando tan tranquilo cuando todo se volvió oscuro, y entonces oí una voz…muy tenebrosa, o como narices se diga-explicó el Pokémon parlante casi en un murmullo-. La cosa es que me dijo que su Sombra…sí, su Sombra, vendría a por mí y a por “la Portadora”, que supongo que será Jessie. Que tenía un interés especial en conocernos, pero que si se interponían en su camino, que eliminaría a nuestros amigos. Recuerdo que le exigí que me dijera quién era…y me dijo que él era…mi peor pesadilla. Y vi unos ojos tan rojos como un bote de pimentón colorado o más, con una especie de circunferencia de un tono pálido como pupila. Creo que vi esos ojos en otra parte, pero no me acuerdo.
Absol sí debía de acordarse y de saber qué implicaba el sueño de Meowth, porque su negro rostro felino se había puesto pálido.
<<Yo sí me acuerdo. Esos ojos son del XD001, del Lugia Oscuro. ¡Te ha hablado en sueños!>>-dijo, inquieto-<<Pero no entiendo por qué>>
-¿Porque sabe que soy el nuevo Portador?-sugirió Meowth irónicamente.
<<Puede ser. Pero eso no es tan preocupante, Meowth>>
-¿Ah, no? ¿Y qué es lo preocupante?
<<Me da la impresión de que el XD001 sabe más de lo que querríamos que supiera>>-repuso Absol alzando la vista hacia las estrellas-<<Diría que hasta sabe que Darkrai eligió a James como posible próximo Portador>>
-¡Anda ya!-saltó Meowth-¿Cómo va a saberlo?
<<Aunque sea Oscuro, ese Lugia sigue siendo un Pokémon legendario. No debemos subestimarlo; además, el ser Oscuro le hace más fuerte, así que será capaz de cosas que el Lugia normal no puede hacer>>
Meowth dirigió una mirada nerviosa a Jessie y a James, que dormían un poco más allá. Eran sus amigos y siempre estaba pendiente de ellos, aunque no lo pareciera.
-Entonces ellos dos están en apuros, ¿no?
<<Sí. Y me temo que la Sombra a la que se refería el XD001 es Seba>>
-¡Vaya cosa! ¡Con Leonor y Sapphire será muy fácil darle una buena lección!
<<Recuerda que Seba atacaría con toda su habilidad. Y es un buen entrenador, mal que nos pese. Por eso habrá que ir con ojo y también cuidar de James. Sabes por qué, ¿verdad?>>
-Sí, ya; porque Seba quiere darle una tunda y todo eso…
Absol sonrió.
El grupo se hallaba a sólo un día de las cercanías de Pueblo Sosiego. Habían tenido que dar un buen rodeo a Ciudad Corazón para evitar a la agente Mara y a sus hombres, que a buen seguro que estarían buscándolos a instancias de Misty. Tras dos días de camino sin casi descansar, habían encontrado un lugar al lado del río con algunos árboles que les pareció adecuado para pasar la noche, y allí se habían quedado. Era una noche de luna creciente, y ésta se veía increíblemente nítida entre las estrellas; en Celesta las noches siempre eran claras, pero en algunos sitios más que otros.
-Es hermosa la luna, ¿no crees, Absol?-musitó Meowth, fascinado por la belleza del cielo nocturno. Absol asintió, pero no dijo nada; se limitó a observar en silencio.
Al cabo de diez minutos, el Pokémon Siniestro rompió el silencio:
<<Conozco muchas leyendas acerca de Celesta. Y hay una que habla sobre la bóveda celeste>>
-Qué bien hablas.-bromeó Meowth.
<<¿Quieres que te la cuente o no?>>-le dijo Absol con fastidio. El Pokémon parlante rió con ganas, aunque intentando no despertar a los demás.
-Sólo era una broma. ¡Anda, cuéntame!
<<Los legendarios proceden de un lugar llamado la Dimensión Universal, que toma su nombre porque allí nació el dios de los Pokémon, que simboliza el Universo, cuyo nombre sólo es sabido por sus súbditos directos. Él creó a Mew, antecesor de todos nosotros, y Mew dio lugar a unas esferas de energía pura que se transmutaron en los primeros Pokémon legendarios. Dialga, Palkia y Giratina, las encarnaciones del Tiempo, el Espacio y la Vida y la Muerte, fueron los primeros en surgir, seguidos por Kyogre y Groudon, el Agua y la Tierra. Así se crearon Celesta y la Tierra>>
-¿Entonces existe la Tierra, el Mundo Paralelo?-inquirió un pasmado Meowth.
<<Existe>>-confirmó Absol sin apartar la mirada de la luna-<<Allí también hay una luna, pero la gente de la Tierra la llama Luna, sin más>>
-Simples y concisos, ¿eh?
<<La nuestra, aunque la llamamos luna, tiene otro nombre: Delta. Igual que el sol; en la Tierra se llama Sol, pero el nuestro es Alfa. Toma el nombre del título que tiene el dios Pokémon, que es el Pokémon Alfa>>
-¿Y hay un Pokémon cuyo título es Delta?
<<No, la Pokémon de la luna se llama Cresselia, pero eso es otra historia. Lo cierto es que los primeros Pokémon creían que algunas de las constelaciones del cielo tenían la forma de los Pokémon legendarios, que es verdad. Pero a partir de aquello se empezó a llamar Estrellas a los legendarios>>
-¿Estrellas?
<<Sí. Ahora esa costumbre sólo se aplica a los Pokémon legendarios Oscuros, a los que se les llama Estrellas de la Oscuridad. Pero supongo que en algunos ritos se seguirá llamando Estrellas a ciertos legendarios>>
-Es una leyenda chula-opinó Meowth, gratamente sorprendido-. ¡Pero entonces el XD001 y los prototipos son Estrellas de la Oscuridad!
<<Exactamente>>
-¡Caray!-exclamó el Pokémon parlante-¡Quién lo diría!
Meowth se fue a recostar en el costado de Absol, pero cuando tocó la piel del Pokémon Siniestro, éste hizo una mueca de dolor y se apartó en un acto reflejo, haciendo caer a Meowth al suelo.
-¿Qué pasa?-inquirió Meowth.
<<Nada>>-Absol parecía reacio a hablar-<<Me ha dado un calambre>>
Meowth se miró una “mano”, pensativo.
Desde unos distantes arbustos, un malicioso ojo color ámbar observaba a los siete desde las sombras.

<<¡Ay! ¡Leonor…afina tu, esto, puntería!>>
-¡Lo siento, Riolu! ¡Es que este bicho se mueve mucho!
Los intentos de pesca de Leonor y Riolu no es que digamos que fueran muy exitosos. La perca que Leonor había conseguido atrapar después de hora y media de observación del río (y que además, como no tenían cañas, la pesca consistía en coger al pez con las manos) se revolvía tanto que cuando la chica se la lanzó a Riolu, su “ayudante”, éste recibió el pez en toda la cara.
-Por lo menos comeremos algo…-comentó Leonor con forzado optimismo; la perca era tan pequeña como un Azurill. En Celesta había animales de la Tierra, pero eran tan escasos que su consumo estaba controladísimo y sólo se usaban como alimento en ocasiones extraordinarias. El simple hecho de haber “pescado” aquella raquítica perca podía poner perfectamente al grupo en apuros. La gente de Celesta comía fundamentalmente productos naturales y huevo, que era lo único que estaba permitido comer que viniera de animales. Si se descubría que alguien se alimentaba de Pokémon, era juzgado y encarcelado por ingestión de criaturas inteligentes, ya que los Pokémon eran seres tan racionales como los humanos y por tanto, matar un Pokémon en Celesta era cometer asesinato.
Volviendo con Leonor y Riolu; ambos estaban satisfechos por poder variar un poco su “dieta del bosque” con algo de pescado.
Pero la satisfacción se esfumó cuando descubrieron que la perca había desaparecido.
<<¡El pez!>>-exclamó Riolu, atemorizado-<<¿Dónde está?>>
No necesitaron indagar mucho; a cien metros de ellos vieron a un joven Glameow de expresión traviesa comiéndose la perca que tanto le había costado atrapar a Leonor.
-¡Condenado Glameow!-maldijo la chica-¡Esa perca era nuestra!
El Pokémon esbozó una maliciosa sonrisa y dijo algo en su lengua, que consistía en una especie de maullidos: el dialecto de los Glameow, por supuesto. No obstante, Riolu (y todos los Pokémon) lo comprendía a la perfección.
<<Dice que…eh…nos deja algo del pez como…esto, como compensación>>-tradujo Riolu mirando con desconfianza al Glameow.
-¿Ah, sí?-se extrañó Leonor-Siempre oí que los Glameow van muy a su bola. Pero qué más da, aunque sea poco comeremos algo.
Riolu se encogió de hombros y siguió a Leonor hacia el lugar donde el Glameow les aguardaba. Éste parecía estar riéndose de algo, pero ansiosos por comerse la perca, la chica y el Pokémon no se dieron cuenta de esto.
La verdad es que el Glameow tenía sus razones para reírse de Leonor y Riolu, porque cuando éstos llegaron a su lado vieron que lo que el Glameow les había dejado de la perca consistía en las espinas.
-¿¡Quééé!?-saltó Leonor, furiosa e indignada-¡¡Esto es una tomadura de pelo!!
El Glameow dejó escapar un maullido que sonó como una carcajada burlona, y dijo algo en su lengua que Riolu tradujo con enfado:
<<Dice que cómo, eh, habiendo trampa...uh, evidente, no nos, esto, habíamos perca-tado>>-el pequeño Pokémon separó a propósito las sílabas de la última palabra para que Leonor entendiera la ironía del Glameow.
-Está bien, nos has ganado-admitió la chica dirigiéndose al Glameow-. Pero no creas que vas a salir impune, tío listo. Verás, siempre me han gustado los gatos y los que me faltan son Glameow y Purugly, así que quiero combatir contigo y capturarte. Así evaluaré tus capacidades, ¿te parece?
El Glameow se lo pensó un poco, pero al final emitió un suave maullido.
<<Dice que sí>>-tradujo Riolu, aunque su intervención sobraba; el gesto del Glameow lo decía todo.
-Vale, entonces tendré que enviar a uno de mis Pokémon al Sistema de Almacenamiento-se dijo Leonor rebuscando en sus bolsillos-. Creo que enviaré a Luxray, que es al que menos uso.
Por fin sacó una Pokéball de uno de ellos y su Pokédex, en la que tecleó algo; cuando acabó, la Pokéball que sostenía en su mano izquierda se esfumó de repente, como si nunca hubiese existido.
<<¡Eh!>>-gritó Riolu retrocediendo; tropezó con una piedra y cayó hacia atrás.
-No pasa nada-le tranquilizó Leonor-. Sólo la he teletransportado. La Pokédex de Sinnoh tiene esa función, por suerte.
El Glameow no parecía muy impresionado, y se limitaba a aguardar que la chica escogiera uno de sus Pokémon para dar comienzo al combate.
-De acuerdo… ¡Lucario, adelante!-exclamó Leonor lanzando al aire otra de sus Pokéball. La esfera se abrió, y el haz de luz blanca que liberó tomó la forma de su sereno Lucario.
A ninguno se le escapó la mirada de admiración que Riolu dirigió al Pokémon de Leonor; no era un secreto que el pequeño Pokémon ansiaba evolucionar, pero por alguna razón no lo lograba.
-¡Lucario, Pulso Umbrío!
Lucario juntó las palmas de sus “manos” y cerró sus ojos rojos, tan parecidos a los de Riolu. Su esbelto cuerpo generó un anillo de energía oscura en dirección al Glameow. Pero éste no era tan torpe, porque saltó en el momento adecuado esquivando la sombría onda y sacó las uñas.
Leonor estaba sorprendida, pero adivinó lo que el Glameow pretendía; aprovechar su salto y atacar con su ataque Cuchillada. Un ataque que solía asustar, pero a un tipo Acero como Lucario sólo le haría el daño equivalente a una picadura de mosquito.
-¡Detenlo con Psíquico!-indicó Leonor; Lucario extendió su brazo derecho y sus ojos se tornaron de color azul cian. El Glameow quedó suspendido en el aire, con sus contornos reluciendo en el mismo azul de los ojos de Lucario. Trató de zafarse, pero ningún Pokémon puede escapar de ese ataque cuando se usa para bloquear.
Lo que no se esperaron fue que el Glameow comenzara a cargar energía vital en torno a él, que envolvió su cuerpo en una brillante aureola anaranjada alrededor de la cual rotaban unas pequeñas esferas de energía del mismo color que la luz. Leonor estaba anonadada, Lucario se había permitido sorprenderse, pero fue Riolu quien les hizo reaccionar:
<<¡Es un…un Onda Certera! ¡Llevad…cuidado!>>
-¡Lucario, bloquéala con Pulso Dragón!-reaccionó Leonor, aún pasmada; sabía que los Glameow no podían aprender ese ataque de ninguna forma… ¿o quizá sí?
Lucario no perdió el tiempo en pararse a pensar. Cargó entre sus negras palmas una especie de luz lila que lanzó hacia el Glameow justo cuando éste le arrojaba la luz anaranjada que lo envolvía. Se formó una explosión y una humareda tal que tapó por completo la vista de aquellos que estaban allí.
-¡No dejemos que se recupere, Lucario!-exclamó Leonor-¡Esfera Aural!
Su Pokémon sonrió, pues sabía que Esfera Aural nunca fallaba, por escasa que fuera la visibilidad o por rápido y esquivo que fuera su adversario. Lucario alzó los brazos concentrando el poder de su aura en una esfera de color azul claro, la cual lanzó con todas sus fuerzas hacia donde había visto antes al Glameow.
Se oyó otra explosión y un maullido dolorido.
Tuvieron que esperar un par de minutos hasta que se disipó el humo, que fue cuando vieron al Glameow completamente noqueado. Leonor sacó una Pokéball de su bolsillo y se la tiró al Pokémon inconsciente. Cuando la esfera golpeó al Glameow, se abrió y liberó un haz de luz roja que se extendió hasta el cuerpo del Glameow, transformándolo en luz, en energía pura; la Pokéball absorbió aquella luz hasta su interior y se cerró rápidamente. Ante la tensa mirada de Leonor, Riolu y Lucario, la Pokéball se agitó unas cuantas veces, como si algo quisiera salir de ella, pero al final sonó un curioso chasquido junto al destello rojo que brilló momentáneamente en el botón central de la esfera. Leonor alzó una mano, y la Pokéball voló hasta ella, como si obedeciera una silenciosa llamada.
-¡Toma ya!-exclamó la chica, eufórica-¡Al fin tengo un Glameow! ¡El gato Pokémon que me faltaba!
<<¡Y que además sabe…sabe utilizar Onda Certera!>>-señaló un admirado Riolu.
-¡Buen trabajo, Lucario! ¡Vuelve!
<<¡Volvamos con los demás! ¡A ver…qué te dicen de tu, eh, nuevo Pokémon!>>

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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Bien, ¡creo que dentro de poco Las Cinco Estrellas de la Oscuridad cumple un añito =)! No sé cuándo, ya veremos xDU Pero caray, he superado los capítulos de Las Batallas Misteriosas, ¡nunca creí que lo lograría xD xD xD! Bueno, dejémonos de rollos; ya tengo listo el capítulo 39 para que lo leáis y tal xD El 40 tardará, lo aviso x)U ¡Ahí voy!

Cap. 39: Poderes ocultos

-Y qué Pokémon eres tú; cómo haces lo que haces tú. Dime tus secretos más profundos...Y qué Pokémon eres tú; si eres verde y tú azul. Y si en tu corazón hay luz...di qué Pokémon eres tú...
-Caray, Leonor. ¿De dónde sacas las canciones?
-De Internet, ¿de dónde si no?
-¡Hombre, yo sólo pregunto!
Hacía ya dos días que Jessie, James, Meowth, Leonor, Absol, Sapphire y Riolu habían dejado la Mansión Pokémon e iban camino de Pueblo Sosiego. Su retraso se debía a que, debido a la presencia de la líder de Gimnasio Misty en Ciudad Corazón y la vigilancia de la policía, habían tenido que dar un rodeo muy grande a la capital de Sinnoh para evitar encuentros indeseados.
Y dos días después de que Meowth les contara a todos que el Skarmory de Leonor había descubierto la base Cífer de Ciudad Pradera en medio del gran barrizal de la ruta al sur de la Mansión, un lugar en el que siempre llovía todo el día. Pero la base producía colosales tormentas que habían propiciado la huida de los Pokémon de la ruta, según les había contado el líder de los Pokémon de allí, un Gyarados.
-Skarmory dijo que aquel lodazal era inmenso y profundísimo-les había explicado Meowth en el jardín de la Mansión Pokémon al volver-. ¡Y se enfrentó a un Tropius y a un Flygon Oscuros él solo y les venció! ¡Así que eso tiene que ser por narices una base Cífer! ¡La base Cífer de Ciudad Pradera!
-Creí que esa base estaría en la ciudad y no en medio del barro.-repuso James reflexionando acerca de lo que había escuchado.
<<Los jefes de Cífer no son tan imprudentes>>-dijo Absol, también pensativo-<<Era obvio que se procurarían una ubicación perfecta, o casi perfecta>>
-Tú lo has dicho; casi-observó Jessie, emocionada ante la perspectiva de entrar en acción-. En ese caso, ¡vayamos a darles un vapuleo bien grande!
-No.-objetó Sapphire al punto.
-¿Y por qué? ¡Ese casi podría ser nuestra oportunidad, Sapph!
-Pero también nuestra perdición. Y por nada en el mundo dejaría que los dos Portadores se jugaran el cuello de esa manera.
Aquello había bastado para hacer callar a Jessie.
Pero también había bastado para que James se sintiera incómodo entre sus amigos una vez más.
Leonor lo había visto y, para desviar el tema de conversación, había sugerido que tomaran el camino a Pueblo Sosiego, pues desde allí se llegaba bastante directamente al Lago Valor; aunque había que atravesar cuatro rutas, Pueblo Sosiego y Ciudad Rocavelo, era mejor que hundirse en el barro de Ciudad Pradera. Y todos se habían mostrado de acuerdo.
Así que allí estaban, en camino a Pueblo Sosiego. Los dos días habían pasado tranquilamente, sin más incidentes que el pequeño fuego que se formó una noche al lado de Jessie mientras ella dormía. Por fortuna, Absol había usado rápidamente su Rayo Hielo y había extinguido el “incendio”. Ni ella ni Meowth ni Leonor ni Riolu pudieron entender qué había sucedido. Pero James, Absol y Sapphire (también) se habían mirado entre ellos significativamente; sabían qué era lo que había pasado a la perfección. En el caso de James, medio a la perfección, pero al menos supo dilucidar medianamente la situación.
La noche anterior al día que estamos tratando, los tres que sí habían comprendido lo que le había ocurrido a Jessie se alejaron un poco de sus compañeros durmientes para dialogar acerca de ello. Sapphire había esperado a Absol a la orilla del río que pasaba por el este de Ciudad Corazón, pero se sorprendió (aunque no se le notó) al ver que el Pokémon Siniestro traía a James consigo.
<<¿Por qué ha venido contigo?>>-le preguntó la chica a Absol mentalmente; había en su voz telepática un matiz de indignación. Él le dirigió una mirada larga:
<<Porque yo le expliqué medianamente la cuestión, Sapphire. Me sentí obligado a ello cuando le vi en uno de sus peores momentos>>
<<Es un secreto de Sairutsa y los Pokémon, Absol>>
<<Deberías haber estado en mi lugar en ese momento para comprenderlo>>-se limitó a argüir Absol, y cortó cortésmente la comunicación telepática. James había aguardado pacientemente sin interrumpirles en ningún momento; otro quizá no se hubiera percatado, pero él no era tan idiota como para no darse cuenta de que Absol y Sapphire estaban hablando mentalmente.
<<Bien>>-dijo Absol mirando a ambos humanos-<<Os he citado a los dos aquí porque quiero comentaros lo que ocurrió anoche. Porque sabéis lo que le pasó a Jessie, ¿verdad?>>
-Por supuesto.-respondió Sapphire. No daba muestra alguna de haber mantenido conversación con el Pokémon Siniestro.
-Eh...Bueno, yo tengo una ligera idea-repuso James con sinceridad-. Pero no estoy seguro de que esa suposición sea cierta.
<<¿Qué supones?>>
-Que Jess haya usado el poder de su elemento regente...Reíros si queréis...
Sólo Absol fue consciente de la fría mirada que Sapphire dirigió al joven. Estaba claro que no le hacía gracia que el secreto de los elementos regentes fuese desvelado así sin más.
<<Eso es lo que ha ocurrido>>-afirmó el Pokémon Siniestro-<<Debo reconocer que no me esperaba que su elemento se manifestara tan pronto. Aunque si la Voz la eligió como Portadora...no debería extrañarnos>>
-Insinúas que Meowth podría manifestar el poder del elemento Rayo en cualquier momento.-dijo Sapphire; era una afirmación.
<<Eso es. Meowth ya puede usarlo, pero quizá le costará más que a Jessie por la sencilla razón de que él es Portador desde no hace mucho>>
Sapphire asintió, pero le dirigió a Absol una mirada inquisitiva.
-¿Sólo por eso nos has llamado?
<<No; esto sólo nos concierne a ti y a mí>>-aclaró él ladeando la cabeza-<<Cuando creamos que sea el momento, les hablaremos de su poder y les enseñaremos cómo controlarlo. Si no, las consecuencias podrían ser muy peligrosas, Sapphire. Pero eso ya lo sabes, ¿no?>>
-Lo sé. Me parece bien; soy la Guía de los Portadores y debo velar por ellos.
<<Sin embargo aún no has probado a transformarte en Suicune>>-observó Absol con cierta ironía. Ella se irguió molesta y entornó sus ojos azules como el hielo.
-Aguardaré al momento oportuno, Absol. No eres quién para decirme cómo y cuándo tengo que usar mi poder.
<<No te lo tomes como una ofensa, Sapphire. No pongo en duda tu capacidad; sabes que te respeto mucho>>-le apaciguó el Pokémon Siniestro amablemente-<<Entonces confío en que me ayudarás>>
-Te ayudaré.-confirmó la gélida chica asintiendo de nuevo.
-¿Entonces para qué he venido yo?-preguntó James sin poder aguantar más. Absol le miró con mucha seriedad en sus almendrados ojos rojos de pupila blanca.
<<Has venido porque tú, aparte de saber qué son los elementos regentes, corres un riesgo digno de tener en cuenta>>-le explicó gravemente.
-¿Riesgo? ¿A qué...a qué te refieres, Absol?
<<Los elementos de Jessie y Meowth despertaron en su aura porque se convirtieron en Portadores al recibir los Cristales, que son como canalizadores. Ellos no corren peligro porque canalizan su poder a través de la Esfera o el Prisma. Pero tú no eres un Portador y...no, no te comas más la cabeza con eso>>-agregó al ver que James desviaba la mirada con pesar al oír aquello-<<No eres un Portador (¡escúchame!), no tienes canalizador. Y, sin embargo, tu elemento regente, el Hielo, despertó en tu interior hace muy poco>>
A aquellas palabras les había seguido un silencio sorprendido. Hasta Sapphire había alzado una ceja.
-¿Cómo es posible eso?-inquirió la chica-Él no ha recibido entrenamiento para ello. No puede haber despertado el Hielo en su aura.
<<Creo que nuestro encuentro con Darkrai tuvo que ver. Darkrai llenó la sala del Templo Puntaneva con energía de Hielo en estado puro. Supongo que a Jessie, Meowth, Leonor, Riolu y a mí ese poder nos pasó de largo porque tenemos otro elemento regente; en cambio James y tú tenéis el Hielo como elemento. Pero Sapphire, tú ya despertaste a tu elemento, y James no. No creo equivocarme al afirmar que tanta energía del Hielo en el ambiente hizo despertar su elemento>>
-No-musitó James de pronto; parecía consternado-. Sentí ese frío la noche en la que Jess y yo discutimos. De pronto, no sé...Fue como si algo helado me llenara, fue muy raro. Y sin embargo no me causó malestar ni nada. Diría que fue como agradable; claro que tal y como yo estaba no me di mucha cuenta de eso.
-Me pregunto por qué precisamente despertó el Hielo en ese momento.-dijo Sapphire cruzándose de brazos. Absol ladeó la cabeza dando rienda suelta a su lógica:
<<Tuvo que ser...Sí, Jessie estaba “atacándote” manifestando el carácter propio de los que tienen el elemento Fuego como regente. Y tu aura, chico, despertó el Hielo para defenderse. ¿No lo notaste?>>
-Sí lo noté. Las respuestas que le di a Jess, ahora que lo pienso, fueron bastante frías.
-Pero aún no has dicho por qué James corre peligro, Absol.-había terciado Sapphire tras un momento de silencio. El Pokémon Siniestro exhaló un suspiro de preocupación y puso gesto serio:
<<Quería hablar contigo de esto antes, chico, pero un poco más adelante. Pero el poder de Jessie ya se ha manifestado y me pareció urgente avisarte. Porque, con su poder canalizado, Jessie y Meowth no tienen riesgo porque la Esfera y el Prisma controlan la energía de su elemento regente>>-repuso mirando fijamente a James-<<Pero tú no tienes Cristal canalizador, chico. Así que...no sería nada extraño que, si usaras involuntariamente tu poder, se te fuera de las manos. Y semejante descarga de energía puede hacernos mucho daño, pero no tanto como a ti; si es lo suficientemente fuerte podrías destruirte a ti mismo con mucha facilidad>>
Sapphire asintió; ella sabía perfectamente lo que Absol quería decir. Pero James había palidecido violentamente al escuchar el peligro que corría.
-Pero, pero...e-eso significa que...si el Hielo se manifestara mientras duermo mismo, como pasó con Jess...-susurró el joven sin atreverse a alzar la voz.
<<...podrías pasarlo muy mal, chico. Por eso quiero que entiendas la gravedad de la situación>>
Desde aquella conversación, todos le habían notado pálido y ojeroso (cierto era que no había pegado ojo). Pero no era el único; Jessie y Meowth habían pasado la noche hablando acerca del fuego generado por ella y habían dormido como tres horas. Aun así, avanzaban hacia Sosiego como si nada hubiese ocurrido.
Pero ocurría mucho. Demasiado, tal vez.
Absol sospechaba que no sólo Jessie, James y Meowth tenían un elemento regente lo suficientemente desarrollado como para despertar. No; notaba que Leonor y él mismo podían también tenerlo. El misterio estaba en qué elemento tenían ellos, pero suponía que debían de estar ligados. Sólo eran conjeturas, de todas formas.
Pero las conjeturas de Absol solían ser bastante acertadas.
Mientras se acercaban a Pueblo Sosiego, el Pokémon Siniestro no dejó de pensar en el giro que estaba tomando la situación. La ignota procedencia de Leonor había sido el primer enigma, después los prototipos y el XD001, seguido de la conversación con la Voz, luego el Acertijo de los Cristales y el encuentro con Darkrai, y finalmente el inesperado despertar de los elementos regentes de los tres miembros del Team Rocket.
La verdad era que, según la pesarosa conclusión a la que llegó Absol, era demasiado para aquellos jóvenes. No importaba que tuviesen once, doce, trece, dieciséis, diecinueve o veinte años. Seguía siendo demasiado.

-Es inútil que intentes huir de mí, Portador del Prisma de Uxie.
-¿Quién eres tú, intruso?
-¿De veras quieres saberlo, Portador? Te debería bastar que sepa que tú portas el segundo Cristal de los Seres, y que tú y la Portadora de la Esfera de Mesprit pronto estaréis en mi poder.
-¡Que te lo crees!
-No me pongas a prueba… Puede ser muy desagradable.
-¡No me asustas! ¡Eres tan cobarde que no te atreves a dar la cara, gallina!
-Sabes de sobra quién soy.
-Pues refréscame la memoria, porque ahora mismo no caigo.
-Deja que te diga una cosa, Portador; mi Sombra va a por ti. Y a por la Portadora. Sí…No temas, porque no os eliminaremos. Tengo un interés personal, ya sabes…Pero tus amigos quizá corran cierto riesgo…
-¿Estás amenazándome? ¡Dime quién eres!
-Ah, Portador del Prisma de Uxie…Yo soy… ¡tu peor pesadilla!

-¡¡Ah!!-gritó Meowth en medio de la noche, aterrorizado. Absol, que estaba a su lado, se despertó al oírle; el Pokémon Siniestro se alarmó al ver la expresión de Meowth.
<<¡Meowth! ¿Estás bien? No tienes buena cara>>-le dijo al Pokémon parlante, preocupado-<<Sí, estás pálido. ¿Qué ha pasado?>>
-Nada…Una estúpida pesadilla-rezongó Meowth intentando tranquilizarse-. Pero no creo que sea malo para mi salud.
<<Yo no estaría tan seguro; estás temblando de puro miedo>>-señaló Absol-<<No hay muchas cosas que te hagan reaccionar de esa forma>>
-Absol, sólo ha sido un sueño. ¡No es necesario que te preocupes tanto!-protestó Meowth.
<<Sí lo es>>-le contradijo Absol-<<Dime, ¿de qué iba tu sueño?>>
Meowth se estremeció; lo recordaba demasiado bien. La verdad es que para no olvidarlo.
-Estaba soñando tan tranquilo cuando todo se volvió oscuro, y entonces oí una voz…muy tenebrosa, o como narices se diga-explicó el Pokémon parlante casi en un murmullo-. La cosa es que me dijo que su Sombra…sí, su Sombra, vendría a por mí y a por “la Portadora”, que supongo que será Jessie. Que tenía un interés especial en conocernos, pero que si se interponían en su camino, que eliminaría a nuestros amigos. Recuerdo que le exigí que me dijera quién era…y me dijo que él era…mi peor pesadilla. Y vi unos ojos tan rojos como un bote de pimentón colorado o más, con una especie de circunferencia de un tono pálido como pupila. Creo que vi esos ojos en otra parte, pero no me acuerdo.
Absol sí debía de acordarse y de saber qué implicaba el sueño de Meowth, porque su negro rostro felino se había puesto pálido.
<<Yo sí me acuerdo. Esos ojos son del XD001, del Lugia Oscuro. ¡Te ha hablado en sueños!>>-dijo, inquieto-<<Pero no entiendo por qué>>
-¿Porque sabe que soy el nuevo Portador?-sugirió Meowth irónicamente.
<<Puede ser. Pero eso no es tan preocupante, Meowth>>
-¿Ah, no? ¿Y qué es lo preocupante?
<<Me da la impresión de que el XD001 sabe más de lo que querríamos que supiera>>-repuso Absol alzando la vista hacia las estrellas-<<Diría que hasta sabe que Darkrai eligió a James como posible próximo Portador>>
-¡Anda ya!-saltó Meowth-¿Cómo va a saberlo?
<<Aunque sea Oscuro, ese Lugia sigue siendo un Pokémon legendario. No debemos subestimarlo; además, el ser Oscuro le hace más fuerte, así que será capaz de cosas que el Lugia normal no puede hacer>>
Meowth dirigió una mirada nerviosa a Jessie y a James, que dormían un poco más allá. Eran sus amigos y siempre estaba pendiente de ellos, aunque no lo pareciera.
-Entonces ellos dos están en apuros, ¿no?
<<Sí. Y me temo que la Sombra a la que se refería el XD001 es Seba>>
-¡Vaya cosa! ¡Con Leonor y Sapphire será muy fácil darle una buena lección!
<<Recuerda que Seba atacaría con toda su habilidad. Y es un buen entrenador, mal que nos pese. Por eso habrá que ir con ojo y también cuidar de James. Sabes por qué, ¿verdad?>>
-Sí, ya; porque Seba quiere darle una tunda y todo eso…
Absol sonrió.
El grupo se hallaba a sólo un día de las cercanías de Pueblo Sosiego. Habían tenido que dar un buen rodeo a Ciudad Corazón para evitar a la agente Mara y a sus hombres, que a buen seguro que estarían buscándolos a instancias de Misty. Tras dos días de camino sin casi descansar, habían encontrado un lugar al lado del río con algunos árboles que les pareció adecuado para pasar la noche, y allí se habían quedado. Era una noche de luna creciente, y ésta se veía increíblemente nítida entre las estrellas; en Celesta las noches siempre eran claras, pero en algunos sitios más que otros.
-Es hermosa la luna, ¿no crees, Absol?-musitó Meowth, fascinado por la belleza del cielo nocturno. Absol asintió, pero no dijo nada; se limitó a observar en silencio.
Al cabo de diez minutos, el Pokémon Siniestro rompió el silencio:
<<Conozco muchas leyendas acerca de Celesta. Y hay una que habla sobre la bóveda celeste>>
-Qué bien hablas.-bromeó Meowth.
<<¿Quieres que te la cuente o no?>>-le dijo Absol con fastidio. El Pokémon parlante rió con ganas, aunque intentando no despertar a los demás.
-Sólo era una broma. ¡Anda, cuéntame!
<<Los legendarios proceden de un lugar llamado la Dimensión Universal, que toma su nombre porque allí nació el dios de los Pokémon, que simboliza el Universo, cuyo nombre sólo es sabido por sus súbditos directos. Él creó a Mew, antecesor de todos nosotros, y Mew dio lugar a unas esferas de energía pura que se transmutaron en los primeros Pokémon legendarios. Dialga, Palkia y Giratina, las encarnaciones del Tiempo, el Espacio y la Vida y la Muerte, fueron los primeros en surgir, seguidos por Kyogre y Groudon, el Agua y la Tierra. Así se crearon Celesta y la Tierra>>
-¿Entonces existe la Tierra, el Mundo Paralelo?-inquirió un pasmado Meowth.
<<Existe>>-confirmó Absol sin apartar la mirada de la luna-<<Allí también hay una luna, pero la gente de la Tierra la llama Luna, sin más>>
-Simples y concisos, ¿eh?
<<La nuestra, aunque la llamamos luna, tiene otro nombre: Delta. Igual que el sol; en la Tierra se llama Sol, pero el nuestro es Alfa. Toma el nombre del título que tiene el dios Pokémon, que es el Pokémon Alfa>>
-¿Y hay un Pokémon cuyo título es Delta?
<<No, la Pokémon de la luna se llama Cresselia, pero eso es otra historia. Lo cierto es que los primeros Pokémon creían que algunas de las constelaciones del cielo tenían la forma de los Pokémon legendarios, que es verdad. Pero a partir de aquello se empezó a llamar Estrellas a los legendarios>>
-¿Estrellas?
<<Sí. Ahora esa costumbre sólo se aplica a los Pokémon legendarios Oscuros, a los que se les llama Estrellas de la Oscuridad. Pero supongo que en algunos ritos se seguirá llamando Estrellas a ciertos legendarios>>
-Es una leyenda chula-opinó Meowth, gratamente sorprendido-. ¡Pero entonces el XD001 y los prototipos son Estrellas de la Oscuridad!
<<Exactamente>>
-¡Caray!-exclamó el Pokémon parlante-¡Quién lo diría!
Meowth se fue a recostar en el costado de Absol, pero cuando tocó la piel del Pokémon Siniestro, éste hizo una mueca de dolor y se apartó en un acto reflejo, haciendo caer a Meowth al suelo.
-¿Qué pasa?-inquirió Meowth.
<<Nada>>-Absol parecía reacio a hablar-<<Me ha dado un calambre>>
Meowth se miró una “mano”, pensativo.
Desde unos distantes arbustos, un malicioso ojo color ámbar observaba a los siete desde las sombras.

<<¡Ay! ¡Leonor…afina tu, esto, puntería!>>
-¡Lo siento, Riolu! ¡Es que este bicho se mueve mucho!
Los intentos de pesca de Leonor y Riolu no es que digamos que fueran muy exitosos. La perca que Leonor había conseguido atrapar después de hora y media de observación del río (y que además, como no tenían cañas, la pesca consistía en coger al pez con las manos) se revolvía tanto que cuando la chica se la lanzó a Riolu, su “ayudante”, éste recibió el pez en toda la cara.
-Por lo menos comeremos algo…-comentó Leonor con forzado optimismo; la perca era tan pequeña como un Azurill. En Celesta había animales de la Tierra, pero eran tan escasos que su consumo estaba controladísimo y sólo se usaban como alimento en ocasiones extraordinarias. El simple hecho de haber “pescado” aquella raquítica perca podía poner perfectamente al grupo en apuros. La gente de Celesta comía fundamentalmente productos naturales y huevo, que era lo único que estaba permitido comer que viniera de animales. Si se descubría que alguien se alimentaba de Pokémon, era juzgado y encarcelado por ingestión de criaturas inteligentes, ya que los Pokémon eran seres tan racionales como los humanos y por tanto, matar un Pokémon en Celesta era cometer asesinato.
Volviendo con Leonor y Riolu; ambos estaban satisfechos por poder variar un poco su “dieta del bosque” con algo de pescado.
Pero la satisfacción se esfumó cuando descubrieron que la perca había desaparecido.
<<¡El pez!>>-exclamó Riolu, atemorizado-<<¿Dónde está?>>
No necesitaron indagar mucho; a cien metros de ellos vieron a un joven Glameow de expresión traviesa comiéndose la perca que tanto le había costado atrapar a Leonor.
-¡Condenado Glameow!-maldijo la chica-¡Esa perca era nuestra!
El Pokémon esbozó una maliciosa sonrisa y dijo algo en su lengua, que consistía en una especie de maullidos: el dialecto de los Glameow, por supuesto. No obstante, Riolu (y todos los Pokémon) lo comprendía a la perfección.
<<Dice que…eh…nos deja algo del pez como…esto, como compensación>>-tradujo Riolu mirando con desconfianza al Glameow.
-¿Ah, sí?-se extrañó Leonor-Siempre oí que los Glameow van muy a su bola. Pero qué más da, aunque sea poco comeremos algo.
Riolu se encogió de hombros y siguió a Leonor hacia el lugar donde el Glameow les aguardaba. Éste parecía estar riéndose de algo, pero ansiosos por comerse la perca, la chica y el Pokémon no se dieron cuenta de esto.
La verdad es que el Glameow tenía sus razones para reírse de Leonor y Riolu, porque cuando éstos llegaron a su lado vieron que lo que el Glameow les había dejado de la perca consistía en las espinas.
-¿¡Quééé!?-saltó Leonor, furiosa e indignada-¡¡Esto es una tomadura de pelo!!
El Glameow dejó escapar un maullido que sonó como una carcajada burlona, y dijo algo en su lengua que Riolu tradujo con enfado:
<<Dice que cómo, eh, habiendo trampa...uh, evidente, no nos, esto, habíamos perca-tado>>-el pequeño Pokémon separó a propósito las sílabas de la última palabra para que Leonor entendiera la ironía del Glameow.
-Está bien, nos has ganado-admitió la chica dirigiéndose al Glameow-. Pero no creas que vas a salir impune, tío listo. Verás, siempre me han gustado los gatos y los que me faltan son Glameow y Purugly, así que quiero combatir contigo y capturarte. Así evaluaré tus capacidades, ¿te parece?
El Glameow se lo pensó un poco, pero al final emitió un suave maullido.
<<Dice que sí>>-tradujo Riolu, aunque su intervención sobraba; el gesto del Glameow lo decía todo.
-Vale, entonces tendré que enviar a uno de mis Pokémon al Sistema de Almacenamiento-se dijo Leonor rebuscando en sus bolsillos-. Creo que enviaré a Luxray, que es al que menos uso.
Por fin sacó una Pokéball de uno de ellos y su Pokédex, en la que tecleó algo; cuando acabó, la Pokéball que sostenía en su mano izquierda se esfumó de repente, como si nunca hubiese existido.
<<¡Eh!>>-gritó Riolu retrocediendo; tropezó con una piedra y cayó hacia atrás.
-No pasa nada-le tranquilizó Leonor-. Sólo la he teletransportado. La Pokédex de Sinnoh tiene esa función, por suerte.
El Glameow no parecía muy impresionado, y se limitaba a aguardar que la chica escogiera uno de sus Pokémon para dar comienzo al combate.
-De acuerdo… ¡Lucario, adelante!-exclamó Leonor lanzando al aire otra de sus Pokéball. La esfera se abrió, y el haz de luz blanca que liberó tomó la forma de su sereno Lucario.
A ninguno se le escapó la mirada de admiración que Riolu dirigió al Pokémon de Leonor; no era un secreto que el pequeño Pokémon ansiaba evolucionar, pero por alguna razón no lo lograba.
-¡Lucario, Pulso Umbrío!
Lucario juntó las palmas de sus “manos” y cerró sus ojos rojos, tan parecidos a los de Riolu. Su esbelto cuerpo generó un anillo de energía oscura en dirección al Glameow. Pero éste no era tan torpe, porque saltó en el momento adecuado esquivando la sombría onda y sacó las uñas.
Leonor estaba sorprendida, pero adivinó lo que el Glameow pretendía; aprovechar su salto y atacar con su ataque Cuchillada. Un ataque que solía asustar, pero a un tipo Acero como Lucario sólo le haría el daño equivalente a una picadura de mosquito.
-¡Detenlo con Psíquico!-indicó Leonor; Lucario extendió su brazo derecho y sus ojos se tornaron de color azul cian. El Glameow quedó suspendido en el aire, con sus contornos reluciendo en el mismo azul de los ojos de Lucario. Trató de zafarse, pero ningún Pokémon puede escapar de ese ataque cuando se usa para bloquear.
Lo que no se esperaron fue que el Glameow comenzara a cargar energía vital en torno a él, que envolvió su cuerpo en una brillante aureola anaranjada alrededor de la cual rotaban unas pequeñas esferas de energía del mismo color que la luz. Leonor estaba anonadada, Lucario se había permitido sorprenderse, pero fue Riolu quien les hizo reaccionar:
<<¡Es un…un Onda Certera! ¡Llevad…cuidado!>>
-¡Lucario, bloquéala con Pulso Dragón!-reaccionó Leonor, aún pasmada; sabía que los Glameow no podían aprender ese ataque de ninguna forma… ¿o quizá sí?
Lucario no perdió el tiempo en pararse a pensar. Cargó entre sus negras palmas una especie de luz lila que lanzó hacia el Glameow justo cuando éste le arrojaba la luz anaranjada que lo envolvía. Se formó una explosión y una humareda tal que tapó por completo la vista de aquellos que estaban allí.
-¡No dejemos que se recupere, Lucario!-exclamó Leonor-¡Esfera Aural!
Su Pokémon sonrió, pues sabía que Esfera Aural nunca fallaba, por escasa que fuera la visibilidad o por rápido y esquivo que fuera su adversario. Lucario alzó los brazos concentrando el poder de su aura en una esfera de color azul claro, la cual lanzó con todas sus fuerzas hacia donde había visto antes al Glameow.
Se oyó otra explosión y un maullido dolorido.
Tuvieron que esperar un par de minutos hasta que se disipó el humo, que fue cuando vieron al Glameow completamente noqueado. Leonor sacó una Pokéball de su bolsillo y se la tiró al Pokémon inconsciente. Cuando la esfera golpeó al Glameow, se abrió y liberó un haz de luz roja que se extendió hasta el cuerpo del Glameow, transformándolo en luz, en energía pura; la Pokéball absorbió aquella luz hasta su interior y se cerró rápidamente. Ante la tensa mirada de Leonor, Riolu y Lucario, la Pokéball se agitó unas cuantas veces, como si algo quisiera salir de ella, pero al final sonó un curioso chasquido junto al destello rojo que brilló momentáneamente en el botón central de la esfera. Leonor alzó una mano, y la Pokéball voló hasta ella, como si obedeciera una silenciosa llamada.
-¡Toma ya!-exclamó la chica, eufórica-¡Al fin tengo un Glameow! ¡El gato Pokémon que me faltaba!
<<¡Y que además sabe…sabe utilizar Onda Certera!>>-señaló un admirado Riolu.
-¡Buen trabajo, Lucario! ¡Vuelve!
<<¡Volvamos con los demás! ¡A ver…qué te dicen de tu, eh, nuevo Pokémon!>>

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Dejando seco a Plubio
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

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~~~Continuación del capítulo 39~~~
-¿Otra vez tú, cansino?
-¿Creías que podrías evitarme tan fácilmente, Portador?
-¡Déjame en paz!
-¿Acaso el Maestro de la Oscuridad tiene que obedecer a un Meowth adolescente por muy Portador que sea? No te esfuerces intentando mantenerme a raya.
-¡Se supone que ya me amenazaste antes, hace algunas horitas! ¿Es necesario esto?
-No veo por qué he de molestarme respondiéndote, Portador.
-¡Haz el favor de largarte y dejarme dormir!
-Ah, sí…Quizá sea lo mejor; mi Sombra estará lista para capturarte con mayor facilidad.
-¿¡Cómo!?
-Ya lo verás, Portador del Prisma. Mi Sombra te traerá a ti y a la Portadora de la Esfera a mi presencia…hoy mismo, sin falta.
-¡Estarás de broma!
-Ya lo verás…

Meowth volvió a despertar bruscamente, respirando agitadamente y con sus grandes ojos violetas abiertos de par en par. De nuevo aquel sueño en el que el XD001 se le aparecía, amenazante… ¿y le había dicho algo importante? Meowth no lo recordaba del todo bien, de lo asustado que estaba.
-Puf…-suspiró Meowth intentando calmarse-Será posible que…
<<¡Meowth!>>-la preocupada voz de Absol se abrió paso en su mente-<<¿Otra vez te ha dicho algo el XD001?>>
-Sí, sí…Vaya, qué sagaz.-gruñó el Pokémon parlante, malhumorado. No le hacía ni pizca de gracia volver a ver la cruel mirada escarlata del Lugia Oscuro. Absol ladeó la cabeza con cierta inquietud, cavilando acerca de aquellos sueños.
<<Algo debe de haber detrás de todo esto>>-dijo Absol, más para sí mismo que para Meowth, pero éste siempre intervenía pasara lo que pasase.
-¡Hasta ahí llego! Pero no me entra en la cabeza que ese bicho me hable en sueños.
<<Esto hay que investigarlo>>-Absol parecía estar entre entusiasmado y preocupado-<<Puede que tú y el Lugia Oscuro tengáis un vínculo mental que se está empezando a manifestar ahora>>
-¡No me digas!-alucinó Meowth-¿Y de dónde vendría?
<<Sólo se me ocurre…Verás, Meowth; tú eres el único que has mirado directamente a los ojos al XD001, cuando tú y tus dos amigos (o séase, Jessie y James, por supuesto) huíais de él y cuando te lo encontraste en el Prado Aromaflor>>
-¿Y?
<<Los vínculos mentales se establecen mirando a los ojos a aquel que elijas. El tiempo que se necesita depende del poder psíquico del que lanza el gancho telepático; yo necesito unos tres minutos de media, que es señal de poder. Pero como tú podrás deducir, el XD001 es un Pokémon legendario que además es Oscuro; sólo debe de necesitar unos segundos para registrar tu conciencia en la suya>>-explicó Absol, que se sorprendía más a cada cosa que iba deduciendo. Pero su sorpresa no era nada comparada con la de Meowth.
-¿Entonces puedo comunicarme con el XD001 telepáticamente? ¡Hay que ver!
<<También puedes sentir lo que él siente, y atisbar sus conversaciones y recuerdos desde lejos. Claro que él también puede hacer lo mismo…aunque creo que podría ayudarte a bloquear sus intrusiones y que tú puedas entrar a su mente cuando quieras>>
-¡Mola!-saltó el Pokémon parlante, eufórico-¿Cómo se hace eso, Absol?
<<Mediante práctica; si quieres puedo echarte una mano con eso>>-se ofreció Absol-<<Por lo pronto, te agradecería que me contaras todos los sueños que tengas y que recuerdes. Todo detalle, pues puede ser muy relevante>>
-¡Vale!-aceptó Meowth dando una palmada, mucho más animado-Pero también tendrás que ayudarme con…
Meowth no pudo acabar la frase. Súbitamente, una fuerte punzada asaltó su mente haciéndole proferir un grito ahogado de dolor, y entonces todo se volvió negro, como si una extraña oscuridad apagara la clara luz de la mañana, el limpio color verde de los árboles y el césped y el brillante blanco del pelaje de Absol. Y la oscura voz del XD001 sonó en su cabeza con escalofriante claridad:
-Maestro Gelio, la Sombra Oscura ha hablado conmigo. Tiene a los dos Portadores y a sus compañeros a tiro. Pronto estarán en nuestro poder.
Una voz que Meowth nunca había oído, pero cuya frialdad asustaría hasta a una Froslass, habló respondiendo al Lugia Oscuro, pero muy tenuemente, como si el Pokémon parlante la oyera a través de una puerta:
-Muy bien hecho, mi buen XD001. Seba se encargará de eliminar esta amenaza. Quién iba a decir que los Pokémon legendarios actuarían…y que lo harían mediante tres miembros del Team Rocket. No me lo esperaba.
-Si esos ridículos legendarios han optado por dar la cara, es por mí y mis compañeros. Somos Estrellas de la Oscuridad, y por eso se han cebado con nosotros. ¡Pero no hay problema, maestro Gelio! Sé que ese imbécil de Darkrai escogió al tercer miembro de ese irritante trío Rocket como un aspirante potencial a ser el Portador del Cristal de Azelf.
-Ya veo. ¿Qué me sugieres, pues?
-Muy sencillo, maestro. Bastará con eliminar a ese “Portador” antes de que lleguen al Lago Valor, porque ahí es donde han llevado a Suicune y no es plan que esos lo descubran, ¿verdad?
-Por supuesto que no. Pero dime, XD001, cómo piensas que nos deshagamos de un elegido de un Pokémon legendario, y más de uno tan poderoso como Darkrai.
-Oh, eso no será ningún problema…Es tan débil que no resistirá un asalto de la Sombra Oscura, y como la Sombra lo odia tanto, sólo será cuestión de segundos.
-¡Ah! Muy bien pensado, mi buen XD001. Pero tú mismo me dijiste que ese joven tiene el Hielo como elemento regente y además despertó hace cuatro días. Al igual que esa chica y ese Meowth parlante despertaron el suyo.
-Gracias al vínculo mental que establecí con ese Meowth me he enterado de muchas cosas, maestro Gelio. Y entre ellas está que los dos Portadores no saben siquiera que sus elementos han despertado, y que ese chico podría destruirse a sí mismo si libera el poder del Hielo. Tenemos un altísimo margen de éxito.
-Perfecto. Dile a Seba que le ordeno que actúe ya, pues. Es hora de eliminar las esperanzas de los Pokémon legendarios.
-Será un placer, maestro Gelio…

De pronto, todo se aclaró de nuevo; Meowth se encontró tendido en el suelo, pálido, sudoroso, temblando como un flan y con un tremendo dolor de cabeza.
-¡Meowth! ¡Despierta, por favor!
Meowth estaba despierto, pero aún no había abierto los ojos debido al mareo que sentía. Poco a poco los abrió, atisbando cuatro borrosas siluetas que estaban en torno a él.
-Uf…-pudo decir; tenía la voz más ronca de lo normal. Nada más pronunciar esta simple palabra, algo se lanzó sobre él y lo estrechó con fuerza.
-¡Jess, tranquila! ¡Acaba de despertar; no lo agobies!
-¡Cállate un poco! ¡Si estás tan frío últimamente, no es mi problema!-Meowth reconoció las voces de Jessie (que era quien le estaba abrazando, para su sorpresa) y James. Se despejó del todo, desorientado; vio a sus dos amigos, a Absol y a Sapphire allí, muy preocupados.
Y recordó aquella especie de visión. Todo lo que el desconocido y el XD001 habían hablado. Sus malévolas intenciones.
También el peligro que corrían todos.
-¡¡Aah!!-gritó el Pokémon parlante sobresaltando a todos-¡Chicos, no perdáis el tiempo en compasiones! ¡Hemos de escapar! ¡¡Ya!!
-¿Pero qué…? ¿Pero qué te pasa?-se extrañó Jessie cuando Meowth se zafó de su abrazo con expresión de puro miedo. Absol alzó una ceja, pero no comentó nada.
-¡Seba está aquí! ¡Viene a por ti y a por mí, Jessie! ¡El XD001 le ordenará actuar de un momento a otro!-explicó Meowth sin poder estarse quieto-¡Y acabará con todos los demás!
-Meowth… ¿estás seguro?-le preguntó James, que aparte de Absol era el único que no miraba al Pokémon parlante como si estuviese como una cabra.
-¡¡No pierdas el tiempo dudando, James!!-le gritó Meowth, histérico por los nervios que sentía-¡¡Ese bicharraco ha ordenado a Seba que te elimine el primero para evitar que puedas convertirte en Portador!! ¡¡Estás en peligro mortal!!-chilló saltando hacia su amigo y cogiéndole del cuello de la camiseta del uniforme en pleno ataque de nervios. Sapphire tuvo que sujetarle para evitar que se pusiera a dar zarpazos al primero que viera:
-Calma, Meowth. Sólo habrá sido una pesadilla.
<<No, Sapphire>>-replicó Absol, que ya se había puesto en tensión-<<Meowth puede entrar a la mente del Lugia Oscuro mediante un vínculo mental que éste estableció entre ambos. De momento pueden comunicarse en sueños, y está claro que acaba de oír las intenciones del Lugia. Así que busquemos a Leonor y a Riolu cuanto antes y marchémonos a todo correr>>
-Me temo que es demasiado tarde para eso.-declaró una voz burlona detrás de ellos.
Jessie, James, Meowth, Absol y Sapphire se giraron de inmediato. Seba, la Sombra Oscura, el joven agente de Cífer que había raptado a Meowth en el Lago Agudeza, los miraba con un brillo de desprecio en su ojo izquierdo, de color ámbar; el otro lo tapaba su desordenado flequillo negro. Pero no venía solo…El Raikou Oscuro, el legendario Pokémon que se había convertido en el prototipo del XD002 y al que se habían enfrentado en el Edificio Galaxia de Ciudad Vetusta cuando comenzaron su aventura estaba junto a él, con la furia pintada en sus ojos de color rojo sangre, estaba a su lado.
-¡Otra vez tú!-masculló Jessie poniéndose en pie de un ágil salto. Seba esbozó una sonrisa sardónica:
-Volvemos a vernos, mi querida Portadora.
-¡Ahórrate los saludos!-le espetó Meowth-¡No te acerques ni un paso o te enteras, que voy en serio!
-También es un placer verte, Portador del Prisma-saludó Seba irónicamente-. Quién hubiera dicho que el Meowth que me llevé como rehén se convertiría en el segundo Portador…
<<¿Qué has hecho con Leonor y con Riolu?>>-inquirió Absol avanzando un paso; si Seba pretendía usar de improviso al XD002, él debía estar preparado.
-Ya me extrañaba que no preguntarais por ellos. De momento os anticipo que están donde los encontré, en la orilla del río. Pero no os molestéis en ir a buscarlos porque este poderoso Raikou-el Pokémon Oscuro gruñó-ya les ha hecho una buena jaula eléctrica que tiene la particularidad de que sólo él puede deshacerla.
-Como te hayas atrevido a ponerles una sola mano encima, te aseguro que lo lamentarás.-siseó James sin alzar la voz, pero el tono gélido de su voz les puso a todos la carne de gallina (excepto a Sapphire). Seba alzó una ceja, aparentemente sorprendido por aquella amenaza, pero cuando descubrió quién la había formulado, su rostro denotó una auténtica aversión.
-Vaya, si eres tú-dijo con voz neutra, pero se podía adivinar el odio en ella-. Eres más inconsciente de lo que creía. Sabes que tengo que deshacerme de ti en primer lugar, ¿y aún vienes a desafiarme?
-Es mi decisión. Y te juro que no voy a pasar la oportunidad de hacerte pagar por el daño que hiciste a mis amigos.
-Te veo con mucha energía hoy. Sorprendente que ocurra en alguien tan enclenque.
Si Seba pretendía minar la autoestima de James con aquellas palabras, no obtuvo ningún resultado; el joven sólo entornó los ojos, que parecían haberse cubierto de nuevo con una capa de hielo. De pronto, Jessie empezó a tiritar.
-¡Eh!, ¿qué es este frío?
-No quieras saberlo.-repuso Sapphire, que había fruncido el ceño. Absol apretó los dientes, sabiendo lo que podía pasar…y las terribles consecuencias que podría tener.
<<Contente, James>>-le advirtió sólo en su mente-<<No pierdas el control. Sabes lo que te estás jugando>>
-No vale la pena que discutamos-proclamó Seba con una aviesa media sonrisa-cuando estoy deseando obedecer la orden que se me ha dado. ¡Raikou-exclamó-, atácale!
El Raikou Oscuro rugió y se abalanzó sobre el grupo envuelto en deslumbrantes destellos eléctricos; era un poderoso ataque Chispa. Los cinco compañeros trataron de escapar, pero el XD002 era demasiado rápido. Meowth, obedeciendo un silencioso impulso, gritó y se adelantó…
Un poderoso sonido igual que el retumbar de un trueno se extendió por aquella zona, y Raikou chocó de frente contra una barrera de energía eléctrica que había aparecido de la nada.
O mejor dicho, había aparecido gracias al Prisma de Uxie, que levitaba entre las “manos” de un alucinado Meowth y emitía un chispeante fulgor ambarino.
-¿Pero qué…?-exclamó Seba, atónito. Jessie, James, Absol y Sapphire miraron al Pokémon parlante con admirado respeto.
-¿¡Cómo has hecho eso!?-inquirió Jessie sin acabar de creérselo.
-¡Y yo qué sé!-contestó Meowth, pasmado.
<<¡Es el Rayo!>>-exclamó Absol, comprendiendo-<<¡Has usado el poder de tu elemento regente gracias al Prisma, Meowth!>>
-¿El poder de mi QUÉ?
<<¡Jessie, usar vuestros Pokémon no servirá de nada contra el Raikou Oscuro!>>-le dijo Absol a la joven, ignorando la pregunta de Meowth-<<¡Tienes que sacar la fuerza de tu elemento regente, el Fuego, con la Esfera de Mesprit!>>
-¿¡Cómo quieres que use algo que no sé qué es!?-replicó ella, exasperada.
<<¡Hazlo si quieres que salgamos de esta!>>
Jessie se apresuró a concentrarse, a pesar de que no las tenía todas consigo. Pero debía esforzarse, y conseguir lo que Absol le decía rápido; Meowth estaba en aquel momento intentando mantener la barrera eléctrica ante el ataque Rayo Carga del Raikou Oscuro. Por alguna razón, no usaba ataques Oscuros, pero eso era algo que, visto lo visto, no le importaba a Seba.
Pasaron unos segundos en los que Jessie había liberado la Esfera de Mesprit, pero a pesar del resplandor rojizo del Cristal, la joven no había conseguido otra cosa que sentirse ridícula.
-¡Esto es una estupidez!-se sublevó al final-¡Absol, no sé qué quieres que haga, pero…!
<<¡Quiero que busques en tu aura algo ígneo, Jessie! ¡No me preguntes más y haz lo que te digo!>>-le cortó Absol; su tono de voz, muy nervioso, convenció a Jessie. Para ver a Absol así tenía que ocurrir algo muy gordo.
¿Buscar en el aura? ¿Se podía hacer algo así? Jessie no estaba nada convencida, pero lo intentó. Y esta vez sí encontró algo…que daba calor. Cuando investigó más aquello, la Esfera de Mesprit lanzó un destello flamígero y en su interior brotó una llama de color rojo intenso que hizo retroceder a la vez a James y a Sapphire. Jessie fue a comentar algo, pero Absol no le dejó ni abrir la boca:
<<¡Meowth, cuando te diga, retira la barrera! ¡Y entonces libera la llama de la Esfera, Jessie!>>
-¡Mensaje recibido!-exclamó Meowth, concentrándose. Seba ya no parecía tan seguro de sí mismo, cosa extraña:
-¡Raikou, cuando retiren la barrera, usa Trueno a máxima potencia!
<<¡Ya!>>-gritó Absol antes de que la Sombra Oscura hubiera acabado de hablar. Meowth hizo un gesto con la “mano” haciendo desaparecer la pantalla de electricidad, y Jessie extendió el brazo hacia el Raikou Oscuro…
Fue alucinante. Un chorro de llamas del color de los ojos de Absol salió disparado de la Esfera de Mesprit, que resplandecía furiosamente, y golpeó fuertemente a Raikou, que fue lanzado hacia atrás rugiendo de dolor.
-¡Ondia!-exclamó Meowth casi cayéndose al suelo de la impresión-¡Hoy comemos perrito caliente, por lo que veo!
-¡Absol!, ¿¡qué es esto!?-inquirió Jessie, cortando como pudo el flujo de llamas. El Pokémon Siniestro rió de puro gozo:
<<¡Es el poder de tu elemento regente, Jessie! ¡El Fuego que tienes dentro obedece tus órdenes!>>
-¿Elemento regente?
-No perdáis el tiempo preguntando-intervino James oportunamente-. Vuelve a atacar, ¡estad atentos!
Meowth levantó de nuevo la barrera justo a tiempo; el ataque Trueno de Raikou chocó contra ella y rebotó en dirección a Seba, que saltó esquivándolo por los pelos.
-Vaya, veo que queréis jugar-gruñó la Sombra Oscura-. Muy bien, jugaremos. ¡Raikou, Chispazo!
Meowth, asustado, redobló como bien pudo la resistencia de su barrera, pero el poder del Raikou Oscuro era impresionante. El Pokémon legendario rugió, furiosísimo, y un estallido de electricidad se expandió por el aire, generado por las nubes lilas que Raikou tenía en la espalda. La protección de Meowth absorbió en gran medida el ataque Chispazo, pero la onda expansiva se coló por encima de ésta y golpeó a los cinco compañeros, que fueron arrastrados hacia atrás y derribados.
-¡Tramposo, moroso, chaquetero, canalla!-le increpó Meowth; cuando fue rechazado, la barrera se esfumó, y estaban expuestos a la ira del Raikou Oscuro. Seba lo sabía, y por eso sonrió con suficiencia:
-¿Veis? No podéis hacer frente al poder de una de las Estrellas de la Oscuridad. ¡A por ellos, Raikou! ¡Tráeme a la Portadora de la Esfera y al Portador del Prisma!
El Raikou Oscuro rugió y saltó sobre ellos, dispuesto a acabar con ellos. De pronto hubo un resplandor azulado y una sensación de frío, y algo azul, brillante y de cuatro patas embistió sobre ellos a Raikou, que gruñó a su nuevo enemigo amenazadoramente. Jessie, James, Meowth y Absol levantaron la cabeza, y se quedaron pasmados al ver a su salvador.
O mejor dicho, salvadora.
Un Suicune completamente azul y cuya piel emitía un suave brillo se erguía orgulloso entre Seba y el Raikou y los cuatro compañeros. Sus dos largas colas blancas se agitaban a ambos lados de su esbelto cuerpo, semejantes a ráfagas de viento. Sus ojos eran tan azules como el hielo.
Tan azules como los ojos de Sapphire.
-¡Sapph!-exclamó una patidifusa Jessie-¿¡Eres tú!?
-Así es-repuso ella bajo su forma Pokémon; su voz era más profunda, pero seguía teniendo el matiz frío de Sapphire-. Ya es hora de enfrentarme a Raikou en igualdad de condiciones. Legendario contra legendario.
Seba se había quedado de piedra, pero reaccionó pronto:
-Conque tú eres la baza secreta de Darkrai-murmuró, aún un tanto sorprendido-. Un Suicune espejismo encerrado en un Cristal. Siento comunicarte que estás en desventaja, Suicune. ¡Raikou, Rayo Carga!
El ataque podía asustar a cualquiera, pero Suicune no estaba falta de recursos; uno de ellos era el Rayo Burbuja. El delgado rayo de electricidad que lanzó Raikou y el chorro de burbujas que exhaló Suicune chocaron en el aire y generaron una explosión que cegó a Jessie, James, Meowth, Absol y Seba. Cuando se disipó medianamente el humo, todos pudieron ver a Suicune y a Raikou enzarzados en una dura batalla, entre agua y chispas.
-¡¡Sapphire!!-chilló Meowth al ver a la chica (transformada en Pokémon) recibir un mordisco en una pata por obra del Raikou Oscuro. Absol alzó una ceja:
<<Querrás decir…Suicune>>
-¡Quiero decir Sapphire! ¡¡Aunque sea una Suicune, sigue siendo ella, Absol!!
-¡No podemos dejarla así!-le soltó Jessie al Pokémon Siniestro-¡Tenemos que ayudarla!
<<Si usamos nuestros poderes ahora, podemos acertarle a ella y debilitarla. No debemos intervenir o podemos empeorar la situación>>
-¿Pretendes que nos quedemos mirando?-intervino James, incrédulo. Absol negó con la cabeza, intentando explicarse:
<<Escuchad; confío en Sapph…esto, en Suicune. Dejad que ella intente vencer al Raikou Oscuro, y si es derrotada, nos encargaremos nosotros. Dadle una oportunidad>>
Por desgracia, la oportunidad no pudo ser aprovechada. Suicune luchó con fría fiereza, causando grandes daños a Raikou, en especial con el espectacular Hidrobomba que le lanzó justo en la cara al legendario. Pero Raikou tenía ventaja sobre ella por tipo, y sus ataques eléctricos se cobraron su precio después de diez minutos; sin previo aviso, Raikou descargó un ataque Trueno contra Suicune, haciéndole gritar de dolor y lanzándole contra sus compañeros para satisfacción de Seba. Meowth gritó, aterrorizado por si le había dañado gravemente, y se apresuró a comprobar si ella estaba bien. Entonces se dio cuenta de que Suicune se había transformado de nuevo en Sapphire, inconsciente y herida.
-¡¡Sapph!!-exclamó Jessie, zarandeándola en un intento de reanimarla.
-¡Dita sea, Sapphire! ¡Despierta!-Meowth estaba en pleno ataque de nervios, y habría sacado las uñas sin dudarlo a aquel que intentara separarlo de la gélida chica.
<<Maldición…>>-musitó Absol, fulminando a Seba con la mirada. La Sombra Oscura sonrió sardónicamente:
-Os habéis quedado sin vuestra guerrera, por lo que veo. Lo cual quiere decir que, una vez más, estáis a mi merced. ¡Raikou, ya sabes…!
-¡¡No!!-gritó James, interrumpiendo a Seba; se había levantado de un salto y había avanzado unos pasos hacia Seba. Éste rió, burlón.
-¿Otra vez intentas desafiarme? ¿Has olvidado lo que pasó la última vez que me plantaste cara? Muy bien, esta vez no tendré piedad.
-Me da exactamente igual lo que hagas conmigo-repuso James sin bajar la mirada; sus ojos verdes eran una pared de hielo-. Pero no vas a pasar la raya de nuevo…
-¿Ah, no? Tus amigos Portadores podrían pasarlo muy mal en presencia del Maestro de la Oscuridad si no te dejas eliminar de buena fe…-amenazó Seba, arrogante.
Había dicho justo lo que no debía.
-No volverás a pasar la raya…-repitió James fríamente-No voy a permitírtelo…
<<Oh, no>>-se oyó decir a Absol; chocaba verlo tan aterrado-<<Esto, no… ¡¡Escúchame, James!! ¡¡Contrólate, te lo ruego!!>>-gritó con todas sus fuerzas, haciendo que todos se llevaran una mano a la cabeza con un grito de dolor, tal era la intensidad del desesperado grito mental de Absol.
-¡Absol! ¿¡Qué pasa!?-inquirió Meowth, asustado e impresionado por la expresión del Pokémon Siniestro.
<<¡No hay tiempo para explicaciones! ¡Meowth, cúbrenos con el Prisma de Uxie YA!>>-ordenó Absol. El Pokémon parlante no se lo pensó; liberó su Cristal e invocó la barrera que éste generaba por sí solo y que era casi imposible de franquear.
-Pero…qué…-murmuró Jessie de pronto.
Meowth y Absol averiguaron enseguida a qué se refería. Alrededor de James había un extraño resplandor helado que parecía compuesto por cristales de hielo, pero para ver auténtico hielo tendrían que haber visto sus ojos. Seba retrocedió, intimidado por primera vez. Hasta el Raikou Oscuro estaba un poco asustado.
-No lo harás, Seba…-susurró el joven, tan frío como el hielo que le envolvía-No voy a dejarte…
<<No…no…no>>-Absol estaba repitiendo la palabra como si fuera a impedir lo que fuese a suceder. Pero no sirvió de nada.
-¡¡No tocarás a ninguno de ellos mientras yo viva para verlo!!-gritó James, liberando toda la furia que sentía por dentro.
Y por desgracia o por suerte, liberó más que eso.
<<¡¡No!!>>
Un enorme anillo de hielo puro salió del cuerpo de James ante el grito de sorpresa y de dolor del joven, y del grito de miedo de Seba, que hizo un rápido pase con la mano y envolvió su figura en una esfera negra. Jessie y Meowth ahogaron una exclamación pasmada cuando el hielo chocó violentamente contra la barrera del Prisma, pero la cosa no acabó ahí. Antes de que finalizara la “descarga” de hielo, una gélida explosión de luz y un rugido de dolor inundaron aquel lugar al lado del río, a la que se unieron un resplandor morado y el grito angustiado de Absol. Ninguno de los tres (Sapphire seguía inconsciente) se atrevió a moverse.
Unos diez segundos después, la luz comenzó a desaparecer. Meowth quiso retirar la protección, pero se encontró con la asustada mirada de Absol:
<<No lo hagas si quieres que quedemos congelados>>
-¡Pero James…!-protestó Meowth; Absol no le dejó continuar.
<<Si ha sucedido lo que es probable que haya sucedido, no tendrás que volver a preocuparte por él>>
Parecía un comentario alentador, pero Jessie y Meowth detectaron la honda preocupación del Pokémon Siniestro. Ahora sólo querían ver cómo estaba su amigo.
Por fin, la luz se disipó por completo, dejando ver un paisaje sobrecogedor. El suelo y todo lo que había en un radio de diez metros había quedado completamente congelado, árboles y el tramo de río que había allí incluidos. Había más hielo conforme más cerca estaba el centro del círculo…y allí, en el centro exacto del círculo de hielo, se hallaba James, quizá inconsciente…o quizá algo peor.
-¡James!-gritó Jessie poniéndose en pie de un salto-¡Quita esa condenada barrera, Meowth!
-¡Susórdenes, jefa! ¿Pero qué rábanos ha pasado?
<<¡No hay tiempo para explicaciones!>>-exclamó Absol, tan atormentado como Jessie y Meowth-<<¡Hay que ir a ayudarle si es que aún estamos a tiempo!>>
Los tres compañeros echaron a correr hacia donde estaba su compañero caído, y una vez a su lado se arrodillaron para examinarle. James estaba tan pálido como si fuera una hoja de papel, tiritaba levemente y respiraba con dificultad; había fragmentos de hielo cubriendo su cuerpo y, como Meowth hizo notar al retirarle un guante para tomarle el pulso, su piel estaba helada al tacto.
-¡Por todos los Pokémon; si parece un carámbano!-sentenció Jessie cuando comprobó que Meowth decía la verdad. Absol movió la cabeza, preocupado pero mucho más tranquilo que antes.
<<Dad gracias que aún vive. Es casi un milagro que lo haya hecho; la cantidad de energía que ha liberado habría matado a muchas criaturas en muchísimos casos>>
-Espera, ¿insinúas que James podría haber…?-Meowth no fue capaz de pronunciar la palabra, así que en su lugar se pasó un dedo por el cuello horizontalmente; Absol asintió sin más. Jessie abrió los ojos como platos, y tomó la mano de James que el Pokémon parlante había “desguantado” antes, estrechándola con fuerza:
-No sé qué hubiera hecho si hubieras muerto-le dijo al joven en voz baja-. Creo que no habría soportado perderte…como amigo.-se apresuró a especificar al ver las inquisitivas expresiones de Meowth y Absol.
-Ah, ya decía yo.-repuso Meowth sin dejar de mirarla con recelo.
<<Ya sé que ya no estás enamorada, Jessie>>-la tranquilizó Absol sonriendo-<<Sólo te hacía rabiar un poco. Sabes que puedo leer los sentimientos de las criaturas>>
-Hum…Pero no vayas a irte mucho de la lengua o te garantizo una colleja de las de aquí te espero, Absol.
-¿Qué ha pasado?-dijo de repente una voz suave y fría; Sapphire se había despertado y había visto el gran círculo de hielo. Meowth se levantó de un salto y corrió a abrazarla:
-¡Sapphire! ¡Menos mal que estás bien!
-Hace falta algo más que un Raikou Oscuro para acabar conmigo. Pero sigo sin saber qué ha pasado-repuso Sapphire. Un segundo después vio a James en el centro del círculo e inconsciente, y entendió-. Vaya, ya veo. ¿Sigue con vida?
<<De milagro, pero sí>>-confirmó Absol ladeando la cabeza. Jessie puso mala cara ante el comentario del Pokémon Siniestro:
-¡No seas pájaro de mal agüero! Está muy frío, y aún podría empeorar.-arguyó, no sin nervios. Absol asintió poniéndose en pie, sabiendo que aunque James había aguantado aquella explosión de hielo, no debían echar las campanas al vuelo.
<<A ver…Jessie, Meowth; necesito que me ayudéis a sacar a James de aquí o todo este hielo hará bajar más aún su temperatura corporal>>
-¿Más? Carape, se le van a hacer cubitos en el estómago-bromeó Meowth volviendo con Jessie y Absol-. ¡Cuando le contemos lo que ha estado a punto de pasar se le va a helar la sangre! ¡Desde luego se va a quedar helado!
<<Déjalo estar ya, Meowth>>-le cortó Absol con fastidio-<<Sapphire, te agradecería que trajeras a Leonor y a Riolu; no sé si estarán heridos, conscientes o inconscientes. Hay que saberlo>>
-Muy bien.-dijo Sapphire solamente. No se entretuvo, pues se dio la vuelta y echó a correr hacia el lugar donde sabía que habían ido los dos miembros del grupo que faltaban.
-¿Qué habrá sido de Seba y el Raikou ese?-se preguntó Jessie mientras ayudaba a Absol a sujetar a James; el Pokémon Siniestro estaba haciéndole levitar mediante sus poderes psíquicos.
<<Seba usó algún tipo de poder para teletransportarse él y Raikou; no sé si él sabrá usar su elemento regente, pero al menos sabemos que tiene ciertas capacidades>>-repuso Absol vagamente, ya que estaba esforzándose en no perder la concentración y hacer caer a James-<<Lo que sí está claro es que el hielo que liberó derrotó a Raikou; pondría la pata en el fuego. Nos ha salvado, sí. Pero la forma en la que lo ha hecho podría haberle destruido>>
-¡Pero aún no sabemos por qué James lanzó ese anillo helado ni qué cuernos es eso del elemento regente!-protestó Meowth manteniéndose alejado en un intento de librarse de llevar “carga”.
<<Cuando James esté fuera de peligro os lo contaré>>-les prometió Absol-<<Y Meowth, no seas carota y ayuda un poco>>
-¡Ay; siempre me toca cargar con el muerto!
-¡Meowth! ¡Cierra la boca!

¿Dónde…dónde estoy?
-…se nos echó por detrás y nos aturdió. Cuando despertamos…bueno, estábamos atrapados.
¿Qué…? ¿Atrapados…? ¿Qué ha…?
<<Menos mal que no os hizo nada grave. Según parece tenía órdenes de acabar con nosotros>>
¿Cómo…? ¿Acabar con nosotros?
-Pues por poco lo consigue. Casi se carga a uno, ¡y sin mancharse las manos!
-La suerte es que hemos podido actuar a tiempo.
¿Meowth…? ¿Sapphire…?
<<¿Y eso que nos…contasteis sobre un, eh, elemento? ¿Es cierto?>>
-¡Sí! Pero desde luego hemos comprobado que son peligrosos… ¡aunque eso sólo los hace más emocionantes!
¿Pueden ser…Riolu y Jess?
<<¡Jessie! ¿Cómo puedes decir eso? ¡Ya has visto cómo ha pagado uno de tus mejores amigos el uso descontrolado de su elemento regente!>>
¿Qué…? ¿Qué me pasa? Tengo frío…y no recuerdo…
-Absol, ¡sabes que no lo decía en serio!
<<¡Deberías tomarte esto con más cabeza!>>
-¡Venga, dejadlo estar! ¡Lo importante es que él está a salvo y hemos protegido a los Portadores del ataque de Seba! ¿No es para estar contento?
¿Seba…? ¿Cómo que un…?
-¡Vaya, estaríamos más contentos si despertara de una vez! ¿Cuánto tiempo lleva inconsciente?
-Casi tres horas. Sé que es mucho tiempo, pero recuerda por lo que ha pasado.
<<Hay que ser pacientes. No os alarméis; está fuera de peligro>>
¿Fuera de peligro…? ¿Qué está ocurriendo?
-Si supiéramos cómo mantener el control de los elementos…
Tengo que saber... ¡Oh!
-¡Eh! ¡Creo que por fin despierta!
James abrió los ojos con cierta languidez, sintiendo una extraña debilidad por todo su cuerpo y toda su aura. Antes de que hubiera podido mover un solo músculo, dos figuras (una muy alta y otra muy baja) se abalanzaron sobre él y por poco le ahogaron en un abrazo.
-¡Ay!, ¿pero qué…?
-¡Creíamos que no saldrías de esta!-exclamó Jessie, muy aliviada-¡Nos has tenido la mar de preocupados!
-¡Pero tienes más vidas que un gato, James!-añadió Meowth tratando de apartar a Jessie para tener más donde abrazar. Se oyó la clara risa de Absol en sus mentes:
<<Chicos, chicos, con cuidado. Vuestro amigo acaba de salir de una especie de coma, así que no le forcéis demasiado>>
La verdad era que James no recordaba casi nada de lo que había ocurrido, así que se dejaba estrechar por Jessie y Meowth sin más porque estaba demasiado confuso y desorientado como para reaccionar.
-¿Qué ha pasado?-preguntó débilmente una vez sus dos amigos se hubieron retirado un poco-No me acuerdo de nada…Sólo recuerdo frío.
-Pues en cierto modo nos has rescatado a Riolu y a mí.-respondió Leonor señalando con la cabeza a Riolu, que ahora iba a darle un abrazo a James.
-¿De verdad? ¿Y por qué no me acuerdo de nada?
Jessie y Meowth se miraron entre ellos, dudosos.
-¿Qué hacemos?-le preguntó Meowth a Absol-¿Se lo decimos?
<<Como veáis>>
-Las explicaciones tienes que darlas tú, por si no lo recuerdas.-advirtió Jessie, maliciosa. Pero Absol le quitó hierro al asunto con un gesto de cabeza y una sacudida de cola.
-¿Pero qué pasa aquí?-quiso saber James, desconcertado. Tenía que estar perdiéndose algo, pero no recordaba o no sabía qué…
-Que te has descontrolado, colega-le dijo Meowth con seriedad, algo muy raro en él-. Has usado el poder de tu elemento regente tan a lo bestia que por poco creíamos que te perdíamos.
-¿Qué? Espera, Meowth. ¿Cómo sabes qué es el elemento regente?-el joven estaba casi seguro de no haber oído bien.
-Absol nos lo dijo cuando nos aseguramos de que tu vida no corría peligro-explicó Jessie; también ella estaba seria-. Nosotros (es decir, Meowth y yo) usamos ese poder más…cómo diría yo…más comedidamente, pero tú te pasaste cinco pueblos.
De pronto, los recuerdos volvieron a la memoria de James. El ataque de Seba y el Raikou Oscuro, la manifestación de los elementos de Jessie y Meowth, el combate entre Sapphire-Suicune y Raikou, la derrota de Suicune…y después, el frío y el dolor. Al recordarlo, James dejó escapar un grito ahogado.
-¡Ahora me acuerdo! Pero…de lo de mi “descontrol”…no recuerdo más que mucho frío y luego…luego mucho dolor…
-No te creas especial por eso-le dijo Sapphire-, porque si tu elemento regente se descontrola, eso es lo mínimo que puede pasarte. De todas formas, puedes considerarte afortunado, James. Muchos hubieran muerto después de la oleada de poder que liberaste; de hecho estuviste cerca de correr ese destino.
-Haz el favor, Sapphire-la riñó Leonor, un poco en broma-; no le asustes más.
-¿Entonces…entonces usé el poder del Hielo?-James estaba anonadado-¿Cómo lo hice? No lo entiendo.
<<Te dije que el Hielo despertó en tu aura, chico. Y por alguna razón que desconozco se liberó cuando Seba iba a atacarnos en su golpe final. Nos salvaste, sí…pero pagando un precio muy alto. Además podías habernos congelado si Meowth no nos hubiese protegido con el Prisma>>-explicó Absol. James, avergonzado, bajó la cabeza; los había puesto a todos en apuros por no poder controlarse.
-Soy un completo estúpido-se dijo a sí mismo-; tenía que haberme aguantado. Os he causado demasiados problemas y preocupaciones por una irresponsabilidad.
-¡Colega! ¡Nos has salvado! ¡Eso compensa lo demás!-exclamó Meowth, exasperado.
<<Y aunque hubieras intentado reprimir el Hielo, no lo habrías logrado>>-agregó Absol sonriendo amargamente-<<Es inútil; cuanto más se retiene, más daño hace al salir. Si llegaras a haberlo hecho, no estarías ahora hablando con nosotros>>
James no respondió. Seguía convencido de que tenía que haber alguna forma de controlar aquel terrible elemento.
<<¿Qué hacemos ahora?>>-preguntó Riolu con timidez.
-Eso; me niego a quedarme sentada.-añadió Jessie levantándose. Leonor soltó una risita irónica:
-Ya se ve, ya. No hacía falta que lo dijeras.-Jessie gruñó al captar el sarcasmo.
<<Hemos ganado esta batalla, pero no la guerra>>-observó Absol, pensativo-<<Si seguimos aquí, Seba volverá tarde o temprano, y no creo que esté de muy buen humor después de la derrota que se ha llevado. Así que lo mejor será que nos pongamos de camino a Pueblo Sosiego lo antes posible>>
-Entonces no perdamos más tiempo.-dijo Sapphire sin más, poniéndose en pie también. Al ver que James no podía mantener muy bien el equilibrio, Absol arqueó las cejas como cada vez que tenía una idea:
<<Escucha, James. ¿Te parece si hacemos como cuando te hiciste aquella herida en la rodilla?>>
-¿Qué quieres decir?-preguntó el joven, perdido. El Pokémon Siniestro movió la cabeza con fastidio en señal de exasperación.
<<Que subas sobre mi lomo y yo te llevo hasta que te sientas con más fuerzas. No quiero que te agotes; no es bueno después de tu “esfuerzo”>>-explicó.
-Ah, ya…Bueno, gracias, Absol.
Una vez estuvieron todos listos, cosa que no les llevó mucho tiempo que digamos, se pusieron en camino hacia Pueblo Sosiego, al cual llegarían hacia la tarde noche, puesto que en aquel momento era mediodía. Avanzaron en silencio durante casi media hora hasta que Riolu comentó:
<<Eh, con todo este…jaleo, Leonor no os ha…esto, no os ha contado lo que ha hecho hoy>>
Los seis compañeros se volvieron automáticamente hacia Leonor, que se quedó parada un momento hasta que reaccionó:
-¡Ah, sí! Bueno, como quiero renovar un poco mi equipo Pokémon, esta mañana he capturado un Glameow que parece muy fuerte. Así que tengo un nuevo “guerrero” en el grupo.
-¡Compañero felino!-exclamó Meowth ilusionado-¡Mola, Leonor!
<<Sí, bien hecho>>-la felicitó Absol con una sonrisa-<<Espero conocerlo muy pronto>>
-Gracias, gracias, pero no es nada-repuso Leonor, contenta-. Por cierto, Jessie; ¿sabes qué creo? Que mi nuevo Glameow haría muy buenas migas con tu Seviper.
Así, entre risas, los siete compañeros siguieron su camino hacia Pueblo Sosiego, sólo un destino más en su viaje por detener los planes de Cífer para Sinnoh. Ahora que conocían el poder de sus elementos regentes, tenían un nuevo recurso para hacer frente a las Estrellas de la Oscuridad.
Mientras tanto, muy lejos de allí, el siniestro Pokémon de ojos rojos que vigilaba aquellos poliedros de piedra brillantes en la oscuridad agitó las “pequeñas” alas negras, acabadas en tres grandes púas rojas y redondeadas que brillaban en la oscuridad. Estaba inquieto; la pirámide que relucía con el brillo azul del hielo, tres horas antes, había triplicado su resplandor y la energía que emitía, alertándole sobremanera. También había visto que la llameante esfera y el chispeante prisma refulgían con más fuerza que antes en ese momento, pero no habían brillado tantísimo como la gélida pirámide. En aquel momento, el Pokémon, angustiadísimo, había maldecido mil veces a Darkrai por el desastre que había propiciado; un despertar del Hielo tan prematuro que ahora pagaría las consecuencias de su irresponsabilidad. Pero por suerte el brillo de la pirámide no se apagó cuando finalizó aquel despliegue de helada luz…Su resplandor se había convertido en un débil latido azul, pero no se había apagado…
Aun así, la sombría criatura no se había tranquilizado hasta que vio crecer de nuevo la luz de la pirámide, indicando que su energía se había repuesto con éxito. Se había visto exhalar un suspiro de alivio cuando la luz azul volvió a mezclarse con la roja de la esfera y la amarilla del prisma.
-Ha estado cerca-repuso el Pokémon, preocupado-. Ah, si la Estrella del Hielo se hubiera apagado, la que te habría caído encima, Darkrai. Ese joven es una de las esperanzas de Sinnoh, como sus compañeros…Si cae uno, Sinnoh caerá. Y después caerá todo Celesta ante las Estrellas de la Oscuridad.
El Pokémon ladeó la cabeza, meditando acerca de lo que podían hacer para ayudar sin que los siete Elegidos se diesen cuenta de su intervención. Era complicado, pero se podía hacer.
-Debería sugerir que…Sí, manipular el destino…Necesitan más ayuda, y esta aún está un poco lejos. Pediré que el siguiente elegido viaje a Sosiego; no hay tiempo que perder. El futuro de Celesta y los Pokémon legendarios y normales está en juego.
---------------------------------------------------
¡Espero que os haya gustado =)! El próximo se titula El Poder Lunar de las Letras

Jessie, James y Meowth ya conocen el poder de sus elementos regentes...¿Cómo podrán controlarlos sin cascar xDU? Pero bueno, ¿para qué hago un trailer xD xD xD? ¡Ya veréis cómo sigue!

¡Espero opiniones x)!
Última edición por >-Meowth-< el Lun Mar 09, 2009 12:10 pm, editado 1 vez en total.
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And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor Sapphire »

Ay... que capítulo tan.. OMG! y RLZ!
Los poderes de James son brutales... el hielo... *¬*..
Meowth y Jessie no se quedan cortos, ¿eh?
Me ha encantado la batalla sorbe todo (obviamente XD) la transformación de Sapph en Suicune, para colmo Shiny *D*! De verdad la adoro XD
Como ya dije, el capítulo bestial.
El siguiente capítulo... ¿es el de ESE POKéMON y ESA chica? xD
Siguelo pronto ~
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{-Dialga-}
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor {-Dialga-} »

Entro esporádicamente,veo que publicas,leo el capítulo y me quedo así --> O_O
(Lapso de 10 horas de flipe)
Buah,Meowth,¡te has superado O_O! ¡Éste es con diferencia el mejor capítulo de todos los publicados! En serio,he flipado en colores y fuegos artificiales O_O Esto,dejemos los alucines para otro momento xD Soy crítico,así que a criticar ^^

Lo primero es lo primero...¡¡Menudo despliegue de poderes ocultos *-*!! La barrera eléctrica de Meowth,la transformación de Sapphire en Suicune (y encima un Suicune Shiny O_OU),el estallido de hielo de James (me quedé flipando),el misterioso poder oscuro de Seba (¡cabrito!),y cómo no,el ardiente y apasionado fuego de mi Jessie ^///^ (sí,me emocioné xD)
La historia que le cuenta Absol a Meowth sobre el origen de Celesta y la Tierra me gusta mucho *-* Eso de Dimensión Universal me suena haberlo leído en el capítulo especial xDDDD Y ¿a los Pokémon legendarios Oscuros se les llama Estrellas de la Oscuridad? O_o Ahora veo el porqué del título del fik n_n
Hay que destacar el combate de Leonor (es decir,Lucario xD) contra Glameow xDDDD Perca-tado xDDDDDDDDD Dios,no sabes cómo me partía,Meowth xDDDD
¿Y desde cuándo los Glameow usan Onda Certera? UO_o Ese Glameow es muy raro...¡Pero Leo tiene otro Pokémon más xD!
Una cosa...¿Es cosa mía o James y Seba se odian un poquito xDDDD?
Cargar con el muerto...xDDDDDDDD Meowth RLZ *-*
Me quedé preocupadísimo cuando James se queda inconsciente...Por poco creí que te lo cargabas,Meowth O_O (qué mala eres con él xD)

Pero...

¿Mi Jessie estuvo enamorada de James!? O_OUUU ¡¡NOOOOOOOOO!! T_T

(Ejem) Bueno,capítulo magnífico,grandioso...¡A seguir así,Meowth x)!
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor pokefan garcia »

Empieza bien el capítulo. Me trae muchos recuerdos la canción... La de tiempo que hace que no veo la serie xD.

¡Me encantó la batalla! No me esperaba que saliera Seba con el Raikou oscuro y el poder de los prismas es alucinante. James por poco se mata, pero sabía que no iba a morir. Es demasiado importante para palmarla.

Y Sapphire sacó a relucir su poder como Suicune... No me la imagino inconsciente.

¿Quién será el nuevo elegido? Nueva intriga para el siguiente capítulo xD. Tengo ganas de leerlo.

Estrella
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor Estrella »

Hola a todos, hace tiempo que no entro por falta de tiempo... pido disculpas :?:

No puedo comentar Meowth porque no me ha dado tiempo a ponerme al día.
Pero no quería dejar de FELICITAR a JAMES en su día de ¡¡¡cumpleaños!!! Es Libra como yooo.
Pues eso Chica que felicito a tu... James y a ti por lo bien que escribes, por tu constancia y qué narices... por que te quiero mucho!.
E.

lugia
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor Dark Gato con Botas »

Capítulo 39 RLZ O_O! Flipé cuando Meowth y Jessie usan sus poderes elementales o lo que sea xDDD ¡Pero James por poco la palma x_x! Seba maldito,¡congélate un poquito xD! Y el glameow es genial con la perca,y lo del perca-tado es graciosísimo xDDDDD ¡Sigue,Meowth ^^!

En garde!!
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El aprendiz superó al maestro xD ¡Gracias,{-Dialga-}

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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Bien, después de mi ausencia, puedo por fin dejaros el capítulo 40 x) ¡Ahí voy!

Cap.40: El poder lunar de las letras

-¿¡Me estás diciendo que te han vencido, Sombra Oscura!?
-Oh, no; otra vez no…
-¡Me da igual lo que digas! ¡Se supone que te hice como eres para eliminar cualquier amenaza y no para que te derroten a la mínima de cambio!
-Uf…
<<¡Meowth! ¡Despeja tu mente!>>
-¿Que liberaron sus elementos regentes? ¡Peor me lo pones, Sombra Oscura! ¡Puse a tu disposición una de mis Estrellas de la Oscuridad para que acabe hecha fosfatina!
-Ah, ah…
<<Concéntrate, Meowth…>>
-No me pongas excusas, Sombra Oscura. ¡Has fallado en una misión vital! Fuera de mi vista; voy a tener que intervenir yo mismo como esto siga así.
Cuando la oscura voz se extinguió, Meowth perdió un poco el equilibrio. Las lecciones de Absol para entrar en la mente del XD001 y bloquear las intrusiones de éste cuando fuera necesario habían resultado ser tan intensas que el Pokémon parlante acababa, según sus propias palabras, “con la sesera echando humo”.
Pero había que reconocer que Absol era un buenísimo maestro. Nada más llegar a las afueras de Pueblo Sosiego, hacia las ocho menos diez de la tarde, Absol había comenzado a instruir a Meowth en el dominio de su vínculo mental con el Lugia Oscuro; Meowth ya había conseguido bloquear aceptablemente un intento de contacto de Absol y había entrado unas pocas veces en la mente del XD001 enterándose de datos sueltos y oscuros conceptos. Sólo en aquel momento, a las doce y media de la noche, Meowth había captado una conversación entre el Lugia Oscuro y Seba (aunque sólo se oyera la voz del XD001), pero Absol estaba intentando que el Pokémon parlante rechazara la mente del Lugia, ya que éste podría darse cuenta de la presencia de Meowth e intentar alguna malévola y retorcida treta.
-Ya está, creo-informó Meowth pasándose el brazo por el amuleto de su frente-. ¡Creo que he podido cortar el contacto!
<<Muy bien, se nota que eres un alumno aventajado>>-dijo Absol con aprobación-<<En cuatro horas has conseguido mucho más de lo que habría esperado>>
-Es que uno lo vale.-bromeó Meowth. No obstante, Absol aún tenía algo rondándole la cabeza a juzgar por su expresión:
<<Meowth, me gustaría hacerte una pregunta>>
-Pues pregunta, pregunta.
<<¿Qué es lo que has oído mientras entrabas en la mente del Lugia?>>-preguntó Absol, intrigado. Meowth frunció el ceño para recordar sobre qué habían hablado (o discutido) el XD001 y Seba.
-Yo diría que el XD001 estaba metiéndole un puro al Seba, porque estaba hablando sobre que había fallado en una misión importante y que le había dejado a su disposición una Estrella de la Oscuridad para algo.-respondió después de unos segundos.
<<¿Nada más?>>
-Bueno, creo que dijo que si la cosa seguía así, él (es decir, el Lugia, claro) haría su entrada en escena.
<<Hum…Es un tanto preocupante, pero algo me dice que el XD001 no se atreve a salir de su escondrijo>>-razonó el Pokémon Siniestro-<<Supongo que para que los Pokémon legendarios no puedan ir a por él sin llamar la atención. Pero sea como sea, es una ventaja>>
-Bueno, según como se mire. También cabe la posibilidad de que el bicho ese opte por aparecer cuando estamos en los brazos de Morfeo y que nos dé un repasito sin que nadie le moleste-rezongó Meowth-. ¡Vamos a estar con la espada de Damocles encima todo el día, carajo!
Absol no dijo nada. Se limitó a dar un bostezo y a tumbarse, adormilado.
<<Será mejor que nos durmamos. Mañana hay que seguir avanzando, y tendremos que estar despejados>>-repuso cerrando sus ojos almendrados-<<Buenas noches, Meowth. No dejes que el XD001 entre en tus sueños>>
-¡Descuida!-le tranquilizó Meowth sonriendo efusivamente-¡Buenas noches, Absol!
Una vez Absol estuvo durmiendo, Meowth se tumbó sobre la hierba, pensativo. Así que tenía la habilidad de entrar en la mente del Lugia Oscuro…A lo mejor también podía espiarle y enterarse de sus planes; sería de gran ayuda a sus compañeros. Principalmente por la protección de Jessie, James y él mismo. Ahora que el jefe de Cífer (Meowth sospechaba que aquel al que aquella mañana el XD001 había llamado “maestro Gelio” era el jefe de Cífer) y el XD001 sabían que ellos tres habían aprendido a usar a nivel superficial su elemento regente (Meowth se corrigió mentalmente; lo que James había hecho aquel día había sido una acción descontrolada, no una planificada como la de Jessie y la suya propia) no tendrían piedad más que con los Portadores. Había que andarse con ojo…
Con todos estos pensamientos en la cabeza, Meowth se quedó dormido.

-Meowth…
-Pero… ¡pero bueno! ¿¡Otra vez tú!?
-Me temo que te equivocas.
-¿¡Encima con cachondeo!? ¡Deja de meterte en mis sueños, so cansino!
-Yo no…
-¡Lárgate con tu maestro Gelio y tu Seba y déjame dormir!
-¡Meowth! ¡Yo no soy la Estrella de la Oscuridad!
-¡Tienes los ojos rojos, mentiroso!
-Muchos Pokémon legendarios los tenemos así y no somos necesariamente la Estrella de la Oscuridad, así que haz el favor de calmarte, Meowth. Quiero hablar contigo.
-¿Ah, sí? ¿Y quién eres tú?
-No puedo decírtelo. Pero puedo decirte que yo soy el que oficiará la Prueba de la Unión de la que os habló aquel que llamáis la Voz.
-¡Anda! ¿Y eres un Pokémon legendario?
-Por supuesto. Si no lo fuera, no podría comunicarme contigo sin un vínculo mental.
-Oye, ¿y qué te trae a hablar conmigo?
-En realidad me hubiera gustado hablar con el chico que es amigo tuyo, pero como tú tienes la mente más abierta tengo que decirte lo que quiero a ti. No te lo tomes a mal, Meowth; es que el aspirante a Portador está en grave peligro y quiero advertirle.
-¡Ah, por eso no te preocupes! Absol ya le contó lo que pasaba.
-¿En serio? Pues ayer liberó su elemento regente, el Hielo, de una forma que hacía siglos (literalmente) que no veía. No entiendo por qué lo hizo si ya sabía lo que podría pasarle.
-Es que vino Seba y como nos atacó así a lo bestia, pues se le fue un poquito de las manos y mire usted…así le fue.
-Eso me tranquiliza bastante. Escucha, Meowth; estoy comunicándome contigo a escondidas porque no me está permitido intervenir. Ya he conseguido alterar el destino de un humano para echaros un cable, pero es lo único que me han dejado hacer. Se supone que no debo daros pistas, pero…
-¡Sin remordimientos, tío! ¡Cuéntame todo lo que sepas!
-Bueno, bueno. A ver, primero que nada…Estáis todos bien, ¿verdad?
-Sí, sí.
-Vale. Bien, pues lo que quiero decirte es que hay una forma de llegar al Lago Valor sin cruzar Ciudad Rocavelo, pero está por la ruta que lleva a allí y está oculto; es un paso legendario al cual llamamos Pasaje Arcano. Pero no puedo decirte dónde está.
-¿Y eso por qué? ¡Así no resuelvo nada!
-Espera, espera. Hay una forma de saberlo que está muy cerca de vosotros, y es por eso por lo que he elegido este momento para hablar contigo, Meowth.
-¡Venga, cuenta!
-No puedo darte muchas pistas, pero…pregunta en Pueblo Sosiego si hay algún lugar de interés allí y ve al que te parezca más misterioso, pero no les digas nada a tus compañeros porque dudo que se crean que he hablado contigo. En ese lugar estará la clave.
-¿Qué tipo de clave? ¡Puede haber muchas!
-Te lo diré de forma que ahora no entiendas, pero luego sí entenderás. Tu futuro está en las letras, Meowth. Allí no sólo hallaréis la clave para llegar al Pasaje Arcano, sino que habrá cierta información de vuestro interés.
-¡Eh, tiempo muerto! ¿Que mi futuro está en las letras? ¿Cómo que en las letras?
-Lo siento, Meowth. No puedo darte más datos, de verdad.
-En fin, supongo que debo darte las gracias. ¡Muchas gracias, Señor Misterioso!
-Uf, no me llames así, por favor.
-¿Y entonces cómo te llamo? Ya sé que no puedes decirme tu verdadero nombre, pero al menos alguna forma de llamarte si vuelves a hablar conmigo…
-Sí, bueno…Creo que podrías llamarme Señor de la Vida y la Muerte o Señor de las Galaxias. Ambos me retratan por igual.
-¡Me quedo con el segundo, que gasto menos saliva! ¡Oye, Señor de las Galaxias, quiero preguntarte una cosita más antes de que te vayas!
-Intentaré responderla, pero no te garantizo nada.
-¿En serio serás tú quien nos harás la Prueba de la Unión de la que nos habló la Voz?
-Sí, claro.
-¿Y en qué consistirá?
-Oh, eso ya no puedo decírtelo. Lo lamento pero son las reglas.
-¡Caray, qué mala pata! Da igual, ¡ya sé unas cuantas cositas más gracias a ti, así que no puedo enfadarme!
-Me alegro de haber podido ayudaros un poquito. Y ahora tendrás que disculparme, pero tengo que cortar ya si no quiero meterme en líos.
-¡Bueno, vale! ¡Hasta la próxima, Señor de las Galaxias!
-Hasta pronto y buena suerte, Meowth, Portador del Prisma.

-¡Meowth!-dijo una voz que sonó en los oídos del Pokémon parlante y no en su cabeza-¡Es hora de irse y aún no te has despertado!
Meowth abrió los ojos con pereza, adormilado y con su sueño aún dándole vueltas por el cerebro; Jessie estaba arrodillada junto a él y sacudiéndole para que se levantara.
-¡Ya estoy despierto!-declaró zafándose de su amiga y levantándose de un salto-¡Vamos a Sosiego de una vez!
-Meowth, ¿te pasa algo?-preguntó Leonor alzando una ceja con sorpresa.
-¿A quién, a mí?
-No, al Pidgey que acaba de pasar volando. ¡Claro que a ti!
-¿Por qué me iba a pasar nada? ¡Estoy muy bien!
-¡Te has levantado al momento!-intervino Jessie, perpleja-¡Tú siempre eres el último en ponerse en marcha!
Meowth maldijo su poco tacto; estaba ansioso por averiguar si lo que el Señor de las Galaxias, el Pokémon legendario que le había hablado en sueños, era cierto. Tenía que descubrir la clave para llegar al Pasaje Arcano, y se moría de ganas de impresionar a sus compañeros (mejor dicho: se moría de ganas de impresionar a Sapphire).
-Estooo…bueno, todo el mundo tiene un día raro, ¿no?-improvisó a trompicones. Absol dirigió al Pokémon parlante una mirada pensativa, pero no comentó nada.
<<Estás…misterioso>>-dijo Riolu; se corrigió un segundo después-<<No, estás…estás extraño, no misterioso>>
-No nos pongamos a discutir una cosa tan poco relevante-repuso James sacudiendo la cabeza-. Creo que si Meowth está listo para ponerse en marcha tan pronto, mejor para nosotros. Es un poco tonto ponerse a pensar por qué.
-¡Gracias, colega!-le dijo Meowth, contento por recibir ayuda-¡Va, vámonos ya!
-Sí, vámonos.-corroboró Sapphire, echando a andar sin más. Había sido la primera en ponerse en marcha, pero Meowth echó a correr en dirección a las casas que se veían allá a lo lejos entre los árboles y los ranchos Pokémon, adelantándola enseguida y dejando a todos atrás.
-¿Pero qué diantre le pasa?-se preguntó Jessie en voz alta sin acabar de creerse que fuera el perezoso Meowth el que había salido escopeteado hacia Pueblo Sosiego.
-Parece como si le hubieran puesto un ajo debajo de la cola.-observó Leonor entre risas. Absol ladeó la cabeza; era el único que no estaba demasiado sorprendido.
<<Me da la impresión de que sabe algo que nosotros no sabemos>>-comentó, meditabundo.
-¿Como por ejemplo?-preguntó Sapphire.
<<Bueno, creo haber dicho “que nosotros no sabemos”; eso me incluye a mí>>-ironizó Absol arqueando las cejas. Sapphire frunció el ceño, molesta por haber metido la pata de esa forma.
<<¡Entonces hay que…eh, seguirlo y sabremos qué sabe!>>-opinó Riolu, echando a correr en pos de Meowth, que ya se veía muy a lo lejos, casi a las puertas de Sosiego. Hubo unos cinco segundos de silencio pasmado.
-Bueno, habrá que ir con ellos, ¿no?-dijo James al cabo, encogiéndose de hombros y poniéndose en camino. Los demás asintieron un par de veces y se apresuraron a seguir a Meowth y a Riolu.

Les encontraron registrando todos los folletos que hablaban sobre el pueblo; Riolu se entretenía mirando el paisaje, pero Meowth parecía leer a velocidad supersónica, buscando algo que sólo él sabía. Cabe destacar que la mayoría hablaba de las fiestas y eventos que había en aquel mes, así que Meowth hojeaba y luego los tiraba recitando constantemente:
-Éste no, éste no, éste ya lo he leído, éste no, éste está roto, éste está mojado…
Así sucesivamente. Al ver a sus compañeros, Riolu no supo muy bien cómo reaccionar ante el arrechucho de Meowth y los papeles, y ellos ya estaban bastante pasmados por esta razón. Por tanto, se limitaron a esperar con semblante perplejo a ver cómo acababa la búsqueda del Pokémon parlante; Jessie desgranaba de vez en cuando frases como “está como una cabra” o “qué Ninjask le ha picado”.
Tuvieron que aguardar unos siete minutos más hasta que Meowth examinó con avidez lo que parecía un folleto turístico de Pueblo Sosiego, y le oyeron murmurar:
-¡Sí, sí! ¡Esto es! ¡Voy a ver!
Fue como si se transformara en una especie de cohete; Meowth salió disparado en dirección a un bosquecillo que había más allá y sobre el cual se alzaba una montaña con una extraña forma piramidal. Al cabo de diez segundos ya lo habían perdido de vista.
-¿Pero qué le pasa?-se preguntó Jessie por segunda vez en veinte minutos. Absol frunció el ceño, pero no comentó nada. Sospechaba algo que resultaba un tanto inverosímil.
<<No sé>>-dijo Riolu un poco cortado-<<Ya estaba hojeando eso….eh, y yo vine y le… ¿vi? Sí, eso, le vi ya puesto en esos…papeles>>
-Está chalado a veces.-resumió Leonor soltando una risita sarcástica. Sapphire clavó su mirada en el bosque al que Meowth había acudido con tanta prisa.
-No es tan fácil. Meowth sabe algo que no quiere decirnos, estoy segura.
-Explícate.-reclamó Jessie.
-Eh… ¿Puedo dar mi opinión?-intervino James, inseguro; Sapphire hizo un gesto de cabeza dándole a entender que sí-Pues creo que lo que sea que sepa Meowth ha tenido que ocurrir esta noche, porque ha sido levantarse y echar a correr hasta aquí. No sé, me da que pensar.
<<Cierto>>-repuso Absol-<<Como ya os dije, Meowth puede entrar en la mente del XD001, pero éste también puede entrar en la suya. Quizá haya entrado sin querer en los pensamientos del Lugia y haya averiguado algo que sólo deba saber él…o el XD001 le ha advertido de algo que sólo le inmiscuya a él. Sólo se me ocurre eso>>
-¡Eh!-exclamó Leonor agachándose para recoger uno de los papeles del suelo y echándole un vistazo-Es el papel que estaba leyendo Meowth cuando salió a toda leche hacia ese bosque, ¡quizá descubramos lo que estaba buscando!
Jessie le quitó el folleto de las manos, intrigada, pero al ver la portada chasqueó la lengua en señal de decepción.
-¿Donde el Sosiego es historia?-rezongó la joven-Sin contar con que el título es patético, ¡esto no es más que un papel de esos de turismo! ¿Desde cuándo le gusta a Meowth hacer turismo?
<<Jessie, ¿nunca te han dicho que esos papeles de turismo se abren para ver su contenido?>>-repuso Absol alzando una ceja. Jessie se cruzó de brazos, azorada, pero se mordió la lengua principalmente porque no tenía nada que argumentar.
-Si me permites, Jessie…-le dijo Sapphire extendiendo una mano pidiéndole el folleto; Jessie se lo pasó encogiéndose de hombros. La gélida chica lo hojeó con rapidez pero fijándose en las ilustraciones y en las explicaciones.
Al cabo de unos dos minutos, Sapphire esbozó una sonrisa.
-Ya sé qué es lo que Meowth buscaba-anunció-. Mirad.
Y les enseñó la página; estaba completamente lisa, señal de que Meowth no la había pasado a toda velocidad. Los demás se apiñaron para leerla: hablaba de una montaña en las afueras de Pueblo Sosiego horadada por un par de túneles y con cierta forma piramidal, cuyas rocosas laderas estaban cuajadas de extraños símbolos y dibujos. Según el folleto, a aquella montaña se le llamaba las Ruinas Sosiego.
A Riolu se le escapó un grito ahogado cuando cayó en la cuenta de algo.
<<¡Meowth se ha ido…hacia esa montaña, creo!>>-exclamó, emocionado-<<¡Quizá guarden…esto, un secreto!>>
-¡Claro! Esas ruinas deben de datar desde hace siglos, ¡quizá milenios! ¡Seguro que Meowth ha atado cabos y busca algo respecto a los legendarios!-corroboró Leonor dando una palmada de felicidad.
-¿Entonces qué hacemos aquí?-intervino una eufórica Jessie-¡Vayamos ya para allá, a ver qué hace Meowth y a ver si hay algo de interés!
<<De acuerdo>>-asintió Absol, más animado; Sapphire se encogió de hombros aceptando la idea. Todos se dirigieron hacia donde Meowth había ido, intrigados ante lo que pudieran encontrar y los nuevos enigmas que se les podrían plantear.
Todos…excepto uno.
-Esperad un momento-les detuvo James, el único que no había echado a andar con sus compañeros-. No creo que esto sea una buena idea.
Jessie, Leonor, Absol, Sapphire y Riolu se volvieron hacia él a una, extrañados de oírle decir aquello. Cuando se trataba de Meowth, James siempre estaba a punto para ayudarle.
-¿Y eso a qué viene?-inquirió Jessie, impaciente.
<<¿Es que no quieres saber la razón por la cual Meowth ha ido a las Ruinas Sosiego?>>-preguntó Absol con mucha más cortesía que Jessie. James ladeó la cabeza y meditó un momento la respuesta, un tanto incómodo.
-No es que no quiera saberlo; de hecho, me gustaría.-admitió al final.
-¿Entonces?-le apremió Leonor.
De nuevo James se pensó la respuesta durante unos segundos; parecía como si le diera corte expresar su opinión en contra de la de los demás.
-Conozco bien a Meowth. Mejor que vosotros, y lo digo sin ánimo de presumir…
<<Eso lo sabemos>>-le tranquilizó Absol-<<Continúa>>
-Sé que a Meowth le encanta impresionar a los demás; es incapaz de guardarse para sí alguna cosa que nos sorprendiera…a no ser que nos pusiera en peligro con ello o que alguien le hubiese hecho prometer (y que se ganara su confianza, claro) que no lo contaría a nadie-repuso el joven desviando la mirada-. Estoy seguro de que si Meowth no nos ha contado ya lo que sea que haya averiguado o lo que le hayan revelado, es porque no quiere decírnoslo o sabe que no debe hacerlo.
-¡Pero puede ser vital para contra Cífer!-protestó Jessie.
-Puede que así sea, Jess…Pero si Meowth no nos lo quiere contar, está en su derecho. Por mucha curiosidad que sienta hacia lo que sabe, mi respeto por él es mucho más grande-murmuró James, azorado; en eso alzó la cabeza y clavó sus ojos en sus compañeros con seriedad-. ¿Y vosotros? ¿Sentís más curiosidad que respeto hacia Meowth?
Hubo un enrojecimiento general (hasta las blancas mejillas de Sapphire adquirieron una ligera tonalidad rosada) ante las palabras de James. Permanecieron en silencio unos momentos hasta que Absol se decidió a hablar:
<<Yo sí siento más respeto que curiosidad hacia Meowth, por muy cargante que sea a veces>>-dijo el Pokémon Siniestro disimulando una media sonrisa cuando miró a su compañero-<<Tienes razón, chico. Nos hemos dejado llevar por la intriga, por lo menos yo. Si Meowth no nos ha dicho lo que quiera que haya averiguado, es porque no desea que lo sepamos, quizá de momento. Respetaré ese hecho hasta que él desee revelarlo>>
-Lo mismo digo.-repuso Sapphire simplemente.
-¡Ídem!-añadió Leonor.
<<Eso>>-terció Riolu sin más. Jessie los miró a todos sin acabar de creerse lo que estaba oyendo.
-¡Pero vamos a ver!-exclamó perdiendo la paciencia-¿Y si la información de Meowth es por ejemplo el modo de purificar a los Pokémon Oscuros o el punto débil de Cífer? ¡Sería crucial!
-¿Te importa más Cífer que la intimidad de un amigo, Jess?
La pregunta de James hizo enmudecer a la impaciente Jessie, que se puso colorada al darse cuenta de su actitud tan egoísta. Dudó unos dos segundos, pero al final la joven miembro del Team Rocket carraspeó y dijo a regañadientes:
-Bueno, vale, tú ganas, James. ¡Dejémoslo estar ya, va! ¡Mientras Meowth hace lo que sea que vaya a hacer en las dichosas ruinas, tenemos que hacer alguna cosa!
<<Cierto, algo habrá que hacer>>-corroboró Absol-<<Pero el quid de la cuestión es qué hacemos>>
-¿Y si le dejamos elegir a Jessie?-propuso Leonor con una sonrisa-Al fin y al cabo hay que compensar su curiosidad con algo.
-Leonor, que no sabes la que te estás buscando con eso…-murmuró James palideciendo ante las palabras de la chica. Absol, pensativo, ladeó la cabeza:
<<Me parece justo>>
-¿Me dejáis elegir? ¿¡En serio!?-quiso saber una sorprendida Jessie.
<<¡Cómo no!>>-dijo Riolu, sonriente.
-¡Estupendo! ¿Hay tiendas en Pueblo Sosiego?
-Probablemente.-respondió Sapphire; la sonrisa de Leonor se esfumó como por arte de magia.
-¡Pues muy bien!-exclamó Jessie conteniendo un salto de felicidad-¡Vamos a las tiendas de ropa; a ver qué hay por ahí! ¡Sesión de moda!
-E-espera, Jessie…Estarás de broma, ¿no?-inquirió Leonor, blanca como el papel.
-¡No! ¡Nunca bromeo con la ropa!
-¡Oh, no! ¡Por favor, Jessie, ir de compras no!-suplicó la chica-¡No puedo con ello!
-¡Pues te aguantas, que me habéis dejado elegir!
<<Jessie tiene razón>>-intervino Absol, serio (pero fastidiado)-<<Le hemos prometido que haríamos lo que ella quisiera, así que sin quejarse, Leonor>>
-Uf…

Tras una dura escalada, Meowth logró por fin llegar hasta la cavidad de las Ruinas Sosiego más alta que llevaba a su interior. Dado que no le interesaba que nadie le siguiera hasta allí, había elegido coger el camino más difícil y discreto, aun dejándose las uñas entre las rocas de la loma. Una loma lo suficientemente alta como para divisar desde lo alto todo Pueblo Sosiego, la alta Torre Perdida y los verdes alrededores. Era mediodía y el cielo estaba despejado a excepción de unas densas nubes grises que se agolpaban sobre el noreste del horizonte, la dirección que se debía tomar para ir a Ciudad Rocavelo. Y si lo que el Señor de las Galaxias había dicho era cierto, también tendrían que ir hacia allá para hallar el Pasaje Arcano.
Si las nubes no se iban de allí en pocos días, iba a ser un viaje pasado por agua.
-“Mi futuro está en las letras”-recitó Meowth para sí-. ¡Vaya, sigo sin verle el significado a esto! Pero este sitio es el único antiguo que hay en Sosiego, ¡así que algo tendrá que ver!
Sin embargo, la sonrisa del Pokémon parlante se esfumó progresivamente al darse cuenta de la gran cuestión.
-Sí, algo tendrá que ver… ¿¡Pero qué!?-estalló en un arranque de frustración. Tan frustrado estaba que le dio un patadón a uno de los pedruscos que había en aquel saliente.
Cómo no, vio las estrellas y los satélites.
Y de pronto, mientras Meowth soltaba una retahíla de maldiciones sujetándose la pata con gesto de dolor…
-Cuando no logres una cosa-dio una suave voz femenina-, nunca descargues tu ira en algo que te la acreciente.
Meowth se volvió, sobresaltado. A su lado había una mujer joven, alta y esbelta, que observaba el horizonte con expresión serena. Sus rasgos eran aristocráticos y delicados, pero poseían fuerza y carácter; lo más destacado era su nariz, afilada y larga, pero no por ello le restaba belleza. Llevaba una media melena rubia cuyas puntas se curvaban hacia afuera, se alzaba en una punta a la altura de la frente y despedía destellos dorados a la luz del sol. Vestía una especie de blusa larga de color azul, violeta, fucsia y amarillo, unos pantalones finos violeta claro, un fino pañuelo al cuello y unos mocasines de un curioso tono dorado. Pero lo más asombroso de aquella mujer eran sus ojos almendrados, de un hipnótico color fucsia que parecían irradiar luz, una luz que daba la impresión de extenderse por toda su figura.
-¡Ondia!-se le escapó a Meowth, que estaba alucinando-¿Quién eres tú? ¿Cómo me has seguido?
-No voy revelando por ahí mis secretos, joven Meowth.-repuso la mujer sin dejar de observar el horizonte. El Pokémon parlante retrocedió, más sorprendido y asustado que antes.
-¿Tú sabes cómo me llamo?
-Todos los Meowth sois Meowth-razonó ella encogiéndose de hombros-. Es vuestro nombre, lo queráis o no, desde que nacieron los elementos. Puede que vuestros padres os llamen Naîlè o Faézha, por ejemplo. Pero los Meowth siempre seréis Meowth.
Meowth no supo qué decir. Se había quedado mudo ante la lógica de la mujer.
-¿Pero…pero quién eres?-pudo balbucear tras varios intentos. La desconocida giró la cabeza y lo miró con severidad a los ojos, pero tras unos instantes de tensión acabó por esbozar una media sonrisa que a Meowth se le antojó muy familiar.
-Mi identidad es secreta y no la revelo a menudo, joven Meowth. Pero puedes llamarme Luna.-le dijo ella con su enigmática media sonrisa.
-Luna-repitió el Pokémon parlante-. De acuerdo, al menos sé cómo dirigirme a ti.
-Creo entender que viajas con más criaturas-comentó Luna sin razón aparente-. ¿Dónde están?
-Esto…eh…-Meowth se había quedado patidifuso ante el nuevo dato que Luna sabía-Pues…yo tenía que hacer una cosa solo…por encargo…y aquí estoy.
Luna suspiró con resignación.
-Sirio, como de costumbre. Nunca se atiene del todo a las órdenes de arriba. ¿Qué te dijo que hicieras?
-¿Ese tal Sirio? No lo conozco, no me suena de nada. ¿Debería?
-Siempre tan misterioso-suspiró Luna de nuevo-. Nunca con su nombre…
Meowth dudó. El Señor de las Galaxias le había dicho que no le dijese a nadie lo que había hablado con él, pero Luna era imponente…y un poco intimidante. Como Portador del Prisma de Uxie, los sentidos de Meowth se habían agudizado, y era capaz de percibir la poderosa aura que emanaba de ella.
-El que me habló se hacía llamar, uh…Señor de las Galaxias…-acabó diciendo, resignado. La simple presencia de Luna parecía obligarle a decirle todo lo que ella quisiera saber.
La mujer asintió sin más, y permaneció en silencio observando el paisaje, meditabunda.
-Oye, ¿qué se supone que estás haciendo aquí?-inquirió Meowth, aún intrigado por la inexplicable presencia de Luna en lo alto de las Ruinas Sosiego.
-Sólo estaba de paso.
-¡No me lo trago! ¡Apareciste justo después de que yo subiera hasta aquí! ¡Y sabes un porrón de cosas sobre mí y sobre mis compañeros!
-De acuerdo, ya veo que eres más sagaz de lo que aparentas…Por razones que me guardaré para mí, he venido a ayudarte con lo que tienes que hacer aquí, joven Meowth.
-¿Y por qué?
-He dicho que las razones me las guardo, joven Meowth.
-Ah, sí…-Meowth enrojeció-¿Entonces cómo esperas que me fíe de ti?
Luna se encogió de hombros de nuevo en una actitud que el Pokémon parlante no sabía si clasificar como serena o indiferente.
-No puedo obligarte a que confíes en mí. Pero aunque eso ocurra, no me quedaría otra opción que la de forzarte a que me aceptaras como ayudante-repuso sin ningún cambio de tono en su voz-. Cumplo órdenes de arriba.
Extrañado, Meowth levantó la vista hacia el cielo, como esperando ver al “jefe” de Luna, pero como es obvio, su intento quedó en un completo fracaso.
-Bueno-dijo el Pokémon parlante tras unos instantes-, supongo que no pierdo nada yendo contigo, Luna. ¡Vale, dejaré que me eches un cable!
-Muy bien. En ese caso, no perdamos más tiempo-repuso Luna esbozando otra media sonrisa-. Aquí dentro está la clave que os llevará a vuestro próximo destino. Sígueme, joven Meowth.-le indicó a Meowth entrando en la abertura de la roca que llevaba al interior de las Ruinas Sosiego.
-¡Soy tu sombra!-declaró él apresurándose a situarse al lado de Luna.

-¿Qué tal voy?
-No te pega, Jess, en serio.
<<Demasiado estrecho de talle>>
-¡Oh, vamos! ¿No habéis visto el color? ¡Es fabuloso, increíblemente fabuloso!
-Jessie, de verdad que si te tiñeses el pelo de verde parecerías una zanahoria.
-¿¡Qué!?
<<Naranja y…ciruela no pegan. Demasiada…demasiado vegetal>>
Jessie rezongó algo, pero acabó por meterse de nuevo en el probador recogiéndose un poco los bajos del vestido largo color naranja que se estaba probando para ponerse otra cosa de la pila de ropa que había entrado al minúsculo habitáculo. Una vez hubo desaparecido detrás de la puerta, James se dejó caer sobre la silla que había allí mientras Leonor, Absol, Sapphire y Riolu adoptaban la enésima postura sentada en el suelo por puro aburrimiento.
-¿Quién te mandaba decirle a Jess que haríamos lo que ella quisiera, Leonor?-le reprochó James a la chica-¡Tenías que haberte imaginado qué es lo que nos haría hacer!
-¿Y yo qué sabía?-se defendió Leonor-¡No conozco tanto a Jessie como tú!
<<Pues podrías…haber usado, esto…la lógica>>-dijo Riolu en tono cansado, casi medio dormido. Leonor gruñó por lo bajo, molesta.
-Mejor dejémoslo estar-zanjó Sapphire-. Hagamos lo que hemos prometido y ya está. No montemos un drama por esto.
Una retahíla de suspiros de resignación siguió a las palabras de la gélida chica.
Había sólo una tienda de ropa en todo Pueblo Sosiego, y había resultado ser enana. Pero eso no era un impedimento para la manía de Jessie con la ropa; no contenta con probarse hasta casi el último vestido que había a la venta, había intentado encasquetarles a sus compañeros algunos “trapos”. Es inútil decir que todos se negaron en redondo.
-¡Ta-cháan!-Jessie salió del probador ostentando un vestido más corto de color negro azulado que dejaba sus hombros descubiertos-¿Qué tal voy?
<<Te marca demasiado>>-opinó Absol bostezando-<<Pero por lo demás, bien>>
-No está mal…-se limitó a decir un hastiado James con poco entusiasmo. Jessie puso los brazos en jarras ante aquellas respuestas vacías.
-¿Queréis dar un poco de vida a las palabras?-les reclamó, exasperada-¡Voy a pensar que no os gusta esto de probar ropa!
-Es que no nos gusta, Jessie.-puntualizó Leonor, irónica.
-¡Entonces esto no tiene interés! ¡Esto sólo tiene chispa cuando todos participan!
<<Ah, ¿podemos…irnos, pues?>>-quiso saber Riolu levantándose de un salto tan ágil que desconcertaba por el estado letárgico en el que el pequeño Pokémon había estado segundos antes.
Jessie los miró a todos, y al verlos tan aburridos y deseosos de salir de aquella tienda y de la “tortura”, gruñó e hizo un gesto con la mano dando a entender que se daba por vencida.
-¡Vale, me rindo!-rezongó-Vosotros ganáis; vámonos de aquí. Esperad que me cambie y estoy.
Para cuando la joven miembro del Team Rocket desapareció tras la puerta del probador, James, Leonor, Absol, Sapphire y Riolu ya estaban fuera de la tienda; habían salido disparados, ansiosos de respirar por fin el aire puro que no había dentro de aquella cabaña de mísero tamaño.
-No me habléis ahora.-dijo James cerrando los ojos con una sonrisilla maliciosa.
-¿Por?-inquirió Sapphire alzando una ceja.
-Porque quiero guardar este momento en mi memoria-repuso el joven acentuando su expresión burlona-: Jessie parando de probarse trapos antes de cinco horas por sus compañeros…Es un hecho histórico, y sin exagerar.
En aquel momento Jessie salió de la tienda enérgicamente, ya vestida con su uniforme blanco del Team Rocket y con gesto de amable resignación. Pero al ver a James con los ojos cerrados y el sarcasmo dibujado en su rostro, se cruzó de brazos, inquisitiva.
-¿Y ahora qué te pasa, James?-le preguntó Jessie a su amigo-¿Otra jaqueca de las tuyas?
<<¿Jaqueca?>>-quiso saber Absol ladeando la cabeza hacia James, quien por fin abrió los ojos y se encogió de hombros.
-Sí, de vez en cuando…me dan jaquecas. No sé cómo ni por qué, pero es así.
-Pues no eres tan mayor como para tenerlas.-opinó Leonor, extrañada. Él se encogió de hombros de nuevo sin decir nada.
<<Qué fuerte>>-rió Riolu-<<Llamas a James… ¿viejo? Sí, eso>>
-No te pases, Riolu…-refunfuñó la chica ruborizándose. Absol le disparó una mirada socarrona, pero no comentó nada. Sapphire alzó la mirada hacia el cielo y frunció el ceño:
-Son casi las dos de la tarde y Meowth sigue sin regresar. Estoy empezando a preocuparme.
-Bah, Meowth sabe arreglárselas muy bien solo.-dijo Jessie quitándole hierro al asunto. Sin embargo, Absol se volvió hacia ella con un poco de brusquedad:
<<¿Y si tiene que arreglárselas con Seba, Jessie?>>-repuso, severo. Jessie abrió la boca para argumentar algo, pero se dio cuenta de que no tenía razones, así que optó por callar.
-Seba quedó bien escarmentado la última vez-objetó Leonor esbozando una sonrisa maliciosa-. ¿En serio creéis que volverá después del fresquito que pasó?
-Seba es orgulloso; no creo que se quede tranquilo hasta que se tome la revancha.-arguyó Sapphire sin alterarse lo más mínimo.
Algo que, desde luego (a excepción de Absol), los demás no consiguieron.
Al ver las expresiones de sus compañeros, Absol se adelantó un paso y los miró con detenimiento.
<<No es necesario ser alarmista, pero tampoco hay que despreocuparse>>-les dijo-<<Vamos a esperar a que vuelva Meowth, ¿de acuerdo? Si no regresa antes de la noche, iremos a buscarle>>
-¿No se supone que debería ser yo la que da órdenes aquí?-protestó Jessie poniendo cara de cordero degollado-¡Yo soy la jefa!, ¿no?
-Eres la jefa de Meowth y de mí, pero no de los demás.-repuso James alzando una ceja con socarronería. Jessie gruñó algo por lo bajo y les dio la espalda, molesta.
<<¿Y si vamos…esto, al bosque ese de las…Ruinas a esperar a Meowth?>>-propuso Riolu -<<Así…uh, vigilaremos que Seba no…aparezca…>>
-Me parece bien.-dijo Leonor encogiéndose de hombros. James, Absol y Sapphire asintieron conformes, y aunque Jessie lo hizo a regañadientes, también aceptó.
-Vamos pues.-les indicó Sapphire echando a andar hacia la montaña piramidal que albergaba en su interior las ancestrales Ruinas Sosiego.

-Oye, Luna…-preguntó Meowth mirando con nerviosismo las paredes rocosas de la cueva-¿Se puede saber qué cuernos estamos buscando?
-Algo que os sirva de ayuda a ti y a tus compañeros.-fue la escueta respuesta de Luna, que caminaba sin detenerse y sin mirar atrás ni una sola vez.
-Ah, vale…Ya me quedó más claro.-rezongó el Pokémon parlante con ironía.
Luna suspiró, hastiada. Meowth llevaba quejándose todo el camino desde que habían entrado a las Ruinas Sosiego, asustado por unos extraños grabados que había en las paredes que parecían estar mirándoles con unos ojos grandes y redondos como platos. Luna ignoraba olímpicamente aquellas “miradas”, pero Meowth no podía dejar de estremecerse ante el tenso ambiente que se respiraba allí.
Por suerte para Meowth, al bajar unas escaleras (las número quince o por ahí) llegaron a una sala razonablemente iluminada, aunque ni había grietas por las que pudiera colarse la luz del sol ni había antorchas en las paredes. Simplemente, la sala estaba iluminada. Sin más.
Luna, para no variar, siguió su camino hacia otras escaleras que había al fondo de la habitación de piedra, pero la detuvo el grito ahogado de admiración y sorpresa de Meowth, que se había detenido ante una de las paredes.
-¿Qué sucede?-inquirió Luna acercándose al Pokémon parlante.
Él le señaló un dibujo que había en la pared en negro y blanco. Parecía un Pokémon, pero por otro lado…Tenía una forma que recordaba vagamente a la letra f, con un gran ojo redondo que provocaba una extraña sensación de sentirse escrutado a aquel que lo miraba fijamente.
-Esa cosa… ¡yo la he visto antes!-exclamó Meowth retrocediendo un paso-¡Ese Pokémon lo he visto en la región de Johto!
-Oh, ¿en serio has visto un Unown en carne y hueso? Siéntete afortunado; no suelen presentarse a las demás criaturas.-repuso Luna sorprendiéndose levemente.
-¿Un qué?
-Cuando lleguemos a donde debemos llegar te lo explicaré con más detalle.
Meowth bufó, resignado; a Luna no había manera de sonsacarle nada sin que te lo dijera con enigmas o evadiendo el problema principal.
Luna se giró dispuesta a seguir su camino, pero chocó de improviso con alguien y por poco perdió el equilibrio y cayó al suelo. A Meowth se le escapó un grito ahogado que se mezcló con el que soltó el desconocido.
El “intruso” era un joven que no pasaría de los veintiún años. Era alto y delgado, de pelo castaño un tanto alborotado, perilla un tanto descuidada pero incipiente y unos curiosos ojos de un color entre marrón y añil. Vestía una camisa de color azul, chaqueta de color pardo y pantalones de un tono crema. Al darse cuenta de que había “tirado” al suelo a Luna, adoptó expresión atribulada.
-¡Demonios!-exclamó, azorado-¡Lo siento mucho! ¿Me permites ayudarte?-le preguntó a Luna.
-Puedo levantarme yo sola perfectamente-repuso ella poniéndose en pie de un ágil salto para sorpresa del joven, pero le dirigió una sonrisa socarrona-. Pero gracias de todos modos.
-Menos mal que por lo visto no te has hecho nada.
-No me rompo tan fácilmente.
Meowth dirigió una mirada aburrida a Luna, que visto lo visto había encontrado a alguien con quien charlar. El joven, probablemente intimidado ante el aura de poder de la mujer, se rascó la cabeza en un acto reflejo.
-Me llamo Ceniza-se presentó-. He venido a ver si resuelvo el misterio de las Ruinas Sosiego; me encantan los misterios-sonrió-. ¿Y tú quién eres?
-Soy Luna, y éste-dijo ella señalando a Meowth-es Meowth.
-Ah, ya no soy invisible.-rezongó el Pokémon parlante, malhumorado.
Ceniza se fijó por vez primera en Meowth al oír su ronca voz.
-¡Un Meowth parlante! ¡Caramba, qué suerte tienes, Luna!
-¡Oye, tío; yo no soy el Pokémon de nadie!, ¿estamos?-le espetó Meowth avanzando hacia él de mala leche-¡Yo soy autónomo!
Luna suspiró, exasperada.
-Bueno, Luna; ¿por qué no dejas ya de ligar y vamos a lo que tenemos que hacer?-ironizó Meowth dándole un codazo a Luna.
-Tienes razón-concedió ella-. Vámonos ya.
-Hasta otra, pues.-se despidió Ceniza con cierta timidez, y se alejó de ellos.
Antes de bajar las escaleras, Meowth preguntó:
-¿Cuánto falta para llegar a la cámara misteriosa, Luna?
-Poco. No seas pesado y limítate a seguirme.
-Bueno, vale, ¡pero es que me emociona la perspectiva de descubrir el misterio de este sitio!

---Sigue en el siguiente grito---
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

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~~~Continuación del capítulo 40~~~
Por su parte, Jessie, James, Leonor, Absol, Sapphire y Riolu habían llegado al bosque que había al pie de las Ruinas Sosiego, y puesto que seguían sin saber qué se traía Meowth entre manos, se limitaron a esperarle sobre la hierba que cubría el suelo.
Pero claro, no es que digamos que fuera una actividad muy entretenida.
-Me aburro-gruñó Jessie dándose la vuelta sobre la hierba, donde se había tumbado-. ¡Podríamos estar ahora mismo probando ropa!
-Otra vez con eso no, Jessie, por favor.-se quejó Leonor. Jessie había repetido aquello unas cinco veces en los tres últimos minutos.
-¡Es que es verdad!
<<De todas formas tenemos que vigilar por si alguien sospechoso se acerca>>-intervino Absol sin abrir los ojos, puesto que se encontraba meditando tumbado sobre el césped-<<¿Qué tal si buscáis algo que hacer mientras aguardamos?>>
-Pon un ejemplo.-pidió Sapphire, a pesar de que posiblemente era la única que no se aburría.
<<Ah, yo ya estoy entretenido. Buscaos vosotros algo que hacer>>
Pasó un minuto sin que nadie dijera nada, hasta que Riolu se incorporó un poco:
<<¿Y si...lucháis para, esto…entrenaros un poco?>>-sugirió el pequeño Pokémon.
La perspectiva hizo reaccionar a Jessie casi al instante, porque se levantó de un salto tan rápido que sorprendía por el estado aletargado en el que había estado hacía unos segundos.
-¡Vale!-aceptó sin remilgos-¡Me ofrezco a un combate rapidito! ¿Quién quiere luchar conmigo?
-Yo paso, que tengo cosas en qué pensar.-dijo Leonor sacando su libro Eldest de su chaqueta.
Sapphire declinó la oferta con un simple gesto de cabeza, y ni Riolu ni Absol aceptaron el reto de Jessie. Frustrada, la joven ya iba a sentarse cuando clavó una mirada maliciosa en James, que aún muy agotado por el extraordinario despliegue de Hielo que había sufrido el día anterior, se había quedado dormido sobre la hierba casi al mismo tumbarse sobre ella.
<<No irás a despertarle, ¿verdad?>>-la detuvo Absol seriamente al verla aproximarse a James.
-Así lo espabilo.-contestó Jessie con cierto descaro. El Pokémon Siniestro meneó la cabeza y volvió a cerrar los ojos en un gesto que indicaba a las claras que pensaba que Jessie era un caso perdido.
Jessie se agachó al lado de James y se quedó mirándole con una aviesa expresión y un destello socarrón en sus ojos azul eléctrico. Sin duda estaba pensando en hacerle alguna perrería, pero se lo pensó mejor y decidió que, dado el estado de su amigo, la jugarreta más grande que le podía hacer era despertarle.
-Eh, James-le dijo al oído zarandeándolo (sin mucha delicadeza, la verdad)-. Se acabó la siesta: hora de despertarse.
-Uh…-fue la vaga respuesta de James, que se removió un poco y frunció el ceño casi en sueños-Déjame en paz, ¿quieres…?
-De eso nada; ¡venga, arriba! ¡Durmiendo no vas a sacar nada de provecho!
<<Descansar>>-terció Absol con ironía. Jessie le lanzó una furibunda mirada que decía claramente “no-te-entrometas-o-te-la juegas”; aprovechando el descuido de su amiga, James se dio la vuelta en un intento de seguir durmiendo.
Un intento vano, hay que decirlo.
-No tengas cara-le riñó Jessie colocándose de nuevo delante de él, y lo sacudió unas cuantas veces más-. Deja ya de remolonear, que tengo una propuesta para ti.
El joven por fin entreabrió los ojos; apenas dos rendijas verdes entre un flequillo que se le solía formas cuando dormía. Adormilado, James disparó una mirada resignada de reojo a Jessie, que aguardaba alguna reacción.
-Ya veo que no vas a dejarme dormir hasta que te haga caso-repuso, y suspiró-. Está bien, ¿qué quieres ahora, Jess?
-¡Que hagamos un combate tú y yo!-fue la entusiasta respuesta.
Respuesta que desconcertó a James en considerable medida.
-¿Un combate? ¿Ahora?
-¡Sí!-confirmó Jessie asintiendo.
-¿Pero tú te has comido una baya en mal estado o qué?-protestó James incorporándose-¡Estoy muerto, Jess! ¿Cómo esperas que dirija a mis Pokémon si ya me cuesta tenerme en pie?
-Pues hablando o gritando, como prefieras. Para dar órdenes no es necesario moverse; hay que ver qué cosas dices. Además así te espabilas.
-Para espabilarme ahora mismo necesitaría un café doble, pero bueno…tú a tu rollo…
<<¿Es que te…da miedo, esto, luchar contra Jessie?>>-le preguntó Riolu a James soltando una risita irónica. James alzó una ceja con aire un tanto ofendido:
-Tampoco es eso, aunque hay que reconocer que mi talento como entrenador no es como para tirar cohetes…Es sólo que estoy cansado y no tengo ganas de…
-¡Pues te aguantas!-le interrumpió Jessie, harta de excusas-¡Ahora mismo vas a combatir conmigo y así dejas de una vez esa tontada de la autocompasión! ¡Si no sabes entrenar bien, practicas y sanseacabó! ¿¡Me has entendido!?
Intimidado ante la cara de enfado de la joven miembro del Team Rocket, James asintió rápidamente y se levantó casi de inmediato para no tentar a la suerte (y a las famosas y temidas collejas de Jessie).
-¡Mira, así nos entretenemos con algo!-comentó Leonor alzando la vista de su libro, interesada.
-Os agradecería que no alborotarais mucho.-dijo Sapphire mirándolos con severidad. Jessie se encogió de hombros, como diciendo que eso era difícil de evitar.
<<Venga, que no se diga que los miembros del Team Rocket son cobardes>>-bromeó Absol riendo entre dientes.
Jessie y James (a quien de verdad le costaba un poco mantenerse de pie) se situaron un poco alejados de sus compañeros, más que nada para que nadie fuese el blanco de algún ataque fallido.
-Espera, Jess; ¿cuáles son las reglas?-quiso saber James al ver que su amiga sacaba sin más una Pokéball de uno de los bolsillos de su minifalda.
-¿Qué reglas? ¡Somos del Team Rocket!
-Bueno, ¡pero con esos cánones podrías sacar una escopeta y todo!
-¡Mira, buena idea!
<<No seas bestia, Jessie>>-intervino Absol-<<¿Qué os parece que os diga yo las reglas?>>
-Mejor que si las dicta Jess.-repuso James dirigiendo una media sonrisa burlona hacia Jessie, que se llevó una mano enguantada a la nariz haciéndole el signo del palmo de narices.
<<Propongo que sólo se pueda usar un Pokémon, sin posibilidad de cambio. ¿Os parece bien?>>
-Bueno-aceptó Jessie encogiéndose de hombros; James ladeó la cabeza, gesto que indicaba que estaba de acuerdo también-. En ese caso, no perdamos más tiempo. ¡Seviper, adelante!-gritó lanzando al aire su Pokéball.
Ésta se abrió liberando el ya conocido rayo de luz blanca, que tomó la forma del camorrista Seviper de Jessie, que se alzó siseando con altanería. James frunció el ceño; Seviper era un Pokémon de tipo Veneno que ya tenía ventaja sobre Cacnea y Carnivine, puesto que ambos eran de tipo Planta. Al final rebuscó en uno de los bolsillos de su pantalón y sacó una Pokéball.
-¡Adelante, Cacnea!-exclamó lanzando la esfera roja y blanca, que se abrió también liberando el consabido haz de luz, tomando la forma del Cacnea de James…que como de costumbre se lanzó a abrazarlo en un “espinoso” abrazo.
-¡Aah!-se le escapó a James al esquivar por muy poco el peligroso apretón de su Pokémon, cosa que por poco le hizo perder el equilibrio; tuvo que dar casi una vuelta sobre sí mismo para evadirlo.
-¿Qué pasa, James; te acosan los subordinados?-le picó Jessie, cuya burla fue coreada por un siseo socarrón de Seviper.
-¡Desconcentrar al contrario no es ético!-protestó él intentando reconstruir un poco su dignidad.
-¿Ético? ¿Qué es eso?-ironizó Jessie ya sin poder aguantar la risa. James frunció el ceño y se irguió, dispuesto a borrarle la sarcástica sonrisa de la cara.
-¡Cacnea, Tormenta Arena!-exclamó sin previo aviso. Cacnea dio un salto sorprendente para su estatura y volteó sus cortos y redondeados brazos; un viento cargado de arena salió de la flor amarilla que coronaba la cabeza del Pokémon y se dirigió hacia el desprevenido Seviper. La jugada salió perfecta, porque ni Jessie ni Seviper se esperaban un ataque tan rápido, y Seviper se vio envuelto en un violento torbellino de arena y viento que minaba sus fuerzas con rapidez.
-¡Eh, que me ensuciáis el libro!-se quejó Leonor apresurándose a apartar su libro Eldest del radio de acción de la Tormenta Arena.
-¡Calla un poco, Leonor!-le espetó Jessie, molesta por haber sido sorprendida-¡Seviper, sal de ahí y mete caña con Cola Venenosa!
Seviper alzó su cola, cuya punta ancha y afilada adquirió un brillo lila con aspecto venenoso, y golpeó con fuerza el suelo, deshaciendo la estructura del vórtice de viento arenoso y con ello el remolino, y se lanzó hacia Cacnea con la cola enhiesta, dispuesto para golpear con ella.
-¡Cacnea, esquívalo y usa Brazo Pincho!-James había estado aguardando el momento adecuado, pues sabía de sobra que Cacnea no era muy rápido. Por eso le salió bien aquella jugada; Cacnea retrocedió evitando el golpe de la cola de Seviper, y se lanzó hacia él con uno de sus brazos brillando con una luz blanca. Le dio en plena quijada, y Seviper fue lanzado hacia atrás unos tres metros siseando de dolor.
-¡Maldita sea! ¡Seviper, ataque Niebla!-gritó Jessie a punto de darle una patada a cualquier cosa que se le pusiera a tiro de pura frustración; los dos movimientos de Cacnea habían sido casi impecables, y eso había dejado en evidencia las burlas que había hecho antes de comenzar el combate.
Seviper abrió la boca y exhaló una densa nube de niebla negra que pronto cubrió todo el espacio en un radio de unos diez metros. Se oyeron las toses de los demás, porque casi no se veía una mano delante de la cara.
-Maldición… ¡Cacnea, estate atento a cualquier movimiento!-le indicó James a su Pokémon, que adoptó una posición tensa, dispuesto a moverse en cuanto viera algo extraño entre la niebla.
-¡No va a servirte de nada!-proclamó Jessie esbozando una sonrisa triunfante-¡Seviper, dale caña con Cola Venenosa!
Algo se movió entre la negra niebla, y Cacnea, en un acto reflejo, retrocedió de un salto. Pero fue un error, porque un suave resplandor lila surgió de improviso en las narices de Cacnea segundos antes de que Seviper le golpease fuertemente con su cola. Con un grito de dolor, el Pokémon fue lanzado hacia atrás unos cuantos metros con algunas serias heridas en su cuerpo verde, como pudieron ver al disiparse la niebla.
-Buena jugada.-comentó Sapphire asintiendo aprobadoramente.
-¡Gracias, Sapph!-dijo Jessie, y acentuó su sonrisa de forma burlona-¿Cómo vas a salir de esta ahora que te he dado una pequeña lección, James?
James desvió la mirada, dudando por vez primera. Sabía de sobra que era muy difícil derrotar a un Pokémon de tipo Veneno con uno de tipo Planta, pero…
Sólo conocía tres ataques a usar de Cacnea, contra los cuatro que Jessie conocía de Seviper. Si supiera alguno que pillara por sorpresa a Jessie…
Entonces se acordó de haber leído en algún sitio algo referente a…
-Si esto no funciona-musitó James para sí-puedo estar seguro de que voy a quedar como inútil ante Jess…
-¡Venga, James, mueve de una vez!-le apremió Jessie con aquella irritante expresión de triunfo-¡Estamos ya hartos de…!-James la interrumpió antes de que acabara la frase.
-¡Cacnea, ataque Finta!
La cara que pusieron Jessie y Seviper fue todo un poema, pues nunca habían oído a James ordenarle a Cacnea aquel ataque. Y la sorpresa aumentó cuando Cacnea se movió a tal velocidad a la derecha de Seviper que desapareció de la vista. Seviper se giró en aquella dirección, asombrado y alzando la cola dispuesto a defenderse, pero Cacnea apareció a su izquierda y le golpeó con uno de sus brazos con tanta fuerza que Jessie tuvo que apartarse para que Seviper no le cayese encima. Su Pokémon ya había recibido tres golpes considerablemente duros y comenzaba a acusarlos con algunas heridas en su piel negra y escamosa.
<<¡Vaya!>>-exclamó Riolu, sorprendido.
-¡Pero…pero si Cacnea no sabía usar Finta!-pudo decir una alucinada Jessie, quien también estaba dudando por primera vez en el combate. Absol esbozó una sonrisa aprobadora:
<<Los Pokémon aprendemos a usar las técnicas si nuestro entrenador pone empeño en ello>>-explicó-<<Si el Pokémon de un entrenador siente que éste necesita un movimiento que no conoce, lo usará. Si lo aprende de normal, es más fácil que si lo aprende por Máquina Técnica, claro…Así que si hay algún ataque que necesitéis, sólo desead que Seviper o Cacnea lo usen. Así fue como Meowth aprendió a usar Tajo Umbrío>>
-Muy bien-asintió James con una media sonrisa-. ¡Cacnea, Pin Misil!
-¡Atacar de improviso no vale!-protestó Jessie-¡Seviper, protégete con Cola Venenosa!
Cacnea extendió sus brazos hacia Seviper; las tres púas a modo de dedos que tenía en el extremo de cada uno se iluminaron con una luz blanca, y de ellos salieron unos chorros de energía blanca punzante que buscaron el sinuoso cuerpo de Seviper. Pero éste alzó su cola-espada, que se imbuyó de nuevo en el venenoso resplandor lila tan familiar, y se cubrió con ella. Los rayos de energía que Cacnea había lanzado chocaron en la cola de Seviper sin causarle el menor rasguño y salieron despedidos en todas direcciones; Riolu tuvo que agacharse para evitar que uno de ellos le diera a él.
-No está mal, ¿no?-dijo Jessie, otra vez exhibiendo su sonrisilla socarrona.
James no respondió; en aquel momento se dieron cuenta de que uno de los rayos del Pin Misil que Seviper había repelido le había acertado en el costado y había caído al suelo de rodillas con gesto de dolor. Al verlo, Jessie aparcó su actitud orgullosa en un rincón muy apartado de su mente y se apresuró a acercarse a su amigo.
-¿Estás bien?-le preguntó arrodillándose junto a él, preocupada y maldiciéndose por su estupidez; James ya estaba lo suficientemente débil antes y ahora encima el impacto del Pin Misil.
-Estoy…estoy bien-repuso James intentando esbozar una sonrisa tranquilizadora, pero su expresión de dolor traicionaba su intento-. Sólo es…un golpe, nada más…
-Tenías que haberlo esquivado cuando viste que iba hacia ti.-le regañó Jessie.
-Olvidas que…ayer mi poder se descontroló. No estoy…tan ágil como quisiera, ni con tantas…fuerzas.
<<Chico, ¿seguro que te encuentras bien? No tienes buena cara>>-intervino Absol, que se había acercado a Jessie y a James seguido por Leonor, Sapphire y Riolu.
Era cierto: James estaba pálido y se había echado a temblar.
-Yo…-intentó decir, pero su voz, habitualmente serena, le temblaba-Siento…Tengo…mucho frío…No sé qué…-no pudo acabar la frase. De pronto, un círculo de hielo de un metro de diámetro se extendió sobre la hierba alrededor de él, sobresaltándolos a todos (Seviper y Cacnea incluidos). Jessie, que al ver a James en medio de aquella súbita debilidad se había acercado a él para sostenerle, dejó escapar un grito ahogado al sentirle caer sin fuerzas entre sus brazos. El joven se había desmayado, tal y como Sapphire comprobó al retirarle el pelo azulón de la cara y dejar al descubierto su semblante pálido.
<<Dita sea>>-dijo Absol entrecerrando sus ojos rojos, apesadumbrado.
-Absol, ¿qué…?-preguntó Leonor, que, junto con Riolu, era quien más se había sorprendido al ver aquel anillo de hielo generado por James. Absol rió entre dientes al ver la angustia de su entrenadora, pero enseguida adoptó una expresión muy seria.
<<Esto no es bueno. El elemento regente de James es demasiado fuerte para él, y como veis, se descontrola con demasiada facilidad>>-les explicó a sus cinco compañeros-<<Sin un Cristal canalizador…esto no será lo primero que le pase>>
-Pero… ¿por qué ha liberado el Hielo ahora?-quiso saber Jessie, que no sabía muy bien cómo sostener al inconsciente James para no dejarlo caer.
<<El Pin Misil, creo. El impacto habrá activado un mecanismo reflejo de protección, pero como James no sabe usarlo, simplemente ha reaccionado liberando su poder>>
-Lo que pasa-terció una muy seria Sapphire-es que él ya estaba bastante agotado por lo que hizo ayer. Si hubiese estado como suele estar, con las energías a nivel normal, habría aguantado, aunque le habría debilitado bastante. Pero ahora James estaba muy débil y no ha resistido. Por suerte sólo es un desmayo de agotamiento; en cuanto recupere fuerzas, recuperará la consciencia. No os preocupéis.
-Uf, menos mal.-suspiró Leonor, mucho más aliviada. Riolu se puso de puntillas y le puso su “mano” en la frente a James para tomarle la temperatura.
<<Está…helado>>-informó el pequeño Pokémon-<<¿Es ése…el efecto del Hielo?>>
-Sí, es consecuencia de la liberación de ese elemento-afirmó Sapphire-. Jessie, como tú tienes el Fuego como elemento regente y tu temperatura corporal es mayor, mantenlo en contacto contigo. Así no bajará más la suya.
-No me hace mucha gracia tenerle pegado a mí, pero en fin…Si no hay más remedio…

Por su parte, Meowth y Luna, ajenos al problema “elemental” de James, habían seguido su camino por las Ruinas Sosiego. Habían bajado escaleras, atravesado salas y túneles varios hasta que por fin llegaron a una estancia enorme, llena de dibujos de aquellos Pokémon con forma de letra. Hasta en las rocas lisas que había allí había grabados de Pokémon letra.
-Luna, ¿qué son esas cosas?-preguntó Meowth sin dejar de mirar los dibujos. Luna paseó sus ojos fucsias por las paredes antes de responder.
-Estos Pokémon, la fuente de la sabiduría tanto para humanos como para Pokémon, son los llamados Unown-dijo al final-. Como podrás ver, cada Unown tiene forma de una respectiva letra del alfabeto.
”Mi futuro está en las letras”!-saltó Meowth de repente, palideciendo-¡Ahora lo entiendo!...creo…
-¿Eso te dijo el Señor de las Galaxias? Qué manía tiene con hacer las cosas tan enrevesadas…
Meowth, ansioso por conocer la respuesta al enigma que el Pokémon legendario que se había dado a conocer bajo el nombre de Señor de las Galaxias le había planteado en sueños, corrió a examinar con detenimiento aquella sala tan misteriosa. Había dibujos de Unown por todas partes, pero por lo demás no parecía haber nada más.
Nada excepto lo que parecía un elevado altar de piedras planas superpuestas, en cuya piedra más alta estaban grabados unos curiosos símbolos circulares y un rayo con un triángulo rodeándolo.
Al ver el símbolo del rayo, Meowth dejó escapar un grito ahogado que llamó la atención de Luna, que se acercó rápidamente a él.
-¿Qué pasa?-le preguntó.
-¡Mira, Luna! ¡El rayo ése de ahí!
La joven se inclinó sobre el altar, bastante más bajo que ella, y estudió atentamente aquel grabado de color amarillo lacado.
-Es el símbolo del elemento Rayo-repuso Luna después de unos segundos-. Está muy claro lo que debes hacer, ¿verdad, Meowth?
-¿Quién, yo?-el Pokémon parlante parpadeó-¿Cómo voy a saberlo?
-El signo del Rayo está grabado en el altar, y tú tienes el Rayo como elemento regente-arguyó Luna encogiéndose de hombros-. No tiene mucha ciencia.
Meowth articuló un silencioso “¡Ah!” de comprensión, pero no por ello evitó lanzar una recelosa mirada a aquel montículo de piedras. Pero por fin se decidió, se encaramó a lo alto del altar (resbaló un par de veces, pues aparte de que Meowth era de menor estatura que el altar, éste era de esquinas pulidas y muy escurridizas) y se colocó en el centro de la piedra más alta.
Pasaron casi dos minutos sin que nada sucediera. Al final, Meowth, aburrido, se volvió hacia Luna, que seguía de pie sin que su expresión hubiese variado lo más mínimo ante su “fracasada” hipótesis.
-¿Y ahora?-le espetó el Pokémon parlante, quizá un poco demasiado brusco. Luna esbozó aquella media sonrisa que a Meowth le resultaba tan familiar.
-¿Qué es lo que necesitas para usar tu poder, Meowth?
-Pues…-Meowth tardó un poco en responder, cogido por sorpresa-Creo que el Prisma, pero…
-Libera el Prisma y veremos si estoy tan equivocada.
-Ah, ya. Vale, a ver…
Meowth se concentró y alzó sus cortos brazos invocando al Cristal que portaba. Casi al momento, el ambarino Prisma de Uxie se materializó sobre su ovalada cabeza emitiendo su característico resplandor amarillento y con aquel rectángulo de energía de color ámbar girando en su interior. Súbitamente, el rayo grabado en el altar se iluminó con una luz amarilla, y en la pared que Meowth y Luna tenían enfrente, que sólo tenía grabados dos enormes Unown con forma de signo de interrogación y signo de exclamación respectivamente, apareció un contorno de color amarillo intenso como de neón.
Pero nada más sucedió.
-¡Cachis en la mar!-exclamó un frustrado Meowth-¡Esto no funciona! ¡Alguien tendría que mirar el mecanismo de esto, carape, que esto no es serio!
-Cálmate, Meowth-le dijo Luna avanzando hacia la pared e ignorando el enfado del Pokémon parlante-. Lo has hecho muy bien; tu papel aquí era desbloquear la protección que cubre esta pared, pero los Unown no te dejarán entrar sin más. Yo me encargo de lo demás.
Antes de que Meowth pudiera preguntar nada, Luna apoyó una de sus finas manos en la pared, justo en el centro del contorno elíptico que el Prisma había activado, y murmuró claramente:
-Òpz, Gaê lî tór Unôwn sar vaû Nyâsu, tá Feîr lît Pheî lî Yukîshii, pàt lî târ Gàr lî tâ Zaî, frî tá seûf lî târ Rûl Chàz vî tá Wër Âth.
La sala entera tembló un segundo después de que Luna pronunciase tan extraña retahíla de palabras. Meowth se cayó del altar con un grito a causa de la inesperada sacudida (cabe destacar que ya estaba bastante alucinado a causa de haber oído a su “compañera” recitar aquellas incoherencias), y se incorporó a tiempo de ver cómo un remolino de energía púrpura aparecía en la pared girando sobre sí mismo con un fuerte sonido, como el viento resonando en una cueva. Meowth dejó escapar un grito ahogado, fundió de nuevo el Prisma de Uxie con su aura y se apresuró a colocarse al lado de Luna.
-¿¡Pero qué has hecho!?-inquirió, pasmado.
-He abierto la puerta que te conducirá a la siguiente pista de tu misión, Meowth-le explicó ella, impasible como siempre-. Esto es el auténtico secreto de las Ruinas Sosiego, custodiado desde hace milenios por los Unown.
-Pero…pero… ¿cómo sabes tú…?-comenzó Meowth, pero se interrumpió al ver que el semblante de Luna se ensombrecía. Y en un rapidísimo movimiento, la joven se volvió y agarró del cuello a alguien que estaba detrás de ellos, quien no pudo evitar soltar un grito de sorpresa. Meowth se giró al oírlo, asombrado por que un intruso les hubiese seguido a aquel lugar tan recóndito de las Ruinas.
Que por cierto, era un intruso conocido.
-¡Tú!-gritó Meowth al reconocer a Ceniza, el joven con el que se habían cruzado hacía casi un cuarto de hora-¿¡Qué haces aquí!?
-Esto…yo…-trató de decir Ceniza, acobardado ante la gélida mirada de Luna, que seguía sin soltarle el cuello-Estaba…investigando y…encontré estas escaleras…bajé…y…
-Nos has seguido-cortó Luna-. ¿Qué pretendes con eso?
Ceniza consideró la idea de seguir con su excusa, pero al final se rindió y confesó:
-Sí…Os seguí; cuando nos despedimos, oí a tu Meowth…
-¡Yo no soy de nadie!, ¿¡me oyes!?
-Ah, sí, ya…Bueno, le oí decir algo sobre una cámara misteriosa y el secreto de las Ruinas. Vine a Sinnoh a descubrir ese secreto y cuando entendí que sabíais de lo que iba…pues decidí seguiros a ver. Y al ver el torbellino ese…
Luna lo miró a los ojos con una frialdad que habría congelado al mismo Regice, y aumentó un poco la presión de su mano…
…hasta que, de pronto, abrió sus ojos fucsias al máximo y soltó a Ceniza bruscamente, que casi cayó al suelo a causa de la sorpresa.
-Discúlpame-le dijo Luna-. He perdido el control. Puedes acompañarnos si quieres.
-¿En…en serio?-inquirió Ceniza, incrédulo.
-Sí.
También Meowth se había quedado de una pieza.
-Caray, menudo cambio de actitud…-comentó con un silbido.
Lo que siguió fue sencillo: Meowth, Luna y Ceniza (aún sin creérselo casi) atravesaron el portal-torbellino de la pared de los Unown. Tras unos segundos en los que sólo vieron un mareante remolino de tonalidades violetas similares al color de los ojos de Meowth, aparecieron en una espléndida sala de paredes de piedra dorada y cubierta por los dibujos de todos los Unown. El suelo era plateado y en el centro había un círculo de Unown grabados; todo el alfabeto Unown estaba en aquel círculo. Y el techo era lo más fascinante, porque en vez de muro se veía una especie de proyección del espacio, con galaxias, nebulosas, estrellas y meteoritos incluidos. Al verlo, Meowth y Ceniza dejaron escapar al unísono una exclamación ahogada de asombro.
-¡Flipante!-exclamó Meowth echando tan para atrás su corto cuello para ver el “techo” que corría el peligro de caerse de espaldas.
-Esta…esta sala… ¡tiene que ser el secreto de las Ruinas Sosiego!-declaró Ceniza, emocionadísimo-¡Seguro que aquí está la puerta a la dimensión de los Unown! ¡Puede que incluso relate la historia completa de Celesta!
-No vas muy desencaminado, Ceniza-repuso Luna esbozando su media sonrisa-, pero los secretos de los Unown son increíblemente ignotos. Ni siquiera yo conozco los más relevantes.
-¿Y por qué ibas tú a saberlo?
-¡Tío, si nos has seguido, ya deberías haberte dado cuenta de que Luna no es una chavala normal!-le soltó Meowth a Ceniza.
Luna había avanzado hacia el fondo de la cámara secreta de las Ruinas, donde se erigía un altar muchísimo más trabajado que el que habían visto en la antesala. Era dorado y plateado, y estaba, al igual que toda la sala, cuajado de Unown grabados. Sin embargo, no había nada en lo alto, y eso fue lo que extrañó a Meowth y a Ceniza cuando se percataron al situarse junto a Luna.
-Otro misterio más, ¿no?-preguntó Meowth con fastidio; en su opinión, aquel día ya había agotado su cupo de enigmas para una buena temporada.
-Así es.-respondió Luna simplemente.
-Supongo que la solución al enigma tiene que ver con los Unown-especuló Ceniza examinando muy atentamente el altar de los Unown-. Tengo bastante experiencia resolviendo misterios, pero lamentablemente no sé muchas cosas sobre Unown.
Luna se limitó a sonreír de nuevo. Y de pronto dijo:
-Gàev Unôwn, tá Feîr lît Pheî lî Yukîshii vî tá Sây lî tón Kahî bax frèl sar wîr tá seûf lît Wër Âth. Frà kê veúr.
El altar despidió un destello dorado que hizo retroceder a los alucinados Meowth y Ceniza un paso, pero no se detuvo ahí. Los dibujos de los Unown que cubrían la pared que tenían enfrente se iluminaron con una luz plateada y cambiaron de sitio de tal manera que formaron palabras, y con ellas, frases en su idioma y no en el galimatías pronunciado por Luna. Aun así, las formas de los Unown eran un poco confusas y engañosas. Por eso Meowth tardaba un poco en descifrarlas, pero al final leyó hasta el final el mensaje de los Unown.
“Bienvenido a la Cámara del Conocimiento, Meowth, joven Portador del Prisma de Uxie. También os saludamos a vosotros, Luna y Ceniza. Somos los Unown, protectores de la Sabiduría que Uxie transmitió a Pokémon y humanos hace mucho tiempo. Dado que tú, Portador, portas la señal de nuestro señor Uxie, mereces estar en esta cámara ancestral de las Ruinas Sosiego. Luna nos ha dicho que quieres saber dónde está el Pasaje Arcano que conectaba estas ruinas con el Lago Valor. ¿Es eso cierto?”
-¡Me mencionan!-se le escapó a Ceniza, e instantes después se tapó la boca, azorado. Meowth se había quedado con la boca abierta literalmente, y miró interrogante a la sonriente Luna.
-¿Qué hago?-le preguntó.
-Respóndeles-respondió Luna encogiéndose de hombros-. No te preocupes, no tienes que usar el lenguaje que yo usé. Te entenderán perfectamente si les hablas normal; yo sólo les he abierto la curiosidad para que nos atiendan.
-Ah, bueno…-Meowth se volvió hacia la pared donde los Unown habían escrito su mensaje, inseguro-Esto…un placer hablar con vosotros, Unown. Sí, es cierto que ando buscando el Pasaje Arcano ése; me lo mencionó un Pokémon legendario que se hacía llamar el Señor de las Galaxias.
Los Unown se iluminaron de nuevo y cambiaron de sitio otra vez para formar un nuevo texto.
“¿El Señor de las Galaxias? Ya vemos que no eres un Meowth cualquiera, aparte de tu condición de Portador del Prisma. No dudamos de tu palabra, joven Meowth. Pero el Pasaje Arcano es un secreto muy bien guardado que data de la creación de Sinnoh. Necesitamos que nos expliques las razones por las cuales deseas conocer su existencia.”
-Pues la cosa es que unos maleantes conocidos como Cífer han creado…hum, unas Estrellas de la Oscuridad y quieren dominar el mundo usándolas. La Voz nos dijo que mis compañeros y yo teníamos que convertirnos en Portadores para hacerles frente y que nos permitiría hacer la Prueba de la Unión cuando los Cristales de Uxie, Mesprit y Azelf fuesen portados-explicó Meowth (trabándose de vez en cuando por los nervios)-. Mi amiga Jessie es la Portadora de la Esfera de Mesprit y yo soy el Portador del Prisma de Uxie, y nos falta el Portador del trasto de Azelf. Lo que pasa es que nos encontramos con Darkrai en el Templo Puntaneva y él seleccionó a mi amigo James como posible Portador del bicho de Azelf, y ya ha sufrido un ataque porque el Lugia Oscuro sabe que Darkrai le eligió. Y por eso queremos llegar cuanto antes al Lago Valor, a ver si James se convierte en el tercer Portador y lo dejan en paz de una vez.
Los Unown volvieron a moverse y escribieron un nuevo mensaje.
“¿Así que las Estrellas de la Oscuridad han resurgido? Nos alegraríamos más o menos si esto fuese bajo circunstancias normales, pero si las fuerzas humanas han intervenido esto ya desequilibra el orden natural de las cosas. Como bien dices, es una situación preocupante y hay que actuar antes de que ocurra una catástrofe. Pero hay otra cuestión: ¿podéis utilizar el poder de vuestros elementos regentes, Meowth?”
-Jessie y un servidor sí, pero James…Él no puede controlarlo; ayer se le fue de las manos que no veáis. Por poco estira la pata…y supongo que no es plan.
“Mala cosa. Si no puede canalizar su poder, éste se liberará al mínimo mensaje de peligro. Procurad protegerle tú y tu amiga, por su propia seguridad. Cierto es que es una cuestión urgente, y nos has convencido. Si quieres saber dónde está el Pasaje Arcano, pregunta en la Ruta de Nubes Llorosas por Gallade, el líder de un clan de Pokémon salvajes que viven por allí. Ellos guardan desde hace milenios la entrada al Pasaje, así que si les explicas todo lo que nos has explicado a nosotros, os lo mostrarán.”
-¡Fenómeno!-exclamó Meowth, eufórico. Iba ya a salir disparado de la sala cuando vio que los Unown cambiaban de sitio de nuevo y formaban otro mensaje más.
“Espera, no tan rápido. Hay algo que debemos pedirte que entregues.”
Una fuerte luz negra surgió de pronto sobre el altar, sobresaltando a Meowth y a Ceniza (como ya era costumbre, Luna se mantuvo impávida), y después de relucir intensamente durante unos segundos en los que pareció absorber energía del ambiente, se condensó en un brazalete de cristal negro que emitía un suave brillo negro y que levitaba sobre el altar. Luna alzó sus arqueadas cejas peligrosamente, pero no comentó nada.
-Vaya… ¿qué es eso?-musitó Ceniza, sobrecogido. Meowth fue a repetir la pregunta a los Unown, pero al levantar la vista vio que éstos ya estaban respondiendo al joven.
“Esto es lo que llamamos el Brazal de la Umbría. Darkrai, Guardián de la Oscuridad, creó este brazalete por primera vez cuando el poder de la Oscuridad se descontroló por vez primera y amenazó su equilibrio con la Luz. El Brazal de la Umbría no puede purificar a los Pokémon Oscuros, pero uno de sus poderes es que anula durante un tiempo largo la influencia de la impureza de aura que ésta ejerce en sus mentes. Y otro, que permite al que lo lleva ver el aura oscura de los Pokémon Oscuros. Darkrai encomendó hace unos cuantos millones de años este brazalete a un Sceptile; así éste reconoció a los Pokémon Oscuros y los purificó. De hecho, el legendario Sceptile fue quien fundó el clan que ahora lidera Gallade…En fin, el Brazal de la Umbría está preparado para volver a ser portado, y queremos que se lo entregues a ese pequeño Riolu que os acompaña. Lo nombramos Vigilante del Aura; él os dirá qué Pokémon son Oscuros para que los purifiquéis llegado el momento. Cógelo, Meowth, no va a morderte.”
Con mucha cautela, Meowth cogió el Brazal de la Umbría y se lo puso para no perderlo. Luna lo miró reprobadora, pero los Unown no comentaron nada al respecto cuando escribieron un nuevo texto.
“Bien, Meowth. No tenemos ningún inconveniente en que les cuentes a tus amigos lo que has visto y lo que hemos dicho, ni tampoco en que les reveles la existencia de la Cámara del Conocimiento. Sois los Portadores de los Cristales y debéis saberlo. Sólo te pedimos que nunca lo digas a nadie más. Sabemos que tú y tus dos amigos pertenecéis al Team Rocket, una organización de la que hemos oído hablar. Confiamos en que no lo revelaréis.”
-¡Palabra de Meowth parlante!-prometió Meowth sin dudar. Los Unown le caían bien a pesar del desastre que recordaba que montaron en Greenfield, en la región Johto.
-¿Y qué hay de mí?-quiso saber Ceniza-Yo no soy un Portador de esos o lo que sea; ¿no debo saber nada de esto?
“No hay problema, porque tenemos una misión para ti, joven Ceniza. Acompaña a Meowth y sus amigos en su periplo por Sinnoh para detener a Cífer. Suponemos que no quieres que el mundo quede bajo su dominio, ¿verdad?”
-¡Claro que no!
“Pues ve con ellos y ayúdales. Son jóvenes y la responsabilidad que los Pokémon legendarios hemos cargado sobre ellos es muy grande. Ninguna ayuda sobra.”
-De acuerdo.-aceptó Ceniza, aunque parecía cortado. Por lo visto se sentía extraño asumiendo que tendría que colaborar para salvar Celesta. Los Unown se movieron para formar un último mensaje.
“Ahora debemos cerrar el canal de comunicación entre vuestra dimensión y la nuestra. Ha sido un placer hablar con vosotros tres, pero ya tenemos que dejaros. Meowth, joven Portador del Prisma, no te olvides de darle a Riolu el Brazal de la Umbría. Y recuerda que el destino de no sólo Celesta, sino también el Mundo Paralelo, está en tus manos y en las de tus amigos. Hasta pronto, jóvenes criaturas.”
Los dibujos de los Unown no se movieron, pero Meowth, Ceniza y Luna supieron que los auténticos Unown se habían marchado. A pesar de no haber ocurrido ningún cambio en la pared, los signos ya no transmitían energía.
Hubo un momento de silencio hasta que Luna dirigió una mirada despectiva al Brazal de la Umbría.
-Nunca pensé que los Unown guardaran semejante monstruosidad. La Oscuridad condensada en un brazalete…Un objeto maldito, ya lo creo.
-Hombre, los depositarios del saber son los Unown…-dijo Ceniza prudentemente-Digo yo que si lo custodiaban será porque no es tan malo.
-¡Lo que importa es que los Unown me han dicho que lo entregue y eso haré!-decidió Meowth mostrando orgulloso el Brazal de la Umbría que llevaba temporalmente hasta dárselo a Riolu; entonces le dio un codazo en la pierna a Ceniza-¡Vaya, tenemos un nuevo colega! ¡Bienvenido, Ceniza!
-Bueno, gracias, Meowth…
-Dejémonos de historias-les interrumpió Luna, seca-. Acercaos a mí; nos teletransportaremos al exterior.
Meowth y Ceniza se aproximaron a ella, que les cogió a cada uno por el brazo y cerró sus ojos fucsias, concentrándose. Y en medio de una luz dorada y refulgente, los tres se esfumaron de allí, con las palabras de los Unown y el fascinante secreto que guardaban en las Ruinas Sosiego nítidamente presentes en su memoria.
---------------------------------------------------------
¡Espero que os haya gustado =)! El próximo se titula...bueno, aún no lo sé muy bien pero de momento es Cuestión de Descontrol xDU

Meowth ha conocido a una joven desconocida, Luna, y un nuevo miembro se ha unido al grupo; ¡ya son ocho x)! Ahora deben encontrarse con Gallade y cruzar el Pasaje Arcano... ¿Pero podrá James enfrentarse a su propio poder del Hielo por su integridad? ¡Ya lo veréis x)!

¡Espero opiniones =)!
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
~ Tellius Chronicles ~


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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
~ Las Cinco Estrellas de la Oscuridad ~
Próximo capítulo:
[C. IV] ¿Infiltrados... o Atrapados?

Sapphire
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor Sapphire »

Ha estado interesantisimo, James aguantara fijo al Hielo, pertenece a él.
La aparición de Onii fue genial, me gusto mucho, además me recuerdo bastante a Onii de verdad =3
Luna es muy fría, no se, no me cuadra con quien es, pero a pesar de ello es genial.
Siguelo pronto Onee, me tienes impaciente.
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor Dark Gato con Botas »

¡No he podido opinar del último capítulo O_o! ¡¡Tragedia xD!!
Veamos...¿cómo fastidiar a Meowth xDDDD? ¡Ya sé,le haré alguna pregunta mientras doy mi opinión xD!
¡Me encantó ^^! Meowth es genial leyendo folletos xDDDDD Y Jessie probándose trapos xDDDDD Y se les ha unido otro más al grupo n_n Mola xD
Ahora las preguntas xD ¿Esa tal Luna es una chavala normal o me da a mí que tiene algo raro O_o? ¡Habla muy raro! ¿Y quién será su jefe;será una espía de Cífer ¬¬?
Otra cosa más ^^ ¿Qué fue lo que le pasó exactamente a James,que no acabo de pillarlo xDDDD? Eso del Pin Misil de cacnea me sonó lioso ^^U
¡A seguir así,Meowth n_n!

En garde!!
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El aprendiz superó al maestro xD ¡Gracias,{-Dialga-}

Estrella
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor Estrella »

FELIZ DÍA DE TU CUMPLE AÑOS .
TE QUEREMOS MUCHO.
ME ENCANTA COMO ESCRIBES.
NO ME IMPORTA SI GANAS O NO, YO TE ADMIRO IGUAL

.... :D: Y QUE CUMPLAAASS MUCHOOOSS MÁÁÁÁSSSSSS..... :D:

TE QUIERO MUCHO MEOWTH


cacnea wobbuffet chimecho seviper y cómo no meowth

Por poner pondría a todos...

Besos y feliz día.
E. Lugia

F E L I C I D A D E S........meowth...... M E O W T H

Snif...Snif... mi neeena, Weno "Chica")[/size]te quiero mucho y las dos sabemos lo que te cuesta sacar "Tu historia" adelante.
Esta es tu recompensa por tanto esfuerzo y continuidad.
Que no te vuelva a oir decir: "Nada me sale bien" o te escamocho ehhh. besos y más besos jajaja.

E. lugia

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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Respondo a las preguntas formuladas (por desgracia no he acabado aún el capítulo xDU Es que hay semanita de exámenes x|) para ver si nos aclaramos...

¿Luna, una espía de Cífer xD? Bueno...Quién sabe xD Yo no os puedo decir nada hasta que lo leáis x) Pero por el momento os adelanto que tiene mucha importancia en la historia =D
Respecto a lo que ocurrió con Cacnea cacnea y el Pin Misil...Caramba, creí que lo había explicado bien xDU El Hielo que hay en el aura de James, ya sabéis que está desarrollándose sin un canalizador como la Esfera de Mesprit mesprit y el Prisma de Uxie uxie, y eso le hace reaccionar a cualquier amenaza por ínfima que sea. Vamos, que cuando Seviper seviper desvió el Pin Misil y alcanzó a James, el Hielo se liberó en un acto reflejo de defensa, y como él ya estaba agotado por el combate contra Seba y Raikou raikou, pues por eso perdió el conocimiento =D Sí, ya, soy MUY mala con James xD xD xD

Prometo que el puente... ¡acabo Cuestión de Descontrol aunque tenga que quedarme sin mercadillo en el Animal Crossing xD!
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
~ Las Cinco Estrellas de la Oscuridad ~
Próximo capítulo:
[C. IV] ¿Infiltrados... o Atrapados?

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{-Dialga-}
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor {-Dialga-} »

¡Por fin he podido pasarme y leer el capítulo! Y la verdad es que cada vez lo encuentro más interesante O_o
Este capítulo,a mi ver,explota el protagonismo de Meowth. No me parece mal,ojo,pero teniendo en cuenta que James tiene cierto enchufe por parte de la escritora...xDDDD
Me parece que el Lugia Oscuro anda quemado con el Seba...Lo que me sorprendió fue que Meowth ya está aprendiendo a controlar su vínculo mental,¡seguro que eso les viene de maravilla para pulir a los de Cífer ^^!
Otra cosa que me sorprendió fue que ese Pokémon legendario se comunicara con Meowth...Lo del Señor de las Galaxias o Señor de la Vida y la Muerte me hace sospechar de alguien,pero hay otros candidatos...Qué estresante es esto xD
¿Y quién es esa Luna? Habla un idioma extraño...Hum,me suena de algo su descripción,pero ahora mismo no caigo ^^U
La prueba de ropa de mi Jessie me hizo partirme de la risa xDDDDDDD Sé que me tomaréis por un salido,pero me hubiera gustado ver a mi Jessie con un vestido ceñido *-*U Y cómo salen todos a toda prisa de la tienda,me recuerda a mí cuando mi prima me arrastra de compras y mi madre me obliga a ir con ella,cuando dice que acaba salgo a toda prisa xDDDD
¡Ahora el grupo cuenta con un nuevo miembro! Y los Unown dicen que deben ir a buscar la tribu de Gallade...Me pregunto qué será en realidad el Pasaje Arcano ese...
El combate entre mi Jessie y James estuvo muy bien,aunque mi Jessie iba perdiendo T_T Se supone que Seviper debería poder ganar a Cacnea sin problemas y éste casi lo pule. Pero el Cola Venenosa de Seviper estuvo genial *-* Lo que ya me preocupa es esa inestabilidad del poder de James,a la mínima se libera. Meowth,¡deja de ser tan mala,anda! xDD
¡Pues ya sabes,sigue tan bien como siempre ^^! Ah,¡y felicidades por el Premio del Fanfik! He de reconocer que no estaba tan seguro de tu victoria esta vez,¡pero está claro que las letras te siguen xDD!
He vuelto...así que teme mis críticas xDD
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>-Meowth-<
Dejando seco a Plubio
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Después de tiempo (como dos meses, ¿no xDU?) tengo por fin listo el puñetero capítulo 41 =D ¡Ahí voy!

Cap.41: Cuestión de descontrol

“<<…tú no tienes Cristal canalizador, chico. Así que…no sería nada extraño que, si usaras involuntariamente tu poder, se te fuera de las manos. Y semejante descarga de energía puede hacernos mucho daño, pero no tanto como a ti; si es lo suficientemente fuerte podrías destruirte a ti mismo con mucha facilidad>>
-Pero…pero e-eso significa que…si el Hielo se manifestara mientras duermo mismo, como pasó con Jess…
<<...podrías pasarlo muy mal, chico. Por eso quiero que entiendas la gravedad de la situación>>”

Aquella conversación en la ruta hacia Pueblo Sosiego resonaba una y otra vez en la mente de James como una letanía estremecedora. El joven miembro del Team Rocket tembló en medio de la noche acompañado de los ronquidos de Meowth y la pausada respiración de Jessie, Leonor, Absol, Sapphire, Riolu y Ceniza. Era el único de los ocho que no había podido conciliar el sueño.
Y con razón.
Aquel mismo día había sufrido un nuevo descontrol del Hielo que tenía en su aura, el cual le había provocado un desmayo que había durado casi tres horas, como el anterior. Al despertarse, James había estado muy desorientado, pero cuando Jessie y Absol le explicaron lo sucedido, había estado a punto de perder el conocimiento otra vez debido al susto.
Al susto…y al miedo.
Miedo a perder la vida con tanta facilidad como la que tiene un Blastoise para usar Pistola Agua.
Su recibimiento al nuevo compañero de grupo, Ceniza, tampoco había sido muy ortodoxo. Ceniza había tenido que aguardar dos horas para poder hablar con él, y había sido una conversación embarazosa. Si contamos con que James estaba muy débil y apenas podía hilar dos frases seguidas, lógico que aquello fuese incómodo para ambos. Aun así, Ceniza le había caído bien. A pesar de que la historia que Meowth les había contado sobre su aventura por las Ruinas Sosiego era difícil de creer. Por suerte había traído una prueba: el Brazal de la Umbría, el cual llevaba ahora Riolu.
Su nuevo objetivo era, pues, encontrar a Gallade y a su tribu y preguntarles dónde estaba el Pasaje Arcano que Meowth les había mencionado.
Eso…si James lograba concluir el trayecto sin que el Hielo lo matara antes.
Mientras se acoplaban a su nuevo “campamento”, una zona de suave y verde hierba a unos cuatro kilómetros de Pueblo Sosiego, James había sufrido dos descontroles menores más; uno mientras se sentaba a descansar sobre la hierba (había congelado la hierba en un radio de tres centímetros alrededor de su mano izquierda, la que había apoyado en el suelo) y otro mientras se lavaba la cara en un arroyo cercano para despejarse (congeló un trecho de agua de unos cuarenta centímetros de largo, y por poco perdió el conocimiento de nuevo). Aquellos episodios lo dejaban tan débil que a duras penas era capaz de hablar sin cansarse.
Es lógico también que aquella noche no pudiera conciliar el sueño.
Cuando un nuevo escalofrío recorrió su espalda, James se encogió sobre sí mismo, asustado. Sabía que aquellos escalofríos no eran producto del miedo, aunque tenía que ver.
Eran producto del Hielo que inundaba su aura en aquel momento y que podía manifestarse en cualquier momento, causándole graves secuelas.
Sólo el cansancio fue capaz de apaciguar los miedos de James sumiéndolo en un sueño muy ligero e intranquilo, lleno de dudas y temores…

Un viento helado recorrió la llanura del norte de Pueblo Sosiego, congelando todo a su paso y cubriendo el exuberante verde de la vegetación con un manto blanco-azulado y trayendo nubes níveas que parecían haber salido de la nada. Al notar el intenso frío, James abrió los ojos sobresaltado, y el paisaje que lo recibió le hizo incorporarse tan bruscamente como si le hubieran pinchado.
Sólo se veía una tierra yerma y cubierta de hielo azotada por una incesante ventisca y rodeada de montañas congeladas. El cielo estaba tapado por nubes que auguraban una colosal nevada. Y no había ni rastro de Jessie, Meowth, Leonor, Absol, Sapphire, Riolu y Ceniza; se habían esfumado sin que nada quedara de ellos.
-Esto…esto es… ¿Cómo…?-James se había quedado tan sobrecogido que era incapaz de completar la frase. Se levantó muy lentamente mirando a su alrededor con nerviosismo, y una vez estuvo de pie y pudo ver con mayor claridad el paisaje (a pesar de la ventisca), se convenció de lo que estaba presenciando. La llanura se había congelado por completo, dando lugar a un reino de frío y hielo en el que no se veía un solo ápice de vida.
-¡Jess! ¡Meowth!... ¡Absol, Leonor! ¡Sapphire, Riolu…Ceniza!-llamó James intentando hacerse oír por encima del aullido del viento-¿¡Podéis oírme!?
No hubo respuesta alguna más que la del viento, que seguía resonando por todo el valle.
De pronto, James tropezó con algo que había en el suelo. El joven se agachó para ver qué era, y cuando consiguió enfocarlo bien, dejó escapar un grito. Era un prisma triangular de cristal transparente de color amarillo; el Prisma de Uxie, el Cristal de Meowth. James lo recordó en su peor momento, cuando Cífer lo custodiaba. No poseía el intenso resplandor ambarino ni el rectángulo de energía que solía presentar cuando Meowth lo portaba, pero sí emitía una débil luz…Pero ahora estaba apagado y frío, como un simple trozo de cristal hermoso y muy trabajado…pero muerto, sin vida.
Comido por la angustia, James tanteó el suelo helado frenéticamente hasta que dio con tres objetos más: la Esfera de Mesprit, el Icosaedro del Hielo y el Brazal de la Umbría. Los tres mágicos Cristales estaban tan apagados y muertos como el Prisma. No eran ni la sombra de lo que habían sido.
-Meowth…Jess, Sapphire…Riolu…-musitó James, anonadado-Cómo… ¿Cómo es posible? No es posible que los Cristales se hayan apagado…
-Por desgracia, así es.-dijo una tenue y fría voz que él conocía muy bien.
James se giró velozmente y entrecerró los ojos intentando ver a través del hielo que arrastraba la ventisca. Y lo que vio fue la esbelta figura de Sapphire flotando enfrente de él, como un fantasma. Era inmaterial, sólo la huella de una esencia.
-¡Sapphire!-exclamó James levantándose de un salto y avanzando un paso hacia ella-¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué…qué te ha pasado?
-Tu poder…el Hielo que hay en tu aura…-la voz de la fantasmal Sapphire era tan suave que costaba oírla, aunque por suerte sonaba en su mente-No te diste cuenta, y se liberó…No pudimos casi ni reaccionar. Todos sucumbimos al Hielo, y cuando nuestras vidas se apagaron…también lo hicieron los Cristales.
Las palabras de Sapphire golpearon la mente de James como un martillo a un yunque. Las mejillas del joven perdieron todo su color en cuestión de dos segundos, y mientras Sapphire flotaba impasible, James tardó unos segundos en reaccionar hasta que dijo en voz baja:
-Todo…todo esto… ¿lo…lo he hecho yo? ¿Yo he…apagado los Cristales?
-Sí. No nos diste opción, James. Antes de que nos diésemos cuenta…fuimos presa de todo ese Hielo que te llena. No hay nada vivo aquí, ni siquiera Pueblo Sosiego. Ni siquiera tú.
-¿Insinúas que yo…yo también estoy…muerto?
-Así es. Recluido en lo que tú mismo has creado, rodeado de los recuerdos de aquellos a quienes querías. Lo siento, James. Así lo han decidido las fuerzas del mundo. Yo sólo he podido venir a contártelo.-repuso Sapphire flotando alrededor de él.
De nuevo aquellas palabras resultaron terribles para James. El viento helado seguía azotando el valle, revolviendo incesantemente el pelo lacio y azulón del joven, que miraba sin ver el blanco horizonte, intentando asimilar lo sucedido. Y cuando se dio cuenta de lo que había hecho, cayó de rodillas al suelo, incapaz de soportarlo.
-Jess…Meowth…-susurró James alargando una mano enguantada hacia el Prisma de Uxie y la Esfera de Mesprit, apagados y muertos como sus Portadores. Cuando sus dedos rozaron la pulida superficie de los Cristales, dos lágrimas escaparon de sus ojos, que se congelaron nada más caer al suelo cubierto de una indómita capa de hielo-Podría…soportar la eternidad aquí…si tan solo…estuviera junto a vosotros…Pero estoy solo…por culpa de mi poder…
Sapphire no dijo nada, pero ladeó la cabeza al ver la impotencia y el dolor del que había sido su compañero de grupo.
-Yo no pedí este poder…tampoco la carga de salvar Celesta…Supe que nos traería problemas… ¿Por qué ha tenido que pasar esto? ¿¡Por qué!?-gritó el joven a lo cielos conjurando en aquel lamento todo el dolor que sentía, y el eco se extendió por todo el congelado valle, llevando la desesperación de James por todos sus confines. Sapphire se acercó a él flotando y lo miró a los ojos:
-Lo siento-repitió casi con dulzura-. Sé cómo te sientes. Pero…tienes que ser fuerte, James. Si quieres permanecer cuerdo durante tu encierro, deberás sobreponerte.
-¿Para…para qué?-repuso él entre sollozos ahogados-Ahora…sólo deseo estar…tan muerto como ellos…
-Ya lo estás.
-Lo que no quiero…es existir sin ellos…Mi existencia ya no tiene sentido, Sapphire…
Ella entornó los ojos, pero no dijo nada hasta que se giró y miró al cielo.
-Jessie y Meowth vivirán en tu recuerdo, James…-dijo a media voz-Pero yo debo irme. Este no es mi sitio…aunque me gustaría acompañarte en tu dolor.
-¿Q-qué?-James levantó la cabeza; sus ojos verdes brillaban incluso entre la niebla que comenzó a llenar aquel lugar-Sapphire…por favor…no te vayas. Si te vas…no aguantaré ni cinco minutos…
-Debes ser fuerte…Yo también quisiera ayudarte a calmar tu dolor…pero mi destino no está aquí.-le dijo la gélida chica comenzando a flotar hacia el blanco cielo, cada vez más alto y envuelta en una brillante niebla.
-Sapphire…-susurró James siguiéndola con la mirada.
-Hasta siempre, James-se despidió Sapphire esbozando una media sonrisa-. Recuerda…que tú no tienes la culpa de nada. Ninguno te guarda rencor.
La figura de Sapphire se fue haciendo cada vez más difusa y borrosa, como si se mirara a través de un cristal empañado, dejando caer chispas de luz azul hielo.
-Sapphire, ¡no!-exclamó el joven extendiendo una mano hacia la figura de la gélida chica en un vano intento de alcanzarla-¡No te vayas!-cuando la silueta ya era apenas apreciable, la angustia de James se convirtió en un grito desesperado-¡¡Sapphire!!
Mientras el grito se extendía por la yerma y helada tierra, llevado por la ventisca, la figura de Sapphire desapareció por completo, una extraña oscuridad se apoderó del blanco de la nieve, y la conciencia de James se hundió en un sombrío e insondable pozo…


James despertó bruscamente en medio de la noche, empapado en sudor y temblando violentamente. Miró frenéticamente a su alrededor y vio a sus compañeros dormidos y la pradera tan verde como cuando habían llegado. El joven se retiró el pelo húmedo de la cara y respiró hondo para calmarse.
-Sólo ha sido…un estúpido sueño…-murmuró para sí, aún muy asustado. Sus ojos se dirigieron involuntariamente hacia Sapphire, que dormía unos metros más allá, alejada de los demás. Aliviado, James suspiró, pero aquella tremenda sensación de desasosiego no se le iba del cuerpo.
Aquel sueño seguía nítidamente grabado en su mente. Sobre todo el frío mortal que los apagados Cristales le habían transmitido.
Fue en aquel momento cuando se dio cuenta que entre el sudor de su rostro había lágrimas mezcladas. James se apresuró a enjugárselas con el dorso de la mano, sintiéndose avergonzado por que un simple sueño le hubiera causado tanto miedo.
Pero la verdad es que no era tan raro. Casi lo había sentido de verdad.
O mejor…quitemos el casi.
Mientras intentaba reordenar sus pensamientos, a James se le escapó un suspiro tan fuerte que Jessie, que dormía a unos dos metros de él, se despertó. Cuando fue a sermonearle por haberle despertado, Jessie vio a su amigo tembloroso y pálido, y le preguntó en voz baja:
-James, ¿estás bien?
Él se volvió sobresaltado hacia la joven, que le escrutaba críticamente y con preocupación. El recuerdo del sueño afloró de nuevo, y James se retiró un poco sin mirarla a la cara.
-No deberías preocuparte por mí, Jess…-musitó casi inaudiblemente-Las consecuencias serían…bastante trágicas…
-¿Qué dices?-preguntó Jessie, desconcertada-¿Qué te pasa?
-Nada que merezca la pena contaros…
Jessie se cruzó de brazos, comenzando a impacientarse. Cuando James estaba preocupado por algo, solía estar como media hora dando largas antes de confesar sus problemas.
-Déjate de rollos, y cuéntame lo que te pasa-le animó ella-. Está muy claro que no estás bien.
-Es un asunto mío…-repuso James, aún sin mirarla. Jessie, hastiada, se incorporó y se acercó a su amigo, pero cuando él la vio aproximarse, se levantó de un salto y retrocedió apresuradamente.
-No, Jessie-le dijo usando su nombre completo y alzando una mano para detenerla-. Por favor…no te acerques.
-¿Cómo? ¿Por qué?-inquirió ella parpadeando; aquella reacción no se la esperaba para nada.
-Lo digo por tu bien-insistió James sacudiendo la cabeza-. Es…es peligroso, de verdad.
-¿Peligroso, tú?-repitió Jessie abriendo los ojos al máximo-Creo que me he perdido. ¿De qué me estás hablando?
-Jessie, te lo pido por favor…Hazme caso, no te acerques a mí. No sabes lo que estarías jugándote…
Jessie no supo qué responder. No tenía ni idea de lo que iba la cosa, pero una cosa estaba clara; había algo que estaba atormentando a James, y no estaba dispuesta a dejar que su amigo siguiera pasándolo mal.
-Me niego a dejarte así, James-afirmó Jessie avanzando hacia él, que retrocedió más-. Salta a la vista que necesitas ayuda.
-No. No necesito nada; sólo quiero que…por vuestra propia seguridad…os alejéis de mí-murmuró James bajando la cabeza-. No quiero preocuparos, sólo eso…ni haceros daño…
-Pues te sale de categoría-ironizó ella acercándose, ignorando la petición de James-. Voy a ir, quieras o no. Sé que lo necesitas, caray.
James quiso retroceder de nuevo, pero las zancadas de Jessie eran largas y lo alcanzó enseguida. Antes de que se diera cuenta, la tenía al lado.
-¡Jessie, no!-saltó James reculando un paso-¡Aléjate, por favor!
-No voy a hacerlo, ya te lo he dicho-repuso Jessie reteniéndole del brazo antes de que retrocediera más-. Dime qué te pasa; te dije una vez que…
-¡Soy un peligro para vosotros!-la interrumpió él con gesto de dolor-¡¡Déjame!!
La reacción de James sorprendió tanto a Jessie que bajó la guardia; el joven aprovechó para zafarse de ella y marcharse corriendo hacia una colina que había al norte, justo donde estaba el arroyo que habían usado para adecentarse un poco. El grito despertó a todos los demás, y Meowth fue el primero en hablar:
-¡Las juergas nocturnas se hacen cuando todos están de acuerdo y no cuando dormimos, carape!
-Son las cuatro de la mañana-rezongó Leonor mirando su reloj-. ¿Qué haces despierta, Jessie?
Jessie tardó unos segundos en responder; estaba anonadada.
-Algo le pasa a James-dijo al final-. Estaba muy raro, y se ha ido…No sé qué cables se le han cruzado.
<<¿Raro?>>-preguntó Absol, súbitamente interesado-<<Dime, Jessie; ¿a qué te refieres con raro?>>
Ella se lo explicó a sus seis compañeros en apenas dos minutos con todo detalle. Al acabar, todos se miraron entre sí sorprendidos; sólo Absol adoptó una expresión de grave preocupación.
<<Hum...Te puedo resumir lo que le pasa a James en dos palabras, Jessie; está aterrorizado>>-declaró el Pokémon Siniestro gravemente.
Sus compañeros lo miraron a una.
-¿Aterrorizado?-quiso saber Ceniza; aún no se había enterado de todo lo que concernía al grupo-¿Por qué iba a estarlo?
-Hay algo que no te hemos contado, Ceniza-dijo Sapphire alzando la vista hacia él-. ¿Sabes acaso qué son los elementos regentes?
-Ni idea.-admitió Ceniza, azorado.
<<Son los…eh, elementos que nos, uh, rigen a nosotros, los Pokémon>>-explicó Riolu para asombro de todos-<<Están en…nuestra aura y cuando, hum, se controlan, se puede usar su poder. Los, esto, humanos también pueden…usarlo>>
-Jessie y Meowth tienen el Fuego y el Rayo respectivamente como elemento regente-intervino Leonor-y canalizan su poder mediante sus Cristales.
-Pero el colega James-terció Meowth, muy serio (algo muy raro en él)-tiene el elemento Hielo como regente. Y como él no tiene Cristal canalizador, su poder se le está yendo de las manos.
-Ah, ya-entendió Ceniza-. Pero sigo sin ver la conexión con ese terror…
<<Yo tampoco>>-añadió Riolu tímidamente. Excepto Sapphire, los demás miraron a Absol interrogantes.
El Pokémon Siniestro se tomó su tiempo antes de responderles.
<<¿Recordáis cómo reaccionó ayer cuando le dijimos que se había descontrolado otra vez?>>-todos asintieron-<<Antes de dormir, vi un pedazo de hierba congelada, y cuando fui a lavarme descubrí un trozo de agua congelada en el arroyo. El Hielo de su aura es demasiado poderoso, y creo que tiene miedo>>
-¿A qué? ¿Al frío?-bromeó Meowth.
<<No, Meowth>>-Absol lo miró, extraordinariamente serio-<<Está aterrorizado de sí mismo>>
Un asombrado silencio siguió a la declaración de Absol.
-¿Y eso?-quiso saber Leonor, sobrecogida.
<<Saber que sin ser siquiera consciente de ello es capaz de acabar consigo mismo y con nosotros…Se tiene pavor. Por eso>>-agregó mirando a Jessie-<<no quería que te acercaras a él, Jessie. Se aísla de nosotros para protegernos del Hielo>>
-Por eso estaba tan asustado…y por eso huía de mí…-murmuró Jessie. De pronto se levantó, sobresaltando a todos.
-Tengo que ir a verle-dijo; un brillo de decisión alentaba sus ojos azul eléctrico-. No puedo dejarle así. Debo ayudarle como buena líder.
-Muy bien.-aprobó Sapphire sin poder disimular una media sonrisa.
-¡Eh, eh, eh!-saltó Meowth poniéndose en pie también-¡Si tú vas, yo también! ¡James es mi colega, y sus problemas también son míos!
<<Perfecto. Pero tened tacto, chicos. No está pasando por un buen momento precisamente>>-les aconsejó Absol sonriendo.
-¿No podemos ir nosotros?-protestó Leonor. El Pokémon Siniestro se rió por lo bajo, pero negó con la cabeza agitando la melena blanca que rodeaba su cuello.
-Bueno, pues os esperamos…-repuso Ceniza encogiéndose de hombros.
<<Y no seáis…brutos>>-añadió Riolu.
Jessie y Meowth se miraron una sola vez, suficiente para ponerse de acuerdo en una misión mucho más importante para ellos que la salvación de Celesta: rescatar a James de su nueva crisis emocional. Así que se encaminaron rápidamente hacia la colina a la que su amigo se había dirigido, dispuestos a ayudarle aunque les fuera la vida en ello.

Una vez hubo llegado a la cima de la colina, James cayó de rodillas y apoyó las manos en el suelo, agotado y sobre todo muy asustado. Mientras subía la colina todo lo rápido que había sido capaz, las lágrimas se habían ido acumulando en sus ojos; el joven los cerró intentando evitar que se desbordaran, pero no sirvió para nada, pues dos de ellas escaparon y rodaron por sus mejillas hasta caer sobre la hierba. Como si se hubiera roto una presa, las demás las sucedieron casi de inmediato, creando un rastro húmedo y brillante en el pálido rostro de James.
Súbitamente, una helada corriente de energía recorrió su interior y subió por sus brazos hasta llegar a sus dedos, y un círculo de hielo se extendió alrededor de sus manos, congelando la hierba y minando sus energías. Sin que las lágrimas dejaran de manar, James entreabrió los ojos con esfuerzo y contempló el hielo que había alrededor de sus manos enguantadas, a pesar de que sabía de sobra lo que había sucedido. Alzó una mano con cautela y la observó desde todos los ángulos; algunos lo llamarían curiosidad, pero en su caso era impotencia y resignación.
Exhausto, James casi tuvo que arrastrarse hasta el arroyo, y eso es complicado mientras intentas retener un caudal casi inagotable de lágrimas.
En su mente sonaban las palabras que habían propiciado aquella situación.
“-Voy a ir, lo quieras o no. Lo necesitas, caray.
-¡Jessie, no! ¡Aléjate, por favor!
-No voy a hacerlo, ya te lo he dicho. Dime qué te pasa; te dije una vez que…
-¡Soy un peligro para vosotros! ¡¡Déjame!!”

Cuando por fin llegó a la orilla del arroyo, James se enjugó las lágrimas, se lavó la cara para borrar los rastros que éstas dejaban (sin mucho éxito, pues segundos después cayeron dos lágrimas más) y examinó con desgana su reflejo; un joven pálido y con marcadas ojeras de cansancio le devolvía una mirada lánguida desde la límpida superficie del agua. Tenía el pelo azulón, lacio, despuntado y largo hasta el final del cuello y le caía a ambos lados de la cara, y llevaba una camiseta holgada con la R roja del Team Rocket sobre su delgado y enclenque cuerpo. Un mechón de pelo se le alzaba, le llegaba hasta la nariz, puntiaguda y respingona, y le caía entre los ojos grandes y tristes, cuyo color era un cálido e intenso verde, y de cuyas comisuras surgía un rastro húmedo originado por las lágrimas.
James entornó los ojos; no hacía ni una semana que se había visto en una situación parecida. Y eso le incomodaba un poco. Aunque no tenía ningún problema en llorar si necesitaba desahogarse, por lo general lo evitaba para no preocupar a Jessie y a Meowth. Aparte, ellos notaban enseguida cuándo su amigo estaba de bajón y se encargaban de animarlo con una maestría envidiable, así que las lágrimas de James no salían tan frecuentemente como quizá debieran.
Pero en aquel momento llevaba una racha que le costaba aguantárselas.
A pesar de que sus compañeros no lo habían visto nunca, de vez en cuando a James se le escapaba una lágrima indiscreta sin razón aparente. Él se apresuraba a enjugársela, por lo cual ninguno de ellos tenía constancia de esto. Pero eso no quitaba que en el ánimo de James había algo que no marchaba bien. Y ni siquiera él sabía con certeza de qué se trataba.
Inmerso como estaba en sus sombríos pensamientos, James dejó escapar un grito ahogado cuando de repente notó cómo alguien le abrazaba por detrás con cierta cautela.
-Tranquilo-le dijo una voz cantarina que conocía muy bien-. No voy a comerte, ¿eh?
El oír la voz de Jessie sólo consiguió sobresaltarlo aún más. James se zafó de ella y retrocedió, presuroso.
-¡Jessie!-exclamó, y de pronto vio una silueta de baja estatura al lado de su amiga, y se le cayó el alma a los pies; Meowth también estaba allí exhibiendo su característica expresión socarrona en su rostro felino-¡Meowth! ¿Por…por qué…?
-¿Por qué estamos aquí?-completó Meowth alzando una ceja-¡Pues porque estamos preocupados por ti, tonto! ¡Eso es de cajón!
-No…no debisteis haber venido…Ya te lo dije, Jessie…No quiero preocuparos, pero…-James sacudió la cabeza-Por vuestro bien…no os acerquéis a mí…
-Óyeme bien, James-le cortó Jessie mirándolo seriamente-. Ya sabemos por qué “eres peligroso”. Absol nos lo ha dicho, y te aseguro que no me parece algo relevante.
-¿Absol? ¿Qué se supone que os ha dicho?
-Por qué te comportas como un Furret asustado.-le soltó Meowth.
Aprovechando la momentánea sorpresa de James, Jessie avanzó hacia él y alargó el brazo para sujetarle, pero no fue lo suficientemente rápida, porque James se percató de sus intenciones.
-Jessie, ¡no!-exclamó poniéndose en pie de un salto. Un segundo después, no obstante, al joven se le nubló la vista y le flaquearon las piernas, haciéndole caer. Por suerte, Jessie se apresuró a cogerlo antes de que diera con sus huesos en el suelo; Meowth se acercó a ellos, preocupado y algo suspicaz.
-¿Te encuentras bien?-le preguntó Jessie a James, a quien tenía entre sus brazos, como el día anterior; él trató de abrir los ojos, pero no tuvo fuerzas ni para eso. La joven, con cara de preocupación, le examinó con ojo crítico. Su inquisitiva mirada se detuvo en las ojeras de su amigo, en la palidez de su rostro (aunque James era pálido por naturaleza, su piel no solía ser de aquel color ceniza precisamente) y en los rastros de las lágrimas.
Meowth también se había fijado en aquellos detalles, a pesar de lo bestia que era.
-Jessie, ¿es cosa mía o me parece que James ha tenido otro descontrol gélido?-le preguntó el Pokémon parlante a su amiga. Ella frunció el ceño, se quitó uno de sus largos guantes negros y rozó con sus dedos la mejilla de James; retiró la mano dos segundos después.
-Eso me da a mí-respondió Jessie poniéndose otra vez el guante; estaba seria-. Está muy frío. No tanto como cuando lo de Seba y el Raikou, pero sí está frío. No me gusta cómo va esto, Meowth.
-No te digo; ni a mí-musitó Meowth, inquieto-. Si sólo fuera que libera Hielo por doquier…Pero es que además él se debilita y puede liquidarnos. ¡Menudo panorama!
-Por esa razón…-susurró de improviso James, sobresaltándolos; había conseguido entreabrir los ojos, pero no se movió ni un centímetro-no quiero…que os acerquéis…a mí. Sin darme cuenta…puedo mataros a todos…y apagar los Cristales. ¿No lo…entendéis?
-Oye, tú-le dijo Meowth aproximándose a sus amigos-; preferimos cascar a que te alejes de nosotros. Eres nuestro amigo, ¿me oyes? ¡Sin ti, la vida no es lo mismo!
-¿Y la muerte…sería lo mismo?-murmuró James con esfuerzo, debido a que estaba medio inconsciente. Jessie se estremeció, pero no por miedo. Había captado un matiz desolado en la voz de su amigo.
-No seas tan fúnebre, James. Si morimos, preferimos que sea todos juntos. Así llevamos las cosas, ¿no? Remontamos los días unidos, incluso cuando no hay nada que llevarse a la boca.-arguyó ella abrazándolo un poco más fuertemente. Él no dijo nada; se limitó a cerrar los ojos con cansancio. Ya no intentaba alejarse de Jessie y Meowth: no tenía fuerzas, y sentía que necesitaba el abrazo de Jessie. A pesar del miedo a hacerle daño a ella y al Pokémon parlante.
Meowth se sentó al lado de Jessie sin dejar de mirarla inquisitivamente. Bien era sabido por todos que vigilaba siempre muy de cerca a Jessie y a James y no le hacía ninguna gracia dejarlos a solas. Desde que Meowth se había enterado de que ella había estado enamorada de su insustituible colega, había hecho lo indecible por evitar que la relación de amistad de sus dos amigos llegase a algo más. Cosa ya muy difícil por sí sola, pero la intervención de Meowth lo convertía en un imposible. Por eso, cuando Jessie o James estaban de bajón, prefería acompañar a uno o a otro a animar al amigo deprimido para asegurarse de que no había problema. Sólo cuando él intuía que el asunto problemático sólo les incluía a ellos dos (como lo sucedido en las afueras de Ciudad Corazón) se retiraba discretamente.
Aun así, intentaba acercarse a escondidas e intervenir si la cosa “se salía de madre”.
Después de un silencio, Jessie notó cómo un escalofrío hizo temblar débilmente a James, y le preguntó en voz baja:
-¿Es verdad que temes al Hielo, James? ¿Tanto miedo te tienes?
James se tomó su tiempo en responder, ya fuera por lo débil que estaba o por la pregunta en sí. Al final, cómo no, Meowth perdió la paciencia.
-¡Venga, colega! ¡No tenemos todo el día!
-¡Calla, Meowth!
-No, Jessie…Tiene razón-le dijo James haciendo un esfuerzo y entreabriendo de nuevo los ojos para mirarles-. Si queréis…una respuesta a esa…pregunta…Sí, yo…tengo miedo de haceros daño…El Hielo me da miedo, sobre todo…porque puedo mataros…sin darme cuenta.
-Pues, en vez de lamentarte y languidecer como un alma en pena, podrías aprender a controlarte por ti mismo.-sugirió Meowth, algo más amable.
-Eso…no puedo, Meowth. Sin un Cristal…
El rostro anguloso de Jessie se iluminó de repente, como solía ocurrirle cada vez que tenía una idea.
-¡Claro!-saltó la joven-Espera, voy a ver si funciona…
Antes de que James y Meowth le preguntaran qué era lo que se traía entre manos, Jessie alzó una de ellas y se concentró; instantes después, el resplandor flamígero de la Esfera de Mesprit inundó la colina y tiñó de rojo la penumbra de la madrugada.
-La Esfera…-musitó James-¿Qué pretendes hacer?
-Es sencillo-respondió ella, y le tendió la mano en la que levitaba su Cristal-. Tócala, a ver.
-¿Uh?-se le escapó a Meowth, que no entendía nada de lo que estaba pasando.
James enarcó las cejas (no sin esfuerzo) y disparó una mirada desconfiada a la Esfera, que ahora parecía más poderosa que antes.
-No me fío de eso-repuso-. Aún me acuerdo…del quemazo que me dio…la primera vez que la toqué. El Fuego y el Hielo…no se llevan precisamente bien…
-¡Oh, vamos! Creo que eso fue porque mi Esfera no detectó el poder que tienes; además, si es cierto que el espíritu de Mesprit está encerrado aquí dentro…Bueno, digo yo que esa tal Mesprit no será tan imbécil como para dejar que estires la pata.-razonó Jessie esbozando una sonrisa.
-Traduce.-le reclamó Meowth, perdido.
-Que a lo mejor la Esfera puede reponer algunas energías de James-aclaró Jessie-. Al fin y al cabo puede ser un Portador, ¿no? Y yo soy la Portadora, ¿verdad? Pues si domino la Esfera, puedo pedirle que revitalice un poco a un amigo exhausto.
El Cristal despidió un fugaz destello rojo, como dándole la razón. James dudó un instante, pero al final (y reuniendo casi todas sus fuerzas) extendió una mano hacia la Esfera.
Entonces fue Meowth el que interrumpió aquello:
-Eh, eh. Jessie, ¿tú estás segura de que esto va a funcionar?
-Bueno, segura, segura…-reconoció ella-¿Por qué lo preguntas?
-Porque si vas a meterle Fuego a James en su aura…Qué queréis que os diga; según me contasteis el Hielo reaccionó contra el Pin Misil, y eso que fue un impacto exterior y de tipo Bicho. Digo yo que si reacciona contra el Fuego…será mucho más violentamente.
Jessie vaciló, y James retiró la mano con presteza. La Esfera de Mesprit parpadeó intensamente a modo de protesta, y tras un destello flamígero, se fundió ofendida con el aura de su Portadora.
-¡Hale!, ¿contento?-le espetó Jessie al Pokémon parlante-¡Ya la has ofendido! ¡Ahora no querrá ayudar!
-¡Pero si sólo es un trozo de cristal que brilla!-saltó Meowth, pasmado. Nunca había oído que los cristales se ofendieran.
-Si es cierto que…la Esfera alberga la esencia de Mesprit…-intervino James casi inaudiblemente debido al agotamiento-Mesprit es un Pokémon legendario…y como todos ellos, será orgullosa. Actuará a través…de la Esfera. Supongo que Uxie también podrá…hacerlo mediante el Prisma.
Meowth refunfuñó algo que sus amigos no alcanzaron a oír. Hubo unos instantes de silencio, hasta que James se separó un poco de Jessie, que lo miró interrogante.
-Está claro que no voy a poder…controlar el Hielo-murmuró él ante la muda pregunta de su amiga-. Manteniéndome cerca de vosotros no hago más que poneros en peligro. Y eso…es lo último que quiero…
-Uf, mira que eres…-gruñó Meowth-¡Ya te hemos dicho que nos importa un pimiento en vinagre qué nos pase! ¡Pero no queremos alejarnos de ti!
-Y si la consecuencia es la muerte…bueno, yo personalmente le tengo apego a la vida, pero prefiero que estiremos la pata los tres juntos-bromeó Jessie, y le revolvió cariñosamente el pelo a James, que ladeó la cabeza con sus últimas fuerzas-. ¿Te parece buen trato?
-Os da la vena del compañerismo…cuando las circunstancias son las menos adecuadas…-repuso James con un hilo de voz.
Meowth suspiró, resignado, y alzó una “mano”, concentrándose. De manera muy similar a como lo había hecho la Esfera de Mesprit, el Prisma de Uxie apareció flotando sobre ella emitiendo su chispeante brillo ambarino. Jessie lo miró con una mezcla de indiferencia y curiosidad muy desconcertante.
-¿Ofendes a la Esfera y ahora sacas al Prisma?-inquirió-¿Qué maquinas, Meowth?
-¡Eh, no te pongas a la defensiva conmigo!-protestó el Pokémon parlante fingiéndose molesto-Sólo quiero probar una cosa; ¿es eso un crimen? Oh, si lo es, ¡mola! ¡Hace tiempo que no llevo uno a cabo!
-No divagues y ve al grano.-le cortó Jessie fulminándole con la mirada.
-Eso que has dicho de restaurar las energías de James…no es mala idea-opinó Meowth, y esbozó una sonrisa socarrona de las suyas-. Lo que pasa es que, como he dicho antes, el Fuego de la Esfera podría activar las defensas del Hielo de una forma…hum…poco agradable. ¡Pero el Hielo y el Rayo no se llevan mal!
-¿Estás insinuando…que quieres meter en mi aura…la energía elemental del Prisma?-quiso saber James, y se giró débilmente hacia Meowth-¿Tú estás seguro…de que no va…a perjudicarme?
-No, ¡pero hay más posibilidades de que funcione!
-Loable sentido de la responsabilidad.-ironizó Jessie. Meowth puso cara agria, pero ignoró el comentario.
-¿Qué piensas, James?-le preguntó a su amigo-¿Te animas a probar?
Él se lo pensó durante un par de minutos, navegando en un mar de dudas.
-Muy bien-aceptó al fin-. Probemos.
Jessie refunfuñó algo, sabiéndose derrotada. Meowth acentuó su expresión sarcástica, se acercó a sus dos amigos con el Prisma flotando sobre su “mano” y se lo ofreció a James, que se incorporó con cuidado y extendió de nuevo una mano enguantada hacia el Cristal con muchísima cautela…hasta que sus dedos rozaron su pulida superficie.
El Prisma de Uxie despidió un intensísimo resplandor ámbar y el rectángulo de energía amarilla que rotaba sobre sí mismo en su interior comenzó a girar a una abrumadora velocidad. Tanto Meowth como Jessie pudieron sentir la gran cantidad de energía que emanaba del Prisma, pero también la súbita frialdad que rodeó el cuerpo de James. Ambos dejaron escapar un grito ahogado de alarma, pero algo les hizo desistir en su intento de apartar a su amigo del Cristal del Ser de la Sabiduría; él había cerrado los ojos con una extraña expresión de serenidad y el Prisma iluminaba su silueta brillando más que nunca. De pronto, los contornos de James se iluminaron con una fría luz azul hielo, pero aquel extraño resplandor de neón se esfumó casi al segundo de aparecer, al igual que el intenso brillo del Prisma de Uxie. Jessie se apresuró a sujetar a James al verle tambalearse, pero el joven cayó inerte entre sus brazos como aquella misma tarde.
-Vaya, hombre; ¿otro desmayo?-rezongó Jessie, incómoda. Meowth guardó el Prisma en su aura y examinó con ojo crítico a su amigo.
-No, creo que es una especie de… trance curativo-declaró el Pokémon parlante sonriendo aliviado-. ¡Mira, Jessie, ha funcionado! Ya no está tan frío, ¡y ya no está tan pálido y con esas ojeras tan notables! ¡Soy un genio!
-Caray, no está nada mal-reconoció ella a regañadientes-. Pero algo me dice que no sólo has restaurado su energía, ¿a que sí?
Meowth dejó escapar una risa nerviosa; estuvo así durante unos dos minutos hasta que se le cortó la risa de pronto y bajó la cabeza.
-Sí, vale, lo admito. He hecho otra cosa más.
-¿Y qué has hecho?
-Es dificilillo de explicar, pero…digamos que he sujetado el Hielo de su aura rodeándolo con mi energía del Rayo. Es como si lo hubiera retenido, ¿me entiendes? Así no se descontrolará con tanta facilidad.-explicó Meowth.
-¿Eso se puede hacer?-inquirió una sorprendida Jessie.
-¡Sip!
-¿Y cuánto tiempo durará tu “prisión”?
Meowth meditó durante un pequeño rato hasta que dijo:
-No lo sé con exactitud, pero…supongo que resistirá hasta que el Hielo de James no decida pegar un petardazo tan fuerte como el de anteayer.
Jessie asintió, más tranquila. Meowth dirigió una rápida mirada de reojo a James, que seguía en su trance reparador con una media sonrisa serena dibujada en su rostro.
-¿Qué hacemos con él?-preguntó poniendo los brazos en jarras.
-Bueno, ya sé que los demás nos estarán esperando, pero yo prefiero quedarme aquí para vigilarlo-opinó Jessie, que se encogió de hombros-. Qué quieres, no me fío del todo de tu especie de cárcel. ¡Cualquier trena no es de fiar!
-Como quieras. A mí también me preocupa, así que me quedo contigo.
Con una sarcástica sonrisa, Meowth se sentó al lado de Jessie y apoyó su espalda en el costado de ella. La joven miembro del Team Rocket se colocó de forma que el inconsciente James no le molestara demasiado; si iba a quedarse allí lo que quedaba de noche tenía que ponerse un poco cómoda. Pero la luz de la luna menguante era lo bastante tranquilizante como para que en unos pocos minutos todos acabasen dormidos.

En una colina más alejada de la que en ella se encontraban Jessie, James y Meowth, cuatro altas figuras observaban atentamente a los tres jóvenes miembros del Team Rocket.
Una de ellas, una joven mujer, se giró bruscamente hacia la persona que tenía al lado.
-Mira lo que consigues con las decisiones que no nos consultas-le espetó-. ¡La Estrella del Hielo, “tu Elegido”, corre un grave peligro por la creación del Cristal ajeno!
-Eh, tranquila, Luna. Yo no tenía ni idea de que su elemento regente fuese tan fuerte-se defendió el otro-. Sólo sabía que ellos eran muy jóvenes y estaban aún sin saber qué hacer; ¿es malo nombrar a una Guía para que les eche una mano?
-En circunstancias normales no, ¡pero no cuando eso puede acabar destruyéndole!
-¿Y yo qué sabía?
-Eres un imbécil, Darío-soltó Luna, furiosa-. Pero claro, ¡es lo único que puede esperarse del Guardián de la Oscuridad!
Darío se volvió de improviso hacia Luna con los ojos brillándole de forma amenazadora.
-Pues para que lo sepas, si yo no existiera, ¡tú tampoco!-le recordó secamente-Soy el Guardián de la Oscuridad y tú eres la Guardiana de la Luz. ¡Sabes bien que sin nosotros dos no habría equilibrio en Celesta!
-Pero si es sabido por todos que la Oscuridad sólo desequilibra. ¡Yo sola podría perfectamente mantener ese equilibrio!
-¿¡Ah, sí!?
-¡Ya está bien!-les cortó otra de las figuras, otro joven cuya voz imponía respeto-Me recordáis a mis hermanos; ¡siempre discutiendo! No os olvidéis de lo que hemos venido a hacer aquí.
-Esa es otra… Sigo sin saber muy bien qué hacemos aquí-intervino la cuarta persona, un adolescente de unos catorce años a juzgar por la estatura-, cuando deberíamos estar trabajando en nuestras cosas. Cuando al jefe le da por ahí, ordena unas cosas…
-Un momento…-el joven que había interrumpido la disputa entre Luna y Darío avanzó unos pasos y alzó las manos. De pronto empezó a soplar un fuerte viento que se llevó las nubes que tapaban la luna en apenas un par de minutos.
El adolescente alzó las cejas con sorpresa.
-No está mal.-afirmó.
-Gracias, Antonio, pero no es nada-repuso el joven modestamente-. Soy capaz de hacer muchas más cosas…siempre que no me encierro en este dichoso cuerpo humano.
-Ah, por favor. Cuando nos convertimos en humanos pasamos mucho más desapercibidos que si fuéramos caminando por ahí en nuestra forma original-dijo Darío sonriendo con malicia-. Eso tienes que reconocerlo, Víctor. No vienen los entrenadores saltando ridículamente con la Pokéball en la mano y gimoteando “¡Ay, mira! ¡Un Pokémon grande y fuerte que nunca hemos visto! ¡Vamos a capturarlo!”, y además podemos adoptar una forma más joven…y relacionarnos con los humanos puros. ¿A que sí, Luna?
-Vete al carajo.-fue la respuesta de Luna, que se había puesto roja.
La luz de Delta, la luna de Celesta, permitió que los rasgos de los cuatro misteriosos jóvenes fueran apreciables. Luna era alta y esbelta, tenía el pelo rubio dorado en una media melena cuyas puntas se curvaban hacia fuera, el flequillo se alzaba en una punta de forma un tanto similar a un cuerno, su nariz era larga y afilada y tenía los ojos almendrados de color fucsia; vestía una blusa de tres colores (azul, amarillo y fucsia), unos vaqueros púrpura y llevaba un pañuelo lila al cuello. Darío también era alto y muy delgado, su melena era blanca, un poco ondulada y larga hasta los hombros, donde se le abría en puntas, y sus ojos eran de color azul claro; vestía de negro y, al igual que Luna, portaba un pañuelo anudado al cuello, sólo que éste era de color rojo intenso. Víctor era muy alto y esbelto, y se movía con tanta elegancia que parecía flotar en vez de andar; tenía el pelo de color verde brillante con mechones rojos en una media melena, revuelto y despeinado, sus orejas estaban acabadas en una especie de punta y sus ojos eran de un color amarillo algo inquietante; llevaba una camiseta de manga larga de color verde esmeralda con un intrincado dibujo de líneas amarillas, y unos pantalones de chándal negros. Por último, Antonio era más bien de estatura media pero era delgado, de pelo verde claro y blanco y fucsia alrededor de las orejas en una curiosa forma similar a una flor, no muy largo y de aspecto parecido a un lecho de suave hierba, y sus ojos eran de color marrón tierra verdoso; vestía una camisa blanca y pantalones de color verde lima.
-Una forma más joven…eso depende-replicó Víctor riendo por lo bajo-. Si hablamos de Lux…tampoco es que aparente mucha juventud cuando adopta forma humana. Se pone barba y todo.
-Lux es una excepción. Yo me refería a casos como por ejemplo el de Antonio.-explicó Darío, malicioso.
-¿Qué pasa conmigo?-protestó Antonio.
-Fijaos; tiene casi mil trescientos millones de años y parece un mocoso de quince años.
-¡Eh, eh! ¡No me eches años; sólo tengo ochocientos millones!-Antonio estaba colorado-¡Me haces muy viejo!
-Teniendo en cuenta que Luna y Darío tienen aproximadamente doscientos millones de años-intervino Víctor-, eres más viejo que ellos. Claro que yo tengo tres mil novecientos millones; os supero por goleada.
-Dejemos de hablar de edades-terció Luna, seria-. Hay que centrarse en el descontrol de la Estrella del Hielo.
-Pero si la Estrella del Rayo ya ha retenido el Hielo de su aura.-objetó Víctor alzando una ceja. Luna sacudió la cabeza y lo miró seriamente.
-No por mucho tiempo.
-Cierto-repuso Antonio-. El Hielo y el Rayo no reaccionan mal, pero por eso el efecto de la prisión es mucho menos eficaz.
-Hablando de elementos regentes…esa chica y el Absol los están despertando-informó Darío; sus ojos azules miraron a sus compañeros uno por uno-. Me preocupa que también se descontrolen.
-Ah, pero no te preocupes. El Espíritu y la Mente están conectados, y si no se coordinan no se pueden liberar.-le tranquilizó Víctor.
Luna suspiró y observó los pies de la colina en la cual estaban Jessie, James y Meowth. En la falda se podía apreciar una especie de bulto y una tímida fogata. Antonio se percató de la expresión de su compañera.
-Te preocupa, ¿verdad?-le preguntó suavemente.
-Aunque es admirablemente inteligente, lógico y deductivo…es muy joven-repuso ella ladeando la cabeza-. Daría mucho por estar junto a él y decirle quién es, pero…sólo se me permite guiarles de momento. Además sería muy impactante para él revelarle quién es su hermano.
-Medio hermano, ¿no?
-Da lo mismo. Tienen la misma sangre, en parte.
-No te inquietes, Luna-intervino Víctor, que había estado atento a la conversación-. Estará a salvo. Absol es fuerte, lo sabes.
-Sí, pero…la Estrella de la Oscuridad lo es más.
-¡Y nosotros somos los seres más poderosos de la dimensión!-proclamó Darío con orgullo-¡Podemos aplastar a esos humanos desequilibradores en un abrir y cerrar de ojos!
Víctor le disparó una mirada severa, pero fue Antonio quien le respondió:
-Es posible que seamos capaces de eso, pero te olvidas de que los humanos y su dichosa tecnología consiguen anular nuestros poderes y nos someten a su voluntad, Darío.
-A veces pienso-terció Luna, pensativa-si nuestro destino final no será acabar encerrados en cuerpos humanos. La humanidad se está volviendo dura para los Pokémon, al fin y al cabo.
-¡Luna! ¿Qué es lo que dice Lux cuando le preguntamos cuál será nuestro futuro?-le regañó Víctor amistosamente-“Nosotros debemos estar ahí, pase lo que pase, por el bien de Celesta y la Tierra. Si los humanos se interponen en nuestro camino, el camino de la Naturaleza, que lo hagan; las consecuencias las pagarán ellos.” Siempre seremos como somos, y los humanos no nos harán cambiar. Y si lo intentan, peor para ellos.
-Me da escalofríos oíros hablar de los humanos como si fuesen basura.-comentó Luna.
-No los consideramos basura-replicó Antonio, azorado ante la frase de su compañera-; son seres vivos que merecen nuestro respeto. Pero tienes que reconocer que se ganan a pulso cierta repulsa por nuestra parte, Luna. Cubren la floresta que yo creé con esa endiablada capa de asfalto y hierro. Y Flora y yo escuchamos los lamentos de las plantas. Aunque comprendo que tú aprecies a los humanos… Tú eres la única de nosotros que has aprovechado la excepción que nos concedió Lux, ¿verdad?
-Así es.
Darío se cruzó de brazos y clavó sus ojos azules en la luna menguante.
-Sigo sin ver qué diantre viste en ese Avavil-rezongó el joven de negro-. Yo te he propuesto salir conmigo unas cuantas veces y tú sigues dándome calabazas; en cambio va y te fuiste con un humano. No te entiendo, Luna.
-Avavil no tenía grabado en su aura el poder de la Oscuridad como tú.-arguyó Luna, que de nuevo se había sonrojado. Víctor sacudió la cabeza, avanzó hacia ella y le puso una mano en el hombro.
-Y sin embargo, era lo suficientemente egoísta y zafio como para abandonarte cuando se enteró de que no eras como él-dijo a media voz-. Hay humanos respetables e incluso dignos de admiración, pero Avavil no era precisamente uno de ellos. Hasta Darío es mejor que él.
-¡Eh!-protestó Darío, ofendido-¡No me compares con un humano!
Su enfado dio pie a un silencio entre sus compañeros, que habían dirigido sus poderosas e intensas miradas a la colina donde un joven de aura helada reposaba restaurando sus energías perdidas y una Portadora de Fuego y un Portador de Rayo velaban dormidos su descanso.
Al cabo de un rato, Antonio rompió el silencio:
-Lux dijo que Luna debía cuidar de los Portadores, pero…No te lo tomes a mal, Luna, pero es que la Estrella de la Oscuridad es demasiado poderosa. Creo que si te enfrentaras tú sola a él no podrías vencerle.
Ella se envaró con sus ojos fucsias echando chispas de irritación.
-Soy la Guardiana de la Luz, Antonio-replicó, ofendida-. Considero que estoy lo bastante capacitada como para enfrentarme a ese…ese cúmulo de Oscuridad sin sufrir graves secuelas. Lux me dispuso para ello al nombrarme Guardiana del equilibrio.
-La Luz no es el equilibrio, Luna; es uno de sus dos extremos-objetó Víctor esbozando una media sonrisa-. Mal que te pese, tienes que colaborar con Darío para equilibrar la armonía entre la Luz y la Oscuridad. Y por eso la Estrella de la Oscuridad puede derrotarte.
-Venga, Víctor, di lo que te ronda por la cabeza de una vez.-le apremió Darío.
-Sugiero que, a pesar de que Lux no nos lo haya ordenado, velemos nosotros mismos el progreso de nuestros jóvenes elegidos-propuso el joven; sus ojos amarillos relucieron de emoción-. Y de paso podemos incluso llegar a enfrentarnos a una Estrella de la Oscuridad. Hace siglos que no tengo una buena reyerta.
La idea interesó a sus tres compañeros, a juzgar por las caras que pusieron.
-¡Me parece muy interesante!-declaró un exultante Darío.
-Ciertamente, ¡es una gran idea!-añadió Antonio.
Luna, no obstante, alzó una ceja.
-¿Seguro que no nos meteremos en líos por esa ocurrencia tuya?-inquirió, insegura. Víctor se encogió de hombros; una suave brisa revolvió más su despeinado pelo verde intenso.
-Si Lux nos monta el sermón, yo intercederé; soy de sus favoritos. Además habremos contribuido a salvar Celesta de Cífer. No puede enfadarse mucho por eso.
-Bueno, vale-se rindió Luna-. Pero si nos cae el puro, la culpa será tuya.
Darío se sobresaltó de pronto al mirar a la luna de nuevo, que los observaba desde el cielo nocturno como un ojo luminoso.
-¡Vaya!, ¿es ya tan tarde?-exclamó el joven de negro, y se adelantó unos pasos hacia la punta del risco-Me voy ya, o si no…Bueno, debo retomar mi trabajo de Guardián.
-Pues ya nos veremos, Darío-se despidió Antonio agitando una mano, tal y como lo hicieron Luna y Víctor después-. Luna y yo también nos vamos, así que podemos marcharnos los tres.
-¡Vale!-aceptó Darío acercándose a los dos compañeros-Entonces nos vemos la semana que viene, Víctor, ¿te parece?
-No hay problema-aceptó Víctor-. Venga, no os demoréis más.
De pronto, una explosión de luz verde, dorada y negra inundó la colina y cegó a Víctor por un instante; cuando se extinguió, no había ni rastro de los tres jóvenes que habían estado allí hacía escasos momentos.
Sin embargo, Víctor no parecía en absoluto sorprendido. Se dirigió hacia el risco en el que finalizaba la colina y observó desde allí a los tres jóvenes miembros del Team Rocket dormidos en la loma de más allá. Al verlos juntos, a Víctor se le antojó que formaban un solo ser.
Y se juró a sí mismo que les protegería de cualquier ente que les deseara el menor mal.

---Sigue en el siguiente grito---
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
~ Tellius Chronicles ~


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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
~ Las Cinco Estrellas de la Oscuridad ~
Próximo capítulo:
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

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~~~Continuación del capítulo 41~~~
-Ah, ¿entonces eso es lo que es un Cristal?
-¡Exacto! Y la Voz nos dijo que debíamos reunir los de Uxie, Mesprit y Azelf para pasar algo que llamó la Prueba de la Unión.
Ceniza asintió, intrigado. Había sido el que le había pedido a Leonor y a Sapphire que le explicaran la misión que el grupo se traía entre manos desde hacía casi un mes. Dado que era el miembro más reciente, tenía que ponerse al día, según él.
-Creo haber entendido que un Cristal es un objeto de cristal que alberga algún poder de algún Pokémon legendario, ¿me equivoco?-preguntó Ceniza frunciendo el ceño, y repasó mentalmente todo lo que le habían dicho las dos chicas.
-Básicamente es eso-confirmó Sapphire-. Aunque debo reconocer que desconozco todos los detalles sobre los Cristales.
-Al menos el concepto general lo sabemos.-comentó Leonor encogiéndose de hombros con desenfado.
-Y los que tienen bajo su custodia un Cristal son los Portadores, ¿voy bien?-siguió rememorando Ceniza; Leonor y Sapphire asintieron a la vez-Por tanto, Jessie es la Portadora de la Esfera de Mesprit y Meowth es el Portador del Prisma de Uxie…
-Exactamente.-dijo Leonor sonriendo.
-Darkrai os aconsejó ir al Lago Valor para que James se sometiera a la prueba de Azelf y tuviera la oportunidad de convertirse en Portador, ¿es así?-Sapphire asintió de nuevo-Y los Unown le revelaron a Meowth (y a mí también) la existencia del Pasaje Arcano para acortar camino y llegar al lago antes de que Cífer os intercepte. ¿Lo he resumido bien?
-¡A la perfección!-saltó Leonor-Ahora decide si seguir con nosotros o huir por tu seguridad.
-No, no; yo me quedo. Me lo pidieron los Unown, y además estáis luchando por salvar Celesta. ¡Sería muy egoísta por mi parte no ayudaros!
-Tú mismo. Luego no digas que no te advertimos.-bromeó la chica. Sapphire le disparó una mirada severa, pero no comentó nada.
Jessie y Meowth, tras asegurarse de que James se encontraba mejor (aunque seguía cansado y seguía dormitando en el claro junto a Riolu y vigilado por Absol), se habían ido a recopilar información sobre Gallade y su tribu, los guardianes del Pasaje Arcano según los Unown. Ceniza había optado por quedarse junto a Leonor y Sapphire para conocer más datos acerca del trabajo que la Voz les había pedido que realizaran.
-Dices que te gusta investigar misterios, ¿no, Ceniza?-quiso saber Sapphire; él asintió-¿Fue eso lo que te llevó a las Ruinas Sosiego?
-Sí, eso fue. La verdad es que antes de ir quería pasarme antes por el Lago Veraz, pero no sé, de pronto me entró una prisa tremenda por ir a Pueblo Sosiego-Ceniza se rascó la cabeza, un poco desconcertado-. Así que vine, y conocí a Meowth en las Ruinas. Y por extensión, a todos vosotros.
-¿De dónde eres? Si no es indiscreto por mi parte preguntarte, claro.-se apresuró a aclarar Leonor, temiendo parecer entrometida. Ceniza esbozó una sonrisa al ver el apuro de la chica.
-No es ninguna indiscreción-respondió el joven-; soy de las Islas Naranja, más concretamente de Isla Shamuti.
-Eso está tan apartado del archipiélago que es dudoso si pertenece a él.-objetó Sapphire.
-Técnicamente es parte de las Islas Naranja, pero no vamos a meternos en cuestiones político-territoriales.-bromeó Leonor; la risa que le entró a Ceniza fue ahogada súbitamente por una expresión de sorpresa muy peculiar.
-Me interesaba saber lo de los Cristales por una razón muy sencilla…-murmuró, más para sí que para las dos chicas-Tengo por aquí algo…
Leonor y Sapphire aguardaron con paciencia (mejor dicho, Sapphire aguardó con paciencia; Leonor era muy impaciente) a que Ceniza acabara de rebuscar en sus bolsillos en busca de lo que le había hecho preguntarles qué eran los Cristales.
No tuvieron que esperar mucho para conocer la causa.
-¡Por fin! Temía haberla perdido…-repuso Ceniza extrayendo de un amplio bolsillo de su pantalón algo alargado y de color azul fuerte-¿Podéis echarle un vistazo a esto?
Las chicas se inclinaron para observar mejor lo que el joven les estaba mostrando; Leonor ahogó un grito de sorpresa, y Sapphire enarcó las cejas.
Se trataba de una flauta de pico hecha de cristal, un cristal clarísimo, purísimo y de color azul marino un tanto similar a los ojos de Jessie. La boquilla era de un tono de azul aún más fuerte, con un par de manchas ovaladas y nacaradas a cada lado y con una especie de aleta con un borde rojo coronándola; el bisel tenía un vago parecido a la boca de un pez. El tubo era como el de una flauta dulce normal, sólo que los agujeros estaban hechos con tanto cuidado que tenían el tamaño justo para que el sonido fuese perfecto, y estaba marcado con el diseño de olas del azul de la boquilla cuyos bordes también eran rojos. La boca no era circular, sino con forma de rombo, y estaba desarrollada de una forma tan intrincada que uno no sabía qué línea era la continuación de otra o qué dibujo seguía a otro; al igual que en la boquilla, los bordes presentaban un intenso color rojo que contrastaba con el azul intenso del cristal que formaba la flauta. Del punto donde comenzaba el tubo y la boca pendían cuatro cintas de color azul fuerte de puntas bífidas. Todo el instrumento brillaba con una tenue luz azulada que parecía contener toda la energía del mar.
Sapphire fue la primera en hablar tras el asombrado silencio que produjo la visión de aquella misteriosa flauta:
-¿De dónde has sacado esto?
-Estaba de visita en el Templo que hay en una de las islas próximas a Shamuti, y mientras estaba examinando las inscripciones que hay por todas partes, encontré mi flauta en una hornacina-respondió Ceniza encogiéndose de hombros-. Y creo que es la causante de que casi todos mis Pokémon sean de tipo Agua.
-¿Qué tiene que ver una flauta con los Pokémon de Agua?-se le escapó a Leonor, aunque no intentó remediar su “brusca” pregunta.
De todas formas, Ceniza no se lo había tomado a mal.
-Bueno…Es largo de explicar, y probablemente no me creeréis.
-Prueba a ver.
El joven vaciló un momento, pero el entusiasmo de Leonor le animaba y la serenidad de Sapphire le tranquilizaba.
-Resulta que cada vez que toco esta flauta, si hay Pokémon de tipo Agua cerca, vienen en manada-explicó; iba ruborizándose a cada palabra que decía-. Siempre he tenido muy mala suerte buscando Pokémon, y esta flauta la cambió. Aunque eso implica que, excepto Castform, todos mis Pokémon son de tipo Agua.
-¡Vaya!, ¿tienes un Castform?-quiso saber Leonor; él asintió, orgulloso-¿Cuáles son tus Pokémon?
-Castform, Gastrodon, Gyarados, Vaporeon, Swampert y mi querida Milotic-enumeró Ceniza acentuando su sonrisa de satisfacción-. Salvo Castform, todos fueron atraídos por la música de esta flauta. Por eso la llamo Flauta de Agua.
-Muy curioso…-comentó Sapphire en voz baja. Parecía estar dándole vueltas a algo; no dejaba de mirar inquisitivamente la flauta de cristal azul.
Una fría brisa, típica del otoño, agitó la hierba fresca que crecía en aquella ruta tan exuberante, fruto de la permanente lluvia que caía en lo que los Unown habían llamado la Ruta de las Nubes Llorosas. Ceniza depositó la flauta a su lado y se recostó contra una piedra lisa, aparentemente relajado y emocionado.
-Caramba, ¡hay que ver!-exclamó después de unos momentos-Quién iba a decirme a mí que iba a colaborar algún día para salvar el mundo… ¡Nunca pensé que sería mi destino!
-El destino no existe-replicó Sapphire, impasible-. Eso es algo que nosotros mismos nos forjamos. Cada paso, cada decisión, es un trazo de nuestro destino.
-Venga, Sapphire, no hables tan místicamente, que me das un pelín de miedo.-le pinchó Leonor con una sonrisilla socarrona. La gélida chica respondió con una media sonrisa, pero no dijo nada.
-Una cosa, chicas… ¿Puedo yo preguntaros cuáles son vuestros Pokémon?-pidió Ceniza tímidamente-Es simple curiosidad, si no queréis decírmelo, no pasa nada.
-Por mí no hay problema-dijo Leonor, despreocupada-; mis Pokémon son Espeon, Blaziken, Gastrodon, Skarmory, Lucario y Glameow, sin contar a Absol, pero Absol es más amigo para mí que un Pokémon.
-¿También tienes un Gastrodon?-inquirió el joven con sorpresa.
-¡Sí! Es del oeste de Sinnoh; es decir, el rosa y marrón. ¿Y el tuyo?
-El mío es del este, el azul y verde. Menos mal, así los diferenciaremos.
De pronto se oyó un potente graznido, y los tres compañeros alzaron la cabeza a la vez, alarmados. Enseguida comprobaron que se trataba de una bandada de Spearow que al parecer buscaba alimento. Cuando los perdieron de vista, Sapphire dijo:
-Yo sólo tengo cinco Pokémon; Altaria, Glaceon, Dragonair, Dragonite y Spheal.
-Se nota que te gustan los Pokémon de tipo Hielo y Dragón, ¿eh?-observó Leonor en tono de broma. Sapphire se encogió de hombros acentuando un poco su media sonrisa.
-En la parte de Sairutsa de donde vengo, los Pokémon más abundantes que hay son de esos dos tipos; son los únicos que aguantan bien el clima tan extremo.
Ceniza fue a añadir algo, pero un furioso grito proveniente del sitio donde habían acampado le hizo cambiar de opinión:
-¡¡Pajarraco del demonio!! ¡¡Si te pillo te desplumo!!
-¡Ésa es la voz de Jessie!-exclamó Leonor, asustada-¡Vamos a ver qué pasa, rápido!
Sapphire y Ceniza no se lo pensaron dos veces; echaron a correr junto a Leonor en dirección a su “campamento”, y llegaron justo a tiempo para detener a Jessie, que estaba a punto de enzarzarse en una pelea cuerpo a cuerpo contra un Fearow salvaje que graznaba enfurecido y aleteaba frenéticamente.
-Alto, ¡alto!-saltaron Leonor y Ceniza a la vez, y se lanzaron a sujetar a la joven, que ya había avanzado hacia el Pokémon pájaro.
-¡¡No quiero detenerme!!-protestó ella, furiosa-¡¡Ese bicho se ha pasado de listo!!
<<He intentado hablar con él, pero no quiere hacerme caso>>-intervino Absol, a quien se le notaba un poco pálido-<<Pero lo que está diciendo ahora es que necesita alimento urgente para su bandada, y que no puede quedarse por aquí mucho tiempo>>
-¿¡Y para eso tiene que robarnos las bayas!?
-¡Jessie!, ¿qué más te da?-saltó Meowth, que había estado entretenido ayudando a sujetarla-¡Yo me muero de hambre, pero seamos un poquito…solidarios con un Pokémon, aunque no sea lo nuestro!
Tardaron un rato en apaciguar a Jessie, pero por fin ella accedió a regañadientes cederle al Fearow las bayas (por poco ella y Meowth se echaron a llorar), que casi se puso a saltar de alegría. En agradecimiento, el Pokémon salvaje les dedicó una retahíla de graznidos, que, por supuesto, sólo Meowth, Absol y Riolu pudieron interpretar, y luego se marchó.
-¿Qué ha dicho?-quiso saber James, que se había quedado prudentemente al margen.
<<Ha dicho, hum…que tengamos mucho cuidado, eh…porque por aquí viven unos Pokémon…que son muy celosos con su, esto, territorio>>-tradujo Riolu a trompicones.
-En resumen, podemos ser atacados.-repuso Sapphire simplemente.
Jessie gruñó algo entre dientes y acto seguido se encaró a James:
-¡Ya podías haber ayudado, caray! ¡Ves que viene el pájaro ese a robar comida y no la defiendes!-él no dijo nada, y por eso Jessie le soltó una colleja-¡Y no te hagas el sordo, que me pones nerviosa!
-Ten cuidado, Jess…-murmuró James llevándose una mano a la cabeza con gesto de dolor-Hace un buen rato que me duele mucho la cabeza. Acabas de producirme una buena punzada.
<<Relájate, Jessie>>-terció Absol, serio-<<No juegues con las alarmas de James, o el esfuerzo de Meowth no servirá de nada>>
-Será el cansancio-opinó Ceniza-. Descansa un poco, James, y seguro que te sentirás mejor.
Todos se mostraron de acuerdo, pero Meowth frunció el ceño, preocupado.
Sentía que algo no iba bien.

Víctor se encontraba subido a la rama de un árbol, disfrutando del paisaje y del buen tiempo, cuando una despreocupada voz sonó en su mente:
“-¿Víctor?”
El joven alzó la cabeza bruscamente y miró a su alrededor, desconcertado.
Conocía aquella voz, pero no vio por ninguna parte a su dueño.
“-¿Eres tú, Señor del Origen?”-preguntó mentalmente, intentando disimular su sorpresa.
No tardó en recibir la respuesta.
“-¡Sí, soy yo!”-confirmó aquel que estaba comunicándose con él-“No me busques cerca de ti, Víctor. Estoy con el grupo a quien vigilas.”
“-Así que lo sabes…No me sorprende, pero… ¿qué se supone que estás haciendo con ellos?”
“-No te molestes en preguntarme, que no te lo voy a decir.”

Víctor rezongó por lo bajo, pero se encogió de hombros. Conocía perfectamente la faceta bromista del Señor del Origen.
“-Oye, Víctor”
-le dijo su interlocutor-“, tengo que avisarte de que alguien del grupo vuelve a correr peligro. Y mucho me temo que el problema volverá dentro de bien poco.”
La rama del árbol se balanceó peligrosamente cuando el joven se enderezó súbitamente.
“-¿¡Cómo!? ¿Te refieres al joven que posee el elemento Hielo?”-inquirió Víctor, alarmado.
“-Sí, a él me refiero.”
“-¡Pero si la Estrella del Rayo contuvo su poder con el Prisma de Uxie!”

El Señor del Origen chasqueó la lengua telepáticamente, algo que a los no telépatas les resultaba muy extraño, pero muy normal para ellos.
“-Como tú bien sabes, el Hielo y el Rayo no se repelen, pero su presión es mucho menor”-explicó-“. Aunque no estoy presente, lo noto. Y sé que esa barrera del Rayo no durará mucho más tiempo.”
Víctor maldijo por lo bajo.
“-Voy ahora mismo. Es hora de poner a prueba mis poderes.”
“-Date prisa.”

La conciencia del Señor del Origen se retiró de la de Víctor, y el joven no perdió el tiempo; saltó del árbol (desde una altura de unos dos metros, pero no se hizo el menor daño) y echó a correr hacia una colina próxima desde donde se veían las inmediaciones, y por extensión, el campamento.
Al llegar a la parte más alta de aquella colina, Víctor escudriñó rápidamente los alrededores. A un humano normal se le pasarían por alto muchísimos detalles, pero su agudísima vista le permitió ver al pie de una loma a los ocho compañeros reunidos, charlando despreocupadamente.
Víctor entrecerró sus ojos amarillos, concentrándose; las auras de los ocho se le hicieron claramente perceptibles, y brillaban con diferentes colores. Centró la atención en el aura de Hielo del joven miembro del Team Rocket que estaba allí, y soltó una maldición al ver que la energía del Rayo que atenazaba su elemento regente estaba sufriendo una constante palpitación ejercida por el Hielo, que luchaba por liberarse, y que su resistencia era cada vez más débil.
Víctor iba a marcharse apresuradamente cuando percibió un movimiento amenazante entre la hierba alta que crecía por aquella ruta; analizó aquellas auras que habían entrado en su campo de visión, y se sobresaltó sobremanera al reconocer a aquellos Pokémon que avanzaban hacia el grupo.
-Maldita sea.-soltó el joven, y echó a correr hacia la colina donde reposaba el grupo tan rápido como podía.

Un ligero pero amenazador movimiento entre los arbustos hizo volverse a una a los ocho compañeros.
-¿Qué ha sido eso?-preguntó Leonor a nadie en concreto, inquieta.
De nuevo se repitió aquel movimiento, coreado por el sonido de otros arbustos agitados por “algo”, y esa vez fue acompañado por un intimidante gruñido.
-Yo te lo digo ahora mismo, Leo; ¡otro problema más!-masculló Jessie sacando una Pokéball de algún bolsillo de su minifalda blanca sin dejar de mirar inquisitivamente los arbustos. James, Leonor, Sapphire y Ceniza la imitaron.
Pero por desgracia, sus atacantes tardaron apenas un segundo en abalanzarse sobre ellos tras la reacción de los jóvenes entrenadores.
Unos veinticinco Zangoose les atacaron a la vez desde entre los arbustos, gruñendo con furia y con sus afiladas garras por delante. De no ser por la rápida intervención de Absol, que usó su Rayo Hielo creando una barrera de hielo que los frenó, no habrían podido contarlo.
Una vez repuestos del factor sorpresa de los Zangoose, los cinco entrenadores del grupo lanzaron al aire las Pokéball que habían sacado. Los Zangoose retrocedieron un tanto cuando Seviper, Carnivine (a quien tuvieron que retener entre Meowth y Riolu para que no se lanzara a morderle la cabeza a James como siempre hacía), Glameow, Altaria y Milotic se irguieron desafiantes sobre ellos.
Aprovechando aquella vacilación de sus enemigos, Meowth exclamó:
-¡Zangoose! ¡Una peña entera de Zangoose rabiosos! ¡¡Pifiada la hemos!!
<<Por una vez estoy de acuerdo contigo, a pesar de la escasa finura con la que dices las cosas>>-repuso Absol imprimiendo un puntillo de ironía en sus palabras telepáticas-<<Esto es un imprevisto muy peligroso>>
Todos comprendieron; a todos se les escapó una mirada de reojo dirigida a James, que tenía los ojos vidriosos y, aunque intentaba disimularlo, su rostro presentaba cierto gesto de dolor. Él se percató de las miradas de sus compañeros, pero hizo como si no se hubiera dado cuenta de ello.
De pronto, un Zangoose saltó hacia ellos, tan rápidamente que cuando quisieron darse cuenta ya lo tenían encima. Pero antes de que sus garras rozasen la piel de alguno de ellos, una cola con forma de filo envuelta en una brillante luz lila golpeó al Pokémon y lo lanzó unos metros más allá. Los ocho compañeros oyeron el siseo triunfal de Seviper, que a juzgar por el leve temblor iracundo que recorría su negra y dorada piel escamosa, estaba deseando lanzarse contra todos los demás Zangoose.
-¡Seviper!...Claro-comprendió Ceniza, sorprendido por las ansias de combate del Pokémon de Jessie-, los Seviper y los Zangoose son rivales por instinto.
-¡Entonces los haremos trizas!-proclamó la joven frotándose las manos, dispuesta a entrar en combate. No obstante, veinticinco Zangoose no dejaban de ser demasiados Zangoose para un solo Seviper, así que todos los demás Pokémon del grupo se apresuraron a protegerle de la marabunta de garras que se abalanzaron sobre Seviper.
Pronto se vieron todos envueltos en un frenesí de zarpazos, veneno, semillas, agua y viento; Seviper se defendía con su Cola Venenosa, Carnivine atacaba con Recurrente, Milotic golpeaba con Acua Cola, Glameow repartía candela con Golpes Furia y Altaria usaba su Tornado, mientras que los Zangoose buscaban la piel de sus enemigos con su poderosa Cuchillada.
<<Aay…>>-se quejó Riolu, asustado-<<Me da…eh, la sensación de que…uh, en cualquier momento voy a, esto, recibir un zarpazo>>
-Como esto siga así, me lo temo.-repuso Leonor, que sabía de sobra que por fuertes que fuesen sus Pokémon, les sería difícil hacer frente a veinticinco Zangoose furiosos.
En eso se oyó un siseo de dolor y un desagradable sonido de algo rasgándose; al ver qué estaba sucediendo, Jessie dejó escapar un grito de horror: cinco Zangoose se habían arrojado sobre Seviper y le arañaban con todas sus fuerzas, abriendo cortes en su negra piel escamosa. Meowth y ella se lanzaron a la vez sobre los Zangoose sin dudar un segundo, dispuestos a rescatar a un compañero: Meowth puso en práctica de nuevo el Tajo Umbrío que Absol le había enseñado casi un mes atrás, y Jessie se las apañó mediante patadas y arañazos.
Pero ocupados como estaban, no se percataron de que detrás de ellos había aparecido un enorme Zangoose, casi el doble de grande que los demás, y había alzado una garra envuelta en una intensa luz blanca; el letal ataque Garra Brutal. Y Jessie y Meowth, entretenidos en dispersar a los Zangoose que acorralaban a Seviper, no sabían la que se les venía encima.
Pero James sí que lo sabía. Y tampoco dudó un instante.
Corrió a interponerse entre el Zangoose y sus amigos.
<<¡James!, ¡¡no!!>>-exclamó Absol al darse cuenta de sus intenciones; Leonor y Riolu quisieron detenerle, pero fue inútil. James llegó a su “destino” justo cuando el Zangoose ya dejaba caer la zarpa.
-¡¡Detente!!-gritó, pero no sirvió de nada.
La garra del Pokémon cayó directamente sobre él.
Se oyó un extraño sonido, como un bloque de hielo que se rompe, y un gruñido asombrado. Jessie y Meowth dejaron escapar un grito ahogado, y los demás, que habían cerrado los ojos para no ver aquello, se quedaron pasmados al darse cuenta de lo que había pasado.
Una barrera de hielo había aparecido alrededor de James justo una fracción de segundo antes de recibir la Garra Brutal del Zangoose, y ésta había chocado contra ella. Todos los Zangoose retrocedieron, intimidados.
Pero James no estaba en condiciones de sentirse aliviado. Estaba rodeado por una confusa luz que cambiaba del azul hielo al amarillo, y por alguna razón respiraba entrecortada y dificultosamente y se encogía sobre sí mismo con gesto de dolor.
-¿Pero qué…?-se le escapó a Sapphire, que por una vez no sabía qué le pasaba a su compañero. Tampoco Absol parecía tener idea de lo que ocurría.
Pero Meowth sí lo sabía.
Y se trataba de una situación nada buena.
-¡Dita sea la pasma!-maldijo el Pokémon parlante con una expresión de extrema preocupación nada propia de él-¡Jessie, coge a Seviper y ve con los demás! ¡Todos vosotros-les dijo a los Pokémon de sus compañeros-, id con ella también! ¡¡Alerta roja!!
Intuyendo el peligro, Jessie se apresuró a obedecer, como todos los demás.
<<¿Qué pasa, Meowth?>>-quiso saber Absol, que se había alarmado sobremanera ante la cara del Pokémon parlante. Él sólo respondió cuando llegó junto a ellos:
-¡Aprisioné su elemento regente mediante el Prisma para controlarlo y evitar que se liberara! ¡Pero el peligro del bicho ese ha hecho soltar algo de energía y el Hielo ha encontrado una brecha por donde escaparse! ¡Lo único que podemos hacer es esperar y rezar a San Meowth de los Zarpazos por que el Rayo pueda retener al Hielo, porque si no, éste quedará libre y entonces adiós!-explicó frenéticamente mientras sacaba el Prisma de Uxie y les cubría con la barrera que éste generaba.
Los Zangoose ya no tenían ganas de pelear: se habían quedado petrificados ante aquel despliegue de luz, letalmente hermoso. James luchaba por controlar la helada energía que notaba rebelarse contra el Rayo de Meowth, pero lo único que conseguía con todo ello era sufrir más, pues el Hielo presionaba aún más fuertemente.
-No va bien.-declaró Sapphire solamente.
-¡Eso ya se ve!-gruñó Jessie.
-Aún hay esperanza…aún se puede dominar…Venga, colega…-musitaba Meowth mirando fijamente a James, como si pretendiera darle fuerzas.
Pero la súplica de Meowth no fue efectiva.
De pronto, la figura de James se hizo un poco borrosa a causa del intensísimo resplandor ambarino que le envolvió como encerrándole en una esfera. Hilos de color azul hielo recorrían su contorno, oprimiéndola progresivamente hasta que tras unos cuantos débiles parpadeos…
Explotó violentamente en mil pedazos de luz que se disolvieron acompañados del grito de dolor del joven; los Zangoose gruñeron al unísono, asustados, pero su miedo no tenía ni punto de comparación con la exclamación de terror que soltó Meowth. Los hilos de Hielo buscaron el cuerpo de James, enredándolo y haciendo que la gélida luz que le había envuelto antes volviera a envolverle.
-Oh, oh…-murmuró una aterrorizada Leonor.
-¿¡Qué pasa, Meowth!?-inquirió Jessie zarandeando a Meowth, casi histérica.
-Ya no hay remedio-susurró Meowth, hundido de pronto-. El Hielo ha roto la prisión de Rayo que creé. Ahora tomará de nuevo control de su aura, y no quiero imaginarme qué puede pasar ahora…
Un silencio horrorizado siguió a las palabras del Pokémon parlante.
Y súbitamente, una fugaz sombra pasó por delante de ellos con las manos envueltas en una luz amarillenta, y cuando estuvo a unos pocos pasos de James, que seguía encogido sobre sí mismo y reprimiendo como podía el Hielo de su aura, el desconocido gritó:
-RÈT CË TÁ FÎE, VÊL NAÎ!!
Unos chorros de luz amarillo-verdosa procedentes de las manos del extraño salieron disparados hacia la aureola azul hielo que rodeaba a James, y a modo de dedos punzantes, empujaron la luz del Hielo hacia su interior, y una vez ya no hubo rastro de su resplandor, las cuerdas de luz se enroscaron alrededor del cuerpo del joven momentáneamente y se desvanecieron.
James tardó unos momentos en conseguir alzar la cabeza hacia aquel que le había salvado, que se había agachado a ayudarle. Era un joven de aproximadamente su edad y más o menos su misma altura, o quizá incluso un poco más, y era muy esbelto. Tenía el espeso pelo de color verde brillante con mechones rojos revuelto y despeinado, los ojos de un inquietante amarillo, lar orejas acabadas en punta, y vestía una camiseta verde y amarilla y pantalones negros.
-¿Estás bien, Estrella del Hielo?-le preguntó éste, preocupado.
-Sí…Creo que aún estoy entero, pero podría dormir una semana entera…-musitó James, exhausto; de pronto cayó en la cuenta de algo-Perdona, ¿cómo me has llamado?
-Estrella del Hielo-respondió el otro esbozando una sonrisa-. Es lo que eres, al fin y al cabo. No me digas que no lo sabías.-agregó al ver la cara que puso James.
-No tenía ni idea.-reconoció él, sintiéndose ridículo de pronto.
Se oyó un gruñido; los Zangoose se estaban acercando a ellos, desconfiados. James retrocedió un poco, pero el desconocido murmuró:
-Gär kè der. Xäl fêr zé tá Dêy lî Daákuraî vî tá Rî lît Naî; wö sè vérz.
Los Zangoose recularon, se miraron entre sí, asintieron solemnemente (y no sólo eso, sino que miraron a James con respeto y todo), hicieron una inclinación a la vez y se marcharon sigilosamente como es propio de los felinos.
-¡Toma ya!-se le escapó a Meowth; se tapó la boca momentos después, pero ya era tarde: el desconocido le había oído y se giró hacia él. Todos los que estaban dentro de la barrera del Prisma de Uxie enrojecieron, incluidos Absol y Sapphire.
-Deja que te ayude, Estrella del Hielo.-le ofreció el joven extraño a James tendiéndole una mano.
-Gracias.-repuso él; el desconocido le ayudó a levantarse más rápido de lo que habrían sospechado de alguien tan esbelto.
Inmediatamente, la barrera se deshizo, y Jessie y Meowth se abalanzaron sobre su amigo para ahogarlo en un abrazo.
-¡Eh, cuidado!-protestó James, pero sus dos amigos no le hicieron el menor caso.
-¡Menudo susto nos has dado!-exclamó Jessie; aún le quedaban marcas de uñas en la cara, justo donde se las había clavado debido a los nervios.
-¡No nos hagas esto nunca más!, ¿¡me oyes!?-le soltó Meowth, medio en broma, medio en serio-¡No nos vuelvas a hacer esto!
Después de un rato en el que todos hablaron a la vez, aliviados, Absol ladeó la cabeza y miró directamente al joven desconocido, que observaba la escena con sus inquisitivos ojos amarillos.
<<¿Quién eres?>>-quiso saber; era una pregunta directa pero cortés.
-Me llamo Víctor-respondió el joven-. Por suerte estaba por aquí cerca, porque si no llega a ser por un amigo que me alertó, creo que habría ocurrido una catástrofe.
-Te debemos mucho entonces, Víctor.-sonrió Leonor; Absol rió por lo bajo.
-Cierto-añadió Sapphire con una media sonrisa-. Has evitado la muy probable muerte de un compañero.
Víctor aceptó los agradecimientos con una formal inclinación de cabeza.
-No hay de qué. Luna me puso al día de la situación.
-¿Luna?-saltó Meowth, y él y Ceniza arquearon a la vez las cejas-¿Conoces a Luna, acaso?
-La conozco muy bien-afirmó Víctor sonriendo, y apostilló:-. Ella me pidió que vigilara que no os pasara nada.
<<¿En serio?>>-preguntó Riolu, sorprendido.
-Sí. Y ya que estoy aquí, voy a llevar a cabo unos cuantos cambios que me han dicho que haga.
Todos se miraron entre ellos, sin saber a qué se refería Víctor.

-El vino que tiene Asunción, no es blanco ni es tinto ni tiene color…-canturreaba Meowth mientras se abría paso a través de la hierba alta.
-¿Te quieres callar de una vez, Meowth?-le espetó Jessie-¡Desde luego, si vas a cantar a un concierto en público, en vez de tomates te tirarían sandías!
-Ah, ¡bonita forma de estimular a los colegas, Jessie!
James, Leonor y Absol reían por lo bajo a espaldas de los dos, y Sapphire puso los ojos en blanco al oír cómo Jessie y Meowth se ponían a discutir sobre si el arte Pokémon era mejor o peor que el arte humano.
La charla con Víctor había resultado ser sumamente interesante. El joven de verde les había dicho que, gracias a sus poderes (de los cuales no había querido dar ningún detalle), había retenido el Hielo del aura de James con tanta fuerza que, a menos que su fuerza equivaliese a congelar como cincuenta kilómetros de océano, no se descontrolaría de nuevo, y además podía usar su poder en pequeñas cantidades.
También les había revelado a Leonor y a Absol la sorprendente naturaleza de sus elementos regentes: procedían de una misma rama, el elemento Psíquico, y eran el Espíritu y la Mente respectivamente. No obstante, Víctor había advertido de que sólo podrían usarlo siempre que el otro estuviese de acuerdo en usarlo también y usarlo a la vez; decía que, para formar el elemento verdadero, tenían que juntarlos, al menos mentalmente. Y por eso aún no había despertado, pero también tenía la ventaja de que, al no ser elementos completos, no se descontrolaban nunca.
Lo único que había causado más o menos rechazo en el grupo es que Víctor había tenido que llevarse a Riolu y Ceniza consigo alegando que necesitaban instruirlos en lo que tenían que afrontar en su viaje y en cómo defenderse de los poderosos ataques de los Pokémon Oscuros y, cómo no, las Estrellas de la Oscuridad. Los dos habían protestado mucho, pero Víctor había logrado convencerlos de que necesitaban separarlos para tardar menos tiempo en solucionar los problemas, pero que cuando el grupo los necesitase, que probablemente sería muchas veces, allí volverían.
Ahora los miembros que quedaban, Jessie, James, Meowth, Leonor, Absol y Sapphire, se dirigían hacia la Ruta de las Nubes Llorosas; Víctor les había dicho que en el Café Rodeo, una cafetería en la que vivían algunos Pokémon muy enterados y que estaba a la entrada de la ruta, podrían hallar la información necesaria sobre Gallade y su tribu, los guardianes del Pasaje Arcano.
<<Hacía tiempo que no éramos tan pocos>>-comentó Absol sin razón aparente-<<Se me hace un poco raro>>
-Es como volver a los viejos tiempos.-sonrió James apartando un hierbajo demasiado alto que amenazaba con metérsele en el ojo; estaba de mucho mejor humor desde que el Hielo se había retirado el rincón que le correspondía de su aura, aleccionado por la energía de Víctor.
-Sí; parece como si hubiera pasado una eternidad desde la tormenta, la aparición de Leo y Absol, la incursión en el Edificio Galaxia, mi secuestro en Pueblo Aromaflor, el ataque de Cassidy y como-rayos-se-llame en Jubileo, cuando encontré la Esfera de Mesprit, lo del Lago Veraz y la base Cífer, la llamada de la Voz en la Columna Lanza, cuando conocimos a Sapph, el secuestro de Meowth a manos de Seba, y su conversión en el Portador del Prisma…-suspiró Jessie, perdida en sus recuerdos-Nunca habría imaginado que viviría todas esas cosas. ¡Y al fin y al cabo, han sido muy divertidas!
-Pero seguro que echáis de menos vuestra vida como miembros del Team Rocket.-especuló Leonor, maliciosa.
-¡Error letal!-proclamó Meowth-¡Somos miembros del Team Rocket haciendo el bien o el mal! Otra cosa es que cometamos nuestras robapereces, pero seguimos moviéndonos al margen de la ley, ¡que es lo que mola!
-¿Y si algún día os encarcelan?-inquirió Sapphire.
-¡Muy fácil! ¡Nos piramos de la trena y listo!
Así, entre bromas y comentarios más serios, los seis compañeros se abrieron paso a través de la hierba alta bajo la suave luz del atardecer, dispuestos a encontrar a Gallade con el problema del descontrol del Hielo ya solucionado.
Es mucho más fácil centrarse en un problema cuando no tienes otro detrás.
-------------------------------------------------------
¡Espero que os haya gustado =D! El próximo se titula Pasado y Presente

No os alarméis porque haya dos personajes que se hayan "ido" xDU Lo que pasa es que manejar a ocho personajes se me hace muy cuesta arriba, ¡pero habrá bastantes capítulos en los que Riolu y Ceniza sean los protagonistas =)! Yo soy leal a mis protagonistas cueste lo que cueste =)

¡Bueno, espero algún comentario =D!
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And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
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carloscanepaf
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wiggly debería estar aquí :D

Mensajepor carloscanepaf »

DEL CAPÍTULO 1 Y 2

Como lo dice el título de mi mensaje, he leído el capítulo 1 y 2 nada más, porque después de tanta letra ya mi cerebro está murmurando palabras en mi cabeza solo (jajaja).

A ver, si, está buena la idea (creo que es evidente que lo está), como algunos dicen, esa onda del entrenador que sale de su casa y va de gimnasio en gimnasio (que en realidad no es gimnasio) consiguiendo insignias para entrar a en una liga (que en realidad es un torneo) y al final dirigirse a otra región (que acá sería una provincia o un estado) para ir caminándolo de un lado a lado (lo cual no deja de ser muy fantástico aunque estas sean historia ficticias) está un poco usado (¿un poco?, bueno, aunque ese tema ya este tocado, no deja de ser de interés: eso es pokémon).

Yo no puedo decirte que sea muy interesante para mí porque el equipo Rocket no me gustó nunca (si hubiera sido la historia de algún entrenador de la serie con un wigglytuff al lado, o de algún personaje interesante como el profesor Oak o el Mr.Mime de la mamá de Ash, ahí sería otra cosa). Pero en si la idea está muy buena, y aunque solo he leído el comienzo y la historia ya está bastante avanzada, me atrevo a pensar de que la historia va a ser como esas películas en las que un magnate toma a una muchachita de la calle y pasa a convertirla de una callejera abandonada a una dama refinada (en este caso el diamante en bruto son los del Equipo Cohete, jaja).

Lo único que no me cuadro muy bien, es que, bueno, los eventos ocurren muy lentamente, o dicho de otro modo, son narrados con mucha contemplación. Por ejemplo, la aparición de un lugia al inicio de la historia dura muy poco realmente, pero anda a leer cuantas líneas escribiste para contar el evento. Imagen Pero eso si, te expresas muy bien, con ideas claras, por lo que la lectura se hace fluida (pero no deja de ser extensa).

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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

A aquellos que aún siga interesándoles este fik...=DU

Aún me queda bastante para acabar el puñetero capítulo 42, aunque ya sé que hace mucho que no subo un capítulo =) La culpa la tiene el proyecto de El Cometa de las Sombras, la segunda parte de Las Cinco Estrellas de la Oscuridad (sí, hay segunda parte xD)
Peeeero (xD) eso no quiere decir que me haya olvidado de LCEDLO, así que...tarde o temprano va a haber capítulo, si es que no os habéis aburrido de mis ladrillos xDU

You must to be patient! =D

De veras, que volveré; palabra de Meowth meowth xD
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

Ya sé que esto es doble-post, pero como nadie más ha dicho nada (Dialga se esfumó >_<), tengo que hacerlo para poner por fin el capítulo 42 tras una laaaaaaaaaaaarga espera =D ¡Ahí voy!

Cap. 42: Pasado y presente

-¡Aah, por fin!-exclamó Jessie dejándose caer junto a la barra-¡Camarera, ponme una botella de vino, o lo que sea, pero que tenga algo fuerte!
-¡Pero qué dices, Jessie!-saltó Meowth, pasmado-¡Que yo sepa nunca has soportado el alcohol! ¡Por favor, si es entrarte una gota de licor en la garganta y empiezas a toser como una descosida!
-¡Me he pegado el pateo de mi vida! ¡No hemos pegado ojo en toda la noche! ¡Estoy más muerta que viva! ¡Necesito espabilarme aunque sea ahogándome!
<<Pues para eso, mejor que te tomes un café con leche; creo que te encanta, ¿no?>>-intervino Absol con una sonrisa. Jessie se lo pensó un momento y dijo:
-Vale, ¡camarera; un café con leche en taza grande y que rebose espuma!
-¡Marchando!-fue la respuesta de la joven camarera, una mujer de bastante buen ver.
-De paso, ¿puedes ponerme a mí un bicho de ésos?-preguntó James señalando una especie de bollo de chocolate que había en un estante.
-¡También otro para mí!-pidió Meowth; se asomaba como podía a la barra.
Leonor, que se había entretenido un momento hablando con Sapphire y había perdido el hilo de la conversación, se subió a uno de los taburetes y miró a los tres amigos con expresión socarrona:
-Perfecto, habéis pedido el desayuno completo, ¿y con qué dinero lo pagamos?
-¿Desde cuándo nosotros pagamos algo?-se burló Jessie echando mano a la taza de café que le trajo la camarera-¡Se te olvida que estás hablando con miembros del Team Rocket, Leo!
-No seáis tan caraduras-intervino Sapphire; hurgó en uno de los bolsillos de su túnica y depositó sobre la mesa unas cuantas monedas-. Por suerte suelo llevar encima algo de dinero por si acaso.
La camarera cogió el dinero antes de que Jessie le echara mano, y a cambio les dio a James y Meowth el bollo que habían pedido. Una vez lo tuvo entre las manos, James se levantó del taburete y, lanzando una fría mirada a unos rancheros que parloteaban en las mesas fumando unos gruesos puros, repuso:
-Me voy fuera; no aguanto el humo de esos tubos de escape.
-¡Voy contigo!-exclamó Meowth saltando del taburete, pero no cayó en la cuenta de que éste estaba demasiado alto, y se dio una buena castaña-Dita sea, ¡tendrían que poner algún tipo de escaleras; no se piensa nunca en los pobres Pokémon que quiere llevarse algo al estómago!
Absol murmuró algo de lo que sólo pudieron oír “se piensa en algo más alto” debido al barullo. Meowth lo mandó a paseo con un gesto, y salió trotando detrás de James, que ya salía del local.
Aquello era el Café Rodeo, una cafetería ubicada casi a la misma entrada de la Ruta de las Nubes Llorosas; era un curioso espectáculo, pues el cielo despejado se cortaba bruscamente justo en la señal que indicaba la entrada a la ruta, y la gruesa cortina de lluvia hacía las veces de portal. Allí, en algún lugar, habitaba la tribu Pokémon guardiana del Pasaje Arcano, liderada por Gallade.
El Café Rodeo era un edificio de madera muy rústico, con chimenea de piedra, alfombra de piel sintética a imitación del pelaje de un Flareon, y el mobiliario totalmente hecho de madera a excepción de una nevera y las lámparas del techo. Los seis compañeros habían caminado durante toda la noche entre hierbas casi tan altas como ellos (si usamos como referente a Jessie y a James, es de imaginar la altura de los matojos) y estrechos pasos rocosos. Por fin, ya entrada la mañana, habían logrado su objetivo: llegar al Café Rodeo.
Y Jessie, James y Meowth podían estar acostumbrados a caminar todos los días un trecho igual o mayor y por terrenos más angostos, pero desde luego paraban a descansar sin falta cada noche. Por eso habían acabado tan agotados, y Leonor, ni te digo.
-Qué gusto da tomarse un café calentito en pleno otoño…-murmuró Jessie tras dar un sorbo a la taza-Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de esto.
<<¿Por qué no? Es una buena manera de relajarse>>-opinó Absol, que miraba distraído una botella vacía de la famosa leche Mu-Mu del Café Rodeo con cara de hambre.
Ella se rió sin ganas.
-A ver con qué excusa te presentas en una cafetería vestida con el uniforme del Team Rocket y evitas que te arresten de inmediato.
-Creía que el Team Rocket sólo era conocido en las regiones de Kanto y Johto.-intervino Sapphire; ella había pedido una botella de leche y la compartía con Leonor.
-En principio, pero los mocosos nunca han perdido la oportunidad cuando se presenta una agente de policía de decirles quiénes somos y a qué nos dedicamos. Hay que ver-rezongó Jessie, molesta de pronto-; nosotros no vamos por ahí diciendo lo entrometidos e insoportablemente perfectos que son, y ellos a la mínima despotrican sobre nuestro trabajo.
-No es que sea un trabajo honrado, pero es un trabajo al fin y al cabo-repuso Leonor, y se ajustó las gafas con aire pensativo-, mucho más de lo que ellos podrían decir.
La chica y Jessie se echaron a reír durante un rato; aprovechando que Sapphire estaba entretenida viéndolas desternillarse, Absol, haciendo gala de una agilidad impresionante, le robó la botella de leche, derramó su contenido en el suelo y se la bebió a lametazos sin que nadie se diese cuenta de su artimaña.
-Me pregunto qué habrá sido de los mocosos durante todo este tiempo.-dijo Jessie una vez pararon de reír; Absol asomó la cabeza al momento con una expresión inocente nada convincente.
-Lo de siempre: atrapar más Pokémon, ganar todos los combates y conseguir más medallas-enumeró Leonor de carrerilla, aburrida-. Con ellos es siempre la misma historia.
Jessie se la quedó mirando con cara de sorpresa, como preguntándose cómo Leonor podía saber tantos detalles (y resumirlos tanto); Leonor fue a beber un trago de la botella de leche, pero para su desconcierto, ésta había desaparecido misteriosamente.
-¡Eh! ¿Qué ha sido de la botella?-exclamó mirando a todos lados. Sapphire se encogió de hombros, indiferente, y Jessie, al ver que la chica la miraba inquisitivamente, alzó los brazos mostrando su inocencia tan efusivamente que por poco se le cayó el café de la taza que sostenía.
-Mecachis…-musitó poniendo a salvo su preciada taza, y luego volvió a extender los brazos-¡Yo soy inocente, Leo! Bueno, muy inocente no he sido a lo largo de mi vida, ¡pero ahora sí lo soy!
-No me fío de ti, Jessie, que sé de buena tinta que tienes afición a guardarte para ti los pasteles de arroz…
-¡Pasteles de arroz vale, pero no botellas de leche! ¡Reproches, los justos!
-Leonor, ¿no es ésa?-intervino Sapphire señalando una botella de leche que había en el suelo al lado de los restos de un charco de líquido blanquecino. La chica casi saltó del taburete y se agachó para examinar con aire detectivesco las “pruebas”.
-¡Ésta es! Pero qué raro, parece como si un gato hubiera estado lamiendo la leche-observó tras haber estudiado atentamente las gotas esparcidas de leche-. Pero no es el estilo de Meowth recoger las sobras de los demás… ¿Qué otro felino puede haber...? ¡Oh!-saltó de pronto-¡Quieto parao! Aquí sólo hay un felino más…
Las tres chicas se volvieron a la vez hacia Absol, que se hacía el distraído de una forma que sólo daba más que sospechar. Leonor se plantó delante del Pokémon Siniestro; él la miró con fingida inocencia:
<<¿Qué?>>
-Ven aquí.-Leonor le hizo alzar la cabeza hacia ella y se acercó a él.
<<¡Eh!, ¿qué haces?>>
Ignorando las protestas telepáticas de Absol, su entrenadora examinó las comisuras de su boca (algo difícil, pues aparte de rezongar mentalmente, Absol emitía nerviosos maullidos); el pelaje negro de su cara estaba sospechosamente salpicado de pequeñas gotas blancuzcas en aquella zona, muy similares a las que manchaban el suelo.
-¡Ajá!-exclamó Leonor, triunfante; el Pokémon Siniestro gruñó sonrojándose levemente-¡Te pillé! Absol, ¿cómo has sido capaz? ¡Nunca me hubiera imaginado que fueras capaz de robar algo!
-Caramba, querría haber visto la cara de Meowth si viera esto.-murmuró Jessie para sí secándose la afilada barbilla; había soltado una carcajada a mitad de un trago de café cuando Leonor había descubierto al azorado culpable, salpicándose de oscuras gotas a sí misma y a Sapphire, que se secaba la túnica con cara de asco.
<<Tenía sed>>-refunfuñó Absol-<<Y seguro que a mí no me comprabais nada, así que hay que espabilarse si no quiero deshidratarme>>
-¡Pues haberlo pedido, que no cuesta tanto!-le reprendió Leonor; Absol hizo oídos sordos. Al ver que no habría forma de que se disculpara, la chica regresó a su taburete con expresión frustrada.
-Sois una mala influencia para él.-le soltó a Jessie; intentaba mantener cara de circunstancias, pero se le notaba la risa en la voz.
La joven se encogió de hombros y le dio un trago al café, pero por lo visto aún estaba muy caliente a juzgar por el grito sofocado que soltó y por sus llorosos ojos.
-Puaj…-gruñó una vez dejó de airearse la lengua, que aún echaba humo-Volviendo al tema, no tenemos la culpa de que el señor Absol quiera imitarnos, ¡pero creo que es normal!
-Define normal.-pidió Sapphire, aunque intuía la respuesta.
-¡Pues que no es raro que alguien quiera emularnos! ¡Somos tan fantásticos que tenemos hasta seguidores y todo!
<<Te aseguro que no es por eso>>-repuso Absol, divertido. Jessie puso los brazos en jarras y le espetó:
-¡Me parece muy fuerte, Absol, que tras un mes de convivencia diaria no hayas aprendido que cuando yo nos elogio, hay que seguirme la corriente y no arruinarme el plan!
<<Soy franco y sincero, qué le voy a hacer>>
Leonor y Sapphire sonrieron a la vez; Jessie rezongó alguna cosa y volvió a su café. Durante unos instantes no se oyó más que el parloteo de los rancheros y los ires y venires de la camarera, que no paraba de llevarles leche.
-Bueno, ahora que no están los chicos, decidme: ¿qué opináis?-dijo Jessie esbozando una maliciosa sonrisa. Al oír aquello, Absol se enderezó y soltó:
<<Ah, se han ido los chicos; ¿y yo qué soy, un ente hermafrodita?>>
-No, lo que pasa es que tú no te enfadas cuando te criticamos, y además puedes opinar por igual de chicos que de chicas.-arguyó la joven, y acentuó su expresión maliciosa.
Parecía un argumento convincente, pero Absol no quedó muy convencido. Aun así, aceptó quedarse y escuchar la conversación.
-¿A qué te refieres con “qué opinamos”, Jessie?-quiso saber Leonor. Algo le rondaba por la cabeza, pues se había ruborizado casi imperceptiblemente.
-Que qué opináis de los chicos; esto…-Jessie se interrumpió ante la mirada que le lanzó Absol-Qué opináis de James y Meowth, vamos.
-Hum…-repuso Sapphire; no es que fuera una cuestión muy profunda, pero ella solía, al igual que Absol, tomarse en serio cualquier pregunta-Son dos seres muy diferentes, y sin embargo están muy unidos. Meowth es activo, sagaz y agudo, y James es mucho más tranquilo y sereno. En eso se parece a mí, quizá por eso me resulta más fácil hablar con él.
-Sí, yo opino casi lo mismo-intervino Leonor, más tranquila-. En lo único que discrepo con Sapphire es en que la agudeza de Meowth es más socarronería que otra cosa. Y en fin, James es bastante despistado, también hay que decirlo.-Absol puso los ojos en blanco al oír el adjetivo que pronunció su entrenadora.
<<Ahora voy yo>>-adujo el Pokémon Siniestro-<<James es un chico inteligente y sentimental, también lo añadiría a la acertada descripción de Sapphire, al igual que añadiría que Meowth es un bromista de categoría, aunque sus bromas son a veces de mal gusto>>
Jessie dejó escapar un suspiro de exasperación que había estado intentando contener durante toda la intervención de sus tres compañeros.
-Primero; añado que James es un soñador empedernido. Segundo; Meowth domina las ironías y los sarcasmos con un arte digno de un humorista de aúpa-enumeró-. Y tercero; ¡no me refería al aspecto psicológico, sino al físico!
-¡Ah!-Leonor sacudió la cabeza-Entonces yo ahí ni pincho ni corto.
-No me fijo en el físico de la gente por lo general.-dijo Sapphire solamente.
<<Los Pokémon nunca atendemos semejantes nimiedades>>-agregó Absol.
Aquella vez Jessie ya parecía al borde de un ataque de nervios; por un momento pensaron que les arrearía una de sus famosas collejas, pero se limitó a coger la taza de café.
-¡Estáis como una auténtica cabra!-les espetó, frustrada-Hablar sobre chicos es una tradición entre las jóvenes representantes del sexo femenino (no me mires así, Absol), ¡y vosotras la estáis rompiendo! De verdad que no sé cómo os las arreglaréis cuando seáis mujeres.
<<Leonor y Sapphire ya son mujeres>>-rió Absol-<<Lo que pasa es que son cachorros de mujer>>
-Ahora resulta que pasamos de “proyecto de adolescente” a “cachorro de mujer”-Leonor intentaba contener la risa sin mucho éxito-. Ya veo por qué dicen que a esta edad no sabes qué cuernos eres.
-No dejamos de ser animales, es correcto llamarnos cachorros.-observó Sapphire, que sonreía levemente.
-¡Bah!-soltó Jessie despectivamente, y bebió otro largo sorbo de café.

Por su parte, James y Meowth se habían acomodado en la parte de atrás del Café Rodeo, donde crecía una suave y verde hierba, y cuyas vistas eran realmente impresionantes: la cortina de lluvia de la Ruta de las Nubes Llorosas al este, y al norte, una alta cadena montañosa (no era el Monte Corona) cubierta por lo que parecía una densísima niebla.
-¿Eso son nubes?-inquirió Meowth señalando la borrosa capa blanquecina que se colaba entre los desfiladeros de las montañas.
-No, es niebla-repuso James; se había sentado bajo un gran árbol y miraba atentamente los picos que se podían avistar-. Esa sierra es, si no me equivoco…A ver, espera que me acuerde… ¡Ah, ya! Es la Sierra Ahumada; la llaman así porque la niebla parece densa como el humo, pero en realidad es muy ligera. Lo que ocurre es que se acumula tanta que parece un banco de niebla enorme y pesado…que, al fin y al cabo, es un banco de niebla.
-Sólo te he preguntado si eso son nubes, no te he pedido que me des la explicación más erudita del año.-le soltó Meowth, aburrido.
-Eso no es una explicación erudita, sino una simple aclaración.
-Ya, pues ¿sabes qué? No aclares tanto.
Como James no respondió, Meowth aprovechó el silencio de su amigo para comerse el pastel de crema que había pedido en el Café Rodeo en unos cuantos hambrientos bocados, señal inequívoca de que hacía días que no comían otra cosa que bayas. Una vez se lo acabó (algo que le llevó un minuto escaso), se quedó mirando con cara de pena el que sostenía James, que parecía haberse olvidado por completo de que tenía comida consistente en las manos.
-¿Se puede saber en qué piensas?-inquirió el Pokémon parlante; no mencionó para nada el pastel, pues albergaba la esperanza de que James se lo cediera.
-¿Eh? ¡Ah! En nada destacable, la verdad. Sabes que suelo quedarme divagando así por las buenas…
-Ya-de pronto, Meowth se había puesto serio-. ¿Mujeres?
-¿Qué? ¡Pero qué dices!-saltó James, atónito; Meowth no solía preguntar esas cosas tan directamente, quizá porque cuando sólo eran tres, la única chica era Jessie y ambos entendían siempre las sutilezas acerca de las mujeres.
-Pues es la única razón por la que he visto abstraerse en sí mismos a los hombres humanos cuando tienen manduca en la mano. ¿Qué pasa; la camarera te ha llamado la atención o qué?
-¡No! Para tu información, los “hombres humanos” también podemos pensar en otras cosas que no tengan que ver con el sexo femenino-repuso James con fastidio, y ladeó la cabeza-. De todas formas, yo aún no me considero del todo hombre.
Meowth estalló en carcajadas al oír aquello último, con tanta energía que por poco se cayó al suelo de espaldas.
-¡No me digas! ¡Imbécil de mí! ¡He creído desde hace cinco años que eras mi amigo, y ahora resulta que eres andrógino!-ironizó una vez pudo parar de reír.
-No me estaba refiriendo a eso. Quería decir que creo que aún soy demasiado joven para ser todavía un hombre; creo que ese calificativo se refiere a alguien de más edad…
-¡Oh, esto me escama! ¡Intentas quitarte años de encima como una maruja del montón!-Meowth se lo estaba pasando en grande a su costa-¡Ahora vas y lo cascas!
-¡Cállate de una vez, Meowth!-James perdió la paciencia momentáneamente, pero el Pokémon parlante lo conocía lo bastante bien como para saber cuándo había saturado su aguante, así que se calló-Los hombres tienen comportamientos muy definidos, con la gran mayoría de los cuales no estoy de acuerdo y algunos ni los conozco. Por eso me cuestiono seriamente si emocionalmente (sí, hablo en el sentido emocional todo el rato, Meowth) sigo siendo un adolescente.
-Ah, bueno…La verdad es que siempre has sido algo inmaduro… ¡Mira, nunca lo hubiera pensado, pero a lo mejor sigues siendo adolescente!-exclamó Meowth, socarrón-Ya lo sospechaba cuando nos contaste a los dieciocho años que nunca habías ligado con nadie, y morrearte con alguien, menos aún. ¡Claro, es que en esa época aún eras un crío de trece años emocionalmente hablando!
James exhaló un suspiro de cansancio y meneó la cabeza, exasperado (y un poco bastante incómodo).
-Déjalo-murmuró-. Si no te vas a tomar en serio nada de lo que hablamos, mejor lo dejamos estar.
-¡Es que dices unas cosas muy raras!-se justificó Meowth-Que eres un adolescente emocional… ¡Eso no tiene ni pies ni cabeza! Además no hablas de chicas ni nada, ¿qué quieres que piense?
-Que soy un bicho raro, pero eso no tiene nada de nuevo-musitó el joven con pesadumbre-. Siempre lo he sido y siempre lo he sabido, pero no creo que eso sea motivo para restregármelo por las narices.
-¡Che, que te lo tomas todo muy a la tremenda! ¡Deberías saber que nunca hablo demasiado en serio! Venga, que no es nuevo…
-Da lo mismo. Estoy acostumbrado; no me ofende.
Como la voz de James aún tenía rastros de aquel matiz apagado, el Pokémon parlante se acercó a él y se recostó contra sus piernas; no dijo nada, pero no hacía falta puesto que ambos se entendían sin necesidad de palabras, y estaba claro que estaba brindándole apoyo. James esbozó una media sonrisa (un pelín desganada) y le rascó la cabeza justo entre los dos puntiagudos bigotes que le sobresalían de la frente, como se les hace a los gatos. Meowth cerró sus grandes ojos violetas y dejó escapar un fugaz ronroneo para dar a entender que le gustaba. Meowth no era el tipo de Pokémon al que le gustaba sentirse como un Pokémon, pero no podía negar que a los humanos no se les solía rascar la cabeza.
-Tienes miedo a envejecer, ¿a que sí?-preguntó el Pokémon parlante momentos después.
-Tú siempre tan bestia.
-No soy bestia, soy directo. Es lo que yo digo, ¿verdad?
El joven meditó la cuestión durante un breve rato.
-Puede ser-admitió-, pero no es por envejecer o por tener más responsabilidades. Es porque la sociedad establece unas pautas que al parecer hay que seguir obligatoriamente…y me da que, mal que nos pese, también somos parte de ella, aunque sea al margen.
-Ajá; en resumidas cuentas, no quieres ser un salido.-sintetizó Meowth riendo.
-Sí, bueno, si quieres decirlo así…
-¿Y por qué siempre que hablamos de eso tienes que salir por peteneras? ¡Estamos entre amigos y tú te enrollas como una persiana!
-Ya sabes por qué: no me gusta, y lo sabéis tú y Jess.
-¡Pues es algo por lo que hay que pasar, colega, y tú no vas a ser menos! A ver, ser un salido no-se corrigió Meowth-, pero los temas románticos se pasan y no podrás evitarlo.
James meneó la cabeza con cierta exasperación, fijando su atención en una nube que pasaba justo por encima de ellos.
-Creo que no he dicho que quiera evitarlos; lo que tenga que llegar, que llegue. Lo que no entiendo es tener que provocar esa llegada, ¿qué prisas hay?
-Tú es que eres un caso muy extraordinario-rió Meowth-. ¡Hay prisa en ser feliz y pasártelo bien! Y bueno, hay otras razones, pero mejor no te las digo.
-Sí, va a ser que mejor te las ahorres.
-¡Es que no entiendo tu manía a adultecerte!
Aunque lo intentó evitar, James no pudo contener la risa al oír la palabra que Meowth pronunció.
-¿Y qué pasaría si no quisiera ser adulto?-inquirió sin embargo-Es mi posición, y deberías respetarla. Más que nada porque no conseguirás hacerme entrar en razón.
-No, si yo la respeto…
Debido a que Meowth se quedó con la mirada prendida en el bollo que James sostenía en la mano, éste se dio cuenta de lo que tenía. Fue a darle un mordisco, pero el Pokémon parlante gritó de pronto:
-¡Nooo! ¡No te lo comas!
Del susto, al joven casi se le cayó el bollo de las manos.
-¿Por qué?-quiso saber, desconcertado.
-Porque tiene “adulcorantes” y no son buenos para ti.-arguyó Meowth sin poder contener una amplia y socarrona sonrisa. Con un suspiro exagerado de exasperación, James le lanzó el pastel a su amigo, que lo cogió al vuelo.
-De verdad, Meowth; si querías comerte mi merienda, sólo tenías que decirlo.
-¿Yo? ¡Me la has dado tú por voluntad propia!-replicó Meowth con la boca llena, pues nada más tener el alimento en las manos le había pegado un mordisco-Lo único que he hecho es advertirte, colega.
-Mira que eres carota.
-¡Y tú borrego! ¡Si no, no me habrías dado la manduca, así que no te quejes!
Mal que le pesara, James tuvo que reconocer que Meowth le había engañado con la maestría propia de él, y se obligó a no decirle cuatro cosas.
Sin embargo, la paz se acabó pronto. Mientras Meowth engullía el bollo de chocolate y James observaba el pintoresco y verde paisaje, se oyeron unas voces aproximándose al Café Rodeo.
-Desde luego, este sitio es conocido.-comentó el Pokémon parlante una vez se hubo tragado el último bocado. Una voz habló cerca de donde estaban ellos, y en eso James se incorporó como si le hubiesen pinchado.
-Esa voz…yo la conozco.-murmuró mirando fijamente la pared sur del Café Rodeo.
-Y a mí también me ha sonado, pero…-Meowth se quedó blanco-Ostras, no me digas que… ¡No me digas que son…!
Justo en ese momento, tres personas llegaron a donde estaban los dos amigos, más concretamente dos chicos y una chica. Un chico era alto, fuerte y muy moreno, de pelo marrón oscuro y ojos muy achinados, tanto que parecían completamente cerrados, vestía una camiseta de manga corta verde seco y naranja, pantalones marrones y llevaba una mochila negra; la chica era de estatura media, de pelo negro-azulado y ojos azul oscuro, y vestía una camiseta negra y blanca sin mangas, un pañuelo rojo al cuello, una minifalda rosa y un gorro blanco con media Pokéball dibujada y llevaba una especie de bolso-mochila; el otro chico era tan alto como la chica, y también tenía el pelo negro, sólo que éste lo tenía muy despeinado, y sus ojos eran marrones. Vestía un chaleco negro y amarillo bajo el cual llevaba una camiseta blanca de manga corta, guantes verdes sin protección para los dedos, una gorra roja y negra con otra media Pokéball dibujada y pantalones azul marino, y llevaba una mochila verde. En su hombro se erguía un Pikachu.
-¡…los mocosos!-acabó Meowth, que se había quedado paralizado.
Los tres chicos se fijaron en ellos, y dejaron escapar un grito ahogado al reconocerlos.
Ash, Maya y Brock, acompañados de Pikachu. ¿Eran presas o pesadilla para Jessie, James y Meowth? Ni ellos mismos podrían decirlo.
-¡El Team Rocket!-exclamó Ash, el chico del Pikachu-¡No me lo creo!
-Vaya, nos ponemos de acuerdo en algo por una vez.-comentó James ladeando la cabeza. En un instante había adoptado la actitud fría y burlona que tenía para con los desconocidos y los enemigos.
-Justo empezábamos a preguntarnos por qué tardabais tanto en aparecer.-dijo Brock, el chico moreno. Meowth gruñó y replicó:
-¡Eh, que nosotros no hemos hecho nada malo! ¡Sois vosotros los que habéis aparecido cuando estábamos tan tranquilos!
-Es que es muy raro que haya pasado casi un mes sin que supiéramos nada de vosotros-intervino Maya, la chica; miró a su alrededor de pronto-. Sólo sois dos; ¿dónde está vuestra compañera?
-¿Preguntas por mí?-terció una voz cantarina teñida de orgullo. Jessie estaba justo detrás de Ash, Maya y Brock, acompañada de Leonor y Absol. El Pikachu de Ash comenzó a cargar electricidad amenazadoramente, pero en el momento en el que se disponía a descargarla, Absol se adelantó y sus ojos rojos brillaron; el flujo de electricidad que Pikachu estaba haciendo correr en su interior se cortó de repente.
-¡Pikachu!-Ash miró a Absol y a Leonor con toda la curiosidad que se puede tener cuando uno está enfadado y frustrado-¿Quiénes sois vosotros? ¿Más miembros del Team Rocket?
-No, somos compañeros-respondió Leonor, desafiante. La chica se dirigió entonces a James y Meowth-. Sapphire ha ido a no-sé-dónde porque notaba algo raro por aquí cerca, pero no creo que tarde en volver.
-¿Sapphire?-inquirió Brock.
Nadie le hizo el menor caso.
-Así que por fin nos conocemos, Ash Ketchum.-continuó Leonor escrutando a los tres chicos tras sus gafas. Ash arqueó una ceja, pasmado.
-¿Cómo sabes mi nombre? ¿Tan famoso soy?
<<Menos lobos, Ash>>-le reconvino Absol; Ash, Maya y Brock retrocedieron asustados antes de darse cuenta de que era Absol quien hablaba en sus mentes-<<Las auténticas razones que tenga mi entrenadora para saber quiénes sois no tenéis por qué saberlas. Empero, os podemos decir que Jessie, James y Meowth nos han hablado bastante de vosotros>>
-¿Y eso?-quiso saber Maya.
-¡Porque somos más considerados que vosotros! ¡Es una razón de mucho peso!-les soltó Meowth, hablando con enojo. Maya puso cara de no estar muy convencida, pero no dijo nada.
Jessie se paseó por delante de ellos sin dejar de mirar a Pikachu con avidez, aunque no hizo ademán de arrebatárselo a Ash como habría hecho en otros tiempos.
-Es curioso que nuestros caminos vuelvan a cruzarse, mocosos-comentó la joven enarcando sus elegantes cejas-. Sabía que lo harían alguna vez, pero no imaginaba que tan pronto.
-¿Pronto? Ha pasado un mes desde nuestro último combate.-observó Ash, que siempre era el que llevaba la cuenta de los enfrentamientos contra los tres miembros del Team Rocket.
-Con la misión que tenemos en ciernes, un mes es muy poco tiempo.-repuso James fríamente.
-¡Exacto! ¡No vayáis de listillos, mocosos!-agregó Meowth.
Ash, Maya y Brock se miraron entre ellos con expresión interrogante. Para ellos, una misión de Jessie, James y Meowth era robar Pokémon o cometer algún delito, pero el tono de voz que James había empleado y la inesperada aparición de Leonor y Absol les hizo pensar que la misión era diferente en aquella ocasión.
-¿Qué clase de misión?-inquirió Brock, desconfiado.
<<Si pretendes que te demos explicaciones, no te esfuerces>>-dijo Absol lanzándole una severa mirada. Los Absol intimidaban, pero Absol era aún más imponente que los demás Pokémon de su especie.
Ash, molesto, cogió una Pokéball de su cinturón y pulsó el botón del centro de la esfera, que aumentó de tamaño al momento.
-¡Entonces no podemos dejaros ir tan campantes sabiendo que podéis estar tramando algo gordo!-Pikachu acompañó la afirmación de su entrenador dejando escapar unas chispas de electricidad de sus mofletes. Ash lanzó la Pokéball al aire, la cual se abrió y dejó salir a su Staravia, que revoloteó intentando intimidarles.
-Hay que ver lo que hace el complejo de héroe.-comentó Leonor encogiéndose de hombros. Meowth soltó una carcajada de diversión, y Absol sonrió con condescendencia a Ash y sus amigos.
-Ash, ¿no sería mejor dejarlo estar?-sugirió Maya, inquieta al ver que los jóvenes rivales no se inmutaban mucho ante el desafío del chico-Me parece que tienen un as en la manga…
-¡Por mí como si tienen dos!-replicó Ash-¡Llevo cuatro años enfrentándome a ellos y jamás he perdido, y hoy no va a ser la primera vez! ¡Staravia, Golpe Aéreo!
Staravia batió las alas y se lanzó a toda velocidad hacia Absol, juzgando tal vez que era el Pokémon más peligroso del bando rival. No obstante, el Pokémon Siniestro ni pestañeó al ver al ave Pokémon volando disparado hacia él envuelto en una palmera de luz blanca. Una vez lo tuvo a una determinada distancia, Absol abrió la boca y empezó a acumular energía gélida en ella, formando una esfera de color azul hielo que enfriaba el aire a su alrededor.
Al comprender lo que Absol se proponía, Staravia frenó en seco, anuló el Golpe Aéreo y trató de escapar, pero fue demasiado lento: Absol disparó contra él tres rayos de energía helada que distorsionaban las imágenes debido al frío que emanaban, procedentes de la esfera de la boca del Pokémon Siniestro. El Rayo Hielo golpeó de lleno a Staravia, congelándole, y el pájaro Pokémon cayó al suelo hecho un cubito de hielo y completamente noqueado.
-Maldición; ¡Staravia, vuelve!-rezongó Ash devolviendo a su Pokémon a la Pokéball-¿Cómo has podido derrotar a mi Staravia con un solo ataque?
<<No puedes vencerme>>-dijo Absol; era totalmente una afirmación-<<Ninguno de tus Pokémon puede hacerlo. Leonor nos ha entrenado para que nadie pueda derrotarnos ni a mí ni a mis compañeros>>
-Jolín, sí se lo tiene creído.-Brock silbó un tanto indignado.
<<Oh, no soy creído. Digo la verdad, aunque no quisiera verme obligado a mostrároslo>>
Maya alzó una ceja, rebuscó en su bolsa y extrajo una Pokéball, la cual lanzó tal y como había hecho Ash momentos antes. La esfera se abrió y dejó salir un haz de luz que tomó la forma de su Buizel. El Pokémon acuático hizo girar su doble cola, preparado para luchar.
-Vale, ahora veremos si realmente eres tan fuerte.-declaró Maya adoptando pose de Coordinadora Pokémon, algo que irritó a Jessie, que nunca había tenido mucha suerte en los Concursos Pokémon.
-¡Absol, dales caña para que sepan lo que es bueno!-exclamó la molesta joven miembro del Team Rocket. Absol ladeó la cabeza, en absoluto intimidado por la fiera expresión de Buizel.
<<Si queréis pelea, adelante>>
De pronto, Meowth se interpuso entre Absol y Buizel con un extraño brillo en sus grandes ojos violetas.
-¡Quieto todo el mundo!-gritó el Pokémon parlante para hacerse oír-¡Yo quiero luchar contra el bicho ese, que hace mucho que no practico! ¡No quiero perder mis habilidades!
Ash estalló en carcajadas.
-¿De qué habilidades hablas?-ironizó el chico, coreado por sus amigos.
-Más os valdría no subestimar a Meowth-repuso James, cuya mirada se había vuelto aún más glacial al ver cómo se reían de su amigo-. Os podríais llevar una desagradable sorpresa.
A decir verdad, Meowth no parecía ofendido ante las risas de Ash, Maya y Brock. Se volvió hacia Absol y le preguntó:
-¿Me cedes la oportunidad de cerrarles la boca, Absol?-el Pokémon Siniestro sonrió y retrocedió para dejarle sitio.
<<Todos tuyos, Meowth>>
-Ya has perdido-afirmó Maya muy segura de sí misma-. ¡Buizel, Acua Jet!
Buizel soltó un chillido y se envolvió en un manto de agua a presión. Salió disparado a toda velocidad contra Meowth, que saltó y lo esquivó por los pelos.
-¡Cuidadito con mojarme, que no soporto el agua mojada!-gruñó sacando sus larguísimas y afiladas uñas-¡Ahora voy a darte jarabe de Mordisco!
Dando otro salto, se abalanzó contra Buizel (que le estaba buscando, probablemente creyendo que seguiría en el mismo sitio de antes) y le pegó un buen mordisco en la cola.
Buizel gritó de dolor y se revolvió sacándose a Meowth de encima.
-¡Bomba Sónica!-ordenó Maya.
El Pokémon acuático sacudió la cola enérgicamente, lanzando contra Meowth una brillante onda con forma de luna hecha de vibraciones. Dado que el Pokémon parlante aún estaba en el suelo, refunfuñando contra Buizel, el Bomba Sónica le golpeó de pleno, arrastrándole unos metros más allá. Pero contra lo que creían Ash y los suyos, se levantó enseguida.
-Tú lo que quieres es gresca, ¿eh? ¿Quieres otro bocao? Ven p’acá, que te vas a enterar de quién es Meowth.-Meowth volvió a saltar contra Buizel enseñando sus colmillos, y esta vez le mordió en una oreja. En aquella ocasión, a Buizel le costó más zafarse de su atacante.
-¡Buizel, no permitas que te venza! ¡Usa Pistola Agua!
-Oh, oh, oh…-gruñó el Pokémon parlante. Salió escopeteado hacia un lado esquivando por un centímetro el chorro de agua a presión que le escupió Buizel, y aprovechó para arañarle de refilón. Desgraciadamente, Buizel aún mantenía el Pistola Agua y, al girarse hacia él, el agua le golpeó en toda la cara.
-Grrr…-en aquel momento, Meowth estaba ya muy enfadado-Ahora vas a ver lo que hace un Meowth cabreado cuando la gota colma el vaso. ¡Golpes Furia; apunten, fuego!
Las puntiagudas y afiladas uñas del Pokémon parlante buscaron frenéticamente el escurridizo cuerpo de Buizel, que trató de esquivarlas. Aun así, el enojo de Meowth era tan grande que la rapidez propia de los Meowth se hizo evidente; sus “manos” casi no se veían y los arañazos llegaban uno tras otro. Considerablemente más agotado, Buizel tuvo que recurrir a otro Bomba Sónica para quitárselo de encima.
Ambos estaban cansados, pero estaban decididos a continuar. Todos los espectadores intentaban disimular su nerviosismo como bien podían. Sin embargo, era muy evidente que los papeles se habían invertido; por una vez, Meowth llevaba las de ganar aunque fuera por poco.
-¡Venga, Meowth, que tú puedes!-exclamó Leonor, emocionada al ver que su compañero de grupo sonreía a pesar de sus heridas. Maya estaba asombrada ante el sorprendente aplomo de Meowth, pero no se rindió:
-¡Buizel! ¡Acua Jet otra vez!
Buizel volvió a rodearse de agua, y, pillando desprevenido a Meowth, le golpeó fuertemente. Meowth cayó unos cinco metros más allá, y esta vez se quedó tirado en el suelo, medio inconsciente.
-¡No! ¡Meowth!-Jessie retorcía las manos enguantadas nerviosamente-¡Levanta, venga!
-Tú puedes, Meowth…-murmuró James, más para sí que para que los demás le oyeran.
<<Meowth, puedes vencerle. Demuestra quién eres>>-añadió Absol con firmeza.
Quizá los ánimos influyeron, pero el caso es que cuando Meowth se incorporó, se notaba que estaba conteniéndose para no convertirse en una fiera descontrolada.
-Fenómeno…Acabas de sacar a una criatura experta en el varazo de uña… ¡Te vas a enterar de quien aprendió del Tío la Vara!-gritó Meowth sacando de nuevo las uñas con tanta furia que Buizel se quedó paralizado-¡Sus viá crujir vivos…a tós!
Meowth se lanzó tan rápidamente contra Buizel que lo único que se vio de él fue una mancha beige en el aire con las uñas por delante.
-¡¡Tajo Umbrío!!-fue el grito de guerra del Pokémon parlante.
Las garras de Meowth se tiñeron instantáneamente de amenazadores destellos negros, y con ellas arañó duramente al Pokémon acuático. El golpe fue tan fuerte que Buizel salió volando y chocó contra la cara de Maya, haciéndola caer al suelo.
-¡Ja! ¡Toma varazo de zarpa, tío!-exclamó un triunfante Meowth, irguiéndose todo lo que pudo a pesar del cansancio. Los vítores de sus compañeros se impusieron a las expresiones de puro asombro de Ash, Maya (sobre todo ésta) y Brock.
-¿Pero…pero cómo es posible…?-pudo decir un pasmado Brock. Maya devolvió al noqueado Buizel a la Pokéball haciendo ostentación de un orgullo pisoteado. Ash intentó contener su irritación el suficiente tiempo hasta que les espetó:
-¡Ya está bien! ¡Ya que vas tan de sobrada, hum…Leonor, te reto a un combate de un solo Pokémon! ¡Yo elijo a Pikachu!
Pikachu soltó un grito de conformidad y se adelantó unos pasos orgullosamente.
Leonor se ajustó las gafas, haciendo gala de una mezcla de condescendencia e indiferencia; también avanzó unos pasos (Meowth se había retirado a lamerse las heridas literalmente), y acto seguido sacó una Pokéball de su chaqueta verde de chándal, la cual se agrandó al pulsar el botón del centro.
-Lo tuyo no es normal, Ash-afirmó la chica-, pero de acuerdo, acepto tu desafío. Tú eliges a Pikachu…Ajá, pues, ¡te elijo a ti, Blaziken!-exclamó lanzando la Pokéball al aire. El digno Blaziken de Leonor, una vez hubo salido de la esfera, le echó un vistazo cargado de desdén a Pikachu, algo que molestó al Pokémon eléctrico.
<<Comenzad>>-les dijo Absol haciendo de improvisado juez.
-¡Pikachu, ataque Rayo!-ordenó Ash.
Pikachu cargó electricidad en sus mofletes rojos, y un segundo después la descargó en un grueso rayo eléctrico que buscó el esbelto cuerpo de Blaziken. Era un ataque destinado a acabar con el flamígero Pokémon de Leonor de un golpe.
Pero Blaziken flexionó sus fuertes patas emplumadas y dio un salto de por lo menos cinco metros para caer detrás de un desconcertado Pikachu. La pata izquierda de Blaziken se envolvió en llamas, y con ella golpeó a Pikachu antes de que éste hubiese podido localizar a su rival. El golpe fue tan fuerte que el Pokémon de Ash cayó unos diez metros más lejos de donde estaba antes.
-¡Ahí va, eso ha sido genial!-aplaudió Jessie, que seguía con muchísimo interés aquel combate. Meowth casi ni parpadeaba, y James, que estaba ayudando a Meowth con sus heridas, tampoco perdía detalle. Maya y Brock hicieron un gesto de dolor cuando el ataque Patada Ígnea de Blaziken impactó en el cuerpo amarillo de Pikachu.
-¡Pero si Leonor no ha dado ninguna orden!-Maya estaba atónita-¿Blaziken actúa por su cuenta?
-¡Pikachu, resiste! ¡Ataque Rápido!-indicó Ash, frustrado por la imprevisible estrategia de Blaziken; era virtualmente imposible adivinar cómo actuaba el Pokémon ni idear un bloqueo con un margen de tiempo, ya que Leonor no parecía controlar a Blaziken sino que dejaba que él combatiera a su aire.
El ataque de Blaziken debió de ser muy poderoso, porque a Pikachu le costó un poco incorporarse. Pero una vez lo consiguió, se lanzó contra su rival a una velocidad vertiginosa, dispuesto a embestirle con todas sus fuerzas. Empero, Blaziken no hizo ademán de esquivar el ataque; se quedó clavado en el sitio. Por un momento pareció que había sido víctima de la habilidad de Pikachu, Electricidad Estática, que al contacto físico podía producir parálisis, pero qué va…Una vez Pikachu estuvo lo bastante cerca, Blaziken echó atrás su garra derecha, la cerró en un puño, y éste se cubrió de hielo para asombro de todos.
El Puño Hielo de Blaziken golpeó a Pikachu en la cara justo cuando éste estaba a dos centímetros de él. El impacto fue duro, y el Pokémon eléctrico cayó de nuevo al suelo con la marca del puño de Blaziken dibujada en su rostro con hielo.
-¡Ondia!-exclamó Meowth, que flipaba en colores-¿Los Pokémon de Fuego pueden aprender ataques tipo Hielo? ¡Esto es para verlo, caramba!
<<Blaziken aprendió tras mucho trabajo>>-explicó Absol esbozando una media sonrisa-<<Lo consiguió controlando su temperatura corporal y bloqueándola en el puño en el que usaría el ataque>>
Jessie y Brock dejaron escapar a la vez un silbido de perplejidad. Pero Ash, más que sorprendido, estaba que echaba chispas de frustración y enojo.
-¡Me da igual que no sigas las órdenes de tu entrenadora, si es que te las da!-Leonor sonrió al ver la impotencia del chico-¡Pikachu, usa Cola Férrea!
Haciendo un gran esfuerzo, Pikachu se levantó, saltó y se dio la vuelta en el aire; su cola amarilla adquirió un brillo metálico. El Pokémon eléctrico se giró de nuevo con la intención de aproximarse a Blaziken y golpearle con la cola, lo cual sería un duro ataque aunque a los Pokémon de Fuego los movimientos de tipo Acero como Cola Férrea no les afectaban demasiado.
Pero el envite de Ash volvió a salirle mal. Blaziken aguardó hasta que Pikachu estuvo justo encima de él, y entonces extendió el brazo izquierdo, el cual brilló con una uniforme luz azulada. Flexionó de nuevo las piernas y saltó con el brazo extendido hacia arriba y el puño cerrado.
Se oyó un fuerte ¡PTAF!
El Gancho Alto de Blaziken había sido perfecto, y Pikachu había vuelto a recibir de lleno el ataque. Ash estaba poniéndose nervioso, y sus instrucciones cada vez eran menos claras, cosa que Blaziken aprovechaba para ir golpeando a Pikachu sin recibir un rasguño. Estaba claro que Leonor no había instruido a sus Pokémon para responder adecuadamente a sus indicaciones, sino que les había enseñado las debilidades y los puntos fuertes de otros Pokémon y los variados efectos de los ataques para poder esquivarlos y atacar siempre al punto débil; lo que en principio era un método para mejorar la eficacia de los Pokémon, se había convertido en una letal estrategia, puesto que la reacción de cada uno de sus Pokémon era imprevisible a menos que uno conociera al dedillo la posición corporal que adoptaba cada especie Pokémon al realizar un ataque, y Ash no era uno de ellos.
Si bien Absol era el más inteligente y el más poderoso de los Pokémon de Leonor, los demás también eran sobrecogedoramente temibles.
-Pikachu no podrá aguantar mucho más-comentó Brock al ver cómo Pikachu caía al suelo por tercera vez, agotado-. Ese Blaziken es…uf, no puedo definirlo. ¡Alucinante, por decir algo!
-Esto es muy interesante-repuso James esbozando una media sonrisa burlona-. La primera vez que veo a Pikachu caer sin haber conseguido tocar a su rival.
-¡Venga, Blaziken, tú puedes! ¡Dale duro al bicho ese!-de no ser por sus heridas, Meowth se habría puesto a saltar de puro nervio. Jessie intentaba mantener la compostura, pero estaba claro que si no se habría permitido un bailoteo para descargar adrenalina.
-¡Aguanta, Pikachu!-gritó Ash, al borde de un ataque de nervios-¡Enséñale que con nosotros no se juega! ¡Placaje Eléctrico!
Leonor ni se inmutó ante la mención del más poderoso ataque de Pikachu, y tampoco lo hizo Blaziken, por supuesto.
<<Eres un iluso si crees que con eso podrás vencer a Blaziken>>-murmuró Absol, que sonreía sardónicamente mostrando sus pequeños pero afilados dientes.
Absol no se equivocó. Pikachu se incorporó tras unos angustiosos momentos para Ash y sus amigos (Blaziken tenía el suficiente sentido de la deportividad para no atacar a su rival mientras estaba en el suelo), tomó aire y echó a correr hacia Blaziken. Lo que parecía un simple Ataque Rápido cambió de nombre a los pocos segundos, cuando el cuerpo de Pikachu se envolvió en un grueso manto de chispeante electricidad que hacía borrosa la figura del Pokémon eléctrico. Una vez estuvo a una cierta distancia de Blaziken, saltó hacia él para embestirle; con toda seguridad, Ash no tenía duda de que el Pokémon de Leonor se especializaba en ataques físicos.
Y volvió a pifiarla: Blaziken abrió el pico y exhaló un chorro de abrasadoras llamas que envolvió a Pikachu a pesar del halo eléctrico que lo rodeaba. El Lanzallamas fue tan inesperado y poderoso que Pikachu cayó, asado y completamente noqueado para consternación de Ash y los suyos y alegría de Jessie, James y Meowth (pues ellos nunca habían visto caer derrotado a Pikachu tan rápidamente).
-¡Pikachu!-exclamó Ash corriendo a ver si su Pokémon estaba bien. Blaziken escupió una llamita y se cruzó de brazos haciendo gala de su orgullo; Leonor se acercó a él y le dijo:
-¡Muy bien hecho, Blaziken! ¡Pero que muy bien! Venga, te mereces un buen descanso.-la chica devolvió a su Pokémon a la Pokéball, y acto seguido se giró hacia Ash.
-Bueno, Ash, ya has visto que no vamos alardeando de algo por ahí sin que sea cierto.
Ash, tras recoger a su derrotado Pokémon, gruñó.
-¿Ah, sí? Si no dependieses de ese Blaziken, no podrías derrotarme. ¡Llevo cuatro años de entrenador, no dos como tú!
-Disculpa, majo: para tu información, llevo nueve años trabajando con los Pokémon-le corrigió Leonor, ofendida; todos excepto Absol la miraron con los ojos muy abiertos-. Y os ahorráis la pregunta de cómo es que llevo tantos años, porque no la voy a responder.
-No os preocupéis-intervino una sarcástica y desconocida voz-; si no es ahora, la tendrá que responder tarde o temprano.
Aquello hizo saltar a todos a la vez. De entre los árboles salió un grupo de soldados de Cífer que se apresuraron a rodearlos, de manera que en pocos segundos bloquearon cualquier posibilidad de huida. Jessie, James, Meowth, Leonor y Absol, para quienes una emboscada de Cífer no era ninguna novedad, adoptaron una actitud de alerta y desconfianza, pero para Ash, Maya y Brock aquello era un auténtico sobresalto.
- ¿Quiénes sois?-inquirió Brock-¿Qué queréis de nosotros?
-Las preguntas, una por una, chaval-respondió un soldado de Cífer que llevaba el pañuelo del cuello de color marrón en vez de amarillo, señal de que era de rango superior a los demás-. Somos el grupo Cífer, los señores de la Oscuridad y de todos los Pokémon que pertenecen a ella, y vosotros sois nuestros enemigos; por tanto, me temo que no habrá más remedio que llevaros como prisioneros a nuestra base.
-¡Tú flipas!-le espetaron al unísono Jessie y Ash. Maya, atónita, exclamó:
-¡Nosotros no hemos hecho nada contra vosotros! ¡Ni siquiera sabemos quiénes sois!
-Mientes muy mal, niña; las maniobras de distracción, a otros. Puede que nos hayan dicho que sólo tenemos cinco enemigos, pero si hay ocho, mucho mejor. ¡Y al teniente Implón (o sea, a mí) nadie le toma el pelo!
A Meowth le entró un ataque de risa al oír el nombre del soldado.
-¿Conque Implón? ¡Ja! ¡Pues cualquiera diría que no es fácil engañarte! ¡Si te estás engañando a ti mismo y todo! ¡Bah!
Desde luego, las burlas del Pokémon parlante no le hicieron ninguna gracia a Implón.
-¡Maldita bola de pelo! Si me cabreáis, saldréis muy mal parados, os lo advierto.
-Vaya, estamos temblando de pies a cabeza.-repuso James esbozando una sonrisa burlona muy irritante.
-Nos morimos de miedo, ¿eh?-apostilló Leonor irónicamente. Absol ladeó la cabeza con condescendencia:
<<Si nos atacas, nos vamos a rendir de inmediato…No te merece la pena perder el tiempo con nosotros, Implón>>
Ash, Maya y Brock miraron a los cinco compañeros con cara de perplejidad preguntándose sin duda cómo eran capaces de vacilarle a un soldado con claras intenciones de apresarlos.
Cosa que Implón también se preguntaba, pero aquella curiosidad se esfumó ante el enfado que le causaron las burlas.
-¡Muy bien, vosotros lo habéis querido! ¡Soldados-exclamó a los reclutas que les rodeaban, diez en total-, reducidlos!
Como sincronizados, los diez soldados lanzaron al aire una Pokéball respectivamente. Los haces de luz blanca se mezclaron impidiendo adivinar qué Pokémon liberarían, pero al cabo de unos pocos segundos tomaron la forma: un Rapidash, un Golduck, un Bayleef, un Mantine, un Swalot, un Shelgon, un Mawile, un Chatot, un Yanmega y un Lopunny. No eran el tipo de Pokémon que solían ser más temidos, pero de Cífer nunca había que fiarse.
-Queréis pelea, ¿eh?-dijo Ash-¡Te elijo a ti, Aipom!
-¡Vamos, Piplup!-exclamó Maya.
-¡Croagunk, al ataque!-adujo Brock.
-¡Dustox, adelante!-gritó Jessie, para asombro de los tres chicos.
-¡Adelante, Carnivine!-agregó James.
-¡Vamos allá, Skarmory!-intervino Leonor.
Las Pokéball se abrieron a la vez, liberando a los Pokémon (como de costumbre, Carnivine atrapó la cabeza de James entre sus dientes nada más salir de la esfera y hubo que ayudarle a liberarse del afectuoso mordisco de Carnivine). Aunque los Pokémon de Cífer les superaban en número, los suyos estaban mejor entrenados.
-¡Atacad!-ordenó Implón. Los diez Pokémon de los soldados se abalanzaron sobre los ocho de sus rivales; para igualar la balanza, Meowth y Absol se unieron a la reyerta.
Se armó una gran batalla en la que cada uno luchaba como podía.
El Mawile enemigo abrió las enormes fauces de su “antena” y se dispuso a atacar con Mordisco al Piplup de Maya. Pero Piplup tomó aire y lanzó un chorro de burbujas contra la boca abierta del Mawile, que retrocedió dolorido. Cuando empezó a recuperarse, un Lanzallamas efectuado por Absol remató la faena.
El mayor problema era Yanmega, que debido a su gran velocidad atacaba desde cualquier punto y en el momento más inesperado. La Bomba Sónica que lanzaba era muy difícil de esquivar para Aipom y Dustox, que hacían lo que podían evadiendo los ataques. Dustox atacaba con Psicorrayo a diestro y siniestro, y Aipom intentaba golpear con Megapuño, pero el Yanmega los esquivaba y les golpeaba ya fuese embistiendo o con la Bomba Sónica. Al final, Dustox batió rápidamente sus alas para crear un Remolino, y Aipom lanzó con la cola unas estrellas de luz que se mezclaron con el fuerte viento, el ataque Rapidez. El Yanmega no pudo esquivar aquel ataque combinado, y fue derribado tras mucho esfuerzo.
Skarmory no tenía ningún problema en dominar la batalla, y haciendo gala de una gran destreza, derrotó al Chatot de un Ala de Acero, aparte de ayudar a Meowth, que se estaba liando a Golpes Furia con el Bayleef enemigo.
Swalot era el Pokémon más resistente de Cífer, así que Absol se encargó de él; con un simple Tajo Umbrío acabó con él tras esquivar las Bomba Lodo que el Pokémon venenoso le escupía. Después, Absol se dedicó a ayudar a los demás a derrotar a los rivales.
Carnivine consiguió imponerse al Golduck de Cífer después de un duro enfrentamiento en el que había tenido que aguantar los ataques psíquicos de su rival. El Recurrente de Carnivine, combinado con el Látigo Cepa, hizo que el Pokémon planta obtuviese la victoria.
Croagunk y Piplup derrotaron conjuntamente a Lopunny; Mantine cayó ante las fuerzas unidas de Meowth y Absol; y Shelgon fue derrotado por Dustox, Aipom y Skarmory. Pero cuando todos estaban luchando contra el Rapidash enemigo, una tremenda fuerza psíquica inmovilizó a los Pokémon y a sus entrenadores.
<<¿Qué es esto?>> -inquirió Absol, inquieto al ver que sus poderes mentales no podían anular lo que les mantenía suspendidos en el aire. Un ruido un tanto áspero y metálico les hizo mirar en dirección a Implón, y vieron junto a él a un Bronzong envuelto en la misma luz azulada que les envolvía a ellos. Pero lo que les llamó la atención fueron los ojos del Pokémon, de un rojo sangre teñido de tanta ira que daba escalofríos.
-¡Pero qué…!-se le escapó a Ash, que estaba anonadado. Jessie soltó un grito ahogado y una maldición mascullada por lo bajo.
-¡Es…ese Bronzong, compañeros! ¡Es un Pokémon Oscuro!
James, Leonor y Absol arquearon las cejas con sorpresa y algo de miedo; Meowth no se limitó a expresar su temor tan sutilmente, sino que lo hizo de forma que si no te enterabas, eras sordo o tonto.
-¡La madre que…! ¡Oh, no, no, no! ¡¡Pokémon Oscuro!!-chilló el Pokémon parlante pataleando en el aire en un intento de liberarse de la fuerza psíquica del Bronzong-¡¡Quiero salir de aquí, carape!! ¡¡No quiero morir!! ¡¡Soy demasiado joven para eso; aún me quedan casi ciento cincuenta años de vida!!
-¿Qué es un Pokémon Oscuro?-quiso saber Maya, intrigada a pesar del miedo. Nadie respondió, porque de pronto los Pokémon del grupo regresaron sin más a las Pokéball, y todas las Pokéball de los entrenadores salieron de los bolsillos o cinturones y se situaron al lado del Bronzong Oscuro.
-¡Eh! ¡Nuestros Pokémon, so chorizos!-protestó Leonor, muy preocupada. Implón rió con bastante cinismo:
-No los necesitaréis donde os vamos a llevar. Deberíamos irnos ya, pero por desgracia tenemos que esperar a que mi superior, Porcento, dé su visto bueno a la captura de hoy. ¡Esto nos valdrá un ascenso!
-Y pensar que antes de todo esto nosotros habríamos hecho lo mismo por un ascenso.-rezongó Jessie al ver la cara de satisfacción de Implón.
-Somos ladrones, pero no secuestradores.-objetó James enarcando una ceja.
-Pero no entiendo por qué pretenden secuestrarnos, si es lo que pretenden…-se preguntó Brock, que aún estaba desorientado por el brusco giro de los acontecimientos-Nos acusaban de enemigos…pero nosotros ni siquiera nos hemos cruzado con estos tíos…
<<Es largo de explicar, Brock. Demasiado largo>>-replicó Absol, frustrado por no ser capaz de bloquear los poderes del Bronzong.
Brock no pudo responder porque en ese momento apareció un nuevo soldado de Cífer entre los árboles; éste llevaba el pañuelo gris indicando que era de mayor rango que Implón. Debía de ser Porcento, el superior de Implón.
-Ya era hora, Porcento-le reprochó Implón a su superior-. Deberías haber aparecido antes, ¿sabes?
-Ya lo sé, Implón, pero debido al 1’5% de trabajo que aún me quedaba pendiente y que tenía que acabar en menos del 3% del tiempo que tenía disponible, las posibilidades de acudir de inmediato cuando me has llamado eran del 0’5%-recitó Porcento de carrerilla; al momento, los ocho jóvenes supieron el porqué del nombre del soldado-. Así que éstos son los críos que han causado el 90% de los problemas de Cífer en Sinnoh. Estamos de suerte, Implón, porque aunque no han desarrollado al 100% sus poderes, el 40’2% sí lo han alcanzado sin duda, y eso reducía la probabilidad de capturarlos en poco tiempo a un 10%.
-Mi madre, me he perdido con tanto porcentaje.-exclamó Meowth con cara de no haber entendido nada. Leonor, por el contrario, estaba aguantándose la risa y miraba a Absol de reojo. Porcento se adelantó unos pasos hacia ellos y esbozó una sonrisa sarcástica:
-Es muy curioso que unos niños que no han vivido ni el 15% de una vida y unos simples Pokémon que el máximo que pueden desarrollar su poder es al 25% y el 50% respectivamente hayan conseguido que las actividades de Cífer hayan bajado su índice de éxito en un 34% y que los reclutas hayan reducido su autoestima en un 56%. ¡Pero por suerte, el Proyecto Lanza está avanzando rápidamente y sólo queda un 47% para que todo marche bien! Pero para que esto siga tal y como va, vosotros no podéis inmiscuiros ni un 1%, porque ese 1% conllevaría el fracaso del 99% de nuestros planes.
Meowth se había quedado con la boca abierta y no se le caía la baba de aburrimiento por pura casualidad. Jessie tenía la mente embotada con los porcentajes de Porcento, y Ash, Maya y Brock no sabían si reírse o desesperarse.
En eso, Absol esbozó una media sonrisa socarrona y repuso:
<<Resulta, Porcento, que vuestros planes de corromper al 100% a los Pokémon legendarios con la Oscuridad tienen de por sí una probabilidad de éxito del 1’5%, ya que nadie puede aspirar siquiera a dominar el 30% de la voluntad de los creadores del 100% de las dimensiones y los planetas. Lo cual indica que nuestra actuación sólo ha acelerado las cosas en un 25%, y que lo que consideráis una gran idea de dominar el 99’9% de Celesta es completamente un fracaso en el 100%>>
Porcento se quedó pasmado al ver que Absol podía competir perfectamente con él elaborando porcentajes, pero su perplejidad no era nada comparada con la de los compañeros del Pokémon Siniestro. Implón estaba asombrado al ver semejante despliegue de rapidez mental, algo de lo que él carecía.
-Veo que hablamos el 98% igual del lenguaje de los porcentajes-observó Porcento, intrigado-. Puede que entonces podamos entendernos en un 75%. ¿Por qué os habéis propuesto arruinar el 100% de nuestro plan?
-¡Es obvio!-saltó Jessie enseguida-¡Porque no queremos que…!
<<Calla, Jessie>>-le cortó Absol-<<Porque si vosotros pretendéis dominar el 99’9% de Celesta valiéndoos del 100% de la energía de los Pokémon legendarios podéis ocasionar un desastre en el 88% del planeta de consecuencias con una probabilidad de irreversibilidad de un 67%>>
La expresión irónica de Porcento hizo que todos intuyeran la respuesta del soldado enseguida.
-Lástima. Resulta que no podemos responder a los deseos del 0’00000000001% de la población de Celesta, es decir, vosotros. Así que el 99% de mi cerebro me indica que es hora de llevaros a nuestra base hasta que el jefe decida qué hacer con vosotros.
-¡Aguarda! ¡No puedes hacernos prisioneros cuando no hemos hecho nada!-protestó Maya, asustada ante la idea de ser presa por un grupo de delincuentes.
-¡Pues claro que podemos! ¡Bronzong, Teletransporte!-ordenó Implón, sarcástico.
El Bronzong Oscuro se tambaleó en el aire como una campana y comenzó a vibrar. El resplandor que había a su alrededor se intensificó progresivamente hasta que los envolvió a todos, y con un destello, desaparecieron de allí.

Lejos del Café Rodeo, más allá de la realidad, el misterioso Pokémon de alas negras y ojos rojos se inclinó hacia la tabla que representaba la esfera, el prisma, la pirámide, el cono y el cubo de piedra. La esfera relucía con un fuerte brillo rojizo, el prisma despedía un chispeante resplandor ambarino, y la pirámide, ya estabilizada, emitía una suave y gélida luz azul.
Sin embargo, no era aquello lo que intrigaba al Pokémon.
Sabía de sobra que las figuras estaban controladas.
Tardó unos minutos en presenciar lo que le había alertado; el cono y el cubo emitieron a la vez una fulgurante e intensa luz multicolor que le cegó, y cuando el Pokémon pudo volver a ver bien (ya que sus ojos estaban acostumbrados a la oscuridad), vio que las dos figuras se habían iluminado al igual que las demás: el cono brillaba con una reposada luminiscencia verde intenso, y el cubo destellaba con una viveza a la vez rápida y tranquila y una luz blanquecina.
El Pokémon ladeó la cabeza y batió sus alas suavemente, como muestra de que estaba sorprendido.
-El Espíritu y la Mente han alcanzado la unión necesaria…y han despertado-repuso en voz muy baja-. Los cinco elementos están ya listos para perfeccionar su poder. Sin embargo…los Oscuros los han apresado. Habrá que confiar en la fuerza de la Unión y no recurrir a Víctor para salvarles.
La inquietud del Pokémon resultaba casi palpable en el sombrío ambiente de aquella extraña oscuridad que parecía absorberlo todo y al mismo tiempo expulsarlo todo, como un punto en el que la realidad confluye con la nada.
------------------------------------
¡Espero que os haya gustado =)! El próximo se titula El Despertar x)

Sí, ya, no es tan largo como los anteriores, pero teniendo en cuenta que estaba hasta las narices de devanarme los sesos buscando la forma de alargarlo, mi acortación es comprensible xD
En fin, ya veis que la aparición de los mocosos es...no sé, especial xDU No voy a ser muy mala con ellos, ¿eh? Por mal que me caigan, soy fiel a la serie (salvo con Misty, que no la trago ¬¬) =)

¡Espero alguna opinión x)! Aunque ya sé que estoy cayendo en picado xDU
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And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
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pokefan garcia
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor pokefan garcia »

No, el fic es bueno, muy bueno, lo que pasa es muchos somos demasiado vagos para opinar (incluyéndome xD)
Bueno, voy a opinar del último capítulo, que me gustó en especial. Sabía que acabarían apareciendo tarde o temprano "los mocosos". Se nota que les tienes manía xD. Pero la verdad es que me hizo mucha gracia. La pero parte se la llevó Ash y el pikachu, y también Maya. Creo que el único que se libró un poco fue Brock.
Después está lo del tributo al tío la vara xD. En esta parte sí que me partía. El poder de la vara... No veas como corta el viento esto. Y las zarpas de Meowth jeje.
Y para acabar la aparición de los soldados de Cífer. Esto sí que me cogió de sorpresa. Y el final también quedó intrigante... ¿Qué pasará? ¿Irá Victor a socorrerles o saldrá el grupo por su cuenta? La intriga me reconcome xD.

Bueno, con esto acabo. En conclusión, genial capítulo. Puede que mis opiniones sean fugaces, pero los sigo todos de cerca. Sigue así, que esto sube xD.

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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

No, aún no he acabado el capítulo 43, estoy en ello, aunque me llevará tiempo porque es complicado =D

Pero para compensar, traigo un extra de baile xD xD xD Estoy renovando los antiguos capítulos, corrigiendo errores, modificando algún título y retirando y añadiendo cosas; si os interesa leer la historia en versión revamp (xD), suelo corregir unos cuantos cada semana x)

¡No perdáis ojo a LCEDLO, que aunque pareza aletargada, pronto renacerá de nuevo con El Despertar! x)
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>-Meowth-<
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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

Mensajepor >-Meowth-< »

¡Por fin he finalizado el capítulo! *-* Y bueno, aunque he estado ausente, he tenido que...remodelar mi fik por ciertas razones =D Bueno, poco a poco iré renovando los capítulos y comprenderéis las apariciones y desapariciones de personajes, así que no os alarméis x) Por el momento, os dejo tras una larga espera el capítulo 43 =D

Cap. 43: El Despertar

En un recóndito lugar de Celesta, pero a la vez en las lindes de un lugar más allá de la realidad, el Pokémon misterioso que vigilaba las refulgentes figuras geométricas daba vueltas por la sala a oscuras de aquella cueva (si es que era una cueva), cada vez más intranquilo.
El cono y el cubo se habían iluminado, lo cual quería decir que los Elegidos a los que simbolizaban habían despertado parte de su poder. El Pokémon no temía por su seguridad, pues los elementos que había en sus auras eran de los que no se descontrolaban…Pero su unión era tan poderosa y peligrosa si no se sabía controlar que si los Oscuros quisieran aprovecharse de ellos que podría ocurrir una catástrofe.
Y aunque el Pokémon no era de los que solía preocuparse, la posible destrucción de Celesta preocuparía a cualquiera.
De pronto, una presencia conocida se asomó a su mente, emitiendo la inequívoca señal de que quería contactar con él. Al reconocer a aquel que quería hablarle, el misterioso Pokémon se apresuró a abrirle el canal de su mente.
-Mi señor-dijo con respeto-. ¿Qué quieres de mí?
El otro Pokémon exhaló un suspiro mental.
-Ya que tú eres el Guardián de los Elementos en circunstancias como ésta, debería comunicarte algo…y muy grave.
-¿De qué se trata?
-Víctor ha contactado conmigo hace un rato; me ha dicho que el acompañante de los Elegidos que se llevó para adiestrarlo sufrió una fatal emboscada por parte de alguien muy poderoso
-explicó el otro Pokémon-. Cuando él llegó, ya era tarde…Me temo que lo hemos perdido.
El misterioso Pokémon abrió al máximo sus ojos rojos, y su corazón se detuvo un instante.
-¿Lo han matado?-inquirió asustado.
-No, que yo sepa. Pero Víctor me dijo que había rastros de un agujero dimensional…lo cual quiere decir que es muy posible que haya ido a parar a una dimensión desconocida, y yo sólo tengo permitido moverme sin dificultad por la Dimensión Universal. No podemos hacer nada para ayudarle. Me siento muy culpable; si los Portadores supiesen que hemos dejado que esto suceda, no volverían a dirigirse a mí con el respeto con el que pronuncian el nombre de la Voz.
Hubo unos momentos de silencio.
-Tú no tienes la culpa-le tranquilizó el siniestro Pokémon-. Has hecho todo lo posible por protegerlo, y no creo que te carguen a ti toda la responsabilidad. Tampoco Víctor es responsable de este terrible suceso.
-Lo que me preocupa es que nuestro enemigo sea capaz o tan hábil como para conectar dos dimensiones diferentes en tan poco tiempo. Ni siquiera yo puedo hacerlo sin, como mínimo y apurando mucho, horas de trabajo. Y la Estrella de la Oscuridad no posee ese poder.
-Intuyes que tenemos otro enemigo.
-adivinó el Pokémon.
-Así es-confirmó la Voz-. Ahora el peligro se adivina en dos flancos: los Portadores están en poder de los Oscuros, y tenemos un nuevo enemigo cuya identidad desconocemos que puede atacar en cualquier momento. Por tanto, voy a pedirte que hagas dos cosas muy inusuales.
-¿Qué he de hacer?
-Quiero que les digas a Víctor, Luna, Darío y Antonio que rastreen con todos sus medios la pista de los que atacaron a Fîesèl; tú irás a rescatar a los Portadores de las garras de los Oscuros. No te preocupes por la Tabla Elemental, le puedo pedir a Jairo o a Armando que la vigilen por ti hasta que vuelvas.
-Como tú desees, mi señor.
-asintió el Pokémon bajando la cabeza respetuosamente tras una breve vacilación. No le agradaba tener que salir al exterior, sin el amparo del neblinoso y oscuro ambiente de su cueva (y aun así, no se sentía tampoco muy a gusto allí), y había tenido la esperanza de no tener que ir al encuentro de los Portadores, pero si de su intervención dependía el destino de Celesta, estaba encantado de ir al rescate.
-Pues ve, y no te detengas-le pidió la Voz amablemente-. Si quieres, yo avisaré a Víctor, Luna, Darío y Antonio para que no te entretengas.
-Te lo agradezco, mi señor.

La Voz le transmitió una sensación de asentimiento, y acto seguido se retiró de la mente del misterioso Pokémon. Éste ladeó la cabeza; sus ojos rojos relucieron en la oscuridad.
Sabía que lo que tendría que hacer era acudir inmediatamente a ayudar a los Portadores, y sin embargo se quedó pensativo unos momentos.
No había querido decírselo a la Voz, pero algo le decía que el poderoso Pokémon sí que tenía cierta parte de culpa por lo que le había sucedido al alumno de Víctor.
De no ser por la ciega confianza que la Voz depositaba en todos los Pokémon legendarios, quizá pudiera llegar a la conclusión de que sólo un legendario de los más hábiles sería capaz de abrir una puerta dimensional, y que no todos sus súbditos le eran tan leales como afirmaban.
Detractores los hay en todas partes.

-Tiene que haber algo que podamos hacer-repetía Ash una y otra vez dando vueltas por la metálica habitación como un animal enjaulado-. ¡Algo, lo que sea! ¡No podemos quedarnos aquí encerrados para siempre!
<<Haznos un favor, Ash>>-replicó Absol con fastidio-<<Cállate>>
-¡No quiero callarme!-estalló el chico, enfadado y muy nervioso-¡Resulta que estamos atrapados en una lata de sardinas por obra de un grupo de estúpidos con muchos aires y malas intenciones en algún lugar desconocido! ¡Y vosotros, en vez de pensar qué podemos hacer para escapar de aquí, estáis ahí holgazaneando como si no pasase nada!-les espetó a Absol (tumbado tranquilamente sobre un montón de tela que los de Cífer llamaban “colchón para presos rebeldes”) y a James (sentado con aquel aire sereno tan propio de él sobre una especie de generador eléctrico)-¡Y por si fuera poco, nuestros Pokémon pueden estar presos en cualquier parte, y no os importa en absoluto!
-¿Acaso insinúas que no nos preocupamos por lo que les pueda ocurrir a nuestros compañeros?-el matiz amenazante de la voz de James desconcertó un poco a Ash.
-No exactamente… ¡Pero vosotros sois una panda de delincuentes; traficáis con Pokémon, así que de vosotros ya me espero lo que sea!
-Podemos ser muchas cosas, pero no esperes que haga como si no hubiese oído nada al acusarnos de no importarnos nuestros amigos y compañeros.
<<Yo que tú sería más prudente, Ash>>-apostilló Absol, molesto.
Ash enrojeció, pero mantuvo la expresión de reproche y desconfianza.
El Bronzong Oscuro de Implón, el teniente Cífer, les había llevado directamente a una base Cífer no muy grande, pero lo suficientemente preparada para retener a Jessie, James, Meowth, Leonor, Absol, Ash, Maya y Brock sin grandes dificultades. Porcento, el superior de Implón, había usado a uno de sus Pokémon, un Magnezone Oscuro (ya que los Pokémon Oscuros eran los únicos capaces de impedir que Absol usase sus poderes mentales para bloquear las habilidades de sus oponentes), y les habían inmovilizado con la fuerza magnética del Magnezone y el poder psíquico de un Alakazam de un soldado Cífer.
Sin embargo, y a pesar de su engorrosa manía de recitar un porcentaje tras otro, Porcento era más listo de lo que parecía. Dado que los Portadores eran más peligrosos cuando estaban unidos, había repartido a sus prisioneros en tres grupos para evitar problemas: Jessie, Leonor y Maya; James, Absol y Ash; y Meowth y Brock.
Además, les habían quitado todos sus Pokémon, de manera que estaban indefensos.
Los elementos regentes de los Portadores aún no eran lo suficientemente fiables como para usarlos para escapar, y Porcento lo sabía.
-¡No me da la gana ser prudente! ¡Digo lo que pienso y ya está! Aparte, me contendría si fueseis gente a la que respetar, ¡pero no es el caso!-les espetó un enojado Ash.
-Vaya, yo creía que tras cinco años nos debíamos de haber ganado algo de tu respeto, pero bueno…Supongo que no es fácil ganárselo de un entrenador perfecto-replicó James; sus labios se curvaron en una amarga media sonrisa burlona-, ni siquiera habiéndonos jugado la vida para ayudarle a salvar Celesta.
-¡Pero yo fui quien hizo todo el trabajo! ¡Vosotros sólo colaborasteis en aquella lancha!
-Da igual, no sé ni para qué me esfuerzo en hacerte notar las cosas. Para ser un mocoso de catorce años, pareces mucho menos maduro…
-¿¡Qué!?
<<Haya paz>>-intervino Absol al ver que Ash se enfadaba cada vez más y James mantenía una irritante (para Ash) indiferencia-<<Nada de insultos. Ash, si quieres salir de aquí, tendrás que adaptarte a nuestra forma de idear planes; la alternativa es ser pasto de Cífer>>
-Me niego a colaborar en cualquier misión que éstos tengan entre manos.
-Tenemos nombre, ¿sabes?-ironizó James enarcando una ceja.
<<Basta, Ash. No voy a consentirte que sigas despreciando de esa forma a mis compañeros, por lo menos delante de mí>>-la extremadamente severa mirada de Absol hizo que Ash se estremeciera, pero éste no dijo nada-<<Sé que no puedo pedirte que confíes en nosotros, pero ten por seguro que todos tenemos un mismo objetivo: escapar de aquí>>
-Pero por motivos diferentes-objetó Ash-. Yo no tengo nada contra Cífer o como se llamen éstos, y no quiero involucrarme en líos entre maleantes. En cambio, ¡vosotros estáis enzarzados en algún tipo de revancha o algo por el estilo!
-¿Crees que no te entendemos?-James dejó escapar una breve risa sardónica-Jessie, Meowth y yo también nos aliamos con Leonor y Absol a pesar de que nos unimos contra Cífer por motivos muy diferentes, y sin embargo no nos hemos peleado en ningún momento. Sabemos que no nos traicionaremos porque nuestro objetivo es el mismo, y no nos rendiremos hasta cumplir nuestra misión.
El nervioso paseo de Ash por la celda se detuvo en seco, y el chico se cruzó de brazos con aquella actitud enojosamente orgullosa típica en él.
-Ya van dos veces que mencionáis esa misteriosa misión tan importante-le soltó a James-y sigo sin comprender de qué va toda esa historia y ese secretismo.
-No esperes que te dé todos los detalles, mocoso.-repuso fríamente el joven.
Absol bostezó y se puso en pie.
<<Se nos pidió que no lo dijéramos a nadie excepto a las personas y Pokémon verdaderamente de fiar, y me temo, Ash, que no te encuentras en ese grupo. No obstante, si quieres que Celesta continúe intacta, más te vale no ponernos trabas>>
-Está claro que hasta que no consigáis enredarme no vais a parar-rezongó Ash, pero se sentó en el suelo, aunque a regañadientes-. Muy bien, hablemos, pero no esperéis tener mucho éxito.
La expresión de sarcasmo de James delató que estaba pensando en que el chico era un caso perdido. Absol no hizo caso; miró con mucha seriedad a Ash.
<<Lo que interesa es saber si nuestros compañeros están bien; dado que Leonor y Meowth, que son con quienes tengo una relación mental más estrecha, por así decirlo, están encerrados en lugares distintos, bastará con rastrear el enlace y además podré crear en mi mente un mapa mental de la zona>>-explicó el Pokémon Siniestro-<<El problema está en cómo salir de aquí>>
-¡Pues atacando la puerta hasta que se rompa!-propuso Ash-¡Tú eres un Pokémon muy fuerte, Absol; no debería costarte nada!
-Conociendo a los de Cífer, esa puerta estará blindada contra cualquier movimiento Pokémon.-intervino James enarcando las cejas.
Absol ladeó la cabeza.
<<Cierto, y seguro que también la habrán aislado del Fuego, el Hielo y el Rayo. Me temo que no tengo ideas en este momento>>
Al oír aquello, Ash se levantó de un salto, muy alterado, y volvió a ponerse a dar vueltas frenéticamente por la celda.
-¡Pues ya puedes ir buscándolas, porque no estoy dispuesto a quedarme aquí ni un minuto más!
-No grites tanto-le reconvino James, algo más apaciguado que antes-. Absol, ¿Víctor no mencionó que Leonor y tú teníais un elemento regente especial?
-¿Un qué?-inquirió un desorientado Ash.
<<No es algo que debas saber>>-le dijo Absol severamente, y volvió a centrarse en la pregunta de James-<<Sí, dijo que Leonor y yo teníamos como elementos regentes dos ramas del elemento Psíquico, el Espíritu y la Mente. Pero dijo que no habían despertado, y en el caso de que lo hubieran hecho, Leonor tendría que sentir que yo deseo usar el elemento, y ella sentirlo también. Y mal que me pese, no sé cómo conseguir eso>>
Ash refunfuñó algo que sonó a “tanto misterio para nada”.
-En ese caso…supongo que lo mejor que podemos hacer es fiarnos del poder mental de Absol…-admitió James al sopesar las opciones.
El Pokémon Siniestro asintió, dispuesto a poner en juego toda su energía telepática para emprender la búsqueda de las conciencias de Leonor y Meowth.

Mientras tanto, en una celda más alejada, quizá un piso más abajo o arriba, Jessie, Leonor y Maya intentaban hallar una manera de escapar de allí dialogando de forma mucho menos tensa que James, Absol y Ash. Ciertamente, había habido desconfianza, como era normal, pero por lo menos no se habían lanzado al cuello mutuamente.
-No acabo de entenderlo del todo-dijo Maya, desconcertada-. Ya sé que éstos se hacen llamar Cífer y que pretenden dominar Celesta, y lo que es un Pokémon Oscuro… ¿Pero qué pintáis vosotros en esto?
-Resulta que hay una parte de la historia que es confidencial, y por eso no podemos contártelo. Tenemos asumido que de esa forma sólo nos granjearemos vuestra desconfianza, pero es lo que hay.-explicó Leonor ajustándose las gafas.
-De todas formas, ¡hay que encontrar una forma de largarnos de aquí!-intervino Jessie dando vueltas de aquí para allá nerviosamente-¡No quiero estar en poder de Cífer! ¡Ya nos han humillado bastante y no me da la gana de que queden por encima de mí!
-Ya me dirás cómo, si nos han quitado nuestros Pokémon.-refunfuñó Maya.
-Otra razón por la cual debemos darnos prisa-se apresuró a puntualizar Leonor-: es bastante posible que aprovechen para aumentar su arsenal de Pokémon Oscuros utilizando a los nuestros.
Jessie se detuvo en seco al oír a la chica.
-¿¡Bromeas!?-exclamó la joven miembro del Team Rocket, angustiada-¡Pues no pienso permitir que Cífer toque un solo pelo de mis Pokémon, ni siquiera de Wobbuffet!
-Date cuenta de que probablemente la puerta esté aislada contra cualquier elemento, así que a menos que probemos a liarnos a dar patadas, lo tenemos un poco crudo.
-Y seguro que también está a prueba de patadas.-opinó una desanimada Maya.
Como para comprobarlo, Jessie se acercó a la puerta de acero y le propinó un fuerte puntapié, pero lo único que consiguió fue comprobar que el acero que Cífer usaba era la cosa más dura que se había echado a la cara.
Y justo mientras Jessie se sujetaba el pie dolorido mientras mascullaba maldiciones, una muy familiar conciencia para Leonor rozó la mente de la chica cautelosamente, como si quisiera asegurarse de que ésa era la mente que buscaba.
<<¿Absol?>>-preguntó Leonor telepáticamente, sorprendida.
La respuesta no se hizo de rogar:
<<¡Leonor! Soy yo, Absol. ¿Estáis bien?>>
<<Sí, sí, no hay ningún problema; ¿y vosotros?>>
<<Todo en orden>>-confirmó Absol-<<Ya me he hecho una idea de dónde estáis, y también he explorado un poco para reconocer un poco el terreno. Me falta saber por dónde andan Meowth y el chico moreno, Brock>>
<<¿Has probado a buscar a nuestros Pokémon?>>
<<La verdad es que no lo había pensado>>-admitió el Pokémon Siniestro-<<En cuanto contacte con Meowth lo haré. ¿Habéis conseguido hallar la forma de escapar?>>
<<Pues no, suponía que tú la sabrías>>-Leonor rió sin ganas; Jessie y Maya la miraron extrañadas, ya que ellas no oían a Absol y por tanto no tenían ni idea de por qué su compañera se reía.
Absol tardó un poco en seguir hablando.
<<James cree que podríamos usar nuestros elementos regentes, el Espíritu y la Mente, para romper la puerta, porque suponemos que los de Cífer no habrán caído en la cuenta de nuestro poder>>-dijo al final.
<<La verdad es que no es mala idea, lo que pasa es que aún no han despertado y no sé cómo se hace para eso>>
<<Yo tampoco. De momento lo más sensato que podríamos hacer es buscar algún punto débil que se les haya pasado a los de Cífer por alto, uno que no sea el Espíritu y la Mente>>-repuso Absol con fastidio.
-¿Estás hablando con Absol, Leo?-le preguntó Jessie a Leonor, que asintió para no desconcentrarse y perder el contacto con Absol-¡Pregúntale si sabe algún modo de escapar!
<<¿Qué pasa?>>-quiso saber el Pokémon Siniestro al notar que la mente de su entrenadora tenía algunas interferencias.
<<Es Jessie, que quiere que te pregunte si sabes algún modo de escapar>>-respondió Leonor encogiéndose de hombros.
La mente de Absol le transmitió la sensación que le llegaba cuando el Pokémon esbozaba una media sonrisa.
<<Ah, ya…Aguarda un segundo y soluciono esto>>-repuso.
Leonor no tuvo tiempo de preguntarle a qué se refería con ello, puesto que un segundo después, notó cómo una nueva conciencia se unía al vínculo telepático entre ella y Absol, una ardiente conciencia con mucha energía y carácter, que parpadeó desconcertada y examinó cautelosamente la conciencia de la chica y la del Pokémon Siniestro.
<<Hola, Jessie>>-saludó Absol desenfadadamente-<<Creo que es la primera vez que contacto contigo de esta forma. Tenía curiosidad por saber cómo sería tu mente tras haber despertado el Fuego en ti>>
<<¡Oh! Entonces esto es un contacto mental, vaya>>-la inconfundible voz de la joven miembro del Team Rocket resonó por todo el vínculo; Leonor se reprendió por no haber reconocido al momento la ígnea huella de Jessie-<<Debemos de tener una cara de idiotas de espectáculo; la mocosa nos está mirando con un careto de órdago>>
<<No te preocupes por Maya. Hay cosas más importantes>>-intervino Leonor.
<<Me has preguntado si conozco algún modo de salir de aquí, ¿verdad, Jessie?>>-quiso saber Absol.
<<Sí, eso he dicho>>
<<Bueno, la idea no es mía, pero es posible que se pueda aprovechar la ignorancia de los de Cífer acerca de nuestros elementos regentes, el Espíritu y la Mente, y de esa forma derribar las puertas, puesto que a buen seguro que estarán aisladas contra el Fuego, el Hielo y el Rayo. Sin embargo, hay un inconveniente>>
<<¿Cuál?>>-inquirió Jessie, impaciente.
<<Que ni Absol ni yo hemos despertado nuestros regentes, y no sabemos exactamente qué circunstancias han de darse para que eso ocurra>>-arguyó Leonor sin muchas ganas.
<<Pues vaya>>-rezongó Jessie-<<Víctor ya podría haber dado detalles>>
De pronto, la conciencia de Absol se sobresaltó, sobresaltando por extensión a Jessie y a Leonor. Ante la muda pregunta de las chicas, el Pokémon Siniestro dijo apresuradamente:
<<Me temo que hay alguien o algo capaz de detectar mis ondas telepáticas por aquí, y no deben saber que puedo hablar con vosotras a distancia. No voy a poder hablar con Meowth, aunque tengo una ligera idea de por dónde puede estar. Sólo os pido que busquéis alguna forma de escapar, algún método de escape que no se le haya pasado a Cífer por la cabeza>>-tras una pausa, añadió-<<Ahora me voy>>
Casi con brusquedad, la mente de Absol se retiró de las de Jessie y Leonor, desorientándolas y haciéndoles perder el equilibrio. Maya las miró, desconcertada.
-¿Qué os pasaba? Estabais quietas como pasmarotes.
-Luego te lo contamos, mocosa.-fue la ambigua respuesta de Jessie.

Por su parte, Meowth y Brock se aburrían en su celda, habiendo agotado ya cualquier idea acerca de la huida que se les pudiera haber ocurrido. Dado que ambos pensaban que cualquier hostilidad sería bastante poco productiva para elaborar un buen plan de escape, no habían perdido el tiempo con reproches y desconfianzas. Posiblemente tenía que ver el que Brock era el “mocoso” que mejor le caía a Meowth, y Brock era el más sensato de los amigos de Ash y sabía que, a pesar de los pocos detalles que el Pokémon parlante le había dado, las intenciones del trío del Team Rocket no eran malas en este caso.
-¿De verdad que no se te ocurre nada, mocoso?-a pesar de que Brock tenía dieciséis años, la misma edad que Meowth (aunque él cumpliría diecisiete en noviembre, es decir, ese mismo mes), Meowth seguía llamándole mocoso, puesto que se conocieron cuando el chico tenía doce y Jessie y James ya tenían casi diecisiete, y Meowth en aquella época procuraba seguirles la corriente.
-La verdad es que no…Creo haber agotado toda la materia gris de mi cerebro.-reconoció Brock con resignación.
-¡Pero si se supone que tú fuiste Líder de Gimnasio!-exclamó Meowth, incrédulo-¡Te tienes que saber un porrón de estrategias y cosas de esas!
-Vale que sé muchas cosas y estrategias Pokémon, ¡pero si tengo Pokémon delante!
-¿Y yo qué soy?
-No te ofendas, pero me estaba refiriendo a un Pokémon algo más…imponente.
El Pokémon parlante gruñó algo por lo bajo, que sonó a “portador” y “mocoso ignorante”.
-¿Qué dices?-inquirió Brock, que se había despistado.
-¿Quién, yo?-Meowth se hizo el distraído-¡Yo no he dicho nada!
-Hmm… -el chico no parecía muy convencido, pero tampoco tenía ganas de discutir.
Durante unos cinco minutos, ambos permanecieron en silencio, pensando con todas sus fuerzas a ver cómo poder burlar la resistencia de la puerta de la habitación.
A Meowth llevaba rondándole por la cabeza una vaga idea durante un rato, pero había algo que no le permitía pararse a pensar en ello.
Sospechaba que era la preocupación por Sapphire, ya que ella era la única que no había sido capturada con los demás y probablemente no tenía ni idea de que los Portadores a los que protegía estaban en poder de Cífer.
Y el saber que Sapphire podía estar buscándoles por toda la ruta…e incluso, que se marchara sin ellos…le producía una inexplicable angustia en el corazón.
Aunque, como tuvo que admitir para sus adentros, tanto como inexplicable…
-Escucha, Meowth, se me ha ocurrido que podríamos inspeccionar esta sala para ver si hay algún recoveco o alguna parte que podamos usar…-Brock enarcó las cejas al ver la expresión ausente del Pokémon parlante-¡Meowth! ¿Me estás escuchando?
-¿Eh? ¡Ah!-dijo Meowth sacudiendo la cabeza y volviendo a la realidad-Me he distraído un momento… ¿Qué decías, mocoso?
-Estaba diciendo que podríamos registrar esta sala por ver si hay alguna parte que estos delincuentes hayan podido dejar más vulnerable que podamos usar para escapar.-repitió el chico sin dejar de observarle suspicazmente.
Meowth frunció el ceño, meditando acerca de la posibilidad que Brock había sugerido. Al cabo de unos momentos, se encogió de hombros.
-Probar no cuesta nada, pero lo veo muy difícil. ¡Los de Cífer blindan muy bien sus celdas!
-Bueno, si no lo vemos, no podremos saberlo.
-Entonces, vayamos a verlo…-Meowth se levantó de un salto y se apresuró a dirigirse hacia la pared oeste de la sala; se arrodilló y comenzó a rascarla con sus afiladísimas y largas zarpas-¿Qué haces ahí plantado como un pasmarote? ¡Ven a ayudarme!
Brock también se incorporó, siguiendo los pasos de Meowth, pero al fijarse en las impresionantes uñas del Pokémon parlante, se quedó plantado en el sitio sin saber muy bien qué hacer.
-¿Y ahora qué pasa?-inquirió Meowth al verle de pie sin hacer nada.
Brock dudó, azorado.
-Es que…yo no tengo tan buenas uñas como tú. Y eso de rascar paredes no se me da demasiado bien…
-¡Ah, pero eso no importa! ¡Me basta con que mires a ver qué partes de la sala están más deterioradas y tal! ¡Venga, ponte a trabajar!
Sin importarle demasiado que el que había sido hasta hace bien poco su enemigo le diese órdenes e instrucciones, Brock se puso inmediatamente a trabajar, examinando minuciosamente las paredes.

Sapphire estaba muy preocupada.
Hacía ya varias horas que había regresado de su inspección por los alrededores, y al volver se había topado con que sus protegidos habían desaparecido misteriosamente y sin motivo aparente. Se había imaginado que estarían dando una vuelta y que no tardarían en regresar, pero ya hacía demasiado tiempo que estaban ausentes; la gélida chica intuía que les había pasado algo grave.
Y la intuición de Sapphire solía ser bastante fiable.
En aquel momento había avanzado hacia el norte del Café Rodeo, una zona plagada de altísima hierba y con grandes bancos de niebla en el horizonte. Su poder de Hielo le había orientado hacia alguna parte de aquella ruta al buscar contacto con sus compañeros, pero por desgracia no era tan poderosa como para poder elaborar un mapa mental de la zona simplemente analizando lo que su elemento regente le transmitía. Ya le había costado lo suyo conseguir orientarse de aquella manera que por lo general no solía ser muy precisa.
Lo que sí había detectado era rastros de algo oscuro, iracundo y rabioso. Y a juzgar por la intensidad, no sólo era una criatura la que estaba así, sino varias.
Y eso sólo podía significar una cosa.
-Pokémon Oscuros…-murmuró Sapphire para sí misma-Es decir, hay soldados de Cífer cerca, o hay una base. Esto empieza a tener sentido…
Con la sospecha de que Cífer tenía mucho que ver en la desaparición de sus compañeros, avanzó con más decisión hacia donde había sentido las conciencias de los Pokémon Oscuros. Ya que no podía elaborar un mapa mental, por lo menos era lo bastante práctica e inteligente como para deducir que donde hubiese Pokémon Oscuros, estaría Cífer, y ella estaba dispuesta a encontrarlos a ambos.
El problema fue que ellos la descubrieron primero.
Mientras avanzaba abriéndose paso por la hierba alta, Sapphire detectó entre los árboles un fugaz movimiento por el rabillo del ojo. Rápida como el rayo, se transformó inmediatamente en una Suicune espejismo en medio de un intenso resplandor azul, y saltó hacia la izquierda.
Fue un movimiento muy oportuno, porque una veloz sombra se había abalanzado sobre ella con el puño derecho envuelto en furiosas chispas eléctricas: un Puño Trueno, que de haberla golpeado, le habría causado graves daños, teniendo en cuenta que en aquel momento era una Pokémon de tipo Agua, y el tipo Eléctrico era peligroso para ella.
Suicune dirigió una cautelosa mirada al Pokémon que la había atacado, el cual se incorporaba en aquel momento. Era una criatura con cierto aspecto humano, de cuerpo y brazos beige, tan delgados como un junco; sus “manos” tenían solamente tres cortos dedos con una curiosa forma un tanto rectangular. Su cabeza era redonda, parcialmente cubierta por una especie de casco fucsia con tres puntos amarillos en la frente, del cual nacía una protuberancia delgada y de forma elíptica, más fina en el nacimiento que en el extremo. Tenía unos labios redondeados y gruesos, unos redondos y grandes ojos y unos pies finos y pequeños. No obstante, sus piernas chocaban en comparación con su esbelta figura, ya que eran enormes, redondeadas y de color fucsia, y en lo que se podría denominar las rodillas, tenía dibujados dos círculos ambarinos.
Era un Medicham, un Pokémon lo bastante ágil e imprevisible como para que Suicune lo mirase con desconfianza. La longitud de la protuberancia del casco lo señalaba como macho.
Pero eso no era algo que le importase a Suicune. Lo que la hacía inquietarse eran los ojos del Medicham, rojos como la sangre en vez de negros.
Un Pokémon Oscuro; uno lo bastante poderoso y rápido como para haberla cogido casi por sorpresa.
Suicune frunció el ceño. Aquel Medicham Oscuro parecía actuar por su cuenta, pues no había ningún soldado de Cífer por allí. Probablemente, aquel Medicham no fuese más que un guardián.
Pero eso sólo significaba problemas. Porque estaba claro que el Medicham no iba a dejarla pasar sin más, lo cual la obligaba a enfrentarse a él.
Y, mal que le pesara, Suicune no estaba muy acostumbrada a combatir como Pokémon.
Aunque era su única opción. Prefería guardarse a sus Pokémon para cuando tocase enfrentarse a algún soldado.
De pronto, el Medicham se precipitó sobre ella, obligándola a centrarse. Suicune saltó rápidamente para evitar el ataque, pero de pronto se vio suspendida en el aire sin posibilidad de moverse. Pataleó brevemente en un intento de liberarse, pero enseguida comprobó que sus contornos relucían con un tenue resplandor azul, al igual que los del Medicham. El Pokémon Oscuro estaba utilizando Psíquico, así que no podría librarse a menos que su ejecutor pusiese fin al flujo psíquico.
Lo mejor que podía hacer era distraerlo.
Suicune inspiró hondo, sintiendo cómo el agua se arremolinaba en su interior simplemente con desearlo; la sintió subiendo violentamente por su garganta. La Pokémon legendaria abrió la boca y escupió un grueso chorro de agua a presión directamente contra el Medicham Oscuro. Éste se vio obligado a usar Psíquico contra la Hidrobomba que se le venía encima, conteniéndola y rechazándola a duras penas, pero al desviar su atención de Suicune, ella quedó libre. Sin perder el tiempo, saltó sobre el Medicham y le clavó los colmillos en un brazo. El Medicham gritó de dolor: no era un Mordisco sin más, pues aquel mordisco le estaba congelando su fina piel. Se trataba de un Colmillo Hielo, un movimiento que, de continuar afectándole como le estaba afectando, acabaría por inutilizarle el brazo. Se revolvió, cargando un Puño Trueno de nuevo en la “mano” izquierda, el brazo donde Suicune le estaba mordiendo; no esperaba poder golpearle tal y como estaba en aquel momento, pero sus intenciones diferían.
En efecto: en cuanto la electricidad comenzó a recorrer su brazo en dirección al puño, Suicune emitió un gruñido molesto y lo soltó, incapaz de soportar aquellas descargas. Sin embargo, el Medicham no había salido indemne. Los colmillos helados de su rival, aparte de entumecerle el brazo, se le habían clavado en algún punto específico que le impedía moverlo.
Furioso, el Pokémon Oscuro levantó el otro brazo y cerró el puño; en esta ocasión, no fue electricidad lo que lo rodeó, sino una pequeña espiral de luz anaranjada y vivaz. Suicune sonrió a su pesar: el Medicham no era tonto, y desde luego la energía que sustrajera de ella mediante aquel Puño Drenaje le devolvería la movilidad al brazo.
Por eso no estaba dispuesta a permitirlo. Volvió a inspirar hondo, y exhaló un rayo de luz multicolor que distorsionaba el paisaje a su paso debido a su baja temperatura. Dado que el Medicham Oscuro estaba centrado en preparar el Puño Drenaje, no tuvo tiempo de reaccionar, y el Rayo Aurora impactó de lleno en él, arrastrándolo unos dos metros.
Suicune se sentía bastante segura de sí misma; no había recibido aún ningún golpe y confiaba en su victoria. Desgraciadamente, no contó con las peligrosas habilidades Oscuras de su rival.
El Medicham se incorporó, dolorido pero con fuerzas para seguir luchando un buen rato más. Con un peligroso brillo en su mirada escarlata, juntó las “manos” y dejó escapar un grito de guerra antes de que su cuerpo se envolviese en una intensa aura violácea.
Y de pronto, el aura Oscura se transformó en unos haces de luz naranja y azul oscuro que se elevaron hasta quedar entre los dos combatientes a una gran altura, brillando amenazantemente.
Suicune los observó con cautela. Algo le decía que aquellos haces de luz tan siniestros no eran nada buenos, y, a pesar de conocer todos los nombres de los movimientos Oscuros, aquél no le sonaba de nada; tampoco era ningún ataque Pokémon normal, pues los conocía todos al dedillo, incluido el aspecto que tenían.
Tan concentrada estaba en averiguar de qué movimiento se trataba, que no pudo esquivar los haces de luz cuando éstos cayeron sobre ella y sobre el Medicham a tal velocidad que ni siquiera pudo hacer el mínimo movimiento.
Aquello fue horrible; Suicune sintió como si algo en su interior fuese brutalmente arrancado, dejándola extrañamente cansada en apenas dos segundos. Al disiparse la nube naranja azulada, pudo ver que las fuerzas restantes del Medicham Oscuro parecían haber mermado a la mitad, a juzgar por cómo tenía que mantenerse en pie.
Entonces cayó en la cuenta que ella también había perdido exactamente la mitad de su energía. Rápidamente ató cabos: aquel movimiento Oscuro tenía que ser por fuerza el llamado Mitad Oscura, que reducía a la mitad la vitalidad de absolutamente todos los Pokémon que intervenían en el combate. Probablemente, el Medicham, al verse incapaz de derrotarla estando pletórica de fuerzas, había tenido que recurrir al movimiento Mitad Oscura para debilitarla y poder alcanzarla, aun habiendo perdido la mitad propia de su energía.
Suicune rechinó los dientes, comenzando a perder la paciencia.
Y la paciencia de Suicune era muy, muy abundante.

<<No hay manera>>-informó Absol, suspirando-<<Aun habiendo localizado a Jessie, Leonor y Meowth, las interferencias Oscuras me impiden elaborar un plano de la zona>>
-¡Pues algo habrá que hacer!, ¿no os parece?-exclamó Ash sin dejar de dar vueltas.
-Por el momento, deberías mantener la boca cerrada, mocoso-repuso James fríamente; se volvió hacia Absol ignorando la mirada fulmínea que le disparó Ash-. ¿Y qué hay de tu elemento regente, Absol?
El Pokémon Siniestro negó con la cabeza.
<<Para usarlo, por lo que dijo Víctor, deduzco que Leonor y yo debemos armonizar nuestras auras, y no sé cómo se hace eso>>
-Armonizar los deseos, armonizar las auras…Todo eso me suena a vínculo mental.
<<Eso lo tengo, pero tiene que ser fuerte y sólido, y…>>-Absol se interrumpió bruscamente, y cambió de tema-<<Lo que me preocupa son los Pokémon que os han quitado>>
-¿Qué pasa con ellos?-saltó Ash súbitamente.
<<Que no me sorprendería en absoluto que planeasen convertirlos en sus nuevos Pokémon Oscuros>>
Tanto James como Ash parecieron ponerse de acuerdo por una vez, porque palidecieron al mismo tiempo y con la misma intensidad.
No obstante, Absol no les prestó atención.
Porque, en el mismo momento en el cual había manifestado su preocupación por los Pokémon, había notado una extraña sensación en lo más profundo de su esencia, algo oscuro y a la vez lleno de energía.
<<¿Es posible…?>>-musitó.
James y Ash lo miraron inquisitivamente.
-¿Qué sucede, Absol?-le preguntó James, preocupado por la expresión del Pokémon Siniestro.
<<Creo que he dado con la clave…para emplear nuestros elementos regentes>>
Ash dejó escapar un grito ahogado.
-¡Ya era hora!-dijo sin embargo-¡Apresúrate pues! ¡No pienso dejar a Pikachu en manos de esos…esos…lo que sean!
Mientras Absol intentaba concentrarse, James se preguntó si el Hielo de su aura se descontrolaría si lo usaba para sellarle la boca al chico.
<<Diría que sólo se trata de que mis pensamientos se amolden a los de Leonor, y viceversa, pero no estoy seguro…>>-Absol estaba cada vez más emocionado-<<Callaos y dejadme pensar…>>

En una celda más allá, Leonor se sobresaltó y se llevó una mano al corazón, sorprendida.
Una cálida y reconfortante sensación en una recóndita parte de su ser…
Aderezada con la inconfundible presencia de Absol…
¿Sería…?
-¿Y ahora qué pasa, Leo?-inquirió Jessie al verla tan ensimismada.
Maya, que había estado matando el tiempo dibujando en el suelo de acero con un lápiz que llevaba en su riñonera (le había dado el otro a Jessie, y ella, en vez de dibujar, había escogido las paredes para garabatear frases como “Jessie estuvo aquí no por mucho tiempo” o “Los de Cífer son unos imbéciles”), alzó la cabeza hacia ellas.
-No sé, pero me da que he hallado la forma de despertar mi elemento regente.-explicó Leonor sin poder disimular una eufórica sonrisa.
-¿Tu qué?-Maya alzó una ceja, claramente desconcertada.
-¡Cosas nuestras!-le espetó Jessie-¿¡De veras, Leo!? ¿Cómo lo has hecho?
-Aún no lo he hecho, pero creo que Absol y yo debemos sincronizar nuestros pensamientos…-Leonor volvió a sobresaltarse cuando aquella sensación la asaltó de nuevo con más intensidad-¡Creo que voy por buen camino! ¡Silencio, silencio! ¡Tengo que concentrarme…!

Uno de los mejores soldados de la base Cífer de las cercanías del Café Rodeo vigilaba la puerta principal, el único acceso que aquel edificio de mediano tamaño tenía, puesto que las ventanas eran tan pequeñas que evitaban que cualquier persona o Pokémon volador entrase, y no había azotea. Así que para proteger la base, bastaba con poner a un recluta habilidoso en la puerta y asunto arreglado.
Aquella base no tenía mucho que proteger en circunstancias normales, a decir verdad. Pero en aquel momento, el soldado estaba más atento que nunca por si alguien se acercaba por la espalda, pues lo que encerraba el edificio era lo más valioso que había encerrado nunca. Si alguien se colaba para rescatar a los prisioneros, la responsabilidad caería sobre él, lo cual significaría el despido inmediato.
Sin embargo, la persona que acudió allí no vio necesario tomarse la molestia de atacarle por la espalda.
El soldado estaba pensando en cómo de poderoso podría ser un Tyranitar Oscuro y si algún día le recompensarían con uno cuando vio una alta figura aproximándose a la base por el camino principal con aire relajado y despreocupado, sin prisa pero sin pausa. El soldado se apresuró a plantarse delante de la puerta, cerrándole el paso al desconocido, y le lanzó una intimidante mirada, algo en lo que era un experto desde hacía mucho tiempo, y que ponía muy nerviosos a sus adversarios.
Empero, el extraño no se inmutó. Se limitó a observarlo con indiferencia.
-¡Alto!-ordenó el soldado, mucho menos seguro de sí mismo-¿Quién eres?
-Sirio me llaman-repuso el desconocido; su voz era suave y sugerente, pero presentaba un matiz de inhumana serenidad muy inquietante-. Y ahora que me he presentado, te agradecería que me dejaras pasar.
-¿Por qué debería hacerlo? Eres un intruso, y yo debo silenciar a los intrusos indiscretos.
Sirio no replicó, sino que esbozó una media sonrisa socarrona.
El soldado, que se estaba poniendo nervioso, lo estudió con creciente aprensión.
Sirio era un joven alto y delgado, de aproximadamente veintidós o veintitrés años, de piel lo bastante pálida como para deducir que no veía la luz del sol con mucha frecuencia. Sus rasgos eran angulosos pero suaves; la luz de la tarde arrancaba destellos dorados a su despeinada media melena rubia, lo que le confería un aire un tanto rebelde. Sus desconcertantes ojos escarlata eran tan intensos que daban la sensación de atravesar al que miraban. Bajo cada ojo tenía una marca de color negro con una curiosa forma, como un sinuoso símbolo. Su atuendo era igual de peculiar: consistía en una holgada chaqueta gris bordeada de un gris más oscuro, cuyo cuello estaba formado por tres gruesas anillas doradas, y las bocas de las mangas llevaban cosidas (o eso parecía) unas tiras también doradas. Bajo la chaqueta llevaba una camiseta a gruesas rayas horizontales de color negro y rojo alternativamente. Sus pantalones eran acampanados, del mismo gris de la chaqueta, y los laterales de los camales tenían una tira vertical de tela a rayas del mismo estilo que la camiseta, rojas y negras. Llevaba unas botas negras de suela bastante plana, atravesadas por líneas doradas. Y lo más extraño de todo era una especie de capa negra de bordes muy irregulares que solamente le cubría media espalda, y que en los hombros, donde parecía estar sujeta, naciera una pequeña pero gruesa púa roja respectivamente.
Más que capa, se dijo el soldado, aquello parecía un par de alas replegadas.
-Insisto en que te agradecería sinceramente que me dejaras pasar-repitió Sirio sacando al recluta de sus cavilaciones-. Llevo prisa.
-¡Qué arrogante!-escupió el soldado, indignado-¡Pretendes que te deje pasar por todo el morro, chaval!
-Lo repito por última vez. ¿Podrías dejarme seguir mi camino?-el tono de voz de Sirio se volvió un poco más frío, aunque no había alzado la voz.
El soldado dudó, intimidado, pero replicó:
-Cuando digo que no, ¡es que no! ¡De todas formas, no te vas a ir tan campante de aquí!
-Es una pena-suspiró el misterioso joven-. Tenía la esperanza de no tener que obligarte a abrirme paso por las malas. Parecías bastante sensato.
La condescendencia con la que Sirio habló fue lo bastante humillante para que el soldado rechinase los dientes y sacase una Pokéball de su cinturón.
-¡Encima con ganas de gresca!, ¿¡eh!? ¡Ahora veremos si estás tan sobrado como te crees, chaval! ¡Vamos, Garchomp!-exclamó el furioso recluta lanzando la esfera al aire.
Del haz de luz que ésta liberó, se materializó un Pokémon de belicoso aspecto, como un cruce entre dragón y tiburón. Su escamoso cuerpo azul marino era fibroso, sus pequeños colmillos estaban letalmente afilados, y sus dos garras, formadas únicamente por una blanca, larga y ganchuda uña, parecían capaces de ensartar sin dificultad a una persona. Sus patas posteriores, sobre las cuales se erguía, mostraban una forma muy apta para moverse a gran velocidad.
Si bien muchos se habrían sentido inquietos ante la perspectiva de enfrentarse a un Garchomp, Sirio sólo entornó sus sobrecogedores ojos rojos.
-Lamento desilusionarte, pero me temo que no puedo complacerte-repuso encogiéndose de hombros-. No tengo ningún Pokémon.
-¿Y te crees que me importa?-le espetó el soldado-¡Te he dicho que eres un intruso, chaval, y a los intrusos se los silencia! ¡Garchomp, Garra Dragón!
El Garchomp gruñó y alzó su delgadísimo brazo derecho; la gran aleta que nacía de él se envolvió en una llameante luz anaranjada, y el Pokémon se lanzó hacia Sirio, que no había hecho ningún movimiento.
Sin embargo, cuando el Garchomp estaba casi encima de él, Sirio levantó una mano, la cual automáticamente absorbió la energía del ambiente, condensándose en una espiral de luz ambarina que se arremolinaba furiosamente en torno a la mano del joven. El Garchomp quiso retroceder cuando a estaba a escasos centímetros de su objetivo, pero fue demasiado tarde; Sirio hizo un brusco gesto y lanzó aquella descarga de energía contra el Pokémon.
El Garchomp salió despedido hacia atrás en medio de una densa humareda, yendo a estrellarse contra un árbol. Cayó al suelo como un fardo, completamente noqueado.
Aterrorizado, el soldado ni siquiera pudo reunir ánimos para devolver a su Pokémon a la Pokéball. Se había quedado mirando fijamente a Sirio con un brillo de auténtico pavor en la mirada, claramente perceptible a pesar de la negra visera del casco.
-…-el recluta tardó varios instantes en poder hablar-¡Monstruo!
-Si a todo aquel que es diferente lo llamaseis monstruo-reflexionó Sirio sin inmutarse-, los Pokémon serían los principales afectados. Y si los Pokémon hiciesen lo mismo, los humanos no tendríais en vuestro poder a las criaturas más poderosas de esta dimensión.
El soldado estaba cada vez más horrorizado. No sólo eran las palabras de aquel sobrecogedor joven, sino una extraña aura sobrenatural de poder que toda su esencia estaba captando. Incapaz de soportarlo por más tiempo, dio media vuelta y huyó al interior de la base, intentando alejarse lo más posible de Sirio.
A él no pareció importarle. Se acercó lentamente al inconsciente Garchomp, se arrodilló junto al Pokémon, colocó sus manos sobre su cuerpo y cerró los ojos.
Reanimado gracias a la energía curativa que Sirio le había transmitido, el Garchomp despertó, desconcertado; al ver a Sirio, gruñó suavemente.
Sirio ignoró la advertencia. Posó una mano sobre la frente del Pokémon dragón y lo miró a los ojos, explorando su mente y cortando los hilos que buscaba.
Una vez terminó, algo cambió en el aura del Garchomp, al mismo tiempo que se oía en el interior de la base una sorda detonación y una exclamación consternada. Sirio asintió, satisfecho, y soltó al Pokémon.
-Ahora eres libre de nuevo, hermano-le dijo en voz baja-. Si deseas vincularte a un humano de nuevo, asegúrate de sea un humano que no abuse de ti. Si no, tienes la oportunidad de llevar una vida propia en la naturaleza. Haz lo que te dicte tu corazón, ten la libertad de elegir.
El Garchomp sonrió. Se incorporó, inclinó la cabeza a modo de agradecimiento y se alejó de allí, abriéndose paso rápidamente entre la floresta.
Sirio se levantó tras unos momentos, pensativo. No le gustaban demasiado los entrenadores, pero sabía y comprendía que muchos Pokémon los tuviesen como amigos, aunque acatasen las órdenes de los humanos.
De pronto, el joven oyó un grito procedente de una zona no muy lejana, pero tampoco cercana. Aguzó el oído, alerta.
Al no oír nada más, Sirio miró alternativamente a la base y al lugar donde había oído gritar a alguien. Finalmente, decidiendo que probablemente había gente con más preparación que él para solucionar aquello, entró en la base, veloz y sigiloso como un relámpago.

-- Sigue en el siguiente grito --
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
~ Tellius Chronicles ~


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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
~ Las Cinco Estrellas de la Oscuridad ~
Próximo capítulo:
[C. IV] ¿Infiltrados... o Atrapados?

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Re: Las Cinco Estrellas de la Oscuridad

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~Continuación del capítulo 43~

Suicune estaba cada vez más agotada.
Por el momento había logrado esquivar los envites del Medicham Oscuro tras recibir el efecto de Mitad Oscura, pero no había conseguido acertarle ni una sola vez.
No estaba habituada en absoluto a combatir como Pokémon, y sabía que, tal y como estaba de cansada en aquel momento, era casi imposible derrotar a su rival.
No se equivocaba.
En el momento en el que Suicune se detuvo a recuperar momentáneamente el aliento, el Medicham surgió como una sombra ante ella, envuelto en un intenso resplandor blanquecino, y golpeó con todas sus fuerzas a la Pokémon legendaria.
Fue un golpe de tal potencia que la lanzó varios metros por encima del suelo y le cortó la respiración. Al caer al suelo, tremendamente dolorida, Suicune cayó en la cuenta de que el Medicham había estado jugando con ella, cansándola hasta que pudo acertarle con un movimiento que, con las escasas energías que le quedaban al Pokémon Oscuro, sería fulminante. Suicune sabía de sobra cómo funcionaba Inversión; cuanto más débil estaba su ejecutor, más daño causaba. Y se reprendió mentalmente por no haberse acordado de que los Medicham aprendían aquella técnica tan peculiar y tan potente.
Con las fuerzas que le restaban, Suicune pudo alzar un poco la cabeza hacia el Medicham Oscuro, y lo vio creando entre sus “manos” una onda de luz anaranjada con esferas de energía recorriendo sus contornos: Onda Certera, uno de los más poderosos movimientos especiales de tipo Lucha, quizá el más fuerte de todos. Si acertaba, cosa segura, acabaría con ella, y entonces…
Cuando el Medicham lanzó contra Suicune la Onda Certera, algo estalló en el interior de la Pokémon legendaria, y sus contornos despidieron una radiante luz justo cuando casi tenía la Onda Certera encima.
Y, milagrosamente, la Onda Certera rebotó contra el cuerpo de Suicune sin causarle daño alguno y volvió directamente hacia Medicham, que se había quedado lo bastante asombrado como para no reaccionar ante lo que se le venía encima.
La Onda Certera le golpeó de lleno, lanzándolo contra un árbol, el cual casi partió cuando chocó contra él. Derrotado, el Medicham cayó al suelo pesadamente.
Por alguna razón, Suicune había hallado fuerzas de flaqueza para protegerse mediante Manto Espejo.
Sin poder mantenerse consciente durante más tiempo, dejó caer la cabeza y se desmayó.
Así se la encontró el joven que había acudido a la base de Cífer en busca de los Portadores.

Sin previo aviso, las mentes de Leonor y Absol se armonizaron en un único pensamiento expresado de manera idéntica, con las mismas palabras y el mismo sentimiento…
Proteger a los Pokémon que les habían arrebatado.
Y en ese momento, algo sucedió.
Las figuras de entrenadora y Pokémon se envolvieron a la vez en un resplandor; blanco y diáfano el de Leonor, negro y sombrío el de Absol.
Una misma mirada, un mismo grito…
Y un mismo rayo de energía, únicamente diferente del otro por sus radicalmente opuestos colores, que impactaron al mismo tiempo en las puertas de las celdas de cada uno de los dos.
Las puertas estallaron a la vez, de la misma manera.
En algún lejano lugar, más allá del tiempo y el espacio, un cono y un cubo de piedra despidieron un intensísimo fulgor verde y blanco respectivamente, para quedar en un tenue resplandor rutilante de aquellos colores.

Sirio se detuvo bruscamente en su carrera por la base, invisible para todos los soldados que merodeaban por allí. De alguna manera, podía fundirse con las sombras, y de aquella forma pasar completamente desapercibido e imposible de detectar o tocar.
Algo le había atravesado el aura…lo había notado en el aire…
Eso sin contar la explosión.
No había duda. El Espíritu y la Mente habían despertado.
-Por fin-musitó Sirio sin poder evitar esbozar una media sonrisa de felicidad-. El Despertar ha tenido lugar. Ahora sí que va a empezar lo bueno.
Pasó junto a dos soldados de Cífer que se habían quedado completamente quietos al oír la explosión que había tenido lugar varios pisos más arriba. Uno de ellos llevaba atados con unas gruesas cadenas de acero a un Houndour y a una Froslass por el cuello, ambos muy jóvenes. Sirio se contuvo a duras penas para no liberarlos; si quería pasar desapercibido, no tenía que ir llamando la atención en la base por la existencia de un posible “fantasma”.
Aunque, se dijo para sí riendo para sus adentros, él ya era bastante fantasma.
-¿Qué ha sido eso?-preguntó el soldado que llevaba cautivos los Pokémon.
-No tengo ni idea-dijo el otro, desconcertado-. Quizás haya sido cosa del Nidoking Oscuro que trajeron anteayer los de la base de Ciudad Pradera. No ha dejado de armar escándalo desde que está aquí.
-Ah, bien…Voy a subir a ver; de paso, comprobaré cómo de fuertes son estos dos que traigo-el soldado dirigió una aviesa sonrisa al Houndour y a la Froslass, que se encogieron de miedo-. A ver si pueden domesticarlo un poco.
-¿Son Pokémon Oscuros?
-No, son lo único que he encontrado decente. Son muy jóvenes, pero, a juzgar por cómo me atacaron sus padres, son los más sanos de sus hermanos. Supongo que Mol no pondrá ninguna objeción a volverlos Oscuros cuando se los envíe a Ciudad Rocavelo.
Furioso, Sirio no pudo aguantar más. Susurró unas rápidas e incomprensibles palabras e hizo un sutil gesto con la mano; en ese momento, las cadenas que sujetaban a los Pokémon se tornaron oscuras y neblinosas, como hechas de sombra, y, a una nueva orden de Sirio, se deshicieron en suaves haces de negra neblina. Nada más saberse libres, el Houndour y la Froslass gritaron de alegría y huyeron en direcciones distintas.
-¿¡Eh!?-exclamó un incrédulo recluta-¿Pero…pero qué…?
-¡Se escapan!-le llamó la atención el otro soldado-¡Atrapémoslos!
Mientras los dos miembros de Cífer corrían cada uno en pos de ambos Pokémon huidos, Sirio se obligó a proseguir su camino, sin poder hacer más que desear suerte a aquellos pequeños.

Suicune abrió los ojos lentamente, sintiéndose terriblemente agotada.
Su visión estaba muy borrosa, pero aun así percibió una oscura silueta inclinada sobre ella. Quiso gruñir e incorporarse, pero su cuerpo no le respondía.
El desconocido murmuró algo, y de pronto, una suave corriente de energía cálida y vivaz la recorrió por dentro, reanimando sus exhaustas células y reactivando todo su metabolismo.
Al cabo de unos pocos segundos, estaba completamente recuperada.
Con la vista ya de nuevo activa, Suicune giró la cabeza hacia el extraño, y se topó con unos rasgados ojos amarillos ribeteados de negro, casi cubiertos por unos desordenados mechones pertenecientes a una media melena de color verde con ocasionales puntadas de rojo.
-Víctor-dijo la legendaria al reconocerlo-. ¿Qué haces aquí?
-Hay formas más ortodoxas de agradecer que haya curado tus heridas, pero de todas formas, se agradece-se rió el aludido-. He tenido cierto trabajo y no he podido acudir antes, pero parece que llegué en el momento justo.
-¿Y por qué tenías que venir tan pronto habiéndonos dicho ya lo que debíamos hacer?-inquirió Suicune incorporándose; miró a su alrededor (el Medicham Oscuro al que había derrotado seguía inconsciente) y frunció el ceño-¿Y dónde está Riolu?
El apacible semblante de Víctor de ensombreció de repente, y una extraña sensación de inquietud asaltó a Suicune.
-Respecto a eso…lo hablaremos más tarde-replicó Víctor, y se levantó del suelo-. Lo prioritario ahora es rescatar a tus compañeros de las garras de Cífer. Hay alguien de los míos que está en camino; probablemente ya se haya infiltrado en la base que tienen aquí. En principio, estoy aquí para cubrirle la retirada, pero tu ayuda me vendrá muy bien.
Suicune habría preferido adentrarse en la base Cífer también, pero tuvo que reconocer que llamaría demasiado la atención, y que llamar la atención no entraba en los planes de Víctor.
-Bien-dijo simplemente-. Te ayudaré.
Víctor sonrió con franqueza.
-Te lo agradezco, Suicune. Sígueme-le indicó el esbelto joven; sin embargo, se detuvo a los pocos pasos-. Ah, y, si puedes, no adoptes tu forma humana. Aunque no domines demasiado bien tu técnica bajo tu forma Pokémon, eres mucho más poderosa cuando eres Suicune.
Ella asintió sin discutir. No obstante, mientras seguía a Víctor por entre la hierba alta, no pudo evitar preguntarse cómo era posible que Víctor supiese que no controlaba todavía sus habilidades como Pokémon.

-Pero, Leo… ¿¡Cómo lo has hecho!?-exclamó una atónita Jessie, sin olvidar mencionar a la pasmada Maya; ambas habían tardado lo suyo en reaccionar tras el despliegue de poder que Leonor había usado.
-¡No tengo ni la más remota idea!-reconoció la chica, igualmente anonadada-¡Lo único que tengo claro es que he usado el poder de mi elemento regente!
-¡Pues menudo poder!-comentó Maya, con los ojos abiertos como platos y aferrándose a su bolsa de viaje.
En efecto, la puerta de acero a prueba de todo estaba hecha añicos, todavía humeante.
Una vez cayó en la cuenta de lo que ello significaba, Jessie casi saltó en el sitio.
-¿A qué estamos esperando?-se preguntó en voz alta en un tono de voz lo bastante incrédulo como para intuir que se estaba reprochando el no haber escapado antes-¡Esfumémonos de aquí, vamos!
-¡Espera! ¿Y qué hay de James, Meowth y Absol?-la detuvo Leonor justo cuando la joven las aferraba a ella y a Maya de las muñecas, a punto de salir escopetada de la habitación blindada.
-¡Sí! ¡Y de Ash y Brock!-agregó Maya al momento-¡Y de nuestros Pokémon!
-Absol habrá destruido la puerta de su celda, iremos a rescatar a Meowth y luego buscaremos nuestros Pokémon, ¿contentas? ¡Y ahora, paso ligero!-Jessie tiró de ellas con tanta fuerza que por un momento ambas temieron hacer todo el trayecto limpiando el suelo de la base.
Con el ímpetu del huracán Jessie, como llamaban James y Meowth a aquel tipo de salida por peteneras por parte de la joven, no tardaron demasiado en alejarse del lugar del delito.
Pero, como es natural, a semejante velocidad, Jessie casi no podía ver por dónde iba. Fue sólo cuestión de tiempo de que tropezara con algo y que las tres cayesen de bruces al suelo.
-Ay…-se quejó Jessie-¿Pero será posible? ¿Con qué diablos he…?-se interrumpió al ver un pequeño Pokémon similar a un perro negro de vientre anaranjado, un par de gruesas anillas blanquecinas en el lomo y en las patas y una especie de casco del mismo color con una vaga forma de calavera. Se trataba de un Houndour, uno bastante jovencito.
Sin embargo, a Jessie no le agradaba demasiado aquel Pokémon. No en vano era el principal Pokémon de su más acérrima enemiga y rival, Cassidy.
De todas formas, aquel pequeño no era como el Houndour de Cassidy. Más que hostil, como el de su rival, el Houndour parecía más asustado que otra cosa. De hecho, la estaba mirando con una expresión de temor que Jessie no pudo por menos que sentir lástima por él.
-¡Oh!-exclamó Maya, encantada-¡Un Houndour! ¡Qué mono es!
-Parece muy joven, ¿no?-observó Leonor mirándolo con interés-¿Qué hará aquí? No parece un Pokémon Oscuro. Quizá se haya escapado. Está muy asustado.
-Desde luego, los de Cífer son horribles… ¿Cómo se atreven a meterse con pequeñuelos tan bonitos como éste?-declaró Maya con indignación.
El Houndour las estudiaba atentamente, menos receloso. Probablemente, había captado a partir de la conversación de las tres chicas que no pertenecían a Cífer. Siguiendo un impulso, Jessie extendió una mano enguantada y le acarició la cabeza; el Pokémon había dudado un instante, pero finalmente se dejó tocar. Y, al final, se acercó tímidamente a ella y le dio un titubeante lametón en la nariz.
-Mira, parece que le has gustado, Jessie.-sonrió Leonor al ver las carantoñas del pequeño Houndour.
-No me extraña-dictaminó la joven miembro del Team Rocket en uno de sus despliegues de pura autoestima-. ¡Irradio encanto por todo mi ser!
Antes de que Leonor y Maya pudieran siquiera poner los ojos en blanco debido a la exasperación, un soldado de Cífer, acompañado por un Stunky, se topó con la peculiar escena de tres chicas jóvenes amontonadas en el suelo de acero en compañía de un Houndour que tenía toda la pinta de ser un candidato fugado a Pokémon Oscuro.
-¡Alto ahí, chiquillas!-les ordenó el recluta mientras su Stunky se adelantaba y erizaba todo su pelaje violáceo en actitud amenazante-¡Daos presas, Pokémon incluido!
-Oh, oh…-Maya se había incorporado de un salto, al igual que Jessie y Leonor-Creo que se acabó la suerte.
-Adiós al buen rollo. ¡Y no tenemos nuestros Pokémon!-hizo notar una apurada Jessie, que estaba dispuesta a usar el poder de su elemento regente si la situación lo requería.
Sin embargo y contra todo pronóstico, Leonor esbozó una sonrisa.
-Puede que no tengamos a nuestros propios Pokémon, pero sí tenemos uno cerca que parece estar deseando salir de aquí, como nosotras.
Jessie y Maya se volvieron hacia ella automáticamente, al igual que el pequeño Houndour.
-¿Pretendes que usemos a este Houndour para abrirnos paso por la base?-inquirió Jessie, dubitativa-¿No es muy joven para ponerse a luchar?
-Tampoco es que nos estemos enfrentando a un Metagross precisamente-comentó Maya lanzando una mirada socarrona al Stunky del soldado-. No es mala idea…Podrías dirigirle tú, Jessie, si Houndour lo considera bien.
El Houndour, pendiente de todas las palabras de las tres chicas, ladró brevemente mostrando su conformidad.
-¿Quién, yo? ¿Y cómo?-Jessie no parecía nada convencida-¡Nunca he manejado un Pokémon de tipo Fuego! Bueno, una vez usé un Charizard, pero no con mucha maestría precisamente. ¡Si quieres que me maneje a gusto, con un Pokémon tipo Veneno estoy en mi salsa!
-Pues ya va siendo hora de que te vayas enseñando, Jessie, que sería muy poco correcto que, teniendo como tienes el Fuego como elemento regente, no supieses apañarte con los Pokémon de ese tipo-zanjó la cuestión Leonor-. Si quieres, Maya y yo podemos ayudarte con cómo proceder.
-¡Cuando os parezca, prestadme algo de atención!, ¿eh?-rezongó el soldado, entre aburrido e indignado por la falta de atención de sus enemigas respecto a él.
Más segura de sí misma, Jessie se encaró al recluta y a su Stunky. Houndour avanzó hacia ella y la miró, interrogante.
-Muy bien, chico-le dijo Jessie al captar su mirada-. ¡Vamos a enseñarles lo que vale un peine! ¡Ásalos con un Lanzallamas, Houndour!
Houndour gruñó y abrió la boca, mostrando sus pequeños pero afilados colmillos; por desgracia, lo que exhaló no fue un chorro de abrasadoras llamas, sino unos haces de llamas no muy intensas que, al menos, golpearon duramente al Stunky del soldado.
-Vaya…Parece que Houndour todavía no sabe usar más que Ascuas como ataque de tipo Fuego-repuso Leonor encogiéndose de hombros-. Bueno, algo es.
-Sí, mejor que nada-corroboró Jessie, aunque estaba algo contrariada por haber confiado en contemplar un Lanzallamas como los que usaba el Houndour de Cassidy y ver solamente un humilde Ascuas-. Dado que Stunky puede tener las habilidades Hedor o Resquicio (o, por lo menos, eso me contó James), es más mejor que sigamos con fuego. ¡Houndour, usa Ascuas otra vez!
El soldado no debía de ser muy importante en la organización de Cífer, porque sólo tenía a aquel Stunky como Pokémon, y no demasiado entrenado precisamente. Eso sin contar que no había reaccionado ante los ataques de Houndour, y su Stunky, al recibir el segundo ataque Ascuas, cayó sin remedio.
-Por favor, ¿esto era todo?-se pitorreó Jessie sin poder aguantar la risa una vez el soldado hubo puesto tierra por medio tras su humillante derrota-¡Podríamos habernos ahorrado semejante pérdida de tiempo!
-Pues, por si acaso viene otro que no sea tan patético, deberíamos seguir su ejemplo.-sugirió Maya sin dejar de mirar en todas las direcciones con cara de preocupación.
No había acabado la frase cuando algo o alguien, o más de un solo alguien, chocó contra las chicas y Houndour con la fuerza de un Tauros, con lo cual todos cayeron al suelo otra vez.
-Pero, ¿¡esto qué es…!?-comenzó a protestar Jessie, hasta que vio sobre ella una masa peluda de color blanco y unos almendrados ojos rojos de pupila blanca que la miraban con una mezcla de sorpresa y diversión-
<<Hola, Jessie>>-la saludó Absol desenfadadamente-<<Me alegro de veros ilesas a todas>>
-¡Anda, hola, Absol!-le correspondió la joven sin poder evitar reírse; alzó un poco la cabeza y atisbó a James y a Ash muy próximos a ella-¡Y te has traído a James y al mocoso contigo! ¡Estupendo!
-¡Ash!-exclamó Maya con alegría-¡Estás bien!
-¡Sí! Nos cruzamos con un par de soldados por el camino, pero eran poco más que carne de cañón.-informó Ash rascándose la nariz, expresando su incomodidad.
-Nosotras también acabamos de quitar de en medio a un soldado lo bastante inútil como para no darnos más que risa-dijo Leonor riendo entre dientes-. Al menos, vosotros teníais a Absol.
-La verdad es que, si bien Absol siempre ayuda a sacar las castañas del fuego, esta vez hemos contado con un apoyo extra.-intervino James esbozando una media sonrisa burlona, apartando un poco a Ash para dejar a la vista a una pequeña silueta blanca.
Jessie, Leonor y Maya la observaron atentamente. Era un Pokémon de cuerpo muy delgado, con una franja horizontal carmesí en la cintura, y en cuya parte trasera se abrían dos protuberancias finas y redondeadas que daban aspecto de lazo a aquella franja. No parecía tener piernas, si es que se puede decir que un Pokémon sin un aspecto vagamente humano pueda tenerlas; lo más probable era que su extremo inferior estuviese diseñado para levitar. Curiosamente, sus delgados brazos, que se ensanchaban sorprendentemente muy cerca de las pequeñas garras blancas, nacían de su cabeza, lo bastante grande como para que uno se preguntase cómo un cuerpo tan frágil en apariencia podía soportar su peso. La cabeza se le alargaba en la nuca, y por lo visto, bajo la capa de “piel” blanca, la criatura tenía otra de color violeta intenso. Sus ojos eran de color amarillo, y en su frente tenía unos irregulares trozos de hielo a modo de cuernos. Se trataba de una Froslass, un Pokémon que siempre sería hembra; aquella en concreto parecía un poco intimidada ante las tres chicas.
-¡Hala!-Jessie abrió mucho sus grandes ojos de color azul eléctrico-¿Dónde os la habéis encontrado?
<<Estábamos huyendo de la celda cuando la hallamos escondida en un armario para las escobas>>-explicó Absol mirando a la Froslass con amabilidad-<<La encontramos precisamente porque nosotros también nos ocultamos allí al oír a los soldados acercarse. Al principio no se fiaba mucho, pero le dijimos que no estábamos del lado de Cífer, así que quiso acompañarnos. Y, cuando nos atacaron dos reclutas, nos ayudó a vencerles>>
-Yo la dirigí-repuso James encogiéndose de hombros-. Absol se empeñó en que me habituara a ver cómo combate un Pokémon de tipo Hielo para luego yo emularlos.
-Y hay que reconocer que no lo hizo muy mal…-admitió Ash para sorpresa de todos; al captar las inquisitivas miradas, el chico se apresuró a añadir:-Aunque Pikachu y yo habríamos sido más rápidos en despacharlos.
De pronto, la Froslass se fijó en Houndour, que había estado observando a los “desconocidos” con recelo, y emitió un chillido de alegría. Houndour también ladró, feliz, y se apresuró a acercarse a la Pokémon.
<<¿Un Houndour?>>-Absol parpadeó, sorprendido-<<¿De dónde ha salido? ¿Es que estáis pensando en sustituirme por otro Pokémon de tipo Siniestro?>>-especuló sonriendo socarronamente.
-¡No!-se apresuró a contradecirle Leonor-Nos tropezamos con él, literalmente. Más o menos nos ha pasado como os ha pasado a vosotros con la Froslass. Houndour nos ha ayudado con el soldado que nos salió al paso, y Jessie lo comandó. Y bueno, lo hizo bien.
-No era muy fuerte, pero tiene su mérito.-adujo Maya.
-Vaya, vaya; hoy estamos limando demasiadas asperezas, mocosos-observó Jessie, divertida a su pesar-. ¡Pero va siendo hora de levantarse! ¡Aún tenemos que rescatar a Meowth y al otro mocoso, y a todos nuestros Pokémon!
Entonces, una ronca y nasal voz les hizo sobresaltarse:
-Bueno, es un propósito muy noble. De todas formas, ¿buscáis esto?
Los ocho, Houndour y Froslass incluidos, se volvieron hacia la fuente de la voz como si les hubiesen pinchado. Y lo que vieron fue a Meowth, cargado de Pokéball (tantas que tenía que hacer auténticos malabares para que no se le cayesen), y a Brock, con el Pikachu de Ash al hombro y el Piplup de Maya a su lado.
<<¿¡Meowth!?>>-casi gritó Absol, incrédulo; la cara que puso, una cara del más genuino desconcierto nada propia de él, hizo que Jessie y Leonor rompieran a reír a carcajadas-<<Pero… ¿pero cómo…cómo habéis logrado escapar?>>
-En realidad, el mocoso aquí presente me dio la idea-reconoció Meowth, un poco a regañadientes, pero sonriente-. Hizo notar que los de Cífer no parecían precisamente unas lumbreras.
-Y Meowth ejecutó algún tipo de ataque eléctrico para abrir un boquete, y conseguimos escapar.-prosiguió Brock mal disimulando una sonrisilla de satisfacción. Pikachu y Piplup, incapaces de aguantar más, corrieron al encuentro de sus respectivos entrenadores; Ash y Maya, radiantes de felicidad, los abrazaron fuertemente.
-Creía que las puertas estaban blindadas contra el Fuego, el Hielo y el Rayo-observó James, no menos desconcertado que Absol-. ¿Acaso no era así?
-Sí lo estaban-Meowth sonrió traviesamente-. ¡Pero no las paredes!
Leonor, al oírlo, no pudo evitar que le entrara un ataque de risa ante lo absurdo de la frase.
-¡Maldita sea, podríamos haber salido de aquí mucho antes!-aunque enfadada consigo misma, Jessie rió-Desde luego, ¡no se puede ser más imbécil que los de Cífer!
Houndour y Froslass miraban a Meowth y a Brock con interés, deduciendo que eran amigos también. Cuando Meowth captó sus miradas, sonrió ampliamente.
-¡Hola!-saludó alegremente-Ya me he enterado de cómo habéis llegado hasta aquí. ¡Yo soy Meowth! ¡Un placer conoceros!-respondiendo a la interrogante expresión de sus compañeros, el Pokémon parlante agregó:-Llevábamos un rato escuchándoos, pero le dije al mocoso que, si no le importaba, que esperara. ¡Quería saber a qué rayos venía el que estuvieseis aquí amontonados cual empanadas de pescado en un bufé libre!
<<Propio de ti>>-sonrió Absol; Meowth le sacó la lengua, como era habitual ente ellos-<<Ah, ya veo que os habéis encargado por nosotros de ir a buscar a nuestros compañeros Pokémon>>
-Ah, sí. Tenemos localizadas las Pokéball de cada uno, aunque nos llevó su tiempo. ¡Repártelas, Meowth!-le recordó Brock al Pokémon parlante.
No obstante, Meowth tardó un poco en reaccionar, mirando con avidez las Pokéball.
-¡Mecachis! ¡Para una vez que consigo hacerme con tantos Pokémon de los mocosos, tengo que devolverlas!-rezongó por lo bajo, resignado-¡Que conste que lo hago sólo porque nos habéis ayudado a salir de aquí!
-¡No nos pongas los dientes más largos, Meowth! ¡Dánoslas antes de que se me vaya el espíritu de conciliación!-le espetó Jessie. James se limitó a ladear la cabeza y a esbozar una agridulce y burlona media sonrisa.
Quizá por miedo a no resistir su cleptómana tentación, Meowth repartió las Pokéball a tal velocidad que apenas se podía ver la “mano” del Pokémon parlante. También, sorprendentemente, entregó a cada uno unas Pokéball que parecían vacías.
-He pensado que, ya que estaba, de paso que dejo a Cífer sin superávit de Pokéball, podría estar bien tener unas de repuesto por si acaso.-explicó Meowth antes de que le pudiesen preguntar.
-Vaya, ¡gracias!-Ash se levantó ágilmente con Pikachu en su hombro-Bueno, ¡nosotros preferimos salir por nuestra propia cuenta! Aparte de que llamaríamos mucho la atención todos juntos…y por más que me resulte difícil de creer…creo que ya os hemos resultado bastante plomos.
-Sí, ¡me da que tendremos que devolveros el favor de que nos hayáis…aguantado!-apostilló Brock pasándose la mano por su encrespado cabello castaño oscuro, algo incómodo.
Jessie le restó importancia con un rápido gesto de mano.
-Nos hemos aguantado mutuamente, y, además, también nos habéis ayudado. ¡Pero una vez hayamos concluido nuestra misión buena-obra, no creáis que os vais a librar de nuestras triquiñuelas diarias, mocosos!-les advirtió, maliciosa, aunque era una malicia amistosa.
-Contamos con ello, ¡sería una pena romper la tradición!-bromeó Ash-Supongo que está bien que por una vez no recibáis uno de los Rayos de Pikachu…
-Sí, hombre, ¡encima!-protestó Meowth, socarrón-Aun así, también sería una pena romper esa electrizante tradición.
-En fin, ¡ya nos vamos! Sea cual sea vuestra misión, ¡creo que tenéis buenas intenciones, así que, yo por lo menos, os deseo suerte!-dijo Maya dedicándoles una sincera sonrisa-Ah, y un placer haberos conocido, Leonor y Absol.
-Hum…Bueno, igualmente…-Leonor no parecía muy convencida, pero acabó por sonreír también. Ash y Brock les desearon suerte y expresaron su agradecimiento a la chica y al Pokémon Siniestro a su vez.
<<Llevad cuidado en vuestro viaje, Ash, Maya, Brock>>-les dijo Absol, serio pero amable-<<Recordad que Cífer cree que sois nuestros aliados. Podríais tener un mal encuentro, y, aunque mi entrenadora y yo no tengamos mucha afinidad con vosotros, sois buenos entrenadores y buena gente, y no os deseamos un mal destino a manos de Cífer>>
-Gracias, Absol-respondió Ash, y se despidió definitivamente de ellos con un gesto de mano-. ¡Hasta la vista, Team Rocket y compañía!
Maya y Brock siguieron su ejemplo, y al cabo de pocos instantes, los tres chicos ya corrían escaleras abajo en dirección a la salida de la base. Ya no había nada que temer teniendo sus Pokémon, así que no se preocuparon demasiado por los tres.
-Son muy engorrosos y se creen perfectos, pero cuando quieren son majos.-declaró Jessie sin darle mucha importancia a la situación.
-Creía que estabais hasta las narices de despegar cada vez que os tropezáis con ellos.-observó Leonor riendo entre dientes. Absol también rió por lo bajo al escuchar el término que había usado la chica.
-Sí, pero más que los despegues, son los aterrizajes-Meowth se encogió de hombros-. Pero qué queréis que os diga, ¡son ya cuatro años siguiéndolos por doquier! Al final uno acaba por tomarles cariño. ¡Ya son “nuestros” mocosos! ¡Y sólo nosotros los importunamos! ¡No se lo permitimos a nadie más!
-Si no fuesen tan arrogantes-suspiró James-, quizá acabásemos trabando cierta amistad con ellos.
Sin poder contenerse, y a sabiendas de que deberían estar ya huyendo de allí, Jessie, Meowth y Leonor se echaron a reír; James y Absol les observaban con la misma media sonrisa dibujada en sus rostros.
-¿Qué se supone que estáis haciendo aquí que os divierte tanto?-inquirió de repente una suave voz, desconocida para ellos, que les hizo saltar en el sitio debido al susto.
Un joven esbelto, pálido y de espesa, brillante y ligeramente despeinada media melena rubia había aparecido junto a ellos de la nada, pues le habrían visto u oído si hubiese llegado caminando por el metálico pasillo. Vestía una chaqueta (cuyo cuello estaba formado por tres gruesas anillas doradas) y unos pantalones grises, una camiseta a rayas negras y rojas, y una extraña capa negra con una púa escarlata en la zona de los hombros que sólo le cubría la espalda hasta algo más arriba de la cintura, y que parecía raída a juzgar por sus bordes irregulares. Debajo de sus sorprendentes ojos carmesíes, ribeteados de negro, tenía dibujado un curioso y sinuoso símbolo negro, que quizás evocaba el poder de la Oscuridad. Su expresión era seria y sobrecogedoramente serena, aunque los observaba con una ceja ligeramente arqueada, posiblemente preguntándose cómo podían estar riéndose cuando estaban en poder de Cífer.
-¡Eh! ¿¡Quién eres tú!?-le preguntó Jessie a bocajarro, mirándolo con desconfianza-¿Y de dónde cuernos has salido?
-Respecto a lo de de dónde he salido, os estaba buscando para sacaros de aquí-repuso el joven desconocido; sin embargo, los cinco compañeros no dejaron de mostrarse recelosos-. Y respecto a quién soy, se me denomina Sirio.
Al oír el nombre, Meowth soltó un grito ahogado de sorpresa.
-¿Has dicho Sirio?-le dijo para asegurarse; el joven asintió-¡Luna te conoce! ¡Me preguntó si había hablado contigo cuando le dije que tenía que resolver un enigma propuesto por el Señor de las Galaxias!
-Conozco a Luna, sí-confirmó Sirio, que, por alguna razón, había desviado la mirada con incomodidad-. Somos, por así decirlo, compañeros de trabajo. Pero hoy estoy aquí sustituyendo a Víctor; él tenía otras cosas que hacer y no podía acudir.
<<¿También conoces a Víctor? Bien>>-Absol parecía conforme con la explicación de Sirio-<<Dices que has venido a sacarnos de aquí. ¿Hay algún peligro por el cual debas protegernos?>>
-En principio, podríais salir por vuestro propio pie. Pero me preocupa que los Pokémon Oscuros se impongan a vosotros; todavía no sabéis bien cómo hacerles frente, aunque el Espíritu y la Mente hayan completado el Pentágono.-explicó Sirio, impertérrito.
Leonor se cruzó de brazos y miró a Sirio por encima de sus gafas esmeralda. A juzgar por su expresión, no estaba demasiado segura de que Sirio fuese de fiar.
-¿Cómo sabes que el Espíritu y la Mente han despertado?-inquirió la chica.
Sirio, empero, no pareció molestarse por los recelos de los cinco compañeros.
-Debo saberlo.-se limitó a responder, esbozando una enigmática media sonrisa.
-¿Y cómo nos vas a sacar de aquí, Sirio?-quiso saber James, que había ladeado la cabeza y miraba a Sirio con curiosidad; sentía una extraña conexión con él, como si fuese un viejo conocido, aunque nunca le había visto.
El aludido le dirigió una media sonrisa sardónica.
-Utilizaré una de mis habilidades para, abreviando la explicación, hacernos invisibles a los soldados de Cífer y a todo ente que haya por aquí-les informó-. Pero antes, quisiera saber si esos dos Pokémon van a acompañarnos.
Jessie, James, Meowth, Leonor y Absol miraron en la dirección que Sirio había señalado. Allí estaban Houndour y Froslass, quienes no se habían percatado de que los cinco compañeros se habían olvidado por completo de ellos entre la marcha de Ash y sus amigos y la aparición de Sirio.
-¡Anda, si seguís aquí!-Jessie se inclinó para acariciarle la cabeza al pequeño Houndour. Froslass le dirigió una mirada casi de súplica a James, quien sondeó los ojos de la Pokémon durante un instante hasta que dedujo que le estaba pidiendo que la sacara de allí. Lo mismo que Houndour, que se había pegado a las piernas de Jessie y no parecía dispuesto a separarse de ella. Meowth, al verlo, puso los brazos en jarras y gruñó algo, pero no le hicieron caso; era un clásico que Meowth se pusiese celoso por nada. De hecho, Meowth era un celoso crónico.
<<Deberíamos llevarlos con nosotros>>-opinó Absol-<<Si son Pokémon fugados de Cífer, los soldados estarán locos por volver a apresarlos, y ello conllevaría sin duda su conversión a Pokémon Oscuros>>
-Doy fe de ello. Yo mismo los liberé, y asistí a la declaración de intenciones con respecto a ellos de los soldados-repuso Sirio, conforme-. Bien, si ya no hay más asuntos que tratar, sugiero que nos coloquemos en círculo y que nos cojamos de las manos. Entonces, usaré mi poder para hacernos invisibles e intangibles a los soldados de Cífer.

Una vez estuvieron lo bastante lejos de la base de Cífer, Sirio se concentró durante un breve instante. El aire se distorsionó a su alrededor, y los cinco compañeros, el misterioso joven y Houndour y Froslass quedaron visibles de nuevo.
-¡Por fin!-exclamó Jessie, a punto de ponerse a saltar de felicidad-¡No podía aguantar un solo minuto más encerrada en ese sitio! ¡No sabes cuánto te agradezco que nos hayas sacado de ahí, Sirio!
-Para mí es un placer-sonrió Sirio. Acto seguido, se volvió hacia los árboles, iluminados con la luz rojiza del crepúsculo, y gritó:-¡Víctor, Voz de las Tormentas! ¡Soy Sirio, la Voz del Silencio! ¡Los Elegidos han recuperado su libertad y aguardan tu llegada!
Antes de que los cinco compañeros tuviesen tiempo de sorprenderse por semejante código, una esbelta silueta de cabello verde con mechones escarlatas y rasgados ojos amarillos salió de entre la floresta. No obstante, Víctor no iba solo; una Suicune espejismo de fríos ojos azules lo acompañaba. Nada más verla, Meowth salió disparado hacia ella con su rostro felino resplandeciente de alegría y sus gruesos bigotes temblando de emoción.
-¡¡Sapphire!! ¡Eres tú! ¡Estás bien!
-Estoy bien, Meowth. No te preocupes por mí.-lo tranquilizó Suicune separándose cuidadosamente del efusivo abrazo del Pokémon parlante.
-¿Sapph…digo, Suicune?-Jessie parpadeó-¿Qué haces aquí? Esto…mejor dicho, ¿cómo nos has encontrado?
-Cuando vi que tardabais tanto en regresar cuando volví al Café Rodeo, rastreé vuestra pista con mi poder mental y llegué hasta aquí-les explicó Suicune-. Por desgracia, tuve un mal encuentro con un Medicham Oscuro al que vencí de milagro. Entonces Víctor me encontró y curó mis heridas.
-Me alegro de veros de nuevo, Portadores y compañía.-saludó Víctor desenfadadamente.
-Lo mismo decimos, creo-Leonor, al no saber si sus compañeros se ofenderían si hablaba por todos, cambió de tema-. ¿Y Riolu? ¿Qué tal está?
Para asombro y desconcierto de todos excepto de Suicune, que ya había asistido a aquella reacción, las expresiones de Sirio y Víctor se volvieron sombrías.
-¿Qué ha pasado con Riolu?-quiso saber James, inquieto. Absol ladeó la cabeza con preocupación ante el silencio de Sirio y Víctor.
Finalmente, Víctor lo rompió:
-Si bien estuve pendiente de Riolu todo el tiempo, nuestros enemigos tenían el ataque muy bien organizado, lo cual me resulta bastante desconcertante teniendo en cuenta que hace sólo dos días que me lo llevé para que estudiara. Abrieron un agujero dimensional…y lo arrojaron dentro.
Jessie, James, Meowth, Leonor, Absol e incluso Sapphire (que había regresado a su forma humana durante la pausa que habían hecho Sirio y Víctor), paralizados de horror, palidecieron mortalmente. No podía ser…el pequeño y valiente Riolu, que se había embarcado en aquella misión tan arriesgada por voluntad propia…
Y además… ¿qué diría Darkrai cuando se enterase de que su protegido había sido…atacado?
-Estarás de broma, ¿¡no!?-gritó Meowth perdiendo los estribos-¿¡Nos estás diciendo que Riolu…la ha palmado!?
-No lo sabemos-repuso Sirio con asombrosa seriedad-. Lo que está claro es que Riolu ha caído en otra dimensión. Si no fuese porque hay infinitas dimensiones, podríamos encontrarle…Pero de todas formas, no podernos hacer demasiado por él. Es una auténtica desgracia, y Darío…-se interrumpió bruscamente y no completó la frase.
De todas formas, los seis compañeros estaban demasiado impactados y horrorizados por el destino de Riolu como para darse cuenta del desliz de Sirio.
<<¿Y ahora qué? Riolu portaba el Brazal de la Umbría, y sólo él podía anular algo la influencia del aura Oscura en los Pokémon Oscuros…por no decir que era un gran compañero>>-Absol, cuyo pelaje negro había adoptado un tono ceniciento, sacudió la cabeza con pesadumbre.
-El Brazal de la Umbría lo guardé yo mientras Riolu estudiaba conmigo-les dijo Víctor-. Aun así, ya no os servirá. Sólo lo podía usar él, así que tendréis que apañaros sin él. Además…viendo el estado en el que vuestra Guía quedó tras el combate contra el Medicham Oscuro, considero que debería tomarla bajo mi tutela brevemente para enseñarle a utilizar sus poderes como Suicune.
Sapphire no reaccionó, pero Meowth sí lo hizo, y con mucha energía.
-¿¡Bromeas!? ¡¡Ni de casualidad!! ¡¡No dejaré que la pongas en peligro, tío!!-chilló el Pokémon parlante, casi histérico al imaginarse simplemente que Sapphire pudiese correr la misma suerte que Riolu.
-Nos subestimas, Meowth-intervino Sirio, apaciguador-. Y no te alteres. Ahora que sabemos que tenemos un nuevo enemigo, no permitiremos que la Guía de los Portadores sufra la misma suerte que el Vigilante del Aura.
-¿Un nuevo enemigo?-preguntó Leonor, ajustándose las gafas y dirigiendo a Sirio una mirada extrañada-¿No han sido los de Cífer, acaso?
-No podrían haberlo hecho; ni siquiera la Estrella de la Oscuridad tiene el poder de abrir agujeros dimensionales en tan poco tiempo-explicó Víctor-. Ello significa que tenemos un nuevo enemigo capaz de hacerlo, y eso no es nada tranquilizador. Implica que es lo bastante poderoso como para resultar una amenaza superior a los Oscuros.
-Si es tan peligroso como decís, no me resultaría extraña la idea de que ese enemigo, o esos enemigos, sean Pokémon legendarios.-sugirió James ladeando la cabeza, pensativo.
-Yo opino igual que tú-sonrió Sirio-. Pero la Voz no cree capaz a ningún otro Pokémon legendario de conspirar contra sus semejantes.
<<¿Conocéis a la Voz?>>-quiso saber Absol, con sus ojos rojos abiertos como platos debido a la sorpresa-<<Quizá podáis aclararnos algunos detalles sobre su identidad, entonces>>
-No nos está permitido. Pero todo llegará.
-Entonces, Sapphire-intervino Víctor dirigiéndose a la gélida chica, que había permanecido en silencio-, ¿te parece que me acompañes y que te enseñe cómo sacar provecho de tu forma Pokémon? Te juro que no sufrirá ningún daño, Meowth.-prometió el joven al ver que Meowth se disponía a protestar.
Ella se lo pensó, pero acabó respondiendo:
-De acuerdo, Víctor. Iré contigo.
-¡Sapphire!-Meowth no pudo evitar soltar un desolado grito ahogado-¿Por qué?
-Porque debo garantizar vuestra seguridad. Y no podré hacerlo mientras no sea capaz de protegeros como humana y como Suicune.
-Eso está bien, Sapph-asintió Jessie, aprobadora-. ¡Estudia bien! Pero cuídate, ¿vale? No queremos que sufras la misma suerte que Riolu.
Meowth no supo muy bien qué decir. Se había sonrojado intensamente, y era consciente de que podría ser la última vez que la veía. Pero el simple hecho de confesarle lo que sentía por ella le resultaba sumamente absurdo; Sapphire era humana…y él era un Pokémon.
Un simple y estúpido Pokémon, se dijo, rabioso y, sobre todo, muy frustrado.
<<Espero que nos veamos pronto, Sapphire>>-le dijo Absol a la gélida chica. Sapphire inclinó la cabeza, aceptando el deseo del Pokémon Siniestro.
-Sí, sé prudente.-agregó James simplemente. Después de todo, también le regía el Hielo, como a Sapphire. Las frases prolijas y extensas no iban con ellos.
Una vez se hubieron despedido todos de Sapphire, Víctor les dedicó una breve reverencia.
-Prometo que cuidaré de ella, Elegidos. No dejaré que nadie le haga el más ínfimo rasguño.
-¡Espera, Víctor!-le detuvo James de improviso; al notar la mirada de todos, el joven se ruborizó levemente-Ya que esto se está poniendo…bastante arriesgado…quería pedirte un favor.
Víctor sonrió con franqueza.
-Pídeme lo que quieras, y veré si está en mi mano.
-Supongo que podrás hacerlo. Quisiera confiarte a uno de mis Pokémon-repuso James sacando de los bolsillos de su pantalón blanco una Pokéball y entregándosela a Víctor-. Se trata del Mime Jr de mis abuelos; me ofrecieron cuidarlo mientras…mi Chimecho se recuperaba de su enfermedad. No quiero que sufra ningún daño, así que… ¿podrías cuidar de él?
Jessie y Meowth se miraron, sorprendidos; aun así, aquello no tenía nada de raro si se tenía constancia de lo mucho que se preocupaba James por sus Pokémon.
La sonrisa de Víctor se acentuó al guardar la Pokéball en uno de sus bolsillos.
-No te preocupes. Ni Sapphire ni tu Pokémon correrán peligro, os doy mi palabra.
-Más te vale…-murmuró Meowth casi inaudiblemente.
Tampoco le hubieran oído aunque lo hubiese dicho en voz más alta. El fuerte sonido que provocó el resplandor glauco que envolvió a Sapphire y a Víctor acalló sus palabras.
Una vez se disipó la luz, ya no estaban allí.
-Volvemos a ser cinco-hizo notar Leonor con cierta nostalgia-. Como al principio de todo esto.
-Para que haya encuentros, tiene que haber despedidas. Es probable que conozcáis a más criaturas que os brinden su apoyo en vuestra misión-les dijo Sirio sabiamente-. Y ahora, antes de que me vaya, querría saber qué vais a hacer con el Houndour y la Froslass.
Los cinco compañeros habían vuelto a olvidarse de que aquellos dos Pokémon seguían acompañándoles, atentos a cada conversación. A aquellas alturas ya se habían enterado de varias cosas muy relevantes.
-Eso, ¿qué hacemos con ellos?-Meowth se rascó las puntiagudas orejas, dubitativo.
<<¿Sabéis qué se me ocurre? Que los llevemos con nosotros>>-sugirió Absol esbozando una sonrisa-<<Podrían ayudarnos en nuestro viaje, y además…pensaba que Jessie y James los añadieran a sus equipos>>
Sorprendidos, Jessie y James se volvieron a la vez hacia el Pokémon Siniestro.
-¿Quiénes, nosotros?-dijeron al unísono y con el mismo tono de perplejidad, algo que hizo que Meowth y Leonor rompieran a reír con ganas.
<<Sí, ¿por qué no? Combinan muy bien con vosotros. Houndour es de tipo Fuego además de Siniestro, y Froslass, aparte de ser tipo Fantasma, es de tipo Hielo. Justo como vuestros elementos regentes; os ayudaría a comprender la naturaleza de vuestros poderes>>
-Lo que propone Absol me parece adecuado.-opinó Sirio asintiendo.
Houndour y Froslass también parecían estar de acuerdo, porque saltaron de alegría y corrieron al lado de Jessie y James respectivamente. Jessie no estaba muy segura de aceptar a Houndour como Pokémon propio, y James tampoco lo tenía muy claro.
-No sé yo-dijo Jessie al final, insegura-. No desearía que estos chicos se viesen envueltos en el ambiente de una organización criminal como el Team Rocket…
-Entonces, cuando hayáis cumplido vuestra tarea, podéis dejarlos bajo nuestra tutela-propuso Sirio encogiéndose de hombros-. Pero me parece que ellos quieren acompañaros, al menos de momento.
-Sí, serán buenos compañeros.-dictaminó Leonor al ver cómo Houndour lamía la mano enguantada de Jessie y cómo Froslass levitaba alegremente alrededor de James.
Los dos amigos aún tardaron un poco en decidirse, pero tomaron la misma decisión. Tanto Jessie como James sacaron una de las Pokéball vacías que les había dado Meowth y se las mostraron a Houndour y Froslass respectivamente. Como es natural, ninguno de los dos dudó en dejarse absorber por las Pokéball en forma de rayo de luz roja. Las esferas ni siquiera se agitaron, cosa que hacían cuando el Pokémon de su interior intentaba escapar de su interior.
-Está bien-repuso James esbozando una media sonrisa-. Al menos, aunque me tenga que separar de Mime Jr, tengo una nueva amiga Pokémon.
-Tenemos una nueva amiga Pokémon-corrigió Meowth automáticamente-. ¿Qué pasa, yo no cuento?
-Es que tú eres más que un amigo, Meowth; ¡eres como nuestro hermano!-Jessie le acarició la cabeza al Pokémon parlante, que dudó un instante antes de ronronear suavemente.
Entre tantas cosas, había caído la noche sobre aquel lugar. La luna brillaba suavemente sobre ellos, iluminando los árboles y la hierba con su tenue luz lechosa, y las hojas susurraban agitadas por la brisa. Sirio echó un vistazo al cielo nocturno y movió la cabeza.
-Me tengo que marchar ya-les dijo, mirándoles uno por uno-. Otros asuntos me requieren. Como supongo que querréis que os diga algo antes de irme…os daré una pista acerca de dónde encontrar a la Tribu Alfa de la Ruta de las Nubes Llorosas.
<<¿De qué se trata?>>-le preguntó un interesado Absol.
-Al igual que el Señor de Todos los Pokémon, cuyo título porta la tribu de Gallade, la Tribu Alfa es un sol que guía a los viajeros por entre los oscuros velos de la incertidumbre. Es todo cuanto puedo deciros, Elegidos.
-Nos tocará calentarnos la cabeza otra vez para resolver el enigma, pero bueno-ironizó amablemente Leonor-. Gracias por todo, Sirio.
-Gracias a vosotros-replicó él dedicándoles una suave media sonrisa-. Espero, por nuestro propio bien…que volvamos a vernos.
Tras aquellas enigmáticas palabras, el misterioso joven giró sobre sus talones y, sin volverse hacia ellos una sola vez, se internó entre los árboles, amparado por la oscuridad de la noche.
-Bueno, ¿y ahora qué hacemos?-preguntó Meowth a nadie en particular, jugueteando con sus “dedos” distraídamente.
-Buscar un sitio donde poder pasar la noche primero que nada-Jessie había recuperado su habitual carácter decidido-. Mañana ya iremos a la Ruta de las Nubes Llorosas; ahora es ya tarde y creo que ya hemos tenido bastante por hoy.
<<Me parece bien>>-aceptó Absol cabeceando.
James ladeó la cabeza y lanzó una rápida mirada a la luna, muy serio.
-No sé vosotros, pero…estoy más motivado que nunca para acabar con Cífer y aquellos que amenazan a la Voz-repuso casi en un susurro-. Sé que mi razón puede resultar pueril, pero creo que de esa forma…completaremos la misión que le ha costado tan cara a Riolu.
Se hizo un hondo y apesadumbrado silencio.
-Ciertamente…-murmuró Meowth, que era quien más había intimado con Riolu-Se lo debemos. Nosotros lo metimos en este lío.
-Sí, hay que honrar su memoria en el peor de los casos.-afirmó Leonor sin dudar un segundo. Absol también asintió vehementemente:
<<Estoy de acuerdo. Riolu se merece que le rindamos un tributo, y qué mejor tributo que vengar su desgracia>>
Jessie miró a sus compañeros uno por uno, mientras sus labios dibujaban una sonrisa algo agridulce. Tras repasarlos detenidamente, extendió una mano enguantada, con la palma hacia arriba.
-Muy bien, ¡vamos a darles un buen repaso a Cífer y a sus misteriosos aliados!-anunció la joven miembro del Team Rocket con un fiero brillo alentando sus ojos-¡Hagámoslo por Riolu!
-Para que nadie tenga que correr nunca más su misma suerte.-agregó James colocando una mano sobre la de su amiga.
-¡Y para enseñarles que no hay que ir por ahí tirando a la gente a agujeros dimensionales!-adujo Meowth sumando una “mano” a las de sus camaradas.
-Y para preservar el equilibrio de todo Celesta y que nadie tenga que sentir temor hacia alguien.-apostilló Leonor, que también posó una mano sobre las de Jessie, James y Meowth.
<<Por la paz y la armonía de los Pokémon y humanos de todo el mundo>>-completó Absol depositando su pata izquierda sobre las manos de sus compañeros.
Con las manos (y pata de Absol) unidas, los cinco compañeros permanecieron un breve rato en silencio bajo la luz de la luna, mostrando así sus respetos por el incierto destino de Riolu, el compañero perdido.
-Por ti lo haremos, Riolu…-musitó Jessie rompiendo el silencio.
-Derrotaremos a Cífer y al Lugia Oscuro en tu nombre…-susurró James.
-Y lamentarán el día en el que te arrojaron a algún lugar recóndito del universo.-completó Meowth, tan serio que no parecía él.
-Podemos hacerlo, y por ti lo haremos…-murmuró Leonor.
<<Todos juntos>>-acabó Absol, alzando la mirada hacia la bóveda celeste al mismo tiempo que sus compañeros-<<desterraremos el caos de la Oscuridad de Celesta>>
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¡Espero que os haya gustado! =) El próximo se titula, en principio, Chispas de Dignidad x)
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"Real hope needs to be found; nobody has it until you look for it.
And, once you found it, nothing in this universe can make you lost it."
- Haidél Delném
~ Tellius Chronicles ~


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¡El retorno de las Crónicas de la Oscuridad!
~ Las Cinco Estrellas de la Oscuridad ~
Próximo capítulo:
[C. IV] ¿Infiltrados... o Atrapados?